—A YeoJi ya no le intereso romanticamente.—habló, masticando sus papas fritas con tristeza.

NamJoon suspiró, cansado. Su amigo era un caso algo especial, tardo un mes en rendirse con los sentimientos extraños que tenía hacia su mejor amiga, nunca lo hubiera hecho si Hoseok no se mostrará felizmente al lado de la chica. A JungKook se le rompió el corazón, pero de una forma menos trágica de como él se lo rompió a YeoJi. Solicitó que el moreno viniera a su casa ese sábado en la tarde pues necesitaba hablar con alguien, por más que este siempre se encontrara con algo que hacer decidió ir para escuchar un poco de ese amorio trágico.

—Que raro, mayormente los amigos de la infancia siempre terminan juntos en las películas. Por más que el otro chico es un idiota y la chica una ingenua.

—No me estarías ayudando mucho, Joon.

—Pero hablando en serio, ¿Hubieras pasado toda tu vida al lado de YeoJi? ¿Sabiendo que ella, en cierta manera, te idealizaba?

Bueno, ahora lo había hecho pensar.

—Sé que no tenía futuro, pero duele de todas formas.

—En vez de llorar deberías alentar a tu amiga a ser feliz, así como ella lo hace contigo.

—¿Y si la llamo?—estiró su mano para tomar el móvil en el escritorio a su lado, lo tomó y marcó su número. Namjoon no tuvo tiempo de negar ante su idea, así que tras unos tonos fue atendido— ¡Hola! ¿Dónde estás? ¿Necesitas que pase a buscarte? Puedes entrar en mi bicicleta, no te preocupes. Sí, está bien, no hacia nada. ¡Claro! Dale saludos de mi parte. Adiós, estaré yendo. —cuando colgó, el Kim lo observo con molestia— Iré a buscarla.

—¿Dónde está?

—En el parque. Salió con HoSeok pero él tenía que pasar a buscar a su sobrino.

—Supongo que llego mi hora de irme. —se levantó con pereza— Suerte.

—Gracias por escucharme. —agradeció— Lo apareció mucho.

—Ajam. —asintió, bostezando— Bye, bye.

NamJoon era buen consejero, a su manera tal vez.