Capítulo 3| Extraño mi hogar

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A N K E R
💀🔮💀

La pelirroja estaba sobre la espalda de Kevin intentando alcanzar su comida mientras que Lila no podía dejar de reírse y Oliver tan solo los ignoraba hablando con su hermana que también parece estar acostumbrada por los arranques de su cuñada. Pero la pelea se detuvo cuando Kevin se giró y nos vio, Red pudo alcanzar la bolsa con sus frituras, pero no dijo nada al percatarse de nuestra llegada. Todos nos voltearon a ver y me percaté de que no había venido solo, girando pude ver como Azul estaba oculta tras mi espalda observando desde mi hombro a todos los presentes. En su cara se veía que estaba asustada y recordé los gritos de mis amigos por lo que dándole mi mano ella la aceptó y se acercó mostrándose delante de todos.

—¿Quién es ella y de dónde la sacaste? —cuestiona Red acercándose a nosotros —Es muy adorable —chilló la pelirroja apretando sus manos en sus mejillas rojas por la furia de unos minutos atrás. Intenta acercarse a nosotros, pero se detiene cuando Azul suelta mi mano y se oculta tras mi espalda usándome como un escudo.

—¿Me dañaran? —susurra en un tono con miedo a que los demás la escucharan, temblaba de pies a cabeza detrás de mí y sentí su fría mano tomar mi brazo.

—No, sé que parecen amenazantes, que les falta algo de cordura y son en su mayoría algo feos —le habló en un tono calmado sintiendo las miradas cargadas de ira de mis amigos. —Ninguno de ellos te dañarán, esta Mar, Bunnie y estoy yo, no dejaremos que te dañen —murmuró en voz baja para que solo ella me escuche, Azul asintió dando un paso al costado viendo a los demás con una sonrisa de lado a los presentes.

»Ella es Azul, una estrella que cayó en mi patio y se quedará un tiempo mientras se recupera de sus heridas. No pueden darle abrazos, las heridas las tiene en la espalda por lo que no Red no vas a poder estrujarla por más que se vea adorable —respondo mirando a Red que se estaba conteniendo por correr a abrazar a Azul, la caótica hija de Alida es una caja de sorpresas.

—Siente como en casa Azul, soy Melione la tía de Anker —acercándose despacio saludo a Azul que estaba un poco más brillante de lo habitual, es como si su brillo interno refleja sus emociones.

—Princesa Melione es un honor para mí conocerla —haciendo una reverencia frente a mi tía Melione, ella tan solo sonrió y le dijo que se pusiera en pie de nuevo, Mel no era una seguidora de las reglas de la realeza. —Mis hermanas hablan de tus padres mucho y de los de Anker por igual —responde la rubia llevando un mechón rebelde de su cabello detrás de la oreja, estaba centrando mi atención en ella para evitar mirar hacia donde estaban Tadeus y Bunnie tomados de la mano.

—¿Por qué de todos los lugares en donde los que pudiste haber caído lo hiciste en el patio de los Black? —cuestiona Calíope abriendo un paquete de papas fritas y llevando una a su boca sin dejar de ver a Azul que se quedó cayada unos minutos.

—Porque Anker me necesitaba, tenía que decirle lo que debía escuchar y no lo que debía oír. Me sentía mal por él, no quería seguir viéndolo como lo hacía y yo caí en su patio porque estaba furiosa —explicó Azul, quitándole el paquete de papas a Calí que la miro con una ceja alzada. La rubia me ofreció las papas que estaba comiendo se la veía sonriente, pero algo cambió de un segundo a otro, pude ver en su cuello sobresalir una vena oscura desde su espalda y una mueca de dolor surco su rostro por un segundo.

—¿Azul, estás bien? —se acerca Mar a la estrella que asiente aun estando algo débil, se la notaba más pálida que antes y el brillo que notaba antes ahora se apagó un poco más.

—Es mejor que te sientes, te ves algo pálida y cansada pequeña —habla Lila dándole la mano a la rubia para ayudarla a sentarse en uno de los sillones de la sala. Bunnie se acercó a la estrella, pero esta pareció ignorar a la descendiente de la luna porque se giró a ver a Becca que estaba concentrada en la pequeña riña de Red y Kevin por el snack que estaba comiendo la pelirroja.

—Azul soy Bunnie, hija de Selene si necesitas ayuda o quieres hablar con tus hermanas solo debes hablarme te ayudaré —la descendiente de la luna tomó la mano de la estrella, pero esta se apartó rápidamente levantándose de golpe. Queriendo huir de la cercanía de Bunnie la rubia se acerca hacia mí y toma mi brazo en un claro símbolo de que estaba asustada.

—Discúlpenla es nueva en este mundo, está asustada, extraña a su familia y por mi culpa está aquí atrapada —todos pusieron los ojos en nosotros —Pido que guarden el secreto nadie sabe que Azul está aquí y mucho menos mis padres, no necesito que me hagan un sermón sobre la responsabilidad —mis amigos se miraron entre sí antes de asentir, después de todo siempre que nos metimos en problemas estábamos juntos para ayudarnos a salir de nuestros problemas y ahora con este secreto no dudo que me nieguen su ayuda.

—Nosotros no diremos nada, pero ¿Cómo harás que viva bajo el mismo techo que tus padres y que no se den cuenta de que ella está allí? —interroga Sam tomando un trago de la bebida que tenía entre sus manos, miró a la rubia a mi lado y luego a mí ensanchando su sonrisa sabiendo que algo estaba pasando en su cabeza. Sus ojos cambiaron al color rosa cuando vio la mano de Azul sobre mi brazo y sonrió como el gato de Cheshire.

—Lo que sea que tu cabecita esté planeando borrarlo Sam, no quiero problemas y mucho menos que mis padres se enteren de lo que está pasando, eso incluye cualquier plan tuyo —aclaró viéndola reír y tomar otro trago de su bebida.

A Z U L
⭐⭐⭐

Debía guardar silencio, Anker me hizo entrar a su casa en un viaje sombra porque sus padres ya estaban en la casa y era demasiado arriesgado entrar a escondidas sabiendo que su hermana estaba dando vueltas por la casa. En el cuarto del príncipe me senté en su cama escuchando las risas de Nina y los gritos de la reina Diana desde la planta baja ordenándole al rey Apolión que bañe a Nina. Me giré a ver por la ventana el cielo se estaba volviendo naranja y la luna junto a mis hermanas estaban a punto de aparecer. Extrañaba mi hogar, no terminaba de discernir porque termine cayendo a la tierra si no lo deseaba, solo le grite a Anker desde el cielo como tantas veces lo hice. Levantando mis piernas rodeándolas con mis brazos contra mi pecho, mis ojos se empañaron por las lágrimas y el escozor de mi espalda empeoró.

—No quiero estar aquí, no quiero estar aquí, diosa Nyx no quiero estar aquí —balbuceo escondiendo mi rostro entre mis rodillas, yo no quería esto y para mi desgracia ahora estaba encerrada en este mundo que me aterra y ni siquiera entiendo.

Aplane mis labios para evitar que los sollozos se escucharan fuera de estas cuatro paredes, no sé qué es la tristeza, pero lo había visto en los humanos y ahora lo estaba manifestando en carne propia. Mi luz se estaba debilitando, lo notaba desde que llegué a este lugar, pero no quería decírselo a la princesa Mar por miedo a que me dijera que no podré regresar al cielo. Levantando la cabeza miró hacia la ventana donde ya el sol no se está viendo y algunas de mis hermanas más poderosas brillan entre los últimos rayos del sol. Secando las lágrimas de mis mejillas me moví en la cama acercándome a la ventana, contemplé como Helios se ocultó del otro lado de las casas y solté un suspiro melancólico.

—Te traje algo de comer, tardé un poco porque tuve que inventar una mentira para mi madre y es muy difícil mentirle. Espero que te gusten las hamburguesas, nos traje suficiente comida para cenar y ahora bajó por las bebidas usaré mis poderes para volverme invisible y que mis padres no me atrapen. Solo espero no se estén dando amor de nuevo, es asqueroso verlos besarse delante de mí —giro mi rostro a ver al príncipe del inframundo que trae una bandeja con un enorme con mucha comida —¿Qué te pasó? ¿Por qué lloras? —dejando el plato en su escritorio Anker se acercó a mí, despacio, no me aleje y deje que se acercara a mí hasta quedar sentado a mi lado observando juntos por la ventana.

—Por Nyx, extraño mi casa, a mis hermanas y su irritante chusmerio de los mortales —exclamó cubriendo mi rostro con mis manos —Quiero irme a casa, estando en la tierra soy solamente una carga pesada que nadie debe llevar y no sé cómo termine cayendo del cielo. No tengo la edad suficiente para bajar a la tierra, no debería estar aquí y mis hermanas aún no se dieron cuenta de mi falta —susurro dejando caer las lágrimas, mi cuerpo tembló y los dolores en mi espalda regresaron, las heridas palpitaban.

»Duele, me duele —lloriqueo mordiendo mi mano para no gritar debo mantenerme en silencio.

⭐⭐⭐

Mi espalda se sentía fresca y el ungüento que Anker me puso en la espalda logró que el dolor de mi espalda menguara, recostada en su cama miraba por la ventana el cielo nocturno. Estaba fuera de mi entorno y la primera emoción humana que experimentaba era el miedo, estaba tan asustada de estar lejos de casa. Mis dedos se rozaron con algo frío, mire hacia mi mano los dedos de Anker tomaron mi mano apretándola con la suya. Lo miré, pero estaba dormido, su cabellera negra despeinada estaba cubriendo su frente y un hilo de baba le caía por el costado de la boca. Me aferré a su mano pensando en la sensación de calor de su piel, viéndolo respirar con tanta tranquilidad comencé a sentir los párpados pesados y finalmente me quedé dormida.

Los sonidos en la planta baja de la casa me despertaron, ya no sostenía la mano de Anker estaba sola en el cuarto y abajo se escuchaban muchos gritos. Me senté en la cama viendo hacia la ventana que tenía las cortinas cerradas, Anker debió cerrarlas cuando me dormí antes de que Helios apareciera en el cielo y que no perjudique mis heridas. La puerta se abrió y por ella ingresó Anker con dos tazas y una bandeja con comida que inundó con su aroma la habitación. El príncipe se acercó hasta la cama donde dejó la bandeja entre ambos y me miró con una sonrisa que hizo que me sintiera cómoda estando a su lado.

—Logre engañar a mamá con mi desayuno, papá me vio subiendo con la bandeja, pero no me dijo nada Nina casi tira uno de los jarrones milenarios de mi abuela y eso distrajo a nuestro padre. En cuanto ellos se vayan deberé cuidar a mi hermana y hoy casi no podrás salir de mi habitación de todos modos Mar va a venir a verte más tarde —me comunicó el príncipe tomando un sorbo de su café respirando con normalidad luego de mandarse aquella carrera por mantenerse oculto de sus padres.

—Gracias por cuidarme tanto y lamento que debas mentirle a tus padres, en verdad no sé cómo fue que termine cayendo en la tierra, pero en cuanto este mejor me iré a casa —respondo tomando mi taza con ambas manos, ya no quería seguir estorbando en la vida del príncipe y extraño demasiado mi hogar como para querer estar en este lugar por un tiempo más.

—Anker tengo que esconderme de... —una niña pequeña ingresa en la habitación deteniéndose al verme sentada en la cama, dejando mi taza a un lado veo como ella no despega la mirada de mí. Antes de que el príncipe pudiera decirle algo, la pequeña princesa Nina gritó con todas sus fuerzas. Lo malo de ser una estrella en la tierra es que desconoces las reacciones humanas, el primer sentimiento que experimentas es el miedo y sin que te des cuenta este sentimiento comienza a hacer que tengas fallas. Mi cuerpo comenzó a brillar con mucha intensidad y no lo pude controlar porque tenía miedo, y los gritos de la princesa solo ayudaban a que mi miedo creciera. Si no logro controlar mis emociones los dejaré a ambos ciegos o lo que es peor quedarán como una pieza de carbón sin vida.

💀🔮💀
#FelizSábadoDeHechiceros

Hola llamitas, ¿Qué tal vieron el capítulo? Espero ver sus reacciones, sobre Azul, Anker y los demás. Pronto veremos si Apolión y Diana se enteran de que tienen una invitada en su casa y si Azul no mato a sus hijos o los daño sin tener esas intensiones.

Voten y comenten eso motiva mucho. Antes de irme les dejare saber que no tengo días de actualización, por lo que puede que pase un viernes como un sábado si quieren saber más sobre los capítulos o tener adelantos los tendrán en mi Instagram, me pueden encontrar como fire_eagle_2000

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