Tu sonrisa ilumina mis días, tu voz inunda mis sueños, tu escencia llena mis sentidos, y tu ternura mi corazón.

Madelaine caminaba airosa por el salón real, escupiendo órdenes y volteándose a regañar a cuanto ser vivo se encontrara, para ella todos tenían algún defecto. Su marido, el rey Arnold, para ella era demasiado indulgente con la servidumbre, un completo grupo de inútiles. Su hija, la joven princesa Julia, antes podría haber sido una rebelde sin causa pero gracias a su perfecto castigo ahora es una jovencita obediente, la cual conseguirá conquistar al rey Mazoku Yuuri, entregándole así el control de el reino más fuerte.

Tras descubrir la desagradable cantidad de humanos que hacían su vida en Gerbis Basis, y temiendo que su descendencia se mezcle con esos seres inferiores define un límite entre su reino y el resto del mundo, desgracia para ella al saber que la nueva reina Mazoku había tenido un hijo con un humano. Ahora que ya ella no estaba en el trono era la oportunidad perfecta para unir los reinos, y eliminar consigo toda la población de desagradables humanos.

El único problema que Madeline encontró en su plan fue el compromiso entre el rey Yuuri y el noble hijo menor de la anterior reina, Wolfram. Pero esa parte también estaba cubierta, gracias a unos contactos pudo ser capaz de adquirir un brebaje especial, cuyo único requisito para su uso estaba saciado, pues era bien sabido que el rey Yuuri no tenía ningún interés en el género masculino.

Tan ensimismada como estaba aún pudo notar cuando la pequeña mucama de su hija tropezaba con el aire. La joven y torpe chica muda que no había sido despedida por petición especial de su hija, bueno, no fue una petición en sí sino un soborno, ya que la chica se había encerrado tres días seguidos con la más joven en su habitación, alegando que no iba a salir hasta que revocaran el despido de la más pequeña. Chica con suerte, pensaba Madeline cuando el rechinar de los caballos eliminó su atención de la joven, de no haber sido así quizás hubiera notado como el cabello de esta se encontraba muy bien peinado, o como de su traje colgaba una suave cadena de plata fina, trenzada con las cintas del delantal.

Más pronto que tarde, porque bien sabían que su ama odiaba esperar, un par de sirvientas se disponen a dejar pasar a los invitados, entre ellos el que ella sabía, sería su yerno, y el, hasta el momento, prometido de este. La sonrisa complacida se desvanece ligeramente al ver como la hija mayor de los Schraft caminaba detrás del Maou, tomada de la mano de la hija adoptiva de este.

Madeline sabía que la presencia de esa chica tan similar al prometido del Maou sería un gran obstáculo en sus planes, pero no podía echarla de nuevo, sería demasiado sospechoso, por lo que con una gran fingida sonrisa recibe a sus invitados.

—Sean bienvenidos a este, nuestro bello reino, su majestad Yuuri, y espero que su estancia sea lo más amena posible, yo soy la matrona de nuestro reino, Madeline von Winterspell— termina su presentación con una elegante reverencia, mostrando un respeto hacia el gobernador de las tierras mazokus

Tras unas risitas nerviosas que Madeline dejo pasar Yuuri toma compostura antes de presentarse formalmente, pues estaba en presencia de la reina de este reino, Nevada.

—Muchas gracias por su recibimiento, yo soy Shibuya Yuuri, Maou de Shin Makoku, y me acompañan- — más no pudo presentar a sus acompañantes, pues tan pronto mencionó quien era el una de las sirvientas allí presentes se dispuso a cortarle la palabra

—Tenemos preparado un banquete en honor a su llegada, majestad— la chica solo espera a que su matrona le de la señal y comienzan a ir hasta donde estaba tal banquete —Nuestro señor rey y la joven dama se unirán en breve, mientras llegan, pueden disfrutar de lo aquí servido— señala hacia una larga mesa, cubierta por un fino mantel puramente blanco con detalles en oro, encima de la misma se encontraban esparcidos de forma muy elegante varías delicias exóticas de ambos reinos, desde una dorada y apetitosa carne que recordaba vagamente a un pavo, hasta un fondue de chocolate y nueces

—Esto es solo una pequeña parte de lo que podemos ofrecerle, muchas gracias por venir a celebrar con nosotros el cumpleaños de nuestra bella hija— anuncia Madeline poniendo su más convincente sonrisa, pidiendo con el gesto que los invitados tomen asiento

Una de las muchas sirvientas en el lugar se mueve a paso veloz para llenar las copas vacías con un exquisito vino, a excepción de la más joven presente, la cual fue complacida con jugo de fresas silvestres.

—Señorita Madeline— advierte con inusual calma Günter —Lamentó mi inminente curiosidad pero no he podido evitar cuestionarme una cosa—

—¿Ocurre algo malo?—

—No creo que sea muy importante pero...¿porque ahora? Después de un par de siglos manteniendo su reino aislado del resto del mundo, ¿porque la repentina decisión de traer invitados de otros lugares?—

Madeline se queda un tiempo en quedado silencio, buscando la manera de responder a aquella pregunta sin dejar entrever sus planes.

—Como mencione anteriormente, mi adorada hija cumple en cinco días su han esperado cumpleaños 16, a pesar de ser una mazoku Julie tiene una extraña condición que le ha hecho crecer a un ritmo humano, incluso podría decir que si crecimiento es algo más rápido que el de los humanos, nuestra hija mayor tiene una salud muy frágil, por lo que el destino de nuestro reino recae en Julie, pero con su peculiar condición no tenemos mucha confianza en que aprenda lo necesario antes de su ascenso al trono— deja la frase al aire, esperando que esta sea completada por alguno de los presentes

—Así que usted busca aliados para su hija— responde finalmente Gwendal entrecerrando los ojos aún más, algo no cuadraba en lo que la mujer decía con sus fríos ojos calculadores, pero antes de que pudiera replicar una de las sirvientas anuncia la llegada de su majestad el Rey y la princesa Julie

Por las puertas del gran salón se adentran dos personas de gran presencia, el primero es un hombre de gran altura, con una masa muscular algo más desarrollada que lo que se esperaría de un rey, y un par de brillantes ojos amables, a su lado, elegante y callada, intentando no estructurar mucho en la habitación, estaba una joven mazoku de brillantes ojos y cabellos del más puro azabache, una menuda sonrisa intentando tirar de las comisuras de su boca, más esta nunca llega, solo se queda en lo que podría ser, cuando la azabache mirada se une con la esmeralda...

Notas del capítulo:

Para quien leyó el capítulo anterior puede ser un poco raro que haya actualizado tan rápido, rápido en el sentido de...bueno... estuve en hiatus por meses!

Pero ya puedo finalmente decir...

SOY LIBRE!!!
Ok no

Termine mis pruebas finales pero el profesor de tercer año nos dejo hartas tareas para septiembre...
Pero aún así continuaré!

Había perdido toda la esperanza en Wattpad y en los fandoms que seguía hasta el momento, no tenía ánimos de escribir.

Pero volví! Y siempre lo haré~

Porque Wattpad es parte de lo que me hace ser yo (^w^)

Si leíste hasta aquí, muchas gracias

Bye-Bee