La parte nueva que están tratando no son las cuerdas que en esta ocasión sujetan las manos de Hunk hacía la cabecera, es más bien todo este escenario, Lance finalmente tomando el papel de dominante. Aunque lo ha llevado a cierto extremo que esta algo lejos de lo que Hunk acostumbra y sólo la evidente erección marcándose a través de su ropa interior indica el buen trabajo que Lance esta haciendo.

“Intentémoslo de nuevo, ¿Si?” Suspira Hunk.
Su cuerpo esta tenso, no puede esperar un segundo más, pero a Lance siempre le ha gustado provocarlo, hacerle creer que ya lo tiene y luego…es abrumador para Hunk saber cuánto lo necesita, cuanto desea que Lance lo use.

Las manos de Lance suben su pecho muy lentamente, su boca se ha separado del cuello contrario luego de dejar una serie de marcas y mordidas. Ahora puede contemplar a su novio meciéndose suavemente debajo suyo.

Lance esta casi a horcajadas sobre sus caderas y Hunk se remueve bajo su peso en busca de la más leve fricción, el movimiento es suficientemente efectivo como para hacerle reprimir un jadeo.
Lance por su parte jamás ha sido una persona silenciosas, así que permite que Hunk tome aquel pequeño atisbo de placer, porque si realmente desea ser tocado tendrá que rogar. Eso es lo que habían acordado, que de una vez por todas Hunk cedería por completo, pero quizás se merezca un castigo por desobedecer tan descaradamente esa simple regla.

*

Si revisamos el hecho de que Hunk es atractivo en todo el sentido de la palabra, que Lance; el ser más imprudente en la tierra lleva saliendo en secreto con él por cerca ya de un año y que Pidge lleva en este departamento la mitad de ese tiempo, uno podría esperar que ciertas revelaciones.

Siempre ha habido cierta aura flotando entre ellos, aquel tipo de tensión que se despliega debido a la fuerza de atracción mutua y porque así de cliché es el dúo tenía que ser en san Valentín. Pidge casi había esperado ser despertada por obscenos gemidos o algo de ese tipo, pero mientras avanza por el apartamento en su pijama sólo escucha risas.

“Vamos, se supone que sea sexy,” Lance dice, aunque no puede evitar sonreír también.

“Lo es, cuando los usas tú,” Hunk le aclara, sus mejillas están sonrojadas y sus ojos brillan, “soy sensible.”

No sólo le confirman que están saliendo, (apostó con Keith al respecto,) sino que también son unos irrespetuosos, Pidge tiene derecho a estar enojada; le gustaba pensar que eran lo suficientemente buenos para no hacerlo en el espacio que compartían con ella.

“No se te caerán los pezones,” Lance sonríe.
“Pero estos literalmente son botones de gomita.”
La conversación la deja en blanco unos segundos, entonces gira sobre sus pasos, porque no necesita más información grafica, lo que sea que suceda tras esa puerta se quedara ahí; su inocencia ha sido dañada irreversiblemente.

Pidge finalmente se plantea aceptar la propuesta de Shiro y mudarse.

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Ufff, 499 palabras😥
¡Cuidado, pidge!

@pheebas en twitter
Puse comedia porque cada vez (en mil años) que no me salto el Smut de una historia y aparece algo sobre pezones me muero de risa.
Ubican las pinzas o "nipple clamps"??🤣
Perdón por ser así, no me dejen riendo sola.