"El Rey"

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El Rey siempre ha tenido todo lo que quería, dinero, joyas, reconocimientos, chicas, sitio en las mejores arenas del mundo para hacer sus conciertos, millones de fans que lo aman e idolatran... Podía conseguir lo que quisiera, menos que aquel chico en Sugar acepte salir con él.

-¡¿Qué hay de malo con él?! -se preguntó.

Sí, porque sin duda el problema era de aquel chico asiático. ¿Cómo no aceptar una cita con su majestad? Aquel chico... Yuuri Katsuki debía ser ciego o tonto.

-Suficiente, ¡me regreso a Estados Unidos! Este chico va a conocer lo que es enamorarse de un rey -exclamó levantándose del asiento de su avión privado- Charles, cambia el rumbo, ¡regresa a América! Me quedaré hasta el día del concierto.

-Señor, Rey JJ... Mi nombre es Alex... -murmuró el mayordomo que estaba a su lado.

-¿Ah, sí? -le miró con duda- Pues ahora eres Charles...

-Como guste, señor -asintió en una reverencia.

-Y... ¿por qué sigues aquí? Mándale un mensaje de disculpa a Isabella por no poder asistir a su cumpleaños y ¡avisa al piloto del cambio de rumbo! El Rey debe hacer una visita a cierto... -miró la pantalla de su tablet- príncipe japonés.

-En seguida, señor -asintió el mayordomo para seguidamente retirarse,

-¡Perfecto! -exclamó JJ regresando felizmente a su asiento- ¡Prepárate, lindo príncipe! -canturreó.

Mientras tanto en su habitación de Massachusetts, de repente Yuuri estornudó.

-Parece que alguien está hablando de ti -dijo Phichit sumamente divertido.

-Ah... Sí, eso creo, espero no algo malo -se removió para acomodarse mejor en el sillón.

-Yuuri, ¿no crees que es momento de aceptar otra cita? -preguntó Phichit como quien no quiere la cosa.

-¿Eh? ¿Por qué? -respondió el japonés sin siquiera dignarse a abrir los ojos, estaba demasiado cómodo como para hacerlo.

-Bueno... -alargó- Te va muy bien con Viktor y eso... pero él no va a estar siempre por aquí, necesitas más fuentes de ingreso para estar seguro -dijo tecleando alguna cosa en su laptop.

Yuuri lo pensó un poco.

-No lo sé, Phichit... con Viktor me siento cómodo, no creo tener el estómago para conocer a otra persona. ¿Recuerdas que tuvieron que administrarme líquidos cuando regresé de la cita con Viktor?

Y vaya que Phichit lo recordaba, había tenido que comprarle Gatorades y atender sus vómitos y diarrea.

-No me lo recuerdes... Me debes mucho, Katsuki, te cobraré el trauma sufrido -negó temblando ligeramente- Así que busquemos otro sugar daddy, me puedes pagar con eso -dijo conectando la laptop a la televisión.

-Phichit -alargó Yuuri en un quejido-, no quiero... ¡Y yo estaba viendo eso!

-No, no lo estabas viendo, estas con los ojos cerrados.

-¡Pero lo escuchaba!

-Ah, Yuuri, perderte una película de Harry Potter no es importante, ¡las pasan millones de veces! -replicó siguiendo en lo suyo- Además, te las sabes de memoria.

-Eres un muggle -gimió bajo, dando la vuelta para quedar boca abajo.

-La tuya por si acaso -respondió el tailandés divertido- ¿Listo para ver fotos de hombres guapos y con dinero?

-No.

-Bien, número uno, viene de New York...

Yuuri abrió un ojo y vio la borrosa foto de un chico antes de emitir un gemido de cansancio y volver a cerrar el ojo.

Habían pasado algunos días desde la primera vez que salió con Viktor, se habían visto algunas veces más y cada vez Yuuri terminaba extrañamente cansado. Para ser sincero, la primera experiencia de cita de Yuuri había sido traumática, y había dejado su cuenta de Sugar a manos de Phichit por si sucedía algo. Las siguientes citas con el ruso no fueron tan traumantes, pero aun así terminaba bebiendo más de doce vasos de agua al día. Por lo que Yuuri no tenía muchas ganas de salir con alguien más, las personas guapas y con dinero aparentemente le provocaban alergia y chupaban su energía vital.

-¡AH! ¡Este! Jean Jacques Leroy, se ve guapo, ¿no? -soltó Phichit luego de un rato- Aparentemente es un cantante canadiense... Diseña su propia ropa, ha sacado un libro, muchos tatuajes y... ¡WOO!

Yuuri se alarmó por el grito que había pegado Phichit. El moreno comenzó a reírse fuertemente.

-¿Qué pasa?

-Me muero, que tipo más egocéntrico -rió divertido- Dios, no te puedo decir, estamos en horario infantil -dijo saliendo de la página para que Yuuri no leyera lo que él y entró a Youtube- Mejor escuchemos una de sus canciones... Eh... esta.

Yuuri levantó un poco la cabeza justo cuando comenzó a sonar la canción. Ninguno de los amigos dijo nada hasta que la voz de JJ se apagó.

-Bueno... Es un presumido, uno con buena voz y muchos tatuajes -admitió Phichit impresionado- Aunque pienso que los tatuajes en la espalda baja son muy de rameras, ¿tú no?

Yuuri le miró con duda.

-No sabría qué decirte -admitió con una leve risita divertida- Pues... tiene una linda voz

-No tanto como para ser considerado "El Rey" -coincidió un poco-, pero es bueno -se encogió de hombros- ¿Lo acepto?

El japonés se envolvió en la sabana que tenía y negó energéticamente.

-Necesitaría beber líquidos por tres días más.

-¡Vamos, no seas así! ¡Tienes que salir con él y decirme si tiene tatuajes más abajo! -exclamó Phichit divertido con sus ojos brillantes de emoción.

-¡Phichit! -reclamó Yuuri totalmente rojo de solo imaginarlo- ¡Nunca voy a vender mi trasero!

-Pues deberías, esta gordito y redondito -se burló sin ninguna vergüenza.

-¡AAAH! -gritó Yuuri dejando su cara contra una de las almohadas del sillón- ¡No quiero oír que hables sobre mi trasero!

El moreno estalló en risas y luego se calló abruptamente.

-Ehh, ups...

-¿Ups? -murmuró Yuuri aun contra la almohada- ¿Ups, qué, Phichit?

-Apreté accidentalmente el botón de aceptar -mintió descaradamente, pero eso era suficiente para que Yuuri le creyera y se pusiera pálido- Parece que El Rey le hará una visita, pequeño Yuuri -canturreó poniendo de nuevo Theme of King JJ.

-Creo... que me siento mal otra vez -murmuró Yuuri tapándose con la sabana hasta la cabeza.

-Creo que ahora voy a tener la canción pegada un buen tiempo -murmuró Phichit subiéndole el volumen- ¡I never give up even if the night should fall, always do my best!

Más tarde ese día.

-Now I rule the world, and the starry sky, spreading above -canturreó Phichit distraídamente.

-¿Qué estas cantando? -preguntó Seung, tomando de su café.

Ambos estaban sentados en una cafetería, ya que Yuuri había echado a Phichit del departamento por pasar gran parte de la mañana atormentándole con la voz de JJ.

-¿Eh? Ah, es que escuché una canción de un tipo llamado JJ, no es la gran... ¿Seung?

Seung, quien era mostrar pocas expresiones faciales, tenía una horrible cara de pavor.

-Creo que debemos ver a otras personas, no soy yo, es que a ti te gusta Leroy -dijo en tono serio, levantándose de la mesa.

-¿¿E-Eh?? -soltó Phichit siguiéndole de un salto.

-Si quieres escuchar a un canadiense, mejor escucha a Justin Bieber -refunfuñó con su cara ligeramente roja- Te hablo luego -murmuró dejando un beso en sus labios antes de irse.

Phichit se quedó sentado en la mesa de la cafetería sin saber qué había pasado.

-Bueno... mejor ni le digo que vendrá a la ciudad y tenemos entradas para su concierto -se dijo pensativo- Creo que podré revender su entrada -se encogió de hombros, tomando su celular y poniendo de nuevo la canción mientras revisaba Instagram.

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