Peter Panda

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Yuuri no podía describir cómo estaba siendo su cita con JJ, porque en primer lugar no entendía cómo habían terminado los dos encerrados en un oscuro ascensor...

Ah, esperen... si lo recordaba...

Para hacerles corta la historia, incluía a JJ queriendo ir a una convención de anime y videojuegos que estaba ubicada en un centro comercial. Y bueno, para una figura pública bastante escandalosa... no era fácil pasar desapercibido, por lo que ambos tuvieron que correr por casi medio centro comercial mientras eran perseguidos por un gran grupo de fans y... así terminaron encerrados...

Encerrado en un ascensor oscuro con JJ. Y no, no es algo bueno, pensaba Yuuri con miedo.

-Vamos a morir -murmuró el japonés sentado en una esquina de aquel pequeño aparato.

Había perdido sus lentes en algún momento de la persecución, por lo que ahora Yuuri estaba encerrado, a oscuras y para colmo, sin poder ver nada más allá de su nariz. Yuuri mentiría si dijera que no estaba aterrado, la situación le hacía temblar y sudar pensando que poco a poco el aire se acabaría.

-No vamos a morir -murmuró JJ tranquilo, sentado en la otra esquina- Saben que estamos aquí, nos sacaran pronto.

Sorprendentemente él lo estaba llevando mejor. Como no podía ver al japonés, no entendía su comportamiento, ni lo que le pasaba.

-Vamos a morir, sobrevivir para morir -se quejó Yuuri comenzando a entrar en crisis.

JJ notó el preocupante cambio en su voz y cómo el japonés se removía. Tanteó el suelo mientras se acercaba más al contrario, al encontrarlo le abrazó con cuidado buscando molestarle lo menos posible.

-Tranquilo, todo va a estar bien -repitió suavemente en su oreja.

-¿Cómo lo sabes? -murmuró Yuuri dejándose hacer, pegándose un poco al cuerpo del contrario.

-Simplemente lo sé -soltó una risita, el chico le recordaba de cierta forma a su hermana menor luego de una pesadilla.

-Tengo miedo... -susurró temblando.

Jean suspiró. No sabía qué hacer, no era la misma situación que cuando su hermana tenía temibles pesadillas y llegaba él a salvarle, pero en definitiva iba a intentar la misma táctica al menos.

-Cuando hundido estas, tan abajo estás, que no ves salida del lugar -comenzó a tararear- Bom, bom, bom -murmuró dando algunos toquecitos con su dedo a la mejilla de Yuuri- No debes moverte de donde estas y como Peter Panda haz -el siguiente sonido de palmas lo cambió por dos besos a la mejilla del chico ya que su otro brazo estaba ocupado en sus hombros.

Yuuri se sonrojó violentamente ante los besos. Era tan ridícula la infantil canción y el actuar del canadiense que de cierta forma le estaba haciendo sentir bien.

-Como un canguro tres saltos dar, dos de lado como un cangrejo, tres al frente y uno atrás -dio un toque a la nariz de Yuuri con su dedo- Y a la tortuga hay que voltear. Girar como un tronco hasta no poder más. Y salta o el suelo se va a acabar. Sin respirar, izquierda saltar -dio otro beso a su mejilla- Y ese fue Peter, el baile de Peter, baila Peter Panda así -terminó con otro beso a la mejilla del japonés- ¿Estas mejor, Yuuri?

Yuuri se encontraba rígido ante las múltiples violaciones a su espacio personal, se preguntaba si besar tantas veces a una persona en pánico encerrada en un oscuro ascensor contaría como acoso sexual. Por otro lado, se sentía mejor preocupándose por lo cerca que estaba JJ y por lo tonto que este era en vez de preocuparse por estar encerrados.

-Estoy mejor... -dijo, pues era verdad.

-Tienes una piel muy suave, ¿sabes? Digno de una princesa -murmuró JJ juntando sus mejillas.

-Eh... -Yuuri podía sentir de nuevo como sudaba en exceso- N-No soy ninguna princesa, Jean...

-Si lo eres -canturreó el chico tomándole el gusto a estar tan cerca de él.

-Ahh... -pero antes de que Yuuri pudiera volver a negar y apartarse de JJ, un ruido fuerte proveniente del ascensor le alertó- ¿Qué fue eso? -murmuró aferrándose totalmente al contrario.

Esta vez sí que JJ se asustó gracias a los fuertes ruidos que hacía la tonta lata, pero no podía demostrar su temor, él era el Rey JJ y en ese momento debía defender a su princesa.

-No lo sé -dijo con la voz temblorosa, aferrándose más al japonés.

-¿Tienes miedo? -susurró Yuuri.

-No -alargó en fingido tono confiado, hasta que el ascensor tembló con otro ruido- ¡Bueno, si!

-¡Vamos a morir! -volvió a alarmarse Yuuri.

Los dos se quedaron sumamente quietos, abrazados el uno al otro mientras esperaban su final, hasta que finalmente entre tantos ruidos las luces del ascensor se encendieron y sus puertas se abrieron con un "plin".

-¿Están bien? -preguntó un hombre de traje con aspecto preocupado.

Yuuri y JJ se miraron y luego al hombre, este parecía ser uno de los guardias de seguridad del sitio.

-Ehh, si -musitaron ambos levantándose y saliendo rápidamente del endemoniado aparato.

-Lamentamos las molestias ocurridas, hubo un bajón en la caja eléctrica, pero afortunadamente fue de fácil solución -sonrió sacando el Walkie Talkie- Todo seguro en la zona D -informó para volver a mirar al par, aparentemente sin reconocer a JJ- Les acompañaré a que tomen algo -dijo al ver que no tenían buena pinta.

JJ volvió a colocarse la gorra que había traído, pero que no había funcionado al momento en que las fans le descubrieron. Tomó la mano de Yuuri y este se tensó un poco, sin atreverse a mirarle.

-Lo siento, en verdad luces mal... prefiero sostenerte a que algo te pase -se excusó, aunque la verdad era que quería seguir estando cerca de él.

-Gracias -murmuró avanzado. Era la mejor opción aceptar la ayuda ya que no tenía sus lentes.

Terminaron sentados en una tienda de helados, siendo invitado cada uno una barquilla por parte del guardia de seguridad a modo de disculpa por el mal momento.

-¡Tengan un buen día, jóvenes! -se despidió el hombre para regresar al deber.

Yuuri suspiró tomando de su helado, mientras que JJ lucía algo ausente comiendo el suyo.

-¿Todo bien? -preguntó con algo de duda el japonés.

-¿Eh? -volteó a verle manchándose un poco la nariz con helado- S-Si, ¡el Rey siempre está bien! -aseguró sin darse cuenta de la mancha rosa en su nariz.

Yuuri soltó una risita y tomó una servilleta para limpiarle.

-¿Seguro? -ladeó entrecerrando los ojos un poco para ver mejor donde limpiaba.

-Sí, es solo que... No ha sido la mejor "cita", ¿verdad? -preguntó cuál niño pequeño.

Yuuri cerró los ojos y negó divertido.

-No -admitió. Aunque no es como si yo hubiera tenido muchas citas, pensó-, pero ha sido divertido... creo que adelgacé unos cuantos kilos de la maratón que pegamos -dijo dándose palmaditas en el abdomen.

Y también de todo lo que sudé, añadió en su interior agradeciendo que no se notara en su ropa.

Jean le miró con duda por unos instantes.

-Bueno, me alegra que... no haya sido todo malo, pero al menos el día aún no termina -repuso levantándose y ofreciéndole una mano- Vamos.

-¿Uh? ¿A dónde? -preguntó siguiéndole y tomando su mano.

-El Rey va a darte un trato especial -sonrió de forma encantadora y Yuuri tuvo que admitir que Jean era realmente guapo- Demos un paseo.

Finalmente el día no terminó tan mal como Yuuri había esperado. Ambos salieron del lugar y dieron una agradable caminata en un parque natural que había por el lugar.

JJ resultó ser alguien bastante agradable, aniñado y algo... socialmente inepto, ya que en ocasiones parecía no leer el ambiente. Jean molestó a unos patos, a una pareja y a un grupo de ardillas... Pero el resto del día había acabado bien.

Al regresar al departamento, Yuuri besó la mejilla del canadiense antes de irse.

-¡Princesa! -le detuvo tomando su muñeca.

Yuuri se había rendido ante el apodo, así que sólo le miró curioso.

-¿Si?

-¿Volveremos a vernos? -preguntó dejando una rodilla en el suelo, besando el dorso de su mano.

-Eh... -sintió un poco de repelús pasar por su espina dorsal- Sí, claro -sonrió, pues en verdad le terminó agradando Jean.

-Bien, ¡te mensajearé! -asintió levantándose- ¡No me extrañes! -exclamó regresando a su auto.

-Lo intentaré -alargó Yuuri solo para seguirle el juego.

El canadiense le guiñó un ojo de forma coqueta y entró en el auto, para seguidamente bajar la ventanilla.

-¡It's JJ style! -exclamó antes de perderse en el camino.

-Creo que he envejecido cien años -se lamentó dirigiéndose a su hogar- En definitiva voy a matar a Phichit -asintió decidido, arrastrando los pies dentro del edificio.

Y mientras Yuuri quería matar a su amigo, este le esperaba felizmente en casa vendiendo las cosas firmadas por JJ en E-bay.

-¡Achú! -exclamó el moreno tomando un pañuelo- Creo que me voy a resfriar...

Notimiau:

No soy muy bueno haciendo a JJ... así que no sé cómo me quedó este capítulo, estoy algo inseguro. De todas formas espero les guste.

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