Habían pasado unos minutos desde que aquella niña de cabello castaño le había alentado a seguir adelante, se le veía más motivada, parece ser que el descanso le ayudo, ahora ella llevaba el canil en el que residía el minino.

  Mientras tanto el chico llevaba aquel palo que le había servido de lanza, o al menos un poco, sentía que en cualquier momento un animal salvaje podría aparecer, aquello no le dejaba tranquilo, tenía algo de hambre, no lo suficiente para que su estomago suene, pero algo tenía.

   A su lado estaba su mascota, aunque constante mente el can miraba hacía atrás, observaba aquella chica, al parecer aún no le tenía confianza, o tal vez se preocupaba del gato.  Al final de cuentas, Firulay y Cusho eran dos animales los cuales se llevaban muy bien.  El pelinegro recordaba las variadas veces en que ambos cuadrúpedos jugaban a morderse y perseguirse en casa, era un completo espectáculo hilarante.

  Si esto fuera una salida planeada, se quedaría contemplando el paisaje y mencionando lo muy bonito que es, pero no lo era, no sabía si este sitio sería su futura tumba.

  Mientras avanzaban, parecía que era infinito este camino, adelante había más nieve, árboles y alguna que otro hierbajo agonizando por las bajas temperaturas.

  Comenzaba a sentir hambre, aunque no le motivaba mucho seguir comiendo ese pescado, ya que a parte de no saber bien, estaba con pelos de gato, además de que tal vez Cusho ya se lo este comiendo un poco más.

  Realmente estaba cansado, y la siguiente noche se avecinaba, además, no tenían refugio, había que pensar en algo rápido, el cielo se hacía poco a poco más oscuro.

  -Hey, Lynn.-Deteniéndose y dándose la vuelta, viendo como ahora la castaña le miraba.-Hay que. . .descansar, hay que prepararse para la noche.-Mientras apuntaba el cielo.

  -Yo, i don't understand you, what's wrong? (Yo, yo no te entiendo, ¿Qué sucede?).-Mientras ladeaba la cabeza a un lado a señal de no entender.

  El chico tampoco entendió lo que dijo, así que directamente comenzaría a dibujar en la nieve.

  Una Luna, y estrellas. Y dibujaría zetas, dando a entender que se acercaba la noche.

  -Mmm, but we don't have a shelter. (Mmm, pero no tenemos un refugio), no cave, but, what if. . .? (Ninguna cueva, pero, ¿Qué tal si. . .?).-Dibujando en la nieve un árbol y un refugio básico, además de una fogata.

  -Eh. . .un. . .¿Crear un refugio? y. . .¿Fuego?, no lo se Lynn, intente hacer fuego. ¿Cómo lo haremos?.-Mientras dibujaba un "?", en la nieve.

  -Let's get to work, Follow me. (Manos a la obra, sígueme).-Caminando con el canil hacía los primeros árboles que daban paso al bosque.

   El chico le seguiría algo confuso, en cierto punto entendió lo de hacer un refugio, pero no le calzaba mucho, ¿Estarían a la intemperie?, ¿Y como harían fuego?.

  Pero de un momento a otro su susto aumentaría de una manera considerable, ya que aquella niña comenzaría a subir poco a poco por uno de esos árboles, y comenzaría a golpear con patadas a las ramas, haciendo que caiga la nieve que tenía encima.

  Al menos los árboles eran demasiado bajos, es eso o la nieve era muy alta. Veía como aquella niña se esforzaba en tirar abajo las ramas, obviamente ante ese bulliceo Firulay comenzaría a ladrar.

  El pelinegro dejaría la rama en el piso y tomaría la rama la cual esa niña trataba de tirar, ayudando a sacarla, se sentiría un crujido y se soltaría la rama. Era algo pesada, pero se podía levantar.

  Continuarían así, hasta tirar cierta cantidad, para así comenzar a armar un refugio, el chico veía como se hacía más de noche, tenía miedo de que esta noche sea fatal.

  -Being trapped on an island did help, huh? (Estar atrapada en una isla sirvió de algo, ¿Eh?).-Con un tono positivo.

  El chico seguiría las indicaciones de Lynn para realizar aquel refugio, aunque hubieron algunas dificultades, básicamente porque hablan idiomas distintos. Aunque el pelinegro se estaba poniendo en duda algunas cosas a medida que continuaban, ya que encontraba personalmente ese refugio algo pequeño, y que a pesar de tener un suelo de ramas con algo de hojas y paredes de ramas sirva para mantener el calor a comparación que lo haría una cueva.

  -Okay, that's fine, with this shelter we can both rest for the night. (Okay, así esta bien, con este refugio ambos podremos descansar por la noche).-Con un tono victorioso.-Let's make a fire to stay warm. Try to bring small branches. (Hagamos una fogata para mantenernos tibios. Trata de traer ramas pequeñas).-Mientras sacaba una pequeña rama, haciendo gestos que dan a entender que tiene que buscar.

  El chico pelinegro iría a buscar entre los árboles circundantes, Firulay le seguiría, el joven comenzaría a sacar pequeñas ramas de los árboles, sabía que costaría encender una fogata con ramas que no estén secas, pero, ¿Cómo podría encontrar algo seco en un sitio como este?.

  Otro pensamiento llegaría a su mente, y era que notaba que esa chica Lynn, se le veía muy motivada, pero derrepente plantea que esta comportándose así para evitar que sienta que haya perdido la esperanza en si mismo. Planteaba que de seguro ella también en el fondo debe estar aterrada, ¿El no saber que le depara mañana le sigue aterrando?, mirando los infinitos árboles y nieve que ve a lo lejos, además de las grandes montañas. Envidiaba ese mirada de su perro, era como si nada malo estuviese pasando.

  Recolectaría una cantidad considerable de ramas pequeñas, así que se dispondría a regresar donde estaba Lynn, esta estaba con una pequeña cantidad de ramas, y comenzaba a golpear dos piedras, se escuchaban a cierta distancia los golpes, pero derrepente Lynn se golpearía uno de sus pulgares con una roca, lo cual le haría gritar de dolor.

  El chico al oírla iría rápidamente hacía ella, viendo lo que había pasado, así que se arrodillaría frente a ella y trataría de tomar su mano.

  -¡Déjame ver!, ¿Te hiciste mucho daño?.-En un tono preocupado.

  Lynn se dejaría tomar la mano, el chico con cuidado la miraría, estaba sangrando un poco, la uña parecía estar algo levemente suelta, pero no quería comprobar más ya que le dolía mucho a ella.

  -I-It Hurts!!. (D-Duele).-Mientras trataba de aguantarse las lagrimas.

  -Calma, calma.-En un tono suave, cosa que la castaña trataría de calmarse.-Hay que ser algo más cuidadosa.-Mientras tomaba un puñado de esa blanca nieve y lo pondría sobre la herida de Lynn.-Trata de mantenerlo así.-Rodeando con sus dos manos la mano de Lynn, dando a entender que debe mantenerla así.

  Ahora el pelinegro acercaría las ramas a donde se supone que se hará la fogata, tomaría una de las dos piedras, y tomaría la más grande, iría donde el canil del gato y sacaría la piedra rota con la cual había dado algo de filo a la lanza con anterioridad y se dispondría a hacer fuego.

  Comenzaría a dar golpes, no pasaba nada, sabía en el fondo que nunca había logrado hacer esto, pero igual quería intentar.

  -Hey, i can do it. (Hey, yo puedo hacerlo).-Tratando de tomar una de las piedras.

  -No, yo lo hago, tú cubre tu herida.-Diría algo firme, cosa que ella no insistiría.

  El chico seguiría intentando por unos minutos, ya le comenzaba a darle fatiga en el brazo, así que trataría de hacerlo con más fuerza, tratando de evitar sentirse frustrado, ya se hacía de noche, sino lograban hacer que haya calor, no podrían sobrevivir.

  La pena le volvería a inundar, pero se daría el esfuerzo, golpe, tras choque, solo podía oler esa sensación a fósforos entre las piedras. No podía rendirse, y en un golpe, una chispa salió.

  -Oh, I think i saw something. (Oh, creo que he visto algo).-Diría Lynn al ver la chispa.

  -Hay que seguir intentando.-Tratando de repetir el mismo golpe.

  Otra chispa salió, y esta vez calo en las ramas, un leve hilo de humo salía de ello, el chico rodearía con sus manos las ramas y comenzaría a soplar levemente, para que así surja el fuego. Lynn también trataba de ayudar, y al final, salió las primeras luces de esa llama, salía algo más de humo, pero podía sentir el calor en sus palmas.

  El chico tenía una sonrisa con unos ojos llorosos, lo había logrado, miraba a Lynn esta también estaba alegre mientras se acercaba a la fogata. Firulay se acercaría a aquello que desconoce, pero el chico lo apartaría para evitar que se queme.

  El pelinegro se movería para traer algo más de ramas para poder alimentar el fuego y este gane algo más de volumen, ahora, antes de dormir, cocinarían ese pescado lleno de pelos, se veía algo más demacrado y comenzaba a oler algo mal, pero era lo único que tenían.

  Antes de ponerlo a cocinar le quitaría algo de los pelos que le pego el gato, y lo pondría en la fogata, fue un momento de silencio, no porque sea un momento incomodo, sino que no sabían que decir, el chico estaba sentado mientras tomaba sus manos, vio a Lynn, estaba mirando el fuego, la luz de las llamas se podía ver en el reflejo de sus ojos.

  A su lado sentado estaba Firulay, también miraba la fogata, y el canil estaba cerca también, para mantener a Cusho calientito.

  Miraba el cielo estrellado, preguntándose donde podrán estar su familia, le daba mucho miedo pensar que haya ocurrido lo peor, se hacía fantasmas mentales al recopilar los recuerdos, la gente sospechosa, cuando tirarón el equipaje, las armas, ya comenzaba a dudar mucho si los volvería a ver, pero no quería perder la esperanza. No quería pensar que ellos ya no están.

  Por otro lado, Lynn seguía en silencio, mirando la fogata, de vez en cuando se tocaba el dedo, le seguía doliendo, al menos ya no sangraba, también se preguntaba si podría encontrar a su familia, aunque tenía esperanzas, sabía que su familia era fuerte, la duda era si los lograría encontrar, no podía rendirse, nunca lo hacía, de vez en cuando miraría al chico, se le notaba la pena, trataba de mantenerse motivada para que él también se motive. Solo esperaba que todo terminara bien.

  Al rato, el alimento estaba ya cocinado, se repartirían el alimento entre los cuatro, cosa que les obligaría mañana en buscar algo de comer, pero ya no quedaba mucho de lo que tenían. Al comer el pescado ya cocido, no era de lo mejor, pero era más aceptable que crudo, no estaba bueno, pero si mejor.

  Al menos el chico no escucharía ninguna queja de Lynn, mucho menos del perro y el gato, ahora por lo menos si sentía que comió una cantidad mayor que a lo de ayer.

  Pasado el rato, se quedarían en silencio, no se ocurría ningún tema de conversación, hasta que el chico vería a la chica bostezar.

  -¿Ya tienes sueño?.-Preguntaría.

  -You know that i do not understand you. (Sabes que no te entiendo).-Diría con un leve sarcasmo.

  El pelinegro se limitaría a apuntarle el refugio y hacerle señas referentes a dormir, para luego apuntarle el refugio, para luego apuntarse a si mismo, y luego el suelo, dando entender que él se quedará ahí la noche.

  -Hey, wait Yo. (Hey, espera Yo).-Se apuntaría a si misma, para luego a él, para luego apuntar al refugio.-It's dangerous to be alone outside. Also, that can be help with the temperature.(Es peligroso que estés solo afuera. Además, eso puede ayudar con la temperatura.).-Mientras trataba de levantar al chico.

  A veces le sorprendía la fuerza que tenía esa castaña, al sentir el tironeo, este se levanto, ella haría gesto de tener frío al abrazarse si misma, era verdad, puede que tengan el fuego cerca pero ella seguía con zapatillas deportivas, shorts de deporte y solo un polerón, se le hacía algo incomodo a pesar de que era solo una niña de trece años, pero había que sobrevivir.

  Así que los dos usarían el refugio, para poder descansar, el chico tuvo que abrazarla en la espalda para poder caber, realmente se le hacía incomodo esto, cosa que también se imaginaba que ella también debe sentirse realmente incomoda, ya que tampoco era que ella oliera a rosas, supongo que ella también estaba tolerando su hedor. Extrañaba su cama, las ramas que hacían de suelo no eran del todo cómodas, pero el lado positivo era que no sentía tanto frío.

  Pensaba en las cosas que podrían pasar, Firulay estaba descansando cerca de su cabeza, al menos este podría alertar sobre algún peligro. . .eso espera, y Cusho, a pesar de estar aprisionado en ese canil, no podría perderse, además de que no tendrá frío estando en frente de la fogata.

  Seguiría pensando hasta que sus ojos se cerraron, pero no porque haya encontrado la tranquilidad para poder dormir, sino que su cansancio lo llevo al sueño.