Luminiterea

El terror se aferra a la psique humana como un depredador insaciable. Es un lamento trágico que se infiltra a lo más profundo del ser, consumiendo la paz y la libertad. Cada latido del corazón se convierte en un eco de ansiedad, haciendo que cada respiración sea un recordatorio de la agonía inminente.La mente se convierte en un escenario lúgubre, donde las sombras cobran vida y los demonios internos emergen las lóbregas profundidades. El alma, corroída por el miedo, tropieza entre pesadillas sin fin y una realidad distorsionada. Los gritos desgarradores quedan atrapados en la garganta, incapaces de escapar de la prisión mental que se ha creado.Las cadenas invisibles del terror se vuelven más fuertes cada día, arrastrando a la persona hacia una espiral descendente hacia el abismo de la desesperación. La cordura se desvanece gradualmente, dejando solo el eco retorcido de risas macabras y lamentos angustiados.En el oscuro abismo de la mente, lo desconocido se convierte en un monstruo devorador de almas. La realidad se desliza por los dedos como la tierra entre los muertos, dejando solo oscuridad y el rastro de un escalofrío en la columna vertebral. A veces el verdadero terror reside en el interior de la mente, acecha en las sombras de nuestra propia existencia.…

Luminiterea

Nadie nace siendo un monstruo.Alguna vez fue un alma inocente con una dulce inocencia llena de bondad, entonces conoció la maldad y el dolor.…

Luminiterea

En todos existe. En cada uno habita.Se desliza cual serpiente, anida en lo más profundo.Se alimenta de tu odio, del rencor, del miedo; cualquier pensamiento o sentimiento negativo. ***Obra realizada para el desafío: La hora del terror. Organizado por el perfil @TerrorEs…

Luminiterea

Crecer es duro, las vivencias se almacenan y se rememoran. En ciertas situaciones se sacan recuerdos, sin querer quizá, en las que la melancolía invade el pensamiento. Basta un aroma, un sonido o un lugar. Hay quienes se aferran a los buenos tiempos, ya sea por miedo al futuro o por temor a perder el pasado.Es la incertidumbre el enemigo del desarrollo. Perderse lo conocido y adentrarse a lo nuevo, todos tienen una forma de enfrentarlo.Roberto está a punto de cumplir trece años, sufre por pasar la transición de niño a adolescente. Le gusta correr, jugar, divertirse. Sus amigos ya olvidaron esos días, a él le aterra hacer lo mismo. Los ha visto convertirse en completos extraños, con maneras de pensar totalmente opuestas hasta hace un par de años, dejar a un lado sus viejas costumbres y adoptar actitudes sin sentido.Despliega todos esos sentimientos en el próximo cierre de la tiendita de Don Mateo. Nadie parece comprender su dolor, al contrario, no le toman mayor importancia. En cada suspiro se le escapa la niñez, dejando paso a otra etapa de la vida. Una demasiado abrumadora para que la pueda asimilar de golpe.…