Sé que estás en un lugar lejano, pero espero que estés bien.

Siempre he sido realista cuando tomo decisiones, o con las emociones humanas, sé que no debo perseguir ni depender de los demás. Porque no vale la pena.

Pero quiero que vuelvas.

Hay una casa llena de memorias que revivo por las noches, la gente cerca de este barrio piensan que hay un fantasma viviendo aquí. Pero sólo aquí me siento seguro. Eras de lo más importante que tenía.

¿Aún recuerdas cuando me leíste los libros de tu estante? Ya no están aquí, sólo están las cartas con las que jugamos póker...

¿Si dejo que me ganes otras dieciocho veces seguidas... te quedarías?

Abro la ventana de tu habitación, y miro a la gran luna que da de lleno en el cuarto, tomo asiento, y sonrío.

—Buenas noches, Odasaku...

Y hablamos, de cualquier tontería que pueda pensar en este momento, me duele el pecho cuando pienso en que llegaste a un lugar tan cercano a mi corazón, justo cuando el tuyo se detenía.

¿Aún tendría derecho a llegar a ti si sigo hablando?

Quiero creer que al otro lado, me estás respondiendo, que piensas en mí, como yo lo hago cada día.

Pero...

¿Qué pasa si sólo soy un tonto hablándole a la luna?

No hay gente que viva cerca de tu casa, pero puedo escucharlos hablar de mí, me hacen sentir famoso, al pensar que hablo solo.

Lo que ellos no saben, es que al caer el sol alguien me responde.

O quizá soy yo, que cree escuchar como me lees tu novela.

Nuevamente cae la noche, la luna ilumina la habitación, y yo me siento a hablar contigo.

Aún intento llegar hasta ti.

Morir no es una opción todavía, porque no estarías orgulloso de mí de otro modo, ¿O sí?

¿Sigo siendo un tonto al hablar con la luna? ¿O escuchas mi llamado realmente?

Porque cada noche, seguiré hablando con la luna.

Seguiré intentando llegar hasta ti, siendo la persona que te enorgullezca enormemente, para poder verte y no dejarte ir nunca más.

—Odasaku, si los universos alternos existen, no olvides leerme tu novela cuando termines.

Seguiré siendo ese tonto que habla con la luna.

Seré una buena persona.

Sé que estás en algún lugar lejano...

Yo te encontraré