Eren escapó de la prisión y sin detenerse, se dio la vuelta para mirar hacia donde se encontraba encerrado. Apretó los puños al recordar su estancia allí y, a pesar de no haber planeado volver, sentía una extraña necesidad de hacerlo.

Sin pensarlo dos veces, se dirigió hacia la prisión y se encontró con los guardias que protegían la entrada. Rápidamente, utilizó su poder del "Martillo de Guerra" y los eliminó sin dificultad.

"No se metan" susurró en tono serio mientras empujaba la reja y se adentraba en la oscuridad.

En medio de la penumbra, logró ver un cristal que contenía la imagen de una hermosa mujer: Annie. Sin poder evitarlo, tocó el cristal suavemente mientras bajaba la mirada.

"¿Por qué tengo que hacer esto? ¿No hay otra forma?" se preguntó a sí mismo en voz baja. "Annie... por favor, ¿hay alguna otra forma? " susurró con gentileza y tristeza mientras apretaba los puños delante del cristal de hielo.

Pero la mujer no respondió.

"Annie... háblame, por favor." insistió, acariciando el cristal con ternura.

Sus ojos se posaron en los de la mujer, aún cerrados y bañados en lágrimas de aquel día.

Su corazón se llenó de un sentimiento cálido y pacífico, recordando aquella emoción de hace mucho tiempo.

"Annie... antes de todo lo que pasó... desarrollé cierto sentimiento hacia ti. Me gustaste mucho, en serio... " se sinceró mientras apoyaba la cabeza contra el cristal.

Sus labios se curvaron en una expresión triste al no recibir respuesta, sabía que nunca la obtendría.

"Voy a activar el retumbar, Annie... voy a asesinar a millones de personas... todo para protegerlos." reveló sus planes mientras levantaba la vista para mirarla, para ver a esa princesa encerrada. "Voy a alejar a mis amigos... Armin, Jean... Mikasa" mencionó lentamente cada nombre. "Volviendo a lo de antes... Annie, a pesar de todo, si me estás escuchando, perdón por esto... pero... aún te quiero, Annie." dictó sus últimas palabras mientras sentía un leve chispazo de electricidad y decidía que ya no podía perder más tiempo.

Abandonó el lugar con una mirada objetiva y seria, hasta que...

"Eren..." escuchó su nombre en su mente y se giró en estado de shock hacia el cristal.

"¿Capaz... solo lo imaginé...? " se preguntó, tratando de no perder la concentración.

Finalmente, se alejó de la prisión.

...

...

...

"Eren... " Annie había escuchado todo lo último perfectamente y se sentía nerviosa al escuchar aquel sentimiento del hombre y sus planes. Aún así... sonrió levemente "también te quiero, Eren. Idiota."

El Fin