Resumen: Alfred Pennyworth ha estado allí ti y Bruce desde el comienzo, pero no solo como mayordomo. La cosa es que todos ustedes son familia, pero se supone que las familias no deben sentirse atraídas por la otra. (Alfred tambien merece un poco de amor así que escribe para el también)

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"Bruce" Volví a llamar a su puerta porque no me abría. Suspiré y apoyé la cabeza contra la puerta y escuché suaves pasos detrás de mí hasta que llegaron a mi lado.

"¿Bruce todavía no abre?" Negué con la cabeza a los lados y miré hacia arriba para mirar a Alfred. Su cabello oscuro ya no estaba tan bien peinado como siempre y tenía círculos oscuros alrededor de los ojos.

Ayer, tarde en la noche, Bruce y yo estábamos con nuestros padres, apareció un hombre y les disparó a ambos. Había girado su arma para dispararle a Bruce pero di un paso adelante, estaba dispuesto a dar mi propia vida por mi hermano. No soy mucho mayor que Bruce, pero tampoco lo quería muerto.

Hoy Ciudad Gótica parecía más sombría que de costumbre. Llegamos hace una hora desde el cementerio y regresamos a la mansión. Bruce pasó corriendo junto a nosotros y se encerró en su habitación.

"No entiendo por qué no se abre conmigo". Derrotada le dije a Alfred. Nuestro Mayordomo, ahora guardián, suspiró y apoyó su mano en mi hombro y me abrazó.

"Saldrá una vez que esté listo" Tristemente asentí y le devolví el abrazo a Alfred y en silencio comencé a llorar.

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Me desperté tarde y comencé a correr por la mansión mientras intentaba prepararme para el evento de hoy. "¡¿Dónde los dejé?!" Me dije con enojo porque no podía encontrar mis tacones, ya llegué tarde.

"Señorita Wayne" Me di la vuelta y vi a Alfred sosteniendo mis talones con su mano enguantada. "Los dejaste en el sótano otra vez" Dijo cansadamente pero sonrió.

Suspiré aliviada y las tomé de sus manos, "Eres un salvavidas, Alfred. ¿Qué haría sin ti?" Le digo sinceramente y me pongo los zapatos.

"Tú y tu hermano probablemente morirían de hambre" Bromeó, o espero que lo haya hecho.

Han pasado algunos años desde que nuestros padres fallecieron. Soy la que está a cargo de todo, ya que Bruce nunca se presenta a los eventos ni se molesta en abandonar nuestro hogar.

"Por favor, dime que mi hermano viene esta vez" le rogué a Alfred y abrí la puerta principal de la casa ya que un auto estaba esperando para llevarme al evento de la galería de arte.

"Desafortunadamente, no quiere salir de su habitación. Simplemente dijo que estaba ocupado con algo" Tarareé y miré a Alfred por un momento.

Él tiene acceso a su habitación, así que ¿por qué no me deja entrar o saca a Bruce? Tengo la sensación de que está ocultando algo. Sigue siendo mayordomo, pero se ha vuelto más duro y severo con los años.

Como Bruce y yo ya no somos niños, no tiene miedo de decirnos lo que piensa. Solía ​​beber todas las noches y por eso vaciaba todo el vino o los encerraba, insistía en que era mi forma de sobrellevar que Bruce no me hablara.

Que, por desgracia, era la verdad. Algo le pasó a Bruce esa noche en que dispararon a los padres, cambió por completo y ya no pasa tiempo conmigo y solo me habla cuando necesita algo.

"Me ocuparé de él de inmediato". Alfred sonrió un poco y me abrió la puerta del auto. Di un paso adelante y antes de entrar le volví a dar las gracias y entré.

No pasó mucho tiempo después de que llegué a la galería de arte y vi a mucha gente admirando la pintura y las esculturas. Miré una pintura con una copa de champán en la mano e incliné la cabeza, "No entiendo por qué esto se llama arte".

No eran más que unas pocas líneas y diseños extraños. Un grupo de mujeres con las que hablo a veces se me acercó y comenzó a preguntarme dónde está Bruce. "Está muy ocupado. Alfred, siempre se asegura de que esté bien".

"Oh, ¿el mayordomo todavía los está cuidando a ustedes dos? Si fuera por mí, no estaría perdiendo el tiempo con los mayordomos o cualquier otra persona que limpie la casa"

Luché contra el impulso de poner los ojos en blanco ante su comentario. Tiene una docena de mayordomos y amas de casa, por lo que no tiene derecho a hablar sobre eso. Me estiré para tomar otra copa de champán una vez que terminé la primera.

"Mis padres conocieron a tu mayordomo en el pasado. ¿No crees que tú y Bruce deberían tener un nuevo mayordomo? ¿No alguien tan viejo?"

Apreté los puños y decidí dejar de beber, o me regañarán por beber demasiado. Aunque, gracias a Alfred he dejado de emborracharme. Me giré para mirar a la mujer que comenzó a reírse entre sí.

"Alfred es más que un simple mayordomo, es familia. Puede que no tenga el nombre de Wayne, pero lo es. Además, ¿tengo que recordarte que era un soldado de las fuerzas especiales británicas? Le ganaría a todos tus mayordomos.l" Dije sin importarme lo que dirían y decidí alejarme.

No entiendo por qué siempre tengo que verme bien y llevarme bien con esta gente falsa. Todo lo que quiero hacer es deshacerme de estos tacones y vestirme.

Sin mencionar que me enojé de repente... bueno, a lo largo de los años me he sentido atraído por Alfred. La gente, por supuesto, se asustaría por eso, ya que de alguna manera él nos crió a Bruce y a mí.

"Tal vez otro trago no duela". Agarré otro vaso tras otro. Mis padres hicieron un trabajo increíble para mantener su reputación, nunca viviré para ser como ellos.

Diablos, Gotham también se ha vuelto más extraño. Hace aproximadamente un año apareció alguien disfrazado de murciélago y me di cuenta de que algunas personas actuaban de manera extraña como, por ejemplo, Oswald Cobblepot. Incluso él dijo que no le gusta hasta el nombre de Wayne.

Bueno, hora de olvidar todos esos comentarios. Terminé mi vaso y me dirigí a otro, tengo una alta tolerancia cuando se trata de alcohol.

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Tropecé con la puerta, la empujé y la cerré detrás de mí. Pasaron dos horas y finalmente logré regresar a casa, Bruce no estaba a la vista como siempre. Seguí caminando por la mansión y descubrí que él y Alfred se habían ido.

Me quité los tacones, los tiré en algún lugar y me caí en un sofá cercano. Fruncí el ceño cuando miré el retrato familiar sobre la chimenea. "Deja de mirarme así". Murmuré y aparté la mirada de los ojos de mi padre.

Tal vez todos tengan razón... Nunca estaré a la altura de ellos.

"(Y/N)". Gemí cuando escuché la voz de Alfred. "Pensé que no estabas en casa" Lentamente me senté y lo vi mirándome con una mirada poco impresionada.

"Acabo de tomar tres tragos" Hice mi mejor esfuerzo para mentir. "No estoy completamente borracha, ¿sabes?" Dije mirándolo y tratando de mantenerme despierto.

Justo afuera, a través de la ventana, vi que estaba oscureciendo. "Pensé que no estabas en casa". Alfred desvió la mirada por una fracción de segundo y miró detrás de él.

"Tu hermano necesitaba mi ayuda".

Lo miré con incredulidad y no confié en lo que dijo. "Ajá. Bueno, no trates de sermonearme sobre esto..." Miré hacia el techo y decidí hacerle una pregunta.

"¿Recuerdas cómo eran mis padres? Y no me refiero a ellos como mis padres, me refiero a los Wayne".

Alfred se movió un poco en su lugar. "No eran perfectos. Ambos lucharon por llegar a donde estaban". Aun así, hay algo en su voz, como si escondiera algo.

Simplemente asentí con la cabeza y sentí que me dormía. "Está bien, confío en ti". Murmuré de nuevo y cerré los ojos. Escuché a Alfred suspirar tan pronto como cerré los ojos y me acomodé en el sofá.

No pasó mucho tiempo después de que sentí unos brazos levantándome del sofá en el que estaba. Simplemente envolví mis brazos alrededor de su cuello y apoyé mi cabeza en su hombro. Volví a abrir los ojos y me sonrojé al darme cuenta de lo cerca que éramos, sonreí para mí misma y disfruté los pequeños segundos que tuve con él.