TCM - Parque de Motosierras y Control.

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Y seguimo con TCM.

Quédense para notas finales.

. . . .

Reunión Magistral, Palacio de Tokio, 11:44am.

-Me alegra que la 4ta división haya manejado la situación con la espía soviética a pesar de que hubo incontables bajas. – Decía uno de los 9 consejeros, 4 de ellos estaban sentados en una mesa larga a un lado, otros 4 en otra mesa y en un único escritorio imponente estaba uno siendo el más importante. – El Primer Ministro está realmente feliz, Srta. Makima.

Makima estaba parada frente a los codiciosos políticos con las manos detrás de su espalda y una mirada sin emociones, sus ojos expresaban el vacío más grande del mundo, era normal viendo con quien estaba reunida.

-Gracias consejero, la 4ta división agradece la confianza depositada. – Decía con tono blanco Makima haciendo una pequeña reverencia. – Si se me permite preguntar, ¿qué pasará con la espía?

-No tienes que pedir permiso para preguntar. – Dijo el consejero de la mesa importante. – La espía soviética conocida como Reze AKA BombGirl fue enviada a la misma prisión donde es resguardado Katana Man a la espera de una sentencia, pero si todo apunta a donde creo que irá, a lo mejor reciba pena de muerte.

La pena de muerte era ciertamente un tabú en muchas partes del mundo cuando se trata de dictaminar sentencias a los criminales más peligrosos del mundo. En Japón la ley estipula que en dado caso, la pena de muerte se le adjudicara a aquella persona que haya cometido homicidio o el acto de traición y Reze de cierta forma hizo ambas con su acto de espionaje y con el ataque que se sufrió hace algunos días atrás.

Es ahí que 6 meses después de la condena, será llevada a fusilar.

Aunque Makima se preguntará como harán eso viendo que la chica bomba es una semi inmortal.

-Con esta misión queda comprobado también la lealtad del perro de guerra conocido como Denji a su país y a la Seguridad Pública. – Makima no lo mostró, pero sintió cierto alivio al ver que los altos mandos ya no desconfiaban del chico después de la ardua pelea que se llevó a cabo. – Es un diamante en bruto lo que conseguiste, Srta. Makima.

-En efecto, es el perro de guerra perfecto. – Decía Makima sonriendo levemente. – Alguien dispuesto a ir a las profundidades del infierno con el objetivo de cumplir su labor.

-Por lo que me es importante recalcar que no puedes encariñarte con ningún perro, Makima. – Decía el consejero con tono de voz sin emociones y ella lo miró de la misma forma. – Recuerda que en el momento que él pise en falso, será cazado como lo que es; un demonio y usted se encargará de acabar con él.

-... Si señor. – Dijo ella después de dos segundos completos de silencio. - ¿Algo más que me quiera decir?

-Akane Sawatari. – Dijo el consejero con asco mientras veía los informes que había recibido y Makima lo miró. – La terrorista que huyó y ha estado desaparecida desde hace meses ha atacado.

-He visto los informes. – Dijo Makima recordando el informe que recibió en la mañana antes de venir con los altos mandos, siendo la victima alguien que ella conocía. – Veo que ha hecho acto de aparición y busca venganza contra nosotros.

-Sí, además de él, se ha reportado la muerte del devil hunter conocido como Madoka, fue asesinado por la misma Akane. – Decía el consejero viendo otro reporte de una muerte reciente. – De la misma forma; crucificado a una pared, desnudo con sus intestinos decorando la habitación como si se tratase de un árbol de navidad y castrado de la forma más inhumana posible.

Makima no dijo nada, su expresión era una de piedra total y sus ojos se mantenían neutros.

-Queremos que la 4ta división se encargue de este caso.

-Con su respeto señor, mis perros acaban de salir de una batalla. – Dijo Makima apretando levemente sus puños. – Necesitan algo de tiempo antes de volver a entrar a una batalla como Sawatari.

-Entiendo perfectamente, pero lo más que conseguirán es solo dos días de descanso. – Dijo el consejero entrelazando sus dedos. – Pero después de eso, necesitamos que la 4ta ataque con todo a Akane Sawatari con todo, si es antes, mejor.

-Entiendo. – Dijo Makima haciendo una leve reverencia. - ¿Eso sería todo?

-Por ahora sí. – Dijo el consejero haciendo nociones con las manos. – Puede retirarse y una vez más, buen trabajo Makima, solo esperamos resultados así en el futuro.

Makima una vez más hizo una reverencia para luego emprender su retirada de la sala no sin antes pensar una sola cosa.

"No puedo esperar matar a todos esos tipos codiciosos en el futuro" Pensó Makima viendo que jamás le cayeron bien los consejeros mientras se relamía los labios secos y salir de una buena vez de ese lugar tan sofocante.

Cuando Makima se retiró completamente, uno de los consejeros le dijo al cabezal. - ¿Crees que es buena idea ocultarle que vendrán más asesinos de otras partes del mundo por el demonio motosierra?

-Todo a su tiempo viejo amigo, todo a su tiempo.

-... ¿Crees que ella venga? – Preguntó uno de los consejeros.

- ¿Quién? – Preguntó el consejero con curiosidad, aunque sabía de quien iba a preguntar.

-La primera devil hunter de la historia.

-Ah ella, los últimos rumores que sabemos es que ella se le ha visto en China o Corea del Norte. – Dijo el consejero. – Además... ¿qué nos podría hacer ella? Tenemos a Makima de nuestro lado.

...

Makima se montó en su auto suspirando pesadamente después de una reunión más que inútil, no necesitaba que le dijesen que hacer en su trabajo sabiendo ella lo que debía llevar a cabo. Mucho para que los miembros de la 4ta división tuvieran un descanso después de lo agotador y destructivo que fue la misión de Reze.

Se sentía bien haber "incapacitado" a esa perra por haberse metido con ella de alguna forma u otra cuando se involucró con Denji.

Su sangre hervía de solo recordar el beso que Reze le robó a Denji ¡¿Quién coño se creía ella-

-... - Makima agitó su cabeza intentando alejar su malestar de recordar eso, jamás se había sentido tan furiosa desde ese momento.

Haciendo un resumen de lo que harán los miembros era pertinente.

Asa Mitaka estaría presentando exámenes por lo que debía estudiar en su tiempo libre pero limitado, entendible.

Kishibe se llevó a Beam, Angel (para molestia de este) y Araña a una pequeña misión con la 1ra división, el perro loco no sabía cómo descansar.

Kobeni fue a visitar a su familia al otro lado del país.

Mina le había dicho algo sobre ir a visitar a sus padres en Kyoto, pero que estaba disponible en cualquier momento.

Tendou fue al entierro de su viejo compañero, de todos, Makima le preocupaba como la chica de la cicatriz se tomaría la noticia del fallecimiento de su viejo compañero. Con todo eso de que la chica estuvo a punto de romperse, encontró las fuerzas de ir al entierro y encontrarse con la familia de este para dar su apoyo.

Aunque temía un poco de lo que sería capaz la muchacha ante estos acontecimientos, podía recordar la cara de piedra y aura de muerte que desprendía de la joven mujer cuando supo de la noticia.

Y ella...

¿Qué se supone que alguien hace cuando tiene un día de descanso? Makima ciertamente no tenía ni idea de que hacer en un día en el que debía forzarse a si misma a descansar después de tantos días de papeleo interminable y aunado a ello, misiones tras misiones que dejaban a todos exhaustos.

Makima normalmente se tomaba una taza de café rodeada de sus 7 perros mientras leía informes del trabajo-

-... - Ella se abrochó el cinturón y se puso a pensar en que podía hacer que no estuviera relacionado con el trabajo mientras estaba pensando.

El bombillo se le prendió y una sonrisa pequeña se formó en su rostro.

Ya sabía que hacer el día de hoy.

Solo pudo dar una risilla y prendió su auto para emprender el camino.

...

Complejo de apartamentos, Hogar de Aki Hayakawa, 1:15pm.

Era un día tranquilo dentro del gran esquema de las cosas en el hogar Hayakawa.

CRASH.

- ¡¿Qué hace esta plebeya en mi hogar?! ¡FUERA, FUERA!

-Yo también te extrañé un montón Power, gracias.

- ¡Yo no! Además ¡¿Por qué estás tan gorda?! ¡Deberías hacer ejercicio!

-Te mataré ¡¿Cómo que estoy gorda?! ¡AKI, DILE QUE NO ESTOY GORDA!

Nyako solo se estiraba y bostezaba mientras dormía en el sofá amenamente ignorando todos sus alrededores mientras que el muchacho conocido como Aki Hayakawa estaba fumando amenamente un cigarrillo en el balcón de su hogar ignorando el tornado que era su hogar en esos instantes.

Ya sabía que habría algunas reacciones explosivas por parte de Power al ver que Himeno se quedaría indefinidamente con ellos. Su condición de embarazo era más marcada con 3 meses y la poseída declaró al mundo que Himeno estaba gorda.

Había ciertos preceptos societales que uno debía seguir para no meterse en problemas, y uno de esos es que sin importar que, nunca le digas a una mujer gorda ni mucho menos. Las preguntas como "¿me veo gorda?" son unas trampas caza hombres en la cual uno debía hacer fórmulas matemáticas tan precisas para no salir afectados de la inminente explosión, eso y jamás preguntarle su edad a una mujer eran reglas preestablecidas entre varios, alrededor del mundo.

Lastimosamente, Power era un demonio, no una persona normal por lo que no tuvo reparos en recalcarle la subida de peso de Himeno quien ahora comía más y sus hormonas estaban alborotadas.

Aki ahí descubrió una de las cosas simples de un embarazo y eran los cambios de humor. Himeno podía pasar de estar feliz a llorar con mocos y luego decir cosas como "TODOS LOS HOMBRES DEBEN SER CASTRADOS" en fracción de segundo, era ciertamente interesante y estresante al mismo tiempo, él no tenía un manual de cómo lidiar con mujeres preñadas con cambios de humor constantes.

-Que ruidosas. – Decía Denji con su cuerpo postrado encima de la baranda de su balcón.

-Bájate de ahí que te caerás. – Decía Aki fumando y leyendo su periódico.

-Si caigo de esta altura ¿moriré? – Preguntó curioso el pibe.

-No puedes morir, idiota. – Bufó Aki rodando los ojos ante las ocurrencias del rubio cenizo. – Solo concéntrate en descansar que Makima nos dio un par de días libres.

-Seeeeh. – Musitaba Denji fijando su vista en los edificios y perdiéndose en su mundo, mundo al cual Aki se preguntaba que tantas cosas pensaba el pibe.

... él siempre de alguna forma u otra, terminará perdiendo.

Las palabras de Kishibe han rondado por la cabeza de Aki ya desde hace un tiempo y no ha parado de pensar en ellas desde entonces, por lo que ha visto del pibe, pudo notar que en menor medida que la pelea contra Reze si le afectó de una forma u otra, no tenía idea de como ayudar al chico quien dio todo de sí en aquella batalla.

Y Aki sin más, prefirió ir a un acercamiento directo. - ¿Estás bien?

-... - Denji suavizó sus fracciones, ahí el pelinegro pudo notar leves ojeras formándose en sus ojos.

-No tienes que responder ahora, pero se nota a leguas que la pelea con la espía dejó una marca en ti. – Dijo Aki. – No creo que no te haya afectado.

-...

-Todos salimos no muy ilesos de la pelea, así-

-Mira... - Suspiraba Denji pasandose una mano por su rostro. – Ya ocurrió, no tengo tiempo para lamentarme ni mucho menos, Reze apareció y tan rápido como lo hizo, desapareció, no hay manera de que me lamente por lo ocurrido... pero de lo único que, si me lamento, es haberlos metido en un problema que no les incumbía, es mi culpa que todo haya terminado de la forma en como terminó.

-... Y con eso, no te veo bastante afectado. – Dijo Aki parpadeando un poco.

-Ya eso pasó, no tengo tiempo para lamentarme. – Suspiraba Denji viendo de forma aburrida el paisaje. – Ya la arrestaron, capaz no la vuelva a ver más nunca y eso apesta, pero no hay nada que pueda hacer, solo seguir adelante con mi deber y matar demonios.

A pesar de que muy en el fondo, Denji había perdido de nuevas cuentas. Al final del día el resultado fue el mismo, Reze volvió a irse de su vida y junto con ella, se fue con su corazón destruyéndolo en miles de pedazos.

Ese era el tono de voz de un hombre resignado a que un pequeño capitulo de su vida que lo hizo feliz, cerró de manera oficial dejándole ciertamente un vacío en su pecho enorme. Aki pagaría lo que sea para ver lo que pasaba por la mente de Denji, no era todos los días que te encontrabas a alguien así en tu vida.

Los dos cayeron en un silencio, uno porque Aki no quería meterse más en los problemas de Denji sin querer causar una reacción negativa por parte del pibe y un silencio por parte del rubio cenizo porque realmente él no sabía que más decir.

Pero si podía disfrutar de una inusual calma entre ambos.

- ¡¿Por qué se está formando una bola de boliche en tu estomago?! ¡¿Te saldrá un parasito?!

- ¡Estoy embarazada Power! ¡NO ESTOY GORDA Y NO TENGO NINGÚN PARASITO!

- ¡SI LO ESTÁS! ¡Pareces una ballena!

- ¡¿CÓMO DIJISTE?!

CRASH.

-... Te están destruyendo la casa. – Dijo Denji apuntando a lo obvio, haciendo que Aki tuviera varios tics nerviosos en su ceja, este se levantó y abrió bruscamente la puerta corrediza del balcón.

- ¡¿Qué se supone que hacen?! – Rugió Aki presenciando la escena de Power jalándole las mejillas a Himeno quien ya tenía su barriga algo desarrollada y vestía con una franelilla y unos pantalones cómodos. - ¡¿Qué coño le estás haciendo a mi mujer embarazada?!

- ¡Está gordísima! ¡Parece que va a estallar! – Exclamó Power apuntando a la barriga de la pelinegra quien ignorando eso, apuntó con lágrimas animadas saliendo de sus cuencas a Aki.

- ¡ESTABAS FUMANDO! ¡¿POR QUÉ NO PUEDO FUMAR YO?! – Chillaba como María Magdalena Himeno sintiendo traición.

Aki solo vio el desastre de su sala, había un jarrón roto en el piso y varios vasos de plásticos por el suelo. - ¡Power! ¡LIMPIA ESTE DESORDEN!

- ¡¿Hah?! ¡Dile a ella que lo haga! – Chilló Power indignada y miró a Denji. - ¡Dile bellaco! ¡Protege a tu reina!

-El infierno se enfriará antes de que tú seas reina de cualquier mierda. – Escupía Denji. – Y no me metas en peos que no me incumben.

- ¡TRAICIÓN! ¡SENTENCIA; 1000 AÑOS DE MUERTE! – Exclamó Power traicionada apuntando al pibe.

-Soy inmortal, no puedo morir. – Bufó Denji a lo cual la poseída le sacó el dedo medio al pibe. – También te amo Power, gracias.

- ¡Y tú! – Exclamó Aki señalando ahora a Himeno quien portaba un puchero. - ¡¿Cuántas veces te debo decir que nada de fumar ni beber?! ¡Eso afectará a la salud de nuestra hija!

-Hijo. – Corregía Himeno denotando que ambos querían géneros distintos para su primer nacido.

-Hija. – Dijo en desafío Aki y Himeno resopló su nariz como si se tratara de un toro.

- ¡Hijo!

- ¡Hija!

- ¡Hijo!

- ¡HIJA!

- ¡HIJO!

- ¡POWER! – Exclamaba Power abrazando la espalda de Himeno de la nada haciendo que la pelinegra gritase un poco de sorpresa por ello. - ¡Llamen a su futuro engendro Power! ¡Para seguir con la dinastía!

- ¡NO LLAMARÉ A MI PRIMERA HIJA COMO TÚ! – Exclamó Aki furioso sintiendo unas canas salir de sus cabellos. - ¡Y TEN CUIDADO DE LASTIMAR A HIMENO!

-Awww, malo, te caerá todo el peso de la ley. – Dijo Power haciendo un leve puchero.

- ¡Tú eres más criminal en potencia que yo! – Gritó Aki indignado.

-Mil años de soledad. – Decía Power imitando una noción con las manos como si se tratara de un cierto sensei peliblanco pervertido haciendo que una vena saliera en la frente de Aki.

- ¡Te voy a matar Power!

La poseída solo le sacó su lengua tal cual una niña hace a un adulto en señal de rebeldía.

-Si nace niño, lo llamare Denji. – Dijo Himeno acariciando la cabeza de Power quien hacía sonidos felices por ello.

"¿Cómo cuándo qué?" Pensó Denji si había escuchado bien, ¿Himeno quería llamar a su primer hijo como él? Estaba seguro que era un chiste por lo que no le tomó importancia.

Solo siguió presenciando el espectáculo que tenía frente a él con mucha gracia, era bueno ver a otros en una posición bastante incomoda que no fuera él.

"¡SUFRE PERRA!" Pensaba Denji sonriendo como diablo mientras miraba a Aki echar humo por la cabeza ante las ocurrencias de Himeno.

- ¡¿Hah?! ¡¿Por qué?! – Exclamó Aki con sus cabellos saliéndose de lugar.

-Porque me da la puta gana ¡Yo soy quien lo llevará en mi barriga por 9 meses! – Chilló Himeno haciendo protestas. - ¡Y como retribución de no querer dejarme beber ni fumar!

-No puedo contigo. – Suspiraba Aki mientras escuchaba a Futuro reír dentro de su cabeza con todo ante esto.

¡Tu hogar es bastante caótico! Hayakawa~.

"Cierra la boca" Pensó fastidiado el pelinegro y miró a Denji para que lo ayudara, pero el pibe solo se rascaba la oreja ignorando lo que pasaba.

Ciertamente desde el regreso de Power a la casa todo ha sido más eventual y ruidoso, al menos agradecía a Denji de no hacer ningún acto de locura y tenía la decencia de no hacer nada que estresase a Himeno en su estado e intentaba mantener a raya a la poseída, pero mucho podía hacer el pibe ya que cuando las cosas se salían de las manos, este hacía una retirada mágica dejándole todo a Aki.

Buen compañero de habitación el pibe.

DING DONG.

-Genial, no tengo tiempo para esto. – Suspiraba Aki pasándose una mano por su hombro.

- ¡Yo atiendo! – Exclamó Power levantándose, solo para ser empujada al sofá cortesía de Aki. - ¡Hey! ¡¿Qué te pasa?!

- ¡Ni te atrevas a contestar la puerta! ¡La última vez que hiciste eso casi matas al chico de los periódicos!

- ¡Había traspasado los límites del hogar de Power! ¡Merecía la muerte! – Se excusaba la poseída de la sangre.

-Y una patada en el culo te voy a dar. – Escupía fuego por la boca Aki y miró a Denji. – Contesta tú, debo limpiar este desorden.

-Que flojera, hazlo tú. – Respondió el pibe motosierra, pero se rindió al ver la mirada mortal de Aki por lo que suspirando se dirigió a la puerta. – Espero que no sean esos putos testigos de jehová, los odio con toda mi alma.

Denji caminó arrastrando los pies a la puerta y con una flojera impresionante, abrió la puerta para ver quien era el bastardo quien se osaba a tocar la puerta.

-Hola Denji. – Dijo Makima sonriendo levemente con sus manos detrás de su espalda.

-...

-...

-...

-... - Denji lentamente cerró la puerta sin emitir ni un solo sonido ante la mirada intensa de la demonio control.

- ¿Quién era? – Preguntó Aki desde la sala.

-El diablo. – Dijo sincero Denji, pero entonces desde el otro lado tocaron fuertemente la puerta haciendo que esta temblase.

- ¡Solo abre la puta puerta y ve a ver que quieren! – Exclamó Aki escuchando aquello.

-No, no entiendes, si abro la puerta, mi vida está perdida. – Dijo Denji sudando frío sintiendo como un aura intensa atravesaba los bordes de la puerta.

- ¡No seas ridículo y ve a ver que quieren!

- ¡AKI! ¡Quiero pepinos con salsa BBQ y yogurt! ¡Tengo hambre! – Exclamaba Himeno.

-Te dará una diarrea galáctica si comes eso. – Dijo Power y el sonido de un golpe en seco y un grito resonó por toda la sala denotando que Himeno le había pegado a la poseída. - ¡Te mataré maldita zorra-

- ¡POWER! – Se escuchó el grito de Aki por todo el apartamento.

Denji sudó ante eso, pero más cuando la puerta temblaba por los golpes del otro lado cortesía de una muy indignada Makima.

- ¡Ábreme la puerta de una vez si sabes lo que es bueno para ti Denji! – Exclamaba Makima. - ¡Eres un perro desobediente!

-Este perro valora su vida, muchas gracias. – Decía Denji, pero pensándolo unos segundos, abrió la puerta para salir del departamento encarando a una indignada Makima. - ¿Qué hace aquí, Srta. Makima? Creía que era un día libre para todos de la 4ta.

Makima alzó una ceja. - ¿Acaso no puedo visitarte? ¿Eso me estás diciendo?

- ¿Por qué pones palabras en mi boca, mujer? Nunca dije tal cosa. – Dijo Denji sudando un poco de nuevas cuentas.

-Pero lo implicaste. – Siseó Makima. – No querías que viniera ¿verdad?

-Pos no, un día sin verte la cara es como un día feliz pa' mi. – Dijo Denji haciendo uso de su típica honestidad brutal.

Eso fue un daño directo al inflado orgullo de la mujer conocida como Makima AKA El Demonio Control quien no pudo evitar hacer una mueca que casi se asemeja a un puchero ante las fuertes palabras del pibe.

- ¡Que grosero! ¡Te di un hogar y así me lo pagas! – Exclamó la pelirroja tomando del cuello de la camisa a Denji.

- ¡Suéltame! ¡Esto es acoso sexual y laboral! ¡POLICIAAAAAAAAAAAAAAAAAA! – Gritaba el pibe intentando zafarse del agarre de la mujer.

- ¡Ninguna fuerza policiaca te ayudará! – Exclamaba Makima agitando al pibe.

- ¡Déjame ir! ¡Es mi día libre, no quiero trabajar! – Gritaba Denji poniendo su mano en el rostro de Makima intentando apartarla de él.

- ¡No vamos a trabajar! – Exclamaba Makima jalando los cabellos del pibe quien gritó por ello. - ¡Vine a invitarte a otra cita!

Denji se detuvo en seco al escuchar tal cosa, él lentamente apartó su mano y miró con sorpresa a Makima quien tomaba y botaba aíre, él notó como iba vestido la mujer y vio que usaba lo siguiente; una camisa tipo sostén que le cubría casi toda su parte frontal, pantalones informales negro que le llegaba hasta el ombligo, zapatos negros con tacones medio altos y una chamarra negra además de un leve maquillaje.

Estaba hermosa.

El pibe debía admitirlo, pero no podía salir de su estupor al escuchar por qué la demonio control estaba en su hogar.

- ¿Qué? – Preguntó Denji después de un minuto de silencio largo.

- ¿Quieres ir a una cita conmigo? – Preguntó Makima algo fastidiada de tener que repetir lo que había dicho.

Denji parpadeó unas veces hasta que colocó su mano en la frente de la demonio control. - ¿Todo bien en casa? ¿Tienes fiebre?

- ¿De qué hablas? – Preguntó Makima inconscientemente apoyando su frente contra la palma de Denji hasta que la quitó para su leve decepción (aunque no lo admitiría en voz alta).

-Digo, no es normal que tu jefa venga a tu hogar para exigirte una cita de la nada. – Dijo el pibe explicando su punto a la pelirroja. - ¿No tienes cosas más importantes que hacer? Es nuestro día libre y pensaba que querías estar un día sola con-

Denji se detuvo, él sudó fuertemente ya que se había olvidado que Makima tenía sus perros, pero ella jamás le mencionó ese detalle en ningún momento y que él dijese de la nada sobre la existencia de estos haría que ella sospechase fuertemente de él.

O, en otras palabras, él casi la caga (como siempre) y se salvó porque su neurona hecha carbón hizo mecha y se prendió antes de que cavase su propia tumba.

-... ¿? – Makima ladeó la cabeza levemente al ver como el pibe sudaba frío. - ¿Estás bien?

- ¡SÍ! – Gritó el chico intentando controlar sus nervios, él tosió un poco y miró a la mujer. – Pero ¿segura que quieres pasar tu día libre así?

Makima se quedó pensando en su respuesta, no podía decirle que ella no tenía más nada que hacer y como estaba un poco aburrida, recurrió a su persona para saciar su aburrimiento y pensó que una forma de recompensa para el pibe que había trabajado tanto era ir a una salida con ella. No pudo evitar sentir emoción llegar a su apartamento, vestirse rápidamente y emprender rumbo al hogar Hayakawa.

Ahora que estaba ahí, tenía que actuar rápido antes de que Denji descubriese que al igual que él, no tenía más nada mejor que hacer.

-Quería darte una recompensa por tu arduo trabajo con lo de Reze. – Fue lo primero que dijo Makima sin pensar mucho en las consecuencias de sus palabras.

Ella pudo ver como la expresión cansada y algo exasperada de Denji pasó a una de piedra total, sus ojos ahora eran dos pozos sin vida y tan vacíos que daban miedo ver estos, sus ojeras se marcaron más de lo normal y su boca se medió abrió hasta que la cerró totalmente para formar una línea con estos.

-Adiós. – Dijo Denji abriendo la puerta para entrar al departamento, pero Makima lo sostuvo del brazo.

-Espera, perdón. – Dijo rápidamente Makima sintiendo algo de ansiedad (como odiaba ese nuevo sentimiento) cuando el pibe le dio la espalda, esa acción causó mucho malestar en su persona y no podía permitirlo. – Lo siento, sé que lo de Reze te afectó, no tuve que haberlo dicho de esa forma.

-Suéltame. – Escupió groseramente Denji zafando su agarre de las manos de la demonio control.

-Escúchame un minuto. – Dijo Makima volviendo a tomar el brazo del pibe. – Estaba aburrida y como la pasamos bien en nuestra primera cita-

-Serás tú, ver películas hasta la noche no es una cita. – Dijo Denji escupiendo fuego por la boca. - ¡Ahora suéltame!

- ¡No! – Exclamó la pelirroja abrazando el brazo del pibe contra su pecho. - ¡Si quieres hacemos hoy lo que tú quieras!

-Grrrr ¡Que no quiero! ¡Quiero flojear y tirarme peos en la soledad de mi habitación! ¡No pasar mi día libre contigo!

- ¡Pues yo quiero pasar mi día libre contigo! – Chillaba Makima no muy característico de ella deteniendo a Denji quien sintió su cerebro reiniciarse, ante aquello la pelirroja sintió algo de calor en sus mejillas al ver la expresión del rubio cenizo.

Pudo haberlo dicho de otra forma, ahora se sentía avergonzada y de más está decir que no sabía cómo reaccionar.

Denji solo dijo tras 5 segundos completos de silencio. - ¿Es en serio? ¿Qué tengo yo para que quieras pasar tú día libre conmigo de todas las personas?

-Porque eres con quien mejor me llevo de la 4ta división. – Dijo Makima sincera haciendo que Denji la viera con cara como si se hubiera vuelto loca.

-Con la cantidad criminal de papeleo y trabajo que me dejas, pienso lo contrario.

-Eres un perro de guerra y trabajo, obvio que te dejo bastante trabajo.

-Este tipo de salidas entre jefa y subordinado ¿acaso no son mal vistas?

-Yo hago lo que me da la gana, no me importa lo que piensen los demás.

- ¿Y qué hay de los otros? – Preguntaba Denji intentando descifrar esta nueva faceta de Makima. - ¿Por qué no sales con otras personas de la 4ta?

-Porque los odio a todos. – Dijo Makima con cara de palo. – Tú eres el único que medianamente soporto.

-No me jodas ¿Por qué no sales con Aki? – Sabía que era mierda de su parte lanzar así a su hermano de todo menos sangre, pero de verdad que no quería estar en dicha situación.

-Subordinado y por lo que sé, está en una relación. – Dijo Makima. – Además... no, jamás, nunca.

Auch, no importaba en que línea de tiempo fuese, al parecer Aki jamás sería correspondido por Makima. Denji sudó levemente por ello.

- ¿Kobeni? – Intentó nuevamente Denji.

-Ella me tiene miedo, creo que se desmayaría antes de que pudiera decirle yo algo. – Dijo la pelirroja recordando todas sus interacciones con la pelicafé.

-Tendou, la mujer de la cicatriz.

-No quiero que Mina me ande cazando con su mazo.

- ¿Mina?

-Creo que ella siente algo por Tendou. – Dijo Makima a lo cual Denji parpadeó unas cuantas veces.

-Entonces...

-Si Denji, Mina le gustan las mujeres, casi toda la 4ta lo sabe. – Dijo la mujer pelirroja. - ¿Tienes algún problema con eso?

-Pos me sabe a mierda, solo iba a decir que buen gusto la de la Mina. – Reía Denji dando su punto de vista. – Equis, ¿Kishibe-

-Voy a hacer que no dijiste ese nombre. – Dijo Makima haciendo callar al pibe y evitó su mirada. - ¿De verdad no quieres pasar tú día conmigo...?

Entonces ella lo vio con ojos emocionales amarillos con espirales haciendo una mueca en su rostro (casi siendo un puchero) y bajó levemente la mirada mientras pateaba levemente el suelo como si se tratase de una niña regañada por sus padres por haber hecho algo que no debía. Ante aquello Denji sentía sus defensas caer ya que no era normal ver a la siempre decidida y fuerte Makima en tal estado.

Oh no.

Oh verga.

Estaba sucumbiendo.

Ya se imaginaba la mirada más decepcionada del mundo y universo en Muerte, ya se imaginaba las mil profanidades que la demonio le tendría la próxima vez que se encuentren.

Maldita sea como me odio a mí mismo y no ser fuerte ante chicas lindas, pensaba Denji viendo que el 85% de todos sus problemas venía de chicas super lindas, pero super locas.

Pero ¡Él es Chainsaw Man, carajo!

¡Puta madre, podía convertirse en un monstruo de motosierras! ¡¿Y no iba a poder contra una mujer solitaria de mierda?!

"¡VAMOS DENJI HAYAKAWA! ¡DILE QUE NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!" Pensó Denji y abrió la boca para dar su no definitivo.

Ahí los ojos de Makima brillaron más de lo normal y sus labios temblaron un poco.

Eso fue un ataque brutal. En ese mismo instante, Denji sintió que había perdido algo más que la batalla.

Perdió su orgullo como persona y como hombre, y lo peor es que no tenía ni idea de cómo recuperarlos tras semejante ataque contra su persona. Ahí descubrió que no importaba cuanto progresase o cuan fuerte se hiciera, su debilidad siempre sería una chica suplicándole o a punto de llorar frente a él.

Ya solo se imaginaba como sería su próximo encuentro con Muerte, lo único que sabía es que estaba muy muerto.

-Oh-

...

-Mierda. – Dijo Denji derrotado por la vida sentando en un café frente a una risueña Makima quien le sonreía victoriosa.

-Awww~ no hagas pucheros. – Dijo Makima dando risillas mientras tomaba de su taza de café. – No todo el mundo me dice que no después de todo.

-Eso es un abuso de autoridad. – Se excusaba Denji quien vestía con una franela blanca simple con cuello V, jeans nuevos y zapatos marrones. – Jugaste con mi orgullo y lo aplastaste, eres una mujer ruin y sin sentimientos.

Makima solo dio unas leves risillas. – No es mi culpa que tengas una débil voluntad.

-Mi voluntad está intacta, gracias. – Escupía Denji sonrojado mientras tomaba de su malteada.

Los dos se encontraban en un café en el centro de la ciudad con varias personas caminando amenamente en un día caluroso de Tokio, no era sofocante como para no salir pero si era un calor algo fuerte de esos que eran insoportables, Denji se preguntaba porque no eligieron estar adentro pero al ver lo lleno que estaba el lugar le restó importancia.

Era interesante para él encontrarse en tal situación y más con la persona en cuestión.

Makima se ponía un mechón detrás de su oreja mientras admiraba los transeúntes con curiosidad en sus ojos, dignos de una niña con curiosidad del tipo "por qué el cielo es azul" o algo así. Denji no pudo evitar comparar y debía hacerlo.

Esta mujer no es la Makima que conoció en la primera línea del tiempo.

A ver, ella dentro de lo que cabe si es Makima, pero no la que conoció; la primera Makima que recordaba era un caparazón vacío sin una pizca de empatía, una manipuladora extrema que no le importaba pisar a quien sea para llegar a su objetivo y todo eso se resumió en matar a todos sus allegados por su fanatismo extraño con Pochita.

Era como una de esas marionetas de exhibición en las tiendas de ropa, su expresión nunca cambiaba, jamás mostraba emociones como la felicidad, molestia o tristeza en su rostro.

Pero ahora la mujer que tenía en frente era todo lo opuesto; sus emociones estaban más a flote, podía ver emociones en aquellos ojos amarillos con espirales que tanto le daban miedo, una mujer más abierta a expresar lo que sentía, pero con carácter fuerte y muy mandona, además de (por lo que veía) preocuparse un poco más por sus subordinados siendo él el ejemplo.

Aunque ella le admitió abiertamente que odiaba a todos.

- ¿Tengo algo en el rostro? – Preguntó Makima viendo a los ojos de Denji quien parpadeó unas veces y dijo lo primero que le vino a la cabeza.

-Tenías un moco en la nariz y no podía dejar de verlo. – Dijo el pibe y solo quería que la tierra se lo tragase.

"¡¿POR QUÉ CARAJOS DIJE ESOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO?!" Pensaba Denji sintiendo su alma salir de su cuerpo.

-... ¿Eh? – Makima lo miró con ojos abiertos como platos, entonces de la nada metió su mano en el bolsillo de su pantalón con una mirada alarmada y sacó un espejo para chequear su estado, pasando su mano por su nariz rápidamente y viendo si tenía algo, pero entonces vio que no tenía nada y guardó su espejo. – No tengo nada.

- ¡UGGGGGGGGGGGH! ¡Eres tan raraaaaaaaa! – Lloriqueaba Denji y la demonio control sintió indignación.

- ¿Rara? ¿Yo? El burro hablando de las orejas. – Dijo la mujer y el pibe le devolvió la mirada.

-No me jodas, una mujer que anda llamando sus compañeros de trabajo perros y que no tiene amigos, ¿eso no es raro? – Dijo Denji bufando.

-Un chico de 17 años que convierte sus extremidades en motosierras y tampoco tiene amigos reales, eso sí es raro. – Le devolvió el ataque Makima a Denji, de los ojos de ambos salían rayos y centellas.

-Estar soltera por muchos años también lo es.

-Mi soltería es irrelevante viendo que tú tampoco has logrado nada con nadie en tus 17 años de vida.

-Eres la tía solterona, con un coñazo de mascotas alrededor tuyo te proyecto.

-Eres el primo raro virgen, nadie quiere contigo.

-Mujer inepta socialmente.

-Chico virgen sin amigos.

-Ojos locos te llaman.

-Diente de sierra.

-Cara de plástico.

-Perro desobediente.

-Perra controladora.

Los demás comensales admiraban el espectáculo de insultos entre los dos demonios como si se tratase de un partido de ping pong, era tan hilarante verlo que nadie sabía que decir al ver a un rubio cenizo con aspecto de delincuente mentarle la madre a una despampanante mujer (que acaparaba miradas de tanto hombres como mujeres por igual) quien no encontraba reparos en insultarle de vuelta.

"Dios mío, la suerte que tiene algunos".

"¿Por qué a las mujeres les gusta los tipos con aspecto de criminales?"

"¡ODIO ESTAR SOLTERO!"

"Que le den por culo a ese cabrón".

"Hijo de puta".

"¡Convoco a todos los solteros del mundo a acabar con la vida de ese maldito!".

Los pensamientos de los hombres solteros al ver algo que es imposible de obtener para ellos era demasiado, algunos lloraban lágrimas de sangre y todo.

-... Tsk. – Chasqueó la lengua Makima.

-Ahg, que sueño. – Dijo Denji suspirando.

- ¿Qué más haremos? – Preguntó la demonio control viendo al pibe.

- ¿Y tú crees que sé? Me sacaste arrastrado de mi casa solo para pasar el día contigo. – Bufó el pibe motosierra. - ... Aunque sé a dónde podríamos ir.

- ¿A dónde? – Preguntó la mujer ladeando la cabeza un poco, Denji solo sonrió levemente.

...

Parque de Diversiones de Tokio, 2:34pm.

-Interesante idea. – Dijo Makima caminando a la par del pibe motosierra. – No sabía de este parque.

-Es algo antiguo. – Dijo el pibe caminando entre la muchedumbre de personas que variaban entre parejas y familias divirtiéndose con los distintos juegos y puestos de comida a lo largo de todo el parque. – Siempre lo veía desde fuera pero jamás había entrado como tal, es la primera vez que lo hago.

- ¿En serio? ¿Nunca entraste? – Preguntó Makima ladeando la cabeza.

-Ehm, no, nunca había entrado. – Dijo Denji sincero. – Era un niño pobre y no tenía dinero para venir.

- ¿Tus padres nunca te llevaron? – Preguntó Makima, al ver la mirada de Denji pudo darse cuenta que había tocado una fibra algo delicada ya que el pibe pasó a tener una mirada blanca.

-Mis padres están muertos. – Dijo Denji y en ese mismo instante, se dio cuenta que no era de decir mucho de su vida personal a los demás, tampoco es que tenía tiempo ya que nadie tampoco le preguntaba sobre esta.

O eso creía, ya que Muerte le ha dicho que había algo de su madre que debía saber, aunque no sabía que era.

-... - Makima se quedó callada por un minuto entero. - ¿Y con quien te quedaste?

- ¿Cómo así? – Preguntó el pibe sin entender.

- ¿No te quedaste con un familiar o algo?

Denji solo pudo cortar a la mujer. – No creo que quieras saber, es algo aburrido y ya pasó-

-Dime ahora. – Dijo Makima demandando respuestas haciendo que el pibe se detuviera, analizase su situación y últimamente responder.

-Eso ya pasó Makima, no creo que sea interesante para ti que te diga lo que me sucedió después de que mis padres murieran. – Dijo el pibe sincero, entonces notó un juego y aprovechó. – Vamo' pa allá.

-Espera, Denji-

Pero la mujer no terminó porque Denji apresuró el paso dejando a Makima con la boca, ella miró la espalda del pibe con intensidad y solo pudo morderse el labio al saber dicha información del adolescente, ella sabía que de alguna forma el rubio cenizo no había tenido una vida fácil.

Pero ¿qué tan difícil había sido esta para tener esa reacción así?

Ella no dijo nada, sabía que pudo haber controlado mejor la situación para que Denji no escapase, pero de forma silenciosa siguió al pibe apresurando un poco el paso.

Un minuto después y ambos estaban frente a un circuito de carritos chocones.

La mujer vio a varios adolescentes y adultos jóvenes chocar carritos hasta apilarse haciendo que la pelirroja tuviera un tic nervioso en la ceja.

-No. – Dijo seca Makima viendo los carritos chocar.

- ¡Por favooor! Será divertido. – Se quejaba Denji.

-No, no me rebajaré de esa forma, gracias. – Dijo Makima cruzándose de brazos. - ¿No hay otra cosa que quieras ir?

-Nah, quiero chocar y mentar madre a malditos. – Dijo Denji haciendo que la mujer bufase.

-Hombres, tan simples. – Rodó los ojos la mujer.

-Mujeres, tan complicadas. – Escupió de vuelta Denji a lo cual la mujer lo miró de forma intensa. – No me mires con pucheros ¡Inténtalo! ¿O qué? ¿Cagada de que yo te gane?

Makima se congeló al escuchar es último. Capaz no muchos sabían, pero ella era una mujer algo competitiva y viendo su faceta controladora (todos deben estar debajo de su zapato), ciertamente el ataque de Denji a su persona surtió efecto.

- ¿Me estás retando...? – Decía peligrosamente Makima y sus ojos se dilataron cuando Denji se puso a la par de su persona.

-Pos obvio, ¿o acaso tienes miedo de perder? – Dijo Denji sonriendo mostrando sus afilados dientes y sus ojos brillaron de un leve rojo.

...

Ella no podía creer que estaba haciendo esto.

COMIENCEN.

Después de esperar 15 minutos para montarse en el endemoniado juego, cada uno eligió un carrito chocón, uno rojo para ella y Denji cogió uno azul, pasarían unos 40 segundos y una voz dijo que empezaran y entonces ella, Denji y otros 8 adolescentes empezaron la carrera para chocar contra otras personas.

Makima jamás había hecho algo remotamente parecido a esto en toda su vida.

Ya sea participar en un evento banal como este siendo que no tenía sentido estar en un juego donde chocabas carritos contra otras personas.

BAM.

- ¡KYAAAAAAAAAAAAAAH!

- ¡HAHAHAHAHAHAHAHA! ¡MUERE PERRA!

Makima pudo escuchar los gritos locos de Denji quien chocó contra una muchacha de como 14 años quien tomó desprevenida, mientras que ella manejaba y esquivaba como una profesional a todos los que intentaba chocar contra ella.

Amateurs.

"No puedo creer que estoy haciendo esto" Pensaba Makima girando el volante fuertemente para esquivar a otro pobre diablo quien intentó atacarla, pero hizo un giro como si se tratara de una conductora profesional haciendo que este chocase contra otra persona.

Ella como predijo, vio a todos ir al centro donde sería el lugar principal del desastre, por lo que ahora solo debía relajarse y esperar a que el tiempo terminase-

WHAM.

O eso pensó cuando alguien la chocó por la parte de atrás del carrito haciendo que Makima casi pegara la frente del volante. Ella volteó y vio a Denji quien sonreía como diablo.

-Hola. – Dijo el pibe.

- ¡¿Qué crees que estás haciendo?! – Exclamaba Makima pero la única respuesta que obtuvo fue que el rubio cenizo diera reversa y volviera a chocar contra ella haciéndola temblar. - ¡No hagas eso!

- ¡Son carritos chocones! ¡Si no haces nada, te jodes! – Gritó Denji riendo como loco y entonces Makima apretó el acelerador y entonces comenzó una persecución monstruosa entre la jefa de la 4ta división de la SP y el pibe motosierra.

- ¡Lamentarás esto!

- ¡Ya lamento trabajar contigo! ¡Esto no es nada!

- ¡TE ARREPENTIRÁS DE ESAS PALABRAS! – Rugió Makima girando el volante esquivando a las personas con Denji pisándole los talones.

Era como si se tratase de dos corredores profesionales haciendo la carrera de sus vidas.

Pero en realidad uno era un chico adolescente loco y la otra una mujer con una obsesión con los perros.

"Diablos, ¿qué estoy viendo?" Pensaba el encargado del juego de los carritos chocones al ver a Makima y Denji, no sabía si sus ojos le estaban jugando malas pasadas, pero no sabía que sus carritos tenían esa velocidad endemoniada.

Makima entonces hizo un giro no apto para este juego, esquivando a Denji quien, al intentar chocarla, le dio a una de las paredes del circuito, ella entonces giró su carrito de manera tal que dio volteretas hasta quedar frente a Denji y-

WHAM.

Chocó su carrito contra el de él haciendo que este medio gritase, entonces Denji miró a Makima quien portaba una sonrisa tétrica y un aura roja rodeando su ser mientras miraba al rubio cenizo quien sudó levemente por aquella imagen que de seguro lo seguiría en sus más profundos sueños.

- ¿Últimas palabras? – Preguntaba Makima apretando su volante y sonriendo de forma linda, si no fuera por esa aura que la rodeaba.

-... No me arrepiento de nada. – Dijo el pibe haciendo el signo de amor y paz a la demonio control.

-Ohhh~ pero lo harás~.

...

- ¿De verdad tenías que chocar una y otra vez conmigo por 15 minutos seguidos? – Decía Denji con una leve jaqueca después de haber sido sometido por Makima en los carritos chocones.

Ciertamente, Denji sabía que había tentado mucho a su suerte por solo haber fijado la mira en Makima en el juego, pero era demasiado tentador como para no hacerlo. Solo verla perder un poco los estribos causaron una risa jamás hecha en la vida.

Aunque obviamente todo premio tenía un costo.

Makima no tuvo reparos en retribuirle el daño ocasionado pagándole con chocarlo por más de 15 minutos en el juego, tampoco ayudó que los demás jugadores evitasen a la demonio control como si se tratase de un demonio a evitar.

-No sé de que hablas. – Y la muy maldita tuvo la osadía de hacerse la inocente, junto con una sonrisa que lo que hacía era molestar al pibe.

- ¡El organizador tuvo que apagar tu carrito porque si hubiera sido por ti hubieras continuado por otros 5 minutos! – Exclamaba el muchacho.

-Los perros desobedientes, hay que castigarlos. – Dijo Makima dándole un pequeño golpecito en la frente al muchacho quien bufó.

-Perros desobedientes mis huevos. – Dijo Denji solo para comer de su postre que para rematar estaba bueno.

Después de los carritos chocones, los dos fueron a un pequeño puesto de postres y para sorpresa grata de Denji, Makima eligió dos postres baratos dentro de lo que cabía, era dos triángulos de torta red Velvet que se veía fresca y cada una costaba ¥740 cada uno ($5 americanos).

- ¿Te divertiste? – Preguntó Denji saboreando el postre con su paladar.

-No me dignaré a contestar eso. – Dijo Makima a pesar de que la sonrisa que tenía la traicionaba.

-Viste que era divertido, brutal. – Reía Denji y la mujer evitó la mirada.

-No me divertí. – Negó rotundamente la pelirroja.

-Si lo hiciste.

-Que no.

-Que sí.

-No.

-Si.

-No.

-No.

-Sí- ¡Eso no es justo! – Exclamó Makima al ver en la trampa cliché en la que había caído haciendo reír a Denji quien solo la miró levemente.

-Todo se vale~. – Dijo Denji para levantarse y sonreír. – Aun hay más cosas por explorar, ¡vamos!

-Espérame. – Dijo Makima levantándose mientras se limpiaba la boca y seguía al pibe.

El resto del día pasó en un abrir y cerrar de ojos, pasando por varias atracciones y puestos pequeños del parque. Pasaron por un juego de tira la torre de latas que obviamente estaba era imposible de tumbar ya que el dueño del puesto hizo este de forma tal que nadie pudiera ganar, eso ganó la ira de Denji quien casi salta a golpear al tipo si no fuera porque Makima detuvo al pibe y ella vio al sujeto como si se tratase del insecto más asqueroso del universo.

Makima sabía que sus ojos ponían inquietas a las personas ya que poseían un poder sin precedentes y eso ella lo aprovechaba al 100% de sus capacidades.

Eso surtió efecto ya que el pobre sujeto para evitar represalias (o que Makima le hiciese algo), le dio un peluche de pulpo a Denji quien consecuentemente se lo dio a Makima quien lo aceptó a regañadientes (en realidad, lo aceptó sin queja alguna).

Otras de las atracciones que fueron fue al carrusel, fue bastante aburrido, aunque Makima reía al ver como el pibe casi caía de su caballo varias veces.

Luego fueron a la casa de los espejos donde al ponerse frente a estos, sus formas cambiaban; Makima tenía una cabezota enorme en uno de los espejos y Denji parecía haber crecido unos kilos de más, eso hizo que el pibe carcajease y Makima mirase el espejo con signos de interrogación volar arriba de su cabeza intentando comprender lo que veía.

Luego fueron un vidente para que les leyera el futuro.

-Te veo borracho y rodeado de perros, con mucha depresión encima. – Dijo el vidente a Denji quien sudó levemente por eso.

-Que futuro tan oscuro. – Daba risillas Makima a lo cual el pibe la miró algo molesto.

-Y tú futuro es... - Decía el vidente y le miró a los ojos a la demonio control. – Ser la tía soltera e incapaz de encontrar a alguien para sentar cabezas.

Con una fuerza de voluntad increíble, Denji tuvo que evitar que Makima saltase a donde el vidente para atacarlo, ciertamente pagar ¥2000 ($13,5) por persona para que les leyeran el futuro era algo de estafa, pero como era el dinero de Makima, poco o nada le importaba.

Luego fueron a un puesto de fotografías y ahí Makima le exigió al pibe que se tomara una foto con ella, él se hubiera negado pero viendo la insistencia de la mujer pelirroja en querer tomarse la foto, procedió a hacerlo y él sonrió mientras hacía el signo de amor y paz, Makima repitió lo mismo juntando su cachete con el del pibe sonriendo levemente y ahí se tomaron la foto por ¥1500 ($10).

Y así, el día pasó entre risas locas del pibe y una sonriente Makima hasta que la noche cayó.

...

Complejo de apartamentos, hogar de Aki Hayakawa, tarde en la noche.

-Bueh, creo que aquí nos separamos. – Dijo Denji con un gorro azul en la cabeza que había ganado en uno de los juegos.

-Al parecer. – Decía Makima estacionando su auto frente al hogar del pibe, a lado de ella estaba una bolsa llena de las cosas que había comprado en el parque junto con la foto que ella se tomó con Denji y el peluche de pulpo. – La pasé bien ¿y tú?

-... Erhg, m-me divertí. – Admitió Denji bajo su aliento haciendo que la pelirroja diera una risilla por aquello.

-Que chistoso eres, te cuesta admitir que la pasaste bien conmigo. – Reía Makima mientras se secaba una lagrima.

-De todas las cosas que quería hacer, pasarla con mi jefa era lo último que se me pasó por la mente. – Dijo Denji pero al ver la expresión afligida de la pelirroja, añadió rápidamente. – Pero eso no quita que fue un día agradable Makima... ehm, gracias de veras.

-... - Makima sonrió levemente mientras la luna daba a la ventana de su auto iluminando el ambiente de una forma interesante, eso hizo que Denji se quedara ciertamente anonadado por la imagen, ella apoyó su cabeza en el volante y le mostró una sonrisa totalmente sincera al chico. – Fue increíble hoy, jamás había hecho algo así de parecido antes... gracias Denji.

-... - Denji se quedó algo pasmado ante la sinceridad de Makima, no sabía que decir y ciertamente esto lo sacó fuera de base, no sabía que responder, solo se quedó como un pendejo y por alguna extraña razón sus orejas se calentaron. – E-Eghrm ¡c-claro! M-Mejor me-me voy, A-Aki está esperando así que- ¡CHAO!

Denji agarró sus cosas y estuvo a punto de abrir la puerta pero la mano de Makima lo sostuvo del hombro, él volteó y su corazón casi se le sale por la garganta al tener cara a cara a la pelirroja quien lo miraba con sus ojos penetrantes amarillos con espirales, el chico no sabía que decir y ciertamente podía sentir la respiración de la mujer y la fragancia dulce que emanaba de ella.

Además de que notó el sonrojo en las mejillas de Makima y sus ojos levemente dilatados.

- ¿Q-Qué-

Pero no terminó porque Makima lo besó en la comisura de los labios haciendo que la mente de Denji colapsase totalmente. Él balbuceó varias veces hasta que tomó sus cosas y salió del auto rápidamente para salir corriendo a su hogar dejando a una Makima quien sonrió por eso.

Ella sacó la foto que se había tomado con Denji y ella abrazó esta contra su pecho mientras sonreía de la forma más genuina posible.

Makima sentía mucha más curiosidad de explorar estas emociones raras que estaban surgiendo.

Solo necesitaba tiempo y tiempo si tenía.

"No puedo esperar a ver que más hay" Pensó Makima AKA El Demonio Control mientras añoraba eso que tanto estaba buscando y creía que por fin había encontrado pero que necesitaba estar segura.

Una conexión genuina con alguien.

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-Denjiiiiiiiiiiii~, ven siéntate, vamos a hablaaaaaaaaaaaaaar~. – Decía Muerte mientras palmeaba el asiento a lado suyo mientras miraba Denji (quien sudaba a cantaros al ver dicha escena) con una sonrisa linda y ojos cerrados, pero sus alas detrás de ella estaban abiertas totalmente y una oz fuertemente agarrada en su mano derecha que prometía dolor le esperaba.

"Sabía que esto pasaría, a veces odio mi suerte" Pensó Denji Hayakawa lamentándose de lo que le estaba pasando.

. . . .

FIN~.

DEJEN SU VOTO Y OPINIÓN~.

Pd: Esto resultó ser más largo de lo que pensaba, más de 8000 palabras para un capitulo de relleno o algo así, pero es que no podía evitarlo. Yo leí hace tiempo un fanfic de JaunexCinder donde estos jugaban a los carritos chocones y pensé "Que ridículo sería poner a Denji y Makima en las mismas", ahí se me prendió el foco y solo por los jajas, decidí hacer eso.

De todas formas espero que les gusto el capítulo y tal.

Imagen del día:

Sin más que decir, nos vemos~.

https://youtu.be/M5WZufte2YE

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