Cap 13: Ayakashis

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—Ya veo... Entonces eso fue lo que pasó... Eso fue por lo que pasaste —dijo Emma después de escuchar la historia de Izuku

[[[Y así llegamos aquí... El presente no tan brillante ahora cobra sentido]]]

Midoriya suspiró, recordar todo lo ocurrido estás semanas era tortuoso para él, pero debía hacerlo si quería poner a Emma en contexto con la situación

—A partir de ese día, me aísle de los demás habitantes. Por mucho que Kamui Woods me ordenará que fuera a quedarme en el lago junto a todos, no podía, tenía que cuidar a All Might —explico—. Aunque entiendo su preocupación, después de todo los Ayakashis son más abundantes lejos del pueblo

—Esos "Ayakashis"... ¿De dónde salieron? —pregunto Emma

—empezaron a aparecer después de los tres primeros días dentro del domo. Creo que es parte de su magia oscura, alimentada por las malas emociones de los demás habitantes... Y posiblemente mía también

—¿malas emociones? —indago ella

—los Ayakashis son espíritus consumidos por los malos sentimientos que los rodean, son como maldiciones con forma física. Y estando aquí encerrados junto a tantas personas asustadas, tristes y llenas de estrés...

—se vuelven más peligrosos —dedujo Emma rápidamente, recordando al Ayakashi con forma de rana gigante, y por el contrario, a los pequeños Ayakashis que se cruzó hace un rato cuando encontró a Izuku

—al principio no eran tan problemáticos, pero últimamente han aparecido Ayakashis más grandes. Si no encuentro la forma de sacarlos a todos de aquí, seremos consumidos por ellos...

El pecoso se revolvió los rizos, buscando algo bueno que decir. La niña frente a él le había pedido ayuda y no podía simplemente bombardearla de cosas negativas

—¿pero que hay de la espada? —cuestiono ella. Recordando lo que podía hacer aquella arma filosa según Midoriya, incluso ella había visto de lo que era capaz—. No puedes destruir el domo con la espada? O a-al menos abrir una grieta?

—n-no, no puedo... —respondio decaído— lo intente una vez, pero la magia del domo es capaz de repararse así misma... Suena obvio, fue creado para atrapar a All Might...

Emma frunció el ceño, hizo un par de muecas de disgusto mientras se rascaba la nuca pensando en alguna solución. Midoriya notó su actitud y pensó fugazmente como aliviar el ámbiente

—por ahora, lo único que e hecho es tratar de adentrarme en el bosque prohibido, donde comenzó todo. Pero está plagado de Ayakashis y es muy peligroso... Aunque, tú vienes de allí, no?

—si pero, no hay mucho que pueda decirte, sólo sé que hay un portal y del otro lado es una granja gigante de niños humanos, como ya te lo había dicho antes

—cielos, y además también tengo que pensar en cómo salvar a tus hermanos... —murmuro Midoriya—. Bueno, con eso podemos asegurar que de allí vinieron los malos. Después de todo Gilthunder se adentró en el bosque justo antes de empezar el ataque... Aún así, eso no responde el como voy a sacarlos de aquí

Ya frustrado, Izuku golpeó su propia rodilla

—Rayos, ¡desde que cargo con está espada no he hecho algo que realmente ayude! las personas no dejan de sonreír cuando me miran... Pero ¿por cuánto tiempo será así? —expreso con pesadez— ¿Cuanto tiempo podré mantener esas esperanzas en alto antes de que... A-antes de que...?

Emma se sintió mal por el peliverde, le había puesto otra carga encima, y ya de por sí el chico arrastraba con problemas grandes. Estaba siendo muy descarada, tenía que apoyarlo también

—hey, descuida, se nos ocurrirá algo —dijo con una sonrisa confiada. Izuku la miró—. Se qué debe ser duro, te entiendo, yo también cargué con las esperanzas de otros... Y terminé abandonandolos

La mirada de Izuku se tornó compasiva. Emma continuó hablando

—pero no quiero dejarlo así, ¡quiero enmendar mi error!... Pero no puedo hacerlo sola, por eso me apoyo de tí— observó el suelo por unos segundos, para después sonreír y mirar al peliverde— ¡apóyate en mí tú también!

Midoriya abrió los ojos de la impresión

—ahora que conozco la carga que llevas, no puedo hacer otra cosa más que cargarla contigo, haré lo que esté a mi alcance —miro en varias direcciones hasta que dió con un cucharón de madera, y lo tomó entre sus manos con decisión

—¡Empuñare una espada si es necesario! —exclamo, apuntando a Izuku con el cucharón, sus ojos eran pura determinación desbordante

Midoriya se vio contegiado por la actitud de la chica, incluso amenazó con derramar un par de lágrimas, pero no las dejó caer, no quería llorar frente a una niña, tenía que ser fuerte

—bien —hablo sonriendo, y sin saber porque, agarraro un tenedor y lo cruzó con el cucharón de la pelonaranjo. Formaron dos supuestas espadas cruzadas—. ¡Salvaremos a todos!

—¡De alguna manera!

—¡Sin importar qué!

—¡Así se habla! —exclamo, dando saltos de niña pequeña

Izuku río en una leve carcajada, hacia varios días que no podía hacerlo, una noche mientras atendía sus heridas All Might le dijo que debía sonreír, pero no sé creyó capaz de hacerlo, tal vez lo haría el día que volviera a ver a su madre

Pero sin embargo, allí estaba, riendo junto a aquella chica de cabello color otoño

—Espera —interrumpio Emma, cayendo en cuanta de algo importante. Miró toda la sala y después al techo—, entonces, ese héroe super poderoso... ¿Está en está casa?

—b-bueno... Si —admitio casi que susurrando. Se suponía que nadie debía saber eso—. Él está durmiendo en este... Oh, cierto!

Apresurado, el peliverde se levantó de su sitio y corrió hacia las escaleras

—debo ir a cambiar su vendaje y...

Estruendoso, resonó el cristal reventándose en el piso superior. Los ojos de Midoriya se dilataron y arrancó a subir las escaleras lo más rápido posible

Alarmada, Emma lo siguió sin importarle si era peligroso o no

Al subir, vio dos habitaciones, pero la única que llamó su atención era la que estaba iluminada, Midoriya estaba parado frente al marco de la puerta, parecía petrificado

Temblorosa, caminó hasta detenerse junto a Izuku. Miró la habitación, las paredes estaban rodeadas de grandes velones, sólo había una cama y sobre ella descansaba quien supuso y era All Might

Lo inquietante en aquella imagen frente a sus ojos, era esa figura negra parada frente a la cama

Ahogó un grito con sus manos, buscó a Midoriya con la mirada. El peliverde sólo observaba con miedo la escena, mientras que sus manos cautelosas se acercaban a desenvainar su espada

La figura era alta, muy alta, tanto que tenía que encorvarse para no rozar el techo, pero también era muy delgada, humanoide, difícil de distinguir por la oscuridad de la habitación. Emma ni siquiera quería activar su habilidad ocular para mirarla, los demonios ya de por si le causaban un desagradable hormigueo en el pecho, pero esa criatura extendía ese hormigueo por todo su cuerpo y la obligaba a temblar

La figura estaba estática, carecía de boca, pero daba la impresión de que un montón de voces susurrantes escapaban de ella y arañaban las paredes de la habitación de forma agobiante, como murmullos de auxilio

Las manos de Midoriya por fin rodearon la empuñadura de su espada. Al jalar de ella, se escuchó un sonido metálico

En un instante, la figura volteó a mirarlos

—¡Al suelo Emma! —ordeno el peliverde, antes de alzar el arma y lanzar una estocada al aire

Viento descontrolado azotó la habitación de forma inmediata, pero el impacto fue dirigido a la figura, que sólo observó. La pared que contenía la ventana rota salió disparada hacia afuera, pedazos de madera destrozada, cera de vela y piedra demolida volaron por los aires hasta caer pesadamente contra el suelo fuera de la casa

Una pequeña columna de polvo impregnó la habitación. Emma abrió los ojos preocupada y miró en todas direcciones usando la capa para despejar el polvo

—¡Izuku! —llamo al chico, mientras que el polvo se desvanecía para darle paso a una habitación hecha un desastre, la pared al fondo había desaparecido, dejando ver la oscuridad del bosque que rodeaba la casa

—e-estoy aquí

Emma lo busco con la vista, encontrándolo aún costado de la cama donde reposaba un alterado All Might

—J-joven Midoriya, ¿q-qué está pa...? —un ataque de tos impidió que terminara su oración, aún así Izuku pudo responderle

—habia un Ayakashi dentro de la habitación... —hablo mientras sacudía los pequeños trozos de madera que alcanzaron a caer sobre la cama. Menos mal que había tomado la decisión de alejar la cama de la ventana por cuestiones de seguridad

—¿Un Ayakashi? ¿C-como? —cuestiono el  rubio, tratando de tomar asiento sobre la cama

Emma lo miraba desde el suelo, al parecer no se había percatado de su presencia

—«asi que... Él es el símbolo de la Paz» —penso mientras lo detallaba con la vista. Izuku le había descrito su verdadero aspecto, pero no pensó que fuera tan... Grave

—A-al parecer entró rompiendo la ventana —respondio Izuku la pregunta de All Might—. «Incluso rompió la barricada»

Intrigado, se acercó al enorme agujero que dejó en la pared. Miró hacia afuera por curiosidad, y quedó paralizado

Los trozos de las velas que aún seguían encendidas iluminaban la penumbra del exterior, lo suficiente como para distinguir al Ayakashi aún de pie, mirándo fijamente la habitación por la que salió volando. Su mirada se cruzó con la de Izuku

—«no desapareció, ¿¡acaso soportó el ataque!?» —analizo Midoriya, aterrado ante la idea de que el Ayakashi logrará resistirse al filo de la espada de All Might

Quedó en trance por unos segundos, hasta que reaccionó volteando a mirar a Emma

—Emma, llevá a All Might a la otra habitación

—eh? —balbuceo ella, volteando a mirar al héroe, que también la miraba

—joven, ¿quién es él? —cuestiono el rubio con los ojos abiertos como platos, intercambiando miradas con el niño desconocido

—¿"Él"? —repitio Emma, frunciendo el ceño— n-no importa, rápido hay que movernos de aquí ¿Puedes ponerte de pié?

—yo... Sí, claro —respondio el adulto algo inseguro. Volteó hacia Midoriya, esperando una respuesta

—s-se lo contaré después, lo prometo, pero por ahora vaya con ella, hasta que sea seguro

—¿"Ella"? —repitio, enarcando una ceja, sus mechones rubios se tensaron por unos segundos

Sin perder más tiempo, Izuku tomó una vela de la mesa y se las arregló para bajar por el agujero en la pared, hasta tocar el suelo del exterior

El Ayakashi seguía en su sitio, susurrando cosas inentendibles, y sin despegar la mirada de Midoriya

El peliverde observó al Ayakashi, su figura oscura se mezclaba con la penumbra de los alrededores, apenas iluminada por las pequeñas llamas de las velas en el suelo, que ya empezaban a quemar el césped

—«los Ayakashis se vuelven más pequeños cuanto más daño reciben, hasta el punto de desaparecer» —penso, esa era una de las características que había descubierto por experiencia— «por lo general, la espada de All Might los reduce a la nada con un solo ataque, pero este en especial logró soportarlo ¡Y su forma física apenas y se redujo»

Dudoso, se mantuvo quieto pensando cómo actuar. Hasta que levantó su espada y asumió una pose de combate

—«tal vez... ¡Un aluvión de ataques sea suficiente!

Decidido, se preparó para correr contra el Ayakashi

Sin embargo, fue el Ayakashi quién dió el primer paso

—eh?

Pasos lentos y vacilantes, el ente maligno camino hacia el peliverde. Sutilmente, la luz cálida de las llamas iluminó su oscura figura

Midoriya sintió su rostro pálidecer del miedo y el aire abandonar sus pulmones

—yO EsToY aQuI —hablo por primera vez, con palabras distorsionadas

Deformada y retorcida; la silueta del Ayakashi imitaba la imponente figura de All Might

[[[La imagen del héroe, se distorsiona con los colores del mal encarnado]]]

F
I
CONTINUARÁ

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