Cap 3: Campo de gracia

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Seis en punto, marco el reloj, La campana no se hizo esperar, propagandose por toda habitación y pasillo de la mansión, que ya empezaba a ser iluminada por la tenue luz solar

Mis párpados se abrieron, sintiendo mi abastecimiento de energía al tope después de una noche de sueño perfecto. Pataleé eufórica para deshacerme de las sábanas, me incorporé estirando los brazos y con alegría grité

-¡a levantarse todo el mundo!-

Mis compañeros de habitación correspondieron el llamado de distintas formas; algunos se levantaron animados, otros bostezaban aún somnolientos y varios parecían estar siendo retenidos por la comodidad de sus camas. Fuera de la habitación ya se escuchaban murmullos y risas alegres

-¡vamos el desayuno los llama!-exclamé con la intención de animar a los dormilones a levantarse

la puerta se abrió, dejando aún más audible el ruido de afuera. Sonreí al ver su cabellera verde y lentes redondos

-¡Buenos días Gilda!-

-Buenos días Emma-respondió, sonriendo al verme. Ya vestía el uniforme blanco, supuse que se había levantado antes-Don nos está esperando en el comedor-

-¡enseguida vamos!-le dije mientras ayudaba a mis hermanos infantes a alistarse, amarrandoles las trenzas de los zapatos y abotonando sus camisas

-¿no piensas cambiarte de ropa?-cuestionó la peliverde al notar que pretendía salir en pijama

-dame un momento-

Caminé rápidamente hacia el armario y observé mi silueta en el espejo, la misma de siempre; alborotada melena naranja como el sol, poco femenina debido a lo corta que era y con ese largo mechón que siempre está erguido. Grandes ojos verdes y cuerpo de baja estatura, ah si seguía así de enana Don jamás dejaría de burlarse

Deje mi aspecto de lado y abrí de una vez el armario, dando por fin con mi uniformes blanco


Al salir me encontré con más de mis hermanos y hermanas, tan temprano y ya estaban correteando por ahí. Tuve que recordarles que tenían que ir a desayunar

-bien, llegamos a tiempo-

Cuando llegamos al comedor noté que ya estaban casi todos, conversando animadamente mientras ayudaban a preparar la mesa.

Todos niños y niñas, de diferentes personalidades, edades e incluso etnia. Pese a todo eso, yo los quería como si fueran mi familia

-¡eh, chicas!-me giré encontrandome con Don, el chico más alto de la casa. En sus brazos cargaba a una pequeña sonriente de cabellera rubia peinada en coletas que abrazaba a un adorable conejo de peluche

-¡buenos días Don, Conny!-saludé animada, acercándose a ambos, siendo seguida por Gilda

-¡dígame estimado chef Don! ¿que comeremos esta mañana?-pregunté curiosa y divertida, colocando una mano en mi oreja para escuchar la respuesta del moreno

-curry de mamá-respondió, dejando en el suelo a la pequeña Conny, que corrió a reunirse con otras niñas

-¿eh? ¿de nuevo? No friegues, ya comimos eso ayer...-

-¿y que tiene? Es lo mejor de todo el menú. Tienes que comer lo que te pongan, ya no tienes 5 años-

-¡eso ya lo sé, tengo 12 al igual que Gilda y tú!-chillé molesta, logrando hacer sonreír a Don con burla-¡tú no puedes decir nada!, apuesto que fuiste a decirle a mamá que querías comer curry para no comer otra cosa¡-

-¿qué dijiste? Estas muy lejos-con tono burlón, Don se irguió frente a mí, mostrando una diferencia de altura considerable. Noté que Gilda negaba con la cabeza

-¿ah sí?-baje la mirada, dejando que mi cabello ensombresiera mi rostro, dándome un aire intimidante-¡te voy a morder los tobillos!-me lancé al suelo, con toda la intención de cumplir lo dicho

-¡no ESPERA!-

Antes de que mis extremidades tocarán el suelo, fuí agarrada y alzada por mi camisa, quedando colgada en el aire

-oh, h-hola mamá-salude nerviosa al reconocer el dulce rostro de Mamá. Alta, de ojos violáceos y cabello azabache

-buenos días Emma-respondió risueña la adulta, manteniéndome colgada de su mano sin problema alguno. Miró a Gilda y a Don, dedicándoles una sonrisa acompañado de un "buenos días"-¿porque razón discuten?-

-¡Don es malo!-me queje señalando al culpable de mi enojo, mientras colgaba de la mano de mamá-se burla de mí porque es más alto que yo pese a que tenemos la misma edad-

Mamá buscó al hijo de un ladrillo con la mirada, notando como este canturreaba inocente mientras terminaba de preparar los platos. Volvió a mirarme, dejándome en el suelo

-no le hagas caso-apretó dulcemente mis mejillas, acto que siempre hacía para reconfortarme

-pero, se supone que crecer es bueno-Alce mi mano colocándola de forma horizontal, simulando a alguien alto. quería dar a entender mi punto-¿y sí me quedo chiquita para siempre?-

Mamá negó con la cabeza

-no importa si eres alta o baja, todos te querrán por cómo eres aquí-señaló mí pecho, más específicamente mí corazón, luego señaló mí cabeza-lo que importa es que sigas creciendo acá. Los inteligentes siempre consiguen grandes logros-

Analice las palabras de mamá y pensé en cómo ella nos quería a todos y a cada uno de nosotros, sin importar nuestro aspecto o personalidad

Entonces sonreí, agradeciendo sus palabras

Luego de un rato, el comedor quedó repleto de niños hambrientos. Mamá, como todo los días, se encargó de servir el desayuno

-¡gracias por la comida!-exclamaron todos. Mí vista viajó a cada rincón de la mesa, observando los rostros de todos los que probaban la comida

-¡está delicioso!-dijo el pequeño Phil sentado a mí lado, con la boca embarrada de comida

Tomé una servilleta y le limpie la boca, me sentí feliz de ver sonreír a más de uno por la deliciosa comida, incluyendo a mamá. Sin más, tomé los cubiertos y me dispuse a comer

Así empezaba el día para mi; Emma, una de los 38 niños de Grace field, un orfanato en medio de un gran claro

[[[Un día normal, lleno de las pequeñas cosas de la vida]]]


Había crecido aquí, felizmente rodeada de mis hermanos y hermanas, de sus habilidades mágicas, del cariño de mamá, de comida gourmet, de uniformes blancos como la nieve

Y de la letanía de los exámenes que hacían de sustituto para la escuela convencional

-Gilda, Emma y Don...- llamó Mamá, después de que los exámenes terminarán-¡ustedes obtuvieron las tres puntuaciones más altas, felicidades!-

-¡Yaay!-exclamé siendo mimada por la adulta. En realidad no me importaban mucho los exámenes, mamá siempre me alababa por mi rendimiento

-otra vez siendo la sombra de Emma, Eh Don?-comentó maliciosamente Nat, el chico pelirrojo con cabello en forma de tazón

-pues no veo que tu puntaje este entre los tres más altos-contraataco el moreno

-cielos que opresor-bufó Nat frustrado, cruzándose de brazos y desviando la mirada

-hey no se peleen-aparecí en medio ambos, los rodee con mis brazos(por el torso en el caso de Don) y empecé a guiarlos a afuera-¡vallamos a jugar!-

Después de los exámenes, se nos permite ir a jugar en el vasto campo que rodea la mansión. Donde podemos correr todo lo que queramos y usar nuestras habilidades magicas en un ambiente tranquilo y familiar

-¡juguemos al lobo lobito!-propuse emocionada, haciendo estiramientos

-¡Bién!-Don aceptó de inmediato-!yo seré el lobo! Los casaré y LOS DEVORARE-

-se está volviendo salvaje-susurró Thomas al lado de Lenny, los traviesos de 5 años

-¡Conny será mi ayudante! ¿Verdad Conny?-

-¡sip!-respondió la pequeña, abrazando a su conejo de peluche, Bernie, colocándose al lado de Don

-Okey, entonces ¡empecemos!-exclamó ansioso por iniciar con el juego. A pesar de ser mayor, Don siempre era el más emocionado a la hora de jugar

Todos se reunieron, para iniciar con el cántico del "lobo lobito". Yo hice lo mismo, Gilda me miró e hizo un guiño

Entendí el mensaje

-♪juguemos en el bosque mientras el lobo no está, y si se aparece a todos atrapara ¿lobo lobito, ahí estás?♪-cantaron los niños, esperando la respuesta de Don, que se había escondido detrás de los arbustos

-¡aquí estoy!-dijo saltando de los arbustos con los brazos arriba, pero no era Don

-¿Conny?-preguntaron todos al unisono, confundidos por no ver a la persona que esperaban. Sin que se dieran cuenta, un moreno de cabello castaño se acercaba a ellos con cautela

-¡detrás de ustedes!-

Mientras tanto

Gilda y yo corríamos a través del bosque, esquivando árboles y saltando obstáculos en el suelo, todo con la intención de alejarnos lo más posible de Don para disminuir las posibilidades de ser atrapadas

El extenso bosque que rodeaba por todo los lados a la casa, era el bosque en el que todos habíamos crecido jugando, lo conocíamos al derecho y al revés y del revés al derecho

Pese a todo ese follaje de libertad expansivo, teníamos prohibido ir a dos lugares; la puerta que conduce al exterior y más allá de la valla que hace de límite para el bosque. Se nos tenía prohibido salir al exterior, según los libros ahí bestias salvajes por allí merodeando

Todos conocían esas reglas, a nadie se les ocurría cuestionarlas. O bueno a a excepción de...

-oye Emma-

Gilda me saco de mis pensamientos, llevábamos un rato corriendo y al llegar nos quedamos observando la valla del límite del bosque. Siempre que venía aquí me preguntaba si el exterior era como lo decían los libros, si así era, cuando saliera lo primero que haría sería subirme a una jirafa

-¿crees que nuestros hermanos que ya han partido se acuerden de nosotros?-preguntó Gilda, dejando de mirar a la valla-no hemos recibido ni siquiera una carta de ninguno de ellos ¡ya quiero salir al exterior y ver otro tipo de ropa! ya me aburrí de este monótono uniforme-chilló haciendo un puchero

Dejé escapar una risita. Gilda era una chica muy tranquila y un poco introvertida, pero conmigo dejaba ver un lado más abierto y expresivo. Pese a que quería a toda mi familia por igual, Gilda era mi hermana más cercana y confiable, me agrada pensar que ella piensa lo mismo de mí

-¡Don se está acercando!-avisó mirando en dirección al bosque detrás de nosotras

Busqué con la vista en la misma dirección, pero no ví ni escuche nada, tampoco sentí la presencia de alguien más. Confundida, volví hacia mi amiga de lentes redondos, comprendí lo que pasaba al ver sus ojos grises; parecían un par de botones, de esos que usan los peluches como ojos

-(Gilda esta usando su magia)-La magia de la peliverde le permite controlar los seres inanimados que ella misma creá (ósea con tela e hilo, como el conejo de Conny por ejemplo) ¡incluso podía ver a través de ellos!

-¡vamos por acá!-ordene después de elegir en que dirección correr, Gilda echó un último vistazo antes de desactivar su magia y empezar a seguirme

Aunque aún no despertaba mi magia, había desarrollado una gran habilidad atlética y una gran capacidad para aprender, o al menos eso decía mamá, que tampoco tenía habilidad mágica. Pero si de algo estaba segura, era que podía moverme por el escenario con la agilidad de un gato, o una gacela...o una ardilla

-¡las encontré!-

-¡Rápido Gilda!-salté un desnivel, corrí a toda velocidad hasta brincar hacia un tronco, usándolo como apoyo para saltar a una rama alta y balancearme hacia adelante, aterrizando limpiamente en el césped

Me giré a ver si la peliverde de anteojos me estaba siguiendo, pero terminé sorprendida al ver que la había dejado muy atrás

-tal vez exagere con mi velocidad-pensé en voz alta mientras alzaba la vista, acariciando mi nuca, observando el cielo alto y azul a través de los árboles. En eso se me ocurrió una idea

Flexioné las rodillas y dí un salto, logrando sostenerme de la rama de un árbol. Me terminé de subir y seguí trepando un poco más, dejando que las hojas del árbol ocultaran mi presencia

Todo lo que tenía que hacer era quedarme aquí escondida

Escuche pequeñas pisadas, mire alrededor y noté que se trataba de Conny ocultándose detrás de una piedra. No traía al pequeño Bernie en sus brazos, lo cual me hizo pensar que quería evitar que Gilda la ubicará

Y hablando de ella, escuche más pisadas, solo que estás iban a un ritmo más acelerado. A lo lejos pude ver a Gilda corriendo en zigzag por los árboles con Don pisándole los talones

Don no tenía mágia alguna. En su lugar, presentaba un sistema nervioso e inmunológico bastante anormal ¡nunca se enfermaba! ¡ni siquiera un resfriado! Y aveces ni siquiera parecía sufrir cansancio

-¡vamos a atraparte Gilda!-exclamó Don estirando la mano para atrapar a la mencionada

Dijo vamos? Se refiere a Conny pero ella... claro, una emboscada

Respete la idea de simplemente quedarme quieta y dejar que Don y Conny atraparan a Gilda, evitando ser descubierta. Pero reafirme mi autoridad ayudando a Gilda de todos modos

Usando mis piernas como soporte, me colgué de cabeza estirando los brazos, justo cuando Gilda pasó logré agarrarla de los hombros y con un poco de esfuerzo por parte de ambas, pude subirla al una de las ramas bajas

-eso estuvo cerca-comente mientras inspeccionaba los alrededores, Gilda estaba recostada del tronco recuperando el aliento.

-gracias por salvarme-

-ahora debemos pensar en cómo...-mis palabras quedaron allí, al sentir como la rama donde estábamos ubicadas se rompía. La razón? Don se había colgado de ella y jaló hacia abajo, quebrando la rama, logrando que cayeramos del árbol

-las atrapé-dijo Don orgulloso, ignorando el hecho de que estábamos tumbadas en el césped una sobre la otra y con los ojos en blanco, aturdidas por la caída

-¿Están bien?-preguntó Conny, preocupada por el estado de ambas.

-están bien Conny, no cayeron de tan alto-se apresuró a decir Don, evitando que la menor se sintiera culpable ¡mentiroso!

-además, ellas eran las últimas-

-¡quiere decir que ganamos!-

-¡exacto! Vayamos a avisarle a los demás- Conny se adelantó y Don se acercó a nosotras sólo para pedir disculpas, después se fue detrás de Conny

-m-mi espalda-dije en un chillido agudo

-mi ca-cabeza-artículo Gilda, tumbada encima de mí y con los anteojos descolocados. Las dos nos levantamos, acariciando los lugares adoloridos de nuestros cuerpos

-ese Don, no sabe jugar sin ser tan brusco-señalo Gilda con el ceño fruncido, mientras se acomodaba los lentes

Me incorpore, mire a la nada por un rato y repentinamente estalle en carcajadas al ver la cabellera de Gilda totalmente alborotada, logrando sacarle un suspiro

-ven, vallamos a limpiarnos-se terminó de levantar, sacudiendo la tierra de su ropa blanca que de seguro tendría que cambiar. Yo hice lo mismo-¿no te duele nada?-

-solo un poco la espalda-respondí, acariciando dicha zona inconscientemente-eres pesada-

Reí inocentemente, sin saber que el comentario hizo que a Gilda le creciera una vena en la frente

-_-_-_-_-

Caminaba por los pasillos de la mansión, después de haberme cambiado de uniforme. Por suerte mamá no nos reprendió, es más hasta nos dió un cambio de ropa recién lavado

Me detuve a observar a través de la ventana. Logre ver a Anna cantándo con su mágica voz, mientras que los niños Jemina, Chris y Sherry danzaban a su alrededor. Reí un poco al ver a Chris bailando alocadamente sin seguir el ritmo del cántico

Gilda estaba haciendo un desfile con varios de sus peluches, algunos eran ángeles que volaban y otros eran animalitos que iban a la par mientras que Thomas y Lanny tocaban el tambor y la trompeta sin ton ni son

El resto de los niños estaban jugando con Don, correteando por el campo. Don calló al suelo y los demás se abalanzaron sobre él, entre ellos estaba Conny

Sonreí algo triste al verla, hoy sería su último día en la mansión. Antes de cumplir los 14 años, un niño era adoptado por un adulto, según mamá, eran parejas de nobles las que mayormente venían

Conny ya tiene 6 años, hoy al atardecer vendría una familia a buscarla. Por eso Don estaba pasando el día con ella, para asegurarse de que pasara en grande su último día con sus hermanos de Grace field

Yo le entendía, también tuve que despedirme de dos personas importantes

Sin más, salí a unirme al juego. Por mero capricho embestí a Don para que cayera al césped, no lo odiaba, simplemente así era nuestra relación. Además, no es como si fuera a lastimarse

-_-_-_-_-


-¡oye Conny, estás lista!-pregunté, entrando a la habitación acompañada de Gilda. Adentro estaba Anna, sosteniendo al pequeño Bernie

-no estoy segura, mi ropa....-Conny vestía un chaleco y falda color crema, por encima un abrigo azul, un sombrero de ala corta y de calzado unas zapatillas café. Era imposible negar que se veía adorable

-¡te queda perfectamente!-exclamé sin poder evitarlo, esa era la vestimenta que usaban aquellos que se iban de la casa

-me alegro-respondió sonriente, Anna se acercó a ella y le entregó al pequeño Bernie-aunque este muy lejos junto con otras personas, jamás los olvidaré-

Me sorprendí un poco por la seguridad de sus palabras, hace unos momentos estaba nerviosa

-¡estare bien! Después de todo, tengo al pequeño Bernie conmigo-aseguró, abrazando al dichoso conejo de peluche-sabes, el pequeño Bernie es único, sólo existe uno cómo él en todo el mundo-

Recordé cuando Gilda creó a Bernie para Conny en su último cumpleaños. En realidad era un regalo de mamá, pero los niños lo rompieron por accidente y Gilda tuvo que repararlo

-se que no soy tan brillante o inteligente cómo ustedes-la miré algo preocupada porque tuviera ese pensamiento-pero, ¡seguiré dando lo mejor de mí para ser cómo mamá! Y así, yo nunca voy a separar de mí lado a mis hijos-

Me acerqué a ella conmovida por sus palabras y la abracé, Gilda y Anna hicieron lo mismo. Nos quedamos así por un rato, hasta que mamá nos llamó para cenar

Ninguno de nosotros sabe algo de nuestros verdaderos padres, de donde venimos o donde nacimos. Por eso la idea de encontrar una familia en la cual instalarse, salir y ver lo que hay más allá de esa puerta, suena muy emocionante

Pero aún así

«adiós Emma»

«gracias por todo, Emma»

Decir adiós cada vez que uno de nosotros se vá, siempre nos deja tristes

Tengo 12 años, aveces me intriga el hecho de que podría ser yo la siguiente en salir por esa puerta

-_-_-_-_-


Después de una triste despedida, mamá se llevó Conny a la puerta que lleva al exterior, atravesando la oscuridad de la noche con una lámpara. Ya era tarde así que decidimos enviar a los niños a dormir

Don se veía decaído, incluso parecía que iba a llorar. Le pregunté si estaba bien y en respuesta sonrió melancólico, diciendo que debía estar feliz por que Conny encontró una familia

Ya todos estaban en sus cuartos, solo se oían murmullos y risitas. Baje en silencio a la cocina por agua y enorme fue mi sorpresa cuando ví al pequeño Bernie sobre una de las mesas

-¡no puede ser, Conny que descuida!-exclamé con las manos revolviendo mi cabello. ¡Como se le pudo olvidar! Después de casi hacerme llorar con ese emotivo discurso sobre lo importante que era ese conejo de peluche para ella

-Emma se puede saber porque tanto alboroto-me gire, encontrandome a Gilda con el ceño fruncido-ahí personas que no quieren dormir sabés? Estoy intentando que...-no la dejé terminar, le mostré enseguida el motivo de mi reacción

-¿el pequeño Bernie?...¡el pequeño Bernie!-exclamó dándose cuenta del problema

-en que andan ust...¡el pequeño Bernie!-Don y Anna aparecieron por el umbral de la puerta, siendo el moreno el primero en notar al conejo

no puede ser-expresó Anna preocupada-se fue sin el pequeño Bernie, Cuando se de cuenta que lo olvidó...-

-bueno, hace un momento estaba en el baño y desde la ventana pude ver varias luces encendidas en la puerta que va al exterior-los tres miramos a Gilda al escucharla decir eso-mamá aún no a vuelto, así que ahí posibilidad de que Conny aún no se haiga ido-

-si es así, ¡entonces nosotros se lo llevaremos!-propuso Don determinado, yo iba a apoyar su idea pero Anna habló

-pero, tenemos prohibido acercarnos a la puerta-

Don se desánimo al escucharla, no era la intención de Anna hacer eso, solo quería evitar que nos metieramos en problemas

El silencio nos invadió por un par de segundos, cuando de repente se me ocurrió una fantástica idea

-y ¿porqué no dejamos que el pequeño Bernie vaya por su propia cuenta?-

Anna y Don me observaron sin entender, sonaba bastante obvio pero mi manera de decirlo no fue la más clara

-¡tienes razón Emma!-Y allí es donde entra Gilda

-será complicado por la distancia, pero puedo hacer que Bernie caminé por si solo hasta la puerta-

-y técnicamente no estamos violando las reglas ¡fantastico!-Don recuperó los ánimos con esa idea y sin esperar más, me arrebato de las manos a Bernie y se lo entregó a la peliverde-¡vamos! Has tu magia Gilda, no tenemos tiempo-

-vale, pero la puerta está...-Anna iba a decir algo, pero Don se adelantó y saco de su bolsillo una horquilla

-lo tengo cubierto-dijo con un pulgar en alto-leí una historia en la que explican como el protagonista abrió una puerta con una de estas. Hé practicado un poco y no es tan difícil-

La rubia relajó sus facciones y solo asintió, mencionó que Gilda necesitaría estar relajada para poder usar su magia correctamente, así que se ofreció a cantar una melodía relajante

Después de que Don abriera la puerta, dejamos al pequeño Bernie afuera y luego volvimos a cerrarla. Corrimos a reunirnos en mí habitación, no tendríamos problemas con mis compañeros de cuarto ya que los dejamos durmiendo en otra habitación. Anna empezó a cantar y dejamos que Gilda hiciera el resto

Las pupilas de mi hermana peliverde se volvieron botones. Mientras hacía lo suyo, describía lo que veía el pequeño Bernie; se alejó de la mansión, atravesó el enorme campo de césped y cuando llegó a la puerta está se encontraba abierta

-¿ves a Conny o a mamá?-preguntó Don

-Sshh no la desconcentres-

-Lo siento-

-veo una carreta...o eso parece-habló Gilda de repente-no veo a nadie, ni a Conny ni a mamá, está algo oscuro-

Una vez, de pequeña. Decidí acercarme a la puerta. El lugar lucía abandonado, como si nadie lo visitará en siglos

-pues deja a Bernie en la carreta, de seguro lo encontrará allí-fue mi idea

Gilda asintió, aceptando la idea. Solo tenía que dejarlo y desactivar su magia

Algo raro pasó, Gilda dió un brinco que le hizo caer de la cama. Nos acercamos a ella rápidamente, temblaba y respiraba de manera descontrolada, sus ojos estaban dilatados, estaba en shock

-Gilda ¿estas bien? ¡Gilda!-Don la levantó del suelo, agitó su cuerpo tratando de hacer que volviera en sí

-Co-Conny-fue lo único que dijo.

-¿que pasó con ella?-cuestionó Don, los ojos de Gilda se volvieron cristalinos y lágrimas empezaron a brotar de ellos

-Conny, ella...e-e-ella-su voz se quebró, Don la agitó de nuevo, yo tuve que empujarlo para que se detuviera. Al hacerlo Gilda estalló en un llanto desgarrador

Don se mantuvo quieto por unos segundos, mientras que yo y Anna tratabamos de calmar a Gilda

-¡voy a salir!-escuche de Don, y antes de que pudiera decir algo él ya había abandonado la habitación

¿que demonios estaba pasando?

-ve detrás de él, yo me quedaré con Gilda-dijo Anna, abrazando a la mencionada que lloraba en su hombro mientras calmaba a la peliverde con su mágica voz

Asentí y fui a buscar a Don. Me encontré con Nat y otros niños despiertos, seguramente por el llanto de Gilda. No me quedó de otra que mentir diciendo que ella había tenido una pesadilla y pedirle a Nat que los enviará a dormir

Cerré la puerta de mi habitación y me escabulli hasta llegar a la puerta de la mansión, estaba entre abierta así que sólo salí y la dejé de la misma forma

Pude ver a Don corriendo en dirección a la puerta, no lo llamé para detenerlo ya que también quería ir a ver qué pasó con Conny

Simplemente lo seguí

-_-_-_-_-

Miedo, ira, tristeza, desesperación, sentimientos encontrados que se desbordaban por mis ojos en forma de lágrimas

[[[La realidad con frecuencia suele ser decepcionante]]]

Mis piernas colapsaron y caí de rodillas al césped frió y húmedo por el rocío de la noche. Don se detuvo, estábamos de regreso, a un par de pasos de llegar a la casa

-Emma levante-me pidió Don, estaba en el mismo estado que yo, pero mi cuerpo no podía reaccionar de manera correcta

-esa, n-no era Conny verdad?-

Imágenes y palabras dolorosas invadieron mi mente, como si mi cabeza me obligará a aceptar la verdad de las cosas

«ella luce tan apetitosa»

Conny no iba a ser adoptada

«claro, después de todo la carne humana es la mejor»

Nosotros no éramos huérfanos

«esta granja es superior a cualquier otra»

Esto no era un orfanato

«entendido, dejenmelo a mí»

Mamá no era la mujer cariñosa que yo conocía. No podía sacarme de la mente su sonrisa torcida y esos ojos rojos rodeados de negro que miraban con deseo el cuerpo inmóvil de Conny

Don no me respondió, al parecer él también quería créer que nada de esto era verdad. Pero a la final, con un rostro al borde del llanto, asintió

Y yo no pude más, dejé escapar un gritó desgarrador, que fue devorado por la brisa fuerte del viento

Entramos a la casa y subimos de vuelta a mi habitación. Al llegar Gilda estaba dormida en el regazo de Anna, que dejó de cantar al vernos

-al fin volvieron, ya empiezaba a preocuparme...-no intentamos ocultar nuestras lágrimas ni nuestros rostros devastados, Anna los noto enseguida-¿paso algo malo?-

Sentí mi corazón siendo aplastado y otra vez quería llorar. Como podía decirle...

Que al pasar por esa puerta gigante, no éramos nada más que comida para demonios

Esto es Grace field, una granja

Yo...

nosotros...

somos ganado...

Somos comida

F
I
CONTINUARÁ

Y así es como introduzco a Emma en la historia. De seguro te preguntarás; ¿que demonios tiene que ver esto con el cap anterior? Pues ya lo verás querido lector...Ya lo verás

*Ni Ray ni Norman aparecieron, pero eso no significa que no aparezcan más adelante ;)




Pregunta random:

¿que disfrutan más en este tipo de historias? Yo disfruto la acción, las peleas, de preferencia bien redactadas

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