Capítulo V : La Delgada Brecha

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Ya han pasado algunos días desde que Lincoln se mudó a Great Lake City, desgraciadamente hasta el momento, llevaba varias entrevistas de trabajo sin éxito. A pesar de su optimismo inicial, los rechazos habían comenzado a minar su confianza. Se sentía frustrado y preocupado por su futuro en la ciudad.

Una tarde, después de otra entrevista de trabajo fallida, Lincoln regresó a su departamento, desanimado. Se dejó caer en el sofá, preguntándose si alguna vez encontraría el empleo adecuado. Estaba claro que su carrera de Diseño y Animación no era muy solicitada, y la competencia era feroz.

Reviso su cartera solo para notar que tan solo le quedaban unos pocos ahorros. La preocupación se apoderó de él mientras pensaba en sus gastos y en cómo seguir adelante si no conseguía trabajo pronto. Si bien, los Casa grandes le ayudaban con el tema de la renta, él no quería depender completamente de su generosidad y quería ser independiente.

No quería hacerlo, pero al ver su situación económica actual, no le quedaba otra opción. Tendría que pedirles prestado dinero a sus hermanas.

Sin más remedio, decidió tomar su teléfono y llamar a Lori, realmente no sabía si estaba dispuesta a prestarle el dinero gracias al bebé que tenía en camino, pero necesitaba intentarlo. Lori era la hermana mayor y tenía un trabajo estable, por lo que era su mejor opción en ese momento.

Lori respondió la llamada después de unas pocas señales, y Lincoln pudo escuchar su voz al otro lado de la línea.


— Hola, Lori. ¿Cómo estás?

— ¡Lincoln! ¡Hola! Estoy bien, gracias. ¿Y tú? ¿Cómo te va en Great Lake City?


Lincoln sintió que no podía ocultar la realidad, así que decidió ser sincero.


— Lori, necesito hablar contigo sobre algo importante. Estoy teniendo dificultades para encontrar trabajo aquí, y mis ahorros se están agotando. No sé qué hacer, y estoy considerando pedirte prestado algo de dinero.


Hubo un breve silencio al otro lado de la línea antes de que Lori respondiera con calma.


— Lincoln, lamento escuchar eso. Pero desgraciadamente Bobby y yo estamos experimentando algunos gastos adicionales debido al bebé en camino, y no estamos en la mejor posición financiera en este momento.


Lincoln entendió la situación de Lori y apreció su sinceridad.


— Lo entiendo, Lori. No te preocupes por eso. Sé que tienes tus propias responsabilidades y no quiero añadirte más presión. Tal vez encuentre una solución de otro modo.


Lori respondió con comprensión y cariño.


— Gracias por entenderlo, Lincoln. Pero no te preocupes, estoy segura de que pronto encontraras trabajo. Eres un chico talentoso y perseverante, y las cosas mejorarán para ti.

— Gracias, Lori. Perdona si te moleste.


Lori respondió con calidez.


— No me has molestado en absoluto, Lincoln. Y no te preocupes, Bobby quiere visitar a su familia la próxima semana, asi que aprovecharé ese tiempo para hablar con él sobre la posibilidad de prestarte algo de dinero. No prometo nada, pero haremos lo posible para ayudarte en lo que podamos.


Lincoln sintió un gran alivio al escuchar las palabras de Lori.


— Gracias, Lori. Significaría mucho para mí. Estoy decidido a hacerlo por mi cuenta, pero esta situación me ha dejado en una posición complicada.

— Entiendo, Lincoln. No estás solo en esto. Estamos aquí para apoyarte, y juntos encontraremos una solución. Mantente positivo y sigue buscando oportunidades — comentó la mayor.


Después de la llamada con Lori, Lincoln comenzó a llamar al resto de sus hermanas mayores, pero la situación con todas era más o menos la misma. Estaban felices de escuchar de él y preocupadas por su situación, pero también tenían sus propias responsabilidades y gastos que atender. Ninguna de ellas estaba en posición de prestarle dinero en ese momento.

A pesar de las respuestas, Lincoln apreciaba la preocupación y el apoyo de sus hermanas. Sabía que estaban dispuestas a ayudar de cualquier manera que pudieran, incluso si eso significaba ofrecer consejos o buscar oportunidades de empleo para él.

Con cada rechazo y cada llamada telefónica, la ansiedad de Lincoln aumentaba. Se sentía atrapado en una situación difícil y no sabía cómo resolverla. No quería preocupar a sus padres, así que llamo a su última opción. su hermana menor Lola.

Desde que era más pequeña, ella siempre ganaba los concursos de belleza y varios de los premios siempre eran una suma considerable de dinero. Por lo que ella tenía prácticamente tenía prácticamente cubiertos sus gastos para cuando entrara a la universidad o para cualquier otro plan que tuviera en mente. Era conocida en la familia por su habilidad para ahorrar y administrar su dinero de manera eficiente.

Así que tomo el teléfono y espero ansiosamente que su hermana le respondiera.

Por su parte, en la casa Loud, la pequeña Lily huía de la furia de Lola, quien la perseguía para quitarle una de sus muñecas que había tomado sin permiso. Rápidamente la menor entro en su habitación y se encerró.


— ¡Lily! Sabes que solo hay una regla en esta casa. ¡No toque mi colección de muñecas! —gritó Lola desde afuera de la habitación de su hermana menor.

— ¡No es justo ¡Vas en preparatoria y ya no juegas con ellas — ¿Por qué no me las prestas? — protestó su hermana menor desde dentro de su habitación.


Lola suspiró de frustración al escuchar la respuesta de Lily desde el otro lado de la puerta. Ella odiaba que tocaran sus cosas, pero también entendía que Lily era solo una niña y todavía disfrutaba jugando con ellas. En esos momentos, su teléfono sonó, y se sintió aliviada por la distracción. Miró la pantalla y vio que era una llamada de Lincoln.


— De acuerdo, Lily, esta conversación tendrá que esperar —dijo Lola mientras entraba a su habitación a contestar la llamada — ¿Qué sucede Lincoln? Estoy a la mitad de algo importante.


Lincoln, preocupado y un poco abrumado por su situación, comenzó a explicarle a Lola sus problemas al tratar de encontrar un trabajo y sus problemas financieros.


— Lincky, lamento escuchar eso. Pero no te preocupes, hoy me encuentro de muy buen humor y solo te cobrare el 15% de interés.

— Vaya, que hermana tan compresiva tengo — comentó el albino con sarcasmo.


Lola rió por la respuesta sarcástica de Lincoln.


— No te preocupes, hermanito. Estoy bromeando. Claro que te ayudaré. Tengo algunos ahorros guardados y puedo prestarte el dinero que necesitas. No te preocupes por devolvérmelo de inmediato. Solo concéntrate en encontrar trabajo y estabilizarte aquí en Great Lake City.


Lincoln sintió un gran alivio al escuchar la generosidad de Lola.


— Gracias, Lola. Significa mucho para mí. No quería tener que recurrir a ti, pero estaba quedándome sin opciones. Por favor, no se lo digas a mamá y papá. No quiero preocuparlos con mis problemas financieros.


Lola respondió con calma y comprensión.


— No te preocupes, Linky. No le diré a papá. Ahora, cuéntame ¿Cómo la estas pasando en Great Lake City?


Lincoln se sintió agradecido por la comprensión y la generosidad de Lola. Sabía que podía confiar en ella y se sentía aliviado de tener una solución para sus problemas financieros momentáneamente.


— Gracias, Lola. Eres un gran apoyo en este momento, y aprecio mucho tu ayuda. Respecto a cómo me va en Great Lake City, como te conté, ha sido un poco complicado. La verdad es no sé qué hubiera hecho sin el apoyo de Ronnie Anne y los Casagrande.


Aunque no podía verla, Lola esbozo una pequeña sonrisa pícara en cuanto su hermano menciono a la mexicana.


— Ronnie Anne, ¿eh? ¿finalmente decidieron darse una oportunidad?


Lincoln claramente se sonrojo ante el comentario de su hermana


— No, no, no, Lola, no es como piensas. Hemos estado pasando tiempo juntos, como amigos. Sí, disfruto mucho de su compañía, pero es todo. Además, ella tiene su propia vida y responsabilidades aquí en Great Lake City, y no quiero presionarla ni arruinar nuestra amistad.


Lola asintió no muy convencida de la respuesta de su hermano.


— Si tú lo dices. Pero no puedo creer que después de tremenda confesión que le hiciste. Todavía no hayan aclarado sus sentimientos.

— Lola, lo hice en medio del alcohol. Estaba confundido y desconsolado.


Lincoln suspiró mientras recordaba nuevamente aquella noche en la que le había confesado sus sentimientos a Ronnie Anne en medio de una borrachera. Aunque ya había hablado las cosas con la mexicana. No podía evitar sentirse un poco incómodo al pensar en eso.


— Por favor, Lincoln, no soy ciega. Se puede ver a kilómetros la atracción que se tienen el uno al otro.


Lincoln sonrió ante la observación perspicaz de Lola.


— Está bien, quizás haya una atracción mutua, pero eso no significa que debamos apresurarnos en una relación. Ambos estamos pasando por momentos difíciles y necesitamos tiempo para resolver nuestras vidas antes de embarcarnos en algo más. Además, no quiero arruinar nuestra amistad.


Lola asintió, aunque seguía siendo un poco escéptica.


— Si tú lo dices. Entonces te transferiré el dinero esta tarde.


Lincoln agradeció a Lola con sinceridad por su apoyo y generosidad.


— Gracias, Lola. De veras, esto significa mucho para mí. Eres una salvadora en este momento.


Lola sonrió del otro lado de la línea.


— No hay de qué, hermanito. La familia está para ayudarse mutuamente. Y trata de buscar trabajo lo antes posible.


Lincoln asintió con determinación.


— Lo haré, Lola. Y te prometo que lo haré en cuanto pueda.

— Cuídate, y trata de no echarlo a perder con tus inseguridades — comentó la rubia manteniendo esa sonrisa pícara.

— ¿a qué te refieres lola?


Antes de que pudiera recibir una respuesta, Lola ya había terminado la llamada telefónica. Lincoln se quedó pensando en las últimas palabras de Lola mientras colgaba el teléfono. No estaba seguro de a qué se refería con "no echarlo a perder con sus inseguridades". ¿Estaba Lola insinuando que debería considerar darle una oportunidad a una relación romántica con Ronnie Anne? La idea le rondó en la cabeza mientras pensaba en su amiga.

Por su parte, Ronnie Anne estaba trabajando en el mercado atendiendo a los clientes y ocupada con sus propias responsabilidades. Pero a pesar de que trataba de mantenerse enfocada en su trabajo, no podía evitar pensar en su amigo. Habían compartido momentos especiales desde que él llegó a Great Lake City, y la química entre ellos era innegable. Aunque se habían prometido que su amistad era lo más importante, Ronnie Anne no podía evitar preguntarse si había algo más entre ellos.

Mientras empacaba los productos de un cliente, Ronnie Anne suspiró y se preguntó si Lincoln se sentía de la misma manera. Recordó la confesión de aquella noche y cómo ella lo había ayudado a superar su ruptura con Cristina. Habían pasado mucho tiempo juntos desde entonces, y Ronnie Anne comenzaba a sentir algo más profundo que una simple amistad.

Al terminar de atender a los clientes, decidió tomarse un pequeño descanso, cuando en ese momento Carl y Adelaide entraron en el mercado. Habían ido para relevar a Ronnie Anne para que pudiera descansar.

Como era costumbre, su primo no dejaba de coquetear con la asiática, mientras que Adelaide solo sonreía y disfrutaba de la atención.


— Oye Carl, ¿vienes a cubrirme o echarme en cara tu romance con Adelaide otra vez? — bromeó Ronnie Anne mientras se despedía de los clientes.


Carl se rió y le guiñó un ojo.


— ¿Por qué no ambas cosas, Ronnie Anne? Tengo que mantener mi reputación de conquistador.


Adelaide se rió suavemente y sacudió la cabeza.


— No le hagas caso, Ronnie Anne. Sabes lo tonto que puede llegar a ser Carl.


Ronnie Anne sonrió y asintió con diversión mientras se despedía de los clientes y se preparaba para dar paso a Carl y Adelaide en su turno.


— Lo sé, Adelaide. Carl tiene su propia forma única de ser. Pero bueno, ¿cómo ha sido el día hasta ahora?


Adelaide comenzó a contarle algunas anécdotas que sucedieron en la escuela y el cómo tuvo que sacar a Carl de detención a escondidas.


— Siempre hay algo interesante con ustedes dos. Pero bueno, al menos hacen que la vida sea emocionante — comentó Ronnie Anne con una risa.


Carl y Adelaide compartieron una mirada cómplice, y Carl le guiñó el ojo de nuevo.


— ¡Exacto! Hacemos que todo sea más emocionante, ¿verdad, Addy?


Adelaide asintió con una sonrisa.


— Seguro que sí. Y si no fuera por Carl, la escuela sería mucho más aburrida.


Ronnie Anne terminó de recoger sus cosas y se preparó para irse, pero la hermana de su amiga podía notar lo distraída que ella se veía.


— ¿Estás bien, Ronnie Anne?


Ronnie Anne se detuvo por un momento y sonrió amablemente a Adelaide.


— Estoy bien, Addy, gracias por preguntar. Solo estaba pensando en algunas cosas, ya sabes, asuntos de la vida.


Carl, que estaba de pie junto a Adelaide, también se unió a la conversación.


— Asuntos de la vida, ¿eh? ¿Tienen algo que ver con cierto amigo tuyo?


Ronnie Anne frunció el ceño ante la insinuación de Carl.


— ¿A qué te refieres, Carl?


Carl se rió y miró a Ronnie Anne con picardía.


— Oh, no te hagas la desentendida. Últimamente te la pasas pegada en el celular hablando con él o pasan demasiado tiempo juntos.


Adelaide asintió con acuerdo.


— Sí, Ronnie Anne. No podemos evitar notarlo. ¿Podría ser que haya algo más entre tú y Lincoln?


Ronnie Anne, claramente comenzaba a sentirse un poco incomoda con la conversación.


— No se de que hablan, solo somos amigos.


Carl y Adelaide intercambiaron miradas cómplices mientras seguían insistiendo en el tema. Parecían decididos a averiguar si algo más estaba sucediendo entre Ronnie Anne y Lincoln.

Carl se encogió de hombros y continuó bromeando.


— Amigos, ¿eh? Ya, ya, entendido. Pero, eso no decía en tu diario cuando cuidaron a ese tonto huevo.


Ronnie Anne tomo rápidamente a su primo de la sudadera de una forma amenazante, aunque cierto rubor se manifestó en su rostro.


— Escúchame, Carl. Si vuelves a tomar mi viejo diario, juro que de un golpe te tirare ese bigote de cantinflas que traes.


Carl levantó las manos en señal de rendición ante la reacción de Ronnie Anne.


— ¡Relájate, Ronnie Anne! Solo estaba bromeando, no te pongas tan seria.


Adelaide intervino para calmar la situación.


— De acuerdo, Carl, ya basta de molestar a Ronnie Anne. Si ella dice que son amigos, entonces son amigos.


Ronnie Anne soltó a Carl y respiró hondo, tratando de recuperar su compostura.


— Gracias, Addy. En serio, no hay nada romántico entre Lincoln y yo. Somos amigos, y eso es todo lo que hay.


Carl y Adelaide aceptaron la respuesta de Ronnie Anne, aunque aún tenían sus sospechas. Decidieron dejar de insistir en el tema y le desearon a Ronnie Anne un buen descanso antes de comenzar su turno en el mercado.

En ese momento, Ronnie Anne pudo ver a Lincoln saliendo del edificio. Su rostro se iluminó con una sonrisa sincera. Le dio unas ultimas indicaciones a los dos adolescentes antes de despedirse de ellos.


— ¡Patético! ¿Cómo te fue hoy? —le preguntó mientras se acercaba.


Lincoln, que había estado sumido en sus pensamientos, se sobresaltó un poco al escuchar a Ronnie Anne, pero luego le devolvió la sonrisa.


— Hola Ronnie Anne, pues otro día de entrevistas sin éxito. Mis ahorros se han ido acabado, pero afortunadamente, Lola me presto un poco de dinero. Así que me dirigía hacía el banco.


Ronnie Anne escuchó atentamente a Lincoln y pudo notar la preocupación en su voz. Suspiró, mostrando empatía por la difícil situación que estaba atravesando su amigo.


— Lo siento por escuchar eso, Lincoln. Pero ¿Por qué no me dijiste nada? Sabes que mi familia está dispuesta a ayudar.


Lincoln apreció la preocupación de Ronnie Anne, pero no quería ser una carga para su familia ni para ella.


— Gracias, Ronnie Anne. Eres muy amable, pero no quería preocuparte ni molestarte con mis problemas financieros. Además, no es justo que tú o los Casagrande tengan que lidiar con mis asuntos. Suficiente tengo con que me ayuden con a la renta del departamento.


Ronnie Anne miró a Lincoln con una expresión comprensiva. Ella podía ver que Lincoln estaba tratando de mantener su independencia, pero no podía evitar sentir preocupación por él. Suspiró y puso una mano en el hombro de Lincoln.


— Lincoln, sabes que eres parte de nuestra familia, ¿verdad? No importa cuáles sean tus problemas, siempre estamos dispuestos a ayudarnos mutuamente. No tienes que cargar con todo por tu cuenta. Así que la próxima vez que necesites ayuda, por favor, háznoslo saber.


Lincoln sonrió con gratitud por el apoyo de Ronnie Anne y su familia.


— Gracias, Ronnie Anne. Significa mucho para mí tener amigos como tú y tu familia. Y, en cuanto a tu día, ¿cómo te ha ido en el mercado?


Ronnie Anne compartió algunas anécdotas divertidas de su día en el mercado, lo que hizo que ambos se relajaran y disfrutaran de su conversación. A medida que hablaban, la tensión sobre los temas anteriores se disipó, y simplemente disfrutaron de la compañía del otro.


— Lincoln, entiendo que quieras ser independiente, pero a veces todos necesitamos un poco de ayuda. No dudes en pedirla cuando la necesites. Tanto mi familia como yo estamos aquí para apoyarte en lo que sea necesario. No tienes que cargar con todo solo.


Lincoln asintió con gratitud hacia Ronnie Anne. Apreciaba mucho su oferta de ayuda, y eso le hizo sentirse más respaldado.


— Gracias, Ronnie Anne. Eres increíblemente generosa. Te prometo que solo pediré ayuda cuando sea realmente necesario. No quiero abusar de tu amabilidad.


Ronnie Anne le sonrió y puso una mano en su hombro.


— Estoy segura de que encontrarás un trabajo pronto y te pondrás de nuevo en pie. Mientras tanto, estamos aquí para ti, Linc.


La conversación entre ellos continuó de manera relajada, y la tensión inicial se disipó. Caminaron juntos hacia el banco mientras compartían historias y risas. Ambos apreciaban mucho la amistad y el apoyo mutuo que tenían, y aunque la atracción entre ellos era innegable, estaban dispuestos a tomar las cosas con calma y priorizar su amistad.

Cuando llegaron al banco, Lincoln agradeció a Ronnie Anne por su compañía y apoyo durante el día. Valido que Lola había transferido el dinero que necesitaba y se sintió aliviado por ello. Ahora tenia lo necesario para sobrevivir hasta fin de mes.

Sacó el dinero necesario del cajero automático y lo guardó en su billetera con un suspiro de alivio. Luego, se volvió hacia Ronnie Anne con una sonrisa agradecida.


— Gracias por estar aquí conmigo, Ronnie Anne. Me has ayudado más de lo que te imaginas.


Ronnie Anne asintió con una sonrisa.


— No hay de qué, Lincoln. Eso es lo que hacen los amigos, ¿verdad? Ahora que tienes lo que necesitas, que te parece si te preparo algo para cenar hoy.


Lincoln sonrió con agradecimiento ante la generosa oferta de Ronnie Anne.


— Eso suena genial, Ronnie Anne. Tu comida siempre es deliciosa. Gracias por ser tan increíble.


Ronnie Anne rió y le dio un suave golpe en el hombro de manera juguetona.


— Bueno, no soy tan buena como mi abuela Rosa, pero hago lo que puedo. Vamos, caminemos de regreso a casa, y te prepararé algo delicioso.


Ambos caminaron de regreso al edificio, donde Ronnie Anne paso rápido al mercado de su familia para tomar algunos ingredientes frescos para la cena y algunos víveres extra que Lincoln pudiera necesitar.

Claramente Carl y Adelaide la observaron con interés mientras hacía sus compras, y Carl no pudo evitar comentar de nuevo.


— Ronnie Anne, ¿seguro que solo necesitas esos ingredientes para cocinar? ¿No estás llevando demasiadas cosas?


Ronnie Anne se detuvo por un momento y miró a Carl con una expresión de incredulidad.


— Carl, en serio, ¿puedes dejar de inventar cosas? Solo estoy comprando lo que necesito para la cena. No estoy llevando "demasiadas cosas".


Adelaide intervino nuevamente para calmar la situación.


— Carl, por favor, no sigas molestando a Ronnie Anne. Si ella dice que solo está comprando ingredientes para la cena, entonces deberíamos creerle.


Carl se encogió de hombros y levantó las manos en señal de rendición.


— Está bien, está bien, no seguiré molestando. Solo pensé que quizás estabas comprando demasiadas cosas para cocinarle algo especial a cierto albino.


Ronnie Anne suspiró, algo frustrada por la insistencia de su primo.


— Carl, Lincoln es un amigo, y solo vamos a cenar. Nada más. Así que, por favor, deja de hacer insinuaciones.

— Bien, pero pagaras el precio completo de todo.


Ronnie Anne levantó una ceja ante la respuesta de Carl, pero luego rió suavemente.


— Está bien, Carl. Pagaré el precio completo. Pero tendré que decirle a tía Frida quien fue el que rompió el jarrón que ella tanto apreciaba la semana pasada.


Carl se quedó momentáneamente boquiabierto ante la amenaza de Ronnie Anne, pero luego se unió a su risa.


— ¡No lo harías, Ronnie Anne! Ese jarrón es casi sagrado para mamá.


Ronnie Anne sonrió con malicia fingida.


— Oh, no subestimes mi capacidad para vengarme, Carl. Eso es lo que obtendrás si sigues molestando.


Adelaide se rió ante la interacción entre Ronnie Anne y Carl, y decidió intervenir nuevamente.


— Chicos, por favor, dejemos de lado las bromas. Ronnie Anne tiene una cena que preparar, y Lincoln debe estar hambriento.


Ambos asintieron, y Ronnie Anne continuó con sus compras sin más distracciones. Una vez que terminaron en el mercado, se dirigieron de regreso al apartamento del albino.

Lincoln se tumbó sobre el sofá mientras Ronnie Anne se dirigía a la cocina para preparar la cena. A pesar de la ligera incomodidad que surgió debido a las bromas de Carl, ambos estaban contentos de compartir tiempo juntos.

Lincoln aprovecho el momento para encender su laptop y revisar su correo, esperando encontrar alguna respuesta positiva entre sus mensajes. Desgraciadamente los pocos mensajes que tenia era de los mismo.

"Hemos revisado su solicitud de empleo, pero lamentamos informarle que en este momento no hemos encontrado una posición adecuada para usted en nuestra empresa. Le agradecemos su interés y le deseamos éxito en su búsqueda de empleo en otros lugares."

Lincoln suspiró con frustración al tiempo que cerraba la pantalla de su laptop. Ronnie Anne notó la expresión de decepción en su rostro y se acercó a él con una mirada preocupada.


— ¿No tuviste suerte con las entrevistas nuevamente?


Lincoln asintió con tristeza.


— Sí, Ronnie Anne. He estado enviando currículums y asistiendo a entrevistas, pero hasta ahora no he tenido éxito. Parece que nadie está interesado en contratar a un fracasado sin experiencia.


Ronnie Anne miró a Lincoln con compasión y se sentó a su lado en el sofá. Colocó una mano en su hombro en un gesto de apoyo.


— Lincoln, no eres un fracasado. Encontrar trabajo puede ser difícil, especialmente cuando recién te estas adaptando a una nueva ciudad. Créeme, yo mejor que nadie sabe lo difícil que puede ser. Pero no debes rendirte. Eres talentoso y estoy segura de que encontrarás la oportunidad adecuada.


En ese momento el semblante de Ronnie Anne cambio a uno más sombrío.


— No como yo, que decepcione a mis padres al abandonar la universidad.

— Ronnie Anne, no sabia nada de eso — comentó el albino ante el comentario de la mexicana.


Ronnie Anne bajó la mirada con tristeza y suspiró antes de responder.


— Sí, Lincoln, abandoné la universidad. Fue una decisión difícil, y sé que mis padres se sintieron decepcionados al principio. Ellos querían que yo estudiara medicina como papá. Pero simplemente no pude con toda la carga académica y me sentía infeliz. Y si agregas a eso que las cosas con mi exnovio, Armando, estaban yendo mal en ese momento. La presión se volvió demasiado. Fue cuando finalmente decidí alejarme de todo por un tiempo y me quedé un tiempo con Lori y Bobby. Además, mi familia necesitaba ayuda con el mercado.


Lincoln sintió un nudo en el estómago al escuchar la historia de Ronnie Anne. Saber que ella también había enfrentado desafíos y luchas personales lo hizo sentir menos solo en sus propias dificultades. Aunque no había tenido conocimiento previo de los problemas de Ronnie Anne, ahora sentía una mayor conexión con ella, ya que compartían experiencias similares de tomar decisiones difíciles y enfrentar la presión familiar.

Con una expresión de comprensión, Lincoln le respondió sinceramente:


— Ronnie Anne, lamento mucho que hayas tenido que pasar por eso. Abandonar la universidad y enfrentar la decepción de tus padres debe haber sido increíblemente difícil. Pero quiero que sepas que no eres un fracaso en absoluto. Tomar decisiones que te permitan encontrar tu propio camino y ser feliz es valiente y admirable. Y no importa lo que hayas enfrentado, sigues siendo una persona increíble.


Ronnie Anne miró a Lincoln con gratitud por sus palabras de apoyo. Se sentía aliviada de haber compartido sus sentimientos con él, y su amistad se fortaleció aún más en ese momento.


— Gracias, Lincoln. Tus palabras significan mucho para mí. Y lo mismo va para ti. No importa cuán difícil sea la situación en este momento, no eres un fracasado. Eres una persona talentosa y valiosa, y estoy segura de que encontrarás una gran oportunidad pronto.


Lincoln asintió, agradecido por el apoyo de Ronnie Anne.


— Gracias, Ronnie Anne. Tener amigos como tú hace que todo sea un poco más fácil. Aprecio mucho que estés aquí para mí en este momento.


Ella sonrió levemente al tiempo que miraba al alvino.


— No sabes cuanto te extrañe, Linc. Si hubieras estado conmigo en ese entonces, seguramente las cosas serian diferentes.


Lincoln se sintió profundamente conmovido por las palabras de Ronnie Anne y el apoyo que le brindaba en ese momento. Mirándola a los ojos, apretó suavemente la mano de Ronnie Anne como un gesto de agradecimiento y cariño.


— Ronnie Anne, también te extrañé mucho. No puedo evitar pensar que si hubiera estado allí contigo en ese entonces, podríamos habernos apoyado mutuamente. Pero lo que importa ahora es que estamos juntos y que tenemos una amistad fuerte y especial. Eso es lo que más valoro.


Ronnie Anne le devolvió la mirada con una sonrisa cálida y apretó la mano de Lincoln con afecto.


— Lincoln, estoy agradecida de tenerte en mi vida ahora.


Ambos se quedaron en silencio, compartiendo un momento de complicidad. Mientras el silencio entre ellos se volvía más profundo. Las miradas se encontraron, y en ese momento, Lincoln sintió que el corazón le latía con fuerza. Había algo en la cercanía de Ronnie Anne y la conexión que compartían que hacía que sus emociones fueran aún más intensas.

Por su parte, la mexicana también estaba experimentando una mezcla de emociones mientras sostenía la mirada de Lincoln. Sabía que había una química especial entre ellos, pero también entendía que su amistad era importante. Era consciente de los sentimientos que Lincoln había expresado durante aquella noche de borrachera, y aunque ambos habían acordado en mantener su amistad, no había olvidado esas palabras.

Poco a poco los dos se fueron acercando hasta rozar sus labios en un suave y tierno beso. Las chispas se encendieron en ese instante, y el mundo pareció desvanecerse a su alrededor. Fue un beso lleno de emociones reprimidas, cariño y complicidad, un gesto que expresaba la profunda conexión que compartían. Sus labios se encontraron con suavidad, como si estuvieran sellando un pacto silencioso de amor y amistad.

Sin embargo, al darse cuenta. Ronnie Anne se apartó lentamente, conmocionada de lo que acababa de suceder. Sus ojos estaban llenos de sorpresa y confusión. Se llevó una mano a los labios, como si tratara de procesar lo que acababa de ocurrir. La habitación quedó en silencio, roto solo por la respiración agitada de ambos.

Lincoln, por su parte, se sentía igualmente aturdido. Sabía que ese beso había sido impulsivo y que había cruzado una línea que ambos habían estado tratando de no traspasar. Se levantó del sofá, mirando a Ronnie Anne con preocupación y disculpa.


— Ronnie Anne, lo siento, no sé qué me pasó. No debí haberlo hecho.


Ronnie Anne se mordió el labio inferior, sus ojos evitaban la mirada del albino. Aunque el beso había sido sorprendente, también había despertado emociones en ella que había estado tratando de ignorar.


— Lincoln, yo...debo marcharme.


Ronnie Anne se levantó rápidamente, sus emociones en conflicto se reflejaban en su rostro. Sin decir una palabra, se dirigió hacia la puerta de la sala de estar, sin mirar atrás. La tensión en la habitación era palpable, y ambos eran conscientes de que habían cruzado un límite en su amistad.

Salió del apartamento de Lincoln con paso rápido, bajo por las escaleras del edificio e ingreso a su apartamento, cerrando la puerta detrás de sí. Había estado tratando de mantener una relación amistosa con Lincoln mientras lidiaba con los sentimientos que habían surgido entre ellos desde aquella noche de borrachera, pero el beso que acababan de compartir complicaba aún más las cosas.

Se recargó contra la puerta, tratando de calmarse y poner sus pensamientos en orden. Sabía que necesitaba tiempo para procesar lo que acababa de suceder y tomar decisiones sobre cómo manejar sus sentimientos y su amistad con Lincoln. Sin embargo, inconscientemente se llevó los dedos hacia sus labios, recordando el suave y tierno beso que habían compartido. No recordaba lo suaves que eran los labios de Lincoln. A pesar de haber pasado mucho tiempo desde que se besaron por primera vez desde que eran niños, el beso había reavivado esas sensaciones y emociones que habían estado enterradas durante tanto tiempo.


— Lincoln, eres un idiota — susurro mientras cerraba los ojos y se dejaba llevar por la mezcla de emociones que la invadían.


Mientras tanto, en el apartamento de Lincoln, este se sentía igualmente confundido y preocupado. Se quedó allí, sintiéndose culpable y preocupado por la situación que había creado. Se había dejado llevar por el momento y había besado a su amiga, algo que no había planeado hacer y que claramente había tomado a Ronnie Anne por sorpresa.

Lincoln se sentó en el sofá, pasándose una mano por el cabello mientras reflexionaba sobre lo que acababa de suceder. Sabía que debía hablar con Ronnie Anne y aclarar las cosas, pero no estaba seguro de cómo hacerlo. Temía que su amistad estuviera en peligro debido a su impulsividad.

En esos momentos, comenzó a percibir un olor a quemado que provenía de la cocina. Saltó del sofá con un sobresalto y corrió hacia la cocina, donde encontró que el horno estaba humeando y el humo llenaba la habitación. Había olvidado completamente que Ronnie Anne estaba cocinando la cena.

Sin perder tiempo, apagó el horno y abrió las ventanas para ventilar la cocina. El humo comenzó a disiparse lentamente, pero el daño ya estaba hecho. La cena que Ronnie Anne estaba preparando se había arruinado completamente.

Se sentía aún más frustrado consigo mismo por esta nueva metida de pata. No solo había complicado su relación con Ronnie Anne con el beso impulsivo, sino que también había arruinado la cena que ella estaba preparando para él con cariño.

En su intento de sacar la charola del horno, se quemo la mano y soltó un grito de dolor. Se llevó la mano quemada a la boca y maldijo en voz baja por su torpeza. La situación estaba yendo de mal en peor, y se sentía completamente abrumado.

Mientras intentaba lidiar con todas estas emociones y contratiempos,, su teléfono sonó con una notificación de mensaje. Lo revisó y vio que era un mensaje de Ronnie Anne que decía

"Lo siento por irme de repente, pero necesito tiempo para pensar. Hablaremos después."


— ¡Soy un idiota! — Se decía a si mismo el albino mientras recordaba las palabras de su hermana menor.


Mientras esperaba que las ventanas abiertas eliminaran completamente el olor a quemado de su apartamento, Lincoln se sentó en la cocina y reflexionó sobre la complicada situación en la que se encontraba. Había desencadenado una serie de eventos que podrían cambiar su relación con Ronnie Anne para siempre, y no sabía cómo resolverlo. 

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