Capítulo XVI: Un Futuro Incierto y Un Amor Inquebrantable

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No entendía lo que pasaba, pero salió rápidamente de la televisora tras recibir el mensaje de Ronnie Anne. Lincoln caminó rápidamente hacía Vanzilla con el corazón latiendo rápidamente y la mente llena de preocupación

"Lincoln, necesito que vengas a casa lo antes posible. Hay algo importante que necesito hablar contigo. Por favor, ven rápido. Te amo."

No pudo evitar sentir un nudo en el estómago al leerlo. ¿Qué había sucedido? ¿Por qué sonaba tan urgente? Todas estas preguntas invadían su mente mientras salía rápidamente del set de grabación.

Lincoln no perdió tiempo y subió a Vanzilla, conduciendo lo más rápido que pudo hacia el edificio Casagrande. Su mente estaba llena de preguntas y temores, pero lo único en lo que podía concentrarse era en llegar a Ronnie Anne lo antes posible.

Al llegar al edificio Casagrande, Lincoln estacionó rápidamente a Vanzilla y corrió hacia el apartamento de Rosa. Su mente estaba llena de escenarios posibles, pero ninguna de sus suposiciones se comparaba con la realidad que le esperaba.

Al abrir la puerta, se encontró con Ronnie Anne sentada sobre el sofá. Rodeada de sus tíos y sus primos, así como de Ana y Sid. Su madre y abuela estaban sentadas junto a ella reconfortándola mientras su padre caminaba de un lado a otro con expresión preocupada. Ninguno parecía haber notado la presencia del albino.


— ¿Qué está pasando? ¿Ronnie Anne, estás bien?


Al escuchar la voz de Lincoln, todos en la habitación voltearon hacia la puerta. Ronnie Anne se puso de pie, mirándolo con ojos llenos de emociones complejas. Y aunque ella quería acercarse a él, Arturo se le adelantó, golpeando al albino en el rostro con una mirada llena de frustración.


— ¡Tú, maldito infeliz!


La escena se volvió caótica en un instante. Arturo, visiblemente enfurecido, miraba con furia a Lincoln quien yacía en el piso desconcertado. Al ver como su dueño fue agredido, Storm se lanzó hacia Arturo, ladrando con ferocidad, pero Sid y Ana rápidamente lo contuvieron y lo llevaron a un rincón para evitar más conflictos. Por su parte, María y Ronnie Anne fueron corriendo tras Arturo para tratar de tranquilizarlo. La mexicana estaba asustada y trató de interponerse entre su padre y Lincoln.


— ¡Papá, para! ¡Detente! — gritó Ronnie Anne, con lágrimas en los ojos.


Arturo parecía furioso mientras respiraba con pesadez. Miró a Lincoln con enojo y luego a su hija.


— ¡No puedo creer que hayas hecho esto, Lincoln! ¿Cómo pudiste poner a Ronnie Anne en esta situación? ¡Eres un irresponsable!


María intervino, tratando de mediar en la situación, Carlos y Frida tambien trataron de tranquilizarlo.


— Arturo, debemos hablar con calma y comprender la situación antes de saltar a conclusiones. — replicó María


Rosa rápidamente llego con su chancla en mano, lista para calmar a Arturo.


¡Arturo Roberto Alejandro Martinez-Millán Luis Santiago! ¡será mejor que dejes en paz a mi nieto! — Exclamó Rosa de manera firme en su idioma natal.


Arturo pareció atónito por un momento, y la tensión en la habitación pareció disminuir. La mirada de María se desvió entre su exesposo y su hija, preocupada por la situación. Ronnie Anne, aun visiblemente angustiada, miró a su abuela con gratitud por su intervención. Mientras que Lincoln aún se encontraba tirado en el suelo sin entender la situación.


— Rosa, tu nieta es Ronnie Anne, no este infeliz. ¿Cómo puedes defenderlo después de lo que ha hecho?


Rosa se mantuvo firme frente a Arturo, respondiéndole con determinación.


— Escúchame, Arturo. Lincoln se ha convertido en un miembro importante de esta familia y merece respeto. Y no voy a permitir que sigas agrediéndolo en mi casa.


Arturo respiró profundamente, tratando de controlar su ira mientras miraba a su suegra con incredulidad.


— Pero ¿cómo puedes ignorar el hecho de que Ronnie Anne está sufriendo por culpa de él? ¡No puedo creer que haya sido tan irresponsable! —exclamó Arturo, frustrado.


María se acercó a su exesposo, expresando tambien su inconformidad.


— ¡Arturo!, Tu eres la persona menos indicada para reclamar irresponsabilidad. Nunca estuviste presente en la vida de Ronnie Anne cuando más te necesitaba. Siempre te la pasabas trabajando y descuidaste a tu familia. No tienes derecho a juzgar a Lincoln sin conocer toda la situación.

— Mira quién habla, doña turnos dobles en el hospital — replicó Arturo —. Tú también descuidaste a nuestra hija al estar siempre ocupada en tu trabajo.


María se sintió herida por las palabras de Arturo, pero se mantuvo firme.


— ¿Qué esperabas? Te largaste a Perú dejándome sola con dos hijos que cuidar y apenas mandaste ayuda. Me las arreglé como pude para cuidar de ellos lo más que pude. No estoy dispuesta a escuchar tus críticas cuando ni siquiera estuviste allí para ayudar.


La tensión en la habitación seguía aumentando, y Ronnie Anne se sentía atrapada en medio de la disputa entre sus padres. Lincoln, aún en el suelo, intentó ponerse de pie, pero fue detenido por Carlos y Frida, quienes trataban de evitar más confrontaciones.


— ¡Basta ya! — exclamó Ronnie Anne, levantando la voz para hacerse escuchar—. Por favor, dejen de discutir.


La voz de Ronnie Anne resonó en la habitación, deteniendo momentáneamente la confrontación entre sus padres. Todos la miraron, sorprendidos por su intervención. Sus palabras estaban llenas de angustia y desesperación.

Ella aprovecho el breve momento de silencio para acercarse a Lincoln. Aunque las lágrimas fluían por sus mejillas, trató de mantener la compostura mientras se arrodillaba junto a él y se aseguraba de que estuviera bien después del golpe. Carlota tambien se acercó con una bolsa de hielo para aplicar en la mejilla de Lincoln.


— Toma, esto bajará la hinchazón — comentó Carlota ofreciéndole el hielo.


Ronnie Anne agradeció a su prima por el hielo y comenzó a aplicarlo en la mejilla de su novio.


— Lo siento, Lincoln. No sé qué le ha pasado a mi papá — comentó Ronnie Anne entre sollozos.


Lincoln, aún aturdido por el golpe, asintió y trató de tranquilizar a su novia.


— Está bien, Ronnie. No te preocupes por mí. ¿Puedes explicarme qué está pasando?


Arturo, finalmente, cedió a la persuasión de María y Rosa, y se calmó un poco. Miró a Lincoln con ira contenida y finalmente habló.


— Lo que está pasando es que mi hija, mi pequeña ranita, Ronnie Anne, está embarazada. Y es momento de que te hagas responsable.


Lincoln se quedó en shock, procesando la revelación. Miró a los padres de su novia y luego la miró a ella, quien solo bajo la mirada, sintiéndose vulnerable ante la situación.


— ¡Estás ¿qué?! — exclamó Lincoln, sin poder creer lo que acababa de escuchar.


La habitación quedó en un silencio tenso después de la impactante revelación de Arturo. Todos los ojos estaban puestos en Lincoln, esperando su reacción. El Albino seguía atónito, sin poder procesar completamente la noticia que acababa de recibir. Ronnie Anne se mordió el labio inferior, visiblemente nerviosa por la situación.

Ante aquella tensión, Carlota y CJ decidieron salir del apartamento junto a sus hermanos menores, dando espacio para que la familia resolviera la situación. Sid y Ana, quien hasta el momento solo observaban en silencio, también decidieron retirarse respetuosamente junto a Storm, para dar privacidad a la familia.

Lincoln seguía en silencio, incapaz de articular cualquier palabra. Arturo solo se cruzó de brazos, esperando una respuesta del joven.


— Bien Lincoln, seguimos esperando una respuesta. ¿Cómo pudieron ser tan irresponsables? Me habías prometido que cuidarías de ella, ¡y ahora resulta que está embarazada!

— Arturo, cálmate — volvió a replicar María — Ellos ya son adultos y deben enfrentar las consecuencias de sus acciones juntos, como una pareja responsable. No ganamos nada gritándonos unos a otros.


Rosa, con la chancla aún en la mano, intercedió nuevamente.


— Todos necesitamos calmarnos y hablar con claridad. Lincoln, entiendo que esto pueda ser abrumador para ti, pero ahora más que nunca, Ronnie Anne necesita tu apoyo.


La noticia golpeó a Lincoln con fuerza. Estaba completamente sorprendido y aturdido, no solo por el golpe de Arturo, si no tambien por la noticia que acababa de escuchar. Miró a Ronnie Anne con los ojos abiertos de par en par, buscando confirmación de lo que acababa de decir su padre.


— ¿Embarazada? — Logró pronunciar finalmente, con la voz temblorosa y los ojos llenos de incredulidad.


Ronnie Anne asintió con tristeza, sin poder sostener la mirada de Lincoln temiendo su reacción. Sabía que este momento iba a ser difícil y que tenía que enfrentarlo con valentía.


— Sí, Lincoln, estoy embarazada. Tenía las sospechas desde que vomité esta mañana, pero lo confirmé hace poco con una prueba de embarazo.


El silencio en la habitación era abrumador esperando la respuesta del albino. Todos estaban procesando la noticia de manera diferente. Arturo estaba enfadado y decepcionado, María estaba preocupada por su hija y yerno, Frida y Carlos solo observaban en silencio, Rosa apoyaba incondicionalmente a sus dos nietos, Ronnie Anne se sentía abrumada por la situación y Lincoln estaba tratando de comprender la magnitud de lo que esto significaba para su relación.

Finalmente, el no pudo con la presión y las emociones que lo habían golpeado, y se desplomó en el piso del apartamento inconsciente.


— ¡Lincoln! — exclamó Ronnie Anne alarmada. Se arrodilló a su lado, intentando despertarlo.


El desmayo de Lincoln sumió a todos en la habitación en un estado de shock aún mayor. Ronnie Anne se sintió culpable y preocupada al ver a su novio caer al suelo, María inmediatamente se apresuró a arrodillarse juntó al albino para verificar su pulso y su respiración. Mientras el restó miraba con preocupación la situación.


— ¡Lincoln, despierta! ¡Por favor, despierta! — exclamó Ronnie Anne, sacudiendo suavemente los hombros del joven.

— Arturo, no te quedes ahí parado — exclamó María —. Se supone que eres médico ¿no?


Arturo, aunque aún furioso con él. Solo rodo los ojos y se acercó tambien a atenderlo.


— Ronalda, pásame mi estetoscopio y mi maletín. Necesito revisarlo adecuadamente.


Ronnie Anne, entre lágrimas y preocupación, se apresuró a buscar las cosas de su padre, y se las entregó con manos temblorosas. Pero a pesar de estar preocupada por Lincoln, tambien pudo notar la decepción en los ojos de Arturo. Lo cual solo aumentaba su sensación de culpa. Con lágrimas en los ojos, miró a su padre, sintiendo una mezcla de miedo y tristeza. Sabía que este momento iba a llegar, pero enfrentarlo era más difícil de lo que había imaginado.


— Papá, lo siento. No quería que esto sucediera así.


Arturo no contesto, solo se concentró en atender a Lincoln y asegurarse de que estuviera bien. El silencio de su padre solo profundizaba la angustia de Ronnie Anne. Se sentía atrapada en un torbellino de emociones y situaciones inesperadas. Sabía que su vida había cambiado drásticamente en cuestión de horas y que enfrentaba un futuro incierto.


— Parece que simplemente se desmayó por la sorpresa y el estrés. Sera mejor que lo llevemos a un lugar más cómodo.


Todos suspiraron aliviados, y entre Carlos y Arturo se encargaron de llevar a Lincoln hacía el sofá. Ronnie Anne se sentó a su lado y colocó su cabeza sobre su regazo, acariciando su cabello con ternura mientras esperaba a que se recuperara.


— Creo que lo mejor será que Lincoln descanse un poco. Está claro que esta noticia lo impactó fuertemente —comentó María, buscando un poco de calma en la situación.


Arturo asintió y se dirigió hacia la puerta.


— Voy a buscar algo de agua. Necesito tomar aire y pensar con claridad. Esto es demasiado para procesar de una vez.


Mientras Arturo salía, el resto de la familia permaneció en silencio, procesando la impactante noticia y la reacción de Lincoln. Rosa se acercó a Ronnie Anne y le puso una mano reconfortante en el hombro.


— Ronnie Anne, ¿cómo te sientes? —preguntó Rosa con preocupación, acercándose a su nieta.

— Abuela, tengo miedo de lo que vendrá. No esperaba que todo esto sucediera de esta manera. ¿Cómo enfrentaremos esto, abuela? ¿y si Lincoln no está listo para ser padre? ¿Y si arruiné su vida? ¿Qué tal si no quiere formar parte de esto?

— Mija, sé que esto es abrumador, pero recuerda que estamos aquí para apoyarte. Y también a Lincoln.

— Lo sé, abuelita. Pero no estoy segura si de verdad quiero hacerlo. No sé si estoy lista para ser madre, y mucho menos si Lincoln está listo para ser padre.


Rosa le sonrió con ternura y le acarició la mejilla.


— Ronnie Anne, entiendo que todo esto te esté abrumando. Pero recuerda que las decisiones importantes como estas deben tomarse con calma y claridad. No estás sola en esto, y juntos encontraremos una manera de enfrentar cualquier desafío que se nos presente.


Ronnie Anne asintió, agradecida por el apoyo de su abuela. Sid y Ana se asomaban desde la puerta, intercambiando miradas de preocupación. No sabían que decir en ese momento, pero tambien estaban ahí para apoyar a sus amigos.

Pasaron unos cuantos minutos y Lincoln seguía recostado sobre el regazo de Ronnie Anne, quien lo cuidaba con preocupación. La situación era extremadamente complicada y llena de emociones intensas. Rosa se acercó a él, intentado despertarlo con una mezcla de hierbas aromáticas que había preparado. Finalmente, Lincoln comenzó a recobrar la conciencia poco a poco. Sus ojos se abrieron lentamente, viendo el rostro de Ronnie Anne totalmente desconsolado.


— ¿Qué... qué pasó? — preguntó, frotándose la cabeza.


Ronnie Anne se apresuró a abrazarlo con alivio cuando notó que recuperaba la conciencia. La tensión en la habitación no había desaparecido, pero al menos Lincoln estaba bien.


— Lincoln, estás bien, gracias a Dios — murmuró con voz temblorosa mientras lo abrazaba con fuerza.


Lincoln se incorporó lentamente, aun sintiéndose un poco mareado por el desmayo. Miró a su alrededor, notando la preocupación en los rostros de todos los presentes.

La familia Casagrande lo rodeo con preocupación, agradecidos de que hubiera recobrado el conocimiento. Arturo, quien regresaba en esos momentos, solo se mantuvo en silencio, mirando la escena con una expresión tensa y preocupada. María se acercó al albino y le entregó un vaso de té.


— Lincoln, toma esto. Necesitas calmarte y procesar todo lo que está sucediendo.


Lincoln aceptó el vaso y tomó un sorbo, tratando de encontrar las palabras adecuadas para expresar sus pensamientos. Miró a Ronnie Anne con una mezcla de sorpresa, preocupación y confusión.


— Esto es... demasiado para procesar de repente. No sé qué decir ni cómo sentirme.


Ronnie Anne miró a Lincoln, sintiéndose culpable por la forma en que se enteró de su embarazo.


— Lo siento mucho, Lincoln. No deberías haber tenido que descubrirlo de esta manera. Debería habértelo dicho yo misma.


Lincoln se quedó en silencio por un momento, procesando la información. La habitación estaba llena de emociones intensas y expectación. Arturo, a pesar de su enfado inicial, también observaba la situación con atención.


— Ronnie Anne, ¿por qué no me lo dijiste antes? ¿Por qué tu papá me atacó así?


Ronnie Anne suspiró, sintiendo el peso de la responsabilidad.


— Lincoln, quería decírtelo de una manera diferente, en un momento más adecuado. Pero tenía miedo de tu reacción y decidí contárselo a mis padres primero. Jamás pensé que papá reaccionara de esa manera.


Lincoln, todavía aturdido, miró a su novia con una mezcla de emociones. A pesar de la confusión y el impacto de la noticia, su preocupación por ella era evidente. Por lo que solo sonrió y acarició el rostro de Ronnie Anne con ternura, tratando de consolarla.


— Cariño, lo más importante en este momento es que estés bien. Estoy sorprendido por la noticia, pero eso no cambia lo que siento por ti. Estoy aquí para apoyarte en todo lo que necesites.


Ronnie Anne sintió un alivio momentáneo al escuchar las palabras de Lincoln. Sabía que estaba enfrentando una situación abrumadora, pero contar con el apoyo de su novio le daba cierta fortaleza.


— Gracias, amor. No sabes lo mucho que significa para mí tu apoyo en este momento tan difícil.


Lincoln le dedicó una sonrisa cálida y la abrazó con ternura. Arturo, pudo ver como el albino se preocupaba genuinamente por su hija, lo que le hizo reflexionar sobre la situación. María se acercó a él y susurró unas palabras de tranquilidad.


— Te lo dije, Arturo. Lincoln realmente cuida de Ronnie Anne, y ella a él. No era necesario que te pusieras violento.


Arturo asintió, finalmente cediendo a la idea de que Lincoln tenía un lugar importante en la vida de su hija, así como de los Casagrande. Se acercó lentamente a donde estaban ellos con una expresión más suave.


— Lincoln, lamento mi reacción. Estaba preocupado por Ronnie Anne y me dejé llevar por la ira. Pero necesitamos hablar seriamente sobre esto. Se que los dos ya son adultos, pero aún son muy jóvenes para tener una familia. Además, no estoy seguro si con tu sueldo actual puedas mantener a mi hija y nieto.


Lincoln, tras recuperar un poco la compostura y entender la magnitud de la situación, miró a Arturo con seriedad y comenzó a hablar.


— Lo primero que quiero decir, Sr. Santiago, es que mi intención siempre ha sido cuidar y proteger a Ronnie Anne. Lo que está pasando es una sorpresa para ambos, pero estoy dispuesto a asumir la responsabilidad. Quiero estar allí para Ronnie Anne y apoyarla en todo momento. Y no se preocupe por el sueldo, irónicamente hoy recibí un ascenso en la televisora.


Ronnie Anne miró a Lincoln con gratitud mientras sostenía su mano. Sabía que la situación era complicada, pero escuchar su compromiso la reconfortaba. Arturo asintió, aún serio, pero apreciando la respuesta de Lincoln.


— Yo tambien estoy dispuesta a trabajar duro papá. Aunque, mi trabajo en la telenovela es temporal, aún tengo mis ahorros y el mercado de la familia. Y si es necesario estoy dispuesta a buscar un trabajo más estable. No quiero depender completamente de Lincoln.


Arturo suspiró, procesando la información y la determinación de la joven pareja.


— Me alegra que estén dispuestos a tomar la responsabilidad, pero debemos ser realistas. Esta situación cambia las cosas para ambos, y deben considerar todas las implicaciones. Aun son demasiado jóvenes para tener un bebé, y deben estar preparados para los desafíos que conlleva ser padres.


María se unió a la conversación.


— Exactamente, tener un hijo es mucha responsabilidad y espero que ambos puedan manejar esta situación.


Rosa intervino con sabiduría y empatía.


— Arturo, mija. Recuerden que Ronnie Anne y Lincoln no estarán solos. Tambien cuentan con todo nuestro apoyo.

— Así es — agregó Carlos —. No podemos dejar que esta situación los divida. Como familia, enfrentaremos los desafíos juntos.


Frida, con una sonrisa, se acercó a la pareja.


— Chicos, sé que esto es abrumador, pero también es una oportunidad para crecer y aprender. Tienen el amor de su familia y el tiempo para prepararse. No están solos en esto.


Ronnie Anne y Lincoln se miraron el uno al otro, agradecidos por todo el apoyo que estaban teniendo en esos momentos. Aunque la situación era difícil, sabía que contaba con un sistema de apoyo sólido.


— Gracias a todos por estar aquí. Sé que cometimos un error, pero estamos dispuestos a enfrentar las consecuencias y a ser responsables.

— Exacto — agregó Lincoln —. Todavía tenemos mucho que hablar y planificar, pero lo que está claro es que quiero hacer lo mejor para Ronnie Anne y el bebé — Se levantó del sillón al tiempo que se estiraba un poco —. He estado pensando en esto desde que tuve aquella conversación con el Sr. Santiago. Y aunque al principio sonaba como una locura, ahora no me queda la menor duda.


Finalmente, Lincoln se arrodilló frente a Ronnie Anne y la tomó de la mano.


— Ronalda Ana Santiago Casagrande, no tengo un anillo en estos momentos. Pero quiero que sepas que te amo más de lo que puedo expresar con palabras, y haré todo lo que esté a mi alcance para ser un buen padre y cuidar de ti. ¿te casarías conmigo?


Ronnie Anne estaba visiblemente conmovida por las palabras y el gesto de Lincoln. Las lágrimas llenaron sus ojos mientras miraba a su novio con amor y gratitud. La sorpresa de la noticia del embarazo había sido abrumadora, pero la forma en que Lincoln estaba dispuesto a enfrentar esta nueva realidad la llenaba de esperanza.


— Lincoln Albert Loud, no necesito un anillo para saber que quiero pasar el resto de mi vida contigo. Te amo y estoy dispuesta a enfrentar cualquier desafío que venga junto a ti.


La sonrisa que se formó en el rostro de Lincoln fue contagiosa, y ambos se abrazaron con ternura y compartieron un beso lleno de amor y compromiso. Sabían que tenían un largo camino por delante, pero estaban dispuestos a enfrentarlo juntos como pareja. La habitación se llenó de una atmósfera cálida y llena de amor mientras todos los presentes celebraban la decisión de la pareja.

Frida rápidamente tomó su cámara y capturó aquel momento mientras lloraba de felicidad.


— Chicos, este es el momento más hermoso que he visto.

— Felicidades, chicos. Aunque las cosas han tomado un giro inesperado, estoy seguro de que juntos podrán superar cualquier desafío. Cuentan con mi apoyo — Agregó Carlos, felicitando a la pareja.


Sid y Ana, rápidamente ingresaron al apartamento, emocionadas por la noticia y listos para expresar sus felicitaciones.


— ¡Wow, chicos! ¡Felicidades! — exclamó Sid con una gran sonrisa.


Ana se unió a la felicitación y abrazó a Ronnie Anne y Lincoln con alegría.


— Estamos tan felices por ustedes. Aunque la noticia fue impactante, ver cómo se apoyan mutuamente es hermoso.

— ¡Pido ser la madrina! — volvió a exclamar Sid.


La pareja solo sonrió ante el entusiasmo de la asiática.


— Dalo por hecho Sid, Serías una madrina fantástica —respondió Ronnie Anne, emocionada por el gesto de su amiga.

— ¡Definitivamente! — agregó Lincoln —. No podríamos pensar en alguien mejor para ser la madrina de nuestro hijo.


Carlota, junto a sus hermanos. también expresaron su deseo de participar en la vida del futuro bebé.


— Y yo quiero ser el tío favorito, ¡así que espero que me dejen consentirlo mucho! — Comentó CJ.

— Ro, aun tendría que hablar algunas cosas con Leni. Pero ya tengo en mente un hermoso conjunto para tu vestido de bodas.

— ¡Gracias, Carlota! Aprecio mucho tu apoyo y tus ideas. Definitivamente vamos a necesitar toda la ayuda que podamos obtener —respondió Ronnie Anne, sintiéndose agradecida por el respaldo de su familia y amigos.


El pequeño Casagrande se acercó a su prima y le dio un fuerte abrazo.


— ¡Felicidades, prima! Esto es genial. Voy a ser el mejor primo mayor de la historia.


Ronnie Anne abrazó a su primo con cariño, agradecida por su entusiasmo.


— Gracias, Carlitos. Sabemos que podemos contar contigo.


La familia Casagrande con sonrisas y lágrimas de felicidad, se reunió alrededor de Ronnie Anne y Lincoln, compartiendo palabras de aliento y felicitaciones. A pesar de la complicada situación, el amor y el apoyo de la familia eran palpables.

Arturo y María observaban la escena con expresiones más suaves, sintiendo alivio y esperanza por su hija. Rosa sonreía con orgullo y emoción, sabiendo que la familia estaría unida en este nuevo capítulo de sus vidas.


— Estoy muy feliz por ustedes, mis niños. La familia es lo más importante, y sé que estarán a la altura de esta responsabilidad — dijo Rosa con cariño.


La habitación se llenó de un ambiente más ligero después de la propuesta espontánea de Lincoln y la aceptación de Ronnie Anne. Y aunque la familia celebraba junto a ellos. Lincoln se separo por un momento y se acercó lentamente a Arturo extendiendo su mano hacía él.


— Sr. Santiago, se que probablemente piense que no soy el mejor partido para su hija. Pero quiero que sepa que la amo sinceramente, y estoy comprometido a hacer todo lo posible para cuidar de Ronnie Anne y nuestro futuro hijo. Y espero que pueda aceptar eso.


Arturo tomó la mano de Lincoln para después darle un fuerte abrazo.


— Llámame, Arturo, mijo. No puede haber mejor hombre para mi hija que aquel que la ama sinceramente y está dispuesto a hacer todo lo posible por ella y su familia. Ahora entiendo por que María y su familia te quieren tanto.

— Gracias, Arturo. Me esforzase para siempre cuidar de Ronnie Anne.

— Eso espero, mijo. No comentas el mismo error que yo error que yo, dejando escapar a la mujer que amaba. Asegúrate de valorar a Ronnie Anne y de estar siempre ahí para ella y para su hijo.


Lincoln asintió con determinación, agradecido por las palabras y el apoyo de Arturo.


— Lo prometo, Arturo. Haré todo lo posible para ser el hombre que Ronnie Anne merece.


María asintió, agregando su apoyo a las palabras de su exesposo.


— Lincoln, te conozco desde que eras niño y se que no hay nadie más adecuado para Ronnie Anne que tú. Estoy segura de que serás un excelente esposo y padre.


Lincoln sonrió, sintiéndose abrumado por el apoyo y la aceptación de la familia Casagrande.


— Gracias. Significa mucho para mí. Prometo hacer todo lo posible para ser el mejor esposo y padre para Ronnie Anne y nuestro bebé.

— Estamos aquí para ayudarlos en este proceso — agregó María —. Por cierto, ¿ya pensaste como decirle esto a tus padres?


El comentario de María hizo que Lincoln se diera cuenta de que tenía que enfrentar otra conversación complicada: contarles a sus padres y hermanas sobre la noticia del embarazo y su compromiso con Ronnie Anne.


— Mierda, no lo había pensado.

— Esa boquita Lincoln — lo regañó María.

— Lo siento, Sra. Santiago. Pero tiene razón, necesito hablar con mis padres y hermanas y contarles todo. Supongo que tendré que hacerlo lo antes posible.


María asintió comprensivamente y le ofreció orientación a Lincoln.


— Lincoln, sé que es una conversación difícil, pero tu familia merece saberlo. Es importante que estén informados y puedas contar con su apoyo también. No estás solo en esto.


Lincoln suspiró y asintió, agradecido por el apoyo de María.


— Tiene razón, Sra. S. Tengo que hablar con ellos. Es solo que mis padres y hermanas pueden ser un poco ... intensos, especialmente Lori. No sé como tomará la noticia de que no solo será madre, si no tambien tía.

— Es verdad, ahora que lo mencionas tendremos dos bebes en la familia — comentó Rosa con emoción.


Lincoln sonrió ante el comentario de Rosa, encontrando un pequeño alivio en la ligereza de la conversación.


— Sí, parece que la familia se está expandiendo rápidamente. Espero que mis padres y hermanas lo vean de la misma manera.


Ronnie Anne se acercó a él para darle un beso en la mejilla.


— Estaremos juntos en esto, patético. No importa cuán complicadas sean las conversaciones, lo enfrentaremos juntos como equipo. Y tienes todo mi apoyo.


La pareja se abrazó con cariño, sabiendo que tenían un camino por recorrer, pero también la certeza de que estaban unidos en este nuevo capítulo de sus vidas. Tenían el apoyo de la familia Casagrande y de Arturo. Pero aun tenían muchas decisiones importantes por tomar, como dónde vivirían, cómo manejarían la situación financiera y cómo se prepararían para la llegada del bebé. Y más aún, ¿Cómo reaccionarían los padres de Lincoln ante la noticia?

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Bueno, como les prometo, la segunda parte del capítulo de ayer. La verdad es que si no lo deividia iba a quedar exageradamente largo el capitulo de ayer y no quiero agobiarlos con mucho texto.

Bueno, seguire trabajando con la parte que subire de "la luz de mi vida" el cual ya casi viene lo bueno, "guiño" "guiño".

Les dejo una imagen que genere con Bing de pilon.


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