Capitulo III: Mi Angel de la Guarda

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Lori se quedó paralizada al mirar a los ojos del joven, sintiendo una extraña conexión que no podía explicar. El joven parecía igual de sorprendido, pero rápidamente desvió la mirada hacia el suelo y carraspeó la garganta.

—      Lo siento — Comenzó a hablar el mexicano —   no fue mi intención causar problemas. Como le comenté a su compañera me asaltaron, y solo requiero que me presten su teléfono para poder contactarme con mi hermanita quien debe estar preocupada.

Lori se sacudió de su trance y se acercó al joven.

—      ¿te asaltaron? — Pregunto Lori con preocupación

—      Bueno eso es lo que dice el — comento la pelirroja quien le había negado la ayuda al joven mexicano —. Sabes que hoy en día no te puedes fiar de las palabras de cualquiera.

—      Les juro por mi madre santa que no estoy mintiendo. Por favor solo necesito un teléfono y son el único lugar abierto.

—      ¿entonces solo necesitas usar el teléfono? — Volvió a preguntar Lori.

—      Sí, solo necesito hacer una llamada y prometo devolver el teléfono inmediatamente. Mi hermanita debe estar preocupada y no tengo forma de contactarla.

Lori sintió empatía por la situación del joven al recordarle su relación con sus hermanos, así que decidió ayudarlo.

—      Muy bien, entonces confiare en ti, sígueme adentro por favor.

—      ¿estas segura Lori? — pregunto Becky — El gerente no está y sabes que no tenemos permitido ingresar a su oficina sin permiso.

—      No te preocupes Becky, ya me las arreglare después con el señor Burton.

Lori abrió la puerta y dejó pasar al joven. Lo condujo directamente hacía la oficina de su gerente y le ofreció el teléfono.

—      ¿Cómo te ocurrió todo eso? — pregunto curiosa.

—      Bueno, yo caminaba por la ciudad, la cual apenas conozco. Y mientras trataba de ubicarme para reunirme con mi hermanita, Aparecieron tres sujetos y me asaltaron.

—      ¿te encuentras herido?

—      No te preocupes. Como podrás haber notado intercambiamos unos golpes. Pero poca oportunidad tenia contra tres y un cobarde me dio con bate cuando estaba desprevenido.

Bobby lanzo un gran suspiro.

—      Lo que más me duele es que mi quitaron lo poco que traía. Incluso el dinero que tanto me costó ganar.

Lori se sintió apenada por la difícil situación del joven. Sin embargo, estaba contenta de haber podido ayudarlo de alguna manera.

—      Lo siento mucho. Pero me alegra poder ayudarte. ¿Necesitas algo más? ¿Algún medicamento o algo para el dolor?

Bobby negó con la cabeza.

—      No, gracias. Solo necesito hacer esa llamada. Agradezco mucho su ayuda, Señorita. Es mi ángel de la guarda — comento causando que la rubia se ruborizara.

—      Me llamo Lori Loud, por cierto — Comento la rubia.

—      Roberto Alejandro Martinez -Millan Luis Santiago Casagrande — Respondió presentándose de la misma forma mientras extendía su mano como formalidad hacia la rubia —. Si gustas puedes llamarme Bobby.

—      Es un bonito nombre Bobby — comento con una sonrisa mientras estrechaba la mano del mexicano —. Bien el teléfono es todo tuyo.

Lori salió de la oficina para dejar a solas al mexicano con su llamada, a pesar de que seguía un poco aturdido por la golpiza. Agradecía haberle entregado su teléfono a Ronnie Ane, o de lo contrario también lo hubieran perdido y es el único medio que tenían para que su madre los pudiera contactar.

Espero unos cuantos segundos hasta que la línea comenzó a dar tono.

—      ¿Bobby eres tú? — se escuchó a la mexicana desde el otro lado de la línea.

—      Si Hermanita, me alegra que amenos tú te encuentres bien.

—      ¿Qué te ha pasado? Llevo horas que llegué al refugio de la iglesia y no te encontré. Estaba empezando a preocuparme.

—      Tranquila Ronnie Ane, me encuentro bien, pero me temo que tengo muy malas noticias.

Bobby dudo por unos instantes ya que no quería preocupar de más a su pequeña hermana, pero no podía ocultar el hecho que se habían robado las pocas pertenencias que les quedaban.

—      Me asaltaron Ronnie Ane, se llevaron todo. Incluso el poco dinero que tanto me costó juntar el día de hoy — Se escuchaba como la voz del mexicano se comenzaba a quebrar.

—      Dios mío Bobby ¿te encuentras bien? ¿Dónde te encuentras? Ahora mismo voy para ya.

—      Tranquila hermanita, estas más segura en el refugio. Pero me temo que tendremos que prolongar nuestra estadía aquí indeterminadamente, solo tendré que trabajar el doble por nosotros dos. Y no te preocupes que en unos instantes me reuniré contigo.

—      Muy bien hermano, pero cuídate mucho en esta ocasión por favor.

—      Dalo por hecho —Bobby se quedó callado por unos momentos mientras en su mente pensaba en la situación —. Ronnie Ane, te prometo que buscare la forma para que logremos salir adelante.

Fue ultimo que dijo Bobby antes de colgar la llamada. Él sabía que debía mantenerse fuerte por el bien de Ronnie Ane. Pero con todo lo que han sufrido desde que llegaron a estados unidos le era muy difícil.

Lori no quería ser indiscreta, pero no pudo evitar escuchar la conversación desde la puerta entreabierta de la oficina. Se quedó preocupada por lo que había oído, pero no quería intervenir en la llamada privada de Bobby.

Después de unos minutos, Bobby salió de la oficina con un gesto de preocupación en su rostro. Lori se acercó a él para preguntar cómo estaba.

—      ¿Todo bien? ¿Pudiste contactar a tu hermana? — preguntó Lori con un tono preocupado.

—      Sí, gracias a ti pude hablar con ella. No sé cómo agradecerte.

—      No te preocupes por eso, me alegra haberte ayudado — Respondió la rubia con una sonrisa-

—      Bien, creo que es momento de irme.

—      Espera — exclamo la rubia — ¿A dónde te diriges?

—      A la iglesia del Sagrado Corazón.

—      Literalmente queda cerca de mi casa, si te parece bien podemos compartir el taxi.

—      No es necesario Lori, ya has hecho demasiado por mí. Puedo proseguir caminando desde aquí.

—      ¿Caminar, después de lo que te paso? ¿acaso enloqueciste? —  reprocho la rubia — No señor, de ninguna manera dejare que camines solo por la noche.

La rubia no aceptaría un no como respuesta por lo que siguió insistiendo. Bobby sonrió ante la determinación de Lori y asintió con la cabeza.

—      Está bien, gracias, Lori, acepto tu ofrecimiento. Me encantaría compañía en el camino.

Lori sonrió y juntos salieron del edificio para buscar un taxi. Mientras esperaban en la acera, Lori se acercó a Bobby y le preguntó en voz baja:

—      Si no es indiscreción, ¿puedo saber qué fue lo que te preocupó en la llamada?

Bobby vaciló por un momento, pero finalmente decidió confiar en Lori. Así que comenzó a contarle todo lo que había sucedido desde que abandonaron su país natal y el largo camino que debían recorrer para tratar de reencontrarse con su madre y el resto de su familia.

Lori no pudo evitar sentirse conmovida por lo dicho por el mexicano. Después de todo ella también era capaz de hacer cualquier cosa por sus hermanos como él lo está haciendo por su hermana menor.

Después de unos momentos el Taxi al fin llego y subieron al mismo donde continuaron hablando. Durante el trayecto en taxi, Lori y Bobby continuaron hablando sobre sus vidas y sus preocupaciones.

Después de unos minutos de trayecto finalmente habían llegado al destino del mexicano.

—      Bueno, supongo que esta es mi bajada — comento con una leve sonrisa.

—      Espero que todo salga bien para ti y tu hermana y pronto puedan reencontrarse con tu familia. Y espero que pronto olvides este mal trago que tuviste.

—      Si, gracias a ti ya se me olvido — respondió el mexicano — De verdad, si no fuera por ti yo hubiera perdido hasta la fe, y te estaré eternamente agradecido —ante ese comentario Lori esbozó una sonrisa —. Bien espero verte de nuevo.

Bobby se volteo para abrir la puerta del taxi cuando en ese momento Lori se percata que tenía sangre en el cuello de su camisa, causando inmediatamente la preocupación de esta.

—      Bobby espera un momento — comento mientras se acercaba para examinar la nuca del mexicano — Estas sangrando.

—      Tranquila no debe ser nada. Solo una pequeña herida que seguramente me provocaron esos delincuentes.

—      No, no puedo dejarte así, debemos llevarte a revisar al hospital. Puede ser más grave de lo que parece —insistió Lori con preocupación.

—      No, al hospital no. No quiero preocupar a Ronnie Ane más de lo que ya está. Además, si fuera algo grave ya me hubiera sentido mal.

—      No es cuestión de que te sientas mal, se te puede infectar la herida — volteo a ver al chofer — Por favor, llévenos a mi casa.

—      ¿a tu casa? — pregunto el mexicano incrédulo.

—      Así es Bobby a mi casa, no voy a permitir que te vayas con esa herida. Y si no quieres ir al hospital entonces yo misma la tratare.

Bobby no estaba seguro de aceptar la oferta de Lori, pero al ver la determinación en sus ojos, decidió confiar en ella. Así que, agradecido, asintió con la cabeza y el taxista condujo hacia la casa de Lori.

Una vez llegaron bajaron ambos del taxi y caminaron hacia la entrada de la casa Loud, pero Lori no contaba que cierta hermana Rockera aún se encontraba despierta tratando de componer una canción. La cual, al voltear por unos instantes hacia la ventana de su habitación, vio llegar a su hermana mayor acompañada del mexicano.

—      ¡Chicos, tenemos un código cupido! — exclamo Luna quien salió abruptamente de su habitación para alertar a sus hermanas y a Lincoln.

Inmediatamente los cinco hermanos Loud salieron de sus habitaciones para encontrarse en el pasillo.

—      No es cierto ¿entonces Lori finalmente trajo un chico a casa? — pregunto Leni emocionada

—      Así es hermana, los vi desde mi habitación bajando de un Taxi.

—      Silencio, parece que están entrando — Comento Lynn jr. al escuchar como Lori abría la puerta con su llave.

Los hermanos Loud inmediatamente se mantuvieron escondidos en el segundo piso intentando espiar a su hermana mayor.

Lori y Bobby entraron a la casa y se dirigieron a la sala de estar, donde Lori lo hizo sentar en el sofá mientras buscaba el botiquín de primeros auxilios mientras Bobby se quedaba en la sala de estar, mirando a su alrededor con curiosidad. Luna, Leni, Lynn jr., Luan y Lincoln estaban espiando desde el segundo piso, tratando de escuchar lo que decían.

—      De verdad, no tienes que hacer esto Lori, puedo arreglármelas por mi cuenta —dijo Bobby mientras se volteaba para que la rubia revisara la herida.

—      No me estás molestando, Bobby. Es lo menos que puedo hacer después de todo lo que has pasado hoy.

Mientras tanto, en el segundo piso, los hermanos Loud seguían espiando a su hermana mayor y al misterioso chico mexicano.

—      No puedo creer que Lori finalmente tenga un novio, esto es emocionante —susurró Leni con una sonrisa en su rostro.

—      Shh, mantén la voz baja —susurró Lincoln, tratando de no llamar la atención.

—      No puedo escuchar nada — susurró Luna a sus hermanos.

Los cinco hermanos se quedaron en silencio, tratando de escuchar lo que decían Lori y Bobby. Pero no pudieron oír nada, ya que hablaban en voz baja.

—      Bueno, ya está. Recuerda cambiarte la gaza a diario para que no se infecte, y si te llegas a sentir mal inmediatamente debes buscar un doctor.

—      Gracias, Lori. De verdad, no sé cómo agradecerte todo lo que has hecho por mí hoy.

—      No hay necesidad de agradecer nada. Me alegra haber podido ayudarte.

En ese momento, los hermanos Loud en el intento de poder escuchar mejor intentaron asomarse un poco más por la escalera, pero un mal paso provoco que los cinco cayeran revelando su escondite.

—      ¿Qué hacen todos aquí despiertos? — preguntó Lori, tratando de ocultar su incomodidad.

—      Oh, nada — respondió Luna con una sonrisa cómplice — Solo estábamos... pasando el rato.

—      Sí, pasando el rato — asintió Lincoln con una mirada juguetona.

—      ¿Qué está pasando aquí? — pregunto Bobby confuso ante esa escena de los hermanos Loud.

Lori intentó explicar la situación a Bobby, pero fue interrumpida por Leni quien se acercó emocionada a Bobby.

—      Hola, soy Leni, la segunda hermana de Lori. ¿Eres el nuevo novio de mi hermana? —pregunto la otra rubia emocionada.

—      ¡Leni! — Exclamo una avergonzada Lori

—      No, no lo soy. Solo soy un amigo de Lori —respondió Bobby, sintiéndose un poco incómodo por la situación.

—      ¡Oh! ¿Solo un amigo? — comento la rockera con cierto énfasis —. Bueno, igualmente eres bienvenido a nuestra casa. Soy Luna, la tercera hermana de Lori —dijo Luna estrechando su mano.

Lori suspiro mientras trataba de mantener la compostura ante aquella situación tan embarazosa.

—      Bobby, estos son mis hermanos. Leni, Luna, Luan, Lynn jr. y Lincoln — presentó Lori a los chicos—. Y chicos, él es Bobby, un amigo que conocí hoy.

—      Solo no te rompas la cabeza al tratar de recordarnos — Comento Luan riéndose de su chiste, pero como siempre sus hermanos solo pusieron cara de fastidio. Excepto Bobby quien si se rio del chiste de Luan.

—      Fue bueno — Dijo Bobby con una pequeña risa —. Mucho gusto, soy Roberto Alejandro Martinez -Millan Luis Santiago Casagrande. Gracias por recibirme— dijo Bobby con una sonrisa, tratando de ser amable.

—      Un momento — hablo esta vez Lincoln al escuchar el largo nombre del mexicano— ¿de casualidad tú no tienes una hermana llamada Ronnie Ane?

—      Si, Ronnie Ane es mi hermana pequeña ¿De dónde la conoces?

—      La conocí hoy, decidí enseñarle la ciudad mientras pasamos toda la tarde juntos.

—      No lo creo ¿mi hermanito literalmente tuvo una cita con una chica? — Comento Lori para fastidiar a Lincoln como pequeña venganza de ese incomodo momento que la estaban pasando hacer.

—      ¡No fue una cita! — exclamo el albino avergonzado.

—      Si no soportas el calor, no te metas a la cocina hermanito.

Los hermanos Loud rieron ante la respuesta de Lori, aliviando la tensión del momento anterior. Bobby también sonrió, parecía haberse relajado un poco después de eso.

—      En ese caso te agradezco por haber cuidado de mi hermana ­— hablo el mexicano dirigiéndose a Lincoln solo para levantarse del sillón —. Bueno creo que es momento de irme, no quiero preocupar más a Ronnie Ane.

—      Por supuesto, te acompaño afuera — agrego Lori mientras acompañaba a Bobby solo para voltear rápido donde sus hermanos—. Y más vale que todos regresen a la cama ahora mismo.

Ambos salieron de la casa quedando de pie frente al porche.

—      Perdona a mis hermanos, ¡a veces pueden ser un poco fastidiosos! — exclamo la rubia volteando hacia atrás para ver que sus hermanos seguían espiando desde la ventana.

—      No te preocupes, la verdad es que me cayeron bien todos ellos — comento el mexicano sonriente.

—      Me alegra oír eso.

Los dos se quedaron en silencio momentáneamente hasta que Lori fue la que hablo nuevamente.

—      Bien, ya sabes donde vivo, sabes dónde trabajo. Si necesitas cualquier cosa solo avísame.

—      Parece que estoy condenado a agradecerte cada 10 minutos.

—      Bobby, de verdad no fue nada.

—      Claro que si Lori, tú te has comportado conmigo mejor que mi Angel de la guarda. Gracias de verdad.

Ambos se dieron un breve abrazo para despedirse y así el mexicano fue en camino hacia el refugio donde estaba su hermana esperando.

Lori por su parte se quedó afuera unos momentos pensativa solo para entrar momentos después a su casa. Donde sus cinco hermanos la estaban esperando con una mirada de cómplices.

—      Bien ¿Qué pasa con ustedes? — pregunto la rubia arqueando la ceja.

—      Nada, solamente te mirábamos mientras te despedías de "tu amiguito" — comento Luan en tono burlón.

—      No sé qué es lo que estén pensando ustedes, pero literalmente apenas lo conocí hoy — aclaro Lori, sintiendo que sus hermanos estaban haciendo una tormenta en un vaso de agua.

—      Oh, vamos, Lori. Se nota que te gusta — comento Leni con una sonrisa burlona.

—      ¡Claro que no! — exclamo Lori Sonrojada.

—      ¿Estás segura? Porque parecías un tomate cuando hablabas con él — agrego Lynn Jr. con una sonrisa pícara.

—      ¡No es cierto! Solo me preocupe por su herida, nada más — defendió Lori, sintiéndose un poco incomoda ante la insistencia de sus hermanos.

—      Oh, oh, Lori tiene un crush, Lori tiene un crush — canturreo Luna, mientras Lynn jr. hacía sonidos de trompeta con su boca.

—      Chicos, ya basta. No tengo ningún crush, literalmente solo lo ayudé porque se lastimó. Además, ¿qué importa si lo tuviera? — respondió Lori, tratando de disipar los comentarios de sus hermanos.

—      Bueno, bueno, dejemos de molestar a Lori — intervino Lincoln tratando de poner fin a la situación

—      Tu tampoco te vas a salvar hermano ¿Quién es esa tal Ronnie Ane de la que hablaste? — Pregunto Luna cambiando la atención hacia el albino.

—      Chicos, literalmente hoy tuve un día demasiado cansado y solo quiero descansar. Así que todos regresen a sus camas — Hablo la rubia en tono autoritario para que recordaran quien era la que estaba al mando.

Después de la charla con sus hermanos, Lori se retiró a su habitación, aunque no podía evitar pensar en Bobby y la forma en que sus hermanos la habían interrogado sobre él. Se sentía un poco confundida, no estaba segura de lo que sentía por él. Quizás había algo en él que le atraía, pero también sabía que apenas lo conocía. En eso escucha que alguien llama a la puerta de su cuarto.

—      Oye Lori, ¿puedo entrar? — preguntó el albino.

—      ¿Qué sucede Lincoln? — Pregunto Lori ante la llegada del albino.

Lincoln entro a la habitación de su hermana mayor, se sentó sobre su cama y comenzó a jugar con sus pulgares nervioso de lo que quería hablar.

—      Fue un bonito gesto lo que hiciste por ese chico.

—      No fue nada Lincoln, si cualquiera de nosotros lo hubiera encontrado, estoy segura que hubieran hecho lo mismo — ella se quedó callada por unos instantes —. Es lo que harían mamá y papá.

Varias lagrimas comenzaron a caer en el rostro de la rubia ante el recuerdo de sus padres, volteo a ver a su hermano el cual nuevamente comenzó a tener una expresión de culpa.

—      Perdona Lincoln, no quise recordarte...

—      No te preocupes Lori, sé que siempre será difícil para todas ustedes, especialmente para ti que tuviste que asumir la responsabilidad de ambos. Es un peso muy grande el que te echaste sobre tus hombros Lori. Y todos estamos agradecidos por eso de verdad.

Lori se secó las lágrimas y abrazo a su hermano en agradecimiento solo para notar que en su cuello tenia puesto una medalla de Oro.

—      ¿De dónde sacaste eso?

—      Bueno, de hecho, me lo regalo Ronnie Ane el día de hoy por mi cumpleaños — comento el albino nervioso.

—      ¿la hermanita de Bobby?

La razón principal por la que Lincoln quería hablar con la mayor de sus hermanas era por causa de la mexicana. Desde que se despidió de ella en la tarde, no había podido quitársela de la cabeza y sabía que si intentaba hablar de eso con cualquiera de sus hermanas, seguramente no lo iban a dejar en paz.

La única con la que podía hablar era con Lori. La cual por alguna extraña coincidencia se había topado con el hermano mayor de Ronnie Ane

—      De acuerdo, ya se lo que está pasando — comento Lori con una sonrisa —. Mi hermanito está enamorado.

—      ¡No es cierto! — Replico el peliblanco haciendo que Lori le tapara la boca

—      Silencio si no quieres que las demás se enteren — Le susurró Lori por lo que Lincoln asintió.

Lori suspiro por unos momentos para tratar de mentalizarse, pues sabía que finalmente había llegado el momento de aquella platica con hermano que su padre les había hecho a ella y sus demás hermanas cuando entraron a la adolescencia.

—      Lincoln ya tienes 14 años, lo que significa que ahora comenzaras a ver a las chicas de otra forma.

Lincoln se sonrojó un poco ante el comentario de su hermana, pero asintió en silencio, sabiendo que su hermana mayor estaba tratando de tener una charla sincera con él.

—      Quiero que sepas que está bien sentirte atraído por alguien, pero tienes que ser responsable y respetuoso. No presiones a la chica si ella no está interesada en ti, y siempre debes tratarla con respeto y amabilidad.

—      Supongo que sí, pero no sé qué hacer al respecto. No tengo experiencia en esas cosas, siempre que me gusta una chica normalmente lo hecho a perder.

Lori sonrió con ternura.

—      Lo importante es que seas tú mismo, Lincoln. No intentes ser alguien que no eres solo para impresionar a alguien. Si alguien no te acepta por quien eres, entonces no vale la pena.

—      Gracias, Lori. Eso me ayuda mucho. No sé qué haría sin ti.

—      De nada, hermanito. Siempre estaré aquí para ayudarte en lo que necesites — respondió Lori, abrazando a Lincoln — Ahora ve a dormir, Literalmente estoy exhausta.

—      Claro, que tengas buenas noches.

—      Tú también, Lincoln. Descansa bien.

Con eso, Lincoln salió de la habitación de su hermana y cerró la puerta detrás de él. Lori se quedó sola en su habitación, reflexionando sobre todo lo que sucedió el día de hoy. Todavía estaba confundida acerca de sus sentimientos hacia Bobby, y aquella conversación con Lincoln solamente la había hecho reflexionar aún más.

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