"La guerra de los tres mundos"

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Se dice que, hace aproximadamente 10,000 años tres razas habitaban en completa armonía en la Tierra: los alteanos o más conocidos por tritones/sirenas, los humanos y los galra.

Juntos conformaban "la unión de los tres mundos", en el cual se concordaba que nadie, absolutamente nadie tenía el derecho de poseer las tierras del otro.
Esto no pareció molestar al principio, pero los galra; una raza bastante poderosa no sólo porque tenían la capacidad de vivir bajo el agua como en tierra firme, sino también por su increíble pueblo desarrollado. Provocando que su hambre por dominar las otras dos razas se intensificase con el tiempo.

Y no tuvo que pasar demasiado para que ocurriera la primera guerra.

El caos invadió cada lugar, casi como si fuese un virus esparciéndose por el cuerpo de alguien. Se derramó sangre de gente inocente, dando así roto la primera y última alianza entre aquellas tres razas.
Los humanos y los alteanos lograron unir fuerzas para derrotar el imperio Galra, que quedó casi pulverizado hasta el punto en el que jamás se volvió a ver un ser con rasgos que los representasen. Años después, se decidió no volver a crear un tratado, quedando así ambos desconectados del mundo del adverso.

Que con el tiempo, se fue olvidando de que existían seres que vivían en las profundidades del océano. Las pocas personas que lograban recordar aquella raza los terminaban clasificando en locos, y a veces, con pena de muerte por "divulgar información falsa".

Jamás se supo de los Galra, ni por parte de los alteanos, ni por los humanos.

Pero siempre quedan chispas después del fuego que arrasó con la coexistencia pacífica entre seres distintos, aunque capaces de entenderse.

...





Nada, absolutamente nada tenía sentido a partir de ese momento.

Shiro, deslumbrado por la rareza de aquellos seres y, Keith; que no podía creer lo que estaba viendo. Lance había llegado en el momento justo, y eso que tan solo hace una hora estaban charlando tranquilamente.
—"¡No, Lance! ¿Te das cuenta de lo que has hecho?" Reclamó la castaña, mientras se colocaba en el centro de forma en la que el moreno y él estuviesen separados.
—"¡Lo sé, lo sé!" Respondió él, podía notarse en el tono que utilizaba el poco arrepentimiento que tenía. "Pero nadie se ha enterado, ¡sólo han sido ustedes! Por favor, no le digan a nadie..."
–"No, nosotros no..." De pronto, la chica volteó a verle junto con Shiro, dando una mueca de disgusto. "Pero ellos pueden."
—"¡Eso es mentira, Pidge! No conoces a Keith." En defensa del azabache, era lo único válido que podría usar, por no decir que en verdad estaba interesado en el humano.
—"¿Entonces qué hacía con el otro?"
—"¿Duh? ¿Son amigos?"
—"De todos modos..." Intervino Hunk, mientras se interponía entre Lance y Pidge. "Ellos ya vienen para acá."
—"¿Quiénes?" Dijeron todos al unísono, incluso se vieron entre ellos ante la cometido.
—"... Los guardias de la realeza."

...

Si no había algo más aterrador que ver a un ser que no sabes cómo irá a reaccionar contigo...

Espera, era lo que estaba sucediendo.

Estaban siendo nuevamente arrastrados, con una pequeña burbuja de agua que les mantenía respirando aire. Los seres gigantescos a los que hacían llamar guardianes eran tan rígidos y enormes; con una mirada que bastaban para hacerte mear encima.
Al menos, él no.

Lance, y aquellos dos seres que resultaron ser sus amigos, estaban sujetos dentro de una gran jaula; pareciendo pájaros en busca de su libertad.

O mejor dicho, peces tratando de salir de las redes de pesca.

¿Qué estaba pasando? Todo perdió el control con la repentina llegada de dos seres iguales que Lance. Y con ello, de los grandes guardias que poseían grandes y filosas lanzas.

Shiro, por más que intentaba buscar una relación a todo, terminaba rindiéndose dando un fuerte suspiro de frustración.

No hasta que uno de las gigantescos hombres (¿o tritones?) se detuvo para hablar un extraño dialecto, que ninguno pudo reconocer al instante. Keith estaba con los pelos de punta y los nervios a flor de piel con cada mirada fulminante que daban los guardias hacía él, específicamente.

Nadie podía adivinar si se trataba de algo bueno lo que sucedía, o si era el camino directo hacia sus tumbas. No hasta que Pidge emitió un jadeo, reflejando pánico en su rostro que sólo hizo alterar más a todos.

Todos excepto a los guardias, claro.

—"¿Qué sucede?" Dijo Hunk, mientras sentía quebrar su voz por el miedo que le atacaba directo a la garganta.
—"Sí, Pidge; ¿qué sucede?" Insistió Lance. Pidge le siseó, para luego cerrar sus ojos y seguir escuchando la conversación que seguían manteniendo los guardianes.

Tanto suspenso le provocaba ganas de jalarse los cabellos, y lo haría si no fuese porque estaba atado. Lance parecía estar en la misma situación, gimoteando de vez en cuando y, Hunk sólo cerraba los ojos con fuerza mientras hacía un tipo de rezo en susurro.
De pronto, Pidge abrió los ojos de golpe y lo miró; el azabache se sintió incómodo por la forma en la que observaba... casi como si le estuviese tratando de encontrar algo.

—"Tú... " Keith parpadeó unas cuantas veces, de pronto toda la atención fue hacia él.


...

—"¿Qué eres?"

Esa clase de pregunta le llevaba le dejaba un tanto desconcertado; ¿que qué era? Si el más recuerda, él es un humano. Era obvio, sí, siendo el único aparte de Shiro con piernas y sin escamas por la piel.

—"Uh, ¿humano?" Aclaró él.
—"No, no lo eres..." Habló nuevamente, esta persona le estaba comenzando a fastidiar.
—"¿Entonces qué supone que es, princesa?" Dijo otra voz, proveniente de un señor de cabellos pelirrojos y un bigote bastante llamativo que le hacía parecer gracioso.
—"No lo sé, no tiene rasgos como ellos..."

Lance le miró, podía notar en sus bonitos ojos azulados el rastro de preocupación que todo esto le brindaba, mientras que sus labios se movían de forma en la que pronunciaban la palabra lo siento.
Keith asintió, no podía enojarse con Lance por tal cosa ya que, no era su culpa. Era la de él, al haberse involucrado tanto con seres de otro mundo.

Pero como con casi todo lo que hace, no estaba para nada arrepentido.
No, todo esto valía la pena para pasar más tiempo con aquel lindo ser de extravagante rasgos, que jamás en su vida había visualizado en otro hombre.

Tal vez.

—"Él es un híbrido."




| HEEEEEEY, lo sé, lo sé; actualización muuuuy retrasada, pero bueno. Aquí está, como les dije, no actualizaría tan seguido... simplemente continuaría con esto cuando me entrasen ideas y si me daba el tiempo.

Y aquí estoy, a las 11:15 de la noche, xd.

No sé que hayan pensado, pero quiero aclarar que este fic va a estar apegado un poco a la serie. Tal vez no se muestre casi igual las conductas de los personajes si los comparamos pero... es mi fic, y yo hago lo que quiera.¿?
En fin, espero que la estén pasando bien, gracias por leer hasta acá~

PD: No sabía que título ponerle, jaj. |

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