"¡Me mentiste!" Ese empujón fue lo que más aterró a Geoff al ver a Bridgette de esa forma; era horripilante como la que apaciguaba la irritación de todos ahora ni siquiera se podía contener, demostrándolo a través de acciones agresivas sin cesar. Sus reclamos eran coherentes, sin embargo; comprendía la razón. "¡Solo para volver con esa otra mujer!" Exclamó en medio de la confrontación que le proponía al parrandero.

"¿No lo entiendes?" Optó por sujetar las manos de la surfista para tranquilizar su furia y brindar una explicación; pero ella tendía a arrebatar su agarre con un vigor incrementado. "Tú eres la otra mujer." Le respondió aumentando el rencor de la rubia, la cual se aguantó las ganas de proporcionarle una cachetada.

Porque la fémina no quería aceptar la indicación obvia.

"¡No! Tú estás conmigo." Le confesó con lágrimas profesando una melancolía prominente que fue reemplazada por el apretar de sus puños, mientras clavaba sus uñas con rabia en sus propias caderas. "¡Él es la otra mujer!" Entre sollozos se ahogaba en su propio mundo durante su apartar para amortiguar su ira; pensando en las palabras de Gwen.

Ella siempre estimó de la razón... Debió haber permanecido a su lado.

La vegetariana nunca olvidaría ese día donde entró a su hogar y por un malentendido, no se limitó a tolerar más de ese peso al contemplar a su pareja estando más apegado de lo usual con su mejor amigo; Brody.

Su corazón se destrozó al percibir que ese abrazo era mucho más afectivo que los que la abrigaban en las frías noches dónde soñaba con que él la adoraba...

Oh, era una pena que la verdad era que exclusivamente ella lo añoraba cada anochecer, y no él.

Siempre fue la otra mujer sin reconocerlo.