Capítulo #13

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A los pocos segundos de haberse separado, tanto Marco como Star decidieron regresar a la fiesta y buscar a sus vecinos. Los semblantes de ambos jóvenes era más calmado y hasta esbozaban una sonrisa producto del momento que habían vivido. A la distancia se podía ver que Hekapoo, quien uso sus métodos de seducción para tentar a Marco y luego para tratar de dañar la relación con Star, miraba con desdén como iban regresando con dirección a la ubicación de sus amigos.

Hekapoo: (No lo puedo creer. Parece ser que se arreglaron y bastante rápido; esa táctica jamás me había fallado. Supongo que mejor los dejo en paz y disfruto de lo que queda de la fiesta. Esta vez habrás ganado güerita, pero para la próxima verás que te lo arrebataré para siempre)

Al llegar con Janna y Tom, la pelinegra fue la primera en acercarse para hablar con su amiga.

Janna: ¡Star! ¿Dónde te habías metido?

Star: Lo siento, es que...

Janna: ¿Está todo bien?

Star: Yo creo que sí... bastante bien...

Janna se dio cuenta de que la mirada de su amiga mostraba ese brillo particular que manifiesta cuando está contenta; tras verlo dedujo que Marco había hecho algo para remediar lo que ocurrido momentos antes con la exuberante pelirroja. Aun así...

Janna: Por cierto... Marco, ven acá.

Marco: ¿Qué pasa Janna?

Fue ahí que la amiga de la rubia le dio un golpe en el hombro al castaño para recriminarle lo que pasó en la pista de baile con Hekapoo. Luego de eso, lanzó una advertencia.

Janna: Más te vale que no te vea haciendo ese tipo de cosas nuevamente o te arrancaré el paquete completo y sin anestesia.

Marco: ¡Oye! Ni siquiera sabes lo ocurrido y ya me quieres mutilar.

Tom: A ver, dejemos que se defienda.

Fue ahí que Marco les explicó a sus amigos lo que había pasado. Tom lo tomó con un poco mas de calma mientras que su co-inquilina se mantenía escéptica ante lo ocurrió.

Janna: Mmmmm... está bien. Te daré el beneficio de la duda, pero de todos modos estás advertido Marco.

Star: Basta Janna, ya déjalo en paz.

Marco: Está bien, está bien. Tendré más cuidado en el futuro.

Janna: Bueno, habiendo aclarado todo esto...

La música nuevamente hizo acto de aparición y la pelinegra decidió sacar a bailar a Marco mientras que Tom no se quiso quedar atrás e invito a Star. Los 4 amigos estaban pasando grandes momentos juntos sin saber que cierto grupo de locos estaba a punto de cometer una autentica locura.

Resulta que Cristian y otros 2 de sus amigos lograron infiltrar 3 botellas de tequila de una de las más prestigiadas marcas pero con una graduación cercana al 40% de alcohol y la estaban bebiendo a escondidas de los demás. Conforme fue pasando la fiesta, las botellas se fueron quedando sin líquido en su interior. Como resultado quedaron sumamente borrachos; y con su agresiva naturaleza liberada por culpa del tequila muchos de los presentes corrían peligro. Lamentablemente nadie se había percatado de todo eso, ya que se estaban divirtiendo bastante. Claramente intoxicado, el truhán y sus compañeros empezaron a abrirse paso entre los presentes a base de empujones o amenazas verbales acompañadas de groserías; se comportaba como un depredador y ahora iba en busca de su presa.

Cristian: (Ahora verás lo que es un hombre de verdad, preciosa) ¡Janna! ¡Voy por ti!

Aquel grito llego a oídos de 5 personas, una de ellas estaba en la parte superior del salón; había llegado su momento de actuar para evitar algún conflicto.

Roy: (Ya te habías tardado, imbécil) Claudia.

Claudia: ¿Si, amor?

Roy: Es mejor que permanezcas aquí. Cristian salió a escena.

Claudia: Ten mucho cuidado.

Roy: Descuida, lo tendré.

Y mientras el chico bajaba las escaleras...

Janna: (No es posible, sí está aquí)

Marco: Tom.

Tom: Entendido.

Star: ¿Qué hace él aquí?

Janna: Esperaba que no viniera, pero sí lo hizo.

Tom: Hora de desaparecer chicas.

Marco: Ustedes vayan adelante, yo las sigo.

Star: Marco, no.

Marco: Descuida, no armaré un alboroto con este imbécil.

Fue en ese momento que Cristian pegó otro grito que espantó a varios de los que estaban conversando.

Cristian: ¡JANNA! ¡VEN A BAILAR CONMIGO, AMOR!

Janna: (Que asco)

Tom: No se detengan.

Al tiempo que los 4 continuaban su rápido andar hacia la salida del salón alcanzaron a ver que Roy iba en sentido contrario al suyo; mostraba una mirada llena de determinación y una expresión seria. Marco y Roy cruzaron sus miradas; el castaño detectó que Roy iba en serio a detener a los porros.

Marco: (Serás imbécil).

Y fue que el de Arquitectura quien se interpuso en el camino de Cristian. Lo que hizo fue el equivalente a meterse en un patio de tamaño pequeño con un San Bernardo con rabia.

Cristian: Miren quien es... No es otro sino... el niño preferido de la UNAM. Pórtate bien... y déjame ir con mi chica...

Roy: No veo a alguien así por aquí, Cristian. Es mejor que salgas del salón.

Cristian: ¿Qué no me escuchaste? ¡Janna! ¡No te vayas mi amor! ¡Aún falta que tu y yo bailemos!

Por una razón más que ilógica, los 4 amigos se quedaron para ver el resultado de lo que estaba sucediendo entre Cristian y Roy. Cada que Janna escuchaba que el porro decía su nombre se sentía muy asustada y se refugiaba detrás de Tom; Marco y Star formaron una especie de muro para mantener a su amiga a salvo. Mientras que, de otra parte del salón, las chicas de preparatoria se notaban un poco asustadas.

Melissa: (Ese tipo esta mas que borracho) Mejor alejémonos de aquí antes de que ocurra algo malo amigos.

Acto seguido, la chica y sus amigos empezaron a dirigirse a la salida. Pero en el camino, Melissa vio a Marco y compañía; terminó por detenerse con ellos

Melissa: ¡Star!

Star: Melissa.

Melissa: Mejor salgamos de aquí, esto se va a poner feo.

Pero al mismo tiempo que la joven de preparatoria pedía a los demás salir del lugar...

Roy: Mejor vete de aquí, Cristian.

Cristian: ¡Apártate de mi camino, idiota!

Fue ahí que los amigos de Cristian, 4 en total, se acercaron y empezaron a empujar a los que estaban alrededor para poder continuar con su camino. Roy se trataba de mantener firme confiando que podía detener a los porros sin recurrir a los golpes; pero su razonamiento estaba cerca de ser rebasado por la situación. Cristian se lanzó en su contra y le lanzó un puñetazo. Hábilmente, el novio de Claudia logró esquivar la agresión; el borracho estaba tan mal que perdió el equilibrio y terminó tirado en el suelo. Algunos de los presentes soltaron algunas risas ante la imagen ridícula que habían visto, cosa que hizo que Cristian se pusiera verdaderamente furioso. Se levantó y nuevamente trato de golpear a Roy pero nuevamente logró evitar que lo tocaran. Desde el piso de arriba, Claudia miraba a su novio lucirse frente a todos.

Claudia: Presumido.

Algunas otras chicas le gritaban algunos piropos y los hombres silbaban en señal de apoyo. Pero todo eso estaba por cambiar drásticamente.

Cristian: Basta... basta de burlarte de mí. ¡Pelea como hombre!

Roy: ...

Cristian nuevamente se levantó y se lanzó a atacar nuevamente a Roy, pero ahora uno de los acompañantes del borracho se puso detrás del de Arquitectura y lo abrazó inmovilizándolo casi en su totalidad. Fue ahí que se desató una ola imparable de golpes que lograban conectar en diferentes puntos del cuerpo de Roy: rostro, estomago, costados, etc. A raíz del violento acto, el chico terminó con el rostro totalmente ensangrentado. Claudia, que había atestiguado lo ocurrido, bajo rápidamente para ver cómo estaba su novio, quien fue soltado y cayó al suelo golpeándose la cabeza.

Claudia: ¡ROY!

Los porros se libraron del sujeto que obstaculizó su camino y continuaron su camino para alcanzar a la pelinegra, que solo pudo mirar horrorizada lo que había sucedido. Tom y Marco ya estaban listos para proteger a las 3 chicas que estaban con ellos.

Marco: Tom, sácalas de aquí.

Tom: ¿Qué piensas hacer?

Marco: Les daré algo de tiempo para que salgan de aquí. Y no miren atrás.

Star: ¿Estás loco? Son 5 y además están borrachos.

Janna: Y no sabemos si alguno tiene un cuchillo o parecido.

Marco: Los alcanzaré tan pronto pueda. ¿Qué esperan?

Tom: De acuerdo. Vámonos chicas.

Star: Si Marco se queda, también yo.

Marco: Por favor Star, sal de aquí y cuida de Melissa.

Melissa: Marco...

Tom: ... Ten cuidado. Ya lo escucharon, salgamos de aquí.

Y mientras decían aquellas palabras, la novia de Roy se levanto y escupió a uno de los porros. Sin dudarlo, el tipo le dio un fuerte golpe en el rostro derribándola y dejándola sin sentido. Tom vio aquel despreciable acto y su ira empezó a mostrarse.

Tom: ¡Claudia! ¡Maldito!

Olvidando por completo la petición de su amigo, el foráneo salió al encuentro de Cristian y le dio un golpe, un golpe que fue como si una tonelada de dinamita explotara. Marco vio con asombro aquel potente golpe que dio su amigo Y Janna también se sorprendió, al tiempo que su mente entró en una encrucijada.

Janna: (Tom... ¿Acaso tú...?)

Los demás borrachos no se quedaron con los brazos cruzados y fueron a defender a su camarada de aquello, desatándose una hecatombe en el salón de fiestas. Varios empezaron a salir corriendo del sitio asustados, otros se alejaron y empezaron a grabar la pelea que sostenía Tom con los sujetos de Odontología. Marco se unió a la pelea para ayudar a su amigo.

Marco: ¡¿Por qué hiciste eso?!

Tom: ¡Lo siento!

Marco: ¡Olvídalo! ¡Pero si terminamos en el hospital tú pagarás los gastos!

Tom: ¡Eso no va a pasar! ¡Detrás de ti!

Los chicos mostraban que sabían cómo defenderse, sobre todo Marco; el castaño esperaba a que alguno de los sujetos lo atacara y con movimientos precisos se libraba del agresor con facilidad. Tom compensaba su falta de habilidad para la pelea con fuerza y velocidad al momento de atacar, dejando fuera de combate a otro sujeto. Y desde la salida del sitio, las chicas miraban con cierto asombro de lo que eran capaces sus amigos.

Star: Wow.

Janna: Impresionante.

Melissa: Pelean muy bien. ¡Ustedes pueden! ¡Marco! ¡Tom!

Después de librarse de un segundo sujeto, Tom fue a ver como estaba Claudia, quien seguía inconsciente.

Tom: Claudia, Claudia.

Claudia: Mmmmm...

Tom: No te muevas.

Claudia: Mmmmm... ¿Tom?

Tom: Que bueno que ya estas despierta. No te levantes todavía.

Claudia: ¿Y Roy?

Tom: Aún no reacciona.

Claudia: Por... ¿Por qué no lo ayudaste?

Tom: ¿Qué dices?

Claudia: ¡Eres de lo peor! Esperaste a que lo lastimaran y no lo ayudaste. ¡Miserable basura!

Tom: ...

Claudia: ¡Aléjate de mí! ¡No quiero que te acerques a mí en toda tu vida!

Tom: Si así lo quieres... Por cierto, toma.

De uno de los bolsillos, el foráneo sacó lo que parecía un llavero algo grueso con la forma de círculo. Claudia, al ver dicho objeto empezó a recordar algo que había sucedido tiempo atrás.

Claudia – Recuerdo

Claudia: ¿Qué esperas Tom? Vamos a llegar tarde al cine.

Tom: Aún tenemos tiempo linda. Mira, vamos a ver que hay aquí.

Claudia: ¿Por qué siempre haces esto?

Ambos jóvenes tenían una nueva cita y habían acordado ir al cine a una de las plazas más conocidas del sur de la ciudad: Plaza Universidad.

Era el estreno de una de las películas más esperadas del año y Tom había invitado a Claudia para verla en pantalla gigante de alta definición. Mientras caminaban con rumbo al cine, Tom vio algo en uno de los locales que había llamado su atención: unos llaveros que se podían personalizar.

Tom: Se ven geniales. ¿Qué te parece si encargamos uno para cada uno?

Claudia: Podemos hacerlo después. Anda que llegaremos tarde al cine.

Tom: Te digo que aún tenemos tiempo, confía en mí. Disculpe...

En eso un encargado de la tienda se acercó al aparador para atender a Tom, quien le preguntó sobre el servicio de personalización de llaveros. El encargado dijo que podían grabar letras o colocar fotos en los mismos. Fue ahí que el foráneo decidió algo.

Tom: Ven linda.

Claudia: ¿Qué piensas hacer?

Tom: Sonríe.

Tom pasó su brazo por los hombros de la chica y la abrazó al tiempo que tomaba una fotografía con su teléfono. Después de eso, Tom pidió que le pusieran la foto recién tomada a un par de llaveros con forma de círculo; pagó el apartado y salió con Claudia del lugar.

Claudia: ¿En serio?

Tom: ¿Qué tiene de malo? Así me recordarás cada que abras la puerta de tu casa.

Claudia: Tonto (pero pese a todo me parece un lindo detalle de tu parte).

Tom: ¡Rayos! ¡Hay que correr!

Claudia: ¡Te lo advertí!

Claudia – Fin del Recuerdo

Claudia: Tom... ¿Aún lo tenías?

Tom: ... Y que quede claro que jamás te traicioné. Hasta nunca.

Tom dejó caer aquel llavero que tenía aquella foto grabada a los pies de la chica, que aún lo miraba con sorpresa. En eso, Tom fue a ayudar a Marco que estaba teniendo algunos problemas; entre los 2 dejaron fuera de combate al cuarto sujeto. Solo faltaba Cristian.

Marco: Pongamos la basura en su lugar hermano.

Tom: Con todo el gusto del mundo.

A verse totalmente superado, el porro se empezó a arrastrar como culebra tratando de huir de los dos amigos que aún se sentían molestos. Tom logró alcanzar a Cristian de los pies y lo arrastró de regreso para llevarlo hasta donde estaba Janna.

Janna: ¿Qué estás haciendo?

Star: ¿Para qué lo traes para acá?

Marco se ubicó detrás de la cabeza del asustado sujeto mientras que Tom se ubicaba por el frente. El castaño colocó una rodilla en el suelo y levantó el cuerpo de Cristian para pasar después a sujetarlo con ambos brazos del cuello similar a los sometimientos que se dan en las artes marciales mixtas. Al tiempo que Marco lo sujetaba con fuerza, Tom empezó a hablar con él.

Tom: Si quieres vivir, debes dejar en paz a Janna.

Cristian: ...

Tom: ¿Qué dices? Solo limítate a mover la cabeza.

Marco liberó un poco el agarre con el que tenía sometido al granuja para que respondiera a la exigencia del foráneo; con tal de que lo soltaran, Cristian solo asintió con la cabeza de forma leve pero perceptible. Hecho esto, Marco lo soltó por completo y se puso de pie.

Tom: Si te vuelves a acercar a alguno de mis amigos, no tendré piedad de ti. Y no es advertencia, idiota.

Cristian: ...

Tom: Salgamos de aquí. Que lastima, aun tenía ganas de bailar.

Tom empezó a caminar en dirección a la puerta de salida siendo seguido primero por Melissa, luego por Star. Janna se había quedado mirando todo y su mirada se mostraba llena de extrañeza. Marco notó que algo estaba pasando y fue a sacarla del trance. La pelinegra reaccionó y empezó a caminar detrás de los demás. A la distancia aún permanecían algunos de los invitados a la fiesta, entre ellos una chica cuya furia cambió por asombro y hasta fascinación de lo hecho por el castaño.

Hekapoo: (Wow... se veía... tan gallardo...)

Claudia solo se limitó a ver a Tom y sus amigos salir del lugar mientras vigilaba a su novio; también sostenía aquel llavero que Tom le había dejado.

Claudia: (Tom...)

Estando fuera del sitio, los 4 amigos llevaron a Melissa con el resto de sus amigos que estaban enfrente del lugar.

Melissa: Son un gran equipo ustedes dos.

Tom: Jejeje.

Marco: ¿De verdad lo crees?

Melissa: Por supuesto. Bueno, nosotros nos vamos. ¿Vienen con nosotros?

Star: Creo que esta vez no, linda. Pero estaremos visitando el café mañana.

Melissa: Y los estaré esperando. ¡Cuídense!

Janna: Ustedes también.

Marco: Nos vemos después.

Tom: Adiós.

Después de la despedida, los universitarios fueron a buscar el auto de Tom para emprender el viaje de regreso a casa. En esta ocasión, Janna decidió ir en la parte de atrás junto con Star, cosa que extrañó a los demás. El viaje fue rápido y silencioso, sobre todo de parte de la chica pelinegra; sus pensamientos estaban revueltos por culpa de aquella escena que contempló de Tom con Claudia. Al llegar a los departamentos...

Janna: Mejor me voy a dormir.

Star: ¿Estás bien?

Janna: Solo... un poco cansada. Nos vemos mañana.

Marco: De acuerdo. Que descansen.

Tom: Igualmente.

Cuando entraron al departamento, Tom y Janna fueron a sentarse directamente al comedor. Esperando alguna palabra de parte de su amiga, Tom permaneció callado y mirándola con detenimiento. Janna se recargó contra el respaldo de la silla y estiró los brazos para relajarse un poco. Fue ahí que empezó una conversación reveladora entre ambos.

Janna: ¿Qué sucedió ahí?

Tom: ... Lo que viste.

Janna: ¿Y si me explicas bien?

Tom: ... No hay mucho que explicar.

Janna: ¿Qué fue lo que le diste a Claudia?

Tom: ... No es asunto tuyo.

Janna: Aún sientes algo por ella ¿verdad?

Tom: ...

Janna: ¡Rayos Tom! ¡HABLA!

Tom: ¡Ya te dije que no es asunto tuyo!

Janna: ¿Qué ocurrió ahí? ¡Dime!

Tom: ... Solo cerré un capítulo más en mi vida para siempre. ¿Satisfecha?

Janna: No, no lo estoy. Te pido... ¡NO! ¡Te exijo una explicación sin rodeos!

Tom: ¿Para qué?

Janna: ¡Fuiste a salvar a Claudia! ¿Es porque aún sientes algo por ella?

Tom: ... Ya no.

Janna: Maldito cobarde. Haces esto porque no quieres salir lastimado.

Tom: ...

Janna: El que calla otorga. Mejor me largo a dormir.

Tom: ... Fue un arrebato de mi parte, pero quien en realidad me preocupaba más en ese momento eras tú.

Janna: ¿Yo?

Tom: Marco y yo ya habíamos visto a Cristian un rato antes.

Janna: ¿Y por qué no lo dijeron?

Tom: Pensamos que era lo mejor en ese momento; por eso fue que subimos al segundo piso y dar aviso a Roy.

Janna: Y como Roy y Marco discutieron regresamos.

Tom: Precisamente.

Janna: Par de estúpidos.

Tom: ¿Qué dijiste?

Janna: Los dos son un par de estúpidos. Debieron contarnos.

Tom: En eso tienes razón, debimos hacerlo pero no queríamos asustarlas. Además, quería que nos divirtiéramos un rato en la fiesta.

Janna: Nos pusieron en peligro a Star y a mí.

Tom: Pero afortunadamente no les pasó algo malo. Aún así, de verdad lamento mucho lo ocurrido.

Janna se levantó de su silla y se acerco a Tom. Su mirada aún permanecía seria pero se había relajado un poco. Al estar a su lado...

Janna: A ver... déjame revisarte. Tienes algunos golpes en la cara.

Tom: Ouch... Con cuidado, doctora Ordonia.

Janna: Cállate y deja de moverte. No tienes golpes de gravedad, con un par de noches de descanso estarás bien.

Tom: Si tú lo dices.

Janna: Y otra vez... gracias por protegerme.

Tom: No lo agradezcas. Es mejor que vayamos a dormir.

Janna: (¿Por qué siento esta urgencia?)

Tom se levantó de su silla y se encaminó a su habitación, pero algo lo detuvo: Janna lo había sujetado de la mano. La chica apuntaba su rostro y mirada hacia el suelo, parecía querer evitar el contacto visual con Tom. Algo en su interior pedía a gritos que el foráneo permaneciera con ella más tiempo, aunque solo fuera un minuto. Fue entonces que ella...

Janna: Quédate un rato mas... a mi lado.

Tom: ¿Estás segura?

Janna: Si no quieres puedes irte.

Tom: Por mí no hay problema. ¿Qué quieres hacer?

Janna: Solo... dame un abrazo y no me dejes ir.

Tom: ... Está bien.

Tom aceptó la petición de la pelinegra y la fue a abrazar. En ese momento, se alcanzaba a escuchar algo de música que venía de uno de los departamentos superiores. Esa melodía tuvo un extraño efecto en los chicos, ya que empezaron a bailar al ritmo de la misma.

https://youtu.be/MGzPlbwwnLY

Janna: ¿No que la fiesta ya había acabado?

Tom: Acabará cuando nosotros queramos que termine.

Y así permanecieron un tiempo más juntos. Similar a lo que ocurrió con Star y Marco, la magia del momento fue única, una magia que terminó uniendo a un par de corazones más.

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