Capítulo #15

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Hola a todos. Espero que estén disfrutando esta historia y una disculpa de mi parte para todos por tantos retrasos, espero ponerme al corriente pronto. Y sin más, continuemos.

23 de diciembre - Ciudad de México.

???: ¿Cómo esta todo en México?

Tom: Con mejor clima que en Bucarest, tenlo por seguro mamá.

???: Pues acá ya está todo cubierto de nieve y se ve muy bonito. ¿Por qué no regresaste a casa?

Tom: Tú sabes mejor que nadie la razón, mamá. Por cierto ¿Cómo esta él?

???: Lo he visto más tranquilo en el último mes, pero continua molesto por lo ocurrido aquella vez.

Tom: ... Entiendo.

???: Por cierto, ya recibí tus resultados de este semestre. Y creo que esa también es una buena razón para que no hayas vuelto a casa.

Tom: Bueno, no te negaré que hay algo de eso.

???: Si sigues así, yo iré por ti a México y te llevo de regreso a Rumania aunque sea amarrado o enviado por paquetería. Por favor hijo mío, esfuérzate un poco más.

Tom: Lo haré, mama.

???: Tu amigo Marco ¿Cómo esta?

Tom: Hable con él hace un par de días y me cuenta que está bien con sus padres en Guadalajara.

???: Espero que un día lo pueda conocer en persona. Por lo que me cuentas, imagino que es un gran chico.

Tom: Es mi mejor amigo. Una de las personas más importantes en mi vida aquí en México.

???: Por como dices las cosas parece que hay de una persona. ¿No será que ya tienes novia?

Tom: Eh, bueno... aún estoy disponible.

???: Thomas...

Tom: Esta bien, está bien; solo porque eres tú te lo diré. Hay una chica que me interesa mucho.

???: ¿En serio? No será que me estas mintiendo como aquella vez con... ¿Cómo se llamaba? Claudia si mi memoria no falla.

Tom: Entre Claudia y yo todo se acabó. Y quiero dejar claro que ella tuvo la culpa de todo por creerse cosas que no eran ciertas.

???: Tranquilo hijo. ¿Y cómo se llama la chica?

Tom: Bueno, su nombre es Janna y estudia medicina en la UNAM.

???: ¿Y cómo es ella? Porque para que una chica te interese...

Tom: Bueno, está un poco loca pero es agradable, simpática, buena amiga, nos gustan las películas del mismo tipo, somos igual de caóticos en ocasiones. Pero sobre todo es honesta y dice las cosas como las piensa.

???: Así que una chica directa. Y me supongo que va mejor que tú en la escuela.

Tom: Si supieras.

???: ¿Y qué harás para el día de mañana?

Tom: Bueno, supongo que iré a visitar la Basílica y pediré por todos ustedes para después ir a recorrer un rato la ciudad, comprar algo para cenar y después irme a dormir.

???: Creo que será una navidad algo triste para ti.

Tom: No lo veas de esa manera, mamá. Quizá estaré solo pero siempre tengo en mi mente a mis queridos amigos, a mi abuelo, a mi tía y a ti.

???: No olvides pedir también por tu padre.

Tom: Solo porque tú me lo pides, lo haré.

???: ¿Y cuando piensas venir a casa?

Tom: Sabes que mi plan es terminar mi carrera y hacer que él se coma sus palabras. Quiero demostrarle que puedo valerme por mí mismo y que mi elección no está equivocada.

???: Ay hijo mío. ¿De verdad no quieres hacer las paces con tu papá?

Tom: Ya he avanzado un poco más, no pienso ni deseo retroceder en mi determinación. Quiero que mi padre me valore por lo que soy y que no me fuerce a hacer cosas que no me gustan.

???: Lo entiendo hijo.

Tom: ¿Cómo va tu tratamiento?

???: El médico me dice que voy mejor que la última vez que lo visité, así que espero buenos resultados pronto.

Tom: Así como me pides que sea cuidadoso, tu también debes serlo. Por favor mamá, no quiero que suceda lo mismo de aquella vez.

???: Esta bien, tendré mucho cuidado. Bueno, creo que ya es hora de que me vaya a dormir.

Tom: Cierto, allá son casi las 12 de la noche. Entonces hablamos mañana ¿de acuerdo?

???: De acuerdo.

Tom: De ser posible, mándame una foto donde salgan todos.

???: Así lo haré. Cuídate hijo mío, hasta mañana.

Tom: Hasta mañana:

Después de terminar la llamada, la madre de Tom se percató de que había alguien escuchando la llamada desde la puerta de la habitación.

???: ¿Cómo está?

???:El me dice que muy bien.

???: Ya veo.

???: Querido, por favor...

???: El debe tomar mi lugar algún día como el dueño de la empresa. Y si sigue con esos jueguitos de que quiere tratar con locos...

???: Veo que no te interesa lo que está haciendo. Solo estoy hablando con un muro de hielo.

???: ... Di lo que quieras.

Y en la Ciudad de México...

Tom: (Janna, espero que estés bien. Te extraño)


23 de diciembre – Celaya, Guanajuato.

Janna: ¿Dónde dejo esto, papá?

???: Ponlo en la mesa, hija. Al rato me hago cargo de ponerlo en orden.

Janna: Como digas.

???: Oye, hija.

Janna: Dime, mamá.

???: Hace rato llegó un paquete para ti.

Janna: ¡Fantástico! ¿Dónde está?

???: Lo llevé a tu habitación. Pero antes de irte...

Janna: ¡Más tarde! (Llegó, por fin llegó)

La pelinegra fue de inmediato a su habitación para ver si en realidad había llegado aquello que había pedido expresamente para navidad. Al entrar vio que había una caja de buen tamaño en el suelo a los pies de su cama. La impaciencia de la chica se puso de manifiesto en el modo en que estaba abriendo su encargo y, al abrir aquella caja, una sonrisa se dibujó en su rostro.

Janna: Perfecto, espero que le guste.

Minutos después la chica regresó para continuar ayudando a sus padres con los preparativos para la fiesta de Nochebuena. Y casi al anochecer, alguien tocó el timbre de la casa de la familia Ordonia. El padre de la pelinegra fue a atender; se encontró con una muchacha más o menos de la edad de su hija y la reconoció de inmediato. Llamó a su hija.

???: Janna, te buscan.

Janna: ¿Quién es?

???: Hola Janna

Janna: ¡Estela! Vaya sorpresa. ¿Puedo salir un rato con ella?

???: Claro, solo no regreses muy tarde.

Janna: Gracias, papá. No tardo.

La chica pelinegra salió con su amiga: una chica de cabello castaño oscuro un poco más baja que ella que vestía una playera de color lila con una estrella en el centro, un pantalón de color magenta, tenis de color morado y lentes con forma cuadrada. Se trataba de una de las amigas que la pelinegra había dejado atrás al irse a estudiar a la capital del país.

Estela: Hacia mucho que no te veía, Janna. ¿Cómo te trata la vida en la Ciudad de México?

Janna: Pues en los últimos meses no muy bien que digamos. Esto que te voy a contar queda entre nosotras, así que más te vale no ir de chismosa o le pediré a un amigo mío que estudia para cirujano plástico que te deforme la cara.

Estela: Igual de exagerada como siempre. Sabes que soy una tumba y no hablaré.

Janna: Bien. Resulta que...

Fue que Janna le contó lo ocurrido a Estela: lo del departamento, el hecho de que ahora vive con un chico, que su amiga de la universidad pasaba por la misma situación y también le contó cuando la defendió aquel chico extranjero de un loco.

Estela: Vaya, debe quererte mucho.

Janna: No lo sé, pero es algo que pienso averiguar cuando regrese a la ciudad.

Estela: ¿Y el te gusta?

Janna: ¿Qué? Es un mujeriego de primera y...

Los ojos de la pelinegra empezaron a brillar un poco pese a que hablaba algunas pestes acerca del chico que abrió la puerta de su departamento para darle un sitio donde poder dormir y del cual ya no desea irse. Su amiga se dio cuenta de la mirada de la pelinegra.

Estela: Ya no te engañes; te gusta y por lo que veo te gusta mucho.

Janna: Ya te pareces a mi amiga de la Ciudad de México.

Estela: Por cierto, ¿Recuerdas a Gustavo?

Janna: Como olvidarlo. Recuerdo que todo el tiempo lo insultaban por lo gordito que estaba.

Estela: Pues se puso a hacer ejercicio y ahora...

En eso el chico que mencionó Estela iba pasando frente a la casa de la pelinegra. Se trataba de un joven de la misma edad que Janna, de cabello castaño claro y su aspecto era totalmente diferente a como ella lo recordaba. Se notaba que había trabajado mucho para cambiar su aspecto: se le veía delgado y alto. Al ver a las chicas fue a saludarlas.

Gustavo: ¿Janna?

Janna: (Pero que cambiazo) ¿Gustavo? ¿En serio eres tú?

Gustavo: Por supuesto. ¿Cuándo regresaste a Celaya?

Janna: No tiene mucho. ¿Cómo te ha ido?

Gustavo: Bastante bien. Oigan les cuento algo: en enero me voy también a la Ciudad de México a estudiar.

Janna: ¿Qué dices? ¿A dónde?

Gustavo: A la UNAM. Logré mi cambio de universidad y ahora me iré para allá. Supongo que en una de esas nos estaremos viendo por allá.

Janna: Supongo que sí.

Gustavo: Oye Janna... si tienes tiempo... quizá tu y yo... un día...

Janna: ¿Me pides una cita?

Gustavo: Algo así.

Janna: Déjame ver si tengo tiempo. ¿Aún tienes el mismo número de teléfono?

Gustavo: Claro que sí.

Janna: Yo te llamo entonces para ponernos de acuerdo.

Gustavo: ¡Perfecto! Bueno, las dejo chicas. Cuídense mucho.

Estela: Tu también.

Después de que el chico se alejó...

Estela: ¿Irás con él?

Janna: No lo creo.

Estela: ¿Por qué? Mira que se ha puesto guapo.

Janna: ... (Tom...)


23 de diciembre – Los Ángeles, California.

Moon: Date prisa Star.

Star: Ya voy mamá. ¿Dónde está papá?

Moon: Ya está afuera esperando con tus tíos y con Rick.

Star: Lista. ¿Nos vamos?

Moon: ¿Qué tanto hacías?

Star: Pues terminaba de arreglarme.

Moon: ¿De nuevo esos aretes?

Star: Son mis favoritos, mamá.

Moon: Te compraré otros después.

Star: No es necesario. Anda que papá y lo demás se van a molestar.

Madre e hija salieron de una casa bastante grande donde suele reunirse parte de la familia Butterfly para las fiestas de fin de año; ahí cabían unas 20 personas sin problemas. Al salir de ahí subieron a una camioneta para ir a visitar a la abuela de Star.

Mientras viajaban, la chica mandaba algunos mensajes con su teléfono a sus amigos que se habían quedado en México, en especial a uno que extrañaba mucho. Cerca de 20 minutos después por fin llegaron a su destino; ahí ya estaban presentes otros miembros de la familia de Star, al parecer eran los últimos en llegar. Al bajar del transporte se reunieron todos para saludarse con algunos abrazos, a platicar algunas anécdotas o cosas que les habían pasado en el tiempo que no se habían visto y otras tantas cosas. Star se acercó a su prima Penélope, a quien no había visto en un año entero, para saludarla y charlar con ella. Ambas se abrazaron.

Star: Hola prima.

Penélope: ¡Star! No sabes cuánto te he extrañado.

Star: Pues aquí me tienes. ¿Cómo te ha ido?

Penélope: ¿Recuerdas a Steve?

Star: Claro que lo recuerdo. No me digas que...

Penélope: Se me declaró.

Star: ¿Y qué le dijiste?

Penélope: ¡Que sí!

Star: ¡Genial! Y me supongo que estas feliz.

Penélope: ¿Cómo no voy a estarlo? Es todo un amor. ¿Y qué hay de ti? ¿Ya dejaste atrás... ese asunto?

Star: Pues yo creo que sí.

Penélope: ¿Alguien que te interese?

Star: Bueno... sí hay alguien.

Penélope: ¿Y es guapo?

Star: Míralo tú misma.

En eso la rubia le mostró a su prima una foto que tenía en su teléfono donde salía con sus amigos de la escuela. Penélope señaló hacia el chico de cabello rojizo.

Penélope: Pues si esta guapo.

Star: El no.

Penélope: ¿El castaño? Sí que tienes buen gusto.

Star: Jejeje.

Penélope: ¿Y qué tal besa?

Star: ¿Qué? No, no. Aún no llegamos... a eso.

Penélope: Pero por lo menos ya son novios.

Star: Aún no.

Penelope: No es posible, Star. ¿Siquiera ya le dijiste lo que sientes por él?

Star: ...

Penelope: Ay prima.

Star: Pero regresando a México se lo diré, te lo aseguro.

Y mientras la charla entre primas continuaba, a lo lejos se escuchaba a la mamá de Star.

Moon: ¡Star! ¡Ya es hora!

Star: ¡Ya vamos mamá!

Aquel nutrido grupo de personas por fin pudo entrar al lugar donde se encontraba la abuela de Star; y después de caminar algunos minutos llegaron por fin a aquel sitio: el mausoleo de la familia Butterfly. Antes de Nochebuena, los miembros de la familia acudían a visitar a aquellos que ya no estaban con ellos en vida. Todos llevaban un arreglo florar para dejarlo en el lugar. Algunos de los hombres se acercaron primero para limpiar el lugar y después empezaron a dejar aquellas ofrendas poco a poco. Cuando llego el turno de Star...

Star: (Hola abuelita, aquí me tienes. No sabes lo mucho que te extraño. ¿Qué crees? Hay un chico muy lindo en México que me gusta, me gusta muchísimo. Y pienso decirle lo que siento por él cuando lo vuelva a ver; espero que el sienta lo mismo por mí y que corresponda a mis sentimientos. No soportaría otro golpe fuerte en el corazón)

Después de la visita anual de la familia a sus familiares fallecidos, todos regresaron para empezar con los arreglos de lo que sería una fiesta de enormes proporciones. Y de vez en cuando la rubia mandaba sus pensamientos hacía aquel chico castaño que, aunque no lo reconocía aun, le había robado el corazón de forma total. También ignoraba que ella lo había flechado.

Penélope: Star, ayúdame con esto.

Star: ¿A dónde hay que llevarlo?

Penélope: A la cocina. Tu mamá lo necesita.

Star: Vamos entonces (Marco... como me haces falta...).


23 de diciembre – Guadalajara, Jalisco

En la víspera de Nochebuena los 4 miembros de la familia Díaz trabajan para dejar su casa lista para la fiesta del día siguiente. Marco, junto con su madre, Angélica, estaban revisando todo lo relacionado con la comida mientras que Rafael y María, padre y hermana menor del castaño, colocaban los últimos adornos fuera de la casa. En eso 2 personas que pasaban frente a la casa de los Díaz preguntaron por el castaño. La hermana de Marco entro para avisar a su hermano.

María: Marco, te buscan afuera.

Marco: ¿Quién?

María: Alfonso y Fermín.

Marco: Diles que voy en un par de minutos. Bueno, ya quedó listo mamá.

Angie: Muy bien hijo mío. Ve y diviértete con tus amigos.

Marco: Gracias, eso haré.

Marco salió para ver a sus amigos de la infancia a quienes saludó con un abrazo, tenía tiempo de o verlos.

Marco: ¿Cómo han estado, hermanos?

Fermín: Muy bien, Marco.

Alfonso: ¿Y tú? ¿Qué tal todo en la Ciudad de México?

Marco: Pues creo que muy bien.

Alfonso: Ven, vamos a tomar algo.

Fermin: Si. Acaban de abrir un lugar bastante agradable.

Marco: Siempre que ustedes inviten.

Alfonso: Claro que sí.

Los tres amigos fueron a una cafetería de gran tamaño, la cual tenía una buena cantidad de clientela. Al llegar ordenaron todos un café y se sentaron a tomarlo al tiempo que charlaban muy a gusto.

Fermín: Y dinos Marco... ¿hay alguien allá en la capital?

Marco: Bueno... la verdad es que sí.

Alfonso: ¿Y qué tal besa?

Marco: Oye, oye.

Fermín: Conociéndote como te conozco, ni siquiera le has dicho que te gusta.

Marco: (Rayos) ...

Fermín: Predecible como siempre.

Alfonso: Lo mismo te pasó con ella; te quedaste mudo demasiado tiempo y ya viste lo que...

Fermín: Ya basta, Alfonso; sabes que a Marco...

Marco: No hay problema, es cosa del pasado.

En eso el teléfono del castaño sonó; al ver de quien se trataba apareció una sonrisa que delataba claramente su alegría. El mensaje contenía una fotografía de aquella chica rubia acompañada por su prima. Los amigos de Marco se dieron cuenta de la expresión que mostraba el castaño y empezaron a hacer preguntas.

Fermín: ¿Es ella?

Alfonso: A ver, presume.

Marco les mostró la foto a sus amigos y ellos apuntaron su mirada a la prima de Star.

Fermín: Nada mal, hermano.

Alfonso: ¿Y la rubia? Es preciosa.

Marco: La rubia es LA CHICA, la otra es su prima.

Alfonso: ¿Qué dices? No te creo.

Fermín: ¿Y cómo fue que conociste a tremenda belleza?

Marco: Pues verán...

Marco les contó la verdad a medias sobre Star, aunque se reservo el hecho de que vivían juntos. Después de la charla...

Alfonso: Más vale que no la dejes ir.

Fermín: Y por como lo cuentas es una chica que vale oro.

Marco: Más que eso amigos, mucho más que eso.

Alfonso: Bueno, hora de irnos. Por cierto ¿hasta cuándo regresas a México?

Marco: A principios de enero, así que nos estaremos viendo seguido por aquí unos días más.

Fermín: Tenlo por seguro.

Los tres amigos se despidieron con un abrazo y cada uno emprendió el camino de regreso a sus casas. Y en su camino, Marco se topo con alguien a quien no había visto en un largo tiempo, alguien que le rompió el corazón aunque sin saberlo. En la mente del castaño estaba la imagen de una niña que apenas estaba convirtiéndose en mujer; pero ahora que la volvió a encontrar se había convertido en una mujer muy hermosa. Ella pasaba cerca de la casa del chico cuando lo reconoció y fue a su encuentro.

???: ¿Marco? ¿Eres tú? (Vaya, que atractivo se ve ahora)

Marco: Hola... hola, Jackie. Ha pasado un tiempo.

Jackie: Casi 5 años. ¿Dónde estabas? Ya no te he visto por aquí.

Marco: Estoy estudiando en la Ciudad de México; estoy de vacaciones con mis padres y Mari.

Jackie: Ya veo (La capital ¿eh?)

Marco: ¿Y tú? Supe que te fuiste al extranjero. ¿Hace cuanto que regresaste?

Jackie: Casi un año y medio.

Marco: Entiendo. ¿Y qué haces ahora?

Jackie: Pues estoy estudiando en la Universidad de Guadalajara.

Marco: Vaya, es genial. Bueno tengo que irme; fue un gusto verte de nuevo, Jackie.

Jackie: Igualmente. Saluda a tus padres y hermana de mi parte.

Marco: Lo haré; igual con tus papás.

Jackie: (¿Debería decirle? No. Solo espero que este estudiando en la UNAM).


24 de diciembre

Los 4 amigos habían acordado tener una videollamada antes de que empezara la Nochebuena. Poco antes de hacerla, los 4 coincidieron en un pensamiento: verse de la mejor forma posible, sobre todo Star y Marco. El castaño se puso con un pantalón negro formal, una camisa blanca de manga larga y una corbata de color rojo; Tom optó por una camisa de color azul marino, pantalón gris y un saco de color negro; Janna terminó sorprendiendo a sus padres al ponerse un vestido de color verde olivo sin mangas y sin su clásico gorro y Star deseaba causar un impacto contundente en el castaño que le gustaba al usar un vestido de color rojo con los hombros descubiertos. Marco fue el que inició con la videollamada, siendo Tom el primero en contestar.

Tom: Hola mi amigo ¿Cómo has estado?

Marco: Muy bien, Tom. ¿Qué hay de ti? Me preocupa un poco el que estés tu solo por allá.

Tom: Sabes que no es la primera vez. Además, todo ha estado tranquilo por este lado del país.

Marco: Esta bien, confío en tu palabra.

Y mientras estaban platicando, los amigos desconocían que Janna y Star tenían su propia videollamada por computadora.

Janna: Wow, Star. Lo quieres enamorar perdidamente ¿verdad?

Star: Eso debería decírtelo a ti, te ves impresionante. Seguro dejas babeando a Tom.

Janna: No exageres. ¿Y qué harás al regresar a México?

Star: Pues pienso decirle que me gusta y... y...

Janna: Besarlo.

Star: Bueno... eso también.

Janna: Sí que te dio fuerte.

Star: A tí también. Creo que alguien logró ablandar un poco ese corazón de piedra. Y me supongo que le dirás lo que sientes.

Janna: Solo si él me dice algo parecido.

Star: ¿Y si jamás lo hace?

Janna: Ya veré que haré. Bueno, hora de unirlos a la videollamada.

Star: Muy bien.

Y antes de unirse a la llamada con los chicos, tanto Star como Janna tuvieron un pensamiento.

Star/Janna: (Que le guste mi vestido)

Y cuando entraron a la videollamada, Marco y Tom se sonrojaron al ver a las chicas en sus hermosos vestidos; y ellas sintieron como sus corazones pegaban de brincos de emoción al verlo vestidos de esa forma.

Star: (Que guapo estas... mi querido Marco)

Janna: (Mmmm... que lástima que estas lejos Tom)

Tom: (Wow... que hermosa te ves Janna)

Marco: (Te ves increíble... mi preciosa estrella)

Después de aquel impactante momento, los 4 empezaron aconversar como si fuese un momento normal sin saber la tormenta que estaba apunto de desatarse en sus vidas cuando se volvieran a ver en la universidad. 

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