Capítulo #16

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El inicio del ciclo escolar estaba programado para la última semana de enero, pero en los planes de Marco figuraba ir a conseguir algunas cosas que iba a necesitar para el inicio de año; por eso mismo el castaño regresó un par de semanas antes. Después de despedirse de su familia y sus amigos de la infancia, el castaño tomó el autobús de regreso a la Ciudad de México y durante el camino mandó varias veces sus pensamientos a sus amigos a los que vería nuevamente en la capital del país, en especial a aquella rubia que le robaba de vez en cuando tremendos suspiros. Una vez lo hizo enfrente de su hermana y...

Algunos días antes

Marco: (Star... te extraño mucho)

El chico daba señales de extrañar a la que hasta ese momento ocupaba una habitación en su departamento al grado de ue se delató solo frente a su hermana menor. Fue ahí que le empezó a hacer preguntas.

María: ¿Cómo se llama?

Marco: ¿Eh? ¿Mari?

María: Sí. Estas así por una chica.

Marco: No sé de qué hablas.

María: ¿Es bonita?

Marco: Ya te dije que...

María: A mí no me engañas, Marco. Alguien te gusta y por como reaccionaste di en el clavo.

Marco: Esta bien, está bien. Sí me gusta alguien y se llama Star.

María: Suena a que no es mexicana.

Marco: Eso es lo de menos.

María: ¿Y ya le dijiste?

Marco: Pues...

María: Marco, no te quedes callado.

Marco: Pero... ¿Si me rechaza?

María: Si eso pasa, ni modo. Seguro habrá por ahí alguien que sí se anime a salir contigo en plan romántico. Además, eres guapo y muy noble y caballeroso. Seguro tienes una que otra admiradora por allá y ni e has dado cuenta.

Marco: No lo creo. Ya me habría dado cuenta de eso.

María: Sí, claro.

La hermanita de Marco le respondió con cierto grado de sarcasmo a su hermano, ya que un día antes había visto a Marco hablando con una chica de cabello rubio platinado de ojos verdosos la cual daba señales de estarle coqueteando al chico.

En el presente

El viaje desde Guadalajara a la capital del país fue de casi 6 horas. Y cerca del medio día, por fin Marcó llego a la ciudad donde se encontraba estudiando.

Marco: Bueno, por fin de regreso a la ciudad. Iré a ver como esta Tom, seguro está tirado en su habitación como muerto. Pero primero...

Marco decidió tomar una desviación desde la terminal de autobuses hacia un sitio no muy lejano a su departamento: el edificio donde estaban viviendo Star y Janna. Al llegar vio que el sitio parecía recién terminado de construirse, cosa que no le gustó al chico; eso era indicativo de que las chicas ya podrían regresar a vivir ellas solas.

Marco: Bueno... era algo que veía venir.

Con un semblante triste, el castaño se fue del sitio para irse a su departamento y a buscar a su amigo. Mientras tanto, en su departamento, el foráneo estaba haciendo algo poco habitual en él: estaba limpiando el tremendo caos que había acumulado en el tiempo que estuvo solo.

Tom: ¡Rayos! Tengo que levantar todo esto. Si Janna llega y ve todo esto me va a matar.

El universitario estaba escuchando algo de música a todo volumen mientras hacia su frenética labor de limpieza. En eso empezó a sonar una canción que lo puso un tanto triste.

https://youtu.be/ujNeHIo7oTE

Tom: (Quizá es mucho pedir de mi parte, pero me gustaría que... siguiera viviendo aquí...) ¿Qué pensará si se lo digo?

Mientras estaba recogiendo algunas cosas de la cocina se escucho que alguien tocó a la puerta del departamento. Fue en ese instante que sintió que su corazón pegó un salto no por un susto sino por emoción, ya que creía que se trataba de aquella chica pelinegra por la que estaba esperando con ansias.

Tom: ¡Ya voy! (Llegó... por fin llegó)

Pero al abrir la puerta...

Marco: Hola hermano.

... La expresión en el rostro de Tom se mostró con algo de desilusión, ya que la persona que estaba esperando en realidad seguía sin llegar.

Tom: ... Ah, Marco. Bienvenido.

Marco: ¿Qué ocurre contigo? De repente perdiste vida.

Tom: ... Nada.

Marco: Seguro pensabas que era Janna.

Tom: ...

Marco: Creo que di en el clavo.

Tom: Pasa, mi amigo. Que bueno es tenerte de vuelta.

Fue ahí que los amigos estrecharon sus manos y luego se dieron un cálido abrazo. Posterior a eso, Tom invitó a su amigo a su departamento, quien terminó gratamente sorprendido al ver que el departamento no era aquel terreno escabroso que se había imaginado durante su viaje.

Marco: Wow, se ve bastante decente.

Tom: ¿Quieres algo de tomar?

Marco: Te lo agradezco. ¿Sabes? Vengo de ver el edificio donde vivían antes las chicas.

Tom: Y me supongo que ya está listo.

Marco: Supuse que ya lo sabías.

Tom: Fui ayer y le pregunté al dueño. Me dijo que ya solo faltaban detalles para que pudiera ser ocupado nuevamente.

Marco: Ya veo.

La mirada de Marco cambió a una con algo de tristeza, ya que se estaba confirmando el hecho de que Star por fin se iría del departamento. Y las palabras de Tom de repente se escuchaban como apagadas. Había un sentimiento en común de parte de ambos jóvenes: no deseaban que las chicas se fueran de sus departamentos; ellas habían cambiando no solo la forma en que viven sino que movieron sus corazones hasta lo más profundo. Se hizo un silencio extraño que duro unos cuantos minutos. Tom llevó una jarra con agua a la mesa junto con 2 vasos y sirvió un poco del vital líquido en uno que le acercó a su amigo quien discretamente le dio las gracias. Ya estando ambos sentados a la mesa, el foráneo rompió aquel silencio.

Tom: ¿Quieres que se quede?

Marco: Siendo honesto contigo... sí.

Tom: Entiendo. ¿Alguna idea?

Marco: Ninguna buena. El simple hecho de pedirle que no regrese a su departamento ya es bastante incorrecto y egoísta de mi parte. No soy quien para retenerla si ella desea irse.

Tom: Ese sí es un buen argumento.

Marco: Y supongo que piensas lo mismo con respecto a Janna.

Tom: Pues yo tengo mejores posibilidades si nos ponemos a pensar en su forma de ser.

Marco: Es un buen punto, pero dudo que quiera quedarse si tiene la oportunidad de marcharse a su departamento. Recuerda que estaba como loca cuando recién llego aquí y que a la primera oportunidad de irse...

Tom: No arruines mis ilusiones, hermano.

Marco: Lo siento, pero es la verdad. Y lo sabes tan bien como yo. Por más que queramos detenerlas no tenemos el más mínimo derecho a hacerlo; recuerda que esto era temporal y... y...

Tom: Marco... ¿Estás bien?

Fue entonces que las palabras cargadas de realismo de parte de Marco le jugaron una mala pasada: mientras más las decía más molesto se sentía con la situación de tener que separarse de Star; su vecino y amigo se dio cuenta de todo debido a que la expresión del castaño manifestaba aquella molestia de forma notoria.

Tom: A mí tampoco me agrada que se vaya Janna, pero también debemos verlo de esta manera: seguiremos viéndolas en la universidad, tenemos sus números de teléfono, podemos invitarlas al cine o a comer en el Eclipse.

Marco: Quien te viera; es raro que seas tú quien diga todo eso.

Tom: Yo también tengo mis buenos momentos. ¿Y cuándo crees que lleguen a México?

Marco: Pues Star debería llegar mañana. Y según su último mensaje, Janna llega hoy en la tarde.

Tom: Veo que trajiste algunas cosas para comer. ¿Qué piensas hacer?

Marco: Aún no tengo idea, pero pensaba en que sería mejor ir a comer fuera.

Tom: ¿Esperamos a Janna?

Marco: Si tu así lo quieres...

Fue en ese instante que alguien golpeo a la puerta, cosa que dejó sorprendidos a los chicos.

Marco: ¿Esperas a alguien?

Tom: Para nada. Solo espero que no sea la señora Lucía.

Marco: No me digas que estas atrasado con el pago de la renta del departamento.

Tom: Se supone que ya esta pagado hasta mediados del año, pero conociéndola...

Marco: En eso tienes razón. Voy a ver quién es.

Cuando Marco abrió la puerta del departamento y vio de quien se trataba dibujó una sonrisa y le dio un abrazo a modo de saludo a aquella persona que había llegado desde lejos para continuar con sus estudios en la capital del país; esa persona no rechazó el abrazo y de hecho le expresó que también estaba alegre de verlo nuevamente. En eso, el foráneo preguntó algo a su amigo.

Tom: ¿Quién es?

Marco: Mira por ti mismo.

Tom se acercó para ver de quien se trataba. Al ver a aquella persona se sintió muy feliz: se trataba de la pelinegra, quien venía cargada con una maleta bastante pesada. Ella al ver a Tom dibujó una sonrisa que delataba su felicidad de ver una vez más en persona a aquel chico extranjero.

Janna: Hola, Tom.

Tom: Janna, bienvenida de vuelta.

Marco: (Creo que salgo sobrando aquí)

Marco trató de regresar al interior del departamento sin causar interrupción alguna en la reunión tan ansiada por Tom y Janna; tuvo éxito. Mientras tanto, en la puerta del departamento...

Tom: Se supone que llegarías hasta la tarde, incluso pensaba en irte a buscar.

Janna: Pues aquí me tienes un poco más temprano. Encontré un boleto para un autobús temprano y después de un viaje de casi 5 horas aquí estoy.

Tom: Es... es un gusto tenerte de vuelta otra vez.

Janna: Me alegra estar de regreso.

Y después de esas palabras los 2 se dieron un tierno abrazo, lo que viene a confirmar los sentimientos entre ambos, algo que se terminará poniendo a prueba en los próximos días.

Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México - Un par de horas después

Moon: ¿Segura que tienes todo, hija?

Star: Sí, mamá. Te lo he dicho ya varias veces.

Moon: Solo necesitaba estar tranquila.

Star: No tienes porque desconfiar de mí.

Moon: ¿Así como lo del departamento?

Star: Bueno... eso fue...

Moon: Solo te pido que me avises cuando algo así de importante suceda, hija mia; sé que no lo hiciste con mala intención.

Star: Mamá...

Moon: No olvides de darles esto a tus amigos, sobre todo a Marco.

Star: ¿Qué dices?

Moon: A mí no me engañas, Star. Ese chico Marco Díaz te gusta.

Star: ¡Mamá!

Moon: Tu reacción te delata. Además, cuando te vi hablando con él en aquella videollamada en año nuevo te notabas muy feliz.

Star: Bueno... yo...

Moon: Y puedo ver que es muy buen chico, a diferencia de...

Star: Mamá, quedamos de no hablar de eso.

Moon: Esta bien. Bueno, no te detengo más, mi vuelo sale en una hora y debo ir a documentar. Por favor mi niña cuídate mucho.

Star: Lo haré mamá, te lo prometo. Mándame un mensaje cuando llegues a casa y dale un abrazo muy grande a mi papá cuando lo veas.

Moon: Así lo haré. Nos vemos.

Star: ¡Buen viaje!

La rubia y su madre se despidieron con un abrazo y un beso. Después de eso, la chica fue a buscar un taxi y de ahí se fue con rumbo al edificio donde compartía departamento con el chico que le gustaba. Su corazón estaba un tanto alborotado ya que estaba emocionada de poder ver nuevamente a sus amigos y sobre todo a Marco.

Star: (Espero poder decirle lo que siento por él esta noche. Seguro lo sorprendo con mi llegada repentina. Y también... hay que ir a revisar el otro... departamento).

Los sentimientos de la chica empezaron a chocar uno contra otro: el deseo de permanecer en el departamento con Marco o el tener que regresar con su amiga Janna al departamento que ambas compartían desde hace un tiempo considerable. La lucha de aquellos pensamientos duró solo unos minutos ya que llegó al edificio donde vivía con Marco. Una felicidad indescriptible empezaba a fluir en el interior de la chica de ojos azules, ya que por fin tendría a ese chico por el cual suspiraba continuamente al estar lejos de él. Con algo de trabajo logró subir su equipaje hasta el piso donde estaba el departamento, tomó asiento en uno de los escalones y se tomó un respiro.

Star: (Ufff... creo que me excedí con la ropa nueva que compré. Bueno, ahora...)

Pero en el instante en que se levantó y dio media vuelta para continuar con su camino chocó con alguien que la hizo perder el equilibrio y estaba a punto de caer de espaldas hacia las escaleras. La persona que estaba ahí alcanzó a reaccionar y la sujetó de una mano y evitó una aparatosa caída que habría causado alguna lesión de consideración. La chica tenía los ojos cerrados esperando el impacto pero eso no sucedió. Al darse cuenta de que la habían sujetado para salvarla se limitó a agradecer sin percatarse de quien la había salvado.

Star: Gra... gracias... por salvarme.

???: ¿Star?

Star: ¿Marco?

Precisamente era aquel chico castaño quien la tenía sujetada para que no terminara lastimada por lo que sería una aparatosa y peligrosa caída. Las miradas de ambos chocaron como si se tratasen de un par de estrellas fugaces en el espacio. El castaño jaló con fuerza pero no agresividad a la rubia para ayudarla a recuperar el equilibrio, pero lo que logró fue hacer que Star quedara pegada a él. La rubia, al sentirse unida a Marco, casi de forma instantánea le dio un abrazo, un abrazo que no está planeado para ese momento; mientras que Marco quedó un tanto sorprendido por lo que estaba sucediendo. Al cabo de unos segundos el chico correspondió aquel tierno abrazo; y en ese instante los corazones de ambos empezaron a latir de tal forma que querían salir de sus cuerpos para expresarse lo que sentían el uno por el otro. Pasados un par de minutos, la chica se separo y le dirigió unas cuantas palabras al chico.

Star: De nuevo me volviste a salvar, Marco.

Marco: ¿Estás bien? ¿No te lastimé?

Star: Estoy muy bien, de hecho me siento de maravilla.

La expresión de la chica se mostraba alegre, ya que por fin estaba con el chico que le gustaba mucho. Su mirada brillaba con la intensidad de una supernova, era como si le quisiera decir todo lo que tenía reservado en su corazón.

Marco: Que bueno; creí que te había sujetado con demasiada fuerza.

Star: No te preocupes por eso.

Marco: Por cierto, bienvenida de regreso.

Star: Gracias, me alegra estar de vuelta.

Marco: Bueno, vayamos al departamento.

Dicho esto, la chica trató de llevar su pesado equipaje al departamento pero le resultó muy difícil. Marco se percató y se ofreció a llevarlo pero tampoco pudo con él.

Marco: ¿Pues qué tanto traes aquí?

Star: Solo unas cuantas cosas para... seguir viviendo... aquí...

Las palabras de la chica generaron sentimientos encontrados en los 2: ambos sabían que estaba cercano el momento de dejar de vivir juntos y que era algo que no deseaban. Ambos se pusieron de acuerdo y se las ingeniaron para llevar cargando la gigantesca y pesada maleta hasta el departamento y llevarla a la habitación de la chica.

Star: Ya extrañaba estar aquí. ¿Cuándo regresaste?

Marco: Precisamente hoy.

Star: ¿Y ya fuiste a ver a Tom?

Marco: Fue lo primero que hice.

Star: ¿Y cómo lo viste?

Marco: Pues bastante contento.

Star: Déjame adivinar. ¿Janna?

Marco: Precisamente. ¿Quieres algo de tomar?

Star: Pues... un té de manzanilla, si no es mucho pedir.

Marco fue a la cocina mientras Star se quedó en su habitación para sacar la ropa que ahí traia junto con los recuerdos que traía desde California para todos sus amigos. Unos minutos después, el castaño llamó a su compañera de departamento para que fuera a la mesa para degustar el té que le había preparado.

Star: Mmmm... muy rico como siempre.

Marco: Gracias.

Star: Aprovechando... ¿tienes planes para mañana?

Marco: No. ¿Qué tienes pensado?

Star: Quiero ir a conseguir algunas cosas para el inicio del semestre; y mientras más rápido, mejor.

Marco: De acuerdo. ¿A dónde tienes pensado ir?

Star: Al Zócalo.

Marco: Bueno, por mi no hay problema. ¿Quieres que le avise a Tom y Janna?

Star: A decir verdad... me gustaría que solo fuéramos tu y yo.

Marco: Pues... si conmigo te basta...

Star: ¿Por qué lo dices de ese modo? ¿No quieres ir conmigo? Dime y me voy sola.

Marco: Calma; no era mi intención que lo entendieras así. Claro que voy contigo.

Star: ¡Genial!

Marco: Por cierto... ¿ya fuiste a ver el edificio?

Al escuchar esas palabras, Star recibió un golpe durísimo en el corazón ya que lo interpretó como si Marco deseara que ella se fuera del departamento. La chica no podía creer que aquellas palabras vinieran de Marco, ella pensaba que él estaría contento de tenerla ahí pero al parecer se había equivocado.

Star: ... No.

Marco: Ya veo. ¿Y qué cosas...? ¿Star?

Star: Estoy algo cansada del viaje, me voy a recostar.

Marco: ¿Estás bien?

Star: Luego hablamos.

Marco: ¿Star?

La chica se levantó de su asiento, dejó la taza con más de la mitad del té y se fue directo a la habitación con una horrenda sensación de tristeza y desilusión. En sus planes no solo estaba ir a conseguir algunas cosas que quería tener preparadas para las clases de medicina en la universidad, sino también hacerle 2 preguntas a Marco en algún momento de la salida: una relacionada con su estadía en el departamento y la otra relacionada con sus sentimientos. Aquel pesar estaba molestando a la chica, que en su mente recriminaba a Marco y a ella misma.

Star: (Eres un idiota Marco. No puedo creer que me haya ilusionado de esta manera, pero sabía que en algún momento pasaría. Pero... Marco... yo...)

Mientras tanto...

Marco: (¿Acaso dije algo malo?)

Y la mañana del día siguiente llegó, un día donde algunas cosas importantes quedarían al descubierto.

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