Capítulo #18

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- ADVERTENCIA DEL AUTOR -

No me hago responsable de lo que suceda como consecuencia de
leer este capítulo hasta el final.

La situación se tornaba más y más alarmante para la chica de ojos azules, que estaba siendo llevada por sus captores por varias calles del centro de la Ciudad de México sin un aparente rumbo. Fue ahí que empezaron a caminar con rumbo a una vecindad de aspecto demacrado. En la mente de la rubia empezó a rondar un pensamiento alarmista en extremo y como culparla: estaba siendo secuestrada. Pese a todo hacía lo posible por mantenerse tranquila.

Star: ¿Qué van a hacer conmigo?

???: Te dije que no hablaras.

???: Todo bien, vamos.

???: Sigue caminando y más te vale que no hagas algo estúpido... o te mueres.

Star: ...

Cada paso que daba la chica hacía que sus sentimientos de aquel instante fueran en aumento: desesperación, angustia, miedo. Pero entre esos pesares destacaba el arrepentimiento por lo ocurrido con el castaño la noche anterior y aquella mañana antes de salir del departamento; la posibilidad de no verlo otra vez era muy alta.

Star: (Marco, ojalá pudiera verte otra vez...)

Star empezaba a quebrarse mentalmente ya que la situación empeoraba con cada paso que daba, con cada segundo que transcurría. Mientras tanto, el castaño continuaba su búsqueda de la chica rubia por las transitadas calles del Centro Historico ignorando el problema mayúsculo por el que pasaba su amiga.

Marco: (Star ¿Dónde estás?)

Fue entonces que, al doblar en una esquina, alcanzó a ver aquella característica e inconfundible cabellera de color dorado. Eso le causó alegría a Marco.

Marco: (Por fin) ¡Star! ¿Eh?

Entonces se dio cuenta de que iba caminando a un sitio con muy mal aspecto y en compañía de 2 sujetos con vestimentas que consideró sospechosas.

Marco: Esto no se ve bien; será mejor que llame a Tom.

A unas 5 o 6 calles Tom continuaba buscando a su amiga pero sin fortuna. Decidió ir al punto de encuentro para reunirse con los demás; Janna ya estaba en el sitio.

Janna: Veo que tuviste mi mala suerte.

Tom: ¿Y ahora?

Janna: Esperamos a Marco y seguimos buscando...

Fue entonces que el teléfono del foráneo empezó a sonar. Al ver que se trataba de su amigo asumió que ya había encontrado a Star y que estaban juntos. Estaba un tanto equivocado al respecto.

Tom: (Que bueno, ya la encontró) ¿Marco?

Marco: Tom, necesito que vengas a la calle de San Jerónimo pronto.

Tom: ¿Qué pasa? Suenas alterado.

Marco: Ya encontré a Star, pero parece que tiene problemas.

Tom: De acuerdo. Janna está conmigo, vamos para allá.

Marco: Date prisa.

Janna: ¿Qué ocurre?

Tom: Marco nos necesita, hay que movernos.

Janna: De acuerdo.

Tom: (Por favor, no hagas alguna locura Marco)

Pero ese pensamiento no llegó a Marco, quien ya estaba caminando para ir a ayudar a su amiga.

Debido al temor y a la indiferencia mostrados por las personas que pasaban cerca, todo parecía estará a favor de los maleantes que tenían cautiva a la rubia. Marco fue caminando tratando de no destacar mucho y buscando la manera y lugar en donde podría actuar.

Marco: (Tengo que darme prisa. Lo siento Tom pero no puedo quedarme esperando y viendo como se la llevan)

La desesperación empezaba a mandar en los actos del castaño, quien empezó a caminar un poco más rápido para interceptar a los individuos que estaban a pocos metros de él. Cuando por fin los tenía un poco más cerca se detuvo a la entrada de aquel lúgubre sitio con el pretexto de querer amarrarse las agujetas de sus tenis. Star, que permanecía entre los sujetos, apuntaba su mirada hacia el suelo y no vio a Marco; entonces el sujeto que iba al frente se dirigió a Marco con palabras un tanto agresivas por su tono de voz.

???: Quítate, imbécil.

Marco: ...

???: ¿Estas sordo o te haces?

Marco: ...

???: Dije que te quites.

Y después de que el tipo se acerco un poco, el castaño lanzó un golpe certero al rostro del tipo, quien perdió el equilibrio y término derribado. Fue en ese preciso instante que Marco gritó a la rubia para hacerla reaccionar.

Marco: ¡¡¡STAR!!!

Al escuchar aquel estruendo cercano a ella, la chica levantó el rostro y vio a Marco a menos de 4 metros de distancia. De inmediato todos los sentimientos negativos fueron puestos a un lado para dejar paso a una sensación de alivio momentáneo ya que aun estaba en peligro.

Star: (¿Marco?)

Marco: ¡Salgamos de aquí!

Ambos chicos empezaron a correr lo más rápido posible para dejar atrás a los sujetos, quienes tardaron unos segundos en reaccionar El tipo que yacía derrabado se levantó rápido para empezar de inmediato con la persecución junto con su secuaz. Afortunadamente Marco y Star eran veloces y lograron sacar algo de ventaja; además de que lograron aprovechar la cantidad de gente que había en las calles y se mezclaron entre ellos. Un par de minutos después se detuvieron y entraron a una tienda de artículos varios para ocultarse. Ahí se tomaron un breve descanso.

Marco: Star... ah... ah... ¿Estas bien?

Star: ...

Marco: ¿Star?

Fuei ahí que la chica se lanzó para abrazar al castaño de forma tan efusiva que Marco y las personas que fueron testigos se quedaron un tanto sorprendidos por el gesto de la rubia. El chico correspondió abrazandola con mucho cariño.

Star: Marco...

Marco: Tranquila.

Star: (Mi héroe)

Marco: ¿Te lastimaron?

Star: No... solo... me amenazaron pero... no me lastimaron.

Marco: Es un alivio.

Star: ¿Cómo me encontraste?

Marco: Tom, Janna y yo te estábamos buscando. Además... yo quería...

Pero las palabras del castaño fueron interrumpidas por la rubia, ya que lo llevó a la parte profunda de la tienda.

Marco: ¿Qué pasa?

Star: Ahí están.

La chica señaló hacia la enorme ventana que daba hacia la calle, ahí estaban los secuestradores. Marco se acercó a una encargada para preguntar si había otra salida del local; esa persona le dijo que había una que daba a otra calle. Marco y Star dieron las gracias y salieron lo más rápido posible sin darse cuenta de que sus perseguidores vieron la cabellera de la rubia. Los chicos continuaron caminando para alejarse del sitio; Marco se colocó detrás de Star para mantenerla segura.

Marco: No te detengas.

Star: De acuerdo. Por cierto, ¿Qué me ibas a decir?

Marco: Bueno... pues... yo quería... preguntarte...

???: ¡Ahí van!

Star: ¡Ya nos vieron!

Marco: ¡Corre!

Nuevamente empezó la persecución en las calles. Los universitarios se abrían paso hábilmente entre las personas para continuar con su escape. Mientras, a una calle de distancia, Tom y Janna se acercaban a la calle que les dijo Marco aún desconociendo el lío en el que estaban sus amigos.

Tom: ¿Qué crees que haya pasado?

Janna: Algo malo seguramente.

Tom: Solo espero que Marco no cometa alguna locura.

Janna: ¿Por qué lo dices? ¿No confías en él?

Tom: ¿Recuerdas lo que te conté sobre cómo nos conocimos?

Janna: Entiendo a que te refieres. ¡Mira por allá!

Fue ahí que la pelinegra apuntó a la distancia ya que alcanzó a ver a Star y a Marco detrás de ella corriendo como locos. También vieron a los sujetos que los estaban persiguiendo.

Tom: Ay hermano, ¿Qué hiciste?

Janna: ¿Qué esperas? Vamos.

Tom: ¿Tienes alguna idea?

Janna: No, pero algo se me ocurrirá.

La pelinegra sacó su teléfono y empezó a escribir un mensaje el cual envió a su amiga. Y al momento de enviarlo...

Janna: Vayamos al punto de encuentro.

Tom: Como tu digas.

... Y cuando Star recibió el mensaje...

Star: ¡¿Qué?! ¡¿Un mensaje?!

Marco: ¡Seguro es de Tom o de Janna!

Star: ¡Debemos perderlos otra vez! ¡Por allá!

La rubia apuntó a una pequeña plaza comercial llamada Madero especializada en joyería, la cual estaba abarrotada de personas; ambos entraron rápidamente y lograron escabullirse entre el público saliendo de la vista de los locos que los seguían. Aprovechando el momento, ambos se tomaron un pequeño descanso y Star revisó el mensaje que le había llegado.

Star: Marco... ah... ah... Janna dice... que nos espera... en el... punto de encuentro. ¿A que se refiere?

Marco: Ah... Ah... el asta bandera del Zócalo.

Star: Pues no... está muy lejos, son tres calles.

Marco: Cuidado, ahí vienen.

Los chicos se ocultaron detrás de un kiosco que vendía joyería y artículos de plata. Ahí la chica alcanzó a ver en uno de los aparadores unos bellos aretes con forma de estrella, lo que le recordó el abrazo que ella y Marco se dieron antes de que ella se fuera a California por motivo de las vacaciones de invierno. De inmediato su expresión entristeció un poco ya que seguía creyendo que Marco ya no la quería en su departamento. El castaño se percató de aquello y trató de hablar con ella.

Marco: ¿Qué pasa?

Star: ¿Quieres que me vaya?

Marco: ¡No! ¿Qué no ves que nos están persiguiendo?

Star: ¡Me refiero a irme del departamento!

Marco: ¿Qué? ¿De qué estas hablando?

Star: No te hagas el inocente. Quieres que me vaya del departamento.

Marco: Jamás te dije algo así.

Star: Ayer lo dijiste... entre líneas... cuando dijiste...

Marco: (Lo del edificio) ¡No! Esa no era mi intención, Star; tan solo era una pregunta. Es que pasé ayer por ahí... y lo vi casi terminado. Y... la verdad...

Star: Entonces...

Marco: Si... estuviera... en mí la decisión...

Star: ...

Marco: ... me gustaría que...

???: ¡Allá!

Star: (¿Por qué interrumpen?) ¡Vámonos de aquí!

Marco: (Entonces... fue mi culpa...)

La persecución prosiguió con Star y Marco corriendo con los secuestradores pisándoles los talones. El punto de encuentro no estaba muy lejos así que aceleraron el paso; y al estar a cierta distancia alcanzaron a ver a Janna al pie de la enorme asta que tenía una monumental bandera de México. La pelinegra estaba sola.

Marco: ¡¿Tom no está?!

Star: ¡¿Qué no venían juntos?!

Marco: Pues sí, quizá el viene por otro lado.

Star: ¡Rápido!

Al ver a sus amigos corriendo en su dirección, la pelinegra, que parecía estar hablando por teléfono, levanto su brazo para llamar la atención. Ella continuaba hablando y unos segundos después colgó. Cuando Marco y Star llegaron se les veía muy agotados.

Janna: ¿Estan bien?

Star: Ah... Ah... No...

Marco: Ya no... aguanto más...

Janna: ¿Qué les hicieron a esos tipos?

Star: ¿Te preocupas mas por ellos que por nosotros?

Marco: ¿Y ahora? ¿Dónde está Tom?

Janna: Tranquilo, no debe tardar en llegar.

En eso, el foráneo llegó al punto de encuentro con algo de apoyo.

Tom: Son ellos, oficiales.

???: ¡Alto! ¡Policía Federal!

Tom llegó acompañado de 3 oficiales de la policía que resguardaban las cercanías del lugar. Al llegar con sus amigos, de inmediato apuntó hacia los secuestradores, quienes fueron identificados de inmediato por los uniformados; fue ahí que empezó otra persecución que terminó 5 minutos después ya que los sujetos estaban cansados de tanto correr detrás de los universitarios. Los 4 amigos por fin estaban reunidos.

Star: Gracias... a los tres... por su ayuda.

Tom: Por nada.

Janna: Creo que lo mejor es que vayamos a casa.

Marco: Es la mejor idea que he escuchado en lo que va del día.

Janna: Por cierto Star, ¿ya tienes el libro?

Star: Sí, aquí en mi mochila.

Marco: ¿No me habías dicho que necesitabas otras cosas, Star?

Star: Es verdad, pero con toda esta locura...

Marco: Es más, vamos a comer algo. Así descansamos y después vamos por lo que hace falta.

Tom: Buena idea.

Janna: ¿Qué dices amiga?

Star: Esta bien.

Janna: Por cierto, Marco y Tom invitan.

Tom: ¡Oye!

Janna: Jajaja.

Los 4 amigos fueron a un local donde vendían unos deliciosos tacos al pastor; y como todos tenían hambre se comieron una orden de 5 tacos cada uno. Pese a que era un momento sencillo, todos lo disfrutaron. Posterior a eso fueron a buscar las cosas que necesitaban las chicas para las clases que estaban próximas a comenzar; también pasaron a una plaza especializada en telefonía donde Tom compró un par de fundas protectoras para su teléfono, Janna un cargador nuevo, Star una batería portátil y Marco unos audífonos nuevos. Después de eso, fueron a buscar el auto de Tom y regresaron a los departamentos. Y estando ahí...

Janna: Oigan ¿cenamos todos juntos?

Tom: Me parece bien, sería la primera vez en el año.

Star/Marco: Con gusto.

Debido a esa respuesta simultánea, las risas de parte de la pelinegra y el foráneo no se hicieron esperar mientras que el castaño y la rubia solo se miraron y se sonrojaron un poco. Fue entonces que Janna se acercó a Marco y le susurro algo al oído.

Janna: No lo eches a perder de nuevo.

Acto seguido cada pareja se fue a su respectivo departamento.

En el departamento de Marco

Marco: Vaya día.

Star: Es verdad, estuvo todo muy loco.

Marco: Pero es bueno estar aquí.

Star: Por cierto... aún no terminamos nuestra... plática.

Marco: (Tiene razón) Lo sé. ¿Quieres tomar algo mientras hablamos?

Star: Hierbabuena, si no es mucha molestia.

Marco: No lo es. Lo llevo en un momento.

Mientras que estaba calentando el agua, Marco pensaba en las palabras correctas para no estropear lo que vendría a continuación: el momento de explicarse con la rubia sin perder la vida en el intento.

Marco: (¿Qué le digo? Sigo creyendo que no debería influir en su decisión, pero no quiero que se vaya...)

Y en su habitación, Star estaba guardando aquellas cosas que había comprado y pensaba en lo que podría venir a continuación.

Star: (¿Qué me iba a decir? Tengo que averiguarlo como sea)

Al cabo de unos minutos, Marco llamó a Star al comedor ya que estaba listo el té. Ambos se sentaron para degustar el brebaje caliente, ya que empezaba a sentirse el clima frio. Y conforma pasaban los minutos ninguno se armaba de valor para soltar la primera palabra. Fue la rubia quien rompió el silencio con algunas palabras y colocando música con el volumen bajo para que no interrumpiera.

Star: Ahora sí: habla.

Marco: Esta bien. Lo que te dije ayer era una pregunta únicamente, jamás fue mi intención que pensaras que quería que te fueras del departamento. Es que como vi el edificio listo...

Star: Entiendo; solo fue por preguntar.

Marco: Así fue. Te ofrezco una disculpa si te hice sentir mal con mis palabras.

Star: Esta bien, yo también cometí un error en asumir lo que no era. Pero también dijiste algo sobre una decisión tuya.

Marco: Lo que pasa es que... si en mi estuviera la decisión... me gustaría que... que...

Star: Dime.

Ambos chicos dejaron las tazas en la mesa aún con algo de aquel humeante líquido; el chico se recargó en el respaldo de la silla y con su mirada buscaba aquellos ojos azules que consideraba más hermosos que el cielo o que el mar en su máximo esplendor y pureza y la chica se recargó en la mesa con sus codos y apoyaba su barbilla sobre las manos esperando que su compañero de departamento hablara sin miedo. El instante no daba señales de ansiedad o de incomodidad de parte de alguno de ellos, mas bien era algo como si se estuviese estableciendo una conexión más profunda entre ellos. Ambos tenían antecedentes de sufrimiento y tristeza causados por una cuestión sentimental, pero ambos coincidían en que debían superarlo y continuar con sus vidas. Fue entonces que Marco por fin se atrevió a hablar con el corazón en la mano.

Marco: Me gustaría que te quedaras conmigo aquí.

Star: ¿Qué? ¿Qué dices?

Marco: Sé que es una tontería y que quizá te genere molestia o extrañeza o que es algo egoísta de mi parte, pero es algo que quería decirte desde hace un tiempo. Me gustaría que te quedaras conmigo porque... porque...

Fue entonces que el castaño apuntó su mirada hacia el suelo por culpa de la vergüenza que estaba sintiendo en ese momento, ya que no solo estaba expresando su deseo de que la chica se quedara en su departamento sino que estaba a punto de sacar lo que estaba guardando en lo más profundo de su alma: sus sentimientos por ella. La rubia quedó un poco sorprendida ante la declaratoria de su amigo pero también había algo de alegría en su expresión ya que por fin escucho aquellas palabras que tanto deseaba poder escuchar de parte del castaño. Y como Marco enmudeció de repente y aparto su mirada, Star con mucha calma se puso de pie y fue al sitio donde estaba Marco sentado. Ella coloco su mano sobre el hombro del chico para llamar su atención.

Star: ¿Quieres que me quede aquí contigo?

Marco solo se limitó a asentir con un sonido simple pero fácil de comprender. Fue entonces que la conexión entre ellos estaba a punto de completarse. En eso una tonada salía del teléfono de la chica, se trataba de una pieza que le dio una pequeña idea a Star.

Star: Ven, ¿quieres bailar?

Marco: ¿Eh? ¿Bailar?

Star: Claro. Aún recuerdo cuando bailamos aquella vez.

Marco: Bueno, si eso quieres.

https://www.youtube.com/watch?v=Y5UruL052To

La música era suave, tranquila. Fue entonces que el chico tomó de la mano a la rubia que lo había invitado y se puso de pie. Acto seguido se alejaron un poco de la mesa y comenzaron a bailar al ritmo de la música. Uno miraba a los ojos del otro y parecían estar en un trance mágico, único. De repente, ella cambió la forma en que se estaban sujetando durante el baile para abrazarlo pasando sus brazos alrededor del cuello del chico mientras que él la abrazó por la cintura. La chica hizo una pregunta que requería una respuesta inmediata.

Star: ¿Ya me dirás por qué quieres que me quede contigo?

Marco: ...

Star: ¿Te vas a quedar callado?

Marco: Bueno... es que... yo... yo...

Fue entonces que la música cambió a una balada romántica la cual no impidió que ambos continuaran bailando.

https://www.youtube.com/watch?v=v45F0YesdZM

Fue entonces que Marco no pudo resistir más y tomó de las mejillas a la chica para acercarla a su rostro y así darle un beso en los labios. La reacción de Star fue de completo asombro al recibir aquel beso; quedó tan impactada ante el suceso que sus ojos tardaron en cerrarse para corresponder y disfrutar aquella "respuesta" que le estaba dando el castaño. Pasaron un par de minutos y ambos se separaron. Marco tenía una expresión que mostraba un poco de pena mientras que Star estaba un tanto deleitada y hasta mostraba una sonrisa con cierto grado de picardía.

Marco: Lo lamento.

Star: Yo no.

Después de eso, ambos se volvieron a abrazar y durante aquel tierno y cálido abrazo...

Marco: Quiero que te quedes porque... porque te quiero. Te quiero mucho. Te... te...

Star: Yo también te amo, Marco.

Marco: ¿Qué? ¿Lo dices en serio?

Star: No te mentiría en algo así de importante para mí.

Los chicos continuaron bailando al ritmo de otra suave balada instrumental para después culminar con otro beso, uno que sellaba sin palabras un pacto de amor entre ellos.

Al mismo tiempo, en el departamento de Tom.

Tom: Vaya que fue un día de locos.

Janna: Estoy de acuerdo. Sigo sin creer que encontraste a policías federales y no a unos de la Ciudad.

Tom: Corrí con buena suerte; estaban comiendo unos tacos y...

Janna: ¿Cómo se te ocurrió interrumpirlos en plena comida?

Tom: Era una emergencia.

Janna: ¿Y cómo los convenciste?

Tom: Se me ocurrió decirles que se trataba de unos secuestradores que perseguían a nuestros amigos.

Janna: Y diste en el clavo. Bueno, vamos a descansar un rato antes de cenar.

Tom: De acuerdo. Por cierto... ¿Crees que esos dos se reconcilien?

Janna: Yo pienso que sí.

Tom: Pues mas vale que así sea, Marco es un buen amigo y la verdad me gustaría verlo feliz.

Janna: Lo mismo puedo decir de Star. Ella pasó por una relación un tanto tortuosa y no la veía animada de tener a alguien en su vida. Y parece ser que Marco es más que ideal.

Tom: ¿Y tu?

Janna: ¿Yo qué?

Tom: ¿Quieres quedarte aquí?

Janna: Wow, directo al punto Lucitor. ¿Qué te hace pensar en eso?

Tom: No lo sé, por eso hice la pregunta.

Janna: Bueno, no te negaré que al principio la idea me parecía bastante repugnante.

Tom: ¿Qué? ¿Tan mala imagen te di cuando nos conocimos?

Janna: Más bien por el lugar, estaba demasiado desordenado.

Tom: ¿Y ahora no lo está?

Janna: Bueno, es un desorden que hicimos los dos. Y es muy diferente a como lo tenías tu solo.

Tom: Bueno, si tu lo dices.

Janna: Supongo que cenaremos aquí; vamos a recoger un poco el lugar. ¿Puedes poner algo de música?

Tom: Claro. A ver que sale...

Fue entonces que Tom puso un tema bastante icónico de su época. Y como ambos chicos apreciaban ese tipo de música, empezaron a cantarla mientras ordenaban lo que estaba tirado en todo el departamento.

https://www.youtube.com/watch?v=ZhIsAZO5gl0

Ambos disfrutaban del momento, se sentían bastante cómodos estando uno con el otro. Fue entonces que la chica por fin se dignó a dar una respuesta al foráneo sobre la pregunta sobre si se quedaría con el o no.

Janna: Y respecto a tu pregunta: Sí.

Tom: ¿"Sí" qué?

Janna: Sí me quedaría a vivir contigo.

Tom: ¿Te quedarías o te quedas?

Janna: Pues quiero quedarme, claro si tú estás de acuerdo con eso.

Tom: ¿Y tu departamento?

Janna: Pues tendría que hablar con Star y ponernos de acuerdo para ver como lo resolvemos.

Tom: Te seré honesto: creí que me dirías que no.

Janna: ¿Por qué?

Tom: No lo sé, dudaba que dijeras que sí. Y la verdad es que me hace muy feliz escucharte decir eso.

Janna: No te negaré que a mí también me alegra mucho.

Ambos chicos habían terminado de recoger todo y se sentaron un momento en el piso de la sala para descansar. Lo que hizo Janna fue sentarse detrás de Tom para quedar espalda con espalda. Permanecieron así durante unos minutos, con Tom viendo hacia el frente y sintiendo como su corazón latía más y más rápido mientras que Janna miraba hacia el techo y con una notable aceleración en su respiración. El ambiente empezaba a sentirse raro, ya que, pese a decirse en sus mentes que estaban listos para decir aquellas palabras, ninguno soltaba palabra alguna. El foráneo fue el que tomó la iniciativa y de forma un tanto discreta acercó su mano y la colocó sobre la mano de la chica, quien la apartó de inmediato.

Janna: ¿Qué te pasa?

Tom: Lo siento. Es que yo...

Janna: Si quieres decirme algo, que sea de frente.

Tom: ¿Quieres que sea directo contigo?

Janna: No creo que tengas el valor de hacerlo.

Tom: Con que esas tenemos. Solo espera.

Tom se separó de Janna, se puso de pie y se arrodillo frente a ella con una expresión llena de determinación. La chica, al ver esa mirada convencida de Tom se sonrojó un poco ya que lo encontró un poco más atractivo.

Tom: ¿Así está bien?

Janna: (Oye, más despacio velocista) Ehm... pues...

Tom: No desvíes la mirada, acá estoy.

Janna: ¿Qué quieres hacer?

Tom: (Ya basta. ¿Quieres que sea directo? Ahí voy) Esto.

Y fue que el foráneo invadió el espacio personal de la chica, cosa que causó que la chica se sorprendiera ante tal acto. Y después, Tom le dio un beso a Janna. En eso la música continuaba reproduciéndose en el teléfono de Tom.

https://www.youtube.com/watch?v=JkK8g6FMEXE

Pasó un minuto y el chico se separó de la pelinegra. Fue ahí que empezaron una breve discusión.

Tom: ¿Así o más directo?

Janna: ¿Qué te pasa? Debería matarte por hacer esto.

Tom: ¿No te gustó?

Janna: ¡Claro que me gustó! Es por haberte detenido. Me dejaste con ganas de mucho más; ahora ven acá y dame otro beso.

La chica tomó de la chamarra a Tom y lo acercó para plantarle un beso tan impresionante que hizo que el foráneo quedara atónito ante tal acto. El chico correspondió aquel atrevimiento de la pelinegra dejando claro lo que sentía por ella en ese instante.

Janna: Te harás responsable de lo que acabas de hacer.

Tom: Tú fuiste la que lo pidió de nuevo.

Janna: Me refiero al primer beso, idiota.

Tom: ¿Y así es como expresas tus sentimientos por mí?

Janna: Me cuesta trabajo... esto del... romanticismo, así que tenme paciencia.

Tom: La tendré.

Y por fin, con sendas muestras de afecto, cada pareja había establecido un lazo, una unión que sería puesta a prueba varias veces en su vida. Y algunas de ellas los dejaría llorando o gritando de alegría.

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