Capítulo #36

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Janna y Star tardaron un poco más de tiempo en regresar a la fiesta, ya que primero fueron al baño y después fueron detenidas por un par de chicos que estudiaban medicina en el IPN que habían conocido durante el simposio; se quedaron hablando por unos 15 minutos sin saber que al regresar no encontrarían a sus respectivos novios.

Star: ¿Los ves?

Janna: No. Hay que separarnos para buscarlos.

Star: Solo ten mucho cuidado.

Janna: Lo tendré.

Star empezó a buscarlo por la zona de la barra mientras que Janna fue al otro lado del salón. La rubia no daba con Marco por lo que fue a ver a alguien que posiblemente también lo estaría buscando para quitárselo.

Star: Ahí está ella, pero no está con Marco. ¡Hekapoo!

Hekapoo: (Ya regresó) ¿Qué quieres?

Star: ¿Has visto a Marco?

Hekapoo: No.

Star: Más te vale que no me mientas.

Hekapoo: Lo digo en serio; llevo rato buscándolo para sacarlo a bailar pero no doy con él.

Star: ¿Qué quieres con mi novio, desgraciada?

Hekapoo: Yo soy más que perfecta para Marco. En cambio tu...

Star: ¿Alguna vez te ha dicho que te ama?

Hekapoo: Eso no es necesario, yo sabré hacerle cambiar de opinión para que se fije en mí.

Star: Él me ama, me lo ha dicho y me lo ha demostrado. Mejor sigo buscándolo. ¡Y si te encuentro con él, no tendré piedad de ti!

La ojiazul pegó un tremendo grito para reafirmarle a la pelirroja que Marco no estaba disponible, cosa que atemorizó un poco a Hekapoo. Cuando aquel baile había terminado regresó a su mesa y no encontró ni el vaso que tenía el afrodisíaco ni el frasco que con tanto recelo había cuidado; temía que por su culpa se diera una catástrofe, ya que le habían dicho que debía ser cuidadosa con el ya que era muy potente.

Hekapoo: Solo espero encontrar aquel frasco para así apoderarme de Marco y así tenerlo solo para mí.

Star continuaba un tanto frenética porque su novio estaba desaparecido, empezó a pensar que seguramente la estaba buscando por otra parte del salón o del hotel o que quizá estaba con otra mujer. Eso último la hizo enojar bastante. Fue entonces que el sujeto que tenía ciertos planes de separar a la rubia de su novio la vio sin compañía; él pensó que Hekapoo había hecho su parte y que ahora tenía el campo libre para actuar a diestra y siniestra. Se acercó fingiendo demencia al respecto.

Raúl: Star ¿Pasa algo?

Star: Ah, Raúl. ¿Has visto a Marco? No lo encuentro.

Raúl: No, no lo he visto.

Star: Maldicion. Y esa Hekapoo...

Raúl: ¿Quién? (Si no está con Marco...)

Star: La chica pelirroja del principio de la fiesta. No me digas que no la viste.

Raúl: Sí, sí la vi. Bastante guapa debería decir.

Star: Pero es una odiosa, no la soporto. Y además anda detrás de mi novio.

Raúl: No creo que Marco sea de los que juegan con las mujeres de esa manera. Bueno, basándome en lo que me has contado y las veces que lo he visto.

Star: Exacto. El no me haría algo así.

Raúl: ¿Y si lo hiciera?

Star: ¿Qué? ¿Por qué preguntas eso?

Raúl: Solo es una suposición. ¿Qué harías si Marco te traicionara?

Star: No lo se, pero seguro me sentiría muy mal. Pero creo en él.

Raúl: Esta bien. Te ayudaré a buscarlo. Deja le mando un mensaje a un amigo para que me avise por si ve a alguien de su descripción. ¿Qué lleva puesto?

Star le dijo como iba vestido su novio, Raúl "envió" el mensaje y ambos se fueron a buscar a Marco. En un momento, la rubia pensó en ir a la habitación pero ella sabe que Marco le avisaría si estaba ahí. Recorrieron el salón por todos lados, incluso topándose con Janna un par de veces pero no había señales de Marco y tampoco de Tom.

Star: Marco... ¿donde estas? Le voy a llamar.

La chica hizo la llamada pero de inmediato fue enviada al buzón de voz. Star empezaba a dar señales de desesperación; ese momento fue bien aprovechado por Raúl para acercarse a ella y darle un abrazo para tratar de calmarla.

Star: ¿A dónde se fue?

Raul: Tranquila, lo encontraremos. Espera... Ah, mi amigo dice que vio a una chica de vestido negro con Marco subiendo las escaleras del hotel. Dice que luego se fueron a una habitación en el segundo piso.

Star: No... No... Marco...

Raul: Será mejor que vayamos por él para que lo pongas en su lugar.

La chica sintió un golpe tremendo en el corazón ya que su amado estaba con otra mujer. Y por la descripción que le dieron, supuso que se trataba de Hekapoo. Al mismo tiempo surgió la tristeza y el enojo en Star, quien tomó una rápida decisión: ir por Marco, exigirle una explicación y golpear a Hekapoo.

Star: Vamos rápido.

Raúl: Muy bien (mi momento ha llegado).

Ambos compañeros de carrera fueron corriendo al segundo piso y empezaron a tocar en las puertas sin importar si causaban algún tipo de interrupción. Y cuando llegaron a otras escaleras que estaban al fondo del pasillo, ambos se sentaron para tomarse un respiro.

Star: No están aquí. Ay... Marco...

Star empezó a llorar, se sentía bastante mal ante lo que creía que estaba pasando; en eso su compañero se acercó a ella y tomó una de sus manos para llamar su atención y así hablar con ella.

Raúl: Lo encontraremos, ya lo verás. Solo ten calma.

Star: Es que... yo lo amo de verdad. Hacía tiempo que no me sentía tan bien estando con alguien... y tuvo que pasar esto. Quien sabe que cosas le estará haciendo esa loca.

Raúl: ¿Y si es Marco quien se la llevó para estar con ella? Hay que tomar en cuenta todas las posibilidades.

Star: El no haría algo así. Es muy atento, caballeroso, lindo...

Raúl: ¿Y si solo es una fachada para hacerte pensar eso?

Star: ...

Raul: ¿Pensarías en la venganza?

Star: De... ¿De qué hablas?

Raúl: De darle una cucharada de su propia medicina.

El primo de Roy decidió dejar de fingir aquella preocupación por Star y se abalanzó hacia ella para darle un beso. La chica, al sentir los labios de su amigo, tardó unos 3 segundos para reaccionar y empujarlo.

Star: ¿Qué pasa contigo?

Raúl: Lo siento mucho, pero ya no puedo con esto. Ya me cansé de esconder lo que siento por ti; desde que te vi por primera vez me propuse a hacerte mía y si alguien se interponía lo quitaría de cualquier forma... incluso mataría por ti.

Star: Estas enfermo.

Raul: Así es, estoy enfermo. Y quiero que tú seas mi medicina. Soy mucho mejor que Marco para ti, el es un imbécil que jamás te hará sentir mujer.

Star: Ahora entiendo. Tú planeaste todo esto. Mejor regreso al salón, Marco ya debe estar ahí.

Raul: No irás a ninguna parte. ¿No lo entiendes? Estas hecha para mí y solo para mí.

* NOTA DEL AUTOR *

Contenido +18 – Léanlo bajo su propio riesgo

Star empezó a caminar para tratar de alejarse de Raúl, quien terminó por sujetarla con fuerza de un brazo para después acercarla a él y de nuevo besarla con agresividad. Star luchaba para soltarse, tenía algo de fortaleza física pero no la suficiente para soltarse de Raúl, quien la tenia sujeta de los brazos; poco a poco la llevó contra la pared y colocó una de sus piernas sobre las de Star para que no las moviera. Fue ahí que empezó a sentirse excitado.

Star: (Basta... basta)

De alguna manera, el sujeto consiguió sujetar ambas manos de Star con una de las suyas para que la otra se dirigiera a la falda de la chica y empezara a levantarla. Después de eso, llevo su mano directamente a la intimidad de Star y empezó a acariciar su zona intima para sentir más placer a costa de la rubia.

Star: Ya déjame... maldito...

Raúl ignoró esas palabras y continuaba con aquella brutal "demostración de amor". De los labios de la chica pasó al cuello de ella para continuar con los besos y, de paso, dejar unos cuantos chupetones en ella. Star solo forcejeaba para tratar de sacar la mano del sujeto de su vestido pero no lo podía conseguir. Entonces Raúl derribó a la chica, se colocó sobre ella y sus puso sus piernas de modo que ella no pudiera moverse; también colocó su mano sobre la boca de la chica para que no gritara. Y con la otra empezó a quitarse el cinturón y se bajo el pantalón; el sujeto ya tenía su miembro duro y firme para pasar a lo siguiente. Pero cuando trató de despojar de la hermosa prenda azul a Star, ella se las ingenio para liberarse de la mordaza y le dio un fuerte mordisco a Raúl en la mano, lo que le causó bastante dolor al sujeto; él se movió de tal forma que permitió que Star le diera un golpe en la sien y sacarlo de balance. La chica estaba adolorida por la violencia mostrada por el que hasta ese momento seguía considerando una buena persona y ultrajada por aquel momento en que el la tocó, pero eso no le impidió salir corriendo y gritar.

Star: ¡Auxilio! ¡Por favor!

El grito llegó a oídos de aquel chico castaño que estaba desaparecido de la fiesta, quien de inmediato salió corriendo en dirección de donde provenía aquel sonido que denotaba desesperación y dolor. Pese a que se sentía cansado por lo que había pasado con Jackie, Marco corrió lo más rápido posible por las escaleras y cuando llegó al segundo piso vio a Raúl derribado, sin los pantalones y quejándose del golpe que había recibido; y luego miró hacia el pasillo donde vio nuevamente aquella característica cabellera que poseía la mujer que amaba. De inmediato corrió hacia ella.

Marco: ¡Star!

Star: ¿Eh? ¡Marco!

Al escuchar su nombre, la chica miró hacia atrás y miró a su amado novio corriendo en su dirección, fue ahí que ella perdió las fuerzas que le quedaban y cayó de rodillas para de inmediato empezar a llorar con fuerza. Marco se colocó también de rodillas y la abrazó

Star: ¡Marco!

Marco: ¡Star! ¿Qué te pasó? ¿Estás bien?

Star: Marco... Raúl... Raúl... abusó de mí.

Marco: ¿Cómo dices?

Fue entonces que Marco volteo su mirada hacía el sujeto, que aún se movía torpemente tratando de ponerse la ropa; fue en ese instante que el castaño sintió una ira muy grande: habían atacado a su novia, le faltaron al respeto. Marco se olvidó del cansancio, dejó a Star en el suelo y corrió como un tigre de bengala que perseguía a su presa. Y cuando estaba cerca de Raúl le lanzó un golpe tan fuerte al rostro que le rompió la nariz y lo hizo sangrar, después le dio una patada en el estómago y lo dobló de dolor. Marco estaba tan furioso que estaba dispuesto a quitarle la vida sin miramientos a Raúl, pero Star le gritó a la distancia.

Star: ¡NO LO HAGAS! ¡NO ERES UN ASESINO!

Las palabras calaron hondo en la mente de Marco que se detuvo de dar un golpe más al miserable que atacó a su novia. Solo se limitó a tomarlo de la camisa para decirle unas palabras más que contundentes.

Marco: Si te veo otra vez cerca de Star o de Janna... no tendré piedad de ti.

Raúl sintió terror ante la expresión de Marco, ya que parecía que había visto a un auténtico demonio salido del inframundo. Solo se limitó a asentir levemente con la cabeza para después ser liberado por el castaño, quien de inmediato se dirigió corriendo hacia su novia para darle un abrazo.

Marco: Star... mi estrella...

Star: Marco... mi querido Marco...

*Unos minutos antes*

Janna: ¿A dónde te metiste? Más vale que aparezcas pronto o cuando regresemos a casa te haré sufrir con mi nuevo método de tortura al estilo de la santa inquisición.

Tan concentrada estaba la chica durante su búsqueda que no se dio cuenta de que su ex amigo y acosador la seguía a una distancia prudente.

Gustavo: Bien, solo un poco más... y serás mía.

Y con Star en otro lado, la pelinegra estaba enfureciendo y cayendo en desesperación ya que Tom no aparecía. En eso, le dio un poco de sed y fue a la barra para pedir un refresco y tomarse un breve descanso sin sospechar que era vigilada por Gustavo.

Janna: ¿Dónde rayos te metiste? Quizá fue a la habitación. Cuando lo vea ahí...

Pero en ese momento y justo cuando iba a dar el primer paso para dirigirse a la suite, sintió que alguien la sujeto fuertemente de la mano. Después de eso la jalaron del brazo y se la llevaron del lugar. Al dar unos pasos, se dio cuenta de quien se trataba.

Janna: ¿Qué haces? ¡Suéltame!

Gustavo: (Es mi oportunidad) Si sabes lo que es mejor para ti, vendrás conmigo.

Janna: ¡Suéltame! ¡Tom!

Pero los gritos de la chica se mezclaban con la música y nadie la escuchaba. Gustavo llevó a Janna a una de las habitaciones lejanas a la entrada del salón y cerca de unas escaleras que llevaban a los pisos superiores del hotel. Había conseguido que uno de los empleados le diera la llave de dicho lugar después de darle algo de dinero. Al entrar al lugar, el sujeto arrojó a la cama a Janna quien de inmediato trató de incorporarse para comenzar a increpar a su ex amigo.

Janna: Creí que habías entendido con lo de hace unos días: no me interesas.

Gustavo: Irrelevante. Ahora verás que soy mejor que tu patético novio extranjero ese.

Janna: No te atrevas a hablar de esa manera sobre Tom, no eres ni la mitad de hombre que él.

Gustavo: Ah, eso quiere decir que ya te hizo sentir mujer. Pues yo te haré sentir mucho mejor.

Janna: Perro maldito, déjame ir.

Gustavo: Hasta que aceptes ser mía y de nadie más.

Janna: ¡Ni muerta!

* NOTA DEL AUTOR *

Contenido +18 – Léanlo bajo su propio riesgo

Gustavo se molestó con Janna por culpa de todas sus negativas. Lo que parecía ser un sentimiento sincero se convirtió en una enfermiza obsesión por tener a alguien incluso contra su voluntad. Gustavo le dio un golpe a Janna en el estómago para después empujarla contra la cama y lanzarse sobre ella para impedirle moverse.

Janna: Gustavo... ¿Qué paso... contigo?

Gustavo: Me rechazaste, eso fue lo que pasó. Soy mucho mejor ahora de lo que era antes y no quieres verlo. Te amo Janna y con tal de tenerte haré cualquier cosa.

Janna: Déjame... ir...

Gustavo: Hasta que terminemos con esto.

Gustavo, al sentir el cuerpo de Janna, comenzó a sentir como su miembro se levantó rápidamente. Janna percibió aquel bulto y comenzó a asustarse, temía que le iban a hacer algo terrible.

Janna: Basta...

Gustavo: Di que me quieres solo a mí y que terminaras con ese sujeto que solo se la pasa engañándote.

Janna: Tom... no me haría algo así...

Gustavo: Lo vi hace rato con una belleza que llevaba un vestido rojo.

Janna: ¿Qué dices?

Gustavo: Seguramente ahora...

Janna: Estas... mintiendo...

Gustavo: Cuando terminemos aquí podrás preguntarle todo lo que quieras.

Gustavo empezó a bajar la falda de Janna hasta que pudo quitársela por completo. Y cuando vio que la chica portaba una prenda muy hermosa que le cubría su intimidad sintió una excitación que no podía contener.

Janna: No... por favor...

Gustavo: Te haré mía... y te va a gustar...

El sujeto tenía atrapada a la pelinegra, quien empezó a soltar algunas lágrimas ante el miedo e impotencia que sentía. Gustavo empezó a besarla en el cuello para después pasar al rostro de la chica y besarla con algo que no era amor; y mientras continuaba besándola, comenzó a bajarse el pantalón, ya que su miembro pedía a gritos ser libreado para pasar a la acción. Fue ahí que el tipo, aún con su ropa interior puesta, se colocó de tal manera que su pene quedara sobre la intimidad de Janna y empezar a masturbarse.

Gustavo: Aahh... ¿Te gusta lo que sientes?

Janna: Ya... déjame... te lo suplico...

Gustavo: Hoy consumaremos nuestra unión, mi amor.

Janna: ¡Déjame en paz!

Gustavo: Eres mía...

Janna: ¡Ayúdenme! ¡STAR! ¡MARCO! ¡TOM!

Gustavo: ¡Deja de hablar de él y mírame a mí! ¡Soy mejor que Tom!

Janna: ¡Nadie es mejor que mi Tom! ¿Lo entiendes? ¡Nadie!

Gustavo pasó unos 3 minutos moviéndose sobre Janna, cosa que le causó una tremenda excitación pero en Janna solo causaba un asco insoportable. Y por más que lo intentaba, la chica no podía soltarse de su depredador. Fue entonces que el tipo deseaba comerse el pastel completo, por lo que comenzó a bajarse el bóxer que llevaba puesto. Fue ahí que Janna se empezaba a sentir perdida.

Janna: (Tom... yo...)

Pero ocurrió algo que en algún momento tenía que suceder: el huésped, una mujer de unos cuarenta y tantos, que estaba ocupando aquella habitación llegó y abrió para llevarse una desagradable sorpresa. Cuando se vio interrumpido, Gustavo se comenzó a poner la ropa rápidamente para después salir corriendo y dejar a Janna a su suerte. La pobre chica continuaba llorando y llamando a su novio, quien para ese entonces seguía dormido.

???: ¿Estás bien?

Janna: ... Disculpe. Mejor me voy de aquí.

???: ¿Quieres llamar a la policía?

Janna: No. Con su permiso.

Cuando salió de la habitación, vio que Marco estaba bajando de las escaleras y que llevaba con él a Star. El castaño vio a su amiga con su ropa desarreglada y con lágrimas en los ojos.

Marco: ¿Janna?

Janna: ...

Star: ¿Qué ocurrió? ¿Estás bien?

Y fue en ese instante que la pelinegra reventó por culpa de lo que le había hecho Gustavo. Sus lágrimas empezaron a caer de forma copiosa y ella solo se cubrió el rostro ya que se sentía sucia, asqueada y humillada. Star se separó de Marco y fue a abrazar a su amiga para tratar de calmarla. Janna, al sentirse entre los brazos de su amiga se sintió un poco menos intranquila.

Star: ¿Qué pasó?

Janna: Gustavo... el... abusó de mi...

Al escuchar eso, Marco se disponía a buscarlo para hacerle ver su suerte, pero Star le pidió que se quedara con ellas con una expresión de miedo y tristeza muy marcada en su rostro. El accedió de forma tranquila.

Star: La suite esta cerca, vayamos para allá.

Marco: Mejor vayamos fuera del hotel, necesito un poco de aire.

Janna: ¿Pasa algo? De repente te pusiste pálido.

Marco: No te preocupes por mí. Anden, vayamos para allá.

Star: Creo que es mejor que vayamos a la suite. Quiero recostarme.

Marco: Bueno... esta... está bien.

Las palabras de Marco se notaban nerviosas y hasta cortadas, sabía que si entraban ahí Star empezaría a reclamarle a Marco el hecho de que Jackie estuviera ahí. Ante la insistencia de su novia, Marco no tuvo otra opción. En su mente imaginaba muchos escenarios donde todo terminaba mal para él; pensaba en sincerarse con su novia pero tampoco deseaba perderla. Y cuando estaban en la puerta del lugar...

Marco: (Estoy acabado...)

... Marco, sintiéndose abatido, abrió y, para su sorpresa, Jackie no estaba ahí. Habían pasado unos 20 minutos desde que ella se había quedado dormida. La mirada del castaño recorrió rápidamente la suite y no había señales de su amiga.

Marco: (¿Eh? ¿A dónde se fue? ¿Estará en el baño?)

Marco entró primero un tanto presuroso y fue directamente a aquella habitación donde creía que podría estar Jackie pero no fue así. Star se sintió extrañada ante la actitud de su novio, por lo que le preguntó que le pasaba; Marco solo se limitó a decir "Nada". Luego Star y Janna se fueron a sentar en los sillones del lugar para tratar de recuperarse de lo que había pasado hace unos momentos. Ambas chicas se sentían terribles, sucias, se odiaban en ese momento; Marco cargaba con un sentimiento de culpe enorme y Tom continuaba dormido en su suite acompañado de Violeta.

Marco: Ustedes descansen, les traeré un poco de agua y buscaré a Tom.

Janna: ...

Star: ... Ten mucho cuidado.

Marco: Lo tendré.

Aquel viaje que comenzaron con mucha alegría estabaterminando de una forma bastante cruel y dolorosa para todos.

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