Capítulo #46

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Ha transcurrido un mes desde los eventos ocurridos en Ciudad Universitaria. Durante ese tiempo hubo mucha tensión entre el cuerpo estudiantil y de trabajadores de la universidad, ya que los recuerdos permanecían frescos. Muy a pesar de todo, el show debía continuar; así que, poco a poco, se fueron reincorporando aquellos que se fueron recuperando de sus lesiones o que estaban recibiendo algún tipo de tratamiento psicológico, ya estaban reparadas algunas instalaciones y la vigilancia era mucho mayor con tal de evitar un incidente del mismo tipo. Pero también muchas vidas se perdieron por culpa de lo ocurrido aquel horrible día, por lo que muchas veces se hacía algún tipo de evento en memoria de los que habían fallecido sin importar si se trataban de porros o no. La época de exámenes también había terminado y el periodo vacacional estaba cercano, por lo que muchos estaban contentos porque se podrían tomar un merecido descanso o regresar a sus lugares de origen para visitar a familiares y amigos.

Al finalizar el día de clases y de acudir a un evento para honrar a un profesor fallecido de Medicina durante la trifulca, Star, Janna, Marco y Tom estaban viajando en el auto del foráneo.

Star: No es justo, era una buena persona.

Janna: Es verdad, muy a pesar de que me reprobó en primer semestre.

Star: De eso tú tuviste la culpa por no entregar la investigación cuando la pidió.

Janna: ¿Me vas a regañar todavía por eso? Fue injusto de su parte no darme un día más para entregarlo.

Star: Pero si ya te habías pasado por 3 días.

Janna: Uno más no le hubiera hecho daño.

Tom: ¿Quieren pasar a comer algo?

Janna: Por supuesto, me muero de hambre.

Marco: ...

Star: ¿Pasa algo, Marco?

Marco: Sé que ya hablamos de todo esto por varios días, pero me sigo preguntando por que tuvo que pasar todo esto.

Star: No sabíamos que eso iba a pasar.

Janna: Pero ocurrió y fue lamentable que varios murieran, pero nosotros hicimos todo lo que estuvo en nuestras manos para ayudar. Deberías valorar más el esfuerzo que todos hicimos durante ese día.

Marco: Lo sé. Solo espero que aquellos que fueron arrestados paguen como es debido.

Tom: Sobre todo Cristian.

Janna: Pobre Gustavo. Sé que estaba loco... pero terminar de esa manera...

Star: ¿No me digas que lo compadeces?

Janna: Solo un poco.

Marco: Pero lo tenía más que merecido.

Tom: Coincido contigo, Marco. Por cierto ¿Qué les dijo Claudia? Las vi hablando hace rato.

Star: Pues se confirmó que Raúl fue abatido por un oficial de la Guardia Nacional por tratar de salvar a Roy. También me dijo que Roy está muy deprimido por la muerte de su primo.

Janna: Eso ya no está en nuestras manos. Es terrible lo que ocurrió pero por algo sucedieron las cosas.

Marco: Cierto. Por cierto, Jackie pudo confirmar que Violeta se dio de baja para irse a Sinaloa.

Janna: Tuvo su merecido esa perra.

Star: Janna...

Janna: Lo siento, pero eso es lo que pienso.

Marco: Bueno, mejor no hablemos más de eso.

Tom: Estoy de acuerdo. Bien, llegamos.

Los 4 amigos llegaron al Eclipse, donde fueron recibidos con mucho gusto por Emilia y Melissa.

Star: Buenas tardes.

Melissa: ¡Hola, amigos! Qué bueno verlos otra vez.

Janna: Lo mismo digo. ¿Tienes lugar para nosotros?

Melissa: Claro que sí; vengan conmigo. ¡Mamá! ¡Ya están aquí!

Emilia: Perfecto, llévalos a la mesa que les tenemos preparada.

Tom: ¿Alguien hizo reservación?

Marco: Pues yo no fui.

Melissa: Pasen, héroes.

Star: ¿Héroes?

Melissa: Es que hemos escuchado a varios comensales sobre lo que pasó el mes pasado, sobre todo algunos estudiantes. Varios de ellos mencionaron a Marco y a Tom. Otros tantos hablaban de una chica rubia de ojos azules muy valiente y de su amiga de cabello negro que siempre estuvo con ella peleando a su lado.

Star: No sabía que nos veían de ese modo.

Janna: Pero se siente bien ser llamados "héroes".

Tom: Solo hicimos lo necesario para ayudar.

Melissa: Y por eso fue que salvaron a muchos.

Marco: No solo fuimos nosotros, fuimos todos.

Melissa: Pero seguramente los inspiraron y eso cuenta mucho. Bien, por favor tomen asiento; en un momento los atiendo.

Star: Gracias, linda.

Janna: ¿Y los menús?

Tom: Seguro tienen mucho trabajo; el lugar está lleno como siempre.

Star: Que bueno. Y también me alegra mucho ya todos estemos bien.

Janna: Cambiando de tema ¿Qué planes tienen para vacaciones?

Star: Aun no lo sé. ¿Recuerdan como estaba mi mamá cuando vino a verme?

Marco: Lo recuerdo muy bien, estaba vuelta loca.

Star: Exactamente. Y en su lapso de locura me quería sacar a la fuerza de la escuela y llevarme de regreso a Aguascalientes.

Janna: Igual pasó con mis padres; lo bueno de todo es que los pudimos tranquilizar.

Tom: Mi madre también estaba muy alterada cuando me vio en el hospital, aunque debo aceptar que me sorprendí mucho el verla junto con mi padre en ese momento. Supongo que las cosas han mejorado por allá. Quizá me vaya a verlos...

Al escuchar esas palabras, la pelinegra dibujó una sonrisa con un dejo de tristeza ya que en sus planes estaba quedarse en la capital del país con Tom.

Tom: ... Pero prefiero quedarme aquí como siempre.

Marco: Creo que sería bueno el visitar a tus padres y ver como se están llevando...

Star, quien se dio cuenta de la expresión agridulce de su mejor amiga, lanzó una mirada cuasi asesina al castaño para que se quedara callado. Al percibir aquella sensación, Marco sintió el verdadero terror y se quedó callado. Fue en ese momento que Tom le respondió a Marco.

Tom: No es necesario; sé por mi madre que ambos están mucho mejor que en años pasados. Además, me dijo que quiere venir dentro de poco para conocerlos mejor... y en especial... a Janna.

Después de escuchar a Tom, Janna se sonrojó un poco, ya que la mujer que le dio la vida a Tom deseaba conocerla y eso llevaría su relación a un grado de formalidad mayor.

Marco: Eso es genial.

Star: Seguro que nos llevaremos muy bien con tu mamá, Tom.

Y en ese preciso instante iban llegando Jaime, Emilia y Melissa con varios platillos que los chicos no esperaban.

Marco: Pero...

Star: Wow.

Janna: Se ven deliciosos.

Tom: Si nosotros no...

Jaime: Esto es para festejar sus actos heroicos del mes pasado.

Emilia: Lo que hicieron por sus compañeros y su escuela merece un premio.

Melissa: Y con este banquete nosotros los queremos felicitar por ayudar a todas esas personas. De verdad son grandiosos, los admiro mucho.

Varios de los comensales del lugar alcanzaron a escuchar las palabras de los dueños del café y reconocieron a los 4 valientes amigos; fue en ese momento que la familia García comenzó a aplaudir y el resto de las personas siguieron el ejemplo. De pronto, en todo el lugar, solo sonaban aplausos, vítores y silbidos aclamando a Marco, Star, Janna y Tom. El momento llenó de emoción a todos causando que Star comenzara a llorar; Marco se acercó para darle un cálido y amoroso abrazo a la rubia. Tom y Janna se limitaron a tomarse de la mano y corresponder aquella muestra de reconocimiento saludando a todos.

Después de eso, se deleitaron con suculentos platillos mexicanos hasta que no pudieron comer más.

Al momento de querer pagar la cuenta, Melissa les dijo que todo iba por cuenta de la casa; al escuchar las palabras de la hija de los dueños, Star y Janna fueron a darle un tremendo abrazo para expresar su agradecimiento. También se acercaron Jaime y Emilia para despedir a los chicos; Marco y Tom agradecieron el enorme detalle que habían tenido con ellos al tiempo que estrechaban la mano de los señores García. Y después de aquella gran experiencia, los 4 amigos regresaron a los departamentos. Ya estando ahí, fueron al departamento de Marco para conversar un poco.

Janna: Fue increíble.

Marco: Jamás esperé algo así.

Tom: Y la comida estuvo en verdad deliciosa.

Star: En verdad fueron muy amables con nosotros.

Janna: Por cierto, dejamos una charla pendiente. ¿Tú qué harás en vacaciones, Marco?

Marco: Todavía no lo sé; estoy a la espera de que se confirme algo de parte de mis padres. ¿Y tus planes, Star?

Star: Pues mis padres quieren que vaya con ellos a casa, pero aún es seguro. Puede que quieran que nos vayamos de nuevo a California.

Marco: ¿Qué hay de ti, Janna?

Janna: Bueno... (Con lo de dijo Tom) yo...

En eso, Tom dijo algo que cambiaría algunas decisiones.

Tom: Si mi madre piensa venir a México a visitarme, quiero arreglar todo el departamento y vea que todo está bien aquí.

Janna: Pues si en verdad piensas hacer eso, vas a necesitar toda la ayuda posible.

Tom: ¿No confías en mis gustos?

Janna: Pues no en todos; además, va a necesitar el toque femenino.

Marco: Seguro les va a quedar grandioso.

Marco se notaba un tanto nervioso mientras hablaba con sus amigos. Sus planes dependían de una simple llamada de parte de sus padres para saber si regresaba a Guadalajara o si permanecía en la capital del país; además, tenía un plan pero todavía no podía llevarlo a cabo. En eso, Star recibió una notificación en su teléfono, ya que estaba suscrita a un sitio de noticias.

Janna: ¿Qué fue eso?

Star: Lo siento. Dejen le quito la alarma a...

Marco: ¿Qué ocurre? De repente enmudeciste.

Star: Miren esto.

En el teléfono de la rubia había llegado una noticia junto con un video. La noticia decía lo siguiente:

"Reos del Reclusorio Sur de la Ciudad de México comenzaron una brutal pelea en el patio que terminó con 6 muertos y 13 heridos. Reporta la Secretaría de Seguridad Pública que los que iniciaron la trifulca fueron un pequeño grupo de jóvenes que habían participado en los eventos ocurridos el mes pasado en Ciudad Universitaria al enfrentarse con un grupo perteneciente al Cartel del Golfo. Entre los muertos figuran 5 jóvenes y un policía..." Y el video mostraba las fotografías de los que perdieron la vida durante aquella riña, entre las cuales figuraba un rostro conocido por los 4 amigos.

Marco: Cristian.

Janna: No es por ser cruel, pero espero que haya sufrido.

Star: Se lo tiene bien merecido.

Tom: ¿Por qué no lo remataste en ese momento, Marco?

Marco: No valía la pena quitarle la vida a ese idiota; sabía que tarde o temprano le tocaría su castigo. Y bueno, ya ocurrió.

Después de enterarse de la muerte de Cristian, los 4 continuaron hablando de cosas más alegres por unas horas más hasta que ya era de noche. También tocaron los planes que tenían con respecto a sus carreras, en especial las chicas, ya que pronto debían elegir sus especialidades; en los casos de Marco y Tom era más sencillo puesto que ya tenían tomada su decisión. Y entonces...

Tom: Bueno, nosotros nos vamos.

Janna: Nos vemos mañana para ir a Plaza Universidad.

Marco: De acuerdo.

Star: Y después nos vamos al cine.

Janna: Me parece bien.

Tom: Descansen.

Marco: Igual ustedes.

Pese al tiempo que ha pasado desde el trago amargo de Toluca, el tema de una reconciliación se ha pospuesto por mucho tiempo; y los 4 pensaban que ya era justo y necesario hablar de los sentimientos que aún estaban presentes en sus corazones. Al entrar al departamento, Janna fue de inmediato a su habitación mientras que Tom fue a la cocina por un poco de agua. En la mente del foráneo había una idea que quería poner en práctica en ese momento: dejar en claro de una vez por todas su situación sentimental.

Y dentro de su habitación, la pelinegra estaba ultimando algunos detalles sobre un asunto pendiente entre ella y el chico que abrió las puertas de su departamento para ayudarla después de un siniestro que la dejo desamparada.

Janna: (Ahora no habrá quien me estorbe)

Fue entonces que la chica salió de su habitación para buscar a Tom y poder hablar con él; lo vio sentado en una de las sillas del comedor.

Janna: Oye, Tom.

Tom: ¿Pasa algo?

Janna: Hay algo que aun no hemos aclarado... y creo que ya no podemos... dejarlo pasar.

La voz de la pelinegra se empezó a cortar conforme salían las palabras de su boca, se le notaba nerviosa. Tom se percató del extraño comportamiento de la chica y la invitó a sentarse a la mesa; ella accedió y se sentó al lado del foráneo.

Tom: ¿Qué ocurre?

Janna: Bueno... es sobre nosotros.

Tom: ¿Qué pasa con nosotros?

Janna: Sabes de qué estoy hablando; aun no aclaramos... lo de nuestra relación.

Tom: Yo creí que...

Janna: Antes de que sigas, déjame terminar. Lo que sucedió en Toluca es algo que en verdad deseo dejar en el pasado; que me hizo Gustavo... y lo que ocurrió contigo y Violeta... aún me causa algo de molestia. Sé que te dije que estaríamos a prueba y la verdad es que ya me harté de estar de esta manera.

Tom: Espera un momento, no me digas que piensas... ¿terminar conmigo?

Janna: ¿Qué? ¡No! Lo que quiero decirte es que yo... yo...

Tom: ¿Qué?

Janna: ¡TE AMO!

Aquellas dos palabras venían desde el corazón de la chica pelinegra, un par de palabras que significaban mucho para ella. Tom quedó algo impactado ante aquella declaración de amor de parte de la chica que tenía a su lado ya que no las había escuchado en largo tiempo. Janna tenía una expresión llena de vergüenza, ya que aún seguía costándole trabajo expresar ese tipo de cosas y más frente a Tom.

Janna: ¿Me escuchaste? Te amo.

Tom: Sí, te escuché fuerte y claro.

Janna: ¿Y? ¿No vas a decirme nada?

Tom: Pues sí.

Janna: ¡Entonces no te quedes callado!

Tom: Está bien, está bien. La verdad pensé que jamás ibas a perdonarme por lo ocurrido, pero me alegra bastante el saber que aun sientes algo por mí... del mismo modo en que yo siento algo por ti. Yo también te amo, Janna.

Janna: Dame un beso.

Tom: ¿Eh?

Janna: Si de verdad me amas, dame un beso.

Tom: Muy bien. Pero antes de eso...

Fue ahí que el foráneo tomo de las manos a la pelinegra y ambos se pusieron de pie. Y ahí sucedió: Tom sujetó de la cintura a Janna y la acercó a él para después darle aquel beso que la chica le pedía comoprueba del amor que sentía por ella. Al sentir los labios del hombre que amaba, ella pasó sus brazos por encima de los hombros de Tom y lo abrazó a la alturadel cuello para después jalarlo hacia ella.

* NOTA DEL AUTOR *

Contenido +18 - Léanlo bajo su propio riesgo (y esta vez va en serio)

El beso era intenso en lo emocional, lo sentimental y, sobre todo, en lo físico. Y el contacto que tenían ambos universitarios era tal que empezaron a sentir algo fuerte en su interior. Janna comenzó a empujar a Tom con su cuerpo para llevarlo a su habitación sin separar sus labios de los de su amado.

Janna: (Ahora sí...)

Tom: Mmmmm... Janna...

Janna: Mmmmm... ¿Qué pasa?

Tom: Mmmm... ¿Qué piensas...?

Janna: Mmmm... Shhhh... no digas nada... Mmmm...

Ya estando en la habitación de la pelinegra el beso, que había pasado de romántico a intenso en cuestión de segundos, pasó a ser pasional en extremo. Comenzaron a jugar con sus lenguas de manera salvaje, trataban de robar el aliento a su pareja. Fue ahí que Tom y Janna chocaron con la cama y terminaron cayendo sin perder el tremendo y pasional beso. Janna quedó encima de Tom.

Janna: Mmmm... ya extrañaba... mmmmm... besarte...

Tom: Mmmm... el día... de los porros... mmmm... me diste uno...

Janna: Mmmm... pero no fue... mmmm... como este...

* NOTA DEL AUTOR *

Reproduzcan la canción en este momento

https://www.youtube.com/watch?v=oaSk5vnAVJ8

La temperatura dentro de la habitación comenzaba a aumentar y lo hacía rápidamente, al igual que la intensidad del beso. Los sentimientos estaban a punto de desbordarse y de una forma que sería inolvidable para ambos. Tom dejó de sujetar a Janna de la cintura para mover sus manos directo al trasero de la chica y comenzar a masajearlos causando que Janna soltara unos cuantos gemidos.

Janna: Mmmm... Aaahhh... Aaahhh... Tom...

Tom: ¿Mmmm?

Janna: Si te detienes, eres hombre muerto.

Tom: No pensaba hacerlo.

Nuevamente comenzaron a besarse de forma un tanto salvaje, dejando salir esos sentimientos de forma brutal; pronto los deseos carnales comenzaron a hacer de las suyas. Janna comenzó a acariciar el pecho de Tom hasta que llegó a la zona donde podía sujetar la playera que llevaba puesta para comenzar a subirla y dejar al descubierto el abdomen del foráneo. Fue ahí que rompió el contacto del beso y pasó a la zona de los pectorales de Tom para comenzar a besarlo y dejar algunos leves chupetones que hacían temblar de emoción y excitación al chico.

Tom: Janna... Aaaahhhh... que bien... aaaahhhh... lo haces...

Janna: Y solo vamos comenzando.

Nuevaente Janna se acercó al rostro de Tom para volver a besarlo mientras el foráneo seguía jugando con el trasero de la chica. Unos segundos después Tom comenzó a acariciar las piernas de la chica hasta llegar a la blusa de color verde militar que llevaba puesta y comenzar a subirla de manera suave. Janna sabía de qué se trataba el movimiento de Tom y se separó de él para levantar los brazos y dejar que el foráneo le quitara la prenda. Y al terminar aquel movimiento, Tom vio que su chica tenía una buena figura y unos pechos nada despreciables.

Janna: ¿Qué tanto miras?

Tom: A ti.

Janna: ¿No te gusta lo que miras?

Tom: ¿Gustarme? Me encanta.

Janna: Ahora me toca quitarte la playera, así estaremos a mano.

Tom accedió a la petición de la chica y dejó que la pelinegra le quitara la playera por completo. Y ya estando sin aquellas prendas, Tom se incorporó un poco hasta quedar sentado y los dos decidieron proseguir con los besos y con algunas caricias que causaban que el deseo aumentara tremendamente. El chico acariciaba el esbelto y bien formado cuerpo de la chica causándole algunos espasmos por culpa de la excitante sensación.

Janna: (No sé cuánto tiempo más podre soportar; pero se siente tan bien todo esto que no quiero parar)

La chica correspondía con suaves caricias que aceleraban el corazón y la líbido de Tom al grado de que comenzaba a sentir que algo comenzaba a despertar.

Tom: (Espera, todavía no... todavía no...)

Ambos comenzaban a perder voluntad y el deseo comenzaba a tomar las riendas de la situación; era un deseo fuerte, brutal, incontenible. Tom pasó sus manos a la espalda de Janna y con un rápido movimiento encontró el broche del sostén de color negro de la chica y rápidamente lo desabrochó. Janna sintió como la prenda que llevaba puesta comenzaba a caer y con una mano alcanzó a detenerlo.

Tom: ¿Qué ocurre?

Janna: Es que... me da algo de vergüenza...

Tom: No deberías sentirte así, solo estamos tú y yo.

Janna: Bien.

La chica dejó que el sostén cayera para dejar a la vista de Tom sus pechos. Al ver aquel cuerpo de mujer, el miembro del foráneo reaccionó brutalmente, señal de que le gustaba lo que veía. Y dicha reacción no pasó desapercibida a los ojos de la pelinegra.

Janna: Vaya que te gusto.

Tom: Bueno... yo...

Janna: No deberías sentirte así, solo estamos tú y yo.

Tom: Tramposa.

Janna, como una fiera salvaje que busca atrapar a su presa, se lanzó sobre Tom para continuar con los besos y caricias. Y en una de esas comenzó a desabrochar el cinturón del foráneo y luego el pantalón; y fue en ese instante que decidió introducir una de sus manos para palpar el firme y excitado miembro de Tom. La sensación que dejaba Janna en Tom lo volvía loco y lo hacía gemir de placer.

Tom: ¡Aaaahhhh! ¡Aaaahhhh! ¡Aaaahhhh!

Janna: (Lo tiene grande y duro)

Y Tom decidió contraatacar llevando sus manos directamente hacia los pechos de la pelinegra para comenzar a masajearlos con suavidad; esto causó que la chica comenzara a gemir por culpa de la magnífica sensación que le daba Tom.

Janna: Tom... sigue... ¡Aaaahhhh!... No pares... No pares...

La pasión, la excitación y el deseo ya no se podían detener; ambos estaban por estallar de placer y emoción. Fue ahí que Tom decidió hacer el movimiento y comenzar a quitar la falda que llevaba puesta Janna hasta dejar al descubierto una hermosa prenda de encaje color negro que cubría la zona intima de la pelinegra. Al saberse semidesnuda, la chica comenzó a bajar el pantalón de Tom y, cuando lo hizo, vio algo que trataba de romper la tela del bóxer de color azul marino. Fue ahí que la chica se levantó y se recostó sobre Tom tratando de colocar su trasero sobre aquel tremendo bulto para comenzar a moverse sensualmente y causar una excitación mayor en el chico.

Tom: Janna... ¡Aaaahhhh!

Janna: Mmmmm... que bien se siente... ¡Aaaahhhh!

Tom llevó sus manos a los pechos de Janna nuevamente y comenzó a masajearlos de nuevo al tiempo que trataba de besar el cuello de la pelinegra. Pero la sensación de placer ya estaba alcanzando su máximo y ambos ya no podían contener aquel salvaje deseo. Pasaron así algunos minutos y Tom ya no pudo más: comenzó a bajar la única prenda que llevaba puesta Janna y la dejó completamente desnuda; la chica decidió dar media vuelta sobre Tom y, sabiendo que ya era el momento, le quitó el bóxer a Tom para liberar su miembro y verlo totalmente erecto.

Janna: Basta de juegos, hora de entrar en acción.

Tom: Pero...

Janna: ¿Crees que no estaba lista?

Debajo de su almohada, la pelinegra sacó un preservativo de esos de la cajita negra con un conejito blanco, rompió el envoltorio y colocó la protección en el pene de Tom. Y fue ahí que ambos ya estaban más que decididos a unir sus cuerpos y entregarse por completo al deseo. La chica tomó la iniciativa y se colocó encima del foráneo de tal modo que el erecto miembro de Tom entrara sin problemas en su zona íntima. Y cuando el miembro de Tom ya estaba en el interior de Janna ambos sintieron como si una bomba de placer estallara y los volviera locos. Tom hacía embestidas suaves al principio y luego aumentó el ritmo.

Janna: ¡AAAAHHHH! ¡AAAAHHHH! ¡AAAAHHHH!

Tom: ¡UUUUUUOOOOOO! ¡Sí! ¡Sí! ¡Sí!

Janna: ¡Más adentro! ¡Más adentro! ¡MÁS!

De alguna manera, los gritos y gemidos de ambos no salían del departamento, ya que eran bastante fuertes. Permanecieron en esa posición durante varios minutos.

Tom: ¡Qué bien me siento!

Janna: ¿Ya te cansaste?

Tom: ¿Bromeas? No pienso parar.

Fue ahí que Tom levantó a Janna para salir de ella y, con un rápido movimiento, colocarla en 4 sobre la cama.

Janna: ¡Salvaje! ¿Qué piensas hacer?

Tom: Ya lo verás.

El foráneo se coloco detrás de la chica y nuevamente introdujo su miembro en el interior de Janna. La chica nuevamente estalló de la excitación y los gemidos que soltaba solo aumentaban el placer del momento.

Janna: ¡Más te vale no parar!

Tom: ¡No pienso hacerlo!

Janna: ¡QUE RICO! ¡Sí! ¡MÁS DURO!

Tom: ¡AAAAHHHH! ¡AAAAHHHH! ¡AAAAHHHH!

Janna: ¡HAZME TUYA!

Tom: ¡CLARO QUE SÍ!

Las embestidas de Tom hacían sentir como loca a Janna por culpa de la excitación. Y con el paso de los minutos llegó el climax.

Janna: ¡Ya no soporto más!

Tom: ¡Tampoco yo!

Tom/Janna: ¡AAAAHHHH! ¡AAAAHHHH! ¡AAAAHHHH! ¡AAAAAAAAHHHH!

Ambos lograron un tremendo orgasmo que los recorrió por completo; sus cuerpos estaban sudando copiosamente y se notaban exhaustos y satisfechos por la entrega tan apasionada que tuvieron.

Janna: Me siento... genial...

Tom: Yo... también...

Tom se quitó aquel profiláctico de látex y lo tiró en el bote de basura que estaba a los pies de la cama de Janna para después recostarse al lado de su amada pelinegra.

Janna: Estuviste... grandioso...

Tom: Tú no te quedaste atrás.

Janna: Y con esto espero que quede claro que te amo de verdad.

Tom: Cristalino. Y yo también te amo, Janna.

Un par de minutos después ambos se quedaron dormidos por culpa del cansancio que sentían. La entrega de sus cuerpos y almas fue total y sincera, el amor que sentían el uno por el otro se vio fortalecido.

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