capítulo 10

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Editado: 04/ 06/ 2021

Deberías esperar, consejos sabios en lucha.

[Al rededor de Suna, Himawari]

No es que no tuviera ganas de salir de la tienda, lo que pasaba era que... con la simple idea de salir y verlo de frente me llenaba una vergüenza instantánea... recordar lo que ocurrió anoche, los besos tan profundos que nos dimos y... el hecho de que si no nos hubiéramos detenido pudimos haber llegado a más... él y yo... ¡No, Himawari, no pienses en esas cosas por dios!

Hace unas horas que desperté y he estado sentada en mi tienda desde entonces... claro que era vergonzoso, pero el recordar como mencionaba mi nombre siempre logra sacarme una sonrisa, y que un extraño escalofrío recorra mi espalda. Me asusto que mi compañera de pronto se levanta.

— ¿Ya es hora? Lo siento, —bosteza de gran manera —no acostumbro despertar tan tarde... —sonríe en mi dirección —mi comandante siempre me regaña por estas cosas, vamos, tenemos que alistarnos.

—No... —menciono avergonzada —de hecho, falta para la hora de salir, de verdad lo siento —doy una reverencia —yo fui quién despertó muy temprano, espero no haber sido la causa de que te levantarás...

—Ay, claro que no, —expresa muy tranquila —es como una costumbre mía, cuando alguien que duerme a mi lado se levanta, yo hago lo mismo... aunque solo sea un mínimo movimiento lo hago, pero... —me analiza dudosa —tal parece ya llevas un buen rato despierta, bueno, pero da igual, creo que es mejor levantar todo ahora para estar listas a la hora de salir.

—Si, es una buena idea.

Mi sonrisa se expande amigable, nuestro trabajo es rápido, luego de vestirnos comenzamos a levantar todo de forma organizada. Ella se mantiene sonriente.

—Entonces sales con Shikadai Nara, el sobrino del Kazekage.

Al escuchar sus palabras me detengo con prisa de cualquier movimiento, la sorpresa me invade poco a poco, pero su voz vuelve a sonar.

—Ten cuidado, él es... —ríe levemente —capaz de atraer a muchas chicas por el misterio que lo rodea, de hecho, en nuestra villa es calificado como el segundo más guapo, el primer lugar lo tiene Shinki... de hecho, él es muy lo mío, de verdad me encanta mucho, aunque siempre me ignora, pero eso lo hace con todas así que no me desanima.

— ¿Atraer a muchas chicas?

—No lo tomes a mal, él no es para nada una mala persona, ¡Y mucho menos mujeriego! Pero las chicas de verdad se vuelven locas por lo misteriosos que son ambos así que no dudan en seguirlos... pero él de verdad no le ha hecho caso a nadie, y solo tiene a una muchacha que es su amiga, y eso es... —ríe —bueno, más porque ella es de hacer cosas de chicos, es linda, pero el vestirse como chico no la ayuda mucho...

La chica, si... ya sé muy bien quién es... pero desconocía el hecho de que Shikadai fuera tan popular con todas las chicas de su aldea. Con todas las cosas de dentro levantadas, salimos para desmontar la tienda y guardarla, con el tiempo libre nos animamos a poner algo de café que ella ha traído en un pergamino.

—Entonces te digo, enserio no necesitas preocuparte, además... —sonríe ampliamente —yo soy como una tumba, así que no diré nada sobre lo de anoche...

¿¡Anoche!? ¿¡Ella escuchó lo que ocurrió anoche!? ¡Dios... que vergüenza!

—Tú... tú... ¿Escuchaste?

—De hecho, los vi... —confiesa apenada —era tarde y escuche un ruido así que quise salir a verificar... —rasca su brazo mirando el suelo —sé ve que él es buen chico, créeme, —inclinándose extiende sus palmas extendidas sobre el aire —se notaba que él tampoco quería detener ese beso tan intenso... —rasca su mentón —sobre todo por la forma tan fuerte en la cual te sostenía, pero aun así... —exhala un suspiro —se detuvo, es seguro que él no hará algo que no te guste.

Mi rostro arde en calor, y cerrando mis ojos solo puedo cubrir mi rostro con completa vergüenza, dejándola hablar me permito hundirme en mi vergüenza.

—Qué no te de pena, —deja caer su brazo sobre mis hombros —es totalmente normal, además, de ahí venimos todos, de ahí proviniste y de ahí provine yo también... el sexo es completamente normal, aunque... —aparta su brazo —quisa sería bueno que esperaras un poco, ambos son aun muy pequeños, tienes... entre quince o dieciséis ¿No? Eso me parece, si mas o menos esa es tu edad, aunque no soy de investigarlo... bueno, lo mejor sería esperar hasta tus veinte o al menos dieciocho, y claro, ya que sus familias sepan de su unión.

Entre sus palabras la vergüenza me invade cada vez más, pero no esta hablando de mal modo ni me quiere ofender. Suspirando levemente, me atrevo a verla a la cara.

— ¿Cuántos años tienes?

— ¿Yo?... bueno, tengo veintidós, mi novio... —sonríe apenada sujetando su nuca —él debe seguir dormido, aunque desconozco la tienda en la cual se está quedando, durante las misiones no solemos andar juntos.

—Yo... ¿Puedo pedirte que no le digas a nadie lo qué viste?... y lo que hablamos...

—Soy una tumba, recuerda siempre eso... —divertida observa hacia la tetera —venga, dame la taza, yo te sirvo.

—No te preocupes por favor, yo lo haré.

Ella ríe levemente mientras que yo me inclino para sujetar la tetera y servirnos a ambas, tranquilamente tomo asiento y mientras soplo sobre mi taza puedo sentir unas manos rodearme por sobre los hombros, es más que seguro que tiene que ser Shikadai.

—Buenos días, —besa me mejilla —bonita.

—Sabes que podría vernos mi padre, —expreso con vergüenza apartándolo —además, Shikadai... —al verlo tomar asiento apunto a la mujer a nuestro lado — ¿No te da miedo que ella vaya a decir algo?

—Cuándo salí de mi tienda escuche su plática, así que ya sé que ella no dirá nada, confía un poco en mí... —sujeta su pecho —nadie va a enterarse hasta que tú desees que sea así, oh, cierto... —mantiene su mirada algo duda sobre mí —anoche estuve platicando con tu padre, creo que él no quiere dejarte cerca de Shinki.

—Yo siento que solo estas celoso —canturrea la mujer a nuestro lado.

Mi risa sale ante su comentario, y por un momento creo ver el sonrojo en las mejillas de Shikadai.

—No es eso, enserio, tú papá me dijo que me fijará de él.

Elevando la ceja me cruzo de brazos tratando de contener mi risa.

— ¡Bueno, sí! Estaba... —sujeta su nuca desviando la mirada —un poco celoso, pero tu padre en verdad me pidió que me fijará de él.

La mirada de la mujer se encuentra junto con la mía, y al segundo en que nuestras sonrisas crecen podemos estallar en risas; el color rojo crece en las mejillas de Shikadai, y rápidamente se lanza sobre mí cubriendo mi boca. Un rato después él también llego a sonreír mientras pensaba que no lo veíamos. A la hora de despertar todos comenzaban a levantar sus cosas y tiendas, y de pronto puedo ver a mi buena amiga venir con prisa al lado de Shinki.

— ¡Buenos días Hima! —toma asiento a mi lado con ánimos — ¿Están listo para aplastar Setsus?

—Despertó muy emocionada —informa Shinki.

—Aun así, —sonríe uniendo su puño y palma —de verdad que estoy preparado para matar a esas cosas, me toca cobrármela.

—Yo también planeo machacarlos —secundo a Shikadai.

—Yo ya quiero tranquilidad... —suspira para volvernos la mirada — ¡A golpear Setusus se ha dicho!

Comenzamos a reír, pero de pronto las risas cesan un poco, mi padre toma asiento a mi lado y siguiendo con las risas rodea mis hombros hasta atraer a Shikadai y abrazarnos juntos; nuestras miradas se encuentran con algo de duda, su reacción es extraña, pero aun así nos reímos a su lado. Al segundo nos levantamos para ayudar a nuestros compañeros con las maletas mientras algo extrañados nos damos miradas de vez en cuando.

La salida comenzó, nuestro viaje debía seguir su camino con rapidez, al seguir los grupos se separaron y me vi en la situación de activar mi Byakugan para analizar la zona y estar segura del lugar en el cual debíamos detenernos. El tiempo paso y los de la roca comenzaron a unirse con los demás grupos, ahora había Ninjas de todas las aldeas preparados para luchar, todos cuentan con parejas y los clones de padre y Boruto están por todos lados preparados para identificar a los setsus que intenten mezclarse entre nosotros. Por fin me detengo, Shikadai se detiene a mi lado y mi mirada sube... los grupos aún están muy apartados de este punto, y debajo de nosotros... hay un lío, son demasiados para mi grupo, y si ellos llegan por partes estaremos perdidos.

— ¿Está muy mal?

—Demasiado... —suspiro. Dando media vuelta los observo — ¡Muy bien, todos escúchenme claramente! ¡Los árboles nos ayudaran a detenerlos! ¡No es una broma, son bastantes! —expreso con seriedad — ¡Apenas los árboles caigan Shikadai los atrapara con su jutsu de sombras, esa es su señal para atacar! Golpes certeros, rápidos, y retroceder... —suspiro —luego se unirán en pareja, quiero equipos de dos que se mantengan espalda con espalda la mayoría de tiempo... —analizo sus miradas preocupadas —si ven que un Setsu mata a un compañero tienen que aniquilarlo al instante, no necesitamos que se disfracen de un aliado... y los que logren hacerlo son míos, ¡Posiciones!

Todos rodearon el lugar indicado, Shikadai se acerca un poco a mí analizando mi rostro preocupado.

— ¿Estarás bien? ¿No será demasiado para ti utilizar el Byakugan junto al modo ermitaño?

—Estaré bien, —sonrío —además, papá nos apoya desde arriba.

— ¡Ha! —sorprendido vuelve su mirada sobre mí —No lo había mirado, bien... —sujeta mi hombro —confío en ti, no te preocupes, —une su puño con su palma —no dejaré que esos setsus te toquen.

— ¡Mejor peleemos juntos!

— ¡Si!

Nuestras miradas se encuentran con decisión y confianza, mirando el punto nos ponemos en guardia. Hago la seña. Las personas de la roca levantan el suelo y Shikadai efectúa su Jutsu al segundo, en un brinco nuestros Ninjas se adentran a la pelea con toda su fuerza... la cantidad hace mínimo el tiempo del jutsu de sombras, y al segundo la lucha inicia de ambos lados. Chocando nuestros puños terminamos por incorporarnos a la lucha por igual... mi atención esta en todos lados, mis clones están dispersados y por el momento no parece haber ningún infiltrado, todo va bien.

El tiempo transcurre y algunos heridos van retrocediendo hasta formar grupos de cuatro, aun no hay infiltrados, pero el cansancio nos debilita cada vez más.

— ¡Shikadai! —grita mi padre — ¡A la derecha de Hima!

Mi mirada regresa detrás con prisa, pero no puedo atacar a los setsu detrás de mí porque por delante me atacan cuatro más, sin dudarlo utilizo mi puño suave para matar a los cuatro delante de mí... los hago retroceder con patadas y los termino con mis palmas... al girar voy contra el primero, el segundo... y abriendo mis ojos con cansancio localizo al tercero y último, rápidamente lo aniquilo con un solo golpe, entonces puedo centrar mi atención en Shikadai.

— ¡Shikadai!

Uno se acerca por su espalda descubierta, pero estoy un poco débil... su mirada viene sobre mí y al percatarse de mi cansancio libera el nuevo jutsu lanzado, sin dudarlo se acerca y comienza a atacar con Taijutsu a los setsus que se acercan... de una patada lanza a un setsu a volar, el maldito cae y sin dudarlo Shikadai toma su Kunai para enterrarlo en la cabeza del enemigo. Recobrando fuerza me apresuro contra otros tres... mi padre esta peleando con otros fuera del enorme hueco que hemos creado, mis clones me avisan poco a poco que ya hay infiltrados y frente a mis ojos puedo verlos también.

—Shikadai... —me acerco hasta encontrar nuestras espaldas unidas —necesito impulso hacia arriba, debo verificar las posiciones de los infiltrados.

— ¡Directo a mis manos! —me empuja para que tome impulso — ¡en cinco!

Con la cuenta regresiva al aire, me lanzo a correr, en nuestro camino al termino de la cuenta cada quién ataca a los setsus que se acercan, con el cinco en boca mi impulso es llevado a cabo. Apenas los localizo comienzo a guiar a mis aliados para encontrar al enemigo... son demasiados, y muchos de los nuestros están agotados o heridos, pero... al ver el poco movimiento de mi padre puedo saber que no vamos tan mal.

— ¡Ya es hora Hima! —regresa la mirada — ¡Dile a Kurama!

Mi caída llega, doy un asentimiento y al segundo él se lanza en mi dirección mientras ataca a cualquier Setsu que se atraviesa en su camino; con él a mi lado el Chakra de Kurama nos cubre por completo y la forma de Kurama poco a poco nos eleva mientras comienza a matar a todos los infiltrados. Su gruñido hace crujir los árboles, nuestra gente pelea, nosotros reservamos chakra y enviamos algunos clones extras a ayudar afuera... algunos setsus trepan por el lomo de Kurama. Mi concentración no está en su mejor estado, de vez en cuando mi mirada vuelve sobre Shikadai, aun cuando sé que es excelente luchando me preocupa. Aun hay demasiados setsus, creo que cada vez son más y mi padre se ha percatado ya de eso... y de pronto me veo perdiendo a Shikadai, trato de mantener la calma, pero mis ojos siguen buscándolo por todos lados...

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