capítulo 16

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Editado: 11/ 15/ 2021

[Hima]

Sarada nos contó lo que había pasado y además nos confesó que ya llevaba un bien tiempo saliendo a escondidas con mi hermano, pero eso definitivamente no fue lo que más me sorprendió de entre sus confesiones, era más que obvio que tarde o temprano ellos saldrían, pero el hecho de que ya lo hayan hecho realmente me tomo por sorpresa, aunque ellos estén hechos el uno para él otro, hacerlo es...

Esta tarde Shikadai llegará a la villa, he estado tan impaciente que por simple instinto me levanté muy temprano, no pude esperar más así que simplemente me preparé el desayuno y ahora estoy comiendo para salir cuanto antes. Antes de terminar puedo ver a mi hermano bajar las escaleras medio dormido, él toma asiento a mi lado tomando mi desayuno sin terminar para acabar con él.

— ¿Cuándo pensabas decírmelo? —cuestiono con firmeza cruzando los brazos sobre la mesa.

— ¿Él qué? —cuestiona con el bocado en boca.

—El que... Sarada y tú estaban saliendo o... más importante, el hecho de que... ya lo hicieron.

Lo veo dar una arcada y cubrir su boca para evitar toser de manera descontrolada por la sorpresa que le han causado mis palabras. Aun cuando me preocupa verlo ahogarse me limito a mirarlo directo en espera de una respuesta.

— ¿De qué hablas? —frunce el ceño —No tengo una relación más allá de la amistad con Sarada.

—Por amor a Buda, Boruto. ¡Se valiente, y admítelo de una maldita vez! —expreso enfada bufando entre el dejarme caer en el descanso de mi asiento — ¿¡Realmente crees que es bueno que le hagas esto!? ¡Ella te quiere y lo sabes! —inclino el cuerpo al frente —Deja de ser tan idiota, simplemente... me pregunto si te gustaría que un chico me hiciera lo mismo que tú a ella, y... —sonrío —negará abiertamente nuestra relación.

Me levanto entre mi enfado y le arrebato mi desayuno para dirigirme al sofá de la sala, tomo asiento subiendo los pies sobre los cojines.

—Además todos saben que ustedes dos están saliendo. Debes ser un idiota total como para no darte cuenta de algo tan obvio.

—No sé de qué estás hablando...

— ¡Bien, eso es genial! Anda hermanito, rompe el corazón de esa hermosa chica. ¡Eso realmente sería perfecto Boruto!... —suspiro siguiendo con mi comida —Estoy bastante segura de que tú la quieres mucho más de lo que ella te quiere, simplemente es increíble que tengas tan pocas agallas para dar la cara y decirles de frente a todos que pues... —dirijo la mirada hacia él —están juntos. Sinceramente ¿A qué le tienes miedo? ¿O es... que quizá yo me equivoco y tú solo la querías para pasar el rato? Si es así, entonces seguro no habrá problemas con que yo también pase el rato con alguien, es decir... es simplemente un deseo del cuerpo, seguro... —doy un asentimiento —Inojin no se negará a ese tipo de pedidos.

— ¡Ja! —levantándose deja caer la palma sobre la mesa —Estás loca ¿Bien? Aquella pelea realmente te a afectado la cabeza... —ríe acercándose retador —además no te atrevería ya que... tú... estás... saliendo con Shikadai.

—Sí, tienes razón. —sonrío con seguridad —Estoy saliendo con Shikadai, lo más normal sería que lo hiciera con él un montón de veces, aunque... creo que te importaría muy poco con quién decidiera hacerlo ya que tú... hermano querido, funcionas de ese modo. —vuelvo la mirada a mi desayuno con enfado — ¿Qué te importaría si yo terminará embarazada y el tipo no quisiera hacerse cargo?

Una bofetada termina en mi cara y ante el impacto lo sobrante de mi plato cae al piso. Mi enfado me hace enderezarme manteniéndole una dura mirada directa. Él se mantiene mirándome.

—Eres un grandísimo idiota, quieres ser igual que el tío Sasuke, pero no tienes ni la más mínima idea de lo que sufrió la tía Sakura. —empujo su pecho con ambas manos —Al menos él tuvo las agallas de decir claramente que se quería con ella... ¿Tú que harás? Idiota.

Él permanece con los puños cerrados desviando la mirada mientras yo subo enfadada hasta mi habitación. Al cerrar mi puerta puedo escuchar la puerta de mi madre abrirse, pero ni siquiera tengo ganas de hablar con ella y simplemente busco mi ropa y bolso para salir cuanto antes sin mirar hacia la sala... me pongo los zapatos y escucho unos pasos detrás de mí antes de poder salir.

— ¿A dónde vas hija?

—Iré a ver a Sarada y Choucho, esta tarde llegará Shikadai así que quiero comprarle un regalo de bienvenida.

Al volver de reojo la mirada puedo ver a mi hermano recogiendo la comida del suelo, luego simplemente salgo. Estoy molesta al saber perfectamente lo idiota que puede llegar a ser mi hermano, es decir, Sarada realmente siente algo por él y el muy idiota de mi hermano no le hace caso alguno... realmente no puedo comprender su relación, no tengo idea de como será cuando están juntos y solos, pero es una verdadera molestia que él será tan estúpido.

— ¡Hima, acá estamos!

Vuelvo la mirada para observar a Sarada y Choucho quienes están sentadas en una banca del parque, les sonrío apenas un poco elevando la mano para después ir hacia ellas.

— ¿Estás bien? —cuestiona Choucho —pareces algo molesta, pensé... —encoge los hombros —no lo sé, que estarías más feliz.

—Dime algo... —me dirijo a Sarada — ¿Cómo se comporta mi hermano cuando está contigo?

— ¿A... a que viene esa pregunta? —cuestiona con vergüenza.

—Simplemente no te merece. —tomo asiento entre ambos —Deberías conseguirte a alguien mejor, simplemente no pensé que él podría llegar a ser tan idiota.

—Bueno él... es alguien frío... pero toma mi mano y sigue mis conversaciones... aunque a veces ni siquiera me presta atención cuando le hablo...

—Jamás entenderé porque estás tan vuelta loca por él, —declara choucho —amiga sinceramente... deberías hablar con tu mamá.

—Se lo mencioné de algún modo y ella me dijo que valió la pena esperar por papá, —une sus manos frotándolas con desgana —mi padre también era frío, pero al parecer con el tiempo comenzó a aceptar los sentimientos de mi madre... además ella dijo que el tiempo a su lado es lo mejor para ella.

—Sería mejor poder al menos llamarse pareja, sin que él suelte tu mano. —suspiro —Mi hermano es un verdadero idiota y tú no deberías de pegarte a él Sarada.

—Yo lo quiero Hima.

Su mirada baja se mantiene con una sonrisa desganada mientras las lágrimas empañan su vista. Choucho suspira a mi lado y enseguida nos acercamos para poder abrazarla y darle consuelo.

—Siempre lo he querido... él había dicho que sería mi mano derecha cuando yo me convirtiera en Hokage... que cuidaría mi espalda... él dijo que estaría ahí para mí.

Sus lágrimas fluyen con más fuerza y siento como se aferra con fuerza a mi cuerpo; sintiéndome horrible simplemente me aferro a ella tratando de consolarla, no puedo evitar sentirme del asco al saber que la persona que la esta hiriendo en mi hermano... ahora mismo estoy tan enfadada de que seamos familia. Al abrir mis ojos puedo ver a Choucho que se acomodó detrás de Sarada para darle consuelo a mi lado, y detrás de ella puedo ver a Mitsuki venir, él me hace una señal para que guarde silencio y yo alejo a Sarada un poco... ella gimotea intentando controlarse entre el limpiar de sus lágrimas.

—Una chica tan linda no debería llorar.

Ella vuelve la mirada con sorpresa y luego de analizar a Mitsuki simplemente acepta el pañuelo que él le ofrece con una suave sonrisa, ella sonríe levemente en agradecimiento y simplemente comienza a limpiar su rostro haciendo sonreír aun más a Mitsuki. Al terminar de limpiar sus lágrimas observa con sorpresa una rosa que Mitsuki le ofrece.

— ¿Quieres hablar conmigo?

—Sí. —sonríe levemente —Vayamos a hacerlo.

Mitsuki sonríe como acostumbra hacerlo y tiende su mano en espera de Sarada quién agradecida le sigue siendo rodeada por su brazo protector. Choucho se acerca a mi lado y suavemente se inclina sobre mi oído.

—Tu hermano está viniendo.

Mi mirada regresa con enfado y puedo ver como mi hermano avanza con prisa y algo de desespero mientras analiza cada calle que pasa de largo; su mirada se percata de mi presencia y sin dudarlo le muestro la misma firmeza que le dirigí en casa, él corre hasta llegar a nosotros.

— ¿Dónde está Sarada?

—No es algo que te importe.

—Va para allá —señala con el mentón.

Entre mi enfado golpeo el brazo de Choucho que simplemente se encoge de hombros; la mirada de mi hermano los localiza casi al instante, Sarada sigue entre los brazos de Mitsuki y deja caer la mano en la cuál lleva la rosa que le acaba de dar, mi mirada vuelve sobre mi hermano para percatarme... de su decadencia. Pensaba decirle que se alejará de ella, pero... al verla así con Mitsuki parece estar tan dolido.

—Fui un idiota. —confiesa con enfado apretando los puños —Claro que la quiero... —baja el rostro —de verdad que la quiero mucho, pero... ¡Simplemente pensé una idiotez! —aprieta la mirada —fue una estupidez pensar que si nadie lo sabía sería mucho más fácil salir con ella...

—Y por esa razón cuando están solos ni siquiera la escuchas... —menciona sin importancia admirando sus uñas.

—Simplemente eres un imbécil... —declaro con enfado.

—Yo... yo si le presto atención. —frota su nariz con el dorso de su mano —Siempre la estoy escuchando, pero simplemente... simplemente no soy romántico, no tengo idea de como responder a sus palabras, —vuelve la mirada sobre mí —y las veces que de verdad no le prestó atención es solo porque estoy al pendiente de no ser notados por otros...

—Ella no necesita que no los noten. —sube la mirada hacia mi hermano con firmeza —Solo ve allá y rompe de una vez a tu equipo, al final de cuentas... —observa a Mitsuki y Sarada —cuando él esta triste simplemente sonríe con más ganas... ella ni siquiera es consiente de que esta enamorado de ella... y tú no tienes las agallas para ir a dar la cara... al final se quedarán como tres idiotas enamorados y dolidos.

—Ve por ella o permítele ser feliz, deja de llorar como un idiota Boruto. Tú mismo has causado... —señalo a mis amigos —eso.

Sus puños se tensan y al segundo corre hacia ellos; Mitsuki no es estúpido y es demasiado consciente de lo mucho que esos dos se gustan, aun así él está ahí intentándolo a su manera... escuchando lo que Sarada tiene que decir sobre mi hermano mientras mantiene su amplia sonrisa en cara... Aunque, hubo una vez en la cuál logre verlo llorar, aquella vez estaba devastado así que me acerque y lo abrace, pero lo único que me dijo fue que no debía decirle a nadie sobre esa escena, y al salir del lugar en el cuál estábamos él simplemente sonrío como de costumbre.

— ¿Cómo crees que vaya a terminar eso?

—Creo qué... —sonrío hacia mi amiga —deberíamos comprar helado para quién termine con el corazón roto.

—Pero... —vuelve la mirada hacia ellos — ¿Quién crees que sea ese?

—Mi estúpido hermano.

— ¿Segura? —cuestiona sorprendida — ¿Por qué lo dices?

Mitsuki jamás le había dado rosas a Sarada, debió haberlo hecho por alguna razón especial... Si Boruto no se apresura a llegar, Mitsuki le hará entender a Sarada que la quiere.

—Entonces... ¿No hubiera sido mejor que lo detuviéramos? Sinceramente Mitsuki es mucho mejor tipo que él.

—Bueno, Sarada va estar muy impactada con la confesión... quizá al final el helado sea para ella, enserio deberíamos ir a comprarlo de una vez.

—Si es así entonces vayamos de una vez, dejemos de perder el tiempo.

Comenzamos a caminar por el lugar hasta dar con nuestra tienda favorita donde compramos un gran tarro de helado, entre nuestro camino de regreso Choucho y yo podemos escuchar una pelea en un callejón cercano y luego de mirarnos comenzamos a correr con prisa en busca de saber lo que ocurre. Frente a nosotros se encuentran mi hermano y Mitsuki peleando, o más bien... Mitsuki siendo golpeado por mi hermano, me apresuro hasta ellos y activando mi Byakugan hago retroceder a mi hermano para llevarme a Mitsuki cuanto antes, el pobre tiene el ojo medio cerrado...

— ¿Qué ha pasado? ¿Estás bien?

—Yo iré por un botiquín... —informa a prisa.

—Ella me dijo que lo pensaría... —suspira abatido —pero tu hermano llegó cuando ella me estaba dando un beso en la mejilla, ella ni siquiera lo vio porque se fue antes de que él llegará...

—Tu labio esta sangrando... —inclino el rostro, preocupada sujeto su labio con cuidado —disculpa de verdad por su idiotez —exhalo un suspiro.

—Tranquila, —sonríe —sé que ambos se quieren y solo estoy luchando por algo completamente imposible, pero... me es imposible seguir viendo a Sarada sufrir.

—Puedo comprender lo que dices, —acaricio su hombro —tranquilo, no puedo decirte que estoy completamente seguro de que ella te elija, pero Sarada debería de saber escoger entre alguien que estuvo para ella siempre y alguien... que la ignoraba.

—Si él habla con ella todo va a terminarse, entonces... —eleva la mirada al cielo —iré a vivir con mi padre... —cierra los ojos bajando la mirada hacia mí —pero ya después veremos eso.

No puede evitar mostrarse decaído aun cuando intenta mantener su usual y despreocupada sonrisa; apenas Choucho llega a nuestro lado comenzamos a tratar sus heridas y apenas terminamos él se despide de nosotras dándonos las gracias antes de marcharse.

—Hima, ya es hora.

— ¿De verdad? —observo el sol —Oh, vamos, vamos.

Nos dirigimos a la entrada tomando asiento frente a la caseta de inspección mientras esperamos por Shikadai, pero... la primera persona que llega a nuestro lado, es Sarada.

—Chicas, creo que... —muerde su labio antes de seguir —saldré con Mitsuki.

Era de esperarse, Boruto seguramente se dio por vencido y ni siquiera intento hablar con ella... es un torpe, vaya que lo sé.

—Que buena noticia, por fin podrás decir que ya tienes un novio —bromea entre su amplia sonrisa.

—Él seguro podrá hacerte muy feliz.

— ¡Sarada!

Ella vuelve la mirada dudosa y apenas nosotros inclinamos el rostro podemos ver a mi hermano aproximarse con firmeza, él la toma por la cintura y la besa frente a nosotras causando su enfado y vergüenza, de un empujón aparta a mi hermano para después cubrir sus labios.

— ¿¡Qué crees que haces Boruto!? —vuelve a empujarlo con enfado —No necesito que vengas a enredar mis pensamientos nuevamente... voy a salir con Mitsuki... —expresa firmemente —tú y yo podemos seguir siendo amigos... y compañeros de equipo, solo eso Boruto. —vuelve la mirada a nosotras —Chicas, tengo que irme.

—Ve con cuidado.

—Te llamo más tarde Sarada.

Ella sonríe dando un asentimiento hacia Choucho y simplemente se marcha dejando a mi hermano decaído frente a nosotras... mi mirada desciende al suelo, sea como sea, no puedo evitar sentir pena por la situación de mi hermano... unas gotas mojan el suelo y yo me levanto obteniendo el tarro de helado por las manos de Choucho, mi suspiro llena el lugar y avanzo a su lado.

—Debiste de haber entrado en razón antes... eres un idiota hermano. —acaricio su hombro —Ve a casa y come helado, el llorar no es malo.

Mi hermano sorbe sus lágrimas y simplemente limpia su rostro para tomar el bote de helado y ponerse en marcha; al volver la mirada obtengo la mirada preocupada de Choucho sobre mí, yo sonrío elevando la comisura derecha.

—Te lo dije.

—Pobre de tu hermano... aunque creo que se lo merece por ser un tonto.

—Él se lo perdió, —tomo asiento a su lado —debió haber aprovechado mientras lo tenía... ¡Agh! —cruzo los brazos —Estoy tan enfadada con él... es un idiota.

—Tranquila, —palmea mi pierna —en un rato llegará tu príncipe a ponerte de buen humor, y talvez... hasta puedas utilizar ese pijama.

— ¡Basta Choucho!

No, estoy segura de que él no aceptará hacerlo conmigo... voy a esperar... esperare hasta que él este listo... aunque no puedo negar que yo tengo muchas ganas de hacerlo con él.

Ríe inclinándose hacia mí —Te has puesto taan... roja.

— ¡Cállate! —empujo su brazo entre mi risa y vergüenza —Oh, es verdad. —vuelvo la mirada a ella — ¿Shinki va a venir?

—Me dijo que no sabia si su padre le permitiría venir, sucede que aun tiene mucho que entrenar, así que... si llegará a venir seguramente no podría quedarse los nueve meses.

—Pero con unos cuantos días sería suficiente ¿No lo crees?

—Pues... no lo sé, quizá no quiere venir... no me ha enviado mensajes desde temprano... —vuelve su mirada — ¿Y Shikadai?

— ¿Mensajes? Él tampoco me ha enviado nada.

Ahora que lo pienso... eso es raro, Shikadai siempre me manda mensajes por la mañana, además ya deberían de venir en camino, ya... ya deberían estar llegando...

—Voy a... le marcaré a mi tío.

—No creo que necesites preocuparte tanto, talvez solo olvido cargar su celular y por eso no te ha enviado mensajes.

—Aun así... —elevo la mirada escuchando la conexión de la llamada —Hola, tío... sí, ha sido mucho tiempo... solo necesito hacerte una pregunta... Shikadai, se supone que vendrían hoy ¿No es así?

—Pon el altavoz —susurra entre el acercarse a mi oído.

—Sí, ellos ya deberían estar allá... además el viaje debió de haber sido tranquilo ya que no hay tormentas de arena, no deberías preocuparte, tal vez Temari ha iniciado con los antojos y se han detenido por algún lado para comprar algo...

—Bueno, muchas gracias, los esperare.

—No deberías preocuparte demasiado, Shinki y Shikadai se pueden hacer cargo de cualquier problema, y además llevan algunos ninjas extras... envíe a Temari en una carroza solo por preocupación del bebé.

—Ha, es así... —sonrío algo apenada —Si, esta bien Tío, entonces lo seguiré esperando.

—Adiós pequeña.

—Adiós.

—Bueno, ya lo escuchaste, seguramente el Kazekage tiene razón y simplemente fueron antojos... y Shinki viene —sonríe —con ellos.

—Aun así, no lo sé... —frunzo el ceño —el ataque que hicieron esos bandidos la vez anterior... ¿Y si ocurre algo?

—Deja de comerte la cabeza, —suspira —nuestro mayor enemigo eran esos setsus, y ya los hemos destruido. Además, el señor Sasuke se hace cargo de otras personas que estén planeando atacar a la villa, y la única razón por la cual no se percató de la presencia de aquellos bandidos... tal vez solo fue porque pensó que no eran la gran cosa, así que toma asiento, relaja el rostro y espera a que traiga... —levantándose comienza a retroceder —un tazón de ramen.

— ¡Oye! Choucho... —exhalo un suspiro —dios, espera.

Tomo una profunda respiración y simplemente tomo asiento para esperarlos, bueno... posiblemente Choucho tiene razón, si es que el tío Sasuke nota algo raro siempre nos avisa cuanto antes... ciertamente debió pensar que eran inofensivos o... no los vio. Además estamos en paz con todas las villas, seguramente mi tío tiene razón y solo debo esperar a que lleguen... y Choucho se ha marchado así que por el momento debo esperar sola.

— ¡Hima!

Vuelvo la mirada con prisa notando a Shinki correr a toda prisa con su nube de arena siguiéndolo de cerca, arriba de la nube de arena viene Shikadai junto a su madre y no dudo en levantarme y acercarme a ellos mientras contacto rápidamente a la madre de Sarada.

— ¿¡Qué ha pasado!? —avanzo con ellos.

—Mi madre comenzó a sangrar de pronto, necesito qué... —sujeta la mano de su madre —necesito que la revisen.

—Vayamos al hospital de Konoha, ahí Sakura san podrá atenderla, pero debemos apresurarnos porque ya debe estar por salir de su turno... rápido. —vuelvo la mira a la nube de arena analizando el pálido y sudoroso rostro de su madre —Aguante un poco Temari san.

—Vayamos con calma... —expresa con dificultad apretando el rostro con dolor —no se preocupen demasiado chicos.

Nuestro camino continuo mientras marco logrando contactar a la madre de Sarada hasta mi tercer llamado; Sakura san nos recibe en la entrada del hospital junto a un grupo de enfermeros que la ayudan a trasladar a la madre de Shikadai hacia el interior del hospital. Al volver la mirada a mi lado puedo ver los nervios y el miedo que invaden a Shikadai, sus ojos están cristalinos... esta aterrado... suavemente tomo su mano.

—Tranquilo, tu mamá es alguien muy fuerte... ella estará bien.

—Hay mujeres que mueren durante o después del parto, además... creo que es extraño que comenzara a sangrar si no ha hecho fuerzas...

—Debemos esperar al diagnostico oficial, pero... —sujeto su brazo —sería buena idea que hablarás primero con tu padre.

Su mirada viene sobre mí —Vamos afuera ¿Sí?

Mientras él habla con su padre yo me mantengo alerta por si es que salen a decir algo sobre el estado de su madre; al terminar el llamado volvemos adentro y pasa poco tiempo para cuando Sakura san sale entre el exhalar de un pesado suspiro, observa a Shikadai y creo que ambos se nos hiela la sangre.

—Shikadai, pequeño... —frunce el ceño sujetando su frente —Si es necesario quiero que amarres a tu madre a la cama. —expresa con seriedad y firmeza —Lo que paso es que tu madre me ha confesado que ha estado entrenando en secreto... y obviamente, hacer eso durante el embarazo no es para nada bueno...

—Esa mujer estuvo en el hospital todo el tiempo... —frunce el ceño son decepción —no entiendo a que hora fue que se puso a entrenar. —dando un quejido simplemente vuelve la mirada sobre mí —Por favor avísale a mi padre lo que ha pasado con su señora... —vuelve la mirada al frente — ¿Puedo pasar señora Sakura?

—Pasa, pasa... —palmea su espalda —simplemente no la regañes demasiado.

—No puedo prometer nada.

Apenas Shikadai entra en la habitación yo comienzo a llamar a su padre, el señor Shikamaru se queda en silencio por un segundo y luego puedo escuchar un suspiro, me agradece y me informa que pronto estará con nosotros. Un rato después de un par de gritos puedo ver la puerta abrirse y me levanto de mi asiento observando a Shikadai salir con el rostro cabizbajo exhalando un suspiro, de pronto una almohada golpea su nuca y yo no puedo evitar reír, aunque casi al instante me retengo de ello.

—No te rías —exige con vergüenza y gracia —venga... —avanza extendiendo los brazos a sus costados —Te extrañe, deseo al menos un pequeño abrazo de tu parte.

Mi sonrisa se expande dejando la burla de lado para lanzarme a su cuerpo dándole el abrazo pedido, siento sus brazos cerrarse a mi cuerpo y como aprieta el agarre dejando fluir sus ganas de tenerme cerca, yo intento hacer lo mismo.

—Bien... —expresa entre el soltarme suavemente —llévame a mi casa por favor, tengo que ir a dejar las cosas, y... —observa alrededor — ¿Tienes idea de donde se ha metido Shinki?

—Creo que después de dejar a tu madre en la camilla se quedó afuera...

—Entonces hay que ir por él.

Su brazo rodea mis hombros y salimos juntos para buscar a Shinki quién estaba sentado bajo la sombra de un árbol con Choucho a su lado. Shikadai gira la mirada sobre mí después de elevar la mano en un saludo hacia ellos.

— ¿Ha ocurrido algo en el poco tiempo que me fui?

—Mi hermano y Sarada están peleados... —suspiro —digamos que Sarada admitió que son... o eran, pareja, pero... —ladeo la cabeza negando —mi hermano no lo quería admitir, al final de cuentas la hice entrar en razón sobre su relación y Mitsuki llegó para consolarla... —vuelvo la mirada sobre él —no sé si lo sepas, pero Mitsuki siempre la ha querido, en fin... —regreso la mirada al frente —ella se decidió por salir con Mitsuki así que Boruto lo golpeo y... sorpresivamente mi hermano intento volver con ella, pero... creo que eso no pasara, al menos parece que no sucederá.

— ¿Cuándo paso eso?

—El día en que me dijiste que vivirían aquí, ósea hoy. Sinceramente... no es que odie a mi hermano, pero ojalá Sarada se quede con Mitsuki, y por cierto... —vuelvo la mirada sobre él —le asegure a mi hermano que tú y yo lo haríamos mucho así que...

— ¿¡Espera qué!?

—Y... —levantándose dirige su preocupación a Shikadai — ¿Cómo esta ella?

Al ver la nula respuesta de Shikadai yo atraigo la atención de Shinki —Ella estará bien, la tendrán en observación por un rato... —observo de reojo a Shikadai —pero nosotros podemos ir a su casa, así que... ¿Vamos?

—Sí, ya deberíamos irnos, necesito un lugar tranquilo para comer un tazón de ramen.

—Bien... —deja que choucho le tome la mano, pero primero me mira — ¿Qué tiene Shikadai? Su cara está bastante roja...

—Nada. —palmeo su hombro —Anda, vayamos de una vez.

Choucho es quién nos guía mientras yo jalo el brazo de Shikadai mirándolo seguirme con la vista directa sobre mi rostro expulsando preguntas que jamás llegan a mis oídos; al llegar a su casa Shikadai y yo subimos directo a su habitación dejando a Choucho y Shinki en la sala poniéndose cómodos. Al cruzar la puerta de su habitación él me toma de la muñeca y me hace tomar asiento en la cama mientras frunce el ceño exhalando un suspiro algo inquieto, me mira analizando mi rostro y al segundo se pone en cuclillas frente a mí sujetando mis piernas.

— ¿Le dijiste a tu hermano que tú y yo haríamos... qué exactamente?

—Pues... —elevo el rostro entre mi pensar, y luego lo observo de frente —Él tuvo relaciones con Sarada y no quería aceptar el hecho de que la quiere, así que... —rasco mi mejilla con mi índice —le plantee el escenario de si... quizá estaría bien que yo tuviera sexo con cualquiera.

—Perdón ¿Cualquiera?

—Solo lo dije para que se molestará. —explico rápidamente —Pero entonces él dijo que yo no me atrevería porque estoy saliendo contigo así que... le dije que era verdad, que en ese caso lo haría muchas veces contigo...

—Muy... bieen... —levantándose rasca su sien —No deberías andar por ahí diciendo esas cosas, —expresa con seriedad — ¿Qué tal si tu hermano se molesta conmigo y no nos deja seguir estando juntos?

—Venga... —levantándome lo tomo del brazo mirándolo de frente entre mi arrepentimiento —no te enojes Shikadai, si eso pasará yo te juró que me haré responsable... —suspirando aprieto los labios — ¿Estás cansado?

—Un poco... —analiza la habitación para después mirarme —Espera un poco aquí, iré a darme una ducha y salgo enseguida.

—Bien por mí.

Totalmente confiada me recuesto en su cama mirando como toma sus cosas de baño y ropa para después dirigirse a la ducha, apenas la puerta se cierra giro mi cuerpo hacia el techo para exhalar un suspiro... lo hice preocuparse... levantándome me pongo en camino a la planta baja por un poco de agua, al bajar puedo ver a los chicos preparándose para salir.

—Saldremos a dar una vuelta. —explica con su tranquilidad habitual —Por favor dile a Shikadai que estaré de regreso en un rato.

— ¿Quieres que te traiga algo?

—Un helado estaría bien, —doy un largo asentimiento dirigiéndome a la cocina —investiga el sabor favorito de la señorita Temari si es que puedes, por favor.

—Muy bien, entonces nos vamos de una vez.

Apenas salen tomo un vaso con agua y vuelvo a la habitación de Shikadai para recostarme nuevamente en su cama... entre mi espera solo puedo cuestionarme la situación con Sarada y mi hermano, pero mis pensamientos se disipan cuando él se adentra ya cambiado y con el cabello suelto y algo mojado.

—Me gusta verte con el cabello mojado, te ves muy bien... —sonriente me acerco a la secadora —vamos, déjame ayudarte a secarlo.

—Si eso quieres... —observa su reflejo en el espejo —la encontraste muy rápido, hasta parece que estás familiarizada con mi habitación.

—Después de secarlo ¿Puedo peinarlo? —me detengo detrás de él.

—Si quieres hacerlo simplemente hazlo, —observa mi rostro a través del reflejo —Tengo ganas de dormir contigo a mi lado.

— ¡Lo haré rápido! Unas cuantas trenzas y listo... —enciendo la secadora.

Él sonríe con la comisura izquierda de su boca —Bien, lo dejaré pasar porque eres tú, pero asegúrate de secar bien mi cabello.

—Sí, sí, sí.

Una vez todo su cabello se encuentra seco me pongo a hacer trenzas de cada lado para unirlas con una liga en la parte de atrás; al terminar el peinado puedo verlo cabecear en el reflejo del espejo, apenas y puede mantenerse despierto. Con un suave toque en su hombro logro despertarlo y luego de mirarme puedo notar la vergüenza sobre su cara, mi sonrisa crece.

—Ya es hora de dormir, anda, vamos...

Él se levanta en un asentimiento y me sigue hasta la cama donde nos acostamos al lado del otro, él termina recostado sobre mi brazo mientras yo acaricio su rostro y cabello... me siento tan plena y feliz que no puedo evitar dormir con total calma.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro

#shikahima