Capítulo 4

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Editado: 04/ 06/ 2021

Despedida.

[Calles de Konoha, Shikadai]

Las semanas han pasado muy rápido y ya falta poco para que deje la villa de Konoha, se supone que mi madre mandará por mi esta tarde; durante este tiempo nadie más que el señor Gaara y las entrometidas de Choucho y Sarada saben de nuestra relación, ni siquiera la señora Hinata está enterada de esto... y Boruto sigue odiando el simple hecho de que pase tiempo con Hima, no quiero ni pensar en lo que hará al saber que tenemos una relación, pero... a pesar de que nadie sepa de esto, la verdad me he pasado todos los días al lado de ella y eso me hace muy feliz.

Anoche me quede mensajeando con ella hasta muy tarde ya que esta tan decaída como yo sobre el tema de que me tengo que ir de la villa hoy mismo, así que quedamos en vernos hoy en el pequeño muelle para que al menos estemos juntos por el tiempo que queda. Es imposible no estar triste por este tema, cada día que paso a su lado, los momentos que reímos y en los cuales nos besamos me alegran totalmente el día; de verdad la adoró y sé que ella lo sabe a la perfección... extrañaré verla, pero al menos podemos estar juntos en este momento. Ahora mismo me dirijo a nuestro lugar de encuentro y creo que estoy llegando un poco temprano... pero, ella ya está ahí sentada con los pies en el agua en mi espera; tragando grueso oculto el regalo que le tengo preparado detrás de mi espalda, y camino silenciosamente hacia ella para taparle los ojos.

—Me asustaste un poco... —sonríe dejando caer su cabeza hacia atrás —Shikadai, creo que... —aparta mis manos —llegue muy temprano.

—Lo siento y, —tomo asiento a su lado —de hecho, si me ganaste a llegar... oye, —me acerco para besar sus labios —te traje un regalo.

—Creo que pensamos igual... yo también tengo uno para ti.

Ella saca sus pies del agua y luego de secarlos un poco se acomoda frente a mí con la mirada un tanto llorosa mientras sonríe.

—Aunque sé que no te vas para siempre... en verdad no quisiera que te fueras, —sujeta mi mano —eres la primera persona que me hace sentir feliz de una manera distinta a lo normal, libre... —levantándose sobre sus rodillas me toma en brazos —de verdad te extrañaré.

—Yo también a ti...

Mis manos rodean su cintura y puedo esconderme en su hombro; de verdad voy a extrañarla, además... no podre venir hasta el mes de diciembre y falta mucho para eso... cuatro meses lejos de ella, siento que fluirán con tanta lentitud. Suspiro contra su hombro y suavemente destapo la caja del regalo para separarla suavemente de mi cuerpo.

—Ese collar... —sonríe apenada — ¿Es mi regalo? Es... muy lindo.

—Si, —beso su frente —vamos, date vuelta para que te lo ponga... —suelto el broche —hice que grabaran nuestras iniciales, tú tendrás mi inicial en tu mitad del corazón y yo... —la miro recoger su cabello —tendré la tuya.

—Es muy lindo... —toca el colgante —gracias, —gira hacia mí —yo solo... —saca algo de su bolsillo —te hice una pulsera.

—Todo lo que sea hecho por tus manos es hermoso, gracias... um... —me pongo la pulsera —ya sabes que vendré hasta diciembre, pero te prometo que te enviaré mensajes cada día.

—Si, yo te esperaré, así que no te preocupes mucho.

De pronto suena mi celular avisando que ha llegado la hora de irme, suspirando tomo la llamada que ha entrado; mi madre me ha dicho que solo tendría que pasar a ver a mi padre a la torre del Hokage, qué yo también debería de despedirme para luego marcharnos.

— ¿Ya es hora? —cuestiona al termino de mi llamada.

—Si, mi madre dice que me vaya a despedir de mi padre, y después de eso nos vamos...

—Oye... te amo —acaricia mi mejilla.

—Y yo a ti Hima.

Nuevamente la rodeo con mi brazo y suavemente beso su mejilla, al segundo me separo con un suspiro y me levanto tomando su mano para ayudarla a levantarse, con una sonrisa comenzamos a caminar.

— ¿No se suponía que tu madre mandaría por ti?

—Bueno... tal vez extraña a papá y lo quiere venir a ver... después de todo casi no se ven.

—Me pregunto cómo lo soportan.

—Es que no conoces a mi madre... aunque, —ríe divertido —aun con todos sus gritos mi padre me ha dicho que la quiere demasiado.

Mi risa sale —Entonces ella tiene el mismo humor que Sakura chan, y mi tía Ino... —ladea la cabeza.

—Hu... solo conozco un poco a la madre de Sarada, y sé nota que es buena persona... creo qué... —ríe —si se parecen, son muy engañosas.

— ¿¡Hima!?

Esa voz... demonios, ambos soltamos la mano del contrario rápidamente, y damos la vuelta para mirarlo con su rostro muy cerca del nuestro.

— ¡Pa... papá! —lo empuja — ¿Qué haces aquí?

—Bueno... fui a ver a tu hermano practicar... y se me antojo un helado... ¿Por qué ustedes iban de la mano?

De pronto se pega demasiado a mi cara, los nervios me llenan y mi primer movimiento es poner la mano tras mi nuca, estoy nervioso, pero intento parecer tranquilo.

—Es... es que Hima se sentía algo mal, y pensé que sería molesto para usted si la agarraba de una manera distinta... por eso solo la sostenía de la mano.

— ¿Mal? —se vuelve con prisa hacia Hima — ¿¡Qué tiene mi pequeña!?

—Solo fue un leve mareo... —expresa nerviosa desviando la mirada —ahora iré a verte, no te preocupes demasiado, —sujeta mi hombro —Shikadai me llevará.

—Buenoo... —dirige su mirada sobre ambos —está bien, te esperaré afuera... Ino esta allá así que te podrá dar un chequeo rápido.

De pronto, el Naruto delante nuestro se esfuma; tragando saliva veo a Hima exhalar un enorme suspiro de alivio, nuestras miradas se encuentran y las risas fluyen.

— ¡No me esperaba eso! —frota su frente —me dio un susto muy grande.

—Imagínate como estaba yo... —me inclino sobre mis rodillas para después estallar en risas —extrañaré estos sustos... —elevo la mirada con una sonrisa.

—Yo también... —permanece mirando mis ojos —amm —niega sujetando mi brazo —vamos, no queremos que tu madre se enoje.

—De eso seguro...

Nuestro andar es tranquilo, pero aun así hemos llegado muy rápido, de lejos podemos mirar a mis padres fuera de la torre junto a la señora Ino, el séptimo se percata de nuestra llegada y enseguida eleva la mano con una sonrisa en el rostro; al vernos, la señora Ino inicia una carrera hasta sujetar a Hima de los hombros con entusiasmo, mi risa es pequeña, pero... se borra totalmente cuando veo el disgusto en la cara de mi madre que nos espera con los brazos cruzados al lado de mi padre.

—Lamento la demora mamá... —agacho la mirada.

—Discúlpelo, —me sujeta por la espalda —es que me sentí mal en el camino y me ayudo a llegar.

—Si, —pasa la mano por su cabello rubio —fue lo que nos dijo tu papá, en fin... —suspira dejando caer su mano en mi hombro — ¿Estas listo para irnos?

—Podría antes... —sujeto a Shikadai del brazo.

Mi padre sujeta el brazo de mi madre —Dejemos que se despidan, nosotros también deberíamos de aprovechar.

— ¿¡De qué hablas idiota!? —expresa avergonzada.

—A veces llego a extrañar el verte enojada.

—Entonces, si ya te encuentras mejor... —acaricia el cabello de Hima —iré a avisarle a tu padre que ya estás bien.

—Si, gracias tía Ino.

Apenas vemos a la tía Ino adentrarse junto al clon del séptimo, Hima se lanza a mis brazos propinándome un fuerte abrazo, sin dudarlo me aferro al contacto y al segundo doy un beso en su frente.

—Te mando un mensaje apenas llegue.

—Lo estaré esperando.

Le doy un último abrazo mirando como mis padres se acercan entre una leve platica.

—Bueno... vamos ya Shikadai, —me abraza por el hombro —Hima, de verdad es un placer el verte, ya tiene bastante tiempo que no te veía, si acaso por las fotos que Gaara me mostraba, de verdad estas muy linda.

—Gracias, entonces... —doy una reverencia —vayan con cuidado.

Volteo la mirada una última vez para dedicarle una sonrisa y unas palabras en silencio "Te amo" a pesar de no poder escucharlas veo su sonrisa crecer; apenas salimos de Konoha inicia nuestro avance a la aldea de la arena, a mi madre le gusta caminar... además de que, piensa que así seré capaz de conocer más lugares.

—Así que tú y la hija de Naruto, —me mira de reojo —es lindo el collar que le regalaste... ¿Por eso le pediste dinero a Gaara?

— ¡Je! Nunca te puedo ocultar nada madre, si... fue por eso que le pedí dinero, mientras que ella... —sujeto la pulsera en mi mano —me regalo una pulsera hecha a mano.

—Hijo... —detiene su andar —necesito decirte algo...

— ¿Qué es?

—Tu tío vino a la aldea porque tenemos un pequeño problema con la aldea de la roca, al parecer ellos piensan que les hemos robado un pergamino muy valioso para ellos, —sujeta su nuca con cansancio —estamos buscando al responsable pero no hay rastro alguno hasta el momento, por eso es que salí otra vez... pensamos qué tal vez se podrían alzar contra nuestras villas ya que al parecer es algo muy importante para ellos... —exhala un suspiro —aunque ya les dijimos que no sabemos nada al respecto, ellos parecen no querer escuchar razones.

Su mirada se posa sobre la mía con completa seriedad, de verdad parece ser algo serio o... quizá ella piensa que me afectará en algo.

—Si esto se extiende no creo que podamos pasar los días festivos con tu padre, o bien dicho... no podrás verla pronto, solo te digo esto porque sé muy bien que Naruto no le dirá nada y con este nuevo amorío y a su edad... creo que podrían hacer una tontería como viajar por el otro, no lo sé, pánico de madre supongo —bromea con algo de seriedad —solo quiero que sepas que hay peligro afuera, y que le adviertas a ella de eso mismo... esa niña es muy bondadosa, e hija del Hokage, por eso mismo temo que al Konoha ser nuestro aliado más cercano... la roca piense en la posibilidad de atacarlos por conspirar junto a nosotros... no lo sé, —niega —es posible...

— ¿Crees que pueda iniciarse una nueva batalla entre aldeas? ¿Es si quiera posible luego del tratado?

—No estamos seguros, —comienza a avanzar —quién sea que este causando esto quería inculpar a Konoha junto a nosotros... había huellas mezcladas, pistas dejadas que nos invitaban a ser los villanos de esta historia... —parece abrumada —ya hemos pedido la ayuda de Killer Bee y los otros kages, por ahora todo parece ir bien, al menos esta calmado.

—Está bien, más tarde le diré que no podremos vernos pronto.

Al llegar a nuestra villa lo segundo que hago, luego de saludar al tío Kankuro, es ponerme en línea para mandar un mensaje a Hima.

=Shikadai Nara=

-Algo está pasando entre nuestras villas y la roca

Mi madre dice que tal vez no podremos ir en diciembre...

Solo cuídate ¿Bien?

=HimawariU.Hyuga=

-Mi padre me contó un poco, no te preocupes, estaré bien.

Tú también debes tener cuidado...

Aun así, te mandaré mensajes cada día.

=Shikadai Nara=

-Y yo los contestaré.

Mi suspiro hace eco en la habitación; solo espero que estés bien Hima... no necesitamos una nueva batalla entre as villas, si eso llegara a pasar... no importa qué, haría lo imposible por llegar a Konoha y protegerla de lo que fuera. No puedo creer que vuelvan a iniciar una maldita guerra sin sentido, pensé que ya nunca habría guerras de ese tipo, pensé que el séptimo derroto al último villano que amenazaba nuestro mundo, pero... ¿Qué hacer si nosotros mismos somos quienes amenazan la paz? Sin dudarlo salgo de mi habitación pidiendo información a mis tíos sobre lo que ocurre y nuestra forma de actuar, no pienso dejar que nada le pase a Hima, y para evitar eso debo mantenerme bien informado sobre ambas villas.

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