capitulo 5

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Editado: 04/ 06/ 2021

Ataque al despertar.

[Konoha, Himawari]

— ¡Llévalos al refugio Himawari!

— ¡Ocúpate de lo tuyo!

Esta mañana un ataque dio inicio en la villa, así que ahora mismo me ocupo de llevar a los niños y gente mayor rumbo al refugio; la poca información que tenemos es que ninjas de una aldea pequeña han iniciado el ataque, sus jutsus son estilo tierra así que lo están destruyendo todo a su paso; por el momento Boruto y Yo estamos evacuando a la gente de la zona hacia la vía de escape mientras los otros se encargan de luchar... piedras están cayendo por todas partes, y sin previo aviso aquellos ninjas llegan para atacar.

— ¡Boruto, arriba de ti!

No entiendo de dónde está saliendo toda esta gente si se supone que la Tsuchikage tiene un trato con nuestras aldeas, no puedo creerme la falsedad de que solo sea una pequeña aldea... es demasiada gente como para que solo sea eso. Mi mirada vuelve hacia una pequeña niña que grita por su madre o alguien que la ayude, sin dudarlo me pongo en marcha mirando como una roca se dirige a ella, utilizando rotación destruyo la roca y rápidamente tomo a la niña en brazos para dirigirme a un lugar seguro donde la pequeña avance junto a otros niños hacia la zona segura. Al salir me enfrento con algunos ninjas y luego sigo mi camino en busca de mi hermano.

— ¡Bouto! —pego mi espalda a la suya — ¿Qué está pasando?

—No tengo idea, ellos solo comenzaron a atacar y... —avanza atacando a un Ninja — ¡Y entre todo el caos no he podido buscar a papá para que me expliqué lo que está ocurriendo!

—Creo que... —sujeto el hombro de mi hermano —ya hemos sacado a toda la gente de aquí, así que... —trueno mis dedos para ajustar las vendas de mi mano —tenemos que derrotarlos rápido Boruto.

Él me mira con orgullo y luego de asentir volvemos a nuestra posición de espalda con espalda para tomar nuestras armas mientras el Chakra de Kurama fluye por nuestro cuerpo, tomando una respiración tocamos nuestras palmas y al segundo corremos en direcciones opuestas para atacar al primer ninja que nos topamos. Una vez con todos atrapados, mi padre se acerca para felicitarnos a todos, pero en especial a nosotros dos... finalmente toma al líder del ataque llevándoselo para interrogarlo.

—Disculpe señor Shikamaru... —algo inquieta prosigo — ¿Por qué de pronto nos atacaron y nadie se dio cuenta de su entrada?

—Si, —se acerca mi hermano — ¿Qué fue lo que paso? Hicieron muchos destrozos... —observa las calles.

—Apenas lo vamos a investigar, pero... por cierto, —cruzándose de brazos nos mira con orgullo —yo no sabía que ustedes tenían el chakra del nueve colas.

—A si... —Digo algo avergonzada —papá no se lo dijo a nadie por precaución, pero... al ser un grupo pequeño pensamos que sería buena idea capturarlos cuanto antes.

—Así evitábamos tanta destrucción y evitamos la tardanza en la reconstrucción... —sujeta su nuca bajando levemente la mirada —el viejo no solo paso Chakra de Kurama, sino que también dividió de la misma forma a Kurama, es... algo raro, —eleva la mirada —pero tenemos un pequeño Kurama sellado en nuestro interior, sería mejor que le preguntará a él.

Así es, mi madre nos contó toda la historia de Kurama y mi padre, también nos dijo que cuando nacimos, parte del chakra de Kurama que seguía en su cuerpo fue traspasado a nosotros, eso lo notaron porque entre nuestros llantos el chakra fluía en ciertas cantidades así que buscaron información con Kurama que les dijo que no era nada malo, pero si eso los hacía sentir mejor podía traspasar una parte de él dentro nuestro. Ya que Kurama ahora es bueno, ahora podemos hablar con él cuando lo necesitemos, eso fue... lo que hicimos cuando Boruto y yo tocamos nuestras manos, le pedimos su poder.

Con todo el asunto más calmado, los dos nos dirigimos al encuentro con los demás chicos, y en poco tiempo vemos a nuestra madre llegar delante nuestro.

— ¿Están bien todos? —nos analiza.

—Si mamá, todo perfecto aquí... —sonriente la abrazo.

—Ninguna herida... —eleva los brazos dando una vuelta completa para después reír.

—No se preocupe mucho —sonriente, Sarada sujeta el hombro de mi madre.

—Tenemos un gran potencial, —expresa convencido Inojin —sería difícil que nos hirieran.

—Después de tanto entrenamiento, —come frituras y luego ríe —creo que ni siquiera duelen los golpes —sigue comiendo.

—Yo estoy bien —menciona sonriente Mitsuki.

— ¡La juventud se mantiene bien y fuerte! —aprieta los puños con el entusiasmo característico de los Lee.

— ¡Dios! —exhala un suspiro sujetando su frente —es que todo paso sin previo aviso, en poco tiempo los perdí a todos de vista y me preocupe un poco... —acaricia mi cabello —pero claro que recuerdo que son grandes Ninjas, —se dirige especialmente a Metal — pero bueno... —suspira nuevamente volviendo la mirada a mi hermano y a mí también —iré a ver a su padre, necesito saber la razón del ataque.

—Serñora Hinata, —Sarada la detiene — ¿Nos podría avisar después?

—Claro, cuenta con eso Sarada, y chicos, —sujeta nuestros hombros con orgullo —estoy orgullosa de lo bien que se comunicaron con Kurama... —sonríe hacia nuestros amigos —y los demás, que bien han aprendido de sus padres, han sabido llevar perfectamente una batalla.

Después de decirnos eso se despidió sonriente y se dirigió a la oficina de papá, todos nos sonreímos después de eso.

— ¡Bien! —expresa Metal — ¡Tenemos que ayudar a los ciudadanos a reparar sus tiendas y casas! —eleva la mano — ¡Al ataque chicos!

Riendo se acomoda sus gafas —Toca el trabajo duro... además, —retrocede hacia Metal —la señora Hinata nos informará más tarde sobre lo que ocurrió y cómo fue que paso.

—Bien, al ataqué... —palmea mi hombro para avanzar tomando a Inojin por el cuello —Inojin, comienza a cargar cosas mientras te veo.

— ¡Eso no es trabajo duro para ti Choucho! —la aparta —Solo es... trabajo duro para mí.

—Yo, —se apunta —me canso mucho de observarte... —suspirando exasperada solo lo toma por los hombros —solo vayamos.

— ¿Vamos Boruto? —Mitsuki sonríe manteniéndose a su lado.

—A si... —me mira de reojo — ¿Hima?

—Solo iré por un segundo a la casa, y ahora regreso...

Si, después de todo el sol denota que ya es algo tarde y normalmente los mensajes de Shikadai llegan a eso de las siete, el ataque comenzó muy temprano así que necesito ir a verificar que todo esté bien por allá. Puedo ver a los niños saludarme por la calle con una sonrisa en cara mientras brincan y corren alrededor de sus padres que se muestran agradecidos ante mi lucha contra los ninjas malos; hacía ya mucho tiempo que Kurama no era tomado como un monstruo, y era nuestra protección más fuerte, ahora nadie más que nuestros enemigos le tienen miedo.

—Hima, no creo que sea buena idea que le digas a ese chico que atacaron la aldea.

— ¿De qué hablas Kurama?

—Si es verdad eso de qué te ama tanto como dice hacerlo... tal vez venga a buscarte, aunque no se lo permitan en su villa, eso fue justo lo que tu padre hizo por tu madre una vez.

—Pero es peligroso venir, —detengo mi andar —si los de la roca atacan tanto a la arena como Konoha... —centro mi concentración —tienes razón Kurama, muchas gracias por tu ayuda.

—No te estoy ayudando, —expresa molesto desviando la mirada —ese tipo me cae mal, pero... si te hace feliz no dudaré en brindarte una pequeña mano.

Mi sonrisa crece en su dirección mientras él esconde su rostro de mí, pero aun así me acerco mirándolo bajar la cabeza ante mi mano que se eleva en busca de acariciar su pelaje. Él es el único que parece una ternura al sobreprotegerme. Mi camino sigue en el mundo físico y al llegar a casa me dirijo a mi habitación para tomar mi celular y arrojarme en la cama... tengo, algunos cuantos mensajes, de él... creo que ya se lo dijeron.

—Creo que su padre ya le ha avisado...

—No lo entiendo...

— ¿El qué pequeña?

— ¿Por qué la roca nos atacaría primero? Además... ¿Cómo es que eran tantos?

—Bueno... los seres humanos suelen ser unos seres muy violentos, si... si por alguna razón se ven amenazados no esperan ni un mínimo segundo para atacar...

— ¿Amenazados?

—Si, se supone que han robado algo importante para ellos, tan importante que se han lanzado a atacar... tal vez parece alguien inculpo a nuestra arena y en menor cantidad a la arena...

—Tienes razón, sabes Kurama... sirve de mucho que tengas conocimiento sobre nuestra especie de los siglos pasados.

—Al menos así te puedo proteger... amm, Hima, creo que será bueno que le contestes a ese chico, son demasiados mensajes...

— ¡Ja! Creo que tienes mucha razón... ¡Haré eso! Vamos ahí...

=Shikadai Nara=

-Buenos días

¿Hima? ¿Estás ahí? Normalmente mensajeamos a esta hora... ¿No es muy temprano o sí?

¿Hima? ¿Está todo bien? ¿Estas enferma o algo?

Hola de nuevo, creo que soy muy exagerada al preocuparme demasiado, sé qué eres muy fuerte, pero aun así... me preocupa un tanto que no contestes.

Hima, ¿Todo bien? ¿Te molestaste conmigo por algo?

¡Hima! ¿¡Estás bien!? Mi padre me ha mandado un mensaje ¿¡Qué ha pasado!?

Hima, estoy muy preocupado, saldré cuanto antes para allá.

=HimawariU.Hyuga=

- ¡Ey! No vengas, todo está bien Shikadai, así que no vayas a venir

¡Te podrían atacar de camino para acá!

Estoy bien, todo está bien, ¡No fue gran cosa! No vayas a venir...

—Kurama, ¿Crees que él ya venga en camino? —me levanto a prisa — ¡Esto está mal, muy mal!

— ¡Tranquila! No te exaltes, acaban de atacar aquí... ¿Quién te asegura que no pudieron atacar allá también? Tal vez es por eso que no ha vuelto a escribir... además dudo mucho que su madre le permitiera salir de la villa.

—Espero... —nerviosa froto mis manos —y eso sea verdad, entonces me llevaré mi celular por si algo ocurre... —levantándome tomo el móvil admirando mi habitación con nerviosismo —iré... iré a ayudar a los chicos, y después... —avanzo a la puerta —buscaré a mi papá...

—Vamos con cuidado.

Salgo hacia la parte más afectada de Konoha; al llegar puedo ver a algunos ninjas luchar con rocas inmensas que estorban la entrada, yo me apresuró a ayudarles rompiéndolas en mil pedazos para que sean más fáciles de mover... las más grandes cada vez se vuelven más pequeñas. Terminada la destrucción de todas aquellas rocas me pongo en camino a la oficina de mi padre junto a mi hermano y Sarada. Tocamos la puerta y enseguida nos dan permiso de entrar, aunque mi padre está en una conversación con la Tsuchikage.

—No estaba enterada de ese ataque, además, nosotros no tenemos ningún pergamino extraviado... —exhala un suspiro —no tengo idea alguna de quién los ataco, mi villa está en paz con todos ustedes... ya no recurrimos a la guerra.

—No lo sé Kurotsuchi, pero las personas que nos atacaron traían consigo las bandas y ropas de tú gente, además... eran una cantidad algo grande, aunque se supone que le robamos el pergamino a una pequeña aldea... si no me crees, Shikamaru, tráelo aquí.

El señor Shikamaru da un asentimiento y enseguida se acerca a la puerta haciendo entrar a uno de los tipos que anteriormente capture, sin más lo pone frente a la cámara.

—Si bueno... —algo incomoda, se remueve en su asiento —son las ropas y banda de mi villa, pero ese hombre... —entrecerrando analiza el rostro a través de la pantalla —no recuerdo haberlo visto... —gira la mirada a su gente — ¡Busquen sus caras en los papeles!

—Lo lamento señorita, pero ese hombre no es de nuestra aldea, —asegura firmemente —creo que... se me hace un poco conocido.

—No es de su aldea, —descansa la barbilla sobre sus nudillos —pero... ¿Sé le hace conocido a uno de tus Ninjas? —suspira agachando levemente la mirada —no queremos iniciar otro problema solo... necesitamos saber qué es esto. ¿Por qué nos atacaron a tales horas? No importa lo que hagamos contra ellos, estos hombres simplemente no dicen nada... aún no sabemos el cómo fueron capaces de entrar, —menciona pensativo —ningún guardia lo vio... el ataque solo inició.

—Es que no sabemos quiénes son, —Dice frustrada —no sabemos que aldea se ha levantado, no tenemos —analiza sus papeles —a ese hombre entre nuestros ninjas.

— ¡Ya! —se aproxima a su lado analizando al hombre atado —Recuerdo a ese hombre ¡Lo vi en la guerra! Pensé que había muerto en aquel entonces... —explica muy convencido —peleamos en el mismo frente, pero entre tantas vueltas terminé perdiéndolo de vista... y ya no volví a verlo después.

—No podría... —sorprendido parpadea —que los Setsus blancos sobrevivieran.

Entrando en modo ermitaño mi padre gira hacia el hombre atado y sus ojos se abren con sorpresa, sin dudarlo se pone de pie y golpea al hombre en el estómago causando con el impacto, que el hombre termine perdiendo el aire contra la pared... una planta sale de su estómago....

— ¡Eso es imposible! —se levanta sorprendida —Como es que son... ¿Hay más?

—Atramos a muchos... —gira la mirada pensativo y preocupado —mandaré a Hinata para verificar... necesitamos tener una reunión urgente.

¿Qué es esto? Solo escuché de ellos por mi madre... pensé que ya no existían.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro

#shikahima