Capítulo 6

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Editado: 04/ 06/ 2021

Múltiples ataques.

[Suna, horas antes, Shikadai]

Sin mensajes de su parte y con la información corta que me ha brindado mi padre, me apresuro a tomar mis cosas y salgo con mi mochila al hombro en dirección a la aldea de Konoha, debo llegar rápido allá pare verificar que Himawari está bien; llegando a la salida de Suna observo a los guardias ponerse en posición de firmes.

— ¿¡A dónde estás yendo jovencito!?

— ¡Haa! —sujeto las manos de mi madre —no me jales del cabello madre, ya tengo diecisiete años, ¿Recuerdas?... solo... —me aparto avergonzado —saldré por un momento, ahora vuelvo...

— ¡Ja! —sujeta mi oreja — ¿Con permiso de quién?

Mis palabras se acortan ante un gran estruendo que nos pone a todos en alerta. Nuestra mirada vuelve a la entrada de la villa desde dónde sale humo... y entonces, las piedras vuelan sobre el muro de arena haciéndonos retroceder mientras los usuarios de la arena crean protecciones.

— ¡Ve a ayudar con la evacuación! —empuja mi hombro — ¡Traeré mis cosas rápido, así que apresúrate Shikadai!

Con un asentimiento tomo carrera hacia el centro de la ciudad para evacuar a los civiles tal cual a pedido mi madre que se ha puesto en marcha hacia la torre del tío en busca de sus armas; al llegar puedo ver a la gente correr siguiendo el protocolo que se había implementado años atrás, y rápidamente me incorporo junto a otros Ninjas que dan indicaciones de avance y resguardan a los civiles de cualquier ataque imprevisto.

Entre los finales de la evacución puedo ver a Shinki llegar en una lucha con personas de la roca, me acerco con mis armas en mano distrayéndolos con el lanzamiento de los Kunai y al segundo avanzo en ataque directo poniendo a prueba todo el entrenamiento de Taijutsu que mi tío me hizo tomar. Son muchos, los guardias de la entrada retroceden en lucha al igual que nosotros, pero un grito me hace girar la mirada... una pequeña niña se ha caído y pide en gritos ayuda para su madre que ha sido apuñalada por el enemigo; frunciendo el ceño me pongo en marcha lanzando golpes a los hombres en mi camino para poder llegar a proteger a la pequeña.

— ¡Te cubro, apresurate!

La marioneta de Shinki me ha protegido de un hombre que casi me ensarta un Kunai en el estómago, a su lado llegan Yodo y Araya para ayudarle con los enemigos, y por fin puedo llegar a la pequeña y tomarla en brazos cubriendo su rostro contra mi cuerpo. Con un aviso rápido hacia mi primo, me pongo en marcha al refugio para dejar a la pequeña a salvo; entre mi andar me encuentro con mi madre.

— ¡Iré a ayudar! —regresa la mirada entre su carrera — ¡Protege a los que quedan y no te alejes de ellos por el momento! ¡Cabe la posibilidad de que vayan a atacarlos!

Con mi asentimiento ella sonríe y al segundo abre su abanico mandando a volar a los primeros enemigos; mi sonrisa sale y al segundo puedo ver la nube de arena del tío Gaara pasar por encima de mí... su mirada se detiene un segundo sobre mí y al segundo un escrito en arena se pinta «No te preocupes por Himawari, ya han resuelto todo en la hoja, concéntrate en detener el ataque aquí... son setusus... tu madre debió haberte contado de ellos.»

Setsu, pensé que habían desaparecido todos durante la última guerra. Frente a mí comienzan a llegar algunos enemigos de la roca y mi lucha inicia junto a los otros ninjas de la arena que se han quedado para proteger a los civiles; la lucha continua en retroceso y de pronto los enemigos delante de mí terminan triturados por un ataúd de arena que ha creado mi tío... de ellos comienzan a brotar arboles... definitivamente son setsus. Termino con los últimos en pie frente a mí.

— ¿Todo bien Shikadai? —llega del frente de lucha —ya no necesitas ayuda... por lo que veo.

—Todo bien, —observo a mis contrincantes vencidos —ya los acab...

Mis palabras se cortan ante el dolor de un Kunai incrustándose en mi costado, aprieto los dientes y utilizando la posesión de sombre detengo la mano del enemigo hasta que veo a mi padre llegar, sin piedad alguna mi madre toma un kunai y corta el cuello del maldito.

— ¿¡Estás bien!? —me sujeta del brazo —los malditos son engañosos, lograron matar a unos cuantos de los nuestros... —pasa mi brazo sobre sus hombros —y se transformaron en ellos... tranquilo, pronto estarás bien, no es una herida muy grave... —intenta sonreír —y eres mi hijo, eres fuerte por naturaleza.

Recuerdo... estar en la enfermería sintiendo las manos de mi madre tomar la mía... y luego el dolor del costado, la luz blanca intensificándose... el silencio ensordecedor, y la obscuridad de mis ojos vencidos.

[Konoha, Himawari]

=Shikadai Nara=

-Durante el ataque lograron herir con un Kunai a mi hijo, él está bien.

Pero los setsus lo engañaron he hirieron.

Yo solo te escribo esto para qué no vayas a estar preocupada y venir en un arranque de locura.

Shikadai...

— ¿Estás bien? No te preocupes pequeña, ey... no llores pequeña, él está bien... es un shinobi, ellos son fuertes... Hima no llores...

No podía evitarlo, el pensar que este herido... ¿Qué pasa si ha sido causado por mí culpa? Shikadai...

—Hima... —dudoso inclina la cabeza — ¿Estás bien hija?

—Si... —limpio mis lágrimas —si lo estoy...

— ¿Cómo podría ser eso cierto —se acerca preocupado —si estas llorando?

Tragando mis lágrimas expando una sonrisa tranquilizadora sobre mi rostro tratando de desaparecer este nudo que ha sellado mi garganta.

—Um... —me acerco al padre de Shikadai —de verdad estoy bien padre... —tiendo mi móvil al hombre de coleta —señor Shikamaru, un mensaje de su esposa.

—Gracias Hima.

Su mirada se centra en la pantalla sacando su sorpresa con cada nuevo renglón que leer, su mirada se cristaliza y la preocupación parece apoderarse de su cuerpo, pero el hombre solo toma aire y mostrando una leve sonrisa sujeta mi hombro cerrando el móvil.

—No te preocupes, él es muy fuerte, estoy seguro de qué estará bien... ¿Me prestas tu celular para hacer una llamada?

Doy un asentimiento tratando de no borrar mi sonrisa y aguantar mis lágrimas.

—Vayamos a hablar con los otros Kages, —observa de reojo a su amigo para enseguida mirar a mi hermano y tomar mi hombro —esto se tiene que arreglar cuanto antes.

Con un asentimiento seguimos a nuestro padre fuera la habitación para dirigirnos a la sala de juntas de los Kages. Apenas entramos mi padre hace una señal con la mano a los presentes en la sala, y las cámaras comienzan a encenderse causando el rápido hablar de los Kages en una casi pelea; tal parece los enemigos decidieron atacar a todas las villas utilizando bandas y ropas de una villa contraría, el ataque en todos los casos venía de una pequeña villa.

—No llegaremos a nada con los gritos —termina la pelea el Kazekage.

—Estoy de acuerdo con el Kazekage, —informa Chojuro —a todos nos atacaron con la misma excusa... mis atacantes venían de Kumogakure, tenían sus ropas y bandas, podían dominar sus jutsus —informa tranquilo.

—Ya te dije —frota su rostro moreno con desespero —que ningún ninja de mi aldea ¡Se a movido! —deja caer las palmas contra el escritorio —los míos por otro lado venían de Konoha, ropa, bandas, Jutsus... igual —expresa sin importancia.

— ¿Cómo ven que los míos venían de Iwagakure? —suspira mi padre.

— ¡Y los míos de Kirigakure! —expresa kurotsuchi la Tsuchikage.

—Bien pues... —suspira mostrando la banda —los míos por igual eran de Iwagakure...

—Alguien intenta que volvamos a la guerra —prosigue el Raikage Darui.

—Tal vez, —prosigue Gaara san —quieren que formemos alianzas más pequeñas para derrotarnos más fácilmente... se supone que mi aldea fue la única que no ataco a ninguno, y por otro lado... hicieron parecer que Kurotsuchi y su gente atacaron tanto a Suna como a Konoha.

— ¿Y qué esperaban? —cuestiona el Raikage Darui — ¿Qué Kurotsuchi y yo lucháramos contra los tres?

—Tal vez terminaríamos derrotándolos —informa con seguridad Chojuro.

— ¿¡Por qué nos derrotarían!? —expresa enfadada la Tsuchikage.

—Solo digo, —eleva la palma pidiendo calma —somos más así que la posibilidad de derrotarlos incrementa... en fin, —exhala un suspiro —si los llegáramos a derrotar ellos podrían ponernos otra trampa para separarnos y finalmente hacernos pelear entre nosotros.

—De hecho... —apunta la certeza en las palabras del Mizukage Chojuro —eso suena creíble, pero... ¿Por qué los Setsus blancos pensarían en eso? —cuestiona mi padre.

—Eso es cierto, —asiente Gaara san —no creo que lo hagan por si solos, alguien debe estarlos controlando para hacer esto.

—Esto se está poniendo enredadito, —exhalando un suspiro el raikage para dejarse caer en su silla —nos atacaron casi al mismo tiempo utilizando la misma cuartada... sobre todo, los setsus están vivos...

—Debemos concentrarnos en buscar al culpable y calmar a nuestros pueblos, además... —suspira mirándolos con seriedad —tenemos que estar con la guardia en alto hacia cualquier otro intento de ataque —termina Chojuro.

— ¡Mataré al maldito que hizo esto! —Gira enfadada hacia su gente — ¡Manden a todos los exiliados, los más fuertes encárguense de frenarlos, ahora mismo buscaremos a un maldito delincuente!

— ¿Con qué pista? —cuestiona mi padre.

—Mejor... —prosigue Gaara san —hay que buscar a los setsu, uno debe de ir en algún momento hacia su líder... cada quién busque por su cuenta y asegúrense de informar a todos los demás cuando tengan algo.

—Estoy de acuerdo con Gaara, así será mucho más rápido —concuerda el Raikage.

— ¡Bien! —expresa el Mitzukage —calmen a sus ciudadanos o podrían querer revelarse contra el pueblo que piensan inicio el ataque...

—Sería bueno que mandarás a tus clones Naruto, por si algún Setsu permanece entre nosotros.

—Enseguida, cambio y fuera.

Las pantallas se apagan y mi padre gira su silla hacia nosotros.

—Bien, —nos mira con seriedad —ahora que saben lo que pasa... ¿Qué piensan hacer?

—Tienes mucho trabajo en la aldea, —menciona mi hermano —así que déjanos ayudarte con los clones.

—Después de todo ya nos has enseñado como dominar el modo ermitaño, y con el chakra de Kurama no nos cansaremos muy rápido.

Sujeta mi hombro —Hima puede ir a la nube y roca, así yo me dirijo a la arena y niebla.

—Esta bien, espero que lo hagan bien y rápido... —suspira agotado —deberían estar en casa guardando chakra por si ocurre algo más en la villa... no, mejor... ¡Shikamaru!

Se adentra — ¿Ocurre algo Naruto?

—Llévalos al cuarto especial en la planta baja.

El señor Shikamaru nos guía al piso más bajo de la torre, es una habitación sellada por fuera, la ha dejado entre abierta. Tiene sus cosas básicas... un baño, una pequeña sala y literas, algo de comida... y todo un espacio para ejercitar o entrenar. Tragando grueso veo a mi hermano prepararse tomando asiento en el suelo y antes de prepararme sujeto su hombro con algo de nervios, su mirada regresa.

—Por favor... déjame ir a la arena, hirieron a Shikadai y necesito ir a verlo... —uno mis palmas agachando la cabeza — ¡Te lo ruego hermano!

—Ya le dije a mi padre los lugares a los cuales iremos, así que fácilmente la respuesta es un No.

— ¡Bien! —expreso enfadada —iré a donde dijiste...

Tomo asiento entrando en modo ermitaño sin tanto problema para después hablar con Kurama antes de sacar a mis clones.

—Bien... —expresa no tan convencido —te ayudaré, pero Boruto no estará feliz con esto.

—No me interesa Kurama, solo debo ir a verificar lo que ocurre.

—Bien, hay que concentrarnos —une sus puños entre sí.

Concentrarse. Inhalo profundamente tomando la pose, puños unidos y piernas cruzadas, exhalo. Tres, tres, tres clones... ¡Ahora!

— ¿¡En qué estás pensando!?

—Te dije que iría a los lugares que me dijiste... —suspiro —y también iré contigo a la aldea —digo seriamente.

— ¡Ya te dije que no! ¡Himawari detén esto!

Sin escuchar sus palabras hago salir a mis clones de la habitación, no importa el enfado de mi hermano ni siquiera el regaño que seguirá por las siguientes horas... quiero verlo y verificar que esta bien, no importa qué, tengo que ir.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro

#shikahima