Capítulo 13: Los detalles más valiosos no tienen segundas intenciones.

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Capítulo 13: Los detalles más valiosos no tienen segundas intenciones.

¡Clank!

El choque de espadas resonaba en el interior del bar.

Desde que empezó la batalla campal, Adam Taurus y Winter Schnee aprovecharon el momento para atacar.

Ambos combatientes daban todo de sí para hacer retroceder al contrincante.

Aunque la limitante que tenían era que no podían usar sus Semblanzas, ya que la destrucción del bar sería mayor y mayor sería el problema que tendrían independientemente encima.

— Pensé que era el único por el interés de estos rumbos, Schnee... — Dice el pelirrojo.

— Digo lo mismo, Taurus.... —

Se acercaron una vez más para chocar espadas, pero al momento de dar el primer choque, una silla pasa en medio de ambos y los hace soltar sus armas.

Se quedaron quietos por esa inesperada acción.

Se miraron fijamente a los ojos preparándose para un posible combate cuerpo a cuerpo.

Adam mira a un costado de las mesas de billar, notando que podría usar uno de los tacos de billar para improvisar, lo cual Winter tuvo la misma idea.

— .... —

— .... —

— Pensamos lo mismo ¿no? — Adam pregunta.

— Tch... y es la peor parte.... — Responde con fastidio.

— Me pregunto ¿qué hace la especialista de Atlas en territorio enemigo? — Pregunta. — ¿Acaso Atlas busca debilidades dentro de este país?

— Eso no te incumbe, Taurus. Igual debería decir lo mismo con el Colmillo Blanco.... —

— El Colmillo Blanco va a dominar estás tierras aún cuando los terranos traten igual a los faunos.... — Responde el pelirrojo. — Deben aprender quién manda aquí.

— Ustedes no obviamente. —

Winter entre Adam se dirigieron a tomar los respectivos bastones, lo cual por los siguientes segundos se escucha el sonido de choques entre ambas "espadas" improvisadas que les servirá por esta ocasión, ya que por sí estaban provocando problemas con su sola presencia en aquel lugar.

Mientras por detrás de las barras se encontraba el dueño, quien pudo esconderse apenas cubriéndose con una escopeta por si las cosas se salieran de control.... Debió haber pensado mejor salir huyendo, pero se encontraba ahora metido en el campo de pelea entre Winter y Adam.

— (¡Carajo, esta es la quinta vez que sucede una pelea en mi maldito bar!) — Piensa el dueño. — (¡Debo llamar a la policía o terminaran por destruir todo!)

Volviendo con los dos combatientes, Taurus bloqueaba los golpes de Winter usando su palo de billar cubriéndose por varios segundos más, y miraría varios vasos de cristales por encima de las mesas a lo que tomaría uno con cerveza llena y lanzarlo hacia Winter que recibió tanto el golpe del vaso y la cerveza en su rostro lo que la deja distraída.

Adam no perdería el tiempo para dirigirse contra la Schnee, y salta por encima de las mesas por las cuales tomaría posición para dar un golpe vertical contra la albina.

Winter por mero instinto da un salto en dirección hacia atrás en el momento que iba ser interceptada por el ataque de Adam, para después lanzar un golpe con el taco de billar partiéndolo a un costado del fauno que terminó haciendo lo mismo con ella, que empieza a limpiarse el rostro y mira con el ceño más fruncido al fauno.

— Uy, esto es malo. — Dice con burla el pelirrojo. — ¿No te dijeron que no se puede tomar durante la jornada laboral?

— ¡Me las pagarás, Taurus! —

Winter a gran velocidad taclea a Adam mandándolo a chocar junto con ella hacia las paredes del bar, y teniendo la espalda contra la pared empezó a darle golpes con sus puños al rostro sin piedad. Golpe arriba, golpe a la izquierda y después derecha y otra vez a la izquierda.

Adam un poco aturdido le da un cabezazo a la especialista de Atlas, lo cual hace que retroceda unos pasos hacia atrás a lo que Adam aprovecha para lanzarse contra Winter al suelo y volver a regresarle los golpes a puño limpio.

— ¿Qué pasa, Schnee?, ¿Acaso no puedes seguirme el ritmo?

Winter usando sus pies patea a Adam en la espalda, quitándoselo de encima para después levantarse de forma rápidamente volviendo a tomar un palo de las mesas del billar y dando un golpe directo a Adam en el hombro.

La albina sonríe confiadamente.

— Puedo seguir todo el día. — Dice Winter.

El pelirrojo toma dos botellas de una mesa cercana y las rompe, creando dos armas punzocortantes.

Ambos en el último paso que dieron se impulsan para atacar con sus armas improvisadas, mientras eran vistos por el dueño del bar quien se estaba asomando sin dejar que ambos notaran su presencia mientras tenía su teléfono.

Obviamente no eran los únicos quienes destruían su bar, pero sí eran quienes más destrozos causaban.

— ¡Sí, Sí! Es una viejita y blanquita con buenas curvas peleando contra un cornudo con un parche en el ojo! — Exclama el dueño.

— ¡¿A QUIÉN LE DICES VIEJA?! — Winter ofendida y cabreada le lanza una botella al barman.

El dueño lo esquiva con miedo.

— ¡Apúrense o van a destruir el bar! —

— Entendido, varias unidades de la policía junto a elementos del ejército ya van en camino. — Responde una voz femenina al otro lado.

— ¿Elementos del ejército? ¡Veo innecesario que manden soldados aquí! —

— Si son extranjeros, entonces debe ser algo que deba resolver el ejército, después de todo puede que se trate de terroristas Faunos o espías. — Responde el operador de la policía.

— ¡Con que saquen a estos dos malandros de mi local por mí manden hasta al maldito Marino Loko! — Exclama.

— Esa es una buena idea, pero el Marino Loko está retirado. —

Desde el otro lado de la llamada quien había contestado al dueño del bar se trataba de una policía fauno coneja de cabello oscuro, con su uniforme colocado e incluso con chaleco antibalas, además iba acompañada con elementos del ejército mexicano, en varias camionetas y en la que iba era conducida por un soldado.

— ¡Sargento Carmelo! ¿Cree que podamos acelerar un poco más? — Pregunta la policía fauno.

El soldado al que le hablaba se trataba del soldado Carlos, quien anteriormente participó en una operación de rescate de varios faunos en la destruida mina de la compañía Schnee junto con otra unidad conocida como los Ghost, al igual que en el rescate de faunos secuestrados por los eliminados desertores de las FARC hace tiempo atrás.

Pero las razones de porque Carlos estaba en la zona norte más fría del continente, eran por el trabajo... y porque le asignaron trabajar con un soldado reintegrado a las filas.

Ya que tenían una misión extremadamente importante, en esa zona.

— ¡A todas las unidades, preparen sus armas y chalecos antibalas! ¡Qué iremos a detener un disturbio en un local! —

Las sirenas de las unidades presentes empezaron a sonar, mientras iban a gran velocidad en las calles que iban siendo despejados por sus sirenas, lo que llamaba la atención de la gente que veía el espectáculo tanto en las calles como dentro de sus carros en carretera.

Volviendo en la pelea del bar, Adam y Winter estaban volviendo a darse golpes limpios con derechazos sin piedad alguna. Adam con sonlamente una botella de vidrio quebrado que le quedo lo arroja contra Winter golpeandola en la cabeza lo que aprovecho el momento para volver a lanzarse y tumbarse contra la albina en el suelo.

— ¡Estás sola en este continente, Schnee, no eres nada contra el Colmillo blan-! —

— ¡Ay, ya callate por una maldita vez! —

La albina quien estaba con la espalda contra el suelo y teniendo a Adam por encima de ella, hizo solo un movimiento sucio......... Pellizcarle los pezones sin piedad alguna.

— ¡¡¡¡KYAAAAAAAA!!!! —

El grito 100 por cierto masculino que Adam dejó salir por su boca se escuchó, lo cual este al darse cuenta cómo gritó... se quedó en blanco junto con la albina.

— .... — Winter mira a Adam.

— .... — Adam mira a Winter.

A la distancia, un señor estaba grabando con una cámara mientras se cagaba de risa.







— ¡JA!... ¡GAYYYYYYYYYYYY! — Exclama el barman.

— .... ¿Acaso a Adam Taurus le gusta este tipo de cosas?.... —

Más rápido que un rayo, Adam se alejó de la albina.

— ¡¡¡CALLATE!!! ¡¡¡FUE UN GRITO DE DOLOR DE UN GUERRERO DEL COLMILLO BLANCO!!! — Exclama muy avergonzado y sonrojado.

— Uy sí, se ve muy creíble. — Exclama con burla mientras una sonrisa de orejas a oreja adorna su cara. — ¿Me pregunto cuál será la reacción del mundo al saberse este dato?

Adam: ¡Me las vas a pagar, Schnee!

Antes que los dos volvieran a causar desastre dentro del bar, se distrajeron con los sonidos de las sirenas y luces que se presenciaron por fuera del local.

Ambos empezaron a quedarse congelados al darse cuenta que con todo el desastre que ocasionaron, no contaron que alguien llamaría a la ley.

Winter: (¡Carajo!, ¡No tome en cuenta que la policía se iba a presentar!)

— Tch.... ¡No me importa ser arrestado! — Exclama enojado el fauno. — ¡Con matarte estaré satisfecho, Schnee!

Antes de que pudiera hacer un movimiento, el bombeo de una escopeta hace que tanto el pelirrojo como la albina se detengan, al igual que los demás clientes del bar.

— ¡Ya causaron mucha destrucción en mi bar, malandros! — Exclama.

— .... Si usted tenía el arma todo este tiempo... ¿Por qué no la usó desde el inicio para detener la pelea? — Pregunta Winter.

El dueño se quedó completamente mudo ante la pregunta.

— .... ¡Dou! —

https://www.youtube.com/watch?v=wf9k3heENYc

Varios elementos de la policía y el ejército entraron a través de las ventanas rompiendo los cristales, usando escudos antidisturbios para entrar completamente armados. Varios otros caerían del techo sujetados por sogas que venían conectados del techo apuntando a Winter y Adam.

Un soldado toma un jarrón y lo hace pedazos.

En las puertas del local llegaron armados tanto la policía fauno acompañada de Carlos, sujetando un fusil de asalto M4 al igual que el sargento que no llevaba uniforme, si no ropa civil y otro elemento que llevaba también ropa civil, tenía un ojo de color rosa y otro café, con cabello corto de color napolitano.

— ¡A un ladito, a un ladito! — Exclama Carlos.

— ¡A un lado, por favor! — Exclama la chica fauno.

— ¡A un ladito, no les quiten el aire! — Exclama Carlos.

— ¿Cuál aire? Si están bien vivos. — Exclama el barman. — Más bien, estos dos se están llevando casi todo el aire.

El segundo soldado que acompañaba a Carlos y a la chica fauno saca una tarjeta.

— ¡Somos agentes federales antinarcóticos! — Muestra su tarjeta. — ¡Del séptimo batallón acuático submarino!, ¡Vendemos tacos de arroz con huevo duro y servimos desayunos escolares! — Guarda su tarjeta.

— ¡¿Eh?! — Winter, Adam, la policía fauno y hasta el barman miran al chico.

— ¡Qué los agarren a punta de pistola! — Dice el cabeza de Duvalin.

Todos terminaron apuntando con sus respectivas armas a Winter y Adam, quienes ambos realmente la terminaron cagando en sus respectivas misiones....

— ¡Rayos! — Maldice Winter.

La chica fauno sacaría un par de esposas.

— ¡Ustedes dos quedan arrestados por destrucción de propiedad y alteración de la paz! — Exclama.

— E-esperen, esto es un malentendido. — Exclama nerviosa la albina.

Adam: Ustedes no me arresta-

Adam terminó siendo noqueado por la culata del M4 de un elemento de la policía, cayendo y perdiendo el conocimiento.

Winter empezó a sentirse un poco intimidada ante las miradas de todos los policías y soldados.

— Date la vuelta, pon tus manos detrás de la cabeza y de rodillas. — Dice Carlos.

La misión fracasó, así que ya no tenía sentido seguir resistiendo.

Haciendo caso a la orden, con sus manos levantadas se da la vuelta dándole la espalda a los agentes, para después llevar sus manos a la parte trasera de su cabeza y ponerse de rodillas.

Dos policías se acercan a ella y a Adam, poniéndoles las esposas y sacarlos de una vez del bar.

Para su suerte no había nadie afuera y la metieron a una camioneta, mientras que a Adam lo lanzaron a la parte trasera del vehículo.

Dando un suspiro de resignación y derrota, las unidades avanzan hacia la estación de policía.

El gobierno se encargará de pagar los gastos por los daños al local, algo que sin duda era algo bueno.

En la academia Beacon

¡PAM! ¡PAM! ¡PAM! ¡PAM! ¡PAM! ¡PAM! ¡PAM! ¡PAM! ¡PAM! ¡PAM! ¡PAM! ¡PAM! ¡PAM! ¡PAM! ¡PAM! ¡PAM! ¡PAM! ¡PAM! ¡PAM! ¡PAM! ¡PAM! ¡PAM! ¡PAM! ¡PAM! ¡PAM! ¡PAM! ¡PAM! ¡PAM! ¡PAM! ¡PAM! ¡PAM! ¡PAM! ¡PAM! ¡PAM! ¡PAM! ¡PAM! ¡PAM! ¡PAM! ¡PAM! ¡PAM! ¡PAM! ¡PAM! ¡PAM! ¡PAM! ¡PAM! ¡PAM! ¡PAM! ¡PAM! ¡PAM! ¡PAM! ¡PAM! ¡PAM! ¡PAM! ¡PAM! ¡PAM! ¡PAM! ¡PAM! ¡PAM! ¡PAM! ¡PAM!

¡HAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHH PIEDAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAD!

Los fuertes golpes y los gritos de Yang inundan toda la enfermería.

— ¡PARA QUE APRENDAS A CERRAR EL ORTO Y DEJAR DE SER TAN PELOTUDA MAMAHUEVO PEDAZO DE GONORREA HIJUEPUTA MALPARIDA, PORQUE A LA PRÓXIMA TE CAGO CON MÁS OSTIAS GORDA HIJA DE LAS RE MIL PUTAS QUE SOLO APRENDE A PUNTA DE CHUCHAZOS CHUCHETUMARE, ERES COMO UN REVERENDO PENDEJO AWEONAO QUE TOMÓ ÁCIDO FÓLICO Y QUE SOLO APRENDE CUANDO SE LO CAGAN A PIÑAS, VIEJA COJUDA PENDEJA CONCHETUMARE SAPO TRIPLEHIJUEPUTA! —

Y esos eran los insultos y regaños de la pequeña y propia Ruby Rose.

Cabe decir que tanto Blake como Weiss estaban completamente atónitas por el comportamiento inesperado de la pequeña caperuza.

Cabe decir que la rubia no podía defenderse o siquiera mover una extremidad, ya que Ruby fue la primera en despertarse de la enfermería y al ver a Yang, no dudó un solo segundo en levantarse, tomar varias sábanas y atar con ellas las extremidades de su hermana a la cama.

Así que cuando la rubia despertó, lo primero que sus ojos vieron frente a ella... fue a su hermana Ruby con una linda y dulce sonrisa, parada frente a su cama......... y sosteniendo un orinal.

Y sí, tal como lo imaginan........ Ruby estaba golpeando con todas su fuerzas a Yang con un orinal.

— ¡POR FAVOR, PIEDAD! — Exclama Yang.

— ¡NEL PRRA! — Responde Ruby y prosigue a golpearla.

Al final, después de 20 minutos de dolor, Ruby dejó de golpear a Yang por el cansancio... y porque la enfermera llegó y la detuvo.

— Recuérdame nunca hacerla enojar. — Le dice Blake a Weiss.

— No prometo nada. — Responde la heredera.

Un rato después, las 4 chicas regresaron a su dormitorio.

En el que cada una empezó a ser sus respectivas cosas.

Aunque en el caso de Weiss que estaba repasando los apuntes de las clases recién recibidas, al mirar a la mesita de noche al lado de su cama, ve una lámpara esfera de cristal que en tenía en su interior una escultura de ajolote, que era muy importante para ella.

¿Por qué es muy importante para ella?

Bueno... porque esa lámpara fue un regalo de cumpleaños, obsequiada y entregada por las manos del mismísimo presidente de América.

Y se preguntarán, ¿cómo es que eso fue siquiera posible?

Pues, eso tiene su origen de la primera y actualmente única visita de la familia Schnee, a la Unión de Repúblicas Federativas de América Latina.

Flashback

Después de que Winter lograse convencer a su padre de que viajen a América, para el tema de negocios al lograr conseguir un poco de territorio para explotar los yacimientos de polvo descubiertos en el continente...

Ahora mismo casi toda la familia, se encontraban bajando de un bullhead privado que los trajo de Atlas a Vale, para ir en una limusina hacia el recién construido aeropuerto de la Ciudad de Vale, que fue uno de los resultados por las buenas relaciones entre ambas naciones.

Ya en la recepción, Jacques obviamente eligió un vuelo de primera clase.

Y cabe decir que toda la familia estaba muy sorprendida por el excelente servicio de los viajes vip.

Las azafatas demostraban un gran profesionalismo en su trabajo.

Jacques debía admitir, que eso era algo que él considera que está a su altura.

Al llegar al aeropuerto, el recibimiento en sí fue cálido y respetuoso para la familia.

Notando el ambiente pacifico y la interacción amable entre los Faunos y humanos.

Demostrando que sí era muy diferente a los cuatro reinos, ya que una cosa era saberlo y otra era verlo por sí mismo.

Fue una gran sorpresa que fuera real la coexistencia entre ambas razas en América.

Aunque claro, a pesar de que no les prestarán atención, podían sentir las miradas de los faunos en el lugar por su gran reputación... obtenida por las acciones extremadamente cuestionables de Jacques.

Las miradas los incomodaban a excepción de Jacques que no las sentía para nada, debido a que él no prestaba nada de atención a ellos ni por nada llamativo.

Cuando llegaron al hotel donde ellos se iban a hospedar, fueron y dejaron sus pertenencias en sus habitaciones correspondientes por un empleado del lugar.

El hotel era uno de lujo de 5 estrellas y su extensión era enorme, ya que por obviedad y según a palabras de Jacques, necesitaban un lugar para descansar "que estuviera a su nivel".

Después de dejar sus cosas, bajaron al restaurante del hotel que sin duda los dejó impresionados por su diseño.

— Debo darles mérito por su elegante diseño. — Comenta Jacques. — Aunque la presencia de faunos le quita la elegancia y magnificencia.

Internamente la matriarca y los hijos Schnee suspiran.

Tomando un lugar desocupado en una mesa, la familia espera a que llegue un mesero a atenderlos.

Pero a la distancia cierta persona importante, quien no contaba con el saco negro de su traje y la corbatada, iba acompañado de sus dos escoltas y a su lado pasa un camarero fauno que llevaba una bandeja con un pedido grande.

Notando su dificultad, ayuda al camarero que se asusta al ver a la persona que lo auxiliaba.

— Tranquilo, te ayudaré. — Dice Josef.

— N-no señor, no debería. — Dice asustado.

—Tonterías, no es como si te fueran a despedir por eso. — Dice el presidente. — Y si sucede, te conseguiré un trabajo mejor o hablaré con el dueño del hotel.

— ¿Eh? — El fauno estaba incrédulo.

Siendo seguido por sus escoltas a los cuales les pidió que se dispersaran y le avisaran cuando llegasen las personas con las que se iban a reunir, lleva con el camarero el pedido a la mesa correspondiente.

Cabe decir que los comensales se sorprendieron también de ver quién traía su comida.

Después de eso, acompaña al camarero para hablar con los chefs, debido a que quería encargar un pedido especial.

Y por cosas del destino, pasan por la mesa de la familia atlesiana.

— Buen día. — Saluda amablemente el presidente Josef antes de poder seguir de paso junto al camarero.

Aunque eso fue interrumpido por el hombre.

— Debo decir que su servicio empieza a ser cuestionable, si hacen esperar a los clientes cuando deberían ser atendidos de forma inmediata. — Comenta Jacques. — Parece que la decoración y el estilo es una cosa pero el servició es otra.

— ¿Disculpe? — El presidente se muestra sorprendido.

— No importa, tomen nuestro pedido de una vez ¿o será que tardarán también en hacerlo?

— Oiga... — El camarero se iba a quejar con el magnate por la falta de respeto al líder de la nación, pero Josef pone una mano en su hombro deteniéndolo en ese instante. — Pero...

— Descuida, mejor esperemos. — Dice el presidente.

Al escuchar al presidente, el camarero se tranquiliza mientras Jacques se muestra indiferente y decepcionado por la falta de preparación y atención de los "camareros".

Pero el resto de la familia Schnee se queda pálida al reconocer a la persona que acompañaba al camarero, ya que ellos lo reconocieron al instante por las noticias.

Iban a advertirle a Jacques para que no metiera la pata, pero entonces el presidente hizo un gesto de silencio con su mano y que dejaran que siguiera con su actitud.

— Lamentamos nuestra descortesía, señor. — El presidente mira al camarero que saca los menús y los entrega a cada miembro de la familia. — Para compensar nuestra falta de respeto, la casa invita.

El fauno estaba incrédulo por lo que dijo el presidente, al igual que Willow y sus hijos.

— Bueno, al menos saben cómo corregir y compensar sus errores. — Dice el magnate.

La familia le dice al par sus pedidos pero a excepción de Jacques, los demás lo hicieron con incomodidad.

Una vez que ambos se retiran, dejan a la familia sola que no le dijo nada a Jacques, pero sí que estaban internamente muy enojados con él, por la gran estupidez que acaba de cometer.

Minutos después, ambos regresan con sus pedidos listos siendo más rápido de lo normal, ya que fue por orden del presidente por una situación importante.

— Disfruten damas y caballeros. — El presidente y el fauno se retiran para que la familia pueda degustar sus alimentos con tranquilidad.

Después de eso, vuelve a reunirse con los chefs en la cocina para la orden especial que pedirá, cuando las personas que se van a reunir con él lleguen.

Estuvieron hablando por 40 minutos, aunque claro sin distraer a los chefs que demostraron su profesionalismo.

Al salir de la cocina, estaba por irse a una mesa desocupada, hasta que nota que la familia Schnee ya había terminado de comer.

Así que decide ir inmediatamente para recoger los platos y utensilios.

— Permitan que retire esto. — Exclama recogiendo todo.

— Disculpa, camarero. —

El presidente mira a Jacques.

— ¿Se les ofrece algo más? —

— Escuché de los demás comensales que el líder mismo se encontraba en este hotel, ¿puedo preguntar si es eso verdad? — Pregunta.

— Así es señor, incluso puede estar más cerca de lo que usted puede imaginar. — Responde Josef.

Si Weiss, Whitley y Willow pudieran, se escogerían en sus lugares por la enorme vergüenza que estaban o podría pasar.

— ¿En serio? — Con la mirada busca al presidente entre los demás comensales. — ¿Será posible tener una reunión con él?, me gustaría hablar de algo importante que le puede beneficiar.

— Por lo que escuché, está a la espera de otras personas importantes con las que se reunirá, pero... puede que haya una posibilidad de que el presidente acepte una reunión con usted. — Dice "el camarero".

— Eso sería excelente, ¿podría contactarme con él? — Pregunta Jacques.

— En seguida, señor. — Josef se retira.

Cuando el presidente se retira, finalmente Willow habla.

— No puedo creer que nos hayas metido en un grave problema, Jacques. — Exclama nerviosa.

— ¿De qué hablas? —

— ¿Acaso no viste a quién le estabas dando órdenes? — Pregunta asustada.

Antes de responderle y reprender a su mujer, el "camarero" regresa a la mesa, pero ahora con un saco negro y poniéndose una corbata negra.

— Listo, caballero. — Dice Josef. — ¿De qué le gustaría hablar conmigo?

Los escoltas del presidente llegan junto al mencionado poniéndose uno a cada lado.

— .... —

Ahora entendió la pregunta de su esposa.

— ¿Y bien? —

— Ah... yo... ah... — Jacques ahora sí que la había cagado en grande.

— Usted quiso hablar conmigo de un tema que, a sus palabras, me puede beneficiar. — Dice Josef. — Así que lo escucho y me gustaría que fuera honesto y rápido porque tengo una reunión pendiente y no creo que tarden en llegar las personas con las que me reuniré.

— A-ah claro y por favor discul- —

— Olvidemos eso, me gustaría hablar de su propuesta, señor Schnee. — Le dice. — Es un placer conocerlos a todos.

— Entiendo. — Jacques no tuvo más opción que obedecer y tener mucho cuidado con lo que vaya a decir.

— Muy bien. — Josef mira a la familia. — Esto obviamente no creo que sea de algo que estén implicados, así que si gustan un tour por la ciudad, uno de mis escoltas puede ser su guía.

— N-no queremos causar molestias. — Dice Willow nerviosa e incómoda.

— No se preocupe, no es una molestia. — Mira a uno de sus escoltas. — Rodolfo, ¿serías tan amable?

— Con mucho gusto, señor. — Rodolfo acepta.

— Alejandro, infórmame cuando los invitados lleguen. —

— Entendido señor presidente. — Alejandro se retira dejando solo al presidente.

Al final el presidente acepta hablar con Jacques para escuchar su propuesta de negocios, mientras que Rodolfo se iba con la madre y los hijos del empresario, para darles un recorrido por la capital y disfrutar de lo que ofrece.

— Síganme por favor, es fácil perderse para ustedes al ser su primera vez aquí. — Exclama Rodolfo.

La familia sale junto al mexicano del hotel, para comenzar su recorrido.

— ¿A dónde iremos primero señor Parra? — Pregunta Willow.

— Por el día que es hoy, pienso llevarla a lugares turísticos. — Responde el mexicano.

— ¿Y qué lugares tiene en mente? — Pregunta la heredera.

— Yo también quiero saber. — Dice Withley.

— Les gustaría las cosas que hay por la capital, ya que hoy se celebra una fecha muy importante. — Responde.

Atrás de ellos se puede ver a dos chicos atravesando una ventana mientras se pelean por algunos objetos para el día de las madres.

— ¡Yo seré el hijo favorito este año, Brad! —

— ¡En tus sueños, loser! —

El que sería el menor de los chicos, se va en una patineta y el mayor lo sigue en una bicicleta.

— ¡Vas a caer... con llamas! —

— Ah.... — La matriarca Schnee señala a ambos adolescentes peleando.

— Es algo común cuando se trata del día de las madres. — Dice Rodolfo. — Todo sea por nuestras benditas y santas madres.

— ¿Día de...? — Dice Weiss confundida.

— ¿Las madres? — Whitley termina la pregunta.

— Debo suponer que no existe un día de celebración así para ustedes, ¿no? — Dice Rodolfo.

— Lo más parecido creo que serían los cumpleaños. — Comenta Whitley.

— Bueno, el Día de la Madres es una festividad que se celebra en honor a todas las madres en gran parte del mundo y en diferentes fechas del año, dependiendo del país, cultura y nación en que se celebre. — Explica Rodolfo. — Ejemplo, En varias de las repúblicas de la URFAL, se celebraba en diferentes fechas pero en la mayoría de las repúblicas, se coincidía con Mayo el día de las madres. Pero cuando se creó la URFAL, esto cambió y ahora es ley oficial que el día de las madres se celebra el 10 de mayo, o sea este día.

Esa información sorprende a la familia y también los llena de curiosidad.

— En el día de las madres, los hijos festejan el día a sus progenitoras o a las mujeres que los criaron como si fueran sus hijos de diferentes formas. — Explica. — Muchos hijos le llevan el desayuno a la cama o le preparan el desayuno y hacen todas las tareas del hogar que la madre hace, para que ella pueda descansar en su día festivo. Otros le preparan una fiesta o también llevarla a comer a un restaurante, la playa, un viaje y también preparando un regalo especial.

Así, todos van a diferentes lugares y atracciones donde Willow de forma genuina se pudo divertir y liberar, de toda la carga emocional reprimida que tenía por culpa de su marido.

Weiss y Whitley al ver ese cambio en su madre, los hizo sentirse felices y satisfechos con haber realizado el viaje.

Así que, queriendo practicar esa celebración, ambos compran con ayuda de Rodolfo, un par de regalos para su madre.

Weiss le regaló una caja musical, que encontró en una tienda de antigüedades y Whitley le regaló... ¿una botella de ron?

Weiss con una mirada de muerte, ve a su hermano menor que se asusta al verla.

— F-fue lo mejor que se me ocurrió. — Responde asustado.

Willow sonríe con ternura.

Los regalos en sí no le importaban, si no que lo que de verdad le importaba en ese momento fue la buena intención de sus hijos por darle algo especial.

Y eso de verdad lo apreciaba.

— Pues viendo la situación, me gustaría darle también algo, si no es molestia. — Dice Rodolfo.

— ¿Eh? — Willow se confunde.

Entonces de una bolsa que traía consigo el mexicano, saca un peluche de un adorable ajolote.

— Feliz día de las madres. —

Rodolfo le entrega a la sorprendida Willow el peluche, que admira la figura del curioso animal.

Entonces la matriarca Schnee le da una tierna y dulce sonrisa al mexicano.

— Gracias. —

Rodolfo sonríe y asiente.

Después de un largo recorrido, regresan al hotel, donde se encuentran con Jacques y el presidente que terminaron de hablar, con el mismo presidente ahora hablando con el general Alex que recién llegaba.

Todos se retiran junto a Jacques... o al menos casi todos.

— ¿Se le ofrece algo, señorita Schnee? — preguntó el presidente a la heredera que se había acercado a la mesa.

En respuesta a su pregunta, Weiss se inclinó levemente y tomó los bordes de su falda.

— ¿Hm? —

— Quiero disculparme enormemente en nombre de mi familia por la gran falta de respeto que le mostró mi padre. — Dice la heredera.

— No hay nada de qué disculparse, señorita Schnee. — Dice Josef.

— Vuelvo en unos minutos, debo hacer una llamada. — El general se levanta y saca su celular.

Alejándose un poco, el general hace una llamada y logran escuchar al menos unas palabras.

— Hola gatita, ¿me extrañas? —

Josef mira nuevamente a Weiss.

— Como dije, no debe disculparse por nada, más bien me resultó divertido ver que su padre a diferencia de usted y el resto de su familia no me reconoció. — Le dice.

— Pero eso no es correcto. —

— Pero para mí, sí. — Le dice el presidente. — Escuche, no sé cómo sean sus líderes, pero yo soy muy diferente. Y si soy sincero con usted... su padre es un reverendo estúpido.

Weiss se sorprende por sus palabras.

— Bueno...... en eso estoy de acuerdo. — Dice con una sonrisa.

Eso sí toma desprevenido al presidente, ya que no esperó que la heredera le diera la razón.

— Bueno y dígame, ¿cuánto tiempo estarán en América? — Pregunta.

— Solo 4 días máximo, ya que hay deberes que realizar en Atlas. — Responde Weiss que después suspira. — Eso incluye también preparar el evento para mi fiesta.

— ¿Algo importante, si se puede saber? — Pregunta.

— En 5 días es mi cumpleaños. —

— Oh.... — Comprende. — Entonces si no es molestia que me adelante, le deseo un buen feliz cumpleaños y bienestar en su vida, señorita Schnee.

— Se lo agradezco, señor. — Se inclina un poco. — Debo retirarme y perdón por interrumpir.

— Sin problemas, señorita Schnee. —

La heredera se retira y deja solo al presidente.

Pasaron los días y el 14 de mayo la familia regresó a Atlas, donde al día siguiente se celebró el cumpleaños número 17 de Weiss Schnee.

Obviamente la fiesta fue grande y los invitados eran los típicos ricos.

Weiss no se sentía bien con la fiesta por ser algo repetitivo y para ella... apagado.

Cuando la fiesta terminó, ya estaba en su habitación con todos sus regalos traídos por Klein, los cuales no tenía ninguna intención de abrir sabiendo que son regalos caros, pero que siempre tienen una segunda intención al ser también de muchos pretendientes que intentaban cortejarla.

— Si bien, no quiere abrir sus obsequios, tal vez debería hacer una excepción. — Dice el mayordomo.

— ¿Por qué debería hacerlo? — Pregunta. — Todos son para mí, cosas sin valor.

— Bueno, puede que este sea la excepción, debido al hecho de que llegó desde América. —

— .... ¿Qué? — Mira con sorpresa a Klein.

— Véalo usted misma. — Se acerca a la heredera.

Con el regalo ya en sus manos, nota la carta que venía con el regalo incluido, la cual desdobla y lee lo escrito.

"No sabía que podría gustarle ya que no conozco sus gustos, así que decidí por algo no tan extravagante para su día especial."

"Feliz cumpleaños"

— Josef.

Terminó completamente sorprendida al conocer la identidad del propietario.

No pensó que el presidente le mandaría un obsequió desde el otro lado del mundo.

Con delicadeza, quita la envoltura de regalo y después la caja... revelando al final una lámpara esférica de cristal con la figura de un ajolote en el interior.

— Si soy sincero, es sin duda un hermoso regalo y muy diferente al que suele recibir, señorita. — Dice Klein.

— Lo sé. — Con una sonrisa, Weiss lo confirma.

Al final, pudo obtener algo bueno y diferente en su cumpleaños.

Fin del flashback

Al recordar lo vivido en América y también a quien le dió el regalo, esboza una sonrisa.

Algo que sin duda le gustaba, era ese tipo de detalles.

Ya que... los detalles más valiosos no tienen segundas intenciones.

Fin del capítulo

Bueno banda, aquí el nuevo cap con un pequeño especial del día de las madres y también un adelanto por el cumpleaños de mi querida waifu, Weiss Schnee.

Debido al trabajo y la falta de tiempo que este me da, no pude hacerlo más largo ya que al ser el día de las madres, quería darle más protagonismo a Willow.

Así que sin más que decir, hasta la próxima y feliz día a todas las mamás del mundo, y les deseo a sus madres mucha salud, felicidad y que la pasen bien en este día especial como en todos los demás.

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