Team infierno

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Trabajo en equipo, puedo decir que soy una excelente trabajadora en equipo, sé organizarme bien, cumplir tareas es mi pasión y la mayoría de las veces salgo ilesa en los trabajos en equipo, pero me gusta... no

Al carajo los trabajos en equipo son una mierda, si eres tan perfeccionista como yo terminas haciendo todo o si eres tan blanda como para reclamar también, contando que siempre tienes que cargar con el amigo inútil que no hace nada pero no le puedes decir nada por que es tu amigo.

Adivínense que esa persona NO ES TU AMIGO

Uff una vez desahogado mi frustración puedo decir que soy una excelente trabajadora en equipo, y en mi casa eso era prioridad.

—Anda ya te falta poco —insistí a mi hermanito que jugaba con la comida

—No tengo hambre —se quejó Dy.

—Tienes que comer para ponerte más fuerte y curarte —le sonreí.

El pequeño me miró con cautela incrédulo para tirarme de a loca

—Si te acabas la comida te llevo al cine el viernes —accedí

—Yo escojo la película —se lo planteo serio.

Asentí cerrando el trato, él se puso a comer... como dije un gran equipo.

Dedri ya había acabado de comer, organizando su maqueta para llevársela y el bebé Dami hacía de las suyas comiéndose mi tocino que había robado hace un momento.

—¿Quieres que pase hoy por tu hermano? —preguntó mamá sirviéndole el cóctel de medicinas a Dy

—Ah no está bien puedo pasar por el —asentí levantando mi plato

—Porque no yo lo recojo y tú te quedas un rato más en la escuela, sales con tus amigas, o bueno con tu novio —insistió mamá

—Ella no tiene permiso de salir con su novio —dijo Dy molesto, era el más celoso de los tres.

—Tiene razón —lo apoyó papá, otro igual.

—Ya veremos —asentí— vámonos Dedri para que tengas tiempo de acomodar de nuevo tu maqueta.

—Maneja bien si, me tardé mucho en hacerla —chilloneo el bebé.

Un excelente equipo, solo tuvo que hacerle dos arreglos y había quedado perfecta.

Llegué sorprendentemente temprano por lo que pasé por un café y un panecito para acompañar, era un día no tan caluroso por lo que estaba bien con eso.

Al llegar ahí estaba mi chica durmiendo sobre la banca con la baba mojando la banca, muy glamorosa la mujer

—Te van a regañar —dije empujándola.

La castaña sobre exagero para caerse de la mesa rodar en el piso y levantarse con molestia

—Eso fue intento de asesinato, háblalo con mi abogado—bufó.

Negué riendo para sentarme a su lado

—Puedo ir a tu casa hoy —me dijo sentándose en mis piernas para jugar con mi cabello.

—Seguro, le dará gusto a Dy verte, no deja de preguntar por ti —sonreí.

—Es que me ama —asintió— lastima que sea joven todavía, sería un excelente prospecto

—Y es gay —señale.

Mi hermano sabía muy bien lo que le gustaba.

—Cierto —se quedó pensando— es por eso que nos quedamos con los desperdicios de hombre, como tú novio.

Nos empezamos a reír cuando entro un suculento moreno de chinos llegó.

—Hola preciosa —dijo Devon besando mis labios— estás libre hoy

—Ah en realidad...

—Está ocupada con el amor de su vida —me abrazó mi amiga—

—Es correcto, conmigo —dijo Devon jalándome hacia ella.

—En realidad me gustaría pasar tiempo conmigo misma —afirme— tengo una tarjeta de regalo de masaje gratis que vence mañana y no voy a desperdiciarla.

—Entonces ya no nos amas —dramatizó mi amiga

—Tan rápido se acabó tu amor por nosotros —le siguió mi novio.

Solo así se ponían de acuerdo... para dramatizar en mi contra y aunque ya me estaba sabroseando ese masajito el profesor de química tuvo otro plan: trabajo en parejas, si esa temible palabra en la que se pronuncia inmediatamente buscas tu pareja con la mirada, para mi desgracia dos miradas se cruzaron hacia mi.

—Es mi mejor amiga así que piérdete cabron —ordenó Mer jalándome hacia ella

—Es mi novia y el novio siempre va primero —me jalo Devon hacia él.

Ambos se miraron en una lucha de miradas insesante.

—¡Tu decide! —dijeron al unísono.

Mi mirada se quedaba hacia el frente porque cualquier contacto visual con alguno de los dos marcaba mi sentencia de muerte.

—En realidad yo decido —controló el profesor la situación— Dianne harás pareja con Marco en cuanto a ustedes dos trabajarán juntos.

—¡Cómo se atreve! —le apuntó la rubia con molestia.

—Como saben esto vale el 80% de la calificación así que o aprenden a trabajar juntos o reprueban — los amenazó— y dios sabe que estoy harto de sus peleas ridiculos

—No es el único —murmuré tomando mis cosas escapando de la situación.

Me fui a sentar directo con Marco, el chico hoy traía un suéter inexplicablemente para el calor que hacía.

—Se que puede hacer frío por aquí pero estamos a veinticinco grados creo que el suéter es excesivo —mencione riendo

—Ayer hizo frío, no quería arriesgarme a un resfriado —asintió seguro.

Negué divertida, su yeso seguía sin ninguna firma más.

—Lamentó que te tocará conmigo —me dijo avergonzado— sé que querías estar con tu mejor amiga o tu novio

—Para nada —negué relajada— me alegro de estar contigo la verdad.

Un liguero brillo en sus ojitos se hizo, observándolo bien no era feo, tenía unos ojos preciosos de color verde ocultos tras esos lentes y unos rizos implacables, además de una mandíbula firme y bien contorneando

—¿Tengo algo en la cara? —preguntó nervioso— ayer tenía una hoja en el cabello y nadie me dijo nada hasta que llegue a casa y me di cuenta —contó

—Un lindo rostro solamente —asentí para calmarlo

El chico se puso rojo como un tomate, fue ahí que me di cuenta que tenía pequitas.

—Tranquilo prometo avisarte si tienes algo raro pegado en el rostro —lo calmé.

—Gracias, eres muy linda conmigo —asintió con un dejo de soledad

—Para eso somos amigos —afirme— pero no lo seremos si te haces tonto con el proyecto y me dejas sola

—Jamás haría eso —afirmó muy seguro lo que le creí.

El profesor dio indicaciones por lo que pase toda la clase hablando con el para ponernos de acuerdo.

—Te parece si la hacemos en un punto medio, tu departamento debe ser pequeño y mi casa es zona de guerra si llevo hombres —asegure

—Claro, no hay problema —afirmó— sólo que tú te llevas el proyecto, en mis manos puede terminar en tragedia.

—Deberías tenerte más fe —asentí divertida.

—Ah esa se fue hace un par de proyectos destruidos atras —mencionó con la mirada perdida en sus recuerdos de Vietnam

Negué divertida sin créele pero a después de ver la seriedad en sus ojos todo lo que me dijera le iba a creer porque lo decía con demasiada seguridad.

—Bueno entonces mañana empezamos con esto te parece bien —animé divertido.

—Si claro —sonrió feliz.

La clase llegó a su fin y a la hora de levantarnos su muleta se terminó atorando con la banca haciéndolo caer sobre ella tirando la cosas sobre el suelo, un golpe muy aparatoso pero sin sangre no había problema regla de la casa.

Las risas de los demás no ayudaron, en especial la de los cabrones de mi novio y amiga que podía escuchar desde aquí.

—¿estás bien? —le pregunté ayudándolo a pararse.

—Perdón... —dijo avergonzado.

—Marco debes dejar de pedir perdón —le dije mientras recogía las cosas.

—Si... lo siento —continúo— no perdón... ya mejor no digo nada.

Negué para darle sus cosas, nadie si quiera se molesto en venir ayudarlo y eso si me molestaba.

—Gracias —dijo cargando sus cosas.

—Ve a que te revisen de acuerdo, fue un golpe feo —insistí.

—Nos vemos mañana Dianne —se despidió saliendo.

Mientras él se iba me dirigí a mi amiga que no dejaba de reírse.

—En serio que son unos idiotas —afirme

—No puedes negar que fue gracioso —continuó Mer sin dejar de reír

—No por nada se llama mala suerte Marco —afirmó Devs —sabes amor no deberías de ser su amiga, escuché que lo transfirieron porque por su mala suerte casi mata un autobús entero.

—Lo que deberían de hacer es dejar de ser unos imbeciles, si tal vez sea algo descordinado y torpe pero no significa que traiga mala suerte —afirme— ahora me voy, estoy decepcionada de ustedes que no los quiero ver en todo el día.

—Pero tenemos unos lindos rostros que merecen ser observado todo el día por ti —hizo puchero la rubio— oh bueno al menos el mío.

—Adiós —gruñi para dar media vuelta e irme

Fue algo complicado alejarme de ellos pues los tenía en todos lados... lo malo de hacer tu horario con tu novio y mejor amiga a la vez.. no puedes escapar de ellos... y de Marco pues al parecer también él tenía el mismo horario que yo.

Al finalizar el día me desaparecí para ir al spa, mis hermanos me lo habían regalado de cumpleaños pero aún no lo había podido usar tras lo de mi hermanito

Llegué al spa esperando con ansias ese delicioso masaje.

—Buenos días señorita, vengo por un masaje —dije emocionada sintiéndome adulta

—Claro —dijo la recepciónista con cara no tan amigable— tienes cita.

—¿Se necesita cita? —pregunté sorprendida a lo que la señora solo rodó los ojos con fastidio— yo tengo una tarjeta de regalo para un masaje, expira mañana entonces esperaba poder tomarlo hoy.

La señora tecleó en su computadora

—Bien tengo un espacio —afirmó— necesito la tarjeta para hacerlo efectivo.

—Muchas gracias —dije emocionada

Empecé a buscar en mi bolsa pero no estaba y fue ahí cuando el pánico se apoderó de mi, busqué por todas lados, en mi cartera, mis bolsillos, en la bolsa sacando y metiendo las cosas... estaba segura de que lo traía

—Un segundo lo debí dejar en el coche —asentí torpe.

Pero no, el destino no quería que me diera ese masaje, volví a entrar para darle una sonrisa a la señora.

—No me lo va a creer pero no lo encuentro, no hay una especie de resguardo para saber a quien se le venden las tarjetas mi mamá la compro y...

—No, si no traes la tarjeta lo puedes pagar en efectivo —señaló monótona e irritada

—Bien y cuánto está el masaje —me anime pues ya estaba aquí.

La señora solo señaló la tabla de precios

—Que mierda esto es una estafa —dije irritada

—Yo no pongo los precios pero si no vas a pagar no me hagas perder mi tiempo —bufó

Solo me di media vuelta para irme... no quería terminar en prision hoy por atacar a esa señora.

No desaproveche mi tarde libre, terminé comiendo una hamburguesa en el estacionamiento de un McDonald con la música en alto y una malteada de fresa mirando en mi teléfono series de chicos gays donde triunfaba el amor.

Después de ese maravilloso tiempo para mi volví a casa, mamá preparaba la cena mientras mis hermanos veían la tele.

—¿Cómo te fue cariño? —preguntó mamá

—Muy bien —dije sentándome en el sofá— estaría mejor si recibíera un besito de mi hermanito— le dije a Dami que están sentado en su silla ayudando a mamá

El bebé me miró arqueando la ceja, era muy expresivo para su edad.

—Nunca —se negó de brazos

—Yo te lo doy —me dijo Dy abrazándome.

—Oh mucho mejor —afirme abrazándolo y llenándolo de besos.

Sus manitas estaban heladas como siempre.

—¿Como estuviste hoy? —le pregunté calentando sus manitas con las mías

—Muy bien —asintió

—Lloró —chismoseo Dami.

Mire a mi hermanito que le sacó la lengua molesto.

—Es que mamá no me dejó salir a jugar —explicó abatido

—Ya podrás jugar después, te lo prometo —lo calmé

Mi hermano me abrazó con fuerza para quedarse dormido, mi teléfono sonó, lo miré tomando al ver el nombre

Marco 🎲
Perdón creo que me llevé tu tarjeta de regalo por error 😭

Dianne 🍀
No te preocupes, aún quedan unas horas aprovéchalo ✨

Marco 🎲
Te lo compensaré lo prometo 🥺

Una liguera sonrisa se hizo en mi, hace mucho que no conocía alguien como él solo que aún no entendía el porqué


F por Dianne pero el sentimiento es mutuo yo también odio trabajar en equipo 😡

Nos vemos la siguiente semana ✨

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