[Mismo día, horas después]
[Tienda de Wiz, desván]

Megumin recobró de a poco la conciencia, le dolía menos la cabeza, al menos era conciente que se había dado un buen golpe al caer, también el frío había sido reemplazado por una suave y reconfortante calidez.
Mientras volvía en si, notaba su entorno, lo que era un pequeño desván o ático adaptado en una habitación modesta.

Realmente había pocas cosas más allá de lo que se pensaría básico, un clóset, una cama y una mesa de noche. Daba la apariencia de ser un lugar rentado pero acojedor en especial por lo suave de la cama, estar cerca a una chimenea y dos ventanas que daban a la calle.
Ahí se dio cuenta que había caído la noche.

Se sentó acomodando lo mejor que pudo la almohada, se sentía recuperada físicamente y de alguna manera segura en aquel entorno, sentía conocerlo de antes y de todas formas a primeras no estaba en pos ni de caminar bien y menos de hacer magia, ya ni se hable de su estado mental y emocional.

Vió su abrigo  recargado en una esquina de la cama, el resto de sus cosas no estaba por ningún lado.
Claramente se alarmó un poco por aquello... hasta que recordó que lo había dejado en la mansión, vaya momento.

Parecía relativamente normal hasta que alguien entró por la puerta sacándole el susto de su vida.

"Megumin, ¡Despertaste!"

Cabello café, vestimenta invernal y un par de enormes.... ojos color carmesí, nada más y nada menos que su (auto nombrada) rival, Yunyun, quién encima traía una bandeja con chocolate caliente.

"¿Qué pasa aquí Yunyun?, ¿Cómo y que es este lugar, no es una de tus cosas para tener un duelo conmigo, cierto?" Megumin estaba comprensiblemente a la defensiva, pensaba dudar del chocolate aquel pero el hambre era más fuerte.

"La verdad te vi hace unas horas en la calle y pensé en retarte, pero cuando me acerqué lo suficiente te desmayaste y caíste de lado, así que te traje aquí"

Megumin le dió una mirada confundida.
"¿Y dónde diablos es?"

A ello, llegó Wiz con unas mantas extra sin enterarse mucho pero metiéndose igualmente en la conversación.
"Yo puedo responder eso"

"Adelante" {Megumin}

"E... Espera! Wiz-san!"

"Verás, cuando Yunyun se enteró que tú grupo pasaba por mi tienda comenzó a venir diario, pero como no llegaban se quedó sin dinero para la posada, así que ahora trabaja medio tiempo en mi tienda a cambio de vivir en mi desván" Wiz, digamos que a veces da información de más.

En fin, Wiz era Wiz al final de cuentas

Así pues dejo más colorada a Yunyun que un tomate, y dejarle unas mantas más a Megumin, se fue a atender la tienda, al parecer unas mantas acolchadas de la empresa de Kazuma eran una mina de oro para estas confusas nevadas.

Lo malo es que eso volvió un poco incómodo el ambiente en el lugar entre las chicas, ni sabían que decirse y lo peor es que no sabían bien el por qué.

[Horas después]
[Bar de gremio]

Pasando algunas horas, a Darkness le había entrado hambre, así que como no podía caminar bien y Aqua ya había llegado a su punto de vómito, pues a Kazuma le tocaba ir por la comida al gremio.

Tarea que era una patada en los huevos porque la nieve comenzaba a acumularse en las calles, el sol se había ido de sabático además que el frio era peor con cada minuto.

De alguna manera Kazuma llegó al gremio sin morirse de frio y se abrió paso hasta la recepción del bar encargó la comida y ahora solo quedaba esperar en alguna mesa, aunque no parecía tener mucha suerte, hasta que le tomaron del hombro casi sacándole el corazón del susto

"Hey chico, que tal?" Era uno de los consultores que había conocido antes, el alto de lentes, ahora que lo recordaba su nombre era César y aunque no recordaba el resto de su nombre si su apodo, "Crimson bolt" no le daba buena espina, pero era mejor que el suyo "El ladrón de Pantsus"

"Joder, amigo, casi me metas del susto"

"JAJAJAJA! ¿Tranquilo hombre, estás buscando mesa en este caos?"

"Claro, no puedo creer la marea de gente que hay aquí"

"Seh, me recuerda a las compras navideñas, vamos acompáñame a mi mesa, hay espacio de sobra"

Kazuma lo pensó un momento, tampoco era que le tuviera una confianza a parte de los negocios, pero menos quería quedarse parado el tiempo que tardara, así que lo siguió.

Una mesa algo en el fondo del segundo piso, no le daría buena espina si no fuera porque en la mesa vio algo que realmente no esperaba.

Una escena familiar algo típica, una mujer ya les esperaba en la mesa, de cabello naranja y ojos café claro, abrigada con un sueter negro cuidaba de una niña que seguramente no pasaba los ocho o diez años, parecía una copia miniatura de ella.
Las dos los vieron al instante y la pequeña no tardó en ir a los brazos de su padre.

"Así que el es tu amigo de negocios del que me hablaste eh?"

"Papá trajo un amigo!"

Ambas fueron con el mientras que Kazuma miraba ahí parado como idiota un rato hasta que lo invitaron a sentarse y charlar un rato mientras esperaba, aunque Kazuma intentaba esconder su creciente preocupación entre miradas a su nuevo amigo y la comida.

No tenía idea de como romper el hielo más que nada porque se sentía sobrante en la mesa, veía como ambos padres trataban a si hija y se preguntaba si el podría ser igual, su padre siempre fue bastante distante por la carga laboral y su madre bastante poco cooperativa con el autoestima.

"Ya dinos, que te preocupa?" la mujer sacó a Kazuma de sus pensamientos un momento.

"Eh?, No, no es nada realmente, disculpe, creo que no le dije mi nombre, soy Kazuma Satō"

"Soy Nami Esperanza, un gusto Satō, pero ya dime qué te pasa"

"Un consejo amigo, ella siempre sabe de lo que habla" {César}

"Mamá tiene un super radar contra mentiras!"

"Bien.... la verdad es que voy a ser padre y estoy completamente aterrado"

César y Nami solo atinaron a felicitarlo un rato mientras el primero solo se reía a carcajadas.

"Ah por Eris! Jajaja! Felicidades amigo, dime, fue esa arcipreste eh? Nunca se te despegaba" {César}

"Es la chica azul de la que me contaste la otra vez?" {Nami}

"La verdad, fue Darkness la paladín de mi grupo, se fue raro, pasó algo con su familia luego empezamos a hablar y se nos pasaron las copas.... bueno, imaginarán el resto"

César atinó a darle una palmada en la espalda antes de sujetarlo por el cuello y comenzar a molestarlo un poco "Bueno chico afortunado, te entiendo pero créeme las cosas siempre pueden un a mejor"

"La verdad lo dudo, no tuve una muy buena primera impresión con su familia" {Kazuma}

"Oh, cariño, su supieras" {Nami}

"Eh?" {Kazuma}

"La primera vez que nos conocimos su familia quería mi cabeza y ella casi me mata" {César}

"Qué recuerdos, recuerdo que te dejé inconciente la primera vez que peleamos" {Nami}

"Eh.... puedo preguntar que pasó?"

"Claro, cuéntale" {Nami}

"Bueno, el primer año que estuve aquí con mi amigo tomamos una misión de recuperar cierto objetivo, el tema es que ese objeto era una reliquia de su familia y pasamos un rato antes de averiguar que nos habían tomado el pelo, ayudamos a su familia luego de casi matarnos mutuamente dimos con el tipo que causó todo y le dimos su merecido" {César}

"Luego de eso decidí dejar mi familia y cumplir mi sueño de hacer un mapa del mundo, así me fui en su grupo y por Eris era muy insistente en qué tuviéramos una cita" {Nami}

"Bueno, después de hacerme el difícil una cosa llevó a otra y nos casamos, luego fue que nació esta pequeña revoltosa" {César}

César dejó a Kazuma un momento y tomó a su hija en brazos antes de comenzar a hacerle cosquillas y en ello vio que su comida estaba lista así que fue ayudarle a la mesera que parecía en cualquier momento poder caerse.

Ahí Nami aprovechó para hablar con Kazuma "Cuando comenzamos nuestra vida juntos, la verdad también estaba aterrada del por venir, mi madre jamás fue muy comunicativa y no supe si sería una buena madre para Gwen.... pero el siempre ah estado para mí es algo empalagoso a veces y parece que no va a madurar mucho aún con los años pero siempre ah estado a mi lado, en las buenas y en las malas, se que si haces eso no tendrán que preocuparse, claro que no todo será perfecto pero mientras se amen y se digan la verdad van a salir adelante"

"Yo.... gracias señorita, la verdad aún tengo mucho miedo y nunca eh logrado mucho incluso en este mundo pero creo que ahora tengo una razón para darlo todo de verdad"

"Así se habla, y más te vale recordar una cosa"

En ello, César llegó con la orden, casi no la contaba por el volumen de comida que era pero llegó, también con el pedido de Kazuma.

"Tu esposa siempre tiene la razón"

"Mamá siempre tiene la razón"

"Intentaré recordarlo"

Tras aquello Kazuma tomó lo suyo y se despidió de la familia acordando verse pronto para segur discutiendo lo del negocio y también que las chicas fueran de compras, además terminó llevandose algo más para el camino, también se preguntaba cómo diablos su amigo comía tanto com oso fuera nada.
Tampoco se preguntó demasiado aquello y volvió a tomar camino a la mansión antes que la comida se enfriara, al menos ahora sabía que tenía un buen amigo para darle algunos consejos sobre paternidad porque el estaba más perdido que el demonio.