Único Capítulo

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

El Sol ya se había ocultado tras las montañas que daban hacia la "Aldea Carne", los caminos podían ser muy traicioneros, a menos de que uno fuera un experimentado aventurero, curtido en mil batallas, dispuesto a todo, incluso enfrentar al peor de los villanos que hubiera en el tramo, así como también contar con un equipo de valientes que te escoltaran, pero no era así para una chica de gran belleza, piel morena con una apariencia atlética, cabello rojo atado en dos largas trenzas. Vestía un uniforme de mucama con mangas cortas, largos guantes negros, una falda con una hendidura larga en su lado izquierdo, en donde se revelaban unas medias blancas hasta los muslos y de que se hallaba equipada con un Cetro negro y dorado que colgaba de su espalda.

- Jajaja, otra misión que termina siendo un éxito para mí. El Señor Ainz va a estar muy orgulloso de mi deber.- Se decía ella, enérgica, contenta y lanzando una risa que resonaba por todo el camino. 

Sin embargo, justo cuando estaba por cruzar hasta el otro extremo, desde las lindes del bosque, un sonido llamó su atención, poniéndola en estado de alerta y lista para combatir. Tal vez algún forajido que deseaba asaltarla...y que terminaría pagando las consecuencias si llegaba a enfrentarse a ella. O tal vez algún grupo de Ogros renegados, ¿quién sabe?. Lo que sí sabía era que tenía que estar atenta a todo movimiento, incluso el más mínimo de todos. 

Ladeó la cabeza, sus ojos se enfocaron en el sitio del sonido, buscando su fuente, por lo que procedió con entrar en el bosque y registrarlo hasta dar con su objetivo. Las primeras sombras comenzaron a cubrir el lugar, lo único que podía verse, además del brillo que la Luna daba desde los Cielos, era aquel color dorado que tenían los ojos de la muchacha, tan parecidos a lo de una Loba y ahora, ella se hallaba de caza. 

- Vamos, vamos, sal de donde estés. No te voy a hacer daño.- Decía la chica, mientras que registraba unas antiguas ruinas que habían por allí, pero sin rastro alguno de su presa.- Mmmm, ¿así que estás ocultándote?. Bien, entonces juguemos, "amigo".- Impuso aquella "regla" en el juego y comenzó con moverse a una gran velocidad, entrando en una fase de locura hasta que, de golpe, un gemido ahogó el silencio que se interponía entre ella y su presa.- ¿Eh? ¿Y eso?.- Se preguntó, volviendo a la "normalidad" y encontrándose con un rastro de sangre que venía desde las ruinas hasta unos arbustos.

Alzó una ceja, caminó hasta allí y al hacer a un lado la espesura, en el suelo pudo encontrar a un perro de pelaje rosa, el cual se estaba agarrando a su pequeña pata herida. Éste no la vio, por ese momento, hasta que dirigió sus ojos hacia ella y sintió miedo.

- No...¡No, por favor, no me comas, yo no hice nada!.- Pidió aquel can.

- Oh, vaya, puedes hablar. Je, tranquilo. No te haré daño.- Le tranquilizó la chica, con una sonrisa calmada, tendiéndole su mano.- Confía en mí. ¿Qué te pasó?.- Preguntó al ver la herida que ése tenía allí.

- No...No lo sé, yo...yo venía lo más tranquilo cuando unos misteriosos bandidos atacaron la granja donde vivía con mis dueños...estábamos celebrando el cumpleaños del granjero cuando vinieron esas personas y arrasaron con todo a su paso. No sé si estarán vivos. Intenté defenderlos pero me noquearon y...terminé aquí.- Relató el perro, cosa que llevó a que la pelirroja alzara la cabeza y buscara algún rastro enemigo.

- Por aquí no he visto ningún bandido, pero no importa. No puedo dejarte aquí, solo y con el frío que hace. Ven, te llevaré conmigo. Por cierto, soy Lupusregina Beta, una de las "Siete Estrellas" o "Pleiades", el "Escuadrón de Doncellas de Batalla" de la "Gran Tumba de Nazarick".- Se presentó con educación, mostrándose cariñosa ante el perro.- ¿Y tú cómo te llamas, amigo?.- Preguntó, deseando saber su nombre.

[Foto de Lupusregina Beta]

- Coraje.- Respondió, todavía con la voz quebrada ante el dolor.

- Ohh, qué precioso nombre tienes.- Dijo Lupusregina, caminando hasta él y de ahí se arrodillaba, tanteando el lugar de su herida, llevando a que el perro apretara los dientes con fuerza.- 

- ¿Es grave?.- Preguntó al no saber si estaría envenenada la hoja que le atravesó su pata.

- No hay rastros de veneno, ni tampoco de algún Hechizo. Por suerte solo es una herida normal, causada por una espada común y corriente. Pero tranquilo, puedo sanarla.- Respondió ante la interrogante y una serie de esferas comenzaron a girar en los alrededores de sus manos, concentrando un intenso color rojo hasta que, finalmente, la herida había desaparecido, siendo desinfectada y la piel estaba de vuelta a la normalidad.

- Ufff. Gracias.- Agradeció Coraje, mientras que la pelirroja lo tomaba y abrazaba con ternura.

- No tienes de qué preocuparte. Ahora, quédate aquí conmigo, te llevaré a Nazarick, en donde estarás a salvo. No querrás ver cómo el Señor Ainz Ooal Gown los hace pedazos a esos bandidos.- Le dijo ella, cruzando por esos caminos.

- ¿Y cómo es tu Rey?.- Deseó saber el perro.- ¿Es un Humano?.

- Ohh, jejeje, bueno, ya lo verás. Te lo prometo.- Le dio su palabra aquella Doncella de Batalla y, en un abrir y cerrar de ojos, llegaron al Noreste de la "Aldea Carne", en donde se alzaba una impresionante mazmorra, donde un grupo de "Death Knights" yacían montando guardia en la entrada, cosa que inquietaba al perro.

Escoltados por dos de esos Guerreros No-Muertos, tanto Lupusregina como Coraje terminaron en el Salón del Trono, en donde residía el Gobernante de aquellas tierras: Una criatura esquelética no-muerto, desprovista de piel y carne. Lucía un vestido formal de color azabache negro y adornado con bordes dorados y violetas. También se podía apreciar un Orbe rojo oscuro flotando debajo de sus costillas, que emanaba una sensación de temor. 

- Lupusregina Beta reportándose, Mi Señor Ainz Ooal Gown.- Dijo ella con respeto y una sonrisa en su rostro.

- Me alegra de que hayas vuelto de tu misión y tengo entendido que ha sido todo un éxito. Debo felicitarte por ello y recompensarte.- Le felicitó el Gobernante de Nazarick, cosa que dirigió su mirada hacia el can que iba con la "Pleiades".- Uh, ¿ese perro? ¿De dónde ha salido?.

- Oh, él es Coraje, Mi Señor: Lo encontré a 20 kilómetros de la "Aldea Carne". Su gente fue atacada por bandidos pero no tiene recuerdos de lo que ha pasado después.- Recalcó la pelirroja, cosa que llevó a que el No-Muerto llevara su mano derecha hasta su mentón, pensativo.

- Hmmm, ya veo.- Dijo Ainz, mientras que miraba al perro con esos ojos vacíos y de ahí pasaba a tomar una decisión.- "Es un ejemplar muy raro. Nunca vi un animal con ese color de pelo. Pobrecito, no me extrañaría que los bandidos hayan estado al servicio de la "Teocracia Slane".- Pensó para sus adentros aquella voz, sintiendo pena por el pobre perro, así que se aclaró la voz y miró a la "Pleiades".- Lupus.-

- ¿Sí, Mi Señor?.- Se preparó ella para obedecer las órdenes.

- Puedes quedarte con el perro. No hay problema. Más tarde me encargaré de averiguar qué pasó con esas tierras.- Respondió Ainz, dándole autorización para adoptar a Coraje, el cual abrazó con fuerza a su nueva dueña.

- ¡Gracias, Señor Ainz Ooal Gown, se lo agradezco muchísimo!.- Exclamó el peli rosado con emoción.

- No tienes por qué agradecérmelo.- Respondió el No-Muerto.- Y no te preocupes, ya me ocuparé de los que atacaron tu hogar. Dentro de poco enviaré a mis mejores Agentes para ocuparse de este asunto. Pueden retirarse.- Finalizó con ese tono serio pero tranquilo, dando por terminada la reunión.

Una vez que Lupusregina se retiró con Coraje, Ainz miró a Albedo, la Supervisora de los "Guardianes de Piso" y quien siempre estaba a su lado, como una de las más leales de todo Nazarick.

- Hizo una buena obra en darle el cuidado de ese perro a Lupusregina, Ainz-Sama. Sin embargo, ¿cómo atraparemos a esos bandidos?. Pueden estar a cientos de kilómetros de distancia o peor, haberse metido en algún territorio que responda a la "Teocracia Slane".- Felicitó la Súcubo de cabello negro al No-Muerto, pero éste alzó una mano, en señal de tranquilidad.

- No te preocupes por ello. Ya tengo asignados a los que irán allí para darles su merecido. Mientras tanto, que se reúnan todos los "Guardianes de Piso" para que celebremos una reunión sobre nuestros próximos movimientos.- Dijo con firmeza, cosa que emocionaba a Albedo oír esas palabras y aumentaban sus deseos de tener un Futuro con aquel Gobernante.-

Mientras tanto, en el "Salón de las Pleiades", Coraje había llegado junto a Lupusregina para ser presentado ante las demás "Doncellas de Batalla", quienes se acercaron para verlo y acariciar su pelaje. El can pudo ver a distintas chicas allí, entre ellas habían dos peli negra que parecían ser "gemelas", excepto porque una llevaba lentes, luego había una que tenía una especie de "máscara" humana pero su voz sonaba como la de una persona, cosa que prefirió no indagar más hondo, luego se hallaba una bella muchacha rubia y por último una chica de cabellos rojo-dorado, un parche en el ojo izquierdo, bajita, hermosa, de cara delicada. Su ojo derecho tenía un color esmeralda y una marca en la pupila, además de usar accesorios con patrones militares de camuflaje, la linda pegatina unida a su falda tenía el "1 Yen" escrito en ella portaba una bufanda junto a su arma de combate, además de que estaba abrazando a un Pingüino de pelaje azul y blanco, peinado formalmente y que llevaba una corbata de moño rojo.

[De izquierda a derecha los nombres de las "Pleiades": CZ Delta, Solution Epsilon, Yuri Alpha, Narberal Gamma, Entoma Vasilissa Zeta y Lupusregina Beta] 


- "Vaya, la mayoría son seres mágicos y monstruos, pero ninguno es malvado ni me quiere hacer daño. Incluso las amigas de Lupusregina son muy amables conmigo".- Pensó Coraje y de ahí sintió las manos de la peli roja-dorada acariciar su pelaje, notando una sonrisa en su serio rostro.

- ¿Así que se llama Coraje?. Es un buen nombre para un perro.- Dijo Yuri Alpha, la Líder de las "Pleiades".

- Sí y encima puede hablar, aunque es muy tímido, pero no importa, pienso cuidarlo y cuando hallemos a los suyos, estoy segura de que el Señor Ainz les dará su merecido a los que atacaron su hogar.- Sostuvo Lupusregina, mientras que se dirigía a su cuarto con Coraje para descansar.

Mañana iba a ser otro día de mucho trabajo y responsabilidades en Nazarick, el hogar del perro de pelaje rosado. Una vez que el resto de las "Doncellas de Batalla" se despidieron de Coraje, deseándole una feliz estadía allí, la pelirroja se acomodó en su cama y con su nuevo amigo, procedieron para irse a dormir, acurrucándose el último a su alrededor, cerca de la chica y protegido del frío

- Que descanses, Coraje.- Le deseó Lupusregina muy buenas noches.

- Lo mismo para ti, amiga. Y gracias por dejarme quedar con ustedes.- Agradeció el perro y ella le acarició las orejas, sonriéndole y de ahí ambos se quedaron dormidos bajo aquella pacífica noche.

Fin.

[Dedicado para LucasAbad0 esta historia-crossover entre el manga y anime de "OverLord" con "Coraje El Perro" y ésta será la "Llave" para futuros proyectos que tengo en mente entre estas dos series, incluyendo los otros animes "Isekai" como "The Rising of The Shield Heroe", "Konosuba", "Youjo Senki" y "Re: Zero". Pero todo a su debido tiempo, ya para el año que viene irán saliendo, así que espero que disfruten de este primer One-Shot.

Nos estamos viendo, amigos. Cuídense, mando saludos y agradecimientos para todos ustedes y les deseo un buen Martes de mi parte.].

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro