Capítulo 14

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Con un sobresalto, Blake recobra la conciencia en el sofá del club de la investigación oculta. Siente un dolor punzante y persistente en la cabeza, que le hace apretar los dientes y cerrar los ojos con fuerza. Se pregunta qué le está pasando, por qué sufre tanto. Al tocar su frente, nota que tiene algo suave y húmedo sobre ella, como una gaza blanca empapada en agua fría, probablemente para aliviar la fiebre.

Blake Valler, el sujeto de pruebas número once, abre los ojos con dificultad, y se lleva una desagradable sorpresa. Frente a él, hay una joven de cabello blanco y ojos rojos, que lo observa con una expresión indiferente, mientras muerde una paleta de chocolate con forma de gatito negro. Valler suelta un grito de espanto, y se incorpora de golpe en el sofá. Su visión se aclara, y puede ver a todo el grupo de la princesa Gremory, sentados alrededor de él con tranquilidad. El dolor de cabeza se intensifica, y le hace sentir náuseas.

—Presidenta, ha despertado. —informa Koneko con voz monótona—

—¿Qué? ... —balbucea Blake, sujetándose la cabeza con ambas manos— ¿D-dónde estoy? ¿Qué es este lugar?

—Bienvenido devuelta al mundo terrenal, Blake Valler. Estás en nuestro club, el club de la investigación oculta. —le informa Rías con una voz dulce y seductora— Has estado al borde de la muerte, por poco y no la cuentas.

—Tú otra vez... —dice Valler, reconociendo al instante ese cabello rojo carmesí que tanto detesta— Dime por qué estoy aquí... y-yo... no puedo recordar nada. ¿Qué me ha pasado? ¿Por qué he perdido la memoria?

—Estuviste a punto de morir. —repite Koneko, terminando su paleta de chocolate— La presidenta nos ordenó que te salváramos de morir. Estuviste inconsciente durante dos días.

—Yo no les pedí que me salvaran... —dice Blake, tratando de levantarse, pero el dolor le impide moverse, algo extraño, pues hacía mucho tiempo que no experimentaba el verdadero dolor— Han cometido un error. —dice el evolucionado del Redlight, con quejidos de dolor y frustración—

—No, hemos salvado tu vida. Y por eso, ahora nos debes un favor. —dice la mujer Gremory, con una mirada desafiante y una sonrisa burlona— No tienes que agradecernos, de nada.

—Les dije que no se entrometieran en mi camino. —dijo Blake, extendiendo el brazo derecho hacia esa dirección, como si quisiera alcanzar algo—

Blake sonrió ligeramente, e hizo un movimiento con el brazo, esperando invocar la espada que solía usar como arma, pero esta no vino. No ocurrió absolutamente nada. Lo intentó nuevamente, y otra vez, pero nada sucedió. Valler se miró ambas manos, intentó activar las garras que le permitían desgarrar a sus enemigos, pero tampoco funcionó. Entonces, levantó la mirada, por primera vez, estaba confundido y hasta ligeramente asustado. No entendía qué le había pasado.

—Qué... ¿¡Qué fue lo que me hicieron?! —preguntó Valler apretando los dientes, acompañado de un tono de rabia y frustración—

—Nosotros nada. —respondió Rías, con una extraña calma que denotaba la nula intimidación que Blake intentaba darle— Sólo te rescatamos de la muerte y te recostamos aquí. No te dimos ninguna clase de antibiótico ni nada que pudiera afectar a tu organismo. 

—¿¡Entonces por qué mierda no puedo invocar mis poderes?! —insistió el sujeto de pruebas once, sin creerle del todo—

—No lo sé. —dijo la princesa Gremory, encogiéndose de hombros— Nunca había visto a un humano que no pudiera invocar a su Sacred Gear. Es algo muy extraño.

—Ya te dije que no es una Sacred Gear, y no soy un humano. —replicó Blake, molesto de que se refirieran al virus como un "regalo de Dios", y más de uno en el que Valler ni siquiera creía— Soy algo diferente, algo superior.

—¿Qué es lo último que recuerdas? —preguntó Xenovia, con curiosidad— Tal vez eso nos ayude a entender lo que te sucedió.

—Recuerdo... estar peleando contra Desmond Tyler. Y-y él me... arrancó los brazos. —Valler comenzó a recordar, con dolor— Destrozó mis armas... para este punto ya debe haberlas consumido. Quizás puede hacer eso, absorber la materia orgánica y asimilarla a su cuerpo. Si lo hizo, estoy realmente, muy verdaderamente jodido...

—¿Puedes regenerarlas? —preguntó Akeno, impresionada—

—No... instantáneamente. —respondió Blake, con resignación— No es la primera vez que me ocurre, una vez un cazador me arrancó las garras. Sólo tengo que esperar unos días para que se recuperen... apenas. Es un proceso lento y doloroso.

—Hasta entonces, no tienes poderes, ¿eh? —comentó Issei, con sarcasmo—

—Conservo mi super-fuerza, agilidad, velocidad, resistencia y sentidos aumentados. —aclaró Blake, con orgullo— Sólo... no tengo mis armas. Pero eso no significa que sea débil, o mucho menos inútil.

—Ya veo. —dijo Rías, con interés— Bueno... ya que estas en deuda con nosotros, creo que me gustaría aclarar los términos y condiciones de nuestra relación.

—Yo no les debo nada. —afirmó Blake, con desdén— No necesitaba ayuda, ustedes se entrometieron. Les dije que no se entrometieran. Ustedes no son rivales para la Blackwatch.

—¿Qué? ¿Nos consideras inútiles? —preguntó Issei, ofendido—

—No, los considero un estorbo. Pero en la práctica, es lo mismo. —dijo Blake, con indiferencia— Ustedes no saben lo que es enfrentarse a una organización militar secreta, que tiene recursos ilimitados y que no se detiene ante nada ni nadie. Ustedes sólo son un grupo adolescentes de preparatoria que juegan a calabozos y dragones en la vida real. No tienen que meterse en asuntos que no los incluye.

—Eso dolió. —comenta Hyoudou, frunciendo el labio— ¿Siquiera sabes qué es, o qué significa "Calabozos y Dragones"?

—... ¿Qué motivos tenía ese hombre para intentar asesinarte? —interroga Xenovia, adoptando una postura desafiante con los brazos cruzados—

—Eso no es asunto de ustedes. —responde Blake, con un tono cortante y una expresión de ira evidente hacia todos los presentes—

—Pues bien.... —Rías se pone de pie— Si tú no estás dispuesto a cooperar, creo que tendremos que averiguarlo por nuestra cuenta.

—Claro que sí. —dice Valler, con una sonrisa burlona— Me encantaría ver cómo lo intentas.

—Escúchame bien. Esta gente, Gentek y la Blackwatch, son una amenaza no solo para tu mundo, sino también para el mío. Y es mi responsabilidad eliminar a todo aquel que ponga en peligro la existencia de los de mi especie, y te aseguro... que los reduciré a cenizas. —dice Gremory— Lamentablemente yo no tengo la capacidad de "consumir" a los científicos o soldados, así que se llevarán sus secretos a la tumba. En fin, así son las cosas, ¿verdad?

—Si por tan siquiera un sólo momento lo piensas... —dice Blake, levantándose de golpe y colocándose frente a Rías, mostrando una pequeña diferencia de altura entre ambos. Al hacer eso, todos los demás sacaron sus armas, preparados para atacar— ... está bien, está bien... —Valler alza un poco las manos, y vuelve a sentarse en el sofá— Hagan sus preguntas y yo les daré respuestas.

—¿Quién eres y qué es lo que buscas aquí en Japón? —pregunta Issei—

—Mi nombre es Blake Valler, soy un sujeto de pruebas creado por Gentek, una empresa de ciencia y genética, y diseñado por la Blackwatch, una organización gubernamental ultrasecreta, creada para el desarrollo y contención de "Armas Biológicas". Soy un evolucionado, eso significa que mi cuerpo se adaptó a un virus letal, creado por la Blackwach llamado: "Redlight". Mi ADN se transformó, es por eso tengo poderes. —explica Blake— Mi misión en Japón es consumir a cuatro científicos de gran importancia, pertenecientes a un grupo conocido como "Los Nueve". Dos de ellos ya están muertos, yo acabé con uno, y en base sus recuerdos, pude determinar la ubicación de mi siguiente. Pero no logré mi cometido, aún.

—¿Por qué quieres consumirlos? —pregunta Xenovia—

—Porque, al igual que ustedes, yo también estoy buscando respuestas. —dice Valler— Quiero comprender mi origen, quién soy y por qué me crearon. El sujeto que casi me mata, se llama Desmond Tyler, el director Gentek en todo el mundo. Y créanme cuando les digo... que Gentek y la Blackwatch solo causan más problemas que soluciones. —silencio de varios segundos— Ellos fueron los que crearon el virus que me infectó, y, además, lo modificaron, creando la cepa que infectó a la demonio renegada. Ellos quieren realizar experimentos con armas biológicas de manera clandestina, sacrificando a los ciudadanos sin ningún escrúpulo.

—Entonces eres como una especie de "justiciero". —dice Rías, con una sonrisa de lado—

—No. —dice Blake rápidamente, negando la afirmación de la princesa demoníaca— Yo no tengo el propósito, ni la intención de salvar a nadie. Sólo quiero exterminar a esa basura de este mundo de una vez y para siempre. Después de eso, les prometo que NO me volverán a ver.

—Esto es algo que te concierne personalmente, ¿verdad? —inquiere Akeno, con una voz suave y seductora—

—Ellos fueron los que me dieron vida en primer lugar, y desde que era un niño... me sometieron a una serie interminables de pruebas inhumanas. —relata Blake, con un suspiro de por medio— Ellos ejercían el control absoluto sobre mí, me infligían un dolor indescriptible y hacían lo que les placía con mi cuerpo y mi mente. Solo gracias a la intervención de otro evolucionado, pude liberarme de sus garras y huir de ese infierno. Pero solo es el primer paso de mi venganza.

—¿Existen más evolucionados como tú? —pregunta Rías, con curiosidad—

—Muy escasos. Solo somos Alex Mercer, Joel Deadman, Elizabeth Greene y yo. Pero todos ellos, exceptuándome a mí, están en Nueva York. —dice Blake, con una mirada distante—

—¿Qué te parece si hacemos un trato, Blake? —propone Rías, con una sonrisa confiada—

—Ya he oído esas palabras antes. —dice Valler, con desconfianza— No estoy interesado en hacer un trato con demonios.

—Te salvamos la vida, nos has quedado en deuda. —dice Issei, con un tono autoritario— Y deberías dirigirte a la presidenta con más respeto.

—Mira. —dice Rías, con paciencia— Tú nos ayudas a nosotros, y, a cambio, nosotros te ayudamos a ti. ¿Qué te parece? 

—Paso. —dice Blake, con un tono firme y seguro— No voy a involucrarme en una guerra religiosa de mierda. No es mi misión y no me importa si se aniquilan entre ustedes por... lo que sea que se pelean. No es asunto mío.

—Si no nos ayudas, temo que la guerra arrasará el mundo humano... y se llevará todo lo que deseas, incluyendo a tus preciadas respuestas. —dice Rías, con seriedad— Ayúdanos a evitar que esa guerra ocurra, y a cambio, te devolveremos el favor.

Blake suspiró profundamente, sumido en un mar de incertidumbre y sin claridad sobre su próximo paso. Se sentía acorralado, atrapado en un juego de fuerzas donde las opciones parecían limitadas y poco prometedoras. Después de un breve momento de reflexión, finalmente, se vio compelido a tomar una decisión.

—Está bien, como quieras. —murmura con resignación, dejando entrever su rendición ante las circunstancias que le rodean—

—Excelente. —dice la princesa demoníaca— Ahora que trabajas para mí-...

Sin embargo, antes de que Rías pueda continuar, Blake, con un destello de molestia en su mirada, interrumpe con seriedad: 

—No digas eso. —dice Blake, con la voz cargada de incomodidad, reflejando su negativa a aceptar un vínculo de sumisión— Yo NO trabajo para ti, solo... somos "Aliados Temporales".

A pesar de la protesta de Valler, Rías prosigue como si no hubiera escuchado su objeción inicial. 

—Como decía, ahora que trabajas para mí... —comienza, ignorando las palabras de Blake— Me gustaría tenerte más cerca. ¿Tienes un hogar dónde dormir? —indaga, buscando encontrar un lugar adecuado para su nuevo aliado—

—Sí, y puedo pagarlo gracias a que consumí a un multimillonario japonés. —con un tono algo sarcástico, Blake responde con un toque de ironía—

La respuesta parece no sorprender a Rías, quien asiente con satisfacción. 

—Excelente. —responde con un destello de satisfacción— Entonces, no veo que tengas problemas en ir a la Academia de Kuoh.

Ante la mención de la academia, Blake reacciona con vehemencia, levantándose de su asiento con una terrible furia que, hasta ese momento, se había esforzado por ocultar. 

—No, no no no... ni hablar. —exclama con vehemencia, rechazando rotundamente la propuesta— Ni de chiste que voy a ir a una academia, prefiero morir. ¡No hay ninguna posibilidad de que yo vaya allí, no vas a convencerme!

[...]

.Al Día siguiente - Una de la tarde.

.Academia Kuoh - Oficina del Director.

—El señor Valler posee unas referencias excelentes, que respaldan la información que usted mismo ha podido comprobar, señor director. —declaró Rías, mostrando una sonrisa triunfal. Mientras tanto, el director de la academia observaba con una mezcla de temor y respeto a un Blake Valler que mantenía una expresión impasible, sin mostrar ninguna emoción. Sin embargo, su presencia era imponente y amenazadora— El señor Valler finalizó sus estudios con antelación, gracias a su brillantez intelectual, y recibió numerosos reconocimientos en su país de origen, como uno de los deportistas y artistas marciales más destacados de su generación. Le puedo garantizar, con absoluta confianza, que él está más que capacitado para desempeñar este trabajo. Si todavía alberga alguna duda, entonces le propongo que lo someta a una evaluación de sus conocimientos. Así podrá comprobar por sí mismo si es apto para el trabajo.

—No... no hará falta, señorita Gremory. —respondió el director, inclinándose ligeramente hacia atrás, y forzando una sonrisa cordial— Joven, el puesto es suyo. Puede empezar mañana mismo. Su primer curso asignado será 2ºdo B. Si veo que sus clases tienen un impacto positivo en los alumnos, le asignaré más cursos, con la materia de "Defensa Personal". —dijo el director, juntando ambas manos sobre su pecho, en un gesto de benevolencia— Tengo grandes expectativas sobre usted, señor Valler. Si la familia Gremory, una de las más poderosas e influyentes en el país, hablan tan bien de usted, no deben estar equivocados.

—Le estoy muy agradecida por su tiempo y su disposición. —dijo Rías, mientras se ponía de pie, con una sonrisa dulce y encantadora— Me ocuparé personalmente de que el consejo estudiantil comunique la noticia a la clase correspondiente, señor director. De nuevo, muchas gracias por su atención. —la pelirroja expresó su gratitud con una reverencia, antes de salir de la oficina— ¿Nos vamos, profesor Valler? —preguntó ella, y Blake asintió con la cabeza—

Al salir de la oficina, ambos caminaron por el pasillo, sin decir nada, hasta que se alejaron lo suficiente de la puerta de la oficina. Al llegar a las escaleras, las bajaron lentamente, y casi al instante, Blake rompió el silencio helado.

—¿Profesor de "Defensa Personal"? ¿Es en serio? ¿Fue lo mejor que se te ocurrió en una noche? —preguntó Valler, negando con la cabeza, con incredulidad— No tengo ganas de enseñarles a unos adolescentes hormonados cómo pegar.

—No me eches la culpa, no ibas a encajar como estudiante. Tienes veinticinco y pareces de esa edad, eres demasiado grande como para estar cursando tu último año. —dijo Rías, con una mirada seria y tranquila, sin perder la compostura— Empezarás mañana temprano. Es una buena forma de ocupar tu tiempo en lo que regeneras tus armas. Además, ¿quién sabe? Quizás puedas aprender más tú de ellos, que ellos de ti.

—Esto no me sirve de nada para derrotar a Desmond Tyler. —dijo Blake, apretando los puños, con frustración— Esto no estaba dentro de nuestro acuerdo, Gremory.

—Es verdad, pero ahora tienes una excusa perfecta por si te ven por aquí o en mi club. Hay que cuidar las apariencias, ante todo. Sé que alguien como tú, fanático de la discreción, lo entiende perfectamente.  —dijo Gremory— Cuando lleguemos al club, tendrás tu ceremonia de iniciación.

—¿Iniciación de qué?

—Como un demonio, y una pieza más del Séquito de Rías Gremory. —dijo ella, con una sonrisa victoriosa, orgullosa de su plan—

"Dios, si existes... por favor mátame".

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro