Capítulo 7

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Blake Valler se debatía entre la moral y la ambición, mientras observaba a la monstruosa criatura que se cebaba con los humanos, ignorando a las vacas que pastaban tranquilas a pocos metros. El Sujeto de Pruebas Once, como se le conocía en el laboratorio, le devolvió la mirada con una expresión de desdén, como si lamentara la suerte de lo que antes fue un ser vivo con una historia, una familia, quizás un sueño. Pero lo que más desconcertó al muchacho de los ojos especiales, fue el ver un par de alas negras y puntiagudas que brotaban de su espalda. No eran las alas de un ángel, para nada, sino las de una bestia, hechas de carne negra y podrida, infectada por el virus que le había transformado en aquello. Las raíces de la infección se extendían por su espalda, creando un contraste macabro con su piel blanca

"Está infectada. ¿Cómo es que la infectaron?".

Se preguntó Blake en voz baja, sin apartar los ojos de la criatura. Valler activó por unos instantes la visión infectada, una habilidad que le permitía ver el mundo en tonos rojizos, resaltando las fuentes de infección. La criatura se iluminó con un color naranja intenso, indicando que su nivel de infección era muy alto. Blake desactivó la visión infectada al cabo de unos segundos, sintiendo un leve mareo.

"Si cazo a esa mujer, llamaría demasiado la atención en medio de la población, y podría perder a Gordon Smith". 

Pensó Blake, refiriéndose al objetivo principal de su misión, un científico que trabajaba en el laboratorio donde se originó el virus.

"Pero... también podría obtener un nuevo poder. Esa criatura está infectada con el virus Blacklight, seguramente logre darme algo especial".

Se dijo, sintiendo la tentación de acercarse a ella y absorber su ADN, como había hecho con otras víctimas del virus.

Blake Valler se enfrentaba a una difícil decisión, que para él duraba una eternidad, pero para el resto del mundo solo eran unos pocos segundos. Al final, Blake giró sobre sus talones, y se lanzó a correr hacia la base Charlie Dos Siete Uno, donde se hallaba Gordon Smith, uno de los cuatro integrantes de "Los Ocho", el grupo de científicos que había desatado el virus en Japón. El Sujeto de Pruebas Once se movía con una velocidad sobrehumana por los edificios, saltando de uno a otro con una facilidad que ningún humano normal podría igualar ni con el mejor entrenamiento del mundo. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, cerró los ojos y se concentró en su objetivo. Abrió los ojos de golpe, y se impulsó hacia arriba, quedándose suspendido en el aire por unos instantes, y usando su habilidad de "brío", logró deslizarse hacia la entrada de la base, justo antes de pasarla de largo. Apretó sus puños y se dejó caer en vertical hacia el suelo, ejecutando la llamada: "Carga Balística de Mercer". Antes de impactar contra el suelo, hizo un giro en el aire para aterrizar con su puño en el suelo.

El resultado fue un cráter enorme en el suelo, y un sonido ensordecedor que alertó a todos. Enseguida, todos los soldados de la base se giraron hacia la entrada. Allí, un Blake Valler avanzaba con determinación y malicia. Su mirada se clavó solo en Gordon Smith, y él supo que sería el primero en morir, o al menos, su objetivo prioritario.

—El sujeto de pruebas once... —dice el médico, retrocediendo aterrorizado, reconociendo de inmediato a la persona que tenía enfrente, y que ahora venía a por él, el monstruo que él y "Los Ocho" habían creado se volvía contra uno de sus creadores— ... ¿¡qué están esperando, imbéciles?! —grita Gordon Smith— ¡¡Mátenlo!!

—¡Abran fuego! —ruge el comandante Rogers, señalando a Blake Valler con la mano—

El comandante Rogers ordena a sus hombres que abran fuego contra Blake Valler, el Sujeto de Pruebas Número Once, que se acerca a la base con una expresión de furia y determinación. Los lanzacohetes y los tanques disparan sus misiles, todos apuntando hacia el monstruo que ha escapado del laboratorio. Pero antes de que los proyectiles puedan impactar contra él, Blake concentra su biomasa en su brazo derecho, endureciéndola y expandiéndola hasta formar una especie de escudo hecho de material vírico increíblemente sólido y resistente, que absorbe el daño de los ataques enemigos y repele las balas de los militares, llegando a matarlos por el rebote de las mismas. Los misiles no logran hacerle ni un rasguño. Entonces, Blake desactiva su escudo, para mostrarle a todo el mundo que sus ataques son ineficaces contra él.

—¿Ya acabaron? —pregunta Blake con sarcasmo—

Su mirada se vuelve la de un ser que no tiene escrúpulos para conseguir lo que quiere. Blake vuelve a concentrarse. La biomasa de sus brazos se transforma rápidamente en un órgano extensivo con cinco largas y grandes cuchillas afiladas, utilizadas para cortar y despedazar a las amenazas que se le cruzan. Aunque puede eliminar con facilidad enemigos humanos, ese poder, no es otro que el de las "garras", uno de sus primeros poderes adquiridos desde la infancia, cuando consumió por primera vez a un cazador infectado con el virus Redlight, en contra de su voluntad y por supervivencia, por supuesto.

Blake entonces, se dirige hacia uno de los varios tanques que hay en el lugar. Claro que algunos están averiados, pero Valler se ocupa de ir personalmente al que le había disparado, una vez cerca, salta y se sube encima de él. Agarra el gran cañón con sus garras y lo arranca de la base, y con un gran salto acompañado de una gran fuerza física, lo lanza contra la base del tanque, provocando una gran explosión en el proceso. 

El sujeto de pruebas número once se gira hacia el científico Gordon Smith, entonces, salta hacia él. Y cuando lo tiene lo suficientemente cerca, lo toma del cuello y lo levanta ligeramente hacia arriba.

—¡Baja al científico ahora! —grita el comandante Rogers, apuntando su pistola hacia la nuca de Blake— ¡Bájalo ahora o te mato, cabrón!

—Puedes intentarlo, pero te advierto qué; dispararme...  va a ser en vano. —dice Valler, lanzando al científico al suelo, mientras unos filamentos de material vírico salen de Blake, devorando sin compasión al científico Gordon Smith en el proceso—

.Recuerdo Adquirido: Gordon Smith.

.Primer Recuerdo: 

La noticia de la muerte de Raymond McMullen cayó como una bomba entre los científicos de Gentek. El genio que había liderado la investigación sobre el virus Blacklight se había quitado la vida de un disparo en la mandíbula, antes de que el monstruo que había creado, Alex Mercer, lo devorara por completo. Llevándose sus secretos consigo a la tumba.

"Raymond McMullen murió. Se disparó en la mandíbula para evitar que el maldito de Mercer lo consumiera".

Anunció una voz femenina, con un tono de tristeza y rabia. Su identificación, colgada del cuello, revelaba su identidad: Doctora Layla Dosson, física teórica y responsable de la seguridad de Gentek. La mejor en su terreno.

"Es una pérdida lamentable".

Respondió un hombre de cabello gris claro, con una expresión seria. Su identificación también decía su nombre: Desmond Tyler, experto en biología molecular y uno de los colaboradores más cercanos a McMullen.

"¿Qué vamos a hacer ahora?"

Preguntó otra mujer, con una voz temblorosa. Era una rubia de ojos amarillos, de aspecto joven y atractivo. Su nombre, según su identificación, era Tissania Yaroslavich, hija del jefe criminal ruso: Gustov Foma Yaroslavich. Ella había sido reclutada por Gentek, debido a sus habilidades informáticas y su capacidad para hackear cualquier sistema.

"Supongo que uno de nosotros tendrá que ocupar el puesto vacante".

Sugirió Desmond Tyler, con un deje de ambición.

"¿Y quién lo ocupará, tú?"

Pregunta Dosson, con una mirada de desconfianza.

"Reconozcámoslo; soy más inteligente. Además, McMullen me confiaba secretos personales, muchos más que a ustedes".  

Afirmó Desmond, con una sonrisa arrogante.

"Eso no es lo relevante".

Intervino un hombre, con una voz firme y autoritaria. Era Maximilien Gallagher, un médico ligeramente trastornado, que había trabajado con Desmond Tyler y Stewart Rossenberg en el desarrollo de mutantes en Grecia. Su identificación lo confirmaba.

"Lo relevante ahora es seguir con los experimentos, encontrar los resultados que Raymond McMullen buscaba. Es nuestra misión crear a la siguiente generación de personas"

Declaró Gallagher, con una mirada de determinación.

"Habla el tipo al que se le escaparon los posibles candidatos para el proyecto Kronos". 

Replicó Tissania, con una mirada molesta. Se refería al incidente en el que varios sujetos mutantes en Grecia se habían fugado del laboratorio de Gallagher, causando el caos en la base militar. Entre las mutantes que escaparon, se encontraba una chica con un asombroso control sobre la gravedad.

.Segundo Recuerdo:

La escena cambió. Ahora se veía a cinco personas reunidas en una sala de conferencias, con una pantalla gigante detrás de ellas. Una de estas personas, era Gordon Smith, un químico orgánico que había trabajado personalmente con McMullen en la síntesis del virus Blacklight, mucho antes del "Incidente en Penn Station", causado por ya saben quién.

A su lado se encontraban dos figuras masculinas y una femenina, pero desde la vista en primera persona de Gordon Smith, no se lograban ver lasidentificaciones del resto. Frente a estas personas, se encontraba el nuevo director de Gentek: Desmond Justin Tyler. Había ascendido al cargo tras la muerte de McMullen, gracias a sus contactos y su astucia.

"Entonces... debemos continuar los experimentos en Japón".

Dice Gordon Smith, con una voz nerviosa.

"Correcto".

Respondió Desmond Tyler, con una voz confiada.

"Japón es un lugar discreto. Me encargué personalmente de "convencer" a los políticos para que no abriesen la boca. Es increíble lo que un par de pastillas pueden hacerle a la gente, cambiaron de opinión bastante rápido".

Añadió, con una risa maliciosa.

"¿Y qué te dijeron?"

Preguntó una de las mujeres, con curiosidad.

"Nos dieron el acceso completo a las ciudades de: Kuoh, Osaka, Hiroshima y Kioto. Allí, podremos hacer todo lo que queramos sin restricciones. Mientras no toquemos la capital, todo estará permitido para nosotros. A decir verdad, fueron muy cooperativos".

Explicó Tyler, con satisfacción.

"Bien... entones... partiré de inmediato. Tiempo no aprovechado, viento que ha pasado".

 Dijo Gordon Smith, con decisión.

"¡Así me gusta! Esa es la actitud".

Felicitó Tyler, con entusiasmo.

.Fin de los Recuerdos.

"¡¡Hijo de perra!!".

El comandante Rogers no podía creer lo que veían sus ojos. Disparaba una y otra vez a la nuca de Blake Valler, el sujeto de pruebas número once, pero las balas no le hacían ningún efecto. El hombre parecía tener una piel a prueba de balas, o algo peor. Blake se giró lentamente hacia el militar, y le clavó una mirada asesina. Sus ojos eran de dos colores diferentes: el izquierdo era de un rojo carmesí, como la sangre, y el derecho era de un verde esmeralda, como la esperanza. Pero en esos ojos no había ni sangre ni esperanza, solo una ira extrañamente controlada.

—¿Q-qué mierda eres? —balbuceó el comandante, aterrorizado por la visión de ese monstruo—

—Te lo advertí, dispararme sería en vano. —dijo Blake, con una voz grave y amenazante— Soy el resultado de un experimento exitoso, el portador del virus Redlight, el engendro de Elizabeth Greene. —añadió, con un tono de orgullo enfermizo— Y tu peor pesadilla.

Blake cerró sus manos y las llevó hacia su pecho, como si estuviera rezando. Empezó a hacer unos quejidos de dolor, como si le costara respirar. Luego, levantó los brazos y dio un fuerte pisotón al suelo, como si fuera a desatar un gran ataque "Devastador". Pero en lugar de eso, lo que salió del suelo fue una enorme nube de humo rojo y negro, que se extendió rápidamente por todo el lugar. Era una visión apocalíptica, que nadie podía creer. El humo misterioso se introdujo en los cuerpos de los soldados de la Blackwatch, que llevaban máscaras antigás, pero que no les sirvieron de nada. El humo rojo les hizo toser sangre, y les provocó un dolor insoportable. Algunos gritaban, otros gemían, y otros, solo hacían sonidos guturales. Finalmente, quedaron completamente infectados y se transformaron en atrocidades humanas, monstruos del virus Redlight, infectados. La ola de humo rojo no salió de la base, porque la puerta había sido bloqueada justo después de que Blake entrara.

A esta habilidad se la conocía como: "Liberación del Virus Redlight", una habilidad que ni siquiera Alex Mercer poseía. La misma era capaz de infectar a todo ser vivo en un radio de cinco calles, y convertirlo en un esclavo de su voluntad. Afortunadamente para el resto del país asiático, la base estaba sellada, y el humo con el virus se quedaría ahí, durante varios meses, contenido. Valler era consciente de eso, y, aun así, decidió escapar. Destruyó una de las tantas ventanas del techo arrojándole algun objeto sólido. Luego, dio un gran salto y la atravesó, para caer en la cima de la base. Se volteó, y apoyó ambas palmas de las manos en el techo. Entonces, gracias a su biomasa vírica, logró sellar el agujero que había causado, impidiendo que el letal Redlight infectara a todo el país de Japón.

"Primer objetivo de cuatro, consumido".

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Poderes de Blake Valler: (Carga Balística de Mercer)

https://youtu.be/_zFOBxg85g8

Poderes de Blake Valler: (Escudo)

Poderes de Blake Valler: (Garras)

Movimiento Finalizador: (Tanque)

Poderes de Blake Valler: (Liberación del Virus Redlight)

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro