II

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Caminaban por las oscuras calles de la ciudad disfrutando la tranquilidad que la noche podía ofrecer, las personas pasaban a su alrededor sin embargo no se percataban de lo que ocurría entre ellos dos.

La ropa que ambos usaban dejaba ver una clara diferencia de edad aunque era mínima, el castaño iba de traje pues recién terminaba su trabajo, por otro lado el pelirrojo llevaba algo más casual, algo juvenil e incluso rebelde, común en un joven adulto como él.

Nadie sospechaba de su relación profesor-alumno, nadie ahí los conocía

-¿tienes que volver a casa temprano Chuuya? - paso su mano por alrededor de la cintura del mencionado, pasaba las yemas de sus dedos por la blanca piel debajo de su playera sonriendo ladino al sentir los escalofríos de su delgado y pequeño cuerpo

- no- el menor desvío la mirada intentando ocultar su notable sonrojo, estaba nervioso pues lo que más temia era que alguien los viera y meterse en problemas - bueno antes de las once debo regresar

- bien - saco las llaves de su gabardina para abrir el auto negro que se encontraba estacionado, mismo auto en el que había recogido al pelirrojo horas atras, abrio la puerta del copiloto siendo caballeroso y ayudarlo a entrar, sin pensarlo dos veces tomó su lugar a un lado.

No encendió el motor, el silencio los envolvio hasta que Dazai poso su diestra sobre la pierna de su acompañante acariciando esa zona con lujuria, una sonrisa llena de picardia se formó sobre su rostro pues ambos sabían lo que continuaba.

- ¿vas a besarme o no? - como si toda la vergüenza hubiera desaparecido, Nakahara se acercó al rostro del castaño para unir sus labios en un beso lento, se atrevió a romper con la distancia aún cuando su corazón latía con desesperación.

〰🔸〰

Los sonidos húmedos eran lo único que se escuchaba dentro de esas cuatro paredes, el castaño observaba con total atención al menor quien permanecía de rodillas delante suyo atendiendo su erección con su boca como todo un experto, no podía creer que esa era su primera vez practicando sexo oral.

Una fuerte presión se acentuó sobre su vientre bajo jalando sus cabellos rojizos por inercia al mismo tiempo que un pequeño jadeo escapo de su boca, era tan lascivo, el brillo en su mirada le hacían sentir deseos de lanzarlo a la cama y follarlo sin compasión

El pelirrojo aumentó el ritmo al notar que estaba cerca del orgasmo, lo último que sintió fue el fuerte agarre de su profesor para evitar que se alejara al momento de liberar su semilla blancuzca y caliente dentro de su cavidad bucal pasando por su garganta

- eres tan bueno en esto- lo ayudó a levantarse dejando que se sentará sobre sus piernas, acarició su piel desnuda con delicadeza inclinándose u depositar pequeños besos sobre su cuello

- profesor- su voz salio de forma sensual y provocativa moviendo su cadera de forma lenta - ¿esto es suficiente para obtener la calificación aprobatoria?

-Chuuya- una pequeña risilla escapo de su boca bajando sus dedos a su apretada entrada - tu ya habías aprobado- beso sus labios de forma apasionada acomodandolo bajo su cuerpo

- lo se - separó sus piernas tensando su cuerpo al sentir como un par de falanges hacían su intromisión - ahhh

Dolía, decir que tenía experiencia era mentira, esa era su primera vez, había imaginado entregar su virginidad de otra forma pero Dazai término haciéndolo caer por completo, su corazón latia solo por él aún si solo era sexo casual sin un sentimiento de por medio.

El moreno se acercó a su oído pasando su lengua sobre su lóbulo - quiero follarte sin condón Chuuya- movió sus dedos con más ímpetu buscando aquel punto sensible en su interior

- Dazai... - no estaba muy seguro de hacerlo de esa manera pero su mente estaba tan pérdida que no podía pensar con claridad - si- al final cedió, se quejó cuándo nuevamente una sensación de vacío recorrió su cuerpo volviendo la mirada a los orbes avellana del contrario.

Elevó su cadera ligeramente bajando ambas manos sobre la colcha, tela que jalo con fuerza cuando sus paredes internas fueron presionadas por la hombría del mayor, sentía que podía romperse, su espalda y piernas hormigueaban, ese dolor se sentía tan bien, hacia que el calor de su cuerpo subiera.

- estas tan estrecho- comenzo con lentas embestidas, aún no entraba por completo era evidente que su amante no podría con todo la primera vez, necesitaba que se acostumbrara antes de penetrarlo sin compasión

- da...dazai ahhh no te contengas- pequeñas lágrimas de dolor y placer recorrían sus niveas mejillas

- bien - de un rápido movimiento lo introdujo por completó, pudo observar como el pelirrojo se retorcia, su cuerpo parecía estar ya sobre estimulado y solo fue suficiente tocar su miembro para verlo dejarse llevar por el tan exquisito orgasmo.

Un fuerte gemido hizo eco dentro de la habitación, que importaba si los inquilinos de los otros cuartos escuchaban la erótica voz del menor, verlo en ese estado lo hizo perder el control.

Lo tomó por las muñecas elevandolas por arriba de su cabeza, presionaba con tanta fuerza que estas comenzaba a ponerse rojizas al mismo tiempo que llevaba las embestidas en un ritmo salvaje

- Dazai... - su voz no conseguía salir, su respiración era difícil, estaba perdido y su mente en blanco concentrándose en aquella melodía llena de lujuria que resonaba alrededor de ellos

- aghh Chuuya, me gusta como me aprietas - soltó sus manos reincorporándose y elevar las piernas del contrario sobre sus hombros para que llegue más profundo, siendo ahí cuando encontró su punto sensible

Después de eso no se detuvo, no tuvo piedad, su cadera se movía sin control y por cada minuto transcurrido se acercaba más a su límite.

Lo cambio de posición colocándolo boca abajo, de esa forma era más fácil llegar más profundo, jalo con fuerza los mechones naranjas del del orbes celestes corriendose finalmente en su interior dejando escapar un bajo gruñido sobre su hombro

Nakahara término al mismo tiempo que Dazai, su cuerpo no dejaba de temblar, estaba cansado y parecía que iba a desmayarse

- eres maravilloso Chuuya- salió de su interior observando como un líquido blancuzco bajaba por sus piernas ayudándolo a recostarse en una mejor posición - descansa un poco después te llevaré a casa

Solo recibió un asentimiento como respuesta, se acomodo a su lado rodeandolo con su brazo viendolo dormir, fue tan bueno el sexo con él que podría volverse adicto a sentirlo, mientras nadie los descubriera ¿que podía pasar?

〰🔸〰

A la mañana siguiente la campana sonó, las clases iniciaron y Osamu se dedicó a dar la explicación  sobre los temas que vendrían en el siguiente exámen, todo parecía normal, una clase aburrida como las anteriores a excepción de los discretos e incluso imperceptibles coqueteos que habían entre él y ese hermoso pelirrojo que se sentaba cerca del escritorio

- Nakahara kun, al final de la clase necesito hablar contigo sobre tu trabajo- una ligera sonrisa se formó en su rostro entregandole un folder celeste tocando su mano suavemente antes de continuar en la entrega de proyectos

Sería divertido continuar con ese juego de los amantes un tiempo más, aún quería saber hasta donde era capaz el menor de permitirle llegar pues por su parte no quería que nadie más lo tuviera, Chuuya era suyo y las marcas que quedaron sobre su piel daban cuenta de ello.

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