Capítulo 3

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Me niego.

Las semanas habían pasado entre nuevas salida de ataque, los humanos avanzaban con cada día que pasaba y los dragones perdían más y más vidas mientras las discusiones en el volcán central no llevaban a ningún acuerdo, con un suspiro molesto Thotless avanzó hacia la orilla notando emergiendo del agua a un Tritón de aletas verdes, cabello castaño y una sonrisa radiante, el joven depósito un artefacto raro sobre la piedra volcánica y simplemente dió un salto para tomar asiento.

—Ey —menciono apenado el azabache acercándose — ¿Y eso es? —pregunta curioso mientras tomaba asiento.

—Haa.... Tu nueva ala trasera —sonrie orgulloso.

Algo confundido y sorprendido el joven de escamas negras sonrie levemente sujetando aquel artefacto con asombro.

— ¿Y esto realmente funcionará?

—... Realmente no quisiera darte falsas esperanzas —Dice con total sinceridad —Lo he creado en muy poco tiempo y sin todos los artilugios necesarios, cabe la posibilidad de que funcione, pero...

Con una leve sonrisa asiente —Aun así... Vamos a intentarlo.

Poniéndose de pie las escamas comienzan a brotar de su piel, sus alas ensanchan su espalda mientras sus manos se transforman en patas y una cola negra se asoma en su cuerpo ya transformado, con una sonrisa llena de curiosidad Hiccup toma el artefacto mientras el furia nocturna se acerca lascivo dejándose colocar aquella pieza de metal.

—Posiblemente pesará, y quizá no sea fácil utilizarlo al inicio, pero quiero tener fe en que te hará volar de nuevo... —un poco triste baja su mirada —Pensar en un dragón tan poderoso como tú privado del volar es...

Los ojos verdes de la pequeña bestia se elevan curiosos hacia aquel chico de mirada triste que termina de acomodar aquello, ambos se miran y asintiendo hacia el otro se alejan un poco, el furia nocturna inspira profundo y extendiendo sus enormes alas comienza elevándose poco a poco causando la sonrisa del castaño que impresionado observa la magnificencia de un dragón de cerca.

—Tu... ¡Tú puedes Thotless!

Termina por gritar eufórico levantando un brazo, el dragón sorprendido sonríe levemente y aumenta su altitud poniendo por fin en práctica su nueva cola que...

—Ay no ¡A... Ayuda! ¡Alguien!

Los dragones de cerca rapidamente se ponen en marcha, pero es un dragón de escamas azules y cuernos amarillos quien se lanza sin temor al vuelo, el Tritón cubre su boca aterrorizado al verlos caer con brusquedad, pero no puede ir más allá de esa orilla, con una destransformacion rápida el joven azabache se aparta preocupado por su amiga.

— ¡Storm! —menciona con rapidez girando la boca arriba.

La joven sonríe por lo bajo perdiendo su transformación —Idiota —lo empuja —Estoy bien, tu pequeño cuerpo a esa altura no puede dañarme —se levanta con prisa —Entonces —empuja con su pie un artefacto de metal — ¿Esa chatarra no funcionó?

—Es que... —observa dudoso al joven de la orilla —Él lo hizo contra tiempo y sin todas las piezas necesarias, me advirtió que quizá no funcionaría...

Con algo de tristeza la joven baja la mirada y fuertemente sostiene el hombro de su compañero con una leve sonrisa —Se fuerte Thotless, ya idearemos algo.

Ella es quien se levanta primero haciéndose seguir por el joven azabache que dudoso observa al joven de la orilla mientras es jalado por su amiga, apretando la mirada el joven se agacha escapando del agarre y tomando en mano el artefacto del suelo.

—Le daré las gracias por el intentó y...

—Oye... ¿Estás bien? —pregunta inclinando la cabeza — ¿Dar las gracias? Amigo, nosotros no hacemos eso.

La duda se hace del joven —... Pero, ellos si.

Y ella solo baja la cabeza comprendiendo —Muy bien, ya casi es hora del almuerzo, los chicos consiguieron bufalo y vaca así se apresúrate a darle las gracias.

El joven asintió y sin más avanzó a la orilla con un poco de prisa, apenas sonreía tendiendo el artefacto a su dueño cuando esté lo jalo del brazo haciéndolo arrodillarse, sorprendido dejo a aquellas manos deslizarse por sus morenos brazos, bajar a sus piernas y subir a sus mejillas, la preocupación del de ojos verdes era obvia, pero esa sensación húmeda y fría se sentía... Cómoda y muy diferente a cualquier otra sensación vivida.

—No te has lastimado, que alivio —suspira sonriendo para luego apretar la mirada y tomar las cosas —Lamento que no funcionará y lamento no poder hacer otro intento... Tengo... Tengo uno, pero... No estoy muy seguro de que vaya a funcionar.

Perdido en aquellos labios levemente rosas, en aquellas pecas y esos ojos verdes cual esmeraldas entreabrio su boca sin poder decir nada causando la duda del Tritón.

— ¿Ocurre algo? —cuestiona dudoso.

—Es solo... —niega sonriendo por lo bajo — ¿Puedes contarme de tu otra idea?

—Bueno... —sonrie animado sacando su libreta.

Poco a poco el chico dragón se acomoda más a la orilla disolviendo su transformación por completo mientras escucha a aquel joven ilustrarlo lo mejor posible, pero de pronto la sonrisa de Thotless se desvanece y aquel Tritón lo nota pero antes de poder indagar a las espaldas de ambos el anuncio de un ataque los toma por sorpresa. Thotless se detiene impotente y tragando grueso toma asiento, preocupado Hiccup se sumerge hasta la cintura y sujeta la pierna del azabache.

—E.. ey... ¿No es peligroso que te quedes aquí?

—Sabes... Nunca he visto el lugar donde viven las sirenas y Tritones.

Una explosión grande llena el campo de batalla junto a diversas explosiones pequeñas, con total pánico Hiccup crea una burbuja de oxígeno y tomando su mano lo jala a la profundidad, las burbujas suben a su paso mientras a su lado puede ver aquella larga cola verde ondear con libertad, Thotless sonríe ante la piel perla del joven Tritón y solo puede tirar de su mano deteniendo su andar, Hiccup se detiene sin más quedando frente a él.

—Di me...

Con sorpresa Hiccup asiente sin saber qué ocurre, aquella mirada frente a él parece la de los marinos cuando sus compañeras los embrujan con su canto, de reojo observa a los alrededores para asegurarse de que todo está bien y de pronto las manos de aquel dragón lo sujetan por los hombros para mirarlo directamente.

— ¿Tú puedes... Hacer eso del canto de las sirenas?

— ¿Que? —cuestiona divertido y confuso — ¿De que hablas? No, claro que no puedo hacerlo, soy un Tritón después de todo, el canto de las sirenas está justo en manos de las sirenas... —se detiene pensativo y preocupado y mete las manos a la burbuja de oxígeno — ¿¡Te... Te sientes raro!? Quizá mareado ¿¡Puedes... Puedes escuchar una voz a la lejanía entonar una canción!? O... O... ¿Sientes...

El Tritón se detiene cayendo en cuenta, aún estaban muy alejados de su reino, estaban solos, no había manera de que eso estuviera ocurriendo y además de todo el chico frente a él era el príncipe de los dragones ¿Quien se atrevería a hacer algo así?

—O... Oye... —retiraba sus manos siendo retenido por aquel dragón —Tho... Thotless, oye, se que debió ser un trauma muy grande perder tu cola, pero... Bueno, no me explico porque sucede ésto, pero definitivamente no estás enamorado de mí amigo, oye, soy un macho y un Tritón sobre todo ¿Que... Que haría... —avergonzado siente unos labios secos y calientes sobre sus muñecas —Un... Un dragón como tú... Con... Con... —quedandose en silencio observa esos ojos negros decididos.

Como si entrara en un Shock la racionalidad del Tritón se desvanece en el oleaje, Thotless no cede y poco a poco acerca a su cuerpo el cuerpo de aquel Tritón, sus pieles contrarias rozándose los hacen contraerse y sorprender, la mano de Thotless descansa en aquella fina cintura mientras sin pensarlo la mano de Hiccup se sostiene de aquel hombro.

— ¡Hi... Hiccup! —termina por gritar a la lejanía.

Ambos jóvenes tragan saliva cayendo en cuenta y avergonzado es el Tritón quien se aleja primero notando la llegada de su amiga por el frente y un escuadrón en la retaguardia.

— ¡Oye, han atacado desde muy cerca! —observa al joven a su lado y solo vuelve a su líder —No los dejaremos solos ahora, los chicos y yo lo hemos decidido, queremos ayudarles.

Inquieto Hiccup los mira a todos llegar y da su consentimiento a lo que todos comienzan a avanzar, una vez todos se alejaron Hiccup trago grueso y miro a aquel dragón con mirada perdida, no podía olvídalarlo del todo la sensación de sus cuerpos juntos era tan diferente a la de solo sostener sus manos.

—Tengo que... Subir con ellos... ¿Te importa si te dejo por aquí? Amm... No tienes de que preocuparte, creare un vacío de oxígeno para que puedas estar cómodo...

El chico asintió y solo bajo sosteniendo la mano del Tritón hacia una enorme roca, el joven hizo lo dicho y aún inquieto y confundido se lanzó hacia su pueblo por sus armadura de guerra.

— ¿Que fue... Eso? — se cuestiono el azabache.

Con rápido nadar Hiccup volvió a la superficie mirando a su gente utilizar su magia para atacar, había con ellos un dragón de dos cabezas que al convertirse en humano dejaba ver a dos jóvenes peliverde que peleaban sin parar sobre la dirección del disparo.

—Astrid ¿Que ocurre? —cuestiona preocupado.

—Estos listillos que no se deciden hacia donde lanzar —lo mira —Estan llegando muchos heridos.

Hiccup observa como a las orillas algunos heridos de gravedad igual que Thotless se verían sin la habilidad de volar más, inquieto Hiccup avanza a la orilla.

— ¡Escuchen ustedes dos! ¡Sus amigos están muriendo en batalla y ustedes no paran de pelear! ¡Quiero que cierren sus boca y... ¿Cómo se llaman?

—Barf —Dice con enfado bajando la mirada.

—Belch —menciona molesta.

—Bien, tomen posición al centro donde nuestra magia no los golpeara —Barf busca a los grupos grandes de humanos a la izquierda, Belch a la derecha, no quiero que se contradigan, quiero que esos humanos dejen de matarlos y... Sean ustedes los que los maten.

Ante lo último los ánimos de los hermanos volvieron con rapidez.

—Eso me gustó —Decia dolida la chica peliazul que caía al suelo —Oye príncipe Tritón, necesito tu ayuda.

Con rapidez Hiccup señaló a la orilla de los heridos donde la joven avanzó arrodillándose y lista para ser curada de la herida no tan grave.

—Estó daña directamente a tu ala ¿Cierto?

—Si, por suerte el golpe al ala trasera de Tothless no fue en el ala importante, si hubiera dado un poco más abajo...

—No tendría un pie.

Con agua mágica el joven comenzó a curar el area del brazo mientras aquella chica miraba impresionada el control de aquel joven sobre aquellos dragones.

—Casi nadie los puede controlar —sonrie divertida.

—Solo les dije la verdad.

— ¿Donde esta Tothless? No lo he visto y la última criatura con quién lo ví...

—Dijo que quería conocer mi reino, pero... —aleja sus manos —Sinceramente se que se siente impotente.

La chica estira su brazo repetidas veces y entre un suspiro asiente sonriente.

—Gracias por estar con él, perder un ala —observa a sus compañeros —perder lo que nos hace diferentes a ellos nos puede derrumbar en segundos... Los humanos son crueles y solo buscan el bien para si mismos, y aún así —rie divertida —Ni siquiera eso pueden lograr.

Volviendo a su transformación la chica emprende vuelo dejando las costas para unirse a la guerra, Hiccup suspira y avanza junto a sus compañeros para ayudar a los más heridos.

En el fondo del mar un chico espera impaciente mirando a la superficie y tratando de evitar que aquellos sonidos lleguen a sus oídos.

—No puedes evitarlo chico, el ruido de la guerra en la superficie siempre resuena en nuestros oídos, es una cosa del mar... Es inmenso, profundo, obscuro... y en parte tortuoso...

Los ojos negros del joven suben sin más al reconocer levemente aquella gruesa vos, el padre de Hiccup está cerca de la burbuja de oxígeno mientras mira hacia la superficie.

— ¿Sabe cómo van las cosas arriba? Hiccup subió hace un rato y... —cuestiona con algo de preocupación.

El ex rey baja la mirada algo confundido y observa al chico dentro de la burbuja, sonriendo por lo bajo el gran hombre avanza alrededor mientras los estruendos y las voces entran distorsionados en el agua.

—Quiza Hiccup parezca débil, pero es inteligente y sabe defenderse, sabe llevar a toda mi gente mucho mejor de lo que pensé lo haría.... Di me —se detiene mirándolo en alto —El prototipo de mi hijo no funcionó ¿Que piensas hacer ahora? Nos iremos en tres días y quizá no volvamos a vernos... Un dragón sin un ala... ¿Que harás?

La duda se notó en su cara baja, pero su mirada profunda solo subió sin miedo — ¿Porqué Hiccup no lo sabe?

— ¿Qué?

—El hecho de que no solo nosotros podemos convertirnos en humanos, ustedes también pueden hacerlo... No solo Hiccup —se levanta sobre la roca —Ninguno de ellos parece saberlo ¿Porqué les ha ocultado que todos somos como ellos?

—Porque no somos como ellos, me niego a aceptar que somos como ellos, somos mejores, más conscientes y apreciamos lo que esta tierra nos da, no somos solo destrucción e irá como son ellos... Me niego a dejarlo irse.

— ¿Irse? —cuestiona preocupado.

—Tu lo has visto, ese artefacto que creo para tí es humano... Hiccup solo sigue aquí porque desconoce que puede volverse como ellos, no quiero verlo irse —le da la espalda —mucho menos cambiar, él está tan interesado en ellos...

—No creo que tanto como para abandonarnos... Él es inteligente y bondadoso —sonrie —Hiccup de hecho, pienso que él intentaría hacerlos cambiar de atacarnos, podría... Realmente podría llegar a ser nuestro salvador.

— ¿Con gente que no escucha? —menciona con desprecio —Arriesgarse a ir allá afuera y quizá... Ponernos a todos en riesgo...

—Su hijo no es para nada idiota, apostaría mis alas a que lo lograría sin problemas.

Con sorpresa la mirada del hombre regresa al joven que seguro de sus palabras lo mirá, el silencio se hace del lugar y de pronto los retumbantes se detienen, el silencio se hace por igual en la superficie hasta que un joven castaño nada con prisa hacia ellos, la sangre adorna sus manos y mejillas, pero aún así aquel chico sonríe con entusiasmo.

— ¡Ey, logramos derrotarlos!

Sin más se arroja dentro de aquella burbuja de oxígeno abrazando al joven dentro de ella, Thotless con sorpresa lo sujeta lo mejor posible con su mayor esfuerzo.

—Hiccup... Eres... Pesado...

La sorpresa se hace del joven que se aleja rápidamente cayendo a la arena húmeda del suelo.

—Lo siento, olvide que no estás... En el agua, peso mucho menos en el agua —sonrie por lo bajo —No fueron bajas en si, pero... Algunos de tu gente resultaron heridos en batalla —con seriedad crea la burbuja de oxígeno solo para el azabache —Los humanos utilizan esas bolas de hierro mucho más que antes, hicimos lo mejor posible por curar a los heridos, pero sabes cómo es curar un ala.

Un tanto decidido el joven da un asentimiento —Gracias por ir a apoyarlos, bueno, fue demasiado de ocultarse por hoy ¿Podrías ayudarme a subir? Necesito ver a mis amigos.

El castaño sonríe y mirando a su padre baja de momento la cabeza mientras comienzan a subir tomados de la mano, al casi llegar de la superficie ambos pueden notar como tritones y sirenas llevan consigo a los dragones heridos hasta las aguas curativas de los volcanes.

—Sigo negando me a la idea de que se vayan Hiccup, quizá mi padre no haya accedido aún, pero por favor dame más tiempo, ustedes —la burbuja de oxígeno se rompe apenas salen a la superficie —Son nuestra base en este momento.

Observando las orillas de los volcanes donde los heridos se mantienen entre quejares Thotless suspira tomando ambas manos del joven frente a él.

—Mi gente no puede sola, y tú y yo sabemos que aparte de las hadas y los unicornios que ya se han extinguido en su totalidad, ustedes son los únicos otros con la fuerza y magia para ayudarnos aunque sea un poco.

—Se que es así... Pero al igual que cada especie estamos limitados a las costas... ¿Cómo si quiera podríamos ayudarlos fuera de esta orilla Thotless? Somos inútiles fuera de aquí.

—Sabes que no lo son Hiccup, son fuertes, y tienen la magia necesaria para poder hacer frente a nuestro lado, son capaces de sobrevivir en agua dulce...

—Oye, lo digo enserio —sujeta su hombro —Lo mejor es irnos, les quitamos tiempo al estar bajo su cuidado, tienen que cerciorarse de que estemos seguros y eso no les ayuda en nada, tampoco podemos curar....

Sujetando su mejilla lo hace subir la mirada —Detente, no te menosprecies, ni a tu especie... Las sirenas de agua dulce no fueron débiles, pero eran menos en cantidad... Se que ese es tu terror, el de toda tu gente, pero esas sirenas no se andaban con rodeamos amigo, eran fuertes, y aunque pacifistas —Dice sin tanto orgullo —Supieron luchar cuando se vieron acorraladas, y se mantuvieron solas por semanas, sabían que si nosotros acudíamos ganarían, pero aún así no se dignaron a pedir nuestra ayuda, eran... Cómo mi especie, pero yo te estoy pidiendo tu ayuda justo ahora Hiccup, ayúdame a hacerles frente, ayúdame a mantener mi hogar por un poco más de tiempo.

El azabache dudo y bajo la mirada buscando una respuesta — ¿Sabes cómo fue la lucha de ellos?

—Si, mi padre me lo contó todo, de hecho... Intentamos ayudarlos, pero al vernos en escena nos atacaron rechazando nuestra ayuda, se creían mucho.

—Al igual que los dragones —sonrie con calma —Te doy una semana entera para hablarlo con tu padre, pero si la respuesta de él no cambia... Huiremos a las profundidades.

Con el asentimiento el joven azabache salió del agua en dirección hacia sus amigos dragones mientras aquel castaño miraba con tristeza a los heridos de gravedad.

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