Capitulo 38: No hay tiempo...

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Another_Idiosincrasy

Aquí Naruto está pensando totalmente con la cabeza de abajo. No hay punto de comparación, Naruto nunca mató a nadie y le odiaban por poseer el Zorro demonio que atacó la aldea. Pero Katara odia a Azula (y a la nación del Fuego en general) porque han estado CIEN AÑOS genocidiando cientos de personas y destruyendo el mundo. La madre de Katara murió por eso, Naruto mismo estaba por morir varias veces por Azula. Aquí no hay odio injustificado, Azula ha matado, disfrutó matar, no se arrepiente (hemos visto que ha cambiado su comportamiento pero no se arrepiente de ninguna de las muertes que ha provocado)

En lo que a mí respeta, Naruto está actuando como un verdadero imbécil usando puyas emocionales para que Katara se sienta mal y vaya ganando la discusión él.

Señor, déjeme estrechar su mano, porque cada palabra es la pura verdad.

El mejor comentario del capítulo pasado.

Ahora…

¡Disfruten del capítulo!

Disculpen los errores ortográficos.

"hablar" personaje hablando.

"Hablar" personaje pensando.

"Hablar" nombres de las técnicas.

(Hablar) palabras del autor o aclaraciones.

############ Cambio de escenario o lugar.

Capitulo 38: No hay tiempo…

Naruto ajusto los brazaletes blindados que cubrían sus muñecas y ante brazos, que eran parte de su uniforme de batalla, dado por los Dai Li.

Que consistía en una yukata verde blindada, atada por un cinturón oscuro, alrededor de sus pantalones que tenía varias placas de metal, incluso tuvo que cambiar sus sandalias, por unas pesadas botas de punta de acero.

Era un gran cambio de imagen, pero al menos, aún mantenía el protector de su frente, con el símbolo de la hoja en su frente.

Ni bien alcanzo a vestirse, fue escoltado por dos de los agentes Dai Li, no pudo evitar mirar a todos los soldados, que estaban siendo reunidos cerca de las murallas.

Cuando al fin había llegado hasta la muralla, subieron hasta la cima del punto más alto de las grandes murallas de Ba sing se.

Y cuando llegó, su cuerpo se congelo ante lo que vio.

Miles.

No, cientos de miles de soldados que cubrían todo el horizonte.

Cientos de diferentes máquinas metálicas e incluso algunos globos aerostáticos.

Todos ellos tenían la insignia de la nación del fuego.

"Ya empezamos a llamar a todos los soldados de nuestras tierras" informo el Dai Li que apunto a todos los hombres detrás de las paredes y varios mas por encima, y otros más por venir, "En los túneles subterráneo tenemos cientos de los maestros tierra, más fuertes de nuestras filas, cuando usted lo diga, el ataque empezara"

"¿Mi señal?" pregunto incrédulo Naruto que se dio cuenta, que varios de los generales y Dai Li estaba a su alrededor, mirándolo fijamente.

"El Rey tierra le dejo a disposición toda nuestra fuerza militar…" dijo con sequedad el maestro tierra que siguió mirando a su líder, sin duda en sus ojos, la palabra de su rey lo era todo, para los Dai Lo.

"Pero…"

"Lord Uzumaki usted es el más fuerte aquí, y por sus acciones contadas en todos los continentes, confiamos en que hará lo correcto"

"…"

Naruto guardo silencio varios segundos, procesando lo que escucho.

¿Esto se sentía estar a la cabeza como un líder?

¿Esto era lo que sentiría cuando llegue a ser Hokage?

Tener a tantas personas que confiaban ciegamente en el, esperando que tome las decisiones correctas.

"En momentos como este desearía que estuvieras aquí" pensó el adolescente.

Shikamaru sabría que decir o que hacer, era el sujeto más inteligente y tenía más madera que líder que el.

"¡Naruto!"

El tiempo para pensar que redujo a cero, cuando todo el ejército de soldados de la nación del fuego se dividió, dejando pasar a una solo persona.

Shòukǔ.

El guerrero definitivo hizo acto de presencia, con una sonrisa grande y peligrosa, sacudiendo el suelo por cada una de sus pisadas, todos los soldados, se apartaron lo más que pudieron de su camino.

Todo sea para evitar siquiera el contacto visual, con el hombre más peligroso del planeta.

"¡NARUTO!"

Shòukǔ grito con fuerza el nombre de su rival, con la suficiente fuerza, como para que todos los soldados de ambos bandos lo escucharán.

Naruto frunció el ceño, era más que obvio que lo estaba llamando, para terminar la pelea pendiente entre ellos.

"¡NARUTO!"

Los gritos del guerrero definitivo, eran cada vez más potentes, haciendo que el shinobi se tensara, y mirara sobre su hombro, a todos esos soldados que esperaban sus órdenes.

Con un largo suspiro, Naruto dio la señal para que todos los soldados lo siguieran, no hacía el frente de la batalla, sino que retrocedieran con el detrás del muro.

En cuanto al otro lado del muro, todo el ejército de la nación del fuego se mantuvo quieto, esperando impacientes por la señal de su nuevo general.

Que se mantuvo como una estatua de piedra, durante largos minutos, como si la espera no le importaba, porque al final estaban obligados a salir a pelear.

Dentro o fuera de las murallas.

No había un futuro o escena dónde la pelea, se pueda evitar.

Shòukǔ espero pacientemente unos treinta minutos de inactividad, sus ojos se entrecerraron al ver una explosión de humo en la cima de los muros de Ba sing se.

Todos fueron testigos de una silueta en la cima de las murallas, que ascendió alto de un salto y empezar a descender, con un remolino de viento que amortiguo su caída y levanto una gran nube de polvo.

Ante el gran ejército, Naruto los hizo frente con una mirada de determinación, sosteniendo en sus manos, su bastón, que lo ganó con esfuerzo, dolor y sangre.

Flash back:

El dolor era agobiante.

Pero la recompensa lo valía.

Aang casi le rogo que baje el ritmo y tome las cosas con más calma, que no debía de forzarse hasta el punto de cada noche, casi caer en coma.

Pero no pararía, nunca dejaría de dar siempre su máximo esfuerzo, siempre sobrepasando sus límites.

Aún si ponía su vida en juego.

La técnica del Kage Bunshin fue una creada exclusivamente, para combates breves e infiltraciones en que el usuario de la técnica, no deba de poner su vida en riesgo.

Usando solo UN clon a la vez.

Sin embargó, aparte de sus dos características principales, había una tercera que hizo que la técnica sea… incomparable.

Experiencia.

Usarlos para aprender a un ritmo acelerado y variados, que te da la perspectiva de varios puntos de vista, tantas mentes enfocadas solo en aprender.

Era algo… aterrador.

Un usuario podría alcanzar un poder que solo podría llamarse divino, estar en todos lados y saber todo lo que suceder en todas partes que haya un clon, que al desaparecer le de información a su usuario original y sus demás copias.

Omnipotencia.

Obviamente tal poder, no podría ser soportado por un simple mortal, su mente simplemente no podría soportar la retroalimentación constante de información.

Al menos eso fue lo que alguna vez pensó Tobirama, el creador de la técnica, que sabía que la única forma en que está técnica prohibida sea explotada, sacando todo su potencial.

Era un usuario, que pudiera sanar tan rápido como se destruía.

Uzumaki Naruto era ese usuario, como si hubiera nacido para poseer esa técnica y usarla.

Ser Uzumaki.

Ser un jinchiruki.

Tener una voluntad inquebrantable.

Seis horas al día.

Quinientos clones.

Quince horas de descanso, en que su cuerpo caí en un estado de casi coma, en que el Biju en su interior curaba su mente y aliviaba la tensión en sus neuronas.

Treinta días.

Seis horas.

Quinientos clones.

Treinta días.

3.000 horas al día.

Treinta días.

90.000 horas en treinta días.

Más de… 10 años de entrenamiento compactado en treinta días.

En un templo iluminado por velas, Aang estaba de pie ante una estatua de piedra de un bisonte volador.

A los pies de las escaleras, estaba Naruto.

Con grandes marcas negras debajo de sus ojos, pálido y respirando con pesadez, toda la presión mental le estaba pasando factura a su cuerpo.

De rodillas, el chico ninja se levantó al sentir un toque sobre su hombro.

El último maestro aire, le tendió uno de los últimos bastones del templo, de los pocos que habían sobrevivido al genocidio de los nómades aire.

"Yo Aang, último maestro aire del templo aire del Sur, te nombró maestro aire… aún si no has dominado las 36 técnicas de aire control, eres digno de tu título como maestro aire, ante los ojos de mi gente"

"Es un honor… gracias…"

Naruto tomo con el máximo cuidado el bastón, acariciando la vieja madera entre sus dedos, se puso de pie.

Los dos adolescentes se miraron un largo tiempo, hasta que Aang guío a Naruto, hacia un hoyo que estaba en el centro del templo.

Una larga ciada, hacía una muerte segura en el oscuro valle.

Apretando el bastón en sus manos, el Uzumaki camino hacia ese hoyo, y sin pensarlo dos veces, solo se dejó caer.

Desplegando su bastón antes que tocara fondo, el se elevó a los cielos, en un estallido de velocidad y un remolino de viento que lo envolvía.

Decirle maestro aire sería una mentira, el no controlaba el aire.

El lo creaba y usaría para elevarse hasta las nubes.

Fin de flash back:

Naruto golpeo sus pies contra el suelo al aterrizar con suavidad en el suelo, girando el bastón en sus manos hizo que las aletas naranjas se retraigan al bastón, y dando un último golpe de su bastón contra el suelo, hizo que la densa capa de polvo levantada por el mismo, se dispersara.

Obviamente, las reacciones de los soldados, no se hicieron esperar.

"¡El pilar Naranja es un maestro aire!"

"¡Eso es imposible! ¡El último maestro aire es el Avatar!"

"¡Es brujería!"

Shòukǔ ignoro la ignorancia de los soldados, y empezó a caminar hacia adelante, algo que fue imitado por el Uzumaki, que camino hacia su oponente, cerrando la distancia entre ellos dos.

Fueron largos minutos de un incómodo y tenso silencio, hasta que ambos quedaron cara a cara, a solo unos pocos pasos de distancia entre ellos.

"Gracias por esperar" agradeció con sinceridad el chico ninja.

"¿Haría la diferencia?" se burló el guerrero definitivo, por el agradecimiento del niño.

"Una grande"

Sonriendo ante la mirada del adolescente, "¿Nuevos trucos?" pregunto curioso mirando detalladamente el bastón del mocoso, era más que un bastón Bo.

"Es un regalo de un amigo" respondió con calma el chico, que no pudo evitar sentir dudas al ver la expresión del guerrero, no parecía sorprendido.

"Una gran forma de enfocar el chakra futón de tu sistema de puntos"

"¿Qué tanto sabes?" Naruto ya no tenía dudas, el hombre ante el, sabía más de lo que aparentaba.

"Se que no eres un maestro aire"

El chico no era un maestro aire.

No.

Los maestros aire eran conocidos por la manipulación del aire, la más pequeña corriente de aire, ellos podrían moldearla a su gusto y volverla un viento que arrasaría con un bosque.

Lo que el mocoso hacia era crear viento, crearlo desde cero a partir de su cuerpo, y usarla a su antojo.

Como si fuera la encarnación misma de un huracán.

"¿Vienes de las naciones elementales?"

Esa era una pregunta que Naruto quería una respuesta a como de lugar, no le importaba que tan lejos tendría que llegar para hacerlo.

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Al otro lado de Ba sing ser, ambos hermanos se habían quedado petrificados ante la llegada inesperada de su Tía, que estaba apoyado en el marco de la puerta, vistiendo las ropas típicas que un refugiado usaría.

"…" Los ojos de Azula se estrecharon con rabia, al ver en la mano derecha de la general la navaja, que le habían regalado anoche.

"Lindo regalo…" Sui notó la mirada de su sobrina, su sonrisa creció al verla enojada por jugar con la navaja, "Pero no tanto como ese" murmuró apuntando su navaja hacia abajo.

La princesa bajo su manga, cubriendo el brazalete e iluminó sus manos con fuego, algo que fue imitado por Zuko, sin su tío aquí, los dos tendrían que arreglárselas como pudieran, sin saber, si había más soldados acompañando a la general.

Que clavó la navaja contra la pared y camino hasta una silla, para tomarla, sentarse en ella y servirse a si una taza de té.

"No tienen idea de cuánto odio el té" Dijo con repudio mirando la taza, que tuvo que beber con resignación.

"…"

"Pero necesito cualquier cosa para sacarme el mal sabor de boca, de tener que pasas 48 horas rodeado de campesinos sucios y demacrados" sirviéndose otra taza, la bebió, y por su rostro se estaba conteniendo, para no escupirlo, "No se cómo ese patético anciano, puede beber esto siempre" de forma brusca la maestra fuego arrojó la tetera contra el suelo, rompiéndola en pedazos a los pies de ambos hermanos.

"¡¿Qué estás haciendo aquí?!" Azula no podía soportarlo más, quería quemarla y reducirla a cenizas.

"Ba sing se caerá" dejando caer la taza de té de sus manos, la general cruzo sus piernas y miro fijamente a sus dos sobrinos, "Y cuando eso suceda, cuando hayamos matado a todos los maestros tierra y dejar una buena cantidad de civiles para mano de obra, ustedes serán encerrados con ellos… ¿Creen que ellos lo tratarán igual cuando sepan quienes son?"

"…"

"Eh escuchado de una joven que peleo y defendió a los refugiados, fue un salvavidas y líder para ellos, que pudieron llegar a salvó hasta aquí, seguro te ganaste su respeto y cariño, pero… ¿Crees que eso importe cuando te encierre en mismo lugar que ellos Azula? Las personas pueden tener giros tan bruscos…"

"…" Los dos adolescentes se sintieron enfermos por la mirada divertida y oscura de su tía.

"Ustedes fueron soldados, son maestros fuego, no hace falta decir que nos harían ellos, si estuviéramos indefensos, y no los culpó, después de todo lo que hemos hecho"

"…"

"Veamos" frotando su barbilla divertida, Siu le dio una sonrisa juguetona a su sobrina, "¿No fuiste tú? La que, a sus 12 años, quemo la siembra y casas de una pequeña aldea, del que varios lugareños quedaron atrapados, si, recuerdo eso"

"Padre me lo ordeno, solo seguía órdenes"

"Oh vamos cariño, no entremos en el juego de 'Seguí órdenes', tú lo hiciste y lo disfrutaste, como disfrutaste matando a no solo los soldados de la nación enemiga, sino también la tuya… Por eso eres mi favorita"

"¡Cállate!"

"Eres tan estúpida Azula, ¿En verdad crees que personas como nosotras tenemos redención? ¿Luego de todo lo que hicimos? Mi niña… lo que nosotras hicimos, nos dan un lugar especial en el infierno"

"¡Dije que te calles!" Azula no quería escuchar más y disparo una gran llamarada de fuego, que fue cancelada por el propio fuego dorado de su tía, que siguió sentada en la silla.

"Te eh estado espiando a la distancia, ¿No es tierno? Verte jugar con ese mocoso tonto, salir con el, jugar, comer, hablar de sus sentimientos, casi me diabetes de solo verlo… pero"

"…" los ojos de Azula, ganaron un brillo oscuro por la sonrisa que tú tía había embozo.

"No lo negare, es lindo, sería una linda mascota, que vivirá debajo de mi, haciendo todo lo que yo quiera, cortar el césped, lavar mi ropa interior, aterrizar una aldea, follarmelo cuando quiera… ¿No es lo que tú querías hacer también?"

"…"

"Hmmm… supongo que todo esté viaje de redención, en verdad te afectó, casi me creo que cambiaste, que vivirías entre estás personas, fingiendo ser algo que no eres, cuando las dos sabemos que pasará"

"…"

"Cuando Ba sing se caiga, ustedes serán acusados de traición, y yo misma me asegurare de encerrarlos en la celda más sucia y helada que haya, pero no estarán solos, o no, tendrán compañía, mucha compañía"

"…" ambos hermanos miraron con repudió, la sonrisa 'divertida' de su tía.

"Ustedes serán encerrados con los sobrevivientes, y les haré saber quiénes son ustedes, y bueno…" la sonrisa de la general creció, ante la oscura idea que se le ocurrió, "Ellos los romperán, a ti te golpearan y harán cosas que jamás harán que no puedas mirarte al espejo Zuko, y ti Azula, ya puedo imaginar esa pequeña boquita tuya, gritando piedad cuando te rompan los brazos y piernas, sólo para que no puedas defenderte cuando todos ellos te violen una y otra vez, solo cuando pasen las días y semanas, de increíble dolor, cuando rueguen para que los maten… yo seré quien los saque de ahí, y acabe con sus patéticas vidas…"

Azula tuvo que usar toda su fuerza de voluntad, para mantener una máscara fría en su rostro, aunque por dentro sentía que estaba de rodillas vaciando, el contenido de su estómago en el suelo.

Zuko no estaba mejor, también estaba cerca de colapsar, la expresión oscura y sucia de su Tía era una garantía de que ella cumpliría su palabra, y lo que dijo solo sería una pequeña parte de todo el mal que les esperaba.

El príncipe bajo la mirada, el ver la mirada de su hermana menor, los dos hermanos estaban condenados.

"…" Azula lentamente elevó su cabeza, "Si eso es lo que nos espera…" el fuego en las manos de la chica brilló, con más fuerza de lo que nunca lo hicieron, haciendo que la temperatura se disparará dentro de la habitación, "¡Al menos nos daremos el gusto de matarte!"

Zuko tomo la mesa y la giro, tomando sus espadas gemelas que estaban bajo la mesa, las uso para lanzarlas contra su tía, que no pudo reaccionar cuando las espadas atravesaron las hombreras de su ropa y la termino atrapando contra la pared.

Ella no tuvo oportunidad de defenderse, cuando recibió una dura patada en su estómago por su sobrina, que estaba por quemarla viva.

Sus llamas amarillas se vieron abrumadas por las azules, Azula estaba lista para reducir la cabeza de su tía a solo un muñón carbonizado.

"Se la verdad de tu madre…"

Las llamas azules apenas alcanzaron a quemar levemente la mejilla de Siu, que aún mantenía su sonrisa juguetona y burlona, viendo como los dos adolescentes bajaron su guardia, inmóviles dónde estaban.

"¡Mientes!" Azula recobro el sentido y volvió a encender su puño en llamas, apuntando al rostro de su tía.

"Yo puede ser muchas cosas, pero sabes muy bien que nunca fui conocida por ser una mentirosa, porque se que la verdad duela más que mentira" con calma ella tomo la muñeca de su sobrina y la bajo.

"¿Qué sabes de nuestra madre?" pregunto está vez Zuko, que era el más sensible ante la mención de su madre.

"Lo sé todo…" la general quitó las espadas que la inmovilizada contra la pared y las arrojó al suelo.

"¡Entonces habla!" Azula no tenía ni la paciencia ni el humor para jugar los juegos de la hermana de su madre.

"Ella está viva"

Esa fue una revelación que hizo que ambos hermanos se sintieran, como un tren los hubiera atropellado, estaban en shock.

"Pero, padre dijo-"

"¿En verdad le tomarás la palabra a ese bastardo? Creí que eres más inteligente Zuko"

"…" Azula estaba atrapado en sus pensamientos, con la mirada baja, "¿Qué quieres?"

"A cambio de la información, quiero algo simple… lealtad"

"…"

"¿No lo entienden? Les estoy ofreciendo todo lo que perdieron, la muerte del Avatar y el pilar Naranja será la victoria más grande y la única que en verdad importa, háganlo y recuperarán su honor, sus títulos, su derecho al trono… incluso la verdad de su madre, quiero que me digan aquí y ahora, el que harán"

Ambos hermanos se miraron mutuamente algunos segundos, para luego volver a mirar a su tía.

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Iroh bajo su taza de té favorita, cuando una larga fisura casi la partió a la mitad.

Tenía un mal presentimiento.

El anciano dio un largo suspiro, le caía bien el aire fresco, aunque miraba curioso como muchas personas en la calle parecían movilizarse, pero entre esas personas había una que conocía.

"Oye, te conozco"

"…" Toph se detuvo al pasar enfrente de la tienda de té en el centro de la ciudad, era el camino más corto a la salida norte de la ciudad, "Eres tú…" murmuró con un tono de irá contenida que se podía sentir a kilómetros.

"Si, soy yo" Pero, el dragón del oeste ignoro la expresión de odio de la niña, y mantuvo esa sonrisa pacifica que lo caracterizaba, "¿Qué honda? O era… ¿Qué tal? La verdad aún me cuesta recordar las palabras que los niños usan, pero oye, al menos lo intento"

La expresión de Toph era de piedra, con sus pies hundiéndose en el suelo, y sus puños volviéndose blancos por la fuerza de presión.

Quería atacarlo.

"…" dando un largo suspiro negó con la cabeza, los latidos tranquilos y voz pacifica del anciano, hizo que se calmara.

El no es como ella.

Al menos, eso quería pensar.

Viendo la expresión de conflicto en el rostro de la niña, Iroh se acercó a ella y puso una mano en su hombro, pudo sentir como se tensaba, la pobre niña parecía muy estresada.

"Pareces ser alguien, que necesita una taza de té, la tienda aún está cerrada, pero podemos abrir antes por ti, ¿Qué te parece?"

"¿Te estás burlando de mí?" pregunto con furia, quitando la mano del anciano de su hombro de un manotazo, pensando que el le estaba tomando el pelo.

"No, pareces alguien que está muy enojada y a punto de cometer un error, ¿Por qué no das armonía a tu corazón con una buena taza de té y un anciano que tiene mucho tiempo para escuchar?"

"…"

"…"

"¿Tienes galletas?"

Con una sonrisa Iroh le dio una suave palmada en la espalda de la niña, y la guío a su tienda.

Su primera clienta en 'El dragón del oeste'.

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"¿Vienes de las naciones elementales?"

"¿Te gustaría saberlo?" Con una sonrisa burlona el gigante marcado ladeo la cabeza, "Puedo darte las respuestas que quieres, a cambió de que cumplas una cosa… mantente fuera de mi camino"

"Eso no va a pasar" apretando el agarre en el bastón, el Uzumaki se mantuvo firme y más que listo para pelear.

"¿Por qué haces esto?"

"…" Esa pregunta hizo que el Uzumaki se detuviera.

"¿Por qué pelear por personas que ni siquiera conoces?" pregunto con curiosidad por la tenacidad del shinobi.

Desde que salió de su guarida solo escuchaba alabanzas del niño caído de los cielos que les dio esperanza a las personas, de que por fin tendrían el salvador por el que tanto aclamaron.

Era casi gracioso, los desesperados, que podían estar las personas.

"Porque es lo correcto" respondió con calma Naruto, con una respuesta simple y estúpida ante los ojos de Shòukǔ, "¿Y tú? ¿Por qué quieres matar a todas estas personas?"

"Porque es lo correcto" sin perder su sonrisa, acarició con cuidado el collar que colgaba de su cuello, "Todo lo que quiero es un mundo en paz y prosperidad"

"¿Uniéndote a la nación del fuego?"

"No me compares con esas basuras, yo veo más allá del poder militar y terrenal que tanto desea el estúpido de Ozai, solo digamos que ellos facilitan mi trabajo" el brillo en sus ojos, en esas últimas palabras hizo que Naruto apretara los dientes.

"¿Trabajo?"

"Hace cien años, por cada veinte habitantes había un maestro elemental, ese número ahora se vio desplomado con la extinción de los nómades aire, lo mismo paso con las tribus del agua, ¿Qué no la pequeña perra que te acompaña no era la última maestra agua del polo Sur?"

Naruto apretó los dientes por la forma de hablar a su amiga, pero mantuvo la cabeza fría, al menos por ahora.

"Todo este daño colateral, también a afectado la nación del fuego y el reino tierra, sus números de 20 a 1 de maestros, ha bajado a solo un puñado de 1 a 1000, los números están a mi favor"

"¿Números?"

La sola sonrisa del guerrero y la forma en que disfrutaba el contar la muerte de miles, de millones de personas en todos estos años, hizo que la sangre de Naruto hirviera,

"¿Todo esto son solo números para ti?"

"No" negando con la cabeza, su sonrisa creció por la expresión de furia del mocoso, "Es una alegría que tú jamás entenderás, cuando esta guerra termine, ya no nos tendremos que preocupar por la próxima, porque yo les pondré fin a todos los dobladores del planeta" sus dedos dejaron de acariciar el collar de su cuello, para mirarlo una última vez y volver a mirar al adolescente.

"¿Ponerles fin? ¿es una broma?"

"¿No suena maravilloso? Un nuevo mundo sin personas que abusen de dones que jamás debieron de poseer, se terminaron las guerras por la Supremacía de uno sobre la otro, al final del día todos solo seremos humanos en un mundo purificado"

"Estas loco…"

"Tal vez… o solo es el mundo el que está loco…"

"¡¿Ese es tu plan?! ¡¿Acabar con todos?!"

"Si, así de simple"

"El quitar del mapa a los dobladores, no eran las cosas diferentes"

"Tienes razón, al final del día los humanos son peligrosos y estúpidos aún sin poderes, no me sorprendería que el conflicto aún siga con la desaparición de los maestros elementales, pero al menos serán mucha más equilibradas que ahora, pero no importa, por qué yo estaré ahí"

"¿Y vas a matar a quien perturbe tu mundo perfecto?"

"Si" los ojos del guerrero brillaron con determinación, no había duda en sus palabras ni mucho menos en su postura, "Es hora de que alguien tome las riendas de este mundo, yo no seré el héroe que prometerá un mejor mañana, seré el hombre que hará de este mundo un mejor lugar, con mis propias manos"

"¡Eso no es paz! ¡Solo será un mundo que vivirá con miedo de ti!"

"¿Y no es esa la verdadera paz? Una amenaza que mantenga a todas las personas unidas y agradecidas con lo que tienen, ¡Este mundo no necesita al Avatar! ¡Ni un supuesto salvador como tú! ¡Necesitan a alguien como yo! ¡Un monstruo! ¡Que no les dará la paz que deseas! ¡Sino la paz que en verdad necesitan!"

"¡Pues no en mi guardia hijo de puta!" Naruto ya había oído suficiente, razonar con este sujeto no tenía sentido.

"Por favor, tu solo eres un mocoso que tomo el papel de héroe, Dime algo… ¿Nos matarás?"

"…"

"¿Nos matarás a todos?" se burló apuntándose a si mismo y al ejército detrás de el, "¡Por eso será la única forma de parar esto! ¡Si no tienes el valor de acabar con mi vida! No eres una amenaza…"

Cuando el gigante marcado iba avanzar junto a su ejército, un fuerte corriente de aire hizo que se detuviera.

"Da un solo paso… y te voy a matar" dijo con frialdad Naruto, que tenía su bastón apuntando contra el rostro de Shòukǔ.

Su amenaza fue respondida de inmediato.

El suelo se estremeció cuando el guerrero definitivo, dio un paso más, y su mirada se llenó de decepción al ver al niño aún de pie, sin hacer nada.

El no hizo nada, pero de la gran muralla detrás de el, se abrieron decenas de puertas, de la que salieron miles de soldados del reino tierra, que, con desgarradores gritos, cargaron contra el ejército de la nación del fuego.

"Esperaba más de ti" el guerrero definitivo levantó su brazo, y de inmediato se escuchó el girar de los engranajes de todas las armas.

Disparos de cañones.

Disparos de armas de fuego.

Una lluvia de fuego.

Todo el caos cayó sobre los soldados, que no dejaron de correr.

Hasta que fueron golpeados.

Y en vez de encontrarse con la sangre de todos esos soldados, solo vieron humo blanco y cientos de destellos amarillos lanzaron como lanzas contra los soldados de la nación del fuego, que se espantaron, al ver una lluvia de clones de ese chico sobre ellos.

Shòukǔ se dio la vuelta, para ver al otro lado, detrás de su ejército, el hundimiento de la tierra y la salida de cientos de soldados del reino tierra.

Los verdaderos soldados.

Que no dudaron en atacar por la retaguardia del ejército rojo, que se vio a abrumado por ambos lados.

El caos se desató, cuando Naruto y Shòukǔ giraron para golpear sus puños con una fuerza monstruosa.

El destino de Ba sing se, se decidiría en esta batalla.

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Chan

Channnnnn

Channnnnnnnnn

Channnnnnnnnnnnnn

En verdad, lamento lo flojo de este capítulo, todo tuvo un giro demasiado precipitado, lo sé.

Pero bueno, es lo mejor que pudo hacer, con el tiempo que tengo, si los exámenes finales están a la vuelta de la esquina, en las próximas tres semanas, serán cruciales para poder pasar de año.

Aún así, quiero seguir publicando al menos un capítulo por semana, no quiero cometer el mismo error que con Ronin.

Muchas gracias por sus comentarios y apoyo gente.

Nos vemos la próxima semana, en la publicación del capítulo 39 de una llegada inesperada.

Capitulo 39: Ver más allá del negro y blanco, el bien y el mal.

La verdad nunca lo tuvieron :v

:v

JAJAJAJAJAJAJAJA

Que pedo que pedo.jpg

Los fans de fate: Debo tenerlo >:v

Ok no, ellos no harían eso xd

José: Confirmo 7-7 *Sacando su FX-05*

Zero: Confirmo X2 *sacando una FARA-83 y una Kar 98k*

Zero: No, no los tiene :v

Zero y José/Broly se estaban partiendo de la risa.

Zero/José: F XDXDXDXD

Zero: La verdad xd

José: Y se ha visto xd

Ahora si chau

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