Capítulo 62: No fue suficiente... parte 2

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Uffff otra semana gente, la verdad que entre el instituto y el laburar paso volando la semana, al menos pude escribir el capítulo de la semana, aunque no si el de la semana que viene.

En fin, se que los comentarios son divididos sobre el si leer la historia de Shouko, ya que sabemos que pasará, terminara llenó de odio y sin su hermana.

Si, aunque de todas formas me las ingenio para hacer más que eso, después de todo, ¿Qué clase de escritor no da una historia igual de interesante que el protagonista como de su antagonista?

Eso lo aprendí con Daredevil, la historia de todos los villanos de su serie son brutales, Bullseye, Kingpin y de cierta forma The punisher son los mejores ejemplos.

Así que bueno, no les culpo si se saltan está parte de la historia que se puede considerar un relleno, que durara dos o tres capítulos más.

Nada que más decir, solo disfruten del capítulo.

Josef: No se olviden de pasar por mis dos nuevos fics "Nuestra pequeña y adorable monstruo" y "Viendo Un Sennin Entre Héroes" :D

Zero: No de spam >:v

Josef: :"v

Disculpen los errores ortográficos.

"hablar" personaje hablando.

"Hablar" personaje pensando.

"Hablar" nombres de las técnicas.

(Hablar) palabras del autor o aclaraciones.

############ Cambio de escenario o lugar.

Capítulo 62: No fue suficiente… parte 2

La marcha de la muerte fue largo para los refugiados de los pobladores del reino tierra, que tuvieron que dejar su hogar, cuando el ejército de la nación del fuego, llegó destituyendo la jerarquía del reino tierra, que gobernaba sus pequeños pueblos.

Había dos opciones.

Una era quedarse bajo el régimen de la nación del fuego, vivir bajo sus reglas, obedecer sus órdenes sin dudar y darles todo lo que pidieran.

A cambió de sus pertenencias más valiosas y tierras, para finalmente ser reubicados en nuevas residencias de las colonias, donde vivirían trabajando para poder comer.

La otra, es abandonar todo, dejar su hogar con sus familias y con todo lo que pueden cargar en sus manos, para ir hasta otro de los pueblos del reino tierra, donde comenzarían de nuevo.

Si comenzar de nuevo, quería decir ser refugiados sin nada en pueblos vecinos, que de por si ya estaban sobre poblados, era exactamente eso.

Ninguna de las dos opciones eran atractivas, era horribles por dónde se las mire.

Y cada uno estaba obligado a tomar su decisión.

Eso nos trae a las personas que decidieron que no quieran vivir bajo la bandera del señor del fuego, que ahora mismo se detuvieron en uno de las tantas bases del ejército del reino tierra.

Mizuru tomo la mano de su hermano mayor con fuerza.

Los dos estaban juntos, haciendo fila para tener algo de comida que ofrecía el ejército para que no murieran de hambre antes de llegar a su destino.

La fila parecía interminable y el sol ardiente los llevaba quemando desde la mañana temprano, hasta el medio día.

Por fin era su turno.

"…" Nozumo frunció el ceño al ver que las porciones de comida, para ellos dos era solo avena hecha de forma brusca y torpe, y por la forma que olía, no parecía lo más fresco.

Tomando los dos tazones, hizo que su hermana menor la siguiera, ignorando lo que sucedía detrás de el.

"¡Se terminaron las raciones! ¡No hay más comida!"

"¡No me jodas! ¡Llevo aquí toda la mañana!"

"¡Debe de haber algo!"

"¡Por favor! ¡Mis niños tienen hambre!"

Los gritos y súplicas de las personas que no consiguieron que comer, se volvieron más fuertes y los soldados tuvieron que evitar que intentarán entrar a la cocina, para sacar lo que sea que encontrarán.

Mizuru no pudo evitar quedarse mirando, como un hombre comenzó a pelear a puño limpió contra otro, para quitarle el plato de comida.

Al final este termino cayendo al suelo de tierra, y la pelea se volvió más violenta, mientras algunos niños solitarios, corrían para recolectar la poca comida, que aún cuando estaba llena de tierra, comieron todo lo que pudieron.

"No miserables ..."

El hermano mayor tomo la muñeca de su hermanita e hizo que continuara, para que no mirara eso.

Los dos hermanos Uzumaki's llegaron hasta dónde estaban las demás personas comiendo, el silencio era incómodo, sintiendo las miradas mortales de las demás personas que se quedaron sin comer.

* Por favor, solo un poco, haré lo que sea "

Las personas que se pusieron a mendigar, estaban sofocando a los afortunados que pudieron comer, que los ignoraron, fingiendo que ni siquiera los pudieron escuchar.

Nozumo dejo de comer, cuando escucho el sonido del regurgitar, proveniente de su hermana menor, que termino vomitando todo lo que intento comer.

Su estómago no podía digerir algo como esto, ella no tenía un estómago tan fuerte.

Con cuidado el chico le quitó el plato, y lo dejo de lado, casi al instante sus platos fueron robados por otros niños, aunque eso no le importo al Uzumaki mayor.

Que frotaba la espalda de su hermanita, aliviándola hasta que dejara de vomitar.

"Lo siento-o" ella intento disculparse, sabía que está comida era todo lo que estás personas querían, y ella ni siquiera podía digerirla, había desperdiciado la ración que alguien más pudo comer, "Lo siento"

"Esta bien" murmuró mientras con cuidado cubría la cabeza de la niña, no podía dejar que un solo mechón de su cabello se viera.

No puedo bajar la guardia por nada del mundo.

Estaban en terreno desconocido, donde todos eran enemigos.

Pero, tampoco podía pedía pedirle más de lo que debería a su hermanita.

Frunció el ceño, cuando levanto un poco la playera que ella vestía, y su rostro se torno más oscuro, cuando vio lo delgada que estaba, hasta el punto de ver sus costillas.

"¿Aniki?" la niña levantó la mirada, cuando fue recostada en el suelo, con su cabeza apoyada en su regazo, el le dio una sonrisa suave.

"Duerme, veré que puedo conseguir" con esa promesa, el hermano mayor mimo a su hermana, para que se durmiera en sus brazos y pudiera descansar.

Mañana seguirían con la marcha, por ahora tenían que descansar.

Aunque había alguien que tenía otros planes.

Nozumo tenía mi mirada fija en el búnker, que era usado por los maestros tierra como refugio.

#########################

"Es increíble que tengamos que perder nuestro tiempo moviendo a estos refugiados de mierda" se quejó un soldado del reino tierra, que estaba sentado en una mesa junto a otros soldados.

Todos ellos estaban cenando, un gran banquete comparado con lo que las personas de afuera tenían que renunciar a comer, para no terminar muriendo de hambre.

"Si, no me enliste para esta mierda, yo quería estar al frente matando basura de la nación fuego" gruño otro soldado, que le dio una gran mordida a la pata de pollo que estaba comiendo.

"Si, esto es una mierda"

"Una pérdida de tiempo"

Estos soldados hablaban de combatir y matar, cuando ya ni siquiera estaban en condición para siquiera dar pelea en el campo de batalla.

Gordos y arrogantes.

El peso muerto del ejército.

"Este trabajo tiene sus beneficios" uno de los soldados acababa de entrar, ajustando su cinturón y con una sonrisa de mierda.

Los demás soldados compartieron su sonrisa, al ver una mujer joven colocándose su vestido con la mirada gacha.

La mirada de la mujer paso de ser sombría a furia, cuando vio que el soldado solo le dio una manzana.

"¡Usted dijo que me daría suficiente para mí y mis abuelos!"

"Eres buena perra, pero no tanto, pero si quieres más, puedes atender a mis amigos"

"..." la mirada de la refugiada era de repulsión, al ver la lujuria de esos soldados, que la usarían como si fuera su juguete, todo por algo de comida, para sus abuelos.

Sintiéndose sucia, solo quiso irse.

O lo intento hasta que uno mano la tomo de su muñeca y la empujó contra la pared, la mujer sintió pánico cuando vio a todos los soldados ponerse de pie y empezar a acercarse a ella.

Sus gritos no fueron escuchados por nadie, cuando su ropa fue rasgada, y todas esas manos empezaron a tocar su cuerpo de una forma tan brusca y ruda.

Nadie la ayudaría.

Porque a nadie le importaba.

Estos soldados lo controlaban todo, podían hacer lo que quisieran y no había consecuencias para ellos.

Esto… sucedía en tantas partes, en épocas tan difíciles.

No había héroes que aparecieran a traer esperanza.

Solo había caminos que se cruzaban.

* Golpe *

Todos los maestros tierra no esperaron que de pronto la puerta de madera se rompiera y fuera derribada, para dejar ver a un niño de no más de diez años, que sostenía en su mano derecha una hacha.

"…" La mirada del niño fue de los maestros tierra a la mesa donde estaba toda la comida, su mano se deslizó por el mango del hacha, que la apretó con fuerza.

"¡Sal de aquí mocoso! ¡Interrumpes la di-"

El soldado no pudo terminar, cuando el hacha salió volando y se clavo en su cabeza, que fue partida a la mitad de forma limpia, haciendo qué un géiser de sangre manchara a los demás soldados.

Que salieron de su estado se shock, cuando el chico vino corriendo hacia ellos para saltar y dar una patada con ambos pies al soldado más cercano, que termino golpeándose de forma brusca contra la pared.

Los demás soldados abordaron al chico y entre dos de ellos lo tomaron de sus brazos, la lanzarlo contra la pared, y del suelo salió un pilar de roca que iba a aplastar al niño.

Que rodo por el suelo, evitando las rocas que fueron lanzadas contra el.

Corriendo y moviéndose con agilidad, llegó hasta los soldados, agachado derrapó su pierna para derribar a un maestro tierra, que apenas su cuerpo cayó al suelo, una estaca de madera fue clavada en su ojo.

El maestro tierra grito por un corto período de tiempo, hasta que la estaca de madera que entro por su ojo, fue empujada hasta que penetro su cráneo.

Soltando al empuñadura de la estaca, el chico recibió una dura patada que lo derribo, y antes que pudiera levantarse, unas manos envolvieron su cuello, y lo levantaron para golpearlo contra el suelo.

"¡Pequeña basura!" el hombre más grande y fuerte de los soldados, estranguló con todas las fuerzas al mocoso, que no dejaba de retorcerse y lucha.

La fuerza del mocoso era ridícula.

Para su suerte, su compañero tomo un cuchillo de la mesa, para intentar apuñalar la mocoso y asesinarlo.

Sin embargó, antes que pudiera hacerlo, alguien salto sobre su espalda.

"¡Suéltame perra!"

La chica envolvió sus brazos alrededor del cuello del hombre que la violó, y con furia ciega le mordió la oreja para arrancarla.

No hacía falta decir que los gritos del soldado eran de pura agonía.

Aprovechando la distracción por el ruido, el niño golpeó los ante brazos del soldado e hizo que perdiera su agarre, impulsándose lo pateó para alejarse de él.

En cuanto a la mujer, ella grito cuando fue tomada de su cabello y arrojada contra el suelo, para empezar a ser pateada por su abusador, que levanto una roca del suelo, con la intención de aplastar a perra.

No llego a hacerlo, when un cuchillo salió volando y perforó su mano, haciendo qué perdiera la concentración, la roca lo terminará cayéndole encima y aplastando sus piernas.

Nozumo respiro con pesadez, poniéndose de pie al igual que el último soldado, apretó los dientes y con un grito salvaje, corrió contra el.

Saltando el chico le dio un duro cabezazo el soldado, derribándolo de inmediato lo abordo, para tomar el hecha que estaba cerca, para terminar partiendo la cabeza del maestro tierra de un solo golpe.

El silencio fue largo en el búnker, solo se escuchaba la respiración pesada del niño, que quedó bañado con la sangre de los soldados.

"…" Por un segundo se quedó mirando a la chica, desnuda y golpeada en un rincón de la habitación.

"¡Ayuda!" el único que seguía vivo, era el soldado que quedó atrapado por la roca, el dolor infernal de sus piernas hechas trizas no dejaba que se concentrara para usar sus habilidades para salir.

Intento pedir ayuda, pero una dura patada en su mandíbula termino callándolo, y perdiendo varios dientes en el proceso.

Nozumo miro con asco al soldado, que jadeaba y se quejaba, levantando el hacha iba a matarlo, hasta que algo mejor se le ocurrió.

Justicia.

La chica herida se quedó mirando, como el niño le lanzo un cuchillo a sus pies, tomándolo con cuidado entre sus manos, vio como el chico se quedó de pie.

"Sabes que hacer…"

La mujer no dudo en escucharlo, tanto odio y furia, la descargo al arrastrarse hasta el soldado, que con su mandíbula rota y piernas hechas puré, seguía en vano intentando pedir ayuda.

El Uzumaki se quedó viendo, como ese mujer se abalanzó sobre el soldado, para apuñalarlo, una y otra vez.

Rostro.

Pecho.

Incluso su zona baja.

La mujer grito con todas sus fuerzas, aún cuando el hombre estaba muerto, ella no se detuvo hasta que el rostro del hombre fuera solo una masa de carne picada.

Lentamente el niño camino hasta la mesa donde estaba la comida, tomando el mismo mantel, comenzo a cargar todo lo que pudo, dejando al menos un poco menos de la mitad a la mujer.

Que tomando la comida salió de ahí con el.

Ninguno de los dos se molestó en mirarse, tomaron caminos separados con lo que cada uno vino a buscar.

#########################

"Venir"

"..."

"Mizuru come ahora"

"…" La niña no dio una mordida a toda la comida que su hermano mayor había traído, estaba concentrada mirando las marcas, los moretones y sangre que manchaba el rostro de su hermano, "Estás herido…"

"No es importante"

"¡Es importante para mí!"

"..." frunciendo el ceño, el chico saco de la bolsa carne asada y quiso que su hermana la tomara, pero ella se negó a tocarlo.

"No tienes que salir lastimado por mi"

"Lo haré las veces necesarias, ahora come"

"Si lo hago ... me prometes que no harás esto de nuevo"

"Lo prometo"

El la mintió en su cara.

Y lo harías todas las veces necesarias.

El Uzumaki mayor miro en silencio como su hermana menor comía, lentamente y sin decir nada, ocultando que en verdad ella necesita de esta comida.

El chico de forma silenciosa tomo el mango de su hacha, cuando vio que algunas personas miraban hacía dónde estaban ellos.

Olían la comida, y harían lo que sea por ella.

Horas después:

Ya era medio día y la marcha de la muerte continuaba.

Aún faltaba mucho para la llegada a Ba sing Se, apenas estaban a mitad del camino y el aviso de los pocos soldados que los escoltaban eran desalentadores.

Ya no darían comida.

Ya no había raciones.

Dependía de ellos el aguantar el viaje, hasta llegar a un pueblo en el que pueden reabastecerse.

Esto obviamente hacía que la tensión en el aire se sintiera pesada, muy pesada para los dos hermanos, que caminaban en silencio.

Con el mayor llevando a rastras una bolsa, en que llevaba toda la comida robada, que aún en la bolsa liberaba un aroma, que hizo que el estómago de más se uno gruñera.

"Por-r favor, mis hijos necesitan comer, ¡haré lo que sea!"

Mizuru miro consternada como una mujer cayó a los pies de su hermano, ella se veía tan débil y cansada, con dos niños pequeños detrás de ella, que se veían igual de hambrientos.

"Aniki ... puedes-"

"No" fue la respuesta grave del chico, que tomo la mano de su hermanita y continuo caminando, ignorando el llanto de la mujer que seguía rogando comida para sus hijos.

"Ella necesita ayuda" la pequeña sintió su corazón romperse por las miradas de los hijos de esa mujer, no solo ellos.

De todos los niños que lo veían con suplica.

"Tu la necesitas más" el Uzumaki mayor siguió caminando más rápido, ignorando las súplicas de todos los ancianos, niños y mujeres que querían dar lo que tuvieran en manos.

Reliquias familiares.

Dinero.

Ellos mismos.

No había precio que no darían por dar de comer a las personas que amaban.

El tampoco tenía un precio.

"¡Maldito mocoso codicioso! ¡Nos darás algo!"

"¡Hay que quitársela! ¡Toda la comida!"

"¡Danos la comida o te mueres!"

Nozumo se detuvo cuando varios hombres y mujeres, muchos más agresivos que otros, lo rodearon, varios de ellos estaban armados con picos, palas, machetes y palos.

"¡Déjenme en paz!"

El grito no vino de ninguno de los dos hermanos, vino desde atrás de la multitud, que vieron como una mujer acompañada de dos ancianos, estaban siendo atacados.

Ellos también llevaban comida.

El Uzumaki reconoció a la mujer como la de anoche, al parecer fue descuidada y dejo ver la comida cuando le dio a alguno de los ancianos.

Tuvo que ver como la empujaron e intentaron quitarle lo poco que tenía, y al intentar resistirse.

Termino desplomándose contra el suelo, cuando su cabeza fue golpeada desde atrás por un hombre que sostenía un palo manchado de sangre.

Con la muerte de la mujer, el quiso de inmediato tomar toda la comida a su alcance, aunque no era el único con esa idea.

La batalla campal por el comer no se hizo esperar.

Los ancianos lloraban ante el cadáver de su nieta, que había hecho lo imposible por ellos.

Sus lamentos eran eclipsados ​​por los gritos animales de los saqueadores, que asaltaron sus pertenencias, para tomar todo lo comestible, no fue sorpresa cuando empezaron a pelear entre ellos.

Fue una escena dura de ver.

Al menos no para Nozumo.

Su corazón latía con fuerza.

Sudor bajaba por su frente.

Con sus dientes apretados y músculos tensos.

Gritó con todas sus fuerzas.

Justo en el momento que todos se arrojaron contra el.

La batalla campal comenzó con el chico cortando la garganta del hombre más cercano, para girarla y romper la rodilla de una mujer que intento tomar la bolsa en su espalda.

Girando corto el estómago de un hombre mayor, que grito con agonía cuando sus intestinos salieron de el, cayendo a sus pies.

El niño Uzumaki sintió su cerebro sacudirse dentro de su cráneo, cuando alguien lo golpeó con un bate de madera.

Negándose a caer, dio un corte ascendente with the hacha, que dio un corte limpio al hombre que termino con su rostro cortado a la mitad.

Fue brutal.

Fue cruel.

Fue el peor lado de la humanidad.

Ellos no tuvieron piedad contra un niño.

Lo atacaron con palos y picos, como si fuera un animal salvaje rabioso que tenía que ser asesinado.

No había lugar para la piedad.

No había lugar para la compasión.

No había lugar para nada en una jaula llena de animales enojados y hambrientos.

Nozumo perdió el agarre de su hacha por la sangre y quedo atorado en el cráneo de una mujer, que empujó lejos de él.

Tuvo que gritar cuando fue apuñalado por un cuchillo que perforó su hombro.

Siendo tomando por dos hombres, fue levantó del suelo y bajado en un golpe seco que levanto el polvo, las lluvias de patadas y pisadas no se hicieron esperar.

"¡Es solo un niño! ¡Alto!"

"¡Ya basta! ¡Lo van a matar!"

"¡Solo tomen la comida animales! ¡Déjenlo en paz!"

"¡Basta! ¡Por favor basta!"

Las pocas personas aún cuerdas, eran mujeres y ancianos, con algunos hombre que intentaron dispersar a la muchedumbre, que seguía golpeando al niño sin piedad.

No pararían hasta el que estaba muerto.

"¡Aniki!" Mizuru intento en vano pasar entre tantas personas, gritar y llorar no hicieron nada por detener a toda esa gente furiosa.

Ella no sabía que hacer, no sabía luchar, no era como su hermano.

Y aún así.

"¡Ahg!" Uno de los hombres grito cuando sintió que alguien mordió su mano, furioso bajo la mirada para ver a la mocosa que se atrevió a morderlo y querer pasar para llegar hasta ese pequeño monstruo, "¡Quítate pequeña perra!"

* Golpe *

Aún bajo tanta gente que lo golpeaba y aplastaba.

Los ojos del Uzumaki se dilataron cuando vio a su hermana menor caer.

Había sido golpeando

Había sido herida.

Una sensación de frialdad recorrió todo el cuerpo del niño, que dejó de sentir los golpes, del cuchillo enterrado en su hombro y la sangre que salía de todas sus heridas.

'Deja salir al monstruo… "

El los matara a todos.

Nozumo se levantó en un empujón repentino que sacó a todas esas personas que estaban encima de el, con brutalidad tomo el mango del cuchillo y se lo saco de su hombro.

La hoja de la cuchilla corto el tobillo de uno de sus atacantes.

Con cortes rápidos y brutales corto los tendones de los tobillos de todas las personas que lo estaban rodeando, que cayeron y gritaron por el dolor y perdida de movimientos de algunos de sus pies.

Cubierto de sangre y herido, el Uzumaki uso el cuchillo para apuñalar a quien estaba en su camino, y cuando perdió su arma en el pecho de una de sus víctimas.

Uso sus puños para golpear con todas sus fuerzas, aún cuando sus propios dedos se rompían, golpeo lo suficientemente fuerte para arrancar dientes y derribar a más personas.

Sus ojos se oscurecieron al estar cara a cara con el hombre que se había atrevido a tocar a su hermana menor.

Con toda la fuerza que tenía corrió y tacleo al hombre, derribándolo, ni siquiera le dio tiempo de decir algo cuando

Cayendo encima del sujeto, empezó a golpear su rostro.

El tronar de los huesos y la carne.

La sangre que manchada de rojo la tierra.

El no se detuvo hasta que el hombre debajo de el dejó se mover.

El silencio fue largo.

Todos los que atacaron al chico, o al menos los que quedaba vivos, retrocedieron horrorizados cuando lo vieron destrozar el rostro de un hombre adulto a puño limpió.

Y se espantaron más, al ver como el levanto la cabeza y volteó hacia ellos.

"¡Basta!"

"…" Nozumo dejo se move, al sentir unos brazos envolver su brazo derecho, lentamente bajo la mirada para ver a su hermana menor, sostener su mano con todas sus fuerzas.

"Basta ... por favor ... basta ..."

Ella estaba llorando.

Rogando para que se detuviera.

Bajando la cabeza, el hermano mayor miro el cadáver a sus pies, y los demás refugiados que intentaron robarle, luego estaban todos los demás que formaban un círculo, alejándose lo más posible de ese chico.

No ... era un monstruo.

Nozumo se quedó mirando los ojos brillantes de su hermanita, esos ojos morados que eran exactamente iguales a los de su madre, en ellos pudieron ver el reflejo de algo que hizo que todo su cuerpo se tensara.

Empujando a su hermana, entre ellos cayó un trozo de rocas en llamas.

Esa fue la primera de una lluvia de cientos de rocas en llamas que empezaron a caer del cielo, entre todos los refugiados algunos lograron evitar ser golpeados, otros no tuvieron tanta suerte.

"¡La nación del fuego!"

Fue el grito desgarrador de uno de los refugiados más jóvenes, que hizo que todos mirarán hacía el horizonte, donde vieron cientos de soldados de la nación del fuego venir hacía ellos.

El ataque había empezado.

Mizuru fue tomada de su muñeca y levantada sobre la espalda de su hermano mayor, que dejó todo lo que tenía.

La comida por la que tanto lucho quedo tirada en el suelo.

Nada de eso le importaba.

Tenía que irse.

Ahora.

"¡Aniki!" La pequeña Uzumaki tuvo que ver como las bolas del fuego que caían del cielo, lastimaban a las personas.

Podía escuchar sus gritos.

Sus suplicas cuando los soldados llegaron a ellos.

Los más afortunados fueron tomados como prisioneros.

Los que intentaron huir o luchar.

Morían calcinados a manos de los maestros fuego.

Nozumo sintió que su respiración se volvía más pesada, la sangre que salía de su herida hacía que perdiera fuerza.

Saliendo de la ruta usada para llegar a Ba sing Se, se adentro al bosque más cercano, por los gritos y pisadas que escuchaba no era el único que tuvo la misma idea.

Y por el fuego que veía, los maestros fuego no estaba listo para dejar huir a nadie.

Forzándose a si mismo, el niño corrió lo más que pudo, hasta que termino tropezando con una rama y cayó de forma brusca contra el suelo, haciendo qué su hermana menor terminará cayendo frente a el.

"¡Aniki!" la niña de inmediato corrió hasta su hermano mayor, jalando su brazo trato de llevárselo a rastras, pero no tenía la fuerza suficiente, "¡Aniki! ¡Por favor levántate! ¡Ya vienen!"

Ella veía entre los árboles el brillo naranja del fuego, ellos se acercaban, exactamente hacía dónde estaban.

"…" El Uzumaki mayor se mantuvo inmóvil mientras su hermana menor seguía tirando de uno de sus brazos, sus ojos entre abiertos se volvieron a enfocar cuando sintió las vibraciones por el suelo.

Se estaba acercando.

Forzando su cuerpo, el niño ignoro el dolor palpitante en su hombro herido, la fatiga de su cuerpo y el como la adrenalina que estuvo en su punto máximo hace solo minutos.

Ahora estaba por el suelo.

La única razón por la que no cayó de nuevo, fue por el apoyo de su hermana menor, que hizo lo mejor que pudo, para hacer que apoyara su peso en ella y así podría caminar.

Un paso.

Dos.

Tres.

En poco tiempo los hermanos retomaron su camino, alejándose de todo el ruido, gritos y caos que dejaron atrás.

Avanzando lo más rápido que podía, aunque con el paso de los minutos, ya estaban exhaustos.

Y había un problema más grande.

Mizuru miro con incertidumbre la herida en el hombro de su hermano, aún si trato de detener el sangrado con un trozo de tela, la sangre seguía fluyendo, y la palidez de la piel de su hermano mayor fue a un extremo enfermizo.

Sabía que su hermano era fuerte.

Pero no era inmortal.

Llegando a esconderse en un árbol hueco, la niña se aseguró que no hubiera nadie cerca, juntando ramas secas y algo de pasto comenzó a frotar dos palos de madera con una cuerda que ato por estás.

Cómo lo había aprendido de un libro, solo se necesito de tres minutos de fricción para crear una pequeña brasa roja, que metió entre la yerba seca.

Su mirada se iluminó al ver el fuego.

Sin tiempo que perder, toma el hecha ensangrentada que tenía su hermano entre manos, ella uso el agua que tenía para limpiarlo de la sangre, una vez estuvo aceptable, uso lo poco que le quedaba de la caja de primeros auxilios que usaba normalmente para tratar a su hermano mayor y padre.

"Aniki ... esto dolerá"

Que su hermano no le respondiera, hizo que la pequeña casi entrara en pánico, respirando hondo se calmo, no tenía que perder la cordura.

Su hermano lo necesita más que nunca.

Sacando el hecha del fuego la vio al rojo vivo, de inmediato la puso sobre la herida.

Nozumo fue despertado de su inconsciencia por el dolor de su herida ser cauterizada, use el dorso de su mano para morderla y evitar gritar, sus gritos podrían hacer que los soldados los localizaran.

A la pequeña pelirrojo le costó mantener el hacha en su lugar, el ver a su hermano retorcerse y ahogar sus gritos de dolor, hizo que ella tuviera sus ojos nublados por lágrimas que bajaron por sus mejillas.

Odiaba ver sufrir a las personas.

Mucho más si uno de ellos era su hermano.

Una vez logro cerrar exitosamente la herida, venía la parte que más la aterraba.

Caminando por el bosque por algunos minutos conseguir una delgadas enredaderas hueca, que le servirán para hacer lo que tenía en mente, junto con unas agujas de costura.

Había leído de esto en libros avanzados de su madre, su hermano decía que era algo de su mundo de origen.

Tomando aire, la niña volvió junto a su hermano mayor, tomando la delgada liana y la aguja, miro su brazo y localizando el punto, enterró la aguja en su brazo.

Tan pronto como vio la sangre salir del otro extremo de la liana, hizo lo mismo con el brazo derecho de su hermano, para empezar con el procedimiento de transfusión de sangre.

Sintiendo la sangre salir de su cuerpo hacia el, la pequeña pelirroja se arrastró por el tronco, para tomar como pudo la cabeza de su hermano mayor, y apoyarla en su pecho, y así podría abrazarlo.

Apoyando su rostro contra la cabeza del chico, la niña empezó a tararear una suave melodía, mientras lo acunaba con cuidado.

La noche cayo en el bosque y la pequeña fogata se empezaba a apagar, aún así la niña no se movió un centímetro y siguió abrazando con fuerza a su hermano mayor.

#########################

Un nuevo día había empezado y el sol que salía en el horizonte se vio oculto por las pesadas nubes, que hacían que el día sea sombrío y frío.

Nozumo comenzó a despertarse al sentir la sensación de gotas de caer a su rostro, abriendo los ojos, se sent desorientado y cansado, aún así se forzó a estar alerta.

Lo primero que noto era que el día estaba muy nublado y hacia frio, uno de esos días lluviosos de primavera en que había un descenso de temperatura, eso no evitara que siguiera avanzando para llegar a una zona segura.

Bajando la mirada, el chico noto una segunda cosa, una sensación extraña, era de algo en su brazo derecho.

El se encontró con una ajuga clavada en su brazo, unida a una delgada liana que llegaba hasta…

Su reparación se había detenido, y su corazón comenzó a latir como un tambor, una desagradable y fría sensación que subía de su estómago hasta el nudo que tenía en su garganta.

Los ojos del chico se quedaron clavados en el cuerpo inmóvil de Mizuru, que estaba recostada por el árbol con la cabeza baja.

"No no no no no"

De inmediato el se puso a su lado y le quitó la aguja de su brazo, el solo ver su sangre hizo que sintiera su mundo derrumbarse a su alrededor.

Tomando a la niña la recostó en el suelo y su miedo creció al ver la pálida que era la piel de su hermana menor, y las ojeras que negras que tenía debajo de sus ojos.

"¡Mizuru!" el pánico lo invadió y comenzó a sacudir a la niña, que para su inmenso alivio dejo escape un suave suspiro.

Estaba viva.

Eso hizo que una indestructible sensación de bienestar y alivió que que el abrazara a su hermana, levantándola del suelo y apretándola contra el, como si temiera que algo pudiera venir y alejarla de su lado.

"Aniki ..." la voz de la pequeña pelirroja apenas se podía escuchar como un murmuró, ella estaba fatigada y débil, eso era más que obvio, aún así eso no impidió que ella no pudiera sonreír, "Estas bien ..."

"..."

"¿Aniki?" la niña se siente confundida cuándo vio la mirada de su hermano, una mirada sombría de unos ojos cristalizados.

"¿Qué hiciste?" gruño con pesadez, mientras tomaba las ajugas que su hermana había usado, "¡¿Por qué hiciste está estupidez ?!"

"..." la niña parpadeo lentamente, su hermano nunca le había gritado, nunca, "Tu te morías ..."

"¡Mi vida no importa!"

Grito con furia ante la sola idea de que su hermana menor haya muerto en este intento de salvarlo, el que ella pusiera en riesgo su seguridad era lo que más lo afectaba.

El no importaba.

Su hermana si.

Ella debía de vivir.

Y el moriría, si tenía que hacerlo para que ella pudiera seguir.

Ella lo era todo.

Los demás seres de este mundo no valían nada para el, porque no le importaban.

No le importo los demás refugiados.

Ni los soldados que asesino.

Ni siquiera la vida de su padre.

Ella… lo era todo.

"A mi si me importa…"

"..." Nozumo sentó todos sus pensamientos desaparecer y su cuerpo relajarse cuando la fría y pequeña mano de la niña acarició su mejilla.

"Somos hermanos ..."

"..."

"Somos familia ..."

"..."

"Somos Uzumaki's, y uno siempre cuida a su familia, sin importar qué ..."

Ella ... sus ojos ...

El que el pudiera ver tanto amor, cariño y felicidad en esos ojos, y esas palabras llenas de armonía y pureza.

Madre ..." fue le pensamiento fugaz del chico, que apretó con suavidad la mano de su hermanita contra la suya, "Es igual a ti madre ..."

Con cuidado el abrazo a su hermana de nuevo, un abrazo que la niña devolvió como pudo.

Los dos hermanos se quedarán así por lo que parecía ser horas, a ninguno de los dos les importaba.

La sensación de felicidad y calidez que tenían por la cercanía entre ambos, en el estrecho abrazo hizo que todas sus demás preocupaciones desaparecieran.

Cargando a su hermanita entre sus brazos, el levanto del suelo, para empezar a avanzar por el bosque.

Un largo camino los esperaba.

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Chan

Channnnnn

Channnnnnnnnn

Channnnnnnnnnnnnn

¿Qué les parece?

Déjenme en los comentarios que les pareció, como siempre les deseo la mejor de la suerte y salud a ustedes y sus familias, recuerden como siempre, mientras más comentarios, más rápido será la publicación del capítulo siguiente.

Y tú tienen alguna pregunta o idea, no duden en darla, después de todo nunca está de más algo de ayuda

Sin más CHAAAAAAUUUUUUUUU y que les vaya bien.

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