Extra: Corran!!!

Extra 2: Por qué?

Extra: A vuelto, a vuelto!!! - sale corriendo.

Niño: Extra, extra!!! Él ha vuelto!!! - con periódico en mano.

Extra 2: Haber - compra el periódico.

Periódico:

Extra 2: Oye wey, esto es un meme

El niño ya se había ido.

Extra 2: Fakiu niño rata >:v

Un montón de personas salen corriendo despavoridas, mientras alarmas se escuchaban por todo el lugar.

Extra 2: Qué mierda está pasando.

Extra 3: A vuelto!!!

Extra 2: QUIÉN PUTAS HA VUELTO???!!!

El suelo comienza a temblar, haciendo que algunas personas caigan, los edificios tiemblen y los animales huyan.

El extra, ve a la dirección de donde provenia el origen, para abrir los ojos en incredulidad..

Extra 2: Ha vuelto...

Así es perros, el que venía llegando era...
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ELZEROCRACK

Zero:

La multitud al ver a uno de los dioses supremos, solo lloraban de alegría por tenerlo de vuelta.

Multitud: HA VUELTO!!!!!!!!!

Así es... Ya llegó Zero...

Zero:

Zero se cruje los nudillos.

Zero: El momento que todos hemos estado esperando…

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Se abandona la historia, ¡Chau!

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¿Por qué sigues bajando?

Consigue una vida, ama y sigue tus sueños, no vivas una vida leyendo cosas que nunca pasaron.

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Nah mentira, ¡Empieza la nueva temporada Papu!

¡Disfrútenla!

Disculpen los errores ortográficos.

"hablar" personaje hablando.

"Hablar" personaje pensando.

"Hablar" nombres de las técnicas.

(Hablar) palabras del autor o aclaraciones.

############ Cambio de escenario o lugar.

Omoke 3: El nunca morirá…

El invierno azotó con fuerza Konoha, la nevada aún seguía cayendo, haciendo que la aldea fuera pintada de blanco, y solo algunas personas transitaran por las calles.

El frío se sentía más fuerte de lo normal para algunos.

Entre las personas que caminaban por las calles, se podía ver una joven de abrigo rosa, caminar en silencio entre las personas, ella solo era una más como cualquiera.

La chica camino un largo camino, hasta que salió del centro de la aldea, llegando hasta los campos de entrenamiento dentro de las paredes, y no se detuvo hasta que llegó hasta una roca.

Que ella venía a visitar cada sábado, visitando a una persona… que era la más importante, para el cambio que tuvo en los últimos dos años.

Sakura bajo la capucha de su abrigo, dejando que su largo cabello rosa se moviera por la fría ventisca de invierno.

Ella se dejó caer de rodillas ante la piedra ceremonial, dejando un ramo de flores naranja, con cuidado, saco un pañuelo para limpiar la zona donde estaba grabada su nombre.

"Hola… Naruto" con una sonrisa suave, ella acarició con la punta de sus dedos el nombre tallado en la piedra, "Quiero contarte algo, lo logre"

Ella abrió su abrigo, para sacar un sobre, que tenía algo por lo que ella había luchado tanto en el último año.

La primera en su clase.

Graduada con honores.

En una semana comenzaría a trabajar en el hospital como enfermera, algunos meses de práctica, y tal vez en algunos años ser una doctora.

Ella tal vez ya no era una Kunoichi, pero si una médica que se especializaba en el uso de chakra, ninjutsu médico.

"Ayudare tantas personas como pueda, seré alguien del que tú estés orgulloso Naruto, lo prometo" juro ante a la piedra, mirando fijamente el nombre grabado.

"Sasuke-kun… yo, nunca pude agradecerte, en la pelea contra Gaara, bueno, solo quería decir"

"Yo no lo hice"

"¿Qué?"

"Yo no fui quien te salvó, fue Naruto"

"¿Naruto?"

"El juro que te protegería, el… fue más fuerte que yo, que Gaara, todo para poder protegerte Sakura"

"…"

Sakura nunca olvidaría esa charla que tuvo con Sasuke, cuando supo la verdad detrás de la batalla contra Gaara en la invasión, desde ese día quiso hablar con Naruto.

En verdad quería acercarse a el y darle las gracias.

Pero… el se fue a buscar a la quinta Hokage, y cuando ella curó a Sasuke, lo primero que hizo al abrir los ojos, fue buscar una pelea contra Naruto.

Ella nunca pudo darle las gracias.

Ella nunca… valoro el vínculo que tenían.

Naruto era una persona que ella no merecía, ella siempre lo trato como basura, solamente recordaba pocas cosas, cuando eran niños, antes de la academia.

Ella se encontró con un solitario Naruto sentado solo en un columpio, el se veía tan cansado, tan solitario, tan frágil.

Escuchaba los susurros de los adultos, todos siempre tenían malas miradas, y decían cosas que a su edad ella no podía entender.

Y de las pocas veces que iba al parque con Ino a jugar, recordó como una de las madres de los niños del parque, hizo que Naruto se fuera, diciendo que era un mocoso sucio que no debería estar ahí.

Los adultos no dejaban que el se acerque a sus hijos.

Y sus hijos trataban a Naruto, con el mismo repudio que fue enseñado por sus padres.

Nunca supo porque, hasta que la Hokage le dijo la verdad a todos ellos.

El era el jinchiruki del Kyubi.

El carcelero de la bestia que hace tantos años destruyó su pueblo.

A los doce de Konoha, fue una noticia difícil de procesar, pero al final solo hicieron que se sintieran peor, el saber cómo una gran parte de la población se mostraban felices por la caída de su camarada.

Más de uno quiso salir a las calles a romper cabezas como sandías, de todos aquellos que escupían sobre la memoria, de alguien que nunca tuvo elección.

Sakura tenía vagos recuerdos, sin embargó había uno, que había hecho para pasará varias noches sin dormir.

Hace tantos años, ella había pasado cerca de Naruto en un columpio, y cuando paso cerca de el, pudo escuchar el rugido de su estómago, nunca en su vida había visto un niño en ese estado.

Por primera vez Sakura había visto a ese chico de cerca, que algún tiempo después sería su compañero se clase en la academia, y no se parecía nada a lo que sería en el futuro.

Este Naruto era diferente, era alguien.

Que no sonreía.

Que no reía.

Qué… necesitaba ayuda.

No sabía porque lo hizo, tal vez fue por lastima, tal vez fue por la bondad de su corazón, o solo fue porque en verdad quería ayudarlo.

Ella le dio la bolsa de pan que su madre le mando a comprar, tan pronto como le dio la bolsa, se alejó de él corriendo.

Su madre se enojo ese día, pensando que había perdido el dinero por andar distraída.

Sakura nunca dijo la verdad, solo dejo que la regañaran y siguió con su día como si nada hubiera pasado, al final ella misma olvidaría lo que había hecho ese día.

Darle la esperanza a un niño que tenía nada.

Para Naruto, el pequeño gesto de solo darle algo de comer, una simple bolsa de papel con pan, fue algo que hizo que recordara el resto de su vida, a esa niña de cabello rosa.

El siempre busco ser su amiga, e incluso llegó a verla como su primer enamoramiento, algo que hizo que hiciera la promesa de siempre estar para ella, cuidar de ella, Incluso dar su vida.

"Yo… lo siento" Ella no pudo evitar sentir las lágrimas agruparse en sus ojos, pensar que un gesto tan pequeño y tonto para ella, haría que se ganara el aprecio de alguien.

Que solo quería que el fuera feliz.

El solo quería verla feliz.

Sus promesas.

"Siempre te protegeré"

"¡No te preocupes! Traeré a Sasuke de vuelta, ¡Es una promesa!"

"¡Lo siento!" Ella rompió en llanto, su corazón le dolía tanto, el sentimiento de culpa y odió hacia si misma, por no poder apreciar a alguien, que lo hubiera dado todo por ella, "Lo siento tanto… Naruto"

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Al otro lado de la aldea, en el gran complejo de uno de los clanes más grande de la aldea, el clan Hyuuga.

En una de las tantas habitaciones, se podía escuchar el sonido de golpes rápidos y suaves.

Una batalla se estaba llevando acabo, entre el genio del clan y la ex heredera.

Neji bajo su guardia y dio un suave suspiro, relajando su postura hizo que sus legendarios ojos se desactivaran.

"Se ha vuelto fuerte Hinata-sama"

"Gracias"

"…" Neji por un momento tuvo un brillo triste en sus ojos, viendo la expresión fría y distanciada de su prima.

Ella ya no estaba desnutrida, muchos menos pálida y escuálida como lo fue hace un año, ella había recuperado su salud, se había fortalecido, estaba siendo la heredera que los ancianos del clan deseaban.

"Me retiraré Neji-san…" sin decir más la chica se dio media vuelta, y se retiro a su habitación, dejando solo a Neji, que se quedó de pie dónde estaba.

Lentamente movió su cabeza, cuando una silueta se dejó mostrar entre los pasillos de la mansión.

El líder del clan Hyuuga, Hiashi Hyuuga.

El silencio fue largo entre ambos, solo se quedaron viendo como Hinata se perdía entre los pasillos.

"Hinata-sama se ha vuelto fuerte, ha recuperado por completo su salud" Neji se dio la vuelta, para mirar a los ojos a su tío, que seguía con esa eterna expresión neutra y fría.

"Si"

"¿No está feliz Hiashi-sama?"

"…" El líder del clan le dio una mirada penetrante al adolescente, que le devolvió la mirada con la misma intensidad.

"¿No es la heredera que siempre quiso tener?"

"Cuida tus palabras Neji"

"¿O qué?" La furia ardía en los ojos del Hyuuga menor, "¿También me va a mandar a lavar el cerebro?"

El estado de Hinata no mejoro en un año, seguía siendo débil y frágil, Tsunade le había dicho que ella solo se recuperaría cuando sobre pasará está etapa de negación, que podría durar varios años más.

Solo necesitaba apoyo y tiempo.

Dos cosas que Hiashi no tenía, bajo la presión del consejo, y el dolor de ver a su hija en tal estado, tuvo que tomar una decisión, que lo perseguiría hasta el final de sus días.

Tuvo pedir ayudo al clan Yamanaka, el mismo líder del clan entro en la mente de su hija, y borrar todo lo que tenía que ver con Uzumaki Naruto, cada recuerdo, cada imagen, todo fue cortado y escondido en la parte más profunda de su mente, para que jamás salga a la luz.

Hinata se había recuperado de su decaída, pero como una persona completamente diferente, que solo recordaba lo peor de su vida.

La pérdida de su madre.

La decepción y rechazo de su padre.

El odió de Neji.

La antipatía de su hermana menor, que siempre la superó.

Kurenai y el equipo nueve, no fueron lazos lo suficientemente fuertes para mantener a la antigua Hinata, que fue rota en pedazos, dejando solo un cascarón vacío.

Uno frío y maleable, con un espíritu quebrado, que solo buscaba la aprobación de su padre, de su clan, y haría cualquier cosa para hacerle.

Hasta entregarse en un matrimonio sin amor, con el joven Daimonio del país colmillo, con su Byakugan sellado para que no pueda usarlo, ni mucho menos su descendencia pueda heredarla.

Ese era su destino.

Y Neji más que todos lo odió.

La idea de su tío y los ancianos decidieran sobre la vida de su prima, hizo que su sangre hirviera.

"Tu palabra no vale aquí Neji, no olvides tu lugar" con solo un sello de manos, Hiashi hizo lo que nunca había hecho en su vida hasta ahora.

Usar el sello del pájaro enjaulado en su sobrino.

Neji se negó a gritar.

Aun cuando cada célula de su cuerpo doliera, y su frente ardiera como si le hubieran clavado una barra de hierro al rojo vivo, mantuvo la cabeza siempre en alto.

Mirando a su tío a los ojos.

Fue un minuto entero, hasta que el líder del clan decidió que fue suficiente y dejo que su sobrino callera de rodillas ante él.

Neji se quedó con la frente pegada al suelo, escuchando los pasos de su tío, que se retiró de la habitación, dejándolo solo.

"¡Recuerda esto! ¡Yo cambiare el destino de los Hyuuga! ¡Cuando me convierta en Hokage!"

El recordaba esas palabras muy bien, el lo había prometido, aun cuando no tenía nada que ver con su clan, cuando fue su oponente y escupió sobre sus sueños.

Él quiso cambiar las cosas, quiso que todo fuera mejor.

"Naruto…" repitiendo su nombre, golpeó sus puños contra el suelo de madera, apretando sus puños hasta hacerlos sangrar, "Puedes estar tranquilo…" el lentamente se puso de pie, ignorando el dolor abrumador, piso con fuerza, "Yo cumpliré tu promesa… el destino de los Hyuuga cambiará"

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Llegando al medio día, las calles se volvieron más concurridas, por todas las personas que transitaban, entre ellas había cuatro personas que se detuvieron frente a un local cerrado.

El lugar parecía haber estado cerrado hace bastante tiempo, por el polvo y lo abandonado que parecía.

Las cuatro personas eran adolescentes, que miraban fijamente el cartel pintado en rojo.

'Ustedes no lo merecían'

No hacía falta decir que Teichi estaba muy enojado cuando escribió eso, pero representaba bien lo que pensaba, cuando abandonó la aldea con su abatida hija.

Ellos solo eran una pequeña familia civil, que se decepcionaron por la antipatía y crueldad de una aldea, que vio la muerte de un niño como un alivio.

Tsunade misma había venido a persuadirlos, diciendo que era más seguro vivir es una aldea escondida, que un pueblo civil que se veía en peligro por los ninjas renegados.

A ellos no le importaba, solo se fueron a solo dios sabe dónde.

"Es extrañó como un lugar pequeño tengo un impacto tan grande" comento Shino que seguía mirando fijamente el cártel.

"Si, a veces no sabes lo que se tiene hasta que no está" murmuró Tenten que se cruzó de brazos, la estación de invierno no era su favorita, hacía mucho frio para su gusto y la nieve no ayudada.

"No estamos hablando de la tienda de Ramen ¿No?" Kiba dejó escapar un suspiro, para acariciar la cabeza de Akamaru, que hace mucho dejo de ser un cachorro, para ser ahora un enorme perro.

"No, no lo hacemos" la última persona era Rock Lee, "Uzumaki Naruto fue alguien que nunca se podría olvidar"

"Cierto" asintiendo con la cabeza, el adolescente Aburame miro la expresión compartida que tenían todos sus compañeros, "Es difícil creer que ya pasó más de dos años, en algunos meses serán tres"

"El tiempo vuela más rápido de lo que uno quiere que sea" compartiendo la expresión de vacío del Aburame, Tenten se acercó para acariciar el cartel con esa inscripción, "Tengo que irme a casa"

Los demás adolescentes asintieron con la cabeza, viendo como la chica tomó su camino, los demás no tardaron en seguir su ejemplo, el clima era horrible y estar con sus respectivas familias, en sus cálidos hogares.

Era una bendición, que no muchos tenían.

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En los límites de la nación del fuego y tierra, en la delgada línea roja que dividía los dos países, y como consecuencia sus respectivas aldeas escondidas, había un conflicto que podría tener graves consecuencias.

Kakashi Hatake sacudió su espada bañada en sangre, sacándola del pecho de un shinobi de Iwa, que dio su último suspiro de vida, antes de formar parte de la cadena de innumerables muertes del ninja que copia.

Que estaba acompañado de sus respectivos compañeros Anbu, que respaldaban lo que era una carroza a la que llevaban un noble.

Que debía de ser protegido por las personas que estaban ante ellos.

Ninjas de Iwa.

No cualquiera, ellos eran la élite.

Kitsuchi Kazan, hijo del tercer Tsuchikage.

Kurotsuchi Kazan, nieta del tercer Tsuchikage.

Acompañados de varios jounin.

Todo pintaba mal para ellos.

"Danos a ese bastardo ninja que copia" ordeno el hijo del Tsuchikage, que no se guardó su mirada de desprecio contra los ninjas de Konoha.

"Es nuestro cliente, sería malo que lo matarás"

"Proteger a una basura que intento derrocar a su padre"

"Y tu trabajar para un padre que quiere matar a su hijo, ¿Quién crees que cayó más bajo?" se burló Kakashi, que mantenía su espada en alto, pateando el cuerpo del primer tonto que dio un paso al frente.

"…" Kitsuchi no se inmutó, por el cuerpo que cayó a sus pies, él no había ordenado todavía que ataquen y él no lo escucho, su muerte era su recompensa.

"¡Hay que atacarlos!" lástima que su hija no tuviera la misma paciencia que su padre, ella vio con repulsión como uno de sus compañeros había sido brutalmente asesinado por el ninja que copia, que aún tenía su sangre goteando en su espada

"Atrévete" una de las Kunoichi de Konoha, la más joven saco dos kunai, la tensión se estaba haciendo demasiado pesada.

"No" Sin embargó nadie se movió, cuando Kakashi bajo su espada y la guardo en su funda, quitándose su máscara hizo que todos lo miraran, "Una disputa que puede traer una guerra, no sirve de nada, no le daremos el cliente, será escoltado hasta la capital de la nación del fuego"

"¿Y crees que te lo permitiremos?" El aura asesina del hijo de Onoki fue sentida en todo el lugar, de la misma forma que la de Kakashi, que no se inmutó.

"¿El pago que te dieron es suficiente para desatar una guerra?" pregunto cómo si fuera la razón más estúpida de empezar una guerra.

Pero, cuando alguien quería guerra, la más pequeña y tonta razón era suficiente.

"…" el Jounin de Iwa parecía considerarlo, desconocía shinobis que respaldaban al ninja que copia, podían ser Nara, Yamanaka, Hyuuga y otros.

No habían esperado que su objetivo, sería tan bien protegido, la paga que le dieron no valía la pena enfrentarse a ellos, aun cuando la idea de matar ninjas de la hoja suene tentadora.

Mirando a su hija, Kitsuchi hizo que sus ninjas levantaran, algo que a su hija le gustó y una sonrisa dividiera su rostro.

"…" Kakashi se mantuvo tenso todo el tiempo, el lo sabía muy bien, este sería un conflicto que llevaría a un baño de sangre, podría estallar en cualquier segunda.

Ante la menor provocación.

"Hoy será el día en que Konoha pierda otras valiosas herramientas en sus filas, pero deben estar acostumbrados a perderlas, por su propia estupidez"

La tensión se disparó a los cielos por esa sola frase, que hizo que el silencio entre todos los presentes sea tan pesado, que se escuchó el suave viento soplar.

"Repítelo" la voz de Kakashi se volvió se ultratumba, con un peso en su aura que hizo que todos tuvieran un escalofrío, y se pusieran en guardia.

Todos menos el hijo del Tsuchikage.

"Perder a un jinchuruki, un Uzumaki nada menos, y hacer que el último Uchiha esté en las manos de otro traidor de su propia aldea, ¿Qué tan estúpido se tiene que ser para perder a dos de los últimos miembros de los legendarios clanes?"

"¿Qué sentirá tu padre al llevar al cadáver de su nieta en tus manos?"

Todo había sido demasiado rápido, el lugar parecía haber sido eliminado por un relámpago, que dejó segados a todos por un segundo, un segundo era suficiente para que todo se fuera al diablo.

Los ninjas de Iwa se quedaron como piedra, al escuchar el chillar de Miles de pájaros, provenientes del relámpago que el ninja que copia cargaba en su mano derecha.

Apuntando directo al rostro de Kurotsuchi, que no pudo moverse un solo centímetro cuando sintió la guerra de hierro, de la mano del ninja que copia alrededor de su cuello.

"¡Maldito!" No hacía falta decir que esto fue tomado nada bien por los ninjas de Iwa, en especial por el padre de la chica, "¡Eres un cobarde!"

"Soy un maldito ninja" Kakashi retrocedió con una chica en sus manos, apuntando firmemente su técnica definitiva contra su rostro, él no duraría ante el menor movimiento, perforar su cabeza, "Largo"

Cuando les dio la señal a sus compañeros, estos de inmediato se dirigieron a la carroza del noble, para empezar a llevársela lejos de ahí.

Nadie de los de Iwa lo impidió, estaban en las manos de Konoha, cuando el tomo como rehén a la hija de su kage.

"¡Maldito!" Kurotsuchi se sentía humillada por no poder prever la velocidad del ninja que copia, todavía sido demasiado rápido y ahora estaba en sus manos como una rehén.

Eso hizo que su sangre hirviera y quisiera contratacar, pero cometió el error vital de mirar sobre su hombro, y quedó con la mirada vacía, cuando vio el legendario ojo Sharingan de Kakashi.

Que la hizo caer en un fuerte genjutsu.

"¡No te saldrás con la tuya Hatake!"

"Tal vez, pero al menos me llevaré a ella y cuánto pueda de ustedes conmigo"

Muchos lo hubieran tachado de loco, aunque por la forma en que su ojo legendario estaba brillando, y los tomoes giraban a una velocidad tan lenta, cómo si les estuviera analizando hasta el más mínimo detalle de sus movimientos.

Y lo chillar eléctrico hizo que fuera aún más peligroso para ellos.

Kakashi retrocedió lentamente, tomando a la chica en uno de sus brazos la levantó del suelo y arrastró con él.

"Llegó a ver a uno solo de ustedes, los prometo que lo que quede de ella, no lo reconocerán, si todo sale bien, ella misma volverá a su aldea sana y salva, esa es mi promesa"

Sin más, Kakashi Hatake desapareció entre los árboles, dejando atrás a los iracundos shinobis de Iwa, que ya estaban jurando una venganza contra el ninja que copia.

La tensión entre Konoha e Iwa nunca había sido tan alta.

Solo era el primer paso, hasta la inevitable guerra que se asomaba en el horizonte.

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La noche había caído la aldea de konoha, y en un pequeño bar de alguna parte de la aldea, vemos la reunión de dos viejos amigos.

Que no reían.

Que no sonreían.

Solo tenían las miradas fijas, en las tazas de sake frías que estaban entre ellos, había pasado varios minutos en qué ellos, solamente estuvieron mirando las tazas, esperando que alguno de los dos dijera algo.

Y Jiraiya fue el primero en dar ese paso.

"La información ya fue confirmada, todo el mundo sabe lo que le sucedió al 'jinchiruki del nueve colas' ah muerto, la carrera para atraparlo una vez se regenere ya empezó"

"…" Tsunade arrugó su rostro con frustración, sabiendo que para Konoha la situación era delicada.

La necesidad de un jinchiruki para mantener el balance con las demás aldeas, era clave.

Aunque había muchos problemas.

No cualquiera podría ser el jinchiruki del Kyubi, hasta ahora sus únicos contenedores habían sido Uzumakis, y conseguir uno ahora, uno lo suficientemente joven para ser un contenedor adecuado.

Le dolía la cabeza el solo pensarlo.

Y para empeorar la situación.

Los clanes de las aldeas, estaban ofreciendo jóvenes, niños pequeños para que puedan ser jinchirukis, ellos no querían perder la oportunidad de que alguien de su clan sea portador de una de las bestias más poderosas del planeta.

Si, la ambición de las personas no la dejaba de sorprender.

"Y no es todo" Jiraiya no había terminado con su reporte, y por la expresión de su rostro no eran buenas noticias, "Aunque Iwa y Kumo lo niegan para no parecer débiles, se sabe que los jinchirukis de Dos, cuatro y cinco colas han desaparecido, y los avistamientos del Biju de las tres colas, confirman que desapareció del lago donde se estaba regenerando…"

"¿Han empezado?" esa no fue una pregunta, solo una afirmación pesimista que hizo que la kage apretara sus uñas contra la madera de la mesa.

"Si, Akatsuki se está movilizando y no andan con juegos, ya tienen a tres de nueve, en solo dos meses, puede decir que tenemos solo un año, hasta que ellos atrapen a los demás bijus, y esperen el renacimiento del zorro de las nueve colas"

Jiraiya no había descansado hasta buscar todas las piezas y darles su lugar, era más que obvio lo que buscaba está organización llamada Akatsuki, la verdadera pregunta en verdad.

¿Para que los necesitaban?

Sea lo que sea, no sería nada bueno, nada bueno podría salir de alguien que sería juntar a las nueve bestias con cola en un solo lugar.

Había que empezar a movilizar sus fuerzas, tratar de entablar una conversación con las demás naciones y dar a la situación en la que estaban.

Jiraiya sabía que esto involucraba a todas las naciones, y que, por primera vez en toda su historia, enfrentar juntos está amenaza.

Pero, también era realista, la posibilidad de que todos se unan, era tan probable como que al le salieran alas.

"Él ya hubiera cumplido 16 años"

"…"

"…" El Sannin de los sapos se quedó mirando como ella bebía hasta el fondo, y dejaba caer la pequeña taza en la mesa, para de inmediato servirse de nuevo.

O al menos lo intento, cuando su muñeca fue tomada bajo un agarre de hierro.

El solo choque de miradas, entre ambos Sannin, fue suficiente para incomodar a las personas presentes, algunos no dudaron en irse de ahí por su propia seguridad.

"No te escondas detrás de una botella Tsunade"

"Y tu no me hables, como si pudieras decirme que hacer o no" de un tirón la legendaria mujer se liberó de su agarre, y cuando estaba a punto de servirse otra copa.

*Golpe*

El dueño del bar trago, al ver cómo una de sus mesas fue mandada a volar por una ventana, las pocas personas que aún quedaban, se fueron de inmediato cuando vieron como el sabio de los sapos lanzo la mesa, haciendo que las botellas de sake se rompieran en el suelo y se derramaran.

"¡Ya pasarán tres años Tsunade! ¡Ya deja de estar lloriqueando y mira el mundo real!"

La expresión sombría de Tsunade se mantuvo un rato, hasta que se puso de pie y saco de su traje un rollo de billetes de su chaqueta, que arrojó al cantinero, que estaba escondido detrás de la barra.

"…" Jiraiya aún tenía esa mirada de rabia en sus ojos, viendo como la que fue su compañero de equipo ni siquiera lo miro, solo le dio la espalda, para empezar a irse, "¡Tsunade!"

"…" Ella se detuvo por un segundo, aun dándole la espalda.

"Tienes el peso de una aldea en tus hombros, sé que duele, a mí también, pero somos ninjas, piensa como uno, piensa en que si sigues perdida en tu dolor y melancolía no verás el peligro que se asomaba por nuestra puerta, tienes que-"

"Cállate…" la respuesta de la legendaria Sannin de las babosas, había sido tan fría como la mirada que tenía en sus ojos, "Yo vine a esta aldea por él, y el ahora no esta"

"¡Estás siendo una perra egoísta!"

"¡Y tú un anciano hipócrita como lo fue Hiruzen! ¿Ahora te interesa la aldea? ¿De lo que pueda pasar? ¿Dónde estaba eso cuando te ofrecieron el puesto de Hokage?"

Tsunade se negó a seguir con esta conversación y por más que quisiera tomar el sombrero de Kage en su espalda y arrojarla a los pies de Jiraiya, no podía pisotear lo que fue el sueño de las personas que más llegó a amar, su amante, su hermano.

Naruto.

Ella seguiría siendo la Hokage, no porque lo quería, sino porque es lo que ellos hubieran querido.

Y nadie le diría que hacer.

#########################

El goteo de la sangre fue lo único que se escuchó en una de las guardias destruidas del Sannin de las serpientes.

Que estaba en el suelo, con la mitad inferior de su cuerpo carcomida y quemada, y un brazo faltante.

No muy lejos de él, un agotado Sasuke en su transformación de segundo nivel del sello maldito, bajo su brazo derecho.

Cerca del Uchiha estaba el grupo llamado Hebi, que el se había encargado de reclutar, para poder enfrentarse al Sannin de las serpientes.

Jūgo

Karin

Suigetsu Hōzuki

Dos de ellos estaban al borde de la muerte, atendidos por una agotada Karin, que tenía grandes mordidas en sus brazos, productor de tener que curar varias veces a sus compañeros, en una batalla.

Que nunca parecía acabar.

Las siluetas de ambos se iluminaron por los relámpagos, que tronaban en las nubes de tormenta, no paso mucho para que empezará a llover.

El Sannin de las serpientes había muerto, al menos eso es lo que ellos querían pensar.

El cuerpo mutilado de Orochimaru empezó a convulsionar, hasta que, en una escena perturbadora, lo que quedaba de el, estalló en pedazos.

Bañado en sangre, una silueta más grandes y grotesca se dejó ver.

Los ojos de Sasuke ardían por el uso excesivo de su Sharingan, aun así se mantuvo en guardia, al ver la verdadera forma del que había sido su maestro los últimos años.

Una serpiente albina que parecía sacada del peor de los infiernos.

"Sasuke…" la retorcida y grabé de Orochimaru sonaba tan mal como su apariencia, "¿Qué es este fetiche tuyo de combatir con oponentes que no te quieren matar? Te advierto que yo no seré tan piadoso como Uzumaki Naruto"

"…" apretando sus dientes con rabia, Sasuke hizo que su brazo derecho se encendiera con un brillo electrónico, que estaba lejos de ser tan potente como debería de ser.

Riendo entre dientes, Orochimaru se empezó a arrastrar lentamente alrededor de su alumno, que seguía muy tenso.

"Eres especial Sasuke, pero ser especial no es suficiente, ¿Naruto no te lo demostró?"

"¿Qué tiene que ver con esto?" Sasuke odiaba el sonido de las escamas de la serpiente raspar entre ellas, y más la sonrisa siniestra del Sannin.

"Vamos, no juegues al tonto, tu y yo sabemos que ese combate en el valle del fin tuvo un final que a ti no te gusto, el amargo sabor de haber tenido que venir a mí, en busca de poder, aún con todo lo que te di… no pudiste ganar"

"¡Yo gane ese combate!"

"Por favor, tu sabes que eso es mentira, si eso hubiera sido verdad… ¿Dónde está tu Mangekyou Sharingan?"

"…"

"Hay dos posibilidades, el mocoso Uzumaki nunca fue el vínculo que pensaste que fue, o que nunca estuviste cerca de matarlos…" el enorme cuerpo de la serpiente ensombreció al Uchiha, que levantó la cabeza para chocar miradas con el sabio de las serpientes.

"…"

"Tú lo sabes… que si ese chico en verdad te hubiera querido matar… lo hubiera hecho"

"¡Sasuke!" Karin grito horrorizada cuando de una sola mordida, la serpiente se tragó al Uchiha.

El silencio fue largo, hasta que la serpiente empezó a retorcerse de dolor, y cayó con pesadez contra el suelo en un duro golpe.

La hoja de una espada surgió de su estómago, y la abrió dejando ver a un sombrío Sasuke, que deja que la transformación de segundo grado, del sello maldito cayera, y volviera a la normalidad.

"…" lentamente Sasuke envaino su espada, y levantó la mirada, dejando ver sus ojos, el legendario ojo de su clan seguía ardiendo.

Él había ganado, pero estaba lejos de ser la victoria que hubiera querido.

¿Y cómo era?

Ah sí.

Chan

Channnn

Channnnnnn

Channnnnnnnnnnnnnnnn

¡Wow! Que gran empiezo, no hace falta decir lo mal que va el mundo de Naruto, el efecto mariposa es una mierda, pero bueno, que se la banquen, hasta que Naruto arregle sus propios problemas en otro mundo, como lo es la muerte.

En fin.

Hablemos de lo que nos compete.

Sakura tiene un trastorno de culpa, por darse cuenta de TODO lo que hizo por ella, y el nunca tener la oportunidad de decir gracias, hace que se esfuerce en buenas obras o causas nobles, como lo es ser doctora, para sentir que es digna del sacrificio que hizo Naruto por ella.

En cuanto a los recuerdos de niños, es la única forma o escenario en que en verdad Naruto pueda mostrar ese cariño, por no llamar obsesión que tenía por Sakura, cuando no tienes nada, hasta un gesto tan pequeño puede significar demasiado.

Los doce de Konoha, sip, la verdad salió a luz y la verdad no voy escribir algo como que todos rompieran en llanto, y gritaran a los cuatro vientos que Naruto era el ser más querido que tenían, no.

Fue un golpe para ellos, que hizo que tuvieran mucho que pensar, como lo puede ser la lealtad a su propio pueblo, lleno de gente de mierda.

Cada uno tiene su forma de lidiar con el dolor.

Kakashi volvió a ser el ninja frio y sanguinario que fue cuando perdió a todo su equipo y maestro.

Hinata ni que se diga, y Neji que tiene mucho rencor contra su propio clan, que tomaron decisiones muy cuestionables.

Tsunade que tuvo una recaída pesada, como ya tuvo en el pasado.

Jiraiya que trata de reparar un mundo dañado, queriendo seguir adelante.

Y por último, Sasuke.

¿Soy al único que le parece boludo por parte de Orochimaru el esperar hasta ser un peso muerto en cama para el cambio de cuerpo? No se, tal vez sea solo cosa de la técnica.

Igual, para mi Sasuke no hubiera podido ganar contra Orochimaru limpiamente, asi que tuvo que recurrir al equipo Hebi antes de tiempo, para tener una chance, y ahora seguir su camino contra Itachi.

Que admotamoslo, se dejó ganar, estaba más muerto que vivo en esa pelea.

En fin, ufff, estos sin mis propios pensamientos del capítulo, espero el de ustedes en los comentarios.

Próximo capítulo, para el día viernes 9 de Julio,

Capítulo 45: Vividas perdidas, muertes insignificantes…

Si, volvemos al mundo de Avatar con todo loco.

Sin más, que Dios los bendiga y les deseo lo mejor a ustedes y sus familias, cuídense en estos tiempos difíciles para algún llegar a la edad de un viejo choto, y mentir diciendo que sobrevivimos a un apocalipsis.

¡CHAUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU!

Josef: Hey, cuidado a donde miran a una de mis chicas >:v

Extra: Pus no andes antojando :v

ChaoticThrone35 y Josef:.......

Se miran el uno al otro para después sonreír.

Chaotic y Josef: Esta noche cena pancho 7w7

Se las llevan.

Quién no ha vivido eso, no tuvo infancia.

Alv °<°

Yo soy el tercero de la derecha (el que está solo) :"v