Visitas

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Era una tarde cualquiera para las demás personas en la gran ciudad de Nueva York, excepto para los Laurens, pues sabían que no tardarían en llegar los progenitores de Eliza, al igual que algunos de los familiares de John, solo para conocer al pequeño Philip. Sin duda alguna sería una gran reunión familiar y debido a eso la pareja tenía algunos nervios, en especial el padre de familia, cuya esposa trataba de tranquilizar en ese preciso momento.

—No te preocupes Jack, todo saldrá bien. —Le decía en un tono de voz dulce la de cabello color azabache mientras tenía su mano apoyada en el hombro de su marido.

—Igual me preocupa como vayan a salir las cosas. —Suspiró el castaño. — En especial por cómo es mi padre.

—Pues dudo que se atreva a arruinar el día en el todos conocerán a su propio nieto, ¡estoy segura de que quedará maravillado al verlo!—Exclamó con optimismo. —Seguramente pensará que es el bebé más hermoso del mundo, pero tratará de contenerse de querer correr a abrazarlo de inmediato para mantener su "reputación de hombre aburrido y serio". —Contó de forma algo exagerada para luego escuchar como su esposo se reía de eso.

— ¿De verdad crees que nuestro hijo pueda derretir su corazón de hielo?—Preguntó el pecoso, bromeando un poco, mientras se acercaba a su mujer y la tomaba de la cintura.

—Seguramente al menos tendrá lo suficiente para hacerlo sonreír como nunca antes lo había hecho en tanto tiempo. —Respondía ella mientras rodeaba sus brazos alrededor del cuello de su marido, para más adelante darle un beso.

En ese instante los dos escucharon que tocaban la puerta.

— ¡Ya llegaron!—Enunció Eliza animadamente aun sabiendo que era obvio.

—Tú ve por Philip mientras yo los atiendo, ¿de acuerdo? —Dijo Laurens para después caminar hacia la puerta mientras la pelinegra asentía como respuesta e iba por el bebé. Y tras abrirla se topó con sus suegros, quiénes aparentemente llegaron primero.

— ¡John!—Exclamó de felicidad la señora Schuyler, Catherine, al ver a su yerno. — ¡Cuánto tiempo!—Lo abrazó.

—También me alegra verte. —Dicho eso el joven se separó y le estrechó la mano a su suegro con una sonrisa. —Señor Schuyler.

—Hola John, ¿acaso mis hijas no te dieron un sermón acerca de las formalidades entre familia?—Dijo el moreno para luego reír mientras le tomaba la mano a Laurens y después darle un abrazo también. Luego ambos entraron a la casa, donde se encontraron con su hija quién tenía a la criatura en brazos.

— ¡Padre! ¡Madre!—Decía Eliza con una sonrisa, tras eso saludó a sus padres, quiénes no paraban de mirar al infante. —Les presento a...

— ¡Me alegra por fin ver a este nene tan precioso!—Comentó Catherine muy emocionada, interrumpiendo a su hija en el proceso.

—Es muy tierno. —Sonrió el señor Schuyler.

—Y logro observar muy bien que tiene los ojos de su padre.

— ¡Tengan cuidado porque de grande va a enamorar a muchas señoritas!—Exclamó para luego reír junto a los demás.

Y en ese momento oyeron como tocaban la puerta otra vez, provocando que Laurens sintiera que su corazón se había detenido por un segundo.

—Madre, sostén a Philip un momento por favor. —Pidió la pelinegra mientras le entregaba su hijo a su madre para así poder abrir la puerta, sabiendo que a su marido le darían más nervios si él lo hacía.

Posteriormente recibió a los invitados con una gran sonrisa en el rostro, siendo efectivamente el señor Henry Laurens acompañado de su bella y amable hija, Martha, o como le solían llamar; "Patsy", quién tenía muchas características similares a las de su hermano mayor, entre ellas sus pecas. La mujer los saludó a ambos con afecto y seguidamente los dejó entrar para que se unieran a la reunión que tenían.

— ¡Jacky!—Dijo la hermana menor del pecoso mientras corría a abrazarlo, pues hace tiempo que no lo veía y de verdad lo extrañaba mucho. —Lo siento, los demás no pudieron venir. —Le contó haciendo referencia a sus otros hermanos; Henry Jr y Mary Eleanor, mejor conocida como "Polly".

—No te preocupes, ya lo sabía, igual al menos pudiste venir tú. —Decía John mientras se separaba de ella, para más adelante dirigirle la mirada a su padre. —Hola papá. —Lo saludó y abrazó, solo que aquél abrazo había durado menos que el que le había dado a su hermana, aparte no se veía tanto cariño.

—Hola. —Dijo Henry, quién no tardó en mirar al matrimonio Schuyler. —Señor y señora Schuyler, hace mucho que no los veía. —Decía él mientras le dirigía una reverencia a la madre de su nuera y otorgaba un fuerte apretón de manos al padre, recordando que él y sus hijos ya los habían conocido formalmente en la boda de su hijo.

—Buenas tardes, ¿cómo han estado?—Dijo Patsy no quedándose atrás en el saludo mientras también hacía una reverencia de pura cortesía. Y en ese momento tanto ella como su progenitor recién notaron la presencia del bebé que Catherine tenía entre manos, por lo tanto sabían que eso solo podía significar una cosa. —Oh, ¿acaso él es mi sobrino? —Preguntó con emoción, a lo cual su hermano y cuñado asintieron como respuesta. — ¿Puedo cargarlo?

—Por supuesto que sí. —Contestó John con una sonrisa.

Después Patsy se acercó a Catherine, quién con cuidado le pasó el niño. La castaña no tardó en conmoverse al tener su sobrino en brazos.

—Es tan tierno, ¡y hasta tiene las pecas de la familia!—Comentó mientras aún se le quedaba viendo. — ¿Y si me lo dan en adopción?—Preguntó en broma, causando algunas risas. —Papá, ¿te gustaría también cargarlo?—Le preguntó al canoso, quién se sorprendió al escuchar la pregunta.

—No, gracias, creo que ahora está cómodo contigo. —Respondió.

— ¿Qué tonterías dices?—Soltó una carcajada. —Dudo que pase algo malo.

—Vamos Henry, es tu propio nieto, por favor cárgalo. —Dijo Eliza, poniéndose del lado de su cuñada.

—Bueno, yo...—Decía el señor tratando de pensar en otra excusa, pero en ese instante su hija siguió insistiendo hasta que no tuvo opción que tener al pequeño en brazos.

Henry no tardó de cambiar su rostro al ver de cerca a su nieto, aquella cara que mostraba a una persona fría y estricta fue reemplazada por una sonrisa, haciéndolo algo difícil de creer, incluso sus hijos se preguntaban quién era ese hombre y que había hecho son su padre.

—Sí, ya veo que tiene las mismas pecas que ustedes. —Comentó mientras ponía la vista sobre sus hijos. —Aquellas que heredaron de su madre...

Todos los presentes sonrieron ante aquél comentario, aunque a John y Patsy les dio un sentimiento nostálgico ante la mención de su difunta madre, ahora se preguntaban qué haría si estuviera en la sala con ellos, aunque sabían muy bien que estaría igual de enamorada de Philip como todo el mundo.

—Te dije que quedaría maravillado al verlo. —Le susurró Eliza a su marido para que viera que tenía razón después de todo.

—Veo que nunca te equivocas en nada. —Murmuró Laurens.

— ¿Y hasta ahora te das cuenta?—Dicho eso le besó la mejilla.

Seguidamente todos se sentaron en el comedor para comer luego de que los anfitriones sirvieran el festín que les tuvieran preparados. A partir de ahí las cosas habían empezado a andar muy bien, teniendo una conversación casual sobre diversos temas, y como siempre nunca faltó el chisme del día, el cuál trataba del hecho de que Martha Mannings, la vieja amiga de John (y con quién tuvo una aventura en el pasado), se iba a casar con un hombre de negocios inglés, cosa que sorprendió a Laurens y también a Eliza, pues el prometido era un conocido de ella (incluso una vez intentó cortejar a Angelica). Cómo el compromiso era reciente seguramente no tardarían en llegar las invitaciones, y tenían la confianza que ellos también serían invitados pronto, aunque el de pelo rizado tenía sus dudas sabiendo como las cosas terminaron entre él y la futura novia.

—Por cierto, Eliza, John, quiero decir nuevamente que no tengo palabras para describir lo muy conmovido que me siento ante el hecho de que nombraron a su hijo en mi honor. —Sonrió el moreno. —Y supongo que tú también Henry.

—Pues, si se me hizo un gesto muy...bonito. —Respondió el señalado como si no se tratara de la gran cosa para luego seguir comiendo como si nada, haciendo que todos se le quedaran viendo.­ —¿Qué?—Preguntó al notar eso último.

—Nada...—Dijo Laurens, quién se veía más molesto que el resto de los demás.

—...Hace un buen clima hoy, ¿no?—Comentó Eliza a propósito para cambiar de tema, siendo seguida por los demás, pues no querían arruinar el ambiente.

Pasado un rato, todos terminaron de comer pero quisieron seguir charlando un poco más antes de la despedida final, haciendo que el hogar volviera a llenarse de risas y alegría por las charlas que todos tenían entre sí, aparte de la lindura del pequeño Philip quién ahora se encontraba en brazos de su madre, cuya ternura seguía cautivándolos.

—Y hubieran visto la cara que puso mi padre al verlos así. —Terminó de contar Patsy a los padres de su cuñada, quiénes junto a ella soltaron una carcajada cuándo terminó su relato. — ¿Te acuerdas pa...?—Le iba a preguntar a su progenitor hasta que se dio cuenta que no lo veía por ningún lado. — ¿Dónde habrá ido mi padre ahora?—Bufó cruzando los brazos, mientras que los demás al escucharla se pusieron a buscar al desaparecido con la mirada.

—Lo encontré. —Dijo John mientras señalaba una de las ventanas donde se podía ver el patio de enfrente. —Iré por él. —Dicho eso salió y caminó hacia donde se encontraba parado. — ¿Por qué no estás con los demás adentro? —Le preguntó.

—Empecé a sentirme mal, así que decidí ir afuera para respirar algo de aire fresco por un rato. —Contestó el canoso.

—Al menos hubieras avisado.

—Perdón.

—Ya no importa.­

—Por cierto, sé muy bien que no le pusiste a tu hijo mi nombre por gusto.­—Dijo rompiendo el hielo del lugar. —No me hubiera molestado que solo tuviera el de tu suegro, si es lo que temías.

—No fue por eso. —Respondió el pecoso, un poco sorprendido por el repentino comentario salido de la nada, preguntándose que tenía que ver con lo que estaban hablando. —Simplemente quise ponérselo y ya. —Afirmó, aunque en realidad aún no sabía por qué rayos quiso que le pusieran como segundo nombre "Henry", sentía como si hubiera sido un castigo muy cruel para su pequeño, sinceramente era algo de lo que se estaba arrepintiendo.

— ¿De verdad?—Preguntó con incredulidad.

—De verdad. —Repitió, esperando que la conversación acabara ahí.

—Oh, bueno, yo supuse que tendrías alguna otra razón.

— ¿Dices que no puedo ponerle a mis hijos los nombres que se me den la gana solo porque quiero y punto?

—No me refiero a eso, simplemente que se me hace algo sospechoso que tenga que tenga el mismo nombre que yo solo "porque quisiste", John. —Comentó.

— ¿Acaso piensas que simplemente lo hice para ver si así me aprobabas? —Preguntaba John mientras cruzaba los brazos y fruncía el ceño, sabiendo que con eso daba inicio una discusión llena de tensión entre ellos...otra vez.

— ¿Disculpa?—Dijo su padre arqueando una ceja.

—No me engañas, padre, sé que siempre he sido una decepción para ti.

—Nunca he dicho eso. —Se defendió.

—No es necesario que me lo digas, lo he sabido todo este tiempo, sé que cada vez que me miras siempre te preguntas que has hecho mal para tener como hijo alguien como yo. —Levantó el tono de voz. —Y si, hiciste algo mal...más bien, hiciste TODO hiciste mal. —Se le acercó.

— ¿Quién tuvo que ser la figura paterna de mis hermanos por qué te volviste un terrible padre que apenas les hacía caso? ¡Dime! —Lo confrontó con frustración, sin embargo su padre seguía con una expresión fría sin dar ni una sola reacción a pesar de que sabía muy bien que su hijo ya estaba explotando en ese momento. — ¿¡Quién hizo de todo para que esta familia siguiera adelante tras todo lo que sufrió empezando por la muerte de mi madre!? ¡Pues déjame aclararte que tú no fuiste!—Hizo una pausa mientras veía como su progenitor seguía con la misma cara.

—Yo...también hice tantas cosas para complacerte, incluso accedí a estudiar leyes porque es lo que querías. —Agregó para luego soltar una risa sin gracia.­ —Pero te juro que el segundo nombre que lleva mi hijo no fue por eso. —Hizo una pausa. — Aunque existe una pequeña probabilidad de que haya sido porque una muy pequeña parte de mí te sigue queriendo. Eres mi padre, y a pesar todas los conflictos que hemos tenido por nuestras diferencias jamás podré odiarte. Jamás. — Finalizó, tratando de ocultar las ganas de llorar que le habían llegado.

Sin embargo Henry no mostró expresión alguna mientras el silencio volvía a perdurar.

—Por cierto, el nombre se le puse en honor a mi hermano, no por ti. ¿De acuerdo? Ya sabes la verdad. —Cruzó los brazos para después desviar la mirada, y en realidad había mentido acerca de eso de forma improvisada e impulsiva, como en un intento en vano de herir a su padre.

— ¿John? ¿Henry? ¿Qué hacen aquí en el patio? —Preguntó Eliza mientras se les acercaba.

—Solo nos estábamos despidiendo porque yo y Patsy nos vamos. —Respondió el hombre mayor para luego volver hacia adentro, dejando a su primogénito nada contento.

[...]

Llegó la noche, todos los invitados ya se habían ido hace horas, para alivio de la pareja, pues tener que convivir con sus familiares aunque les gustaba los cansaba, más teniendo que atender también su hijo, quién por fortuna por fin había logrado dormir. Finalmente John y Eliza ya se encontraban en su cama, listos para descansar también, aunque el de ojos verdes no podía evitar seguir con una cara triste, pues seguía pensando en lo que sucedió entre su padre y él. Por fortuna Eliza se dio cuenta de cómo se encontraba su marido y se dispuso a abrazarlo, poniéndose encima de su pecho, dándole la confianza para poder hablar para desquitarse.

—Nunca lo entenderé Eliza, juro que lo intento pero simplemente no puedo. Somos muy distintos y eso es algo que jamás cambiará. —Le contó John a su esposa, sintiéndose bastante frustrado. —Lo peor es que se atrevió a iniciar otra dispuesta justo en el día que se supone que debía tratarse sobre nuestro hijo, su propio nieto. —Suspiró. —Creo que tuve un mal comienzo como padre al darle a Philip ese otro nombre como castigo. —Dijo refiriéndose al hecho de haberle puesto también el nombre de su abuelo.

—No digas eso. —Decía la pelinegra mientras veía a su esposo a los ojos. — En ese caso tuvimos ese mal comienzo los dos, pues yo dejé que se lo pusieran. —Comentó. —Sin embargo, yo tengo una opinión diferente.

— ¿A qué te refieres?

—Siento que algo en ti te dijo que nuestro hijo podría darle un mejor honor a ese nombre, porque algún día sorprendería a todos, luchando por la libertad mientras demostraba al crecer que lo maravilloso que es. —Sonrió. —Así como tú, quién no te defines por el apellido que te otorgó tu padre, él no se guiará por el nombre que comparte de él, que además es solo el segundo, por lo tanto seguramente solo será le diremos Philip. —Soltó una pequeña risa. —Así que no te preocupes, no hiciste...mejor dicho, no hicimos nada malo en ponerle Henry. —Comenzó a acariciarle la mejilla.

—Gracias. —Le dijo tras escuchar eso.

—No hay de qué, solo dije la verdad.

—No, gracias por todo. —Tomó la mano que había puesto encima de su pómulo. —Siempre me has apoyado y animado cuándo lo necesitaba, en cambio todavía no he hecho nada de eso por ti. —Comentó, ya empezaba a sentirse algo mal debido a eso.

—Ay, Jack, no es para tanto.

— ¡Si lo es, Liz! De verdad quiero regresarte el gran favor de alguna forma, pues eres la mujer más especial de toda mi vida. —Manifestó. —Te prometo que algún día te daré lo que mereces, porque te amo. —Dicho le mostró una sonrisa mientras se ponía algo sonrojado.

Eliza también se sonrojó como reacción ante aquellas palabras, hasta le habían dado algunas ganas de llorar tras esa oración, realmente no sabía que decir al respecto, por lo tanto prefirió mostrarle su gratitud con un dulce beso en los labios.

—Buenas noches. —Dijeron los dos al mismo tiempo después para luego reír tras aquella coincidencia. Finalmente John fue a apagar la vela que alumbraba el cuarto y se durmió junto a su esposa. 

[...]

¡Holis! Adivinen quién volvió, y no, no andaba muerta, solo escribiendo aprovechando estas vacaciones(?) Disculpen la demora, pero antes de Semana Santa estaba ocupada con los exámenes, dando lo mejor para no reprobar ni que me den con la chancla(?) Jajaja XD Y cuándo por fin me libré de todo eso mi familia empezó a salir mucho,alksdhsjkdas 

En fin, espero que les haya gustado este capítulo, prometo tratar de ser un poco más activa^^ ¡Nos leemos luego!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro