−¿¡Qué cosa?!

−¡Ni siquiera yo pude verlo! Todo fue tan rápido... Estaba con él y de un momento a otro... ¡Simplemente desapareció!

−Esto es malo... Hay que buscarlo

−¿Pero por dónde?

−¡En donde sea, debemos encontrarlo antes de que algo le pase!

[.  .  .]

−Ugh... ¿Ahora qué...?

Su cabeza le daba vueltas como un torbellino, se levanto y trato de reconocer algo, mas en donde se encontraba estaba totalmente oscuro...
Recordaba que se encontraba malherido y junto a su pareja, luego todo se volvió borroso y termino desmayándose; camino un largo rato tratando de encontrar algo que no fuera oscuridad, tratando de agudizar su audición para percibir algún sonido.

−Despertaste.

Aquella voz le dio un escalofrió e hizo que volteara de golpe, volviendo a ver solamente oscuridad, retomo su camino al frente pero se lleno de terror al encontrarse con dos puntos rojos, iguales a los de sus pesadillas.

−¿Qu-quién e-eres...? −cuestiono con pavor en sus palabras, retrocediendo cuanto pudiera.

−¿Adivinas? −ensancho una horrenda sonrisa, revelando sus dientes filosos y manchados de sangre.

−N-n-no −choco contra algo, paso sus manos tratando de encontrar al responsable pero solo sintió un agarre en sus hombros; trato de zafarse pero parecían tentáculos que lo aferraban e impedían moverse.

−No te esfuerces, eres tan inútil que estoy seguro que no lograras librarte.

Acto seguido el lugar se ilumino por llamas de fuego, dejando al descubierto a un erizo idéntico al cobalto, salvo que su color era un azul más oscuro y  que llevaba la esclerótica negra y las iris rojo sangre, aparte de esa macabra sonrisa; el ente comenzó a reír desquiciadamente, asustando más al menor, quien no entendía nada de lo que ocurría.

−Jajajajaja.... ¿Acaso eres tan ingenuo que no entiendes nada aun?

−¿P-por...por q-qué debería de en-entenderlo...?

−¿Acaso no querías saber de tu origen? ¿Del porque todos te llamaban..... Arthur?

El joven alzo la vista, sorprendido de que el tipo supiera sobre ello, no podía articular alguna palabra o frase para que prosiguiera, pero se lo pidió con la mirada.

−Oh, veras chiquillo −de repente hizo aparecer un trono y una copa de vino, tomo asiento y bebió un sorbo del líquido−. Yo era joven cuando mis padres me otorgaron mi propio mundo a quien gobernar, muchos me dijeron que debía medir el nivel de catástrofes que podía realizar, ¡pero vamos! ¿A quién le importan las malditas reglas? Como sea, solamente me divertí un poco con tu reino, fue todo, pero tu abuelo vino y me arruino la diversión, me ofreció un trato el cual yo acepte encantado. Imagínate, tener a un alma solo para complacerte en lo que le pidas, aunque lo triste es que nadie era digno de mi admiración, bueno, eso hasta que tu naciste.

Originalmente tú y tus hermanos debieron llamarse: Arthur, Geneva y Cameliard, pero me parecieron unos nombres sobre-valorados y utilice mis poderes para cambiárselos; ustedes tenían un alma impecable, pero cada uno con un desperfecto. Geneva seria una chica impulsiva y contradictoria, pase de ella; Cameliard un chico desinteresado e inestable emocionalmente, pero tu... *Se acerca a él* Tu único defecto era el exceso de ingenuidad y humildad... 

Recuerdo que ese fue el peor día de mi vida, te escogí a ti, pero lo que no me espere es que fueras portador de la energía Chaos, hiciste que nos fusionáramos y termináramos siendo uno solo, claro, con mitades separadas. Ah, pero antes de que me obligaras a pasar todos estos años siendo tu sombra jure vengarme y desate la profecía, con la que tu no saldrás vivo.

−P-pero yo solo era un bebé...no tenia la menor idea de lo que pasaba...

−Agh ya sé, ¿pero qué quieres que haga? Solo mírame, tantos años de estar encerrado contigo y hasta mi apariencia física cambio.

−Te suplico que me dejes ir...

−Jajajajaja, ¿tú? ¿pidiéndome eso a mí?

−S-sí... Yo tampoco quiero estar ligado a un ser tan... ¡Tan estúpido y malvado como tu! ¡Así que déjame ir!

−Si dentro de mis predicciones hubiera estado que te comportarías así, jamás te hubiera elegido, pero como sea, no puedo hacerlo.

−¿¡Por qué no?!

−Porque uno no puede sobrevivir sin el otro, prefiero morir a que dejarte vivo, y supongo que tu también deseas eso... −Chasqueo los dedos haciendo que los tentáculos soltaran al cían, éste manejaba un manojo de nervios y encuentros de emociones, tanta era su inestabilidad que hizo brotar desde las tinieblas una ráfaga de destello azul y celeste, golpeando al contrario−. ¡Oye!

−N-no quiero morir... −De sus ojos cayeron gruesas lágrimas, que al resbalar de su mejilla se convertían en sangre; las ráfagas se intensificaban y su cuerpo comenzaba a tornarse celeste, liberando rayos y una fuerte electricidad−. No te daré la oportunidad de verme morir...

¤ ▪ ¤ ▪ ¤ ▪ ¤ ▪ ¤ ▪ ¤ ▪ ¤

−¡Chicos!

La mujer albina señalo el cielo, viendo como caía un cuerpo envuelto entre relámpagos y fuego, cayo encima de la catedral destruida y se mantuvo flotando en ésta; los muchachos se acercaron presurosos y observaron la escena, voltearon a ver como la murciélago lloraba y se mantenía en pie apoyándose de su báculo.

−¿Qué sucede? ¿Quién es él? −pregunto yendo con ella el oji-reptil.

−E-es...Sonic... −dijo entre hipos y sollozos, mirando tristemente al príncipe−. Lo logramos... Salvamos a todos... Menos a él...

−¿Qué? −dijeron los gemelos a coro; el albino y la minina se abrazaron, ocultando sus sollozos crecientes, el verdoso y rojizo bajaron la mirada y se cubrieron el rostro.

−No puede ser...no puede acabar así...no..no..no.. ¡¡NO NO NO!! ¡TIENE QUE HABER ALGO QUE PODAMOS HACER! ¡NO PUEDES DECIRME QUE ESTO VA ACABAR ASÍ NADA MÁS! −grito al borde de las lágrimas el de vetas rojas, tomando por los hombros a la aprendiz.

−¡Tranquilízate Shadow! ¡Lo único que podrías hacer es intercambiar tu vida por la de Sonic! ¡Solo así el demonio y la otra alma podrían dejar de existir! ¡Salvando al niño!

Todo el lugar se quedo en silencio, la mujer cubrió repentinamente su boca, se supone que no debía decir aquello.

−Lo haré...

−No Shad! Puedo hacerlo yo, tampoco es como si tuviera grandes razones para vivir, Sonic lo merece más que yo... −intervino el verdoso, ganándose la atención de los otros.

−Te lo agradezco Scour, pero quiero que todos se mantengan en una pieza cuando él despierte... *Dirigiéndose a Mephiles* y a ti, te suplico que lo cuides por mí...

Abrazo rápidamente a su hermano y luego corrió a velocidad dejando un remolino de polvo para que los otros se desviaran y no trataran de detenerlo. Voló hacia donde se hallaba el cobalto, estaba a punto de tocarlo cuando alguien lo empujo arduamente contra el suelo, se levanto enfadado viendo quien se atrevía a herirlo, pero su rostro se afligió viendo como su gemelo tomaba su lugar.

−Prefiero que tú lo hagas por mí... Él te ama, y jamas volverá a hacerlo si algo te llegara a pasar... Te quiero hermano, dile a madre y a padre que los amare por siempre... Nunca me olvides, por favor.

−M-Meph...Mephiles... ¡¡¡MEPHILES, NOOOO!!!

[.  .  .]

−Vamos...por favor..despierta pequeño...abre tus ojitos.... −Sollozaba apegando al menor contra su cuerpo, removiéndolo un poco con tal de que despertara−. 

Los demás seguían atónitos, no procesaban como el cuerpo del oji-reptil había desaparecido sin dejar rastros o algún indicio sobre su paradero, peor por las palabras de la fémina, él había sido destruido junto a aquel demonio.

−Mgh...S-Sh-Shad... −musito despertando, sintiendo como el mayor lloraba y lo manchaba de sangre fresca, acaricio su mejilla y entreabrió los ojos−. ¿P-por...q-qué estas llorando...?

−Sonic... −Separo su rostro y observo ya despierto al cobalto, igual a como lo conoció el primer día.

−Estás bien... −Fue lo único que pudo pronunciar, luego lo abrazo con fuerza, aun llorando por la pérdida de su hermano.

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/cRIES

Epilogo y acabamos señores T.T