Ya había pasado una semana desde la primera vez que coincidí con Evan al volver a casa, y digo primera vez, por que casi siempre terminamos volviendo juntos, ya sea en bus o caminando, parece como si me vigilará para saber como voy, pero según él, quien espía y acosa soy yo, ¿pueden creerlo? Por suerte esta vez voy caminando yo sola, y con la paz que me regalan mis audífonos.

-llegue- grite entrando a mi casa

Pensaba correr a mi habitación darme una ducha larga y después leer toda la tarde, pero no, no pude hacer eso. Mis pies se quedaron estancados en el suelo, parpadeé un par de veces para tratar de controlar mi cuerpo y poder caminar, pero no lo logre.

Las risas de mi madre no paraban, pero no crean que estaba así solo por eso, aun que si la escucharan reír se asustarían lo juro.

Lo que me había dejado en shock eran las extrañas risas que se juntaban con las de mi madre, eran de hombre, estoy segura, pero ¿que hacia mi madre riendo en el salón con un hombre, y donde estaba mi hermana?

Después de unos minutos por fin mi cuerpo reacciono y camine al salón, mis ojos se abrieron de par en par al ver esa escena; mi hermanita estaba jugando en el suelo con Abril, si la hermana de Evan, ambas tenían barbies en sus manos y mi mamá no reía solo con un hombre sino también con una mujer, imagino que serían sus padres, esto realmente no lo esperaba.

-oh, Katy, ven pasa. -Se levanto mi madre del sofá invitándome a pasar. -ella es mi hija, la mayor.- Dijo con una enorme sonrisa hacia los vecinos.

Ellos se levantaron y me saludaron algo formal, ahora veía de donde saco eso la pequeña Abril. Salude de la misma forma antes de ser atacada por una pequeña niña la cual me rodeaba con sus brazos.

-hola de nuevo vecina. –me dijo con una sonrisa, no pude evitar reír un poco, era muy tierna.

Hola de nuevo, vecina. –repetí igual que ella y todos rieron, excepto, Danna ella era muy celosa, y en ese momento estaba celosa de abril, la conozco a la perfección.

La separe despacio para no ser grosera y me acerque a mi hermana dándole un beso en la frente, me sonrió y con eso sabia que estaba mejor, me excuse para ir a mi habitación y cambiarme. Minutos después baje y me senté junto a ellos en el salón, fue genial, me dieron muchos tips para molestar a mr. arrogante, ahora lo tenía en mis manos.

...

El timbre de la puerta me despertó, intente ignorarlo y que alguien mas abriera, pero siendo sábado y en la mañana nadie estaba en la casa, Alex tenía su curso y se llevaba a Danna con el para que se distrajera un rato.

Sin muchos ánimos me levante y baje las escaleras, ni siquiera me peine, estaba segura que era algún vendedor o algo, solo quería que se fuera para seguir durmiendo, lo se, soy muy floja, pero amo mi cama, si pudiera me casaría con ella.

Cuando abrí la puerta me encontré con la mamá de Evan completamente apurada, lo se por la expresión que tenía en su rostro y por que hablaba muy rápido, solo atine a asentir cuando me pregunto algo de cuidar a la pequeña Abril, en cuanto deje pasar a la niña la señora salio volando, creo que dijo algo de trabajo.

-hola- murmuré después de cerrar la puerta y girar hacia Abril-¿Ya desayunaste?

-no, me despertó mi mamá, no me quiso dejar con Evan, dijo que el no sirve de niñero.

Dijo con un tono tan lindo e inocente, y también adormilado que me dio mucha gracia.

-ven, acompáñame a des...almorzar?
Dije en tono de pregunta al notar la hora en el reloj que estaba arriba del televisor.

Ya en la cocina nos pusimos a preparar unos emparedados de jamón, debo decir que hicimos un desastre al cortar el jitomate y el aguacate, no lograba quitarle el gran hueso o semilla como me dijo Abril que se llamaba

-Esta... ¿rico?- Dije eso último no muy confiada de mi comentario, pero la sonrisa en la boca de abril me dijo que si era cierto.

- mas las sabritas que le pusiste, esta cruji.
Dijo con una pequeña risa antes de que yo también comenzara a reír.

Estábamos limpiando nuestro tiradero y haciendo planes de que veríamos cuando el timbre sonó, por inercia me fije en la hora; aun era temprano para que llegaran mis hermanos. Deje a Abril terminando de guardar lo que sobró en la nevera para ir a la puerta, cuando la abrí mi sonrisa se borro por completo.

-hola, globitos, ¿Dónde esta Abril?
Me pregunto entrando a mi casa sin que le diera permiso, eso de sentirse en casa ya no me estaba gustando.

La culpa la tenía mi madre ¿Por qué? Bueno ya se los diré.

Después de que mi mamá se encontrara con sus papas y los trajera a casa el llego a mi casa también diciendo que había escuchado las risas de su hermanita en mi patio. Desde ese día cuando sus papas no están vienen a comer por la hospitalidad de mi madre.

-creí que estabas dormido y que no servias de niñero- ataque entre risas al recordar las palabras de Abril- esta en la cocina- Añadí después de cerrar la puerta.

Cuando me gire para seguirlo a la cocina me estampe con algo duro, si el muy tonto se quedo parado y mi rostro choco contra su pecho, así de bajita soy.

-idiota, ¿por que te quedaste ahí?
Le pregunte alzando la vista por lo cerca que estábamos, con una mano toque mi nariz para comprobar que estaba en perfecto estado.

-¿quien dijo que no soy buen niñero?

Dijo con el ceño fruncido y acercándose a mi rostro, por instinto di dos pasos hacia atrás.

-no soy chismosa.
Contraataque con el mismo tono intimidatorio que el uso.

-¿quieres ver que tan bueno soy cuidando a niñitas como tu?
entrecerró los ojos y se acerco de nuevo a mi acorralándome en la puerta, su rostro estaba tan cerca del mió que podía sentir su aliento mentolado abanicar mi rostro.