Mi respiración comenzó a volverse irregular, tragué en seco y por un momento mis manos cobraron vida, se alzaron en dirección a su cuello, estuve a punto de envolver mis brazos a su cuello cuando de repente el timbre de la puerta se escucho haciendo que el se detuviera, mis manos volvieron a mis costados antes de que el lo notara.

Su mirada volvió a la mía y una enorme sonrisa de suficiencia apareció en su rostro

-salvada por la campana, gatita
Se burlo antes de enderezarse y bajar los brazos a sus costados.

Sin decir nada salí disparada hacia la puerta para abrirla encontrándome con la mamá de Evan y de Abril, le sonreí como pude y me aparte para que ella entrara.

-Katy, ¿estas bien? Parece que tuvieras fiebre, tienes el rostro muy rojo- su mano se posiciono en mi frente

-estoy bien, Mari, no te preocupes- sonreí lo mejor que pude

-no te preocupes mamá, solo a de estar en sus días- se burlo Evan cuando estuvo abajo con nosotras.

-Evan, por dios, no seas grosero- lo regaño su mamá girando hacia el y fulminándolo con la mirada.

-tranquila Mari, ya estoy acostumbrada a la personalidad prepotente de tu hijo. Por cierto Abril esta dormida, si quieres cuando despierte la llevo- le sonreí cuando se giro a verme.

Asintió y después se fue, por desgracia se le olvido llevarse al torpe de su hijo, aun que realmente el no se dejo llevar.

Cuando Abril se despertó mi mamá ya había llegado, ceno con nosotros al igual que Evan y después se fueron a su casa.

Subí a mi habitación para darme una ducha rápida, al salir me vestí con una blusa de tirantes color crema y unos shorts de algodón color lila.

Tome uno de los libros que tenía sobre mi escritorio,  la portada era negra y con una gran flor azul en medio; la cual no se como se llama, pero el libro me encanta, fui a mi cama y me senté cerca de la ventana para empezar a leer, pero el tono de mi teléfono me detuvo.

-lindas piernas, globitos

Al leer el mensaje mis ojos se abrieron por completo, ¿como es que el idiota de mi vecino consiguió mi número?

-¿Quién te dio mi número?

-no te concierne.

-idiota.

Le respondí dejando mi libro a un lado

-mojigata

-arrogante

-eso ya lo dijiste antes, se mas original, globitos.

-tu siempre me dices globitos.

me defendi

-si quieres? te digo gatita ;)

-eres un pervertido

-tu eres una mocosa, es mas apuesto lo que sea a que eres virgen

-no te interesa

-¿quieres que te ayude en eso, gatita? 7u7

Y con ese mensaje mi cerebro estallo en miles de partículas microscópicas, mi rostro volvió a estar rojo por tercera vez en el día, el en definitiva era un idiota.

....

Cuando la luz del sol comenzó a entrar a mi habitación aun no estaba lista para despertar, casi no había dormido, además no tenía nada que hacer, era domingo y por suerte mis hermanos dormían al igual que mi mamá.

Me gire hacia la puerta para que el sol no me diera a la cara, pero antes de poder acomodarme mi lap emitió, me levante de inmediato, era la notificación de la aplicación de SKYPE, y eso solo significaba una cosa

Nathan

Di un click en el touch del mause y la pantalla prendió, lleve el puntero al botón de aceptar para aceptar la videollamada, y así, por arte de magia tecnológica estaba el rostro de mi mejor amigo en la pantalla de mi lap.

-hola enana

me saludo con una enorme sonrisa causando que en su mejilla derecha apareciera ese hoyuelo que tanto amaba, si Nathan es mi gran amor platónico y SECRETO, las únicas que saben de ello son mis amigas.

-ya te dije que crecí tres centímetros desde la última vez que te vi, así que ya no soy tan enana

Dije al instante que tomaba asiento frente a mi escritorio, siempre que hablábamos nos tardábamos como tres horas, después debía masajear mis muslos por lo entumidos que quedaban.

-eso dices tu, aun no me lo creo del todo, siempre has sido una chibi

-oh, cállate, no tengo la culpa que tu seas una jirafa.

-una jirafa sexy

Dijo y me guiño un ojo, casi muero, pero en lugar de eso me encogí de hombros.

-yo diría que en lugar de sexy, serias mas como una friki jirafa

-no te burles de mis gustos, enana, además también tu te desvelas viendo anime

-¡oye! nunca dije que fuera malo, además no es mi culpa que el mejor momento del día para ver anime sea después de las 12am

-querrás decir de la noche, ¿no?

-no, es de día, no llevaría el am de mañana, ¿no crees?

-boba, eso es de madrugada.

Dijo el con una fuerte carcajada

-lo que sea.

Dije fingiendo enojo, y Nathan enseguida dejo de reírse y puso ojitos tristes como siempre lo hacia cuando me enojaba con el.

-no te enojes, pequeña

-no soy pequeña, ya mido 1.62cm

-oh, entonces dejaste de ser una minion, ahora eres una hobbit

-creo que me quedo con lo de minion.

Dije haciendo una mueca y el volvió a reír, debo decir que adoro hacerlo reír

-eres un encanto, por cierto, ¿que harás para tu cumple? no creas que se me a olvidado

-no se, creo que solo un pastel con mi mama, sabes que casi no me gusta celebrarlo.

-lo se, pequeña, pero ¡hey! anímate, sabes que aun que no este tu papa contigo te esta cuidando desde el cielo, ahí tienes a tu propio ángel.

-lo se, pero aun así quisiera que ese ángel aun fuera de carne y hueso

Suspire bajando la mirada a mis manos.

-entiendo, y te diré algo, quizás no sea tan guapo como un ángel, pero creo que podré estar contigo en tu cumpleaños.

-¿de verdad podrás venir?

Estoy segura que en ese mismo momento mis ojos brillaron por la felicidad que me invadía

-claro, ¿acaso pensabas que me lo perdería? jamás me eh perdido un cumpleaños tuyo desde que te conozco

-es que esta lejos.

Fue lo único que pude decir, aun estaba como en el cielo.

-bueno pues ahí me tendrás ese día y te diré "sorpresa, sorpresa"

-te adoro

-lo se, también me adoro

-torpe

-así me adoras

-¿quien lo dice?

-tu hace un momento

-agh, ya no

-te adoro, pequeña.

Y así mi día comenzó de la mejor manera...