Prologo - Inmersión en lo Desconocido -

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El mundo en el que vivo es un lugar de maravillas y prodigios, donde los cielos se iluminan con los destellos de poderes metahumanos y la tierra tiembla bajo la influencia de aquellos que pueden controlar el mundo que nos rodea.

Pero para mí, este mundo es una jaula de la que no puedo escapar, una prisión que me ata con cadenas invisibles y me impide alcanzar las alturas que otros pueden alcanzar con un simple chasquido de dedos.

Todas las historias iniciamos épicamente no? o de una manera mala para dar mala presentación?

Posiblemente una de las dos..

—Ya oiste idiota...quiero tu dinero—diria un chico molestando a uno que tenia miedo

Porfavor, no me lastimes—exclamaria asustado el otro chico, en eso escucharian una voz detras de ellos

—Sueltalo—diria esa voz que no se le podia ver la sombra, dando una sombra imponente revelando a un chico adolescente de unos 1.70 m de altura, cabello largo hasta el cuello y dos puntas largas de cabello superando su hombro tocando un poco la parte de sus pectorales

—Sino que?—diria el bravucon burlesco, el chico serio lo miraria y atacaria con un grito...

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—Gracias por la ayuda—diria el chico molesto mientras estaba colgado en un poste gracias a que el chico lo dejo alli con la camisa pegada al poste, mientras el otro estaba lastimado y sin decir nada colgado igual arriba de un arbol

Si....ese soy yo, uno que quiso hacerse el héroe intentando ayudar a alguien aunque sabiendo como terminaria

Me llamo Silvio, y soy un chico de 15 años atrapado en un mundo donde los poderes sobrenaturales son la norma

Y la diferencia entre los privilegiados y los comunes es tan clara como la luz del día.

Nací con un defecto en mi ADN que me impide manifestar cualquier tipo de habilidad metahumana.

Dejándome fuera de lugar en un mundo donde la grandeza parece estar reservada solo para aquellos que tienen el don de lo extraordinario.

Mi cabello, es de un negro profundo que parece absorber la luz a su alrededor.

Es un recordatorio constante de mi condición, una marca de mi diferencia en un mundo que valora la uniformidad sobre la diversidad.

Pero a pesar de mis limitaciones, tengo a aquellos que me apoyan. 

Mi familia, aunque modesta, siempre ha estado a mi lado, brindándome amor y apoyo en los momentos más difíciles.

Mi hermano mayor, Len, es mi roca, mi guía en un mar de incertidumbre y dudas.

Aunque él también posee habilidades metahumanas, nunca me ha hecho sentir menos por mi falta de ellas.

Pero incluso con su apoyo, la vida no ha sido fácil para mí.

En mi vecindario, soy el blanco de burlas y burlas por parte de mis vecinos que no pueden entender por qué alguien como yo debería estar en un lugar destinado a los dotados de poderes extraordinarios.

Aunque intento mantener la cabeza en alto y seguir adelante, a veces es difícil no dejar que sus palabras me afecten.

Incluso intentando ingresar a Academias exclusivas para metahumanos , mis padres me lo dijeron que no era buena idea pero lo intente.

No salia como esperaba , o esperaba realmente por mi condición

—Kagamine!—una secretaria llamaba al chico sentado en una de las sillas de una sala de espera, el chico se levantaria yendo hacia la direccion de la Secretaria

—Buenas , vengo a...—no terminaria por lo que escucho

—Papeles y documento—diria la secretaria siendo fria y directa extendiendo su mano, el chico haria caso dandole los documentos

Esta empezaria a leerlos uno por uno

—Me dices porque quieres estar aqui?—diria la secretaria leyendo y luego vería de reojo al chico

—Quiero pulir mis habilidades y poder tener oportunidad, aunque menor ,tengo firmado el permiso para poder, o intentar por lo menos entrar—diria Silvio sereno

—Tienes varios datos que faltan.. y lo importante..no tienes poderes por un defecto de nacimiento..y por lo que veo..afecta en tu rendimiento—diria la Secretaria analizando los papeles—Lo siento—diria cerrando la carpeta con los documentos

—Deme otra oportunidad porfavor—diria Silvio viéndola con un toque de preocupación

—El defecto de tu ADN te descarta por si sola, ademas que si entraras como comun, seria lo mismo chico—diria la Secretaria escribiendo en un papel

—No hay nada que pueda hacer?—diria Silvio suspirando

—Lo hago, te mantengo a salvo—diria la Secretaria sellando en el papel firmado

"Denegado"

—Muchas gracias—el chico resignado, tomaria el papel yendose de alli..

Otro fracaso..

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Mañana, sin embargo, es un día diferente.

Mañana es el día en que voy a enfrentar uno de los mayores desafíos de mi vida: el examen de ingreso a Vocaloid Gakuen, la academia para jóvenes con habilidades extraordinarias.

Durante años, he soñado con entrar en esas puertas y demostrar que los comunes también tienen un lugar en un mundo dominado por los metahumanos.

El bullicio de la calle interrumpe mis pensamientos mientras camino hacia casa después de un día agotador. 

Las luces de neón parpadean, iluminando la oscuridad con destellos de color. De repente, me encuentro rodeado por un grupo de jóvenes, cada uno con una presencia que exuda poder.

—¡Eh, mira quién está aquí! —exclama Gakupo, el líder del grupo, con una sonrisa burlona en el rostro—. ¿Preparándote para fallar miserablemente en el examen de ingreso, Silvio? ¿Como lo hiciste las veces anteriores?

Su mandíbula se tensa mientras contiene su irritación.

Estaba acostumbrado a las burlas de Gakupo y sus secuaces, pero eso no las hace menos hirientes.

Conocia a Gakupo desde pequeño, era el tipico bully que molestaba por tener un poco mas de poder que los demas...aunque me molestaba mas a mi que a los demas

—No estoy aquí para hablar contigo, Gakupo —responde Silvio con firmeza, su voz resonando en el callejón— Tengo cosas más importantes en las que pensar que en tus tonterías.

—¿Cosas más importantes? Como si pudieras hacer algo importante alguna vez —se burla Gakupo, con una mirada despectiva en sus ojos—. Eres solo un chico común Silvio, y siempre lo serás, No tienes nada de especial

Antes de que la situación pueda intensificarse, un chico interviene.

—Deja en paz a Silvio, Gakupo. No tienes por qué ser tan cruel con él —dice el chico con una mirada de disgusto en su rostro—No tienes idea de lo que está pasando en su vida, así que deberías dejar de actuar como si supieras.

Gakupo gira la cabeza para mirar al chico con una ceja levantada, claramente sorprendido por su intervención.

—¿Y tú quién te crees que eres para decirme qué hacer, Kaito? —responde Gakupo, con una mirada desafiante en sus ojos— No te metas donde no te llaman.

Kaito se mantiene firme, sin retroceder ante la mirada amenazante de Gakupo.

—Solo estoy diciendo que está mal burlarse de alguien sin habilidades, o quieres que te lo demuestre a la fuerza?—dice Kaito con calma y con algo de enojo

Mientras el chico observa la interacción entre Gakupo y Kaito, sentia una oleada de gratitud hacia Kaito por defenderlo.

Desde pequeños ambos eran grandes amigos, y aunque el no tenia poderes, siempre ha sido amable con el, y estaba agradecido de tenerlo de su lado, Kaito era su mejor amigo, uno mejor no pudo tener.

—De acuerdo, suficiente—interviene un chico del grupo de Gakupo, con una mirada de molestia en su rostro— No estamos aquí para pelear. Vamos Gakupo, déjalo en paz y vámonos.

Gakupo gruñe con frustración, pero finalmente asiente y se aleja del grupo con sus secuaces siguiéndolo de cerca.

—Gracias, Kaito —dice Silvio con sinceridad, agradecido por su valentía al enfrentarse a Gakupo en su defensa.

Kaito sonríe y se encoge de hombros con modestia.

—No fue nada—responde Kaito— Solo odio ver que te traten injustamente, es todo.

—Gracias—sonreiria Silvio asintiendo—Bueno, me tengo que ir Kaito

—Dejame adivinar, la prueba de mañana no?—diria Kaito levantando una ceja

—Asi es—diria Silvio sonriendo desafiante

—Si sabes que fallaras como las otras veces—diria Kaito siendo algo realista en un punto, habia fallado el chico muchas veces para intentar ingresar pero se le era negado siempre

—La cosa es el intento no?—diria riendo un poco Silvio, Kaito sonreiria y jugando lo agarraria del cuello para jugar con su cabello

—Eres un terco perseverante... pero no puedo hacerte cambiar, suerte amigo—diria Kaito sonriendo soltando a Silvio

—Muchas gracias—diria alegre el chico pero notaria la hora—Lo siento Kaito, llegare tarde, nos vemos!—diria Silvio yendose corriendo a su casa

—Nos vemos—diria Kaito despidiendose de el viendolo irse, suspiraria—Ese tonto no piensa rendirse...pero es quien es—diria riendo yendose igual

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De vuelta en casa, encuentro a Len esperándolo en la sala de estar con una sonrisa de ánimo en el rostro.

—¿Cómo fue tu día, hermano? —pregunta Len, levantándose para saludarme con un abrazo—. ¿Estás listo para el gran día de mañana?

Silvio asiente con determinación, sintiendo un renovado sentido de determinación ardiendo dentro de el.

—Sí, estoy listo —respondo con confianza—. No importa lo que suceda, daré lo mejor de mí mismo.

Len asiente con orgullo, su mirada llena de apoyo y admiración.

—Eso es lo que me gusta escuchar, hermano—dice Len con una sonrisa—. Estoy seguro de que harás cosas asombrosas, con o sin poderes.

Con las palabras de Len resonando en su mente, el chico lo mira sonriendo

—Gracias Len —dice Silvio con una sonrisa—Vamos, posiblemente Mama y papa nos está esperando—diría riendo conociendo la actitud de su madre cuando tardan y de su padre, aunque era serio, era un gran padre

Ambos irían a la cocina viendo que su madre cocinaba

Una señora mayor de unos 35 años, cabello largo rubio llegandole a los hombros.

Risa Kagamine, madre de 3 hijos 

Esposa de Lenjin Kagamine, padre de Silvio Kagamine y Len Kagamine

Además de una persona más, buena persona pero madre escricta, no tanto pero se preocupa mucho por sus hijos.

Lenjin Kagamine, hombre de 36 años, serio pero razonable con su entorno, no habla mucho pero lo demuestra mucho con las acciones

—Hola hijos—diría Risa Kagamine feliz viendo a sus hijos , los abraza mucho

—Ho-hola mama—diría Silvio siento aplastado en el abrazo de su madre, tenia una fuerza anormal, pero no tanto como los metahumanos promedios

—Hola madre—diría Len sonriendo algo mas tranquilo ya que el si podía aguantar la fuerza de su madre por su resistencia metahumana, Risa bajaría a ambos al suelo

—Espero y tengas buenas noticias hijo sobre tu inscripcion—diría Lenjin tranquilo viendo a su hijo pelinegro, pero su esposa lo golpearía fuerte en el estómago callándolo

—Mañana es la prueba, no se si podre entrar, aun con todo lo que entrene—diría Silvio viendo sus manos, pero una mano seria apoyada en su hombro, siendo su padre

—Pase lo que pase hijo, lo intentaste—diría Lenjin sonriendo, Silvio le devolvería la sonrisa asintiendo

—No te decepcionare padre—diría Silvio con un aura de determinación recorriendo sus venas, su madre sonreiría viéndolo, aunque su hijo no podría entrar de manera directa y recurriendo a pruebas para poder entrar a la Academia, ha demostrado que no va a rendirse

—Eso quería oir, ahora vamos a comer la comida deliciosa de tu madre—diría Lenjin sonriendo, aunque lo último susurro sabiendo como cocinaba su esposa a veces

—Que dijiste querido? —diría Risa con una dulce sonrisa y lo cubria la sombra, dándole un poco de miedo a Lenjin que negaría rápidamente

Esto siendo visto por sus hijos que tenían una gota de sudor por lo sucedido, y se mirarían tranquilos con una cara aburrida

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—Bien...para poder sacar la cuadrática...tengo que primero obtener la función x y luego...—seria interrumpido por unos golpes que sonaban en la puerta de su cuarto, voltearía la cabeza hacia la dirección del ruido—Pasa—diría curioso

La puerta se abriría, viéndose a una chica pelicorta de una cabellera rubia, ojos bellos azules, y teniendo una edad de 14 años

Rin Kagamine, hermana de Len y Silvio Kagamine

—Rin? Pense que llegarías más tarde...son las 4 de la tarde—diría curioso viendo el reloj que estaba colgado en la pared

—Lose hermano, pero el profesor no vino, además un chico estaba abusando de sus poderes y por el desastre, nos retiramos más temprano—diría Rin estirándose, se acercaría a su hermano colocándose a su lado

—Eso tiene sentido—diría Silvio sonriendo

—Tu qué haces? Dejame adivinar...quieres intentarlo de nuevo entrar a una Academia?—diría Rin sonriendo viendo a su hermano y tendría una expresión comica

—Sabes como soy, no me rindo—diría Silvio sonriendo

—Hermano...es la 6ta vez estos meses, y sabes porque te rechazaron—diría Rin tranquila manteniendo una actitud serena, Silvio quedaría callado sabiendo a que se referia su hermana

—Lose Rin...pero no pienso rendirme—diría Silvio suspirando

—Hermano...no quiero ser aguafiestas, pero sabes porque... —no terminaría Rin ya que Silvio la interrumpiría

—Rin...quiero hacer algo con mi vida, quiero marcar una diferencia y yendo a las Academias comunes no me ayudara en nada, sabes porque lo hago exactamente...no es por mi realmente...quiero demostrar de que estoy hecho aunque no tenga nada—diría Silvio sereno pero firme con su decisión

Rin se callaría, sabia que su hermano era terco, pero no lo podría detener, era su decisión y debia respetarlo

—Si tú lo dices...pero si sigues asi...no llegaras a ningún lado—diría Rin intentando convencerlo por ultima vez a su hermano, pero este estaría callado

—Vete Rin...tengo que prepararme para mañana—diría Silvio serio, Rin asentiría palmeando su espalda, saldría del cuarto para dirigirse a su cuarto

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En las grandes puertas de la Academia, Silvio estaba nervioso y tenso

—Vamos Silvio...puedes hacerlo—diria golpeandose las mejillas y dando pequeños saltos

—Y a ese que le pasa?—diria una persona viendolo de lejos algo raro

—No lo se...un rarito—diria una chica negando y entrando a la Academia, siendo escuchado por el mismo Silvio

—Hay genial...bien...solo entras, das las pruebas y posiblemente el 99,99% la fallas y repites—diria Silvio susurrando con los ojos cerrados, los abre y entra a la Academia

Tendría que calmarse, bajo la sombra de los altos muros de la Academia Vocaloid, Silvio se unió a los demás aspirantes en el patio principal, donde el director anunció las pruebas que los esperaban.

La atmósfera estaba cargada de anticipación y nerviosismo mientras los aspirantes escuchaban con atención al Director, Takeshi Yamamoto, uno de los principales encargados de la Academia Vocaloid, especializado para Metahumanos y poder entrenarlos adecuadamente sus habilidades y explotarlos al maximo

—Aspirantes, el dia de hoy, ustedes tendrán la oportunidad de demostrar si pueden entrar a la Academia Vocaloid, esta academia fue forjada en el año 1980 cuando empezaron a manifestarse los poderes en el mundo, que inicio en Reino Unido, luego en China, luego en todo el mundo—diría el director caminando de un lado a otro

—Aquí demostraran si pueden pasar con una serie de pruebas y habilidades, el que logre pasar la mayoría de las habilidades, podrá entrar a la Academia—diría sonriendo, los presentes asentirían escuchando las palabras del director, Silvio estaba nervioso sabiendo que había muchos metahumanos

La primera prueba fue un desafío físico: una carrera a través de unos obstáculos imponentes.

Mientras los demás aspirantes se lanzaban con valentía hacia la tarea, Silvio luchaba por mantener el ritmo.

Pense que tendria la ventaja...pero me olvido donde estoy—diria Silvio intentando recobrar el aire, era el ultimo de la carrera mientras los demas lo superaban con crecen, en eso veria una cabellera rosa cruzar rapidamente a su lado.

Una joven de cabello rosa se destacó entre los demás, superando cada obstáculo con gracia y determinación.

Los demás aspirantes miraban con asombro mientras ella se abría camino hacia la victoria, su confianza inquebrantable iluminando su camino.

En la siguiente prueba, un desafío de habilidades de combate, Silvio se encontró una vez más en desventaja.

Mientras los otros aspirantes se enfrentaban en duelos intensos, él luchaba por mantenerse en pie, sus movimientos torpes y descoordinados.

—Maldición—diría Silvio cansado, sus oponentes eran muy rápidos y aunque sabia lo básico de defensa personal, sus oponentes parecían estar jugando con el

—No te rindes jamás no?—diría una chica castaña de cabello corto y atuendo rojo con guantes sin dedos

—Que te digo? Soy dificil de vencer—diria riendo Silvio intentando atacarla pero sería golpeado fuertemente en el estomago dejandolo sin aire en el suelo.

Silvio luchaba con todas sus fuerzas, pero al final fue derrotado, su espíritu abrumado por la sensación de fracaso.

Sin embargo, la verdadera prueba aún estaba por venir.

La otra prueba era mas de mentalidad , para demostrar las capacidades de los aspirantes para resolver situaciones.

Si.

Es un Examen de Matematicas, Fisica y demas.

—Determinar el modulo del Vector A y B...—diria Silvio algo nervioso ya que ese tema no lo vio mucho—cierto...era—no termino ya que alguien le hablo

—No se habla en examen—diria el Supervisor

—Lo siento—hablaria Silvio susurrando concentrándose en el examen

En la prueba final, los aspirantes fueron llevados a una sala oscura y misteriosa, donde una sola luz brillaba en el centro de la habitación.

Allí, el director explicó el desafío: cada estudiante debía enfrentarse a sus propias emociones y temores más profundos.

Los demás aspirantes luchaban con desesperación mientras intentaban comprender el significado de la prueba, pero sus esfuerzos parecían en vano.

—Que es esto?! Ayuda! —diría uno de los aspirantes gritando de miedo en la habitación especial, había fallado la prueba de esta, saldría asustado y se iría corriendo del miedo, siendo visto por todos

Cada uno de ellos pasarían pero fallarían rotundamente, no entendiendo el significado de la prueba.

Sin embargo, Silvio se encontró inexplicablemente calmado.

Mientras cerraba los ojos y se sumergía en la oscuridad, abriría los ojos pero no encontraba nada mas que oscuridad.

—Que raro..no veo nada—diría Silvio confuso viendo a todos lados, pero cerraría los ojos de vuelta para ver que más ocurria.

Cuando abrió los ojos una vez más, se encontró solo en la habitación, la luz brillando con una intensidad renovada.

Con paso firme, avanzó hacia la puerta logrando salir de ella.

Al salir, los alumnos lo verían sorprendido, el director algo curioso y una persona algo interesado, había sido el único en pasar la prueba mental, había llamado la atención de una persona en específico, siendo un hombre de edad avanzada, con cabello plateado que cae en cascada sobre sus hombros y ojos que parecen contener siglos de experiencia. Su presencia irradia calma y serenidad, y su mirada profunda parece penetrar en el corazón de aquellos a quienes observa; conocido como Alaric Hoshino, Maestro Alaric.

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La brisa matutina acariciaba suavemente el patio de la Academia Vocaloid, donde los aspirantes aguardaban con expectación el momento en que se anunciarían los elegidos para ingresar. El director, con solemnidad, tomó la palabra, y su voz resonó en el aire cargado de emoción.

—Ha llegado el momento de anunciar a aquellos que han demostrado estar a la altura de nuestra academia —declaró el director, su mirada recorriendo a los estudiantes con seriedad—Los elegidos han enfrentado pruebas de valor, habilidad y determinación; Ahora, los nombres de aquellos que pasarán a formar parte de la Academia Vocaloid serán revelados.

Los corazones de los aspirantes latían con fuerza mientras el director pronunciaba los nombres uno por uno.

Algunos estallaban en júbilo al escuchar sus nombres, mientras que otros aguardaban con nerviosismo, temiendo no ser elegidos.

Silvio observaba con calma, aceptando el destino que pudiera depararle, posiblemente fallando de vuelta.

Sin embargo, una tensión silenciosa llenaba el aire mientras el director continuaba su lista, y su nombre aún no era mencionado.

Finalmente, cuando el director llegó al final de la lista y el silencio pesaba sobre el patio, una voz resonó desde el fondo.

—Director Takeshi, si me permite —dijo el Maestro Alaric con suavidad, interrumpiendo la ceremonia.

El director frunció el ceño con sorpresa ante la interrupción, pero asintió con una expresión de curiosidad mientras el anciano se adelantaba hacia el centro del patio, su mirada firme y decidida.

—He observado algo en este joven—continuó el Maestro Alaric, su voz resonando con autoridad—Aunque puede que sus habilidades no hayan brillado en las pruebas convencionales, ha demostrado una fortaleza interior que ha captado mi atención.

El director entrecerró los ojos, visiblemente desconcertado por la declaración del Maestro Alaric.

—Pero, Maestro Alaric, las pruebas son claras, Este joven no ha demostrado las habilidades necesarias para ser admitido en nuestra academia —protestó el director, intentando refutar la elección del anciano.

El Maestro Alaric mantuvo la calma, su mirada serena mientras respondía al director.

—Entiendo tu preocupación, pero confío en mi decisión, a veces las habilidades que no se ven a simple vista son las más valiosas, Este joven posee un potencial que va más allá de lo que muestran las pruebas—diría el Maestro Alaric

Con estas palabras, el Maestro Alaric extendió su mano hacia Silvio, invitándolo a unirse a él en el centro del patio.

Silvio se levantó, con una mezcla de sorpresa y gratitud en su rostro, mientras el Maestro Alaric le ofrecía una sonrisa de complicidad.

—Bienvenido a la Academia Vocaloid, Silvio —dijo el Maestro Alaric con calidez, su voz resonando con la certeza de haber tomado la decisión correcta—Estoy seguro de que harás grandes cosas aquí—diría sonriendo, eso dejo mudo a todos, un común había sido aprobado en la Academia lleno y solamente de Metahumanos

Fin del Prologo

Se que tienen muchas dudas pero conforme avancemos los capítulos, se irán revelando más información del pasado y de lo actual.

Aunque apenas empecemos.

Díganme que les pareció?

Sin mas -_-Canon_Archie-_- se despide señoras y señores.

Perdio el futbol señores.

Ahre.

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