∿ 💗 :: TH(R)EE ຊ

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Ebrio.

Si, Taehyung definitivamente ya tenía que estar totalmente alcoholizado y delirante, pues esa era la única razón lógica para poder explicar como es que toda silueta a su alrededor dejó de ser clara y empezó a ser borrosa para sus ojos, así como sus oídos dejaron de escuchar con claridad cualquier voz, melodía o ruido, justo en ese preciso instante.

Y se odió a si mismo por ello, por qué a pesar de todo, parecía que lo único importante en el mundo para él, ──conciente o no de ello──, siempre terminaba ligado de algún u otro modo a esa persona que nuevamente tenía en frente después de tanto tiempo.

Y para su infortunio, la forma en la que reaccionó su cuerpo y sus sentidos ante su sola precencia, solo fueron una confirmación más para algo que internamente ya sabía, pero que se negaba a aceptar; y eso era qué Jeon Jungkook seguía siendo alguien demasiado importante en su vida, incluso más de lo que quisiera.

Bastó con conectar sus miradas para reafirmarlo.

Pues para ambos pareció como si el mundo a su alrededor se hubiese difuminado o incluso desaparecido, porque sus orbes se negaban a despegarse de los contrarios. Sin embargo, sus labios no fueron tan valientes, porque ninguno se atrevió a decir ni una sola palabra más, recargando así toda la responsabilidad en sus otros amigos, quienes no tuvieron más remedio que hacerse cargo de la tensa situación.

── ¡Bueno... vamos a buscar una mesa, porque creo que todos tenemos mucho por hablar, ¿No?! ──Propuso emocionado Jimin, recibiendo de inmediato la afirmación entusiasmada de los demás, exceptuando las de un par de dispersos menores.

Y sin más, todos siguieron a la pareja festejada en busca de una mesa, entre anécdotas y risas revoltosas; mientras al final del grupo, dos viejos amigos se evadian la mirada y fingian ser solo un par de extraños.

Una obra maestra.

Eso parecía ser la anticuada y desgastada mesa de roble ante los ojos de Taehyung, pues ya había perdido la cuenta del tiempo exacto que llevaba mirando la superficie de esta, como si fuese lo más interesante y valioso del mundo.

Aúnque la realidad era que ese solo era un acto desesperado de cobardía pura. Se negaba rotundamente a levantar la mirada y tener que enfrentar a ese par de ojos saltones y brillantes, que sus amigos vilmente le habían obligado a tener justo en el asiento del frente, y qué desesperadamente buscaban conectar con los suyos.

Calculaba que había pasado aproximadamente una hora desde el sorpresivo reencuentro por partida doble, y ese mismo tiempo que sus amigos habían ocupado para contar las novedades y anécdotas de sus vidas con emoción y alegría, él las dedicó a buscar cualquier objeto a su alrededor en el cuál centrar toda su atención, para así no perder la batalla propia por su dignidad.

Y justo ese mismo tiempo, Jungkook llevaba tratando de llamar su atención o mínimo poder iniciar una conversación formal, aúnque fuera algo simple y banal, con quién solo lo evitaba a toda costa.

Al contrario de como sería en el pasado, ahora el par de menores eran los más callados y apagados de aquella estridente y habitualmente revoltosa mesa.

Y sus amigos empezaron a notar también ese gran detalle.

Todos estaban enfrascados en su grata conversación sobre cómo marchaba la vida adulta de cada uno, y aunque Jungkook por su parte si que había intervenido un par de veces, fue únicamente para contar que estaba por terminar su carrera y para confirmar sin mucho entusiasmo que las playas de Busan eran hermosas, cuando Jimin le preguntó; Realmente no había que prestar demasiada atención para notar que el reencuentro entre el par de jóvenes, lastimosamente no había sido el esperado por todos.

Bastaba ver como uno buscaba incansablemente la atención del otro, mientras este con el mismo afán la evitaba de cualquier forma, para saber que ese par iban a necesitar más de una ayuda esa noche.

Por eso, fue Hobi quién se atrevió a hacer el primer intento:

── En definitiva, es genial que estemos todos juntos de nuevo... ──Comentó alegre en medio de un suspiro, recibiendo afirmativas igual de contentas por parte de los demás mayores. ── Wah, es que de verdad es increíble que justo Jungkookie y yo nos encontraramos hoy en el aeropuerto, ¿No, Kook? ──Preguntó llamando la atención del nombrado, quién estaba con la mirada perdida y triste sobre su vaso de cerveza.

Algo aturdido, el castaño levantó la mirada y asintió con una sonrisa forzada.

── S-Si Hyung, fue una grata y bonita sorpresa... ──Murmuró decaído, desviando levemente la mirada hacia cierto pelinegro que ahora veía su celular con aburrimiento.

Los mayores compartieron una mirada preocupada, y Jin decidió continuar con ese intento por integrarlos a la conversación y romper esa terrible y palpable tensión que ahora había entre ambos.

── Bueno, pero cuéntanos, ¿Cómo está tu madre, Jungkookie? ──Inquirió con tono prudente, mientras bebía de su trago.

La sonrisa sincera en los labios del nívea, disipó cualquier temor por parte de los mayores por tocar algún tema que aún pudiera ser sensible.

── Está muy bien, por suerte ──Sonrió orgulloso. ── El tratamiento terminó hace un par de semanas, y ella de inmediato regresó a casa. Papá está cuidandola ahora ──Contestó con total tranquilidad y alegría genuina. ── Gracias por preguntar, Hyung.

Todos en la mesa sonrieron aliviados y contentos sinceramente por la mejora en la salud de la pobre señora Jeon. Y sí, incluso Jimin pudo percibir la sonrisa y el suspiro de alivio que el pelinegro a su lado soltó por lo bajo al enterarse de esa gran noticia.

Eso solo le confirmó al rubio que aquella tonta y ridícula faceta digna y dolida de su mejor amigo con el más joven, no podía durarle demasiado.

Y él se iba a encargar de qué así fuera...

── No agradezcas Kook, de verdad es un gran alivio para nosotros que tu mamá ya esté sana ──Dijo sinceramente Nam, regalandole una palmada amistosa y de puro cariño en su hombro.

Jungkook sonrió contento por primera vez en la noche.

── ¡Por supuesto! Así mismo como Yoonie y yo estamos muy contentos y agradecidos contigo por haber aceptado la invitación y haber venido hoy ──Comentó emocionado Jimin, entrelazando su mano con su prometido quién con un asentimiento confirmó sus palabras mientras bebía con calma de su vaso de Whisky.

Al escucharlo, Taehyung levantó la mirada de su celular, confuso, viendo directamente al rubio a su lado con una interrogante gigante en su rostro, totalmente consternado y también muy indignado.

¿Jimin había planeado todo eso?

Más importante aún: ¿Con Jimin sí mantenía contacto?

Las razones para seguir ahí cada vez eran menos, y lo traicionado y herido que se estaba sintiendo en aquel momento solo las estaban reduciendo a nada.

Y Jungkook también lo notó.

Para cuando intentó responder y dar una explicación a ese comentario, Hobi intervinó nuevamente sin permitírselo:

── ¿Y porque viniste solo, Kook?, ¿No pudieron acompañarte tus amigos? ──Preguntó interesado el pelirrojo── Porqué, ¡Vamos!, seguramente pudiste hacer muchos nuevos amigos allí, ¿Cierto? O... incluso, no sé, encontrar a alguien ──Lo codeó con una sonrisa pícara.

Los demás ──Excluyendo a Taehyung──, se miraron complices.

El castaño se rascó la nuca, algo incómodo con esa pregunta. Sin embargo, respondió porque sabía que Hobi tan solo era muy curioso y realmente se preocupaba por él como todos sus amigos lo hacían.

O bueno, al menos la mayoría de ellos...

── En realidad, n-no ──Balbuceó avergonzado el menor. ── Solo conocí un par de chic...

── Voy al baño ──Interrumpió de repente y con rudeza Taehyung, levantándose de inmediato de la mesa y alejándose con paso rápido y casi a tropezones de allí.

Todos los presentes compartieron una mirada incómoda y confusa, sintiendo como inevitablemente la tensión volvía a respirarse en el aire y la tristeza y culpa volvían a adueñarse de Jungkook, quién resopló abatido.

Al contrario de lo que desearían, sin dudas esa iba a ser una larga y tediosa velada para todos...

Nuevamente su reflejo era quién más duramente lo juzgaba.

Parecía un tonto e inmaduro adolescente enamorado, herido y celoso.

Inhaló con un sentimiento de burla propia y decepción pura.

Se avergonzaba de su comportamiento totalmente infantil para con el menor, pero se conocía también lo suficiente para saber que si no optaba por esa actitud, lo único que iba a lograr sería ──muy seguramente── hacer una escena aún el doble de vergonzosa y patética.

Sabía que tan pronto lo mirará a los ojos o se dijeran una sola palabra, se quebraría inevitablemente, gritándole a la cara y reprochandole todo aquello que tenía atorado entre el pecho y la garganta, y de lo qué internamente lo culpaba día a día.

Y es que era cierto que Jungkook podía no ser culpable del todo de su partida, pero sí de su repentino y doloroso olvido...

Se alegraba de manera geniuna por la mejoría de su madre, pero por otro lado, confitmar también el hecho de qué ahora el castaño tenía una nueva vida en Busan y lógicamente también unos nuevos amigos de los qué presumir, lo hería profundamente.

No tenía porqué tal vez, pero no podía evitar sentirse vilmente cambiado y desechado, como si fuera un viejo oso de peluche preferido de infancia al que al crecer el niño, dejaron refundido en un closet ganando polvo y suciedad.

Frustrado, suspiró y lavó su rostro con un poco de agua fría para así refrescar de algún modo la ferviente bola de sentimientos y pensamientos deprimentes que lo estaban invadiendo. Luego de secarse con un par de toallas desechables, miró por última vez su reflejo para auto-inyectarse cierta valentía y con pasos tensos y semblante disperso procedió a abandonar los baños.

Irónicamente, como si se tratará de un ridículo e inexplicable Deja Vu, Jungkook se encontraba en el pasillo de la salida, esperándolo tal y como la última vez.

── Tenemos que hablar ──Pidió tan pronto lo tuvo en frente, con severidad en su voz pero súplica en su mirada, a pesar de tener una expresión firme y convencida.

Era increíble como había cambiado tanto y nada en tan ──relativamente── poco tiempo...

En contra de incluso su propia voluntad, el mayor se permitió repararlo bien por primera vez en la noche, claro, aún con cierto disimulo.

Indudablemente su físico era diferente a hace seís meses. Ahora portaba una figura más musculosa y trabajada, el cabello lo tenía un tanto más largo, un par de perforaciónes resaltaban en su ceja al igual que los nuevos tatuajes en su mano derecha; Su postura era más segura y su mirada más confiada a pesar del alcohol en su organismo, qué como ya era habitual en él, sonrojaba sus mejillas y volvía el triple de brillantes sus ojos.

Se negaba a decirlo en voz alta, pero ahora estaba el doble de guapo y comestible, y lo odiaba también el doble por eso.

Disimuladamente se mordió el labio.

El Jungkook ebrio de hace un tiempo, con seguridad hubiese temblado y se hubiese destabilizado totalmente ante su sola presencia, actuando de una forma que el antiguo Taehyung tampoco hubiese podido resistir y en la que claramente habría caído de inmediato. Pero ambos ya no eran esas personas, y las cosas entre ellos no eran para nada iguales a esos días.

Ya no eran los mismos amigos inseparables, complices y confidentes...

Ahora solo parecían un par de desconocidos.

Y dolía, mucho...

Taehyung tragó saliva y desvío la mirada con una expresión fría.

── No tenemos nada de qué hablar.

── No, sí tenemos ──Afirmó frustrado el menor. ── Necesito que me escuches Tae, porfavor... ──Lo observó con los ojos cristalizados por las lágrimas retenidas.

Taehyung simplemente negó e hizo el intento de alejarse, pero el castaño se lo impidió interponiendose nuevamente en su camino, decidido a ser escuchado.

── Jungkook, no tienes que hacer esto, no me debes ninguna explicación. Nosotros... solo somos amigos... ──Tragó saliva ante la punzada que sintió en su propio pecho debido a esa aclaración mutua.

El menor pareció un pobre animalito pateado, al escucharlo, y eso solo hizo todo más difícil para el azabache.

── Lo sé... ──Murmuró con un puchero dolido. ── Pero aún así, siento que te la debo. Mereces una explicación de porqué rompí mi promesa, d-déjame dártela y así sentirme un poco menos mierda, Hyung, porfavor... ──Forzó una sonrisa que el mayor por su propio bien, ignoró.

El moreno, abatido, respiró profundo y negó con los ojos cerrados y una expresión de puro sufrimiento.

── Ya no tiene caso, de verdad, lo mejor es dejar las cosas así y que ambos olvidemos todo ──Propuso cansado, con la vista ahora en el suelo. ── Tú no tienes porqué sentirte culpable por nada, y yo... solo soy un estúpido al sentirme traicionado cuando los amigos no hacen esto.

── La diferencia está en qué nosotros nunca nos hemos comportado como se supone que los amigos deberían hacerlo, Hyung ──Explicó en un murmuro tímido el castaño.

Taehyung rió sin gracia, una risa amarga.

── Ese, justamente es nuestro principal problema, Jungkook...

Por un par de minutos ambos se permitieron por fin conectar sus miradas, reflejando el dolor interno con el qué cada uno estaba cargando.

── Discúlpame con los chicos porfavor, creo que lo mejor es que... me vaya ──Pidió en medio de un suspiro pesado, alejándose de inmediato sin esperar una respuesta.

Era lo mejor, huir...

Prefería ser un cobarde a presenciar como la poca relación con Jungkook terminaba de hacerse añicos justo frente a sus ojos.

Por más qué quemará y ardiera en su pecho, era lo correcto, lo más sensato y lo más sano también.

Sin embargo, por más que sus deseos fueran huir y alejarse lo más pronto posible de ese precioso chico, no pudo dar siquiera tres pasos lejos de él, cuando este lo retuvo por la muñeca.

── T-Te prometo que sí cumplí mi promesa, y-yo nunca te olvidé, Hyung... pero estuve muerto en vida durante estos seis meses ──Sollozó a sus espaldas, apretando su agarré, suplicandole en silencio que no se fuera, al menos, no así, sin escucharlo.

Taehyung se paralizó ante aquella dura confesión. Sintió el temblor de la mano ajena mezclarse con su propio pulso acelerado, y escuchó con pesar los suaves sollozos del contrario.

Estaba verdaderamente dolido, frustrado y muy abrumado, pero también era cierto que por más rabia, rencor, tristeza o cualquier sentimiento negativo que sintiera, nunca estos serían lo suficientemente poderosos como para llegar a odiar a quién fue, era, y sería siempre su complemento; Mucho menos como para fingir que no le importaba su dolor, cuando el menor había estado para él en sus peores momentos, como lo había sido la muerte de su abuela hace unos años. Jungkook siempre estuvo ahí, apoyándolo y brindándole su cariño y comprensión.

Tal vez era débil, muy tonto, o tal vez solo era un idiota enamorado no correspondido más...

Suspiró con fuerza antes de girarse a encarar al nívea. Miró rápidamente su agarre y luego volvió la mirada a los enormes orbes de los que brotaban lágrimas que le dolían incluso más a él.

Tragó saliva con dureza antes de atreverse a hablar:

── V-Vamos afuera, necesito fumar ──Fue su única respuesta antes de girarse y ceder a su impulso, tomándolo de la mano con la vaga excusa de no perderlo entre el tumulto de gente, a su favor.

Agradecido, Jungkook afirmó su agarre y lo siguió hacia la salida del bar, con una mínima pero genuina sonrisa de felicidad en sus labios y una inmensa calidez en su corazón, la cuál opacaba un poco su silencioso llanto.

Al menos iba a poder explicarle todo y eso lo aliviaba de cierto modo.

Con dejar de ser una mierda de amigo ante los ojos de Taehyung, era más que suficiente por ahora.

No quería preocuparse todavía por como terminaría su relación después de esa conversación, solo se conformaba con poder darle la explicación que le debía y disfrutar de su compañía, aunque tal vez esta fuera efímera a partir de ese instante.

Tener a Taehyung cerca de cualquier modo, significaba para él volver a sentirse vivo, después de tanta oscuridad.

Igual que le sucedía al contrario, aunque se obligará desesperadamente a negarlo, incluso a sí mismo.


Al llegar al exterior, el pelinegro fue quién rompió inmediatamente con el contacto, yendo a apoyarse contra una de las paredes, en lo qué ──tal y como había dicho── sacaba una cajetilla de cigarrillos de los bolsillos traseros de su Jean, para luego encender uno y darle una profunda y necesitada calada.

Jungkook algo dubitativo y nervioso, se acercó para imitar su postura a unos cuantos centímetros de distancia, apoyando una de sus piernas en la desgastada pared de ladrillos, mientras el azabache por su parte mantenía las suyas estiradas y tensas.

Esa misma distancia que desgraciadamente se plantaba entre ellos.

Luego de un minuto en total silencio en el qué Jungkook no pudo despegar la vista del atrayente perfil del contrario y admirar la forma tan cautivadora en la que este expulsaba el humo o en cómo la luz de la luna se reflejaba en su rostro haciendo relucir el aro que ahora yacía en su ceja, provocando que se viese mucho más atractivo de lo que ya de por si era. Mientras el pelinegro por su parte observaba pensativo el despejado cielo nocturno; Aún un poco embobado con la imagen frente a él, fue el castaño quién se atrevió a acabar primero con él terrorífico silencio que los acompañaba.

── Hyung, ¿Me compartirías uno?

Taehyung simplemente asintió con una casi imperceptible sonrisa, brindándole de inmediato un cigarro, pero sin siquiera mirarlo a la cara.

Cuando el mayor se dispuso a buscar el encendedor entre los bolsillos de su chaqueta, el castaño se adelantó y fue más rápido poniendo el cigarrillo entre sus labios y acercandose al del contrario para así encenderlo, dedicándole una mirada y una sonrisa de pura malicia.

El azabache por poco se atraganta con su propia saliva ante aquello, por lo qué tuvo que expulsar rápidamente el humo retenido casi en el rostro del contrario, para poder toser y respirar con libertad.

Jungkook rió enternecido, antes de regresar a su postura inicial.

── Sigues siendo el mismo, Taehyungnie ──Murmuró complacido y aún sonriente.

El mayor lo miró mal, y fingió que su corazón no dió un brinco al escuchar el apelativo en su nombre o ver esa sonrisa de conejo frente a él otra vez.

── Igual que tú sigues siendo el mismo mocoso descarado, por lo visto ──Regañó en medio de un resoplido de falsa molestia, antes de suspirar con melancolía. ── Al menos aún hay cosas que no cambian entre nosotros...

La sonrisa del menor se fue desvaneciendo poco a poco, hasta terminar también en un suspiro abrumado.

── Nunca fue mi intención alejarme de la forma en que lo hice ──Comenzó a explicarse por lo bajo, mientras Taehyung se limitaba a fumar y escucharlo en silencio. ── Es solo qué... t-todo fue tan repentino para mí. F-Fue como un maldito puñetazo de realidad en la cara que me llegó justo en el mejor momento de mi vida ──Lo miró por unos segundos antes de continuar. ── Todo cambió por completo, de la noche a la mañana con esa llamada de mamá... Tenía un trabajo estable, los mejores amigos, un maravilloso departamento que compartía con mi otra mitad ──Sonrío con tristeza a la nada, sintiendo de nuevo sus ojos picar. ── Sabes que incluso estaba a muy poco de conseguir una gran beca para entrar a la mejor universidad aquí en Seúl y también más que nadie sabes lo emocionado que estaba por eso; Y de repente, todo se esfumó como si hubiese sido un absurdo y fantasioso sueño del que desperté, dándome cuenta que ahora tenia mil responsabilidades sobre mi espalda...

Tras unos minutos en silencio, el azabache tuvo que girarse para ver la razón de la repentina pausa y se encontró con la imagen del castaño intentando inutilmente reprimir sus sollozos.

Taehyung creyó estar viendo la peor y más destructiva escena.

Mientras su cerebro intentaba procesar alguna reacción sensata, Jungkook continuó con su difícil relato:

── L-Las primeras semanas fue llevadero gracias al apoyo diario de los chicos, a sus llamadas constantes preguntando por mi día o para contarme cualquier tontería ──Rió debilmente──, o a nuestras videollamadas de horas hablando sobre las próximas vacaciones que podríamos tener juntos ──Otra sonrisa triste se asomó en su rostro. ── Fue más liviano para mí, porque los tenía a ustedes... porqué, aún te tenía a ti ──Lo miró con dolor y lágrimas corriendo por su rostro, antes de fijar su mirada en el cigarrillo que se consumía solo entre sus propios dedos. ── Pero luego todo empeoró... y... simplemente fue demasiado.

El mayor suspiró tirando su cigarrillo casi completo al piso, para después pisarlo con algo de fuerza y guardar sus manos en los bolsillos de su pantalón con el objetivo de centrar toda su atención en el menor, y para poder controlar las inmensas ganas que tenía de estrecharlo entre sus brazos.

Jungkook también se deshizo del suyo, y fijó su mirada en sus botas para continuar con tono pensativo.

── Las siguientes semanas fue un sube y baja en la salud de mamá, si bien habían días dónde estaba perfecta y podíamos reírnos, hablar por horas o debatir juntos sobre sus dramas favoritos que me obligaba a ver con ella ──Tragó con dificultad antes de continuar entre lágrimas: ── E-Eso solo significaba que... al siguiente día tuvieran que remitirla a cuidados intensivos por una falla repentina en sus pulmones o inducirla a un c-coma para conectarla a una maldita máquina que la mantuviera viva...

── K-Kook, de verdad no tienes... ──Intentó detenerlo el mayor.

El nívea negó interrumpiendo sus palabras, intentó limpiar sus lágrimas y con voz rota siguió.

── F-Fue así durante días. Una maldita montaña rusa angustiante y aterradora...

Taehyung empezó a recordar como por esos días el menor se notaba más decaído, delgado, estresado y sumamente cansado. Sus llamadas pasaron de horas a resumirse en un vago saludo de un par de minutos que terminaba con el castaño disculpándose porque estaba demasiado agotado y necesitaba dormir.

Ahora lo entendía todo...

Y se sintió un miserable e insensible por no haberse puesto en sus zapatos.

── La enfermedad de mamá, estar de repente al cuidado de mis hermanos, dos niños inocentes que solo preguntaban constantemente cuando ella regresaría o si acaso moriría. Y por otro lado... estaba papá sin poder regresar para no perder su empleo y así ayudarme con los gastos básicos de la casa, la universidad... ──Resopló cansado de la sola mención de sus problemas. ── Simplemente esa carga me superó y... m-me desmoroné. S-Sin quererlo o si quiera notarlo también comencé a alejarme de ustedes, o mejor dicho, a alejarlos.

» N-No quería que también tuvieran que cargar con todo eso. No merecían soportar mi humor de mierda cada día, mi cansancio, el estrés o el miedo diario que me atormentaba. Y tú tampoco merecías gastar tiempo y dinero en un viaje para ir a unas playas que no me entusiasmaba ni un poco en visitar en ese momento o a las que ni siquiera podría ir seguramente por una recaida de mamá... o porque preferiría dormir hasta despertar con la esperanza de que todo se tratara solo de una horrorosa pesadilla.

Sin darse cuenta, Taehyung de repente también se encontraba llorando en medio de una mezcla de sentimientos de dolor y culpa.

Un mes y medio después de su partida, y cuatro días antes de su viaje a Busan para visitarlo como le había prometido, Jungkook de repente dejó de contestar sus mensajes y llamadas, o los de cualquiera de sus amigos.

Y ahora sabía muy bien la razón, qué no se acercaba ni un poco a las estúpidas conjeturas que su atormentada cabeza y dolido corazón habían sacado precipitadamente.

Se detestó por ello.

Era una basura, un inconsciente, un desgraciado egoísta e inmaduro que no pensó en cómo de terrible la tendría que estar pasando Jungkook. Un idiota que sólo pensó con el rencor absurdo de un corazón roto, en vez de pensar y actuar como el amigo que decía ser, y tomar ese avión para apoyar a su mejor amigo que tanto lo necesitaba en ese momento, a pesar de las evasivas que en medio de su clara depresión tomó como método de defensa.

Decidió creer ridículamente que la lejanía y poco interés de Jungkook se debía a un tema de ilusos sentimientos no correspondidos, y no pensó en que en ese momento eso era insignificante a comparación de la situación por la que estaba teniendo que pasar injustamente.

El llanto ahora incontrolable del menor, fue lo que lo trajo de vuelta a la realidad, captando de inmediato su atención.

── Mamá...  n-no es culpable de nada, ella es la m-más inocente en esta situación... y yo no debería quejarme... p-pero fue demasiado por m-manejar y fue tan difícil sentir miedo constante por fallar de algún modo, por no poder, por que e-ella... m-muriera, por el futuro, por todo.

Taehyung no pudo seguir manteniendo sus barreras de frialdad y simplemente cedió ante sus deseos y se acercó, lo tomó de los hombros y lo apegó a su torso para asi poder estrecharlo con fuerza entre sus brazos.

── Shh, tranquilo ──Arrulló intentando detener incluso su propio llanto. ── Es entendible, era demasiada carga para ti solo, una situación asquerosa que no tuviste que haber soportado sin nadie a tu lado ──Lo apretó más fuerte, amortiguado su llanto y acariciando con cariño sus preciosas ondas marrones, mientras el menor se escondía en la curvatura de su cuello. ── P-Perdóname Kook... yo no debí comportarme como un puto egoísta...

El nívea aún escondido, negó entre lágrimas, aferrandose más a su cuerpo.

── N-No era tu responsabilidad, Taehyungnie... ──Murmuró con tono lloroso.

Taehyung fue quién negó esta vez, molesto consigo mismo, alejandolo suavemente de su cuerpo para poder mirarlo a la cara, tomar su rostro y limpiar con delicadeza sus lágrimas.

── Se supone que era tu mejor amigo, y solo me comporté como un idiota ──Le dedicó una mirada de disculpa que el menor nuevamente rechazó.

── No te culpes, de verdad, es normal que te sintieras así, después... de lo que pasó... ──Murmuró sonrojandose de repente y desviando la mirada culpable.

El azabache tragó saliva, fijando su vista efimeramente en los labios contrarios antes de suspirar con fuerza, limpiar sus lágrimas y dejar una caricia en la mejilla ajena. Una qué como siempre, llenó de confort y paz al afectado nívea.

── No era momento de pensar en eso, tenías cosas más complicadas con las que lidiar y estúpidamente no me di cuenta ──Resopló. ── Perdón, Jungkookie, te prometo que desde ahora en adelante no vas a tener que pasar por algo así solo...

Jungkook sonrió conmovido y también limpió las lágrimas ajenas con cariño, deteniendo sus disculpas.

── No tengo nada que perdonarte, tonto ──Regañó en tono suave y un leve golpe en su hombro. ── Sabes que yo tampoco hubiese permitido tu ayuda, me alejé precisamente para que no tuvieras que lidiar con eso tú también. ──Confesó con una sonrisa triste.── No quería revivirte todo lo que ya pasaste con tu abuela.

El mayor frunció el ceño en desacuerdo.

── Precisamente por qué sé lo difícil que es pasar por algo así, no debí dejarte solo, debí estar contigo sin importar qué no quisieras ──Rebatió. ── Yo... N-No sé, tal vez debí insistir más y no conformarme con tu rechazo, estar contigo en ese duro momento.

Jungkook negó mientras limpiaba sus lágrimas.

── No importa ya, todo pasó, ya mamá está mejor y... yo también, ahora realmente estoy bien... ──Sonrió con toda la sinceridad y alivio del mundo. ── Solo necesitaba saber que me perdonas, Hyung ──Lo miró con una expresión angustiada.

Taehyung sonrió en medio de un suspiro  pesado.

── Veamoslo como lo que es: un simple malentendido ──Propuso. ── Y cómo sabemos que si seguimos, esto nunca va a terminar en un buen acuerdo de quién se tiene que disculpar realmente, pasemos la pagina como dices,  simplementedejemoslo en que ninguno de los dos tenemos que disculparnos por nada, ¿Hecho?.

Aunque Taehyung nunca dejaría de sentirse culpable, sabía que el menor no debería lidiar también con eso, por lo qué lo más sensato sería olvidar.

Jungkook le devolvió la sonrisa sincera y alegre, y con un suspiro de alivio asintió de acuerdo.

── Esta bien, hecho ──Afirmó. ── Entonces... ¿Amigos de nuevo? ──Inquirió nervioso estirando su mano en espera.

El mayor en vez de eso, asintió revolviendo su cabello con cariño para confirmarle que nuevamente todo volvía a la normalidad.

Intentando olvidar por el bien de ambos, muchas cosas del pasado.

── Mejores amigos, como siempre, Jungkookie ──Confirmó con un guiño y una inmensa sonrisa real, después de mucho tiempo, antes de deshacerse también de los restos de su llanto.

Se quedaron pasmados en esos segundos, a centímetros de distancia solo mirándose a los ojos, con sonrisas de pura y sincera felicidad, dejando atrás todo lo malo y doloroso que habían tenido que pasar en su inusual amistad y volviendo a experimentar la complicidad y aquella ya conocida electricidad que solo ellos podían tener.

Cuando los dos intentaron romper el igual de tenso pero también mágico momento, con balbuceos sin sentido y miradas avergonzadas, una tercera persona hizo acto de presencia.

── Y... ¿Ya se besaron o todavía fingen demencia y esas ridicules de odiarse? ──Preguntó con ironía Jimin, llamando la atención de ambos y tomándolos por sorpresa.

Taehyung lo miró con reproche, mientras Jungkook reía y a pesar de su sonrojo, respondió a la broma con total seguridad:

── Estábamos a punto de hacerlo hasta que llegaste, Jiminssi.

Ahora el pelinegro fue quién se sonrojó y lo miró con una ceja levantada en desconcierto.

El rubio por su parte gruñó falsamente.

── Diablos, primera vez que me arrepiento de interrumpirlos tan rápido.

Todos rieron complices compartiendo una mirada.

Jimin sonrió y suspiró contento al ver que de nuevo y por fín, todo estaba bien entre sus mejores amigos, y que nuevamente la alegría geniuna resplandecía en ambos, después de tanto dolor, tristeza y cosas negativas en sus vidas.

── Bueno, me alegra mucho ver que todo volvió a la normalidad, y que ustedes dos volvieron a fingir tener alzheimer, cosa que yo no tengo, para su información ──Advirtió con una sonrisa maliciosa, ganándose una risa y una rodada de ojos por parte de los otros dos. ── Pero, cómo sea, vamos que Hobi va a retar a un duelo de baile a Jin Hyung y necesitamos más apostantes.

Dicho esto, los tres se adentraron nuevamente al bar, entre risas y comentarios alegres, con Taehyung abrazando por los hombros a Jungkook mientras este debatía con Jimin sobre por quién aportarían.

Todo sintiéndose nuevamente correcto.

O bueno, casi todo...

Pues la forma en la que ambos menores se miraban y sonreían, o cómo estaban de acelerados sus corazones al estar nuevamente cerca, hacía que aún la palabra amigos para ellos, se sintiera extraña e incluso, algo incorrecta.

── Entonces, ¿Tú mamá ya está de nuevo en casa? ──Preguntó el mayor, con el rostro apoyado en su mano y la atención fija en el nívea sentado a su lado.

Mientras los mayores hacían su duelo de baile en la pista, ellos se la habían pasado casi dos horas hablando sobre las novedades en su vida, riendo y jugueteando entre sí como en los viejos tiempos.

Jungkook asintió a su pregunta.

── Si, papá regresó justo cuando le dieron de alta, así que ahora él está con ella y mis hermanos. Se encarga de su tratamiento, y todo en casa es como antes ──Exhaló aliviado, arrecostando su cabeza al respaldo del sillón dónde se encontraban, con una expresión de calma y tranquilidad que seguramente hace mucho no experimentaba.

El mayor se obligó a desviar la mirada para no fijarse en sus rojizos y humedos labios a causa de la cerveza, su cuello nivea o en como sus pectorales se marcaban a través de su camisa ante el estiramiento.

Tragó saliva, dejando la copa de vino por la mitad y lejos de su alcance porque por lo visto ya era suficiente alcohol por esa noche.

── Y... ¿Cuando tienes que volver? ──Inquirió casi en un susurro imperceptible y apagado, el mayor.

Jungkook abrió un ojo para verlo, y sonrió para si mismo enternecido con la imagen, antes de sentarse correctamente de nuevo.

── Mañana en la noche ──Contestó, tomándose un tiempo para beber de su cerveza mientras un notable puchero se asomaba en el rostro del contrario, provocandole aún más ternura. ── Solo vine porqué vi el mensaje que me envió Jimin hace una semana con la invitación, y no me parecía bien de mi parte hacerles ese desplante y perderme tal celebración cuando supuestamente soy su amigo. Además mamá insistió en que viniera porque dice que ya merecía un descanso y distraerme un poco.

── Tiene razón, lo mereces ──Concordó el mayor mirándolo con compasión. ── Le debo una a Jimin entonces, al menos él si insistió ──Hizo una mueca culpable.

── Ya, Hyung, dijimos que lo olvidariamos ──Lo regañó con un leve picoteo en sus costillas que lo hizo reír a causa de las cosquillas. ── Aunque si es cierto que los chicos nunca dejaron de enviarme mensajes a pesar de no obtener respuesta de mi parte ──Dirigió su mirada hacía la pista viendo con una sonrisa como los mayores se divertían con los pasos sin sentido de Jin.

Taehyung lo miró, con la pregunta picando en la punta de su lengua a pesar que su cerebro le gritaba que no era buena idea.

Seguramente el alcohol en su cuerpo le ayudó a callar a su mente por un rato, pues, sin dudarlo más preguntó: ──  ¿D-Dónde te vas a quedar hoy?

Jungkook jugueteó con el piercing en su labio, algo nervioso e inquieto por la repentina pregunta.

── Jin hyung me propuso quedarme en su casa, pero la verdad no quiero molestar así que supongo que en un hotel... ──Se encogió de hombros despreocupado. ── Así puedo aprovechar y terminar de arreglar lo de mi traslado aquí nuevamente.

El mayor de inmediato levantó la mirada curioso, con un brillo de emoción indudable en sus oscuros orbes.

── ¿V-Vas a... volver?

El contrario asintió con una sonrisa entusiasmada.

── Ahora que todo en casa está bien, no tengo porque quedarme ──Explicó. ── Mis papás están de acuerdo en que regrese y termine mi carrera acá, ya qué es más fácil también conseguir oportunidades y ellos saben que ustedes también están aquí y son importantes para mí... Así qué, seguramente en una semanas esté de vuelta, solo que aún tengo mucho por organizar, buscar un nuevo empleo y conseguir ahora sí un apartamento ──Lo miró complice, aunque el mayor parecía con la vista perdida en cualquier sitio.

Jungkook frunció el ceño confundido y cuando le iba a preguntar si todo estaba bien, Taehyung fue más rápido en hablar.

── B-Bueno, yo aún... tengo un cuarto disponible, no he conseguido otro compañero de piso y necesito compartir los gastos ──Murmuró algo dubitativo. ── Y sabes que ese siempre será tu cuarto, es más, sigue intacto, bueno, hay que armar de nuevo la cama pero... ──Resopló para si mismo al verse divagar tanto, cosa que era poco común en él, mientras el contrario lo veía divertido. Se relamió los labios y con la poca valentía que consiguió reunir, lo encaró y prosiguió:── Lo qué trato de decir, es que, si quieres... aún puedes quedarte en mi casa.

El menor lo miró algo sorprendido y del mismo modo que el contrario, se permitió unos segundos para pensar en los pros y contras de esa propuesta.

Mordiéndose los labios nervioso, desvío también su mirada de la penetrante y cautivadora del otro que lo escuadriñaba en busca de una reacción.

── H-Hyung, como te dije antes... yo no quiero ser molestia.

El azabache lo miró mal.

── No digas estupideces, sabes que nunca serás ninguna molestia ──Lo regañó con un pequeño golpesito en su frente. ── Sin embargo, si no aceptas también lo entenderé, porque es obvio que ya quieras tener tu propio espa...

── No, está bien... Acepto ──Lo interrumpió compartiendo una mirada y una pequeña sonrisita complice. ── No es buen momento para tener muchos gastos, así que me viene bien lo de volver a compartirlos ──Se excusó.

Taehyung simplemente le devolvió la sonrisa, soltó el aire retenido y sonrió de vuelta.

── Entonces, bienvenido de nuevo ──Le guiñó un ojo, haciendo una señal de "salud" con su copa antes de beberse lo que quedaba en ella de un solo trago, a pesar de las alarmas en contra en su cabeza.

── Gracias, roomie ──Lo imitó el menor.

── Solo, por ahora tendrás que dormir en el sofá, mientras rearmamos la cama mañana para que esté lista cuando regreses.

Jungkook se encogió de hombros.

── Lo recuerdo bastante cómodo, así que no me quejo ──Comentó con tranquilidad. ── Tanto, que sí no es mucha molestia... me gustaría dormir cuanto antes en él ──Pidió entre un bostezo.

── ¿Quieres que nos vayamos ya?

El castaño asintió con algo de vergüenza,  pero sinceridad.

── Fueron solo un par de horas de vuelo pero estoy algo cansado ya, y también creo que un poco ebrio ──Sonrió apenado.

── Pero si por lo visto ya lo controlas mejor que antes ──Bromeó el mayor, dándole un empujoncito amistoso, provocando el sonrojo en el menor y un chasquido de falsa molestia por su comentario. ── Está bien, yo también ya estoy cansado, la verdad. Vamos a despedirnos de los chicos y a pedir un taxi, entonces.

De acuerdo, Jungkook se terminó de un tirón su cerveza, tomó sus cosas y se levantó también de la mesa para acatar lo dicho por el mayor.

Mientras lo seguía hasta la pista para despedirse de los demás, los pensamientos en su cabeza y los sentimientos en su cuerpo tenían una disputa debido a su reciente decisión.

Sabía que ambos estaban jugando un juego peligroso en el que en cualquier momento podían perder la apuesta, pero realmente después de todo lo vivido, Jungkook ya no quería pensar en el futuro, en las consecuencias o preocuparse en un qué pasaría.

Estaba cansado de sacrificarse siempre a si mismo y lo que deseaba u hacía feliz, y no sabía si era el alcohol o su descontrolado corazón, pero esta vez quería arriesgarse.

Si erá con Taehyung, podía arriesgarlo todo sin importar el resultado...

Tras despedirse de sus amigos vagamente, con la excusa de estar cansados y sin dar muchas explicaciones, ambos llegaron al apartamento del mayor aproximadamente en media hora y siendo ya las tres de la mañana.

Con semblante cansado y algo mareados, ya conociendo bien el caminó, ingresaron en el ascensor para subir los siete pisos que les correspondía.

Cada uno tomó lugar en un extremo del cerrado cuadrado, apoyados a sus respectivas paredes y viéndose fijamente, con la tensión comenzando a respirarse espesamente en el aire y la temperatura a subir en sus cuerpos.

Jungkook se mordió el labio mientras el mayor por su parte relamió los suyos. Ambos mirando de reojo cuantos pisos faltaban y agradeciendo que el ascensor no estuviese haciendo paradas innecesarias.

Cuatro pisos.

El mayor cambió de posición acercándose al centro del lugar para apoyarse en la barra que había a sus espaldas. Por su lado el castaño prefirió cerrar sus ojos por su propia tranquilidad y dedicarse a juguetear con el aro de su labio y su lengua.

Tres pisos.

Mala idea.

Muy mala idea.

Si mezclabamos ebriedad y dos amigos con una inmensa tensión sexual en un mismo espacio cerrado, había un claro resultado...

Esta no fue la excepción.

Dos pisos.

Taehyung no soportó más y gruñó.

── Joder, Jungkook te encanta ponerme a prueba ¿No? ──Replicó, pero sin resistirse más, se acercó al menor, acorralandolo contra la pared y atrapando de inmediato sus labios en un beso ansioso, tomándolo por sorpresa.

Sin embargo, no tardó en seguirlo con una sonrisa pícara en medio del encuentro, pues sus intenciones habían sido descubiertas pero también correspondidas, y eso le encantó.

Soltando sin cuidado su mochila, el castaño rodeó el cuello del moreno y se encargó de profundizar el beso con una guerra de necesidad y deseo puro.

── Olvida lo de volver a ser amigos ──Murmuró encima de los labios contrarios, el mayor.

── G-Genial, porqué... yo tampoco quiero ser más tu amigo... ¡Mgh! ──Concordó entre jadeos el contrario.

Ambos sonrieron cómplices. El azabache volvió a tomar el control, dejando leves mordidas y lamidas en los labios ajenos, mientras su pierna se interponía entre las del menor, generando una torturante fricción que le sacó un par de gemidos a este.

Antes de que las cosas fueran más lejos, el ¡Ding! del ascensor les avisó que habían llegado a su destino.

Jadeantes se separaron en el instante en que las puertas se abrieron, con la mirada oscurecida, las mejillas sonrojadas y los labios húmedos e hinchados. Sin necesidad de más palabras, unieron sus manos, Jungkook tomó de nuevo su mochila y con una última mirada compartida ambos se salieron del elevador con pasos calmados pero ansiosos.

Estaban conscientes que al cruzar la puerta del apartamento del azabache, su relación volvería a dar un giro, pero esta vez estaban seguros que no podrían volver a fingir, pues después de esa noche nada podría volver a ser como antes.

Era momento de realmente ponerle un fin a su amistad...

>> 💗 To (Be) Continue...

{ 3 | 4 }

∿ᨘ ⊹ . ▹ VanTTGirl 💗🧸

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro