Cuando nos conocimos... te odie desde el primer momento que te vi, tanta arrogancia en una persona me asqueaba, odiaba todo de ti... tu mal humor, tu inevitable sarcasmo por la mañana, ese sentido de superioridad... joder quien diría que aquellas cosas que tanto odiaba de ti terminé por amarlas

La arrogancia con la que hacías las cosas que te decían que no podías hacer por tener una discapacidad física, el mal humor que es tu fuerte para sobrellevar las cosas... no puedo decir que amo tu sarcasmo pero siempre sabes aliviar los malos momentos con el.. y esa superioridad que demostrabas solo es el camuflaje de la persona que eres.

Si cuando nos conocíamos no sabía que podía llegar amar tanto tus defectos pero aquí estábamos 4 años después viviendo en la misma casa.

Un pequeño departamento adaptado para tu silla de ruedas, una cama grande para los dos y como cada mañana tú no dejabas de ser tu...

—Quita tu mano de mi trasero —gruñi sacando su mano de mis calzoncillos.

Abrí los ojos para verle, ahí estaba viéndome con una sonrisita burlon.

—Eres mi novio, tengo todo el derecho de tocar ese culito tan bonito que tienes —se quejó el moreno

—No sin mi consentimiento —señale besando su frente.

—Y lo tengo —aseguró bajando su mano a él— que dices un rapidín.

—Contigo nunca es un rapidín —me burlé

—Aburrido —se quejó.

Una ligera sonrisa se hizo en mí para negar y llenarlo de besos, nos quedamos así por un largo rato hasta que la realidad nos golpeó: éramos universitarios y teníamos clases.

Cada mañana era lo mismo, despertar y colocarme mi aparato auditivo, Ander jugando con nuestro perro Luffy hasta que lo apurara y se pasara a su silla, bañarnos juntos para ahorrar agua y tiempo, del desayuno se encargaba él mientras yo terminaba de arreglar las cosas

—Que te parece si este fin de semana vamos a comer a un lindo restaurante de comida muy cara donde no tenemos que pagar —sugirió sorbiendo su café mientras le daba a Luffy de su almuerzo.

—O sea el restaurante de mamá —intérprete, amaba ir a que nos alimentaran gratis.

—Así es —asintió— entonces...

—Le diré a mamá —acepté, yo también amaba la comida gratis.

—Por eso te amo —sonrió— ahora deja me arreglo y nos vamos

—No te tardes me oíste tengo que llegar temprano —advertí

Pero al parecer está más sordo que yo pues se tardo mil años, relativamente estábamos cerca y lo llevaba pues no le gustaba manejar pero eso me había costado múltiples retrasos

—¿Estas enojado conmigo? —me preguntó triste

—Si, así es —bufé

—Pues que lastima —dijo con esa sonrisita burlona que tenía 24/7 — sabes que me tengo que asegurar para no tener accidentes.

—Cuando quieres cabron —gruñi.

Por su lesión en la médula Andy podía llegar a tener problemas de incontinencia, no tenía problema si tardaba mil años... pero a la mierda hoy sólo se tardo por andar jugando con Luffy, al llegar a su universidad lo dejé en la puerta, podía bajarse del auto sin problema.

—No me darás besito —se quejó él cruzándose de brazos.

—Mm no —dije dispuesto arrancar el coche

—Más te vale que muevas tu trasero acá y me beses león estupido —ordenó molesto.

Mi nombre es Aslan en honor a un personaje de un anime, y aunque él lo sabía prefería llamarme en nombre del león de Narnia... y no podía negarlo, me gustaba que me llamara así.

Cedí para bajarme, entré más rápido fuera más rápido me lo quitaba de encima, le di su beso de despedida

—Te recojo en la tarde de acuerdo —me despedí para irme— te amo

—Yo más leoncito —sonrió para irse

Estábamos a solo 8 minutos sin embargo el tráfico y encontrar estacionamiento no era fácil sin embargo tenía el privilegio de las placas para discapacitados de mi novio y no temía usarlo.

Llegué tarde pero no me importo para entrar al salón

—Llegas tarde —señaló el profesor

—Lo sé la llanta de mi novio se ponchó y le tuve que ayudar —mentí para sentarme en mi lugar

—No pudo solo llevarlo y arreglar la llanta después —trató de resolver

—Dudo que llegue muy lejos en su silla de ruedas con una llanta ponchada —arque la ceja

Amaba hacer sentir incómodas a las personas, esa cara de incomodidad sin saber dónde meterse me alegraba el día

—Solo siéntese —suspiró apenado.

Era bueno mintiendo y si mi novio aprovechaba su situación yo también lo haría

—Muy bien como saben este nuevo curso empezarán a ir a sus prácticas en los centros médicos —empezó— los juntaremos en equipos de cuatro, les recuerdo que el promedio más alto de cada grupo podrá decidir en qué plaza así que júntense.

El profesor proyectó los grupos y una frase llegó a mi: estoy jodido, lo supe en cuanto los mellizos llegaron a mi con el usual nivel de voz que manejaban, muy alto, y si mi nivel de audición es bajo no puedo imaginar como los escuchaban los demás

—¡Que emoción Aslan estamos contigo! —exclamó con una voz aguda Tara

—Teníamos muchas ganas de trabajar contigo amigo —agregó Tyler con esa sonrisa que llevaban los dos

—Que emocion —dije con el menor sarcasmo posible.

—Oh nos vamos a divertir muchísimo, y tranquilo el hospital que elijas estamos de acuerdo —mencionó Tyler sentándose a mi lado

—Si tu tranquilo —se sentó ella a mi otro lado, no conocían lo que es el espacio personal y al parecer su intención era acorralarme.

Desde que entré a la universidad me había mantenido con la guardia baja, venía hacía mis deberes de estudiante y al salir me iba, no necesitaba interacción social más de lo necesario.

—Que bueno porque no lo íbamos a poner a votación —asentí, yo no venía hacer amigos

—Oh que malvado eres —aporto Tara riendo.

Creo que mi cara lo decía todo, nos pusimos a ver las opciones de hospitales y yo lo tenía muy claro, iba a ser un hospital cerca de la universidad de Ander para no tener que llegar tarde y estar cerca por si necesitaba algo.

Mi decisión estaba clara y gracias a mi buen promedio iba a ser el primero en elegir.

—Lo siento llego tarde —dijo Amber entrando a tropezones

—Ya nos dimos cuenta, porque no buscas a tus compañeros de equipo, creo tienen mucho en común —se burló el profesor mirándome

La chica nos ubicó enseguida para sentarse.

—Lo siento no querían aceptar a mi niño en la guardería —se quejó— llegó justo a tiempo para que seleccionemos un hospital.

—Ya lo escogimos —dejé en claro 

Ella me miró riendo, Ander dice que no soy muy expresivo pues mi cara nunca dice mucho... creo que eso siempre termina por decirlo todo

—Esto debe ser una democracia —insistió la rubia.

—No, desde donde yo lo veo es una dictadura —asenti— pero si quieres una democracia ellos ya decidieron.

—Vamos a clamarnos de acuerdo —intermedio Tara— porque no nos dices cuál hospital te gusta, tal vez es una buena opción y entra en tus opciones.

Suspiré para asentir, tenía que mantener las cosas en calma.

—Gracias linda —sonrió la rubia— de verdad me gustaría que eligiéramos el Winchester Hospital...

—No —me negué de inmediato— esta a media hora de aquí sin tráfico y todos sabemos que siempre hay tráfico, será el hospital general de Boston

—Escucha Ash —me llamó— sé que no te interesa pero voy apegar a la empatía que espero que tengas... como saben tengo un hijo pequeño y el hospital es el más cercano a su escuela, así puedo estar más cerca de él y si me necesita estar ahí, por favor podemos escoger ese.

Los mellizos la miraban al borde de las lágrimas dispuestos apoyarla.

—No, será el hospital de Boston —deje en claro.

—Sabía que eras un idiota, es un niño...

—Mi novio tiene una lesión de médula por lo que tiene que estar en silla de ruedas, yo soy el encargado de llevarlo y si le pasa algo como acostumbra ese es su hospital —la detuve— espero tengas tantita empatía

Si ella se iba a poner así yo también, pero si Ander se enteraba de esto me iba a golpear.

—Tu novio es un adulto —señaló— mi hijo tiene seis años

—Un lisiado contra un niño creo que gana el lisiado claramente —asentí

—Am no creo que debas llamarlo lisiado —señaló Tyler  incómodo

—Cremee el me llama peor —le di poca validez a su comentario— pero como dije no voy a pelear por esto, me esforcé mucho para tener un  buen promedio y poder escoger la sede, tus necesidades no son mi prioridad porque mi prioridad soy yo, si no te gusta háblalo con el profesor.

Y lo hizo pero terminó por ser rechazada con una risa del profesor, al final se tuvo que aguantar.

Ser enfermero es un trabajo de mucha disciplina y sacrificio que ella aún no estaba dispuesto dar, era razonable su prioridad era su hijo y es válido, pero no podía esperar que todo se le diera por su situación... en pocas palabra soy un idiota, si un poco pero tenía la razón, podía ayudarla mientras sus intereses no afectaran el de los demás y claramente estaba afectando el mío

El día de hoy solo llenamos los papeles por lo que salí temprano, para mi suerte Ander salía temprano hoy por lo que no tenía que esperarlo.

—Hola guapo —me saludó llegando— te compre donitas.

Abrí la caja para ver en efecto solo quedaba una dona con una mordida del tamaño de la mitad de la dona

—Perdón me dio hambre —se disculpó— pero tu postre seré yo —me guiñó.

—Lo tomo —asentí mientras le ayudaba a meter la silla al coche— primero hay que hacer la despensa

—Eso de ser adulto si me gusta —sonrió

Claro el cabron metía todo lo que quería en el coche sin importarle lo que costara, teníamos veintiuno pero todavía nos mantenían.

—Entonces si elegiste el hospital que querías —dijo mientras escogía que tipo de pan para llevar

—Sip —dije tomando cualquier pan para meterlo al coche

—Y todos tus compañeros estuvieron de acuerdo —dijo sacando el pan para meter otro

—Y eso importa —me queje

—Tienes que hacer amigos —insistió

—Y tu dejar de pretender que escoges la opción más saludable cuando te zampas una caja de donas de doble glaseado todo los días —señale tomando el pan bueno

—Necesito más grasa en mis piernas —se excusó como siempre 

—Si ahí no es a donde esta llegando —me burlé huyendo

—Oye ven acá y dímelo en la cara león —gruñó irritado

Mientras iba tras de mí un pequeño coche de supermercado colisionó contra él desviándolo un poco haciéndolo chocar contra un estante, nada grave. 

Mi novio miró al pequeño rubio que le miró espantado.

—Licencia y registro niño si no tendré que decomisarte lo que traes en tu coche —le dijo serio.

El niño se quedó un par de segundos procesando lo que estaba diciendo.

—No tengo —señaló riendo un poco más calmado.

—Ni modo, creo que me tendré que quedar con tus oreos —afirmó sacándola de su cochecito

La madre del pequeño no tardo es hacer acto de presencia jalando ligeramente a su hijo a él.

—Una disculpa lo perdí de vista por un segundo y le da por correr —se disculpó su madre— ¿estás bien no te ocurrió nada? —preguntó acercándose de más poniéndose a su altura como si fuera un niño pequeño.

—Está bien, no tienes que pegarte le tanto —gruñí acercándome a él

Ella me miró para poner los ojos en blanco y cargar a su hijo, una cara que no quería ver el día de hoy.

—No te preocupes estoy bien —calmó Ander dándole las galletas al niño.

—Gracias —dijo ella— vamos Max tengo que aprovechar mi tiempo contigo ya que alguien me lo impidió.

—Vamos amor no te juntes con alguien intelectualmente inferior —ataque cruzandome de brazos.

—Adiós —dijo el niño despidiéndose de mi novio

—Conduce con cuidado la próxima vez —se despidió

Ya lo sabía en cuanto los rubios se fueron fui atacado por mi novio.

—¿No abra postre hoy? —me quejé tras su mirada.

—No, no lo habrá —gruñó— vamos ya me hiciste enojar

No me hablo por toda la tarde, así era cuando se enojaba, no es su peor castigo pues tendía a ser irritable en las tardes así que su silencio me caía bien.

Por la tarde entré a la habitación mientras hacía su terapia

—Necesitas ayuda —me ofrecí desde la puerta recargándome en el marco para verlo

—No —dijo muy digno, realmente no estaba haciendo nada más que jugar con Luffy

Suspiré para entrar a la habitación y sentarme a su lado.

—Perdón, no se porque pero perdón —me disculpé 

Recibí su golpe en mi hombro, era un salvaje.

—¿Por qué ella dijo que no le permitiste estar con su hijo? —interrogó con molestia

—Porque escogí el hospital que está más cerca a ti —dije besando sus labios— no es mi culpa que ella no fuera más lista

—Perdona tú has criado un niño solo, sabes el trabajo que es cuidar de alguien más —me miró serio

—Si, lo sé —le dije mirándolo bien

Me gane otro golpe, gruñi para jalarlo a mi y abrazarlo.

—Sabes que mi hermana nos crió sola y no fue hasta que Dean y Jake la ayudaron que de verdad pudo disfrutar el tiempo con nosotros —insistió— debiste escoger el hospital que se acomodada a todos.

—Perdón pero porque tengo yo que perder mis privilegios por los demás —me quejé— quiero llevarte a estudiar y estar cerca de ti si me necesitas... y ni modo.

El solo negó para besarme rindiéndose ante mis encantos.

—Esta bien no puedo enojarme contigo por ser tan tierno leoncito —se calmó

—Cállate rueditas —bufé.

—Solo se más flexible de acuerdo, no por ella por el niño —me pidió— si no solo piensa que ella es Soso

Bufé irritado pero amaba mucho a mi cuñada/suegra como para no hacerlo.

—Bien —acepté

Nos quedamos ahí abrazados por un largo rato, eso de volver a interactuar con personas iba a ser un dolor de culo.

Cuando mi padre murió nadie entendía lo que estaba pasando, tanta hipocresía y promesas falsas solo me inundaba así que apartarme fue la mejor solución... ahora resultaba que no.

Este regreso iba a ser... una mierda, pero sabía que lo tenía a él de mi lado así que ese... ese sería mi nuevo inicio

Pero bueno estamos de vuelta ✨🔥 la verdad estoy muy contenta de poder regresar con estos nenes, ahora es el turno de Aslan de contar la historia.

Ya se irán dando cuenta lo traumadito que está el niño 🤭 espero que les guste esta historia

Favor de firmar aquí si aceptan que no me hago cargo de pagar terapias por los traumas ocasionados

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Jaja no la verdad no, es una historia muy linda que tenía que salir a la luz para seguir a nuestros bebés Aslan y Andy, espero les guste y gracias por apoyarme en cada una de mis historias.

Estaré publicándola los viernes 👌🏽
Sin más preámbulos espero que les guste 💖 y Happy Pride Month 🏳️‍🌈