¿Cómo que no soy gay?

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Mire a mi amiga, esa tristeza en su rostro y sus ojitos a nada de llorar.

—¿Qué? ¡No! solo se metió para joderme —me queje— es un idiota.

Mi chica me miró insegura.

—No me estás mintiendo verdad —susurró triste.

—Yo te mentiría sobre eso —señalé arqueando la ceja.

Ella suspiró para calmarse y abrazarme.

—Sé que en estos momentos piensas que soy una tonta por esto pero... de verdad me gusta, me gusta mucho Andy —confesó lo que todos sabían.

Correspondí a su abrazo sabiendo una cosa... que eso que había sentido hace un momento tenía que desaparecer.

—Siempre pienso que eres una tonta pero por esto no —aclaré— nunca, ahora quítate de mí que me orino.

Ella asintió riendo limpiando sus lágrimas.

—Quieres que te lleve o si aguantas —dijo burlona.

—No, llévame que de verdad me orino —pedí con urgencia.

Me llevó en putiza porque sobre advertencia no hay engaño y para mi la incontinencia era un tema serio.

Después de descargar mi vejiga salí y ahí estaba ella hablando con él.

Un par de palabras y se fue.

—Ya te le declaraste —me burlé

—No seas tonto, solo estábamos hablando de lo del proyecto, este viernes en mi casa de acuerdo —estableció sonriendo.

—Bien —asentí— ¿estará tu hermano? —sonreí pícaro.

—No empieces —amenazó.

Oh su hermano... un culito que me gustaba desde hace mucho.

Lo de meterme en el club no había salido tan bien pues me había tenido que quedar hasta tarde, Klaus me ayudó a salir pues por las lluvias las rampas estaban feas.

—Hola tesoro —dijo mi hermana cuando llegue— el es tu amigo.

—Mi perra —asentí presentándolo.

—¡Ander! —regaño.

—Está bien, soy su perra y él la mía —asintió el rubio— otra forma de llamarnos amigos.

Los ojos de mi hermana brillaron al escucharlo.
Me subí al coche mientras ella interrogaba al chico y tras un largo interrogatorio al final lo dejó ir.

—Tienes un amigo —sonrió emocionada.

—Tengo muchos amigos no hay que ponerse así —la bajé de su nube.

Ella asintió pero no se borraba esa carita contenta.

Al llegar ahí estaba mi hermanito tirado en el suelo mirando el techo con las piernas sobre su cama.

—¿Día difícil? —pregunté burlón, hacía eso desde pequeño cada que estaba afligido.

El pequeño suspiró.

—Creo que no soy gay —suspiró.

—¿Qué? —pregunte lo más confundido que estaba en mi vida.

—Si —dijo sentándose para verme— siempre creí que era gay por que dicen que Cam y yo hacíamos una linda pareja pero hoy una chica me dió un beso en la mejilla y... me gustó.

—¡Sofia! —le grité a mi hermano— sujétame que me desmayo esto no me puede estar pasando —dije dramático.

—¿Qué pasa? —llegó asustada.

—Tu hermano de ahí dice que no es gay —explique— es que eso no puede ser, ya tengo una hermana hetero y ahora otro —dramaticé— que va a decir la gente de mí.

—Ander no seas payaso —me golpeó— me espantaste.

—Esto es serio Sofia —se quejó Dani.

Me empecé a reír.

—Rápido, Lady Gaga y Harry, es más hasta el Juanga tenemos que convertirlo antes de que se vuelva más hetero —bufé.

—Ander —dijo él molesto.

—Respeto tu ideal pero no me vengas con tus muestras explicitas por aquí —continué.

Mi hermano puso los ojos en blanco para levantarse.

—¿A dónde vas Dani? —le dijo mi hermana

—Llamaré al tío Jake, necesito consejos —bufó molesto.

—Yo te puedo aconsejar —se postuló mi hermana de inmediato.

—No es por ofenderte soso pero tú eres muy hetero y Andy muy gay, necesito alguien en el medio —señalo para salir molesto.

Mi hermana se sentó a mi lado para suspirar.

—Lo he perdido —se quejó— antes era todo su mundo y ahora... apenas y me pide consejos.

—Ya vendrá a ti cuando lo necesites —la calmé.

—Y hablando de Gays —me miró— necesito que me digas si vas a querer ir para el desfile o ya no compro los boletos.

Suspiré para negar.

—No tengo muchas ganas —susurré.

—Está bien —besó mi frente— y ya no molestes a tu hermano he.

—Es que yo no soy heterofobo pero que no me venga a presentar sus ideales aquí —continúe.

Me regañaron pero valió la pena.

Después de un par de horas mi hermanito vino para sentarse a mi lado.

—Aún me vas a querer si soy hetero —dijo nervioso.

—No, si te vuelves hetero olvídate de que eres mi hermano —dije serio.

Sus ojitos se empezaron a llenar de lágrimas.

—Obvio no tonto —lo abracé de inmediato— perdón solo estaba jugando, claro que te voy a querer, eres mi hermanito y siempre lo serás sin importar que te guste.

—Lo prometes —dijo más tranquil.

—Lo prometo —lo calmé— a ver cuéntame qué pasó.

Mi hermano nunca fue bueno contando historias, iba de un lado a otro perdiéndose, al final terminé más confundido de como inició pero me dió pereza preguntar

—Oye entonces no iremos el fin de semana—sacó el tema distraído en su teléfono cuando estaba acostado sobre mi.

—No... realmente no tengo ganas —susurré.

—No tienes ganas o te da miedo ir y descubrir que ya no sientes nada por Jay —señaló.

—Y a ti que mosco te pico —me queje, la conversación mas seria que habíamos tenido había sido el porque la una hamburguesa sin queso no es hamburguesa.

—El del amor —suspiró— estamos creciendo y se más de la vida de lo que creen, sabes no seré su bebé por siempre.

—Cállate bebé —me queje.

Mi hermano dió una sonrisita torpe.

—Estoy en lo correcto no es así —dijo listillo.

—Tengo miedo —confesé— Jay es mi primer amor y... no estoy listo para terminar—expresé.

—Es parte de crecer —dijo levantándose— te prepararé una conchotorta en lo que tu haces esa llamada.

Suspiré, para asentir, me había mandado miles de mensaje que no había contestado.

Me tardé diez minutos hasta que por fin me atreví.

—Ahí estas —sonrió— dices que yo soy el que no sabe usar un teléfono pero por lo visto no sabes contestar.

—Lo siento he estado un poco ocupado —murmuré.

—No importa —negó— ve las imágenes que te envié, sé que se ven borrosas pero ya no me acuerdo como se guardaban las fotos en la galería.

Negué para soltar una pequeña risita.

—Las necesito para ya, si no nuestro traje conjunto no se verá bien para ese día  —me regaño.

—Jay no voy a ir —lo dije sin más

—¿Qué? ¿Por qué? —preguntó confundido— pero teníamos planes y tú... lo prometiste.

—Aún me estoy acostumbrando aquí y sé que si regreso me costará trabajo irme otra vez —mentí.

El chico bufó.

—Me esforcé mucho —susurro.

—Lo sé no dejabas de hablar de eso —murmuré poniendo los ojos en blanco.

Él castaño me miró confundido.

—¿Por qué lo dices así? —preguntó enojado.

—Tal vez porque no dejabas de hablar de eso en los diez minutos que me dedicas cada que tienes tiempo —me queje.

—Esto es muy importante para mi, y se que para ti también creí que era lo que necesitabas —elevó la voz

—No necesitaba que me estuvieras recordando lo maravilloso que es estar ahí, lo único que necesitaba es que me escucharas y estuvieras para mi en esto —contesté.

—¡Pues tal vez no debiste irte! —me grito.

Le miré para negar.

—En serio... me vas a reclamar por querer esta con mi familia sabiendo lo que hemos pasado —me enoje— sabes que vete a la mierda.

—¡Pues tu... igual! —me grito.

Colgué el teléfono molesto.

—Joder —susurré frustrado.

Me quedé en cama cuando la puerta se abrió con mi hermanito para abrazarme y consolarme.

Las lágrimas empezaron a brotar, las cuales el pequeño limpio.

—¿Quieres otra cocnchita? —besó mi frente

—Si —acepté.

Mi hermano salió para prepararme mi conchita.

Quería calmarme pero no podía, las lágrimas seguían saliendo.

El teléfono sonó y para mi desgracia era el león, traté de ignorarlo pero no funcionó.

—Ahora no es un buen momento Cas —dije cansado.

—No me importa no olvides que tienes que llevar los papeles firmados por tu hermana mañana —me recordó.

—Como sea —susurre.

Se hizo un silencio entre los dos.

—¿Estas bien? —preguntó.

—No es de tu incumbencia metiche —me queje.

—Bueno tu fuiste mi guía hoy, así que te serviré de consejero hoy —apoyo— así que vamos desahógate.

—Yo... terminé con mi novio —confesé— el maldito me culpó por mudarme cuando sabe muy bien lo difícil que fue que mi hermana se fuera y cuanto... cuanto quería volver a vivir con ella.

—Entonces porque sufres por él —murmuró.

—Pues porque lo amo —señalé— no sabes nada de la vida.

—Tal vez, pero se que las personas que te aman no te lastiman —dijo la verdad— siempre querrán lo mejor para ti.

—Tal vez se nos acabó el amor hace mucho tiempo —susurré.

—Conseguirás algo mejor —me consoló o eso creo.

—¿Cómo estas tan seguro? — pregunté— me conoces bien soy un idiota.

—Lo se —asenti— más que nadie, también eres irritante, molesto y un flojo... pero si ya conseguiste que alguien te amara tal como eres lo volverás hacer.

Una liguera sonrisa se hizo en mi al oírlo de él... pero recordé aquellas lágrimas de mi amiga, así que hice lo lógico: suprimirlo.

—Creo que Klaus es una buena opción —bromee para salir de esos sentimientos.

—Es demasiado para ti rueditas —se burló.

—Jodete Leon —contesté molesto.

—No se te olviden los papeles —ordenó.

—Que no, poca fe me tienes —gruñi.

Terminé por colgar, ya había dejado de llorar lo que era algo bueno.

Mi hermana entró con mi concha y un té caliente.

—Dani te fue con el chisme —supuse.

—Las paredes son delgadas —sonrío torpe.

Mi hermana se sentó a mi lado para abrazarme y besar mi frente.

—Lamentó hacerte venir aquí —murmuró.

Negué para recargarme en su hombro.

—Amo a la abuela pero... extrañaba tenerte en casa regañándome por todo —señalé.

—Pues si te portaras mejor no te regañaría a cada rato —empezó a regañarme.

Asentí para abrazarla.

—Que te parece si vamos a la marcha los tres —sonrio— la marcha y a comer como antes.

—Me gustaría —asenti.

Mi hermana sonrió orgullosa.

—Porque no llevas a tu novio —insistí— es hora de que hagamos algo en familia no.

—No me presiones Ander —regaño— no presiones.

Sonreí para acomodarme en mi hermana y descansar, estaba destrozado pero mi alma están tranquila... debía continuar.

Chales... ¿lloremos? Yo creo que ya se lo veían venir 🥲 pero así pasa cuando sucede.

Por otro lado Dani solo está empezando el camino para conocerse 🥰

Próximo capítulo algo caliente 🌚❤️‍🔥

Nos vemos la siguiente semana ❄️🫶🏻

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