23 - あとでいい...

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Después...

Cuando la alarma de Mark sonó a las seis de la mañana pasaron varios minutos antes de que la apagara. Mark sentía el sonido, podía escucharlo taladrar su cabeza, pero, por alguna razón, le costaba trabajo moverse. Sus miembros le dolían horriblemente y abrir sus ojos se sentía como una odisea.

Al despertarse por completo se dio cuenta de que aún se sentía mal, más bien, se sentía peor. El antihistamínico que había tomado no le había servido de nada así que ahora se sentía como un trapo viejo. Su garganta le ardía como si estuviera al rojo vivo y el dolor de su cabeza se sentía como una letanía de martillazos directamente sobre su lóbulo frontal.

A pesar del malestar chasqueó la lengua, frustrado.

Tenía gripe.

Y una gripe bastante fuerte.


Jackson, por el contrario, se levantó con un humor bastante bueno. Había dormido toda la noche por primera vez en varios días. Se sintió con ánimos como para tomar una ducha, lavarse bien el cabello, afeitarse y vestirse adecuadamente. Con ropa planchada. No era porque estuviera particularmente feliz, pero hablar con su madre lo había ayudado a ver las cosas desde una nueva perspectiva. Después de todo, ya le había dicho a Mark lo que había sucedido, ya se habían aclarado los malentendidos. Seguir siendo un dolor de culo mutuo no le iba a ser de ayuda a ninguno de los dos. Así que podría dar un nuevo comienzo, dejar que Mark le dijera lo que tuviera que decirle, y, comenzar a tratar de entenderse. Ese era un buen plan. Y, para ello, era imprescindible empezar completamente fresco.

Pero Mark no estaba en la sala cuando él llegó.

Lo dejó ser, tal vez llegara tarde. Jackson recordaba que Mark vivía bastante lejos del hospital. Solo debía dejar que pasara la mañana. Mientras tanto, tendría que seguir enfocándose en su trabajo.

Notó que Sehun tampoco andaba por ahí. Se acercó a J.B. quien estaba evaluando los resultados de una tomografía junto a uno de los especialistas de la sala. Los saludó a ambos y esperó a que terminaran para charlar con Jaebum.

-¿Sabes dónde está Sehun?

-Lleva toda la mañana en hematología. Fue a ver si ya estaban listos los resultados del chico de la dos y, de paso, discutirlo con el hematólogo.

Jackson asintió vagamente mientras se acomodaba junto a J.B. en uno de los asientos del cuarto médico.

-Después de todo, debemos resolver ese asunto cuanto antes, el hospital podría enfrentar consecuencias legales por ese caso.- J.B. chasqueó la lengua.- Todo por culpa del imbécil ese.

-Solo es un alumno de sexto, es obvio podría cometer un error.

-¿En serio lo vas a defender?

-Solo lo defiendo como defendería a cualquier otro alumno. Aun así, siempre recaerá algo de responsabilidad sobre nosotros por no supervisar adecuadamente su trabajo.

J.B. retiró la vista. Odiaba que Jackson tuviera razón en ese momento.

-¿Y a ti que te pasa? Le preguntó después de volverlo a mirar.- Luces mejor que ayer, ¿redescubriste donde quedaba el baño de tu casa?

-Muy gracioso, J.B., y no, no me pasa nada.- Jackson se quitó el estetoscopio del cuello y comenzó a juguetear con él, golpeando la campanilla con la uña de su dedo índice. Jaebum lo miró, prestándole atención a sus gestos.

-Hay algo que te preocupa.

Jackson miró la hora en el reloj de la pared.

-Ya son las diez de la mañana.

-¿Te preocupa el pase de visita?

-No, me preocupa que Mark no haya llegado.

-Ah, eso...- J.B. sacudió el aire frente a su rostro, restándole importancia al asunto.- Youngjae ya lo llamó, no va a venir hoy.

-¿Por qué?- Jackson se volvió a lanzar el estetoscopio sobre el hombro.

-Dice que tiene gripe. Youngjae me dijo algo de que salieron por la noche el martes, que Mark se había mojado en la lluvia y que fueron a no sé dónde a hacer no sé qué...

-Veo que le prestas mucha atención a lo que tu novio te dice.

-Sabes que Youngjae es un poco atolondrado, además, me lo dijo cuando estaba estudiando. Discúlpame si preferí recordar el tratamiento de la tuberculosis y no lo que mi novio y tu material de bullying fueron a hacer el martes en la noche.

-Ya, de acuerdo. Me basta con saber que no va a venir.

-En serio te vas a creer la excusa de que está enfermo.- J.B. se inclinó sobre la mesa, mirando a Jackson con una sonrisa ladina.- A mí me parece, más bien, que te está evitando.

-¿Por qué habría de evitarme?

-Porque en el polo norte podría haber encontrado más calidez que la que tú le diste ayer.

-Eso...

-Yo no querría verte después de que ignoraras mis inocentes intenciones de hablar contigo.

-No hables lo que no es, tú ni siquiera sabes lo que sucedió.

-¿Te olvidas de que tengo un espía en el frente?- Jaebum sonrió y señaló en dirección a los primeros cuartos.- Lo que no me cuentas tú, yo lo averiguo por otras fuentes.

-Cierto...- Jackson rodó los ojos.

-¿Y cómo anda la cosa por tu lado?

-¿A qué te refieres?

-¿Qué vas a hacer? ¿Para qué quieres saber si Mark vino o no?

-¿No puedo, como residente responsable que soy, interesarme por mis estudiantes?

-No jodas, Jackson. Había un chico del cuarto cinco con leptospirosis hace una semana y tú ni te diste por enterado. No me vengas con eso.

-Vale, solo quiero hablar con él. Ayer estuve actuando como un real hijo de perra. No digo que no tenga mis razones, pero no voy a llegar a nada así. Solo quería escuchar lo que Mark me tenía que decir.

-Ese es un buen comienzo...- Jaebum le dio una palmada en el hombro.-... al menos los dos están en el mismo canal.

Jackson lo miró y sonrió levemente. Observó con calma como Jaebum correspondía su sonrisa y se retiraba a continuar con su trabajo.

El resto del día transcurrió sin incidentes. Jackson, de todos modos, no estuvo muy concentrado en sus quehaceres. Le seguía preocupando la ausencia de Mark. Si en realidad era lo que J.B. decía, y Mark solo estaba evitándolo, entonces iba a ser difícil entenderse de una vez por todas. Si esa era la verdad realmente tenía que poner a Mark en su lugar por ser tan idiota.

Cuando llegó la hora de salida, Jackson se apresuró a bajar al primer piso y esperar por los estudiantes detercero.

-¡Youngjae!- llamó al chico cuando lo vio salir, en compañía de otros alumnos de tercero. Youngjae se excusó y se despidió de sus amigos, para acercarse a Jackson.

-Hyung, no hay necesidad de que me grites así. Todo el mundo piensa que me vas a regañar.

-Lo siento.- Jackson se disculpó con una sonrisa.- Solo quería preguntarte por Mark... escuché que está enfermo.

Youngjae retiró la vista con una sonrisa divertida. Aquello sonaba interesante. Enseguida puso una expresión seria.

-Sí, me llamó esta mañana.- se rascó el cabello, preocupado.- Llevo todo el día pensando en eso, pero no me ha contestado ninguna de las veces que lo he llamado. Me gustaría pasar por su casa pero tengo cosas que hacer. Me preocupa porque él vive solo, y si le sucede algo no tiene a quien pedirle ayuda. Sus padres están en América. El no suele tener comida o medicinas en casa, es bastante descuidado...- Youngjae acarició su mentón, poniendo una cara realmente afligida.- Tal vez pueda pasar a visitarlo mañana...- miró de reojo a Jackson, disfrutando al ver como su expresión se había transformado en una de absoluto terror.

-Eso que me estás diciendo... ¿Es en serio?

-¿Por qué te iba a mentir? Mark es muy descuidado para vivir solo. Por eso Bambam y yo pasamos a cada rato por su casa y nos aseguramos de que tenga comida y eso. Aun así, él hace lo que le da la gana, por eso está tan delgado.

-Está bien, gracias.- Jackson se despidió de Youngjae y se dirigió rumbo a su auto. Aun con las palabras del chico rondando por su cabeza.

¨...no me ha contestado ninguna de las veces que lo he llamado¨ ¨...si le sucede algo, no tiene a quien pedirle ayuda¨

Se subió al auto y partió rumbo a su casa. Al llegar miró la hora: las cinco y dieciséis.

Se preguntó si Mark habría comido algo, o si no se sentiría demasiado mal. Después se dijo a sí mismo que seguro no era para tanto. No se tenía que preocupar. Pero después, cuando se sentó a estudiar, se sorprendió divagando entre imágenes mentales de un Mark enfermo y desvalido, arrastrándose por su casa, sufriendo en silencio y un Mark que simplemente estaba sentado en el sillón del salón, viendo la televisión y bebiendo soda, planeando quedarse ahí hasta que su existencia se aboliera..

Sacudió su cabeza y siguió en lo suyo. Mark tenía amigos quese preocupaban por él, no había necesidad de que él estuviera pensando en eso. Así siguió, dejando pasar el tiempo, en una ambivalencia de preocupación y desenfado.

Para cuando cayó la noche, ya Jackson sabía que era inútil tratar de concentrarse en algo más. Había dado varias vueltas por su casa, tomado una ducha, he intentado comer algo. Pero seguía inevitablemente preocupado. Ya eran pasadas las nueve de la noche cuando se sentó en el salón de su apartamento con una taza de té y una revista de medicina. Planeaba relajarse y tomarse las cosas con calma, pero su ansiedad finalmente lo venció. Tomó su teléfono y buscó el número de Mark. No fueron pocos los segundos que estuvo frente a la pantalla pensando si presionar el botón de llamar o no. Cuando finalmente lo hizo y se acercó el dispositivo al oído soltó todo el aire que tenía en sus pulmones, tratando de relajarse y de no crearse ningún tipo de expectativa.

Pero los timbres seguían sonando y Mark no contestaba.

Probó una vez más, y otra. Un total de cinco llamadas, ninguna de las cuales recibió respuesta. Se terminó de beber el té de forma apresurada y fue a lavar la taza. El hecho de que Mark no contestara no tenía porque significar algo malo. Tal vez solo estuviera lejos del móvil, o no lo sintió porque lo tenía en modo silencio. Las posibilidades eran infinitas, ninguna de ellas significaba que realmente hubiera algo mal con el chico.

Es era todo lo que Jackson se iba diciendo a sí mismo mientras se ponía una chaqueta y sus zapatos. Porque su mente y su cuerpo estaban completamente fuera de sintonía. Aun cuando insistía en decirse que no era necesario, seguía alistándose, sin importarle si eran más de las nueve de la noche, para ir a casa de Mark.

Mientras iba en el auto seguía llamando a Mark, pero era en vano. Las llamadas seguían sin ser contestadas y un nudo cada vez más amargo se iba formando en el fondo de la garganta de Jackson. Llegó al edificio donde sabía que Mark vivía, pero no tenía idea de cuál era su apartamento. Un par de averiguaciones con el conserje del edificio le permitieron saber qué apartamento era. Al igual que el móvil de Mark, el intercomunicador de su casa se mantenía mudo, llamó varias veces sin obtener respuesta alguna.

Ya estaba oficialmente preocupado. Mandó al carajo lo que le había dicho J.B. Si realmente Mark estaba huyendo de él pues entonces se iba a tener que aguantar, pues Jackson aprovechó su poder de convencimiento y el sentido de urgencia para que el encargado de seguridad de edificio le diera acceso al departamento de Mark.

Al llegar allí, el señor utilizó la llave extra y le abrió la puerta. Jackson estaba bastante agitado y había conseguido que incluso el conserje se preocupara y subiera con ellos a ver si Mark se encontraba bien. El apartamento tenía las luces apagadas y un silencio que resultaba perturbador. Jackson tanteó la pared con una mano hasta que dio con el interruptor. Al encender la luz, los tres pares de ojos se desplazaron rápidamente hacia el bulto que yacía en el sofá. Era Mark, quien permanecía allí, inmóvil, abrazando su propio pecho, con la frente sudada y las hebras de cabello pegadas al rostro. Jackson se apresuró a su lado y se arrodilló, palmeando su rostro, notando, al hacerlo, que la fiebre que Mark tenía no era broma. A pesar de que lo zarandeó, Mark no despertó, al menos no apreciablemente, solo se movió un poco y balbuceó algo sin abrir los ojos.

Jackson sintió miedo, lo sintió recorrer sus nervios y regarse por todo su cuerpo. Él era médico, había estado frente a casos mucho más intensos docenas de veces, pero ver a Mark así, tan pálido y débil, como una pequeña llama que se extinguía lo llenó de una sensación tenebrosa.

Sin pensárselo un segundo más se puso de pie y cargó a Mark. Lo sintió ligero y frágil. ¿Desde cuándo Mark era tan ligero? Parecía estar hecho de plumas entre sus fuertes brazos. El señor de seguridad y el conserje sujetaron la puerta para que él pudiera sacarlo. Ya les había dicho que era médico, sus rostros, aunque asustados, tenían en sí un ápice de confianza. Jackson lucía confiable y seguro, aun cuando su corazón latía, agitado, urgido por la necesidad de ayudar a Mark.

Se montó en el ascensor aun con el chico entre sus brazos. Presionó el botón del primer piso casi demasiadas veces, como si eso fuera a hacer que el ascensor fuera más rápido. Mark estaba hirviendo, su aliento era caliente y se sentía un sonido ronco cuando respiraba. Jackson sabía que eso no era precisamente bueno y más aún si no había tomado ningún medicamento. Una fiebre tan alta era peligrosa, así que solo pudo rezar porque llegaran al hospital antes de que fuera tarde, si Mark comenzaba a convulsionar allí, no iba a poder hacer nada para ayudarle.

Lo montó en el asiento del copiloto de su auto y casi se deslizó por el capó para llegar al asiento del conductor. Ni siquiera se puso el cinturón, solo arrancó y condujo rumbo al hospital. Al mismo hospital donde estudiaban. Sabía que ese era el mejor, y allí, se podría encargar personalmente del tratamiento.

Estuvo varias horas en el cuerpo de guardia. No fue difícil estabilizar a Mark, solo tenía un síndrome febril agudo. Nada que una buena dosis de antipiréticos no pudiera arreglar. La bronconeumonía, sin embargo, era un asunto un poco más serio. Requería tratamiento con antibióticos, además, Mark no estaba muy bien alimentado que digamos, así que también iba a requerir complementos vitamínicos. El doctor que estaba de guardia le sugirió a Jackson el ingreso de Mark en el hospital pero no aceptó. Tampoco era para tanto. Si ya había pasado todo el susto inicial, el resto del tratamiento podía hacerse en casa. No era necesario exponer a Mark a nuevas infecciones intrahospitalarias.Él mismo podía encargarse de su medicación.

De hecho, la enfermedad de Mark se había presentado con un cuadro tan aparatoso debido precisamente al ambiente de trabajo en el que se desenvolvía el chico. En la sala del hospital había cepas de microorganismos que no se suelen ver en la vida cotidiana, por lo tanto, la infección era mucho más fuerte, sin contar la probable inmunosupresión que Mark tenía.

Cuando despertó, Mark se sorprendió al encontrarse en una camilla del salón de ingresos del cuerpo de guardia de su propio hospital. Se sentía mareado y adolorido, además de que tenía unos deseos de vomitar bastante fuertes. La cabeza le daba punzadas y los pinchazos de las diversas inyecciones que había recibido se habían ido manifestando sobre su piel, causándole bastante ardor y molestia. Su voz estaba ronca y se sentía pesada, así que solo emitió un gemido grueso mientras se incorporaba. A los pies de la camilla, descansando sobre sus brazos, estaba Jackson, quien se había quedado dormido después de ver que ya Mark estaba estable.

Mark se extrañó, incluso se vio tentado a tocarlo para saber si no se trataba de un sueño.

No lo hizo. En cambio, se giró para mirar lahora en el reloj de la pared. Eran las tres de la mañana.

Mark recordaba que se había estado sintiendo muy mal en casa. Había vomitado un par de veces y sabía que tenía fiebre. Trató de comer algo pero ni siquiera se pudo acabar una caja de jugo pequeña.El cuerpo le dolía y le costaba trabajo moverse, no solo por la migraña, sino también porque sus músculos dolían. Además le costaba trabajo respirar, sentía un dolor bastante molesto en sus costillas. Él mismo pensó en una bronconeumonía, pero no tenía fuerzas para auto examinarse. Decidió tirarse en el sofá, demasiado débil como para regresar a la cama, cuando durmiera un poco y se sintiera mejor, llamaría a Youngjae y le pediría que pasara por su casa con algunos antibióticos. Cuando se sintiera mejor se levantaría y comería algo, cuando se sintiera mejor...

Pero ese momento no llegó, no supo cuando perdió el conocimiento, pero entre ese momento en el que se acostó en el sofá y ahora que despertaba en el salón de emergencias, solo se habían grabado un par de imágenes borrosas en su mente, mezclados con una amalgama de sueños extraños y sensaciones de distintos tipos las cuales, probablemente, habían sido producto de la fiebre.

Miró como Jackson dormía, cerca de sus piernas, tenía entre sus dedos un termómetro y parecía como si fuera a despertar en cualquier momento. Mark se incorporó y estiró el brazo para tocarlo. Le dolió un poco hacerlo debido al suero que tenía puesto, pero aun así, pudo acariciar levemente el cabello del residente.

Jackson se despertó de un brinco, mirando rápidamente a los lados para luego enfocar toda su atención en Mark. Ni siquiera tenía puesta su bata, era extraño ver su mirada de médico mezclada con su expresión preocupada, vistiendo un sweater de lana y unos jeans.

-¿Cómo estás?- fue lo primero que le preguntó, llevando la mano a su frente y empujándolo suavemente para que se dejara caer sobre la almohada.

-Estoy bien...- Mark sintió su propia voz demasiado gruesa y rasposa. Jackson frunció el ceño y se giró para revisar el suero. Ya estaba vacío, así que lo cerró y se lo retiró, teniendo cuidado de no lastimar el brazo de Mark.

-¿Qué crees que estabas haciendo?- Jackson se sentó a su lado después de dejar el suero vacío sobre un carro que había por ahí.- ¿Por qué no llamaste a nadie? Podrías haber convulsionado, tenías una fiebre de casi cuarenta grados.- su rostro lucía severo, miraba a Mark con los brazos cruzados sobre su pecho.

-¿Cómo llegué aquí?- Mark se negó a enfrentar la mirada de Jackson.

-Yo te traje.

-¿Por qué?

-Fui a tu casa... te encontré inconsciente en el sofá.

-Ah...

-Sabes que te mereces un buen regaño por lo que ha pasado ¿Verdad?

-Supongo...

-¿Cómo puedes cuidarte tan poco?

-No sé... nunca me había pasado nada.

-Pero esa no es razón para que te preocupes tan poco por tu salud.

-De acuerdo.

-No lo hagas más ¿oíste?

Mark finalmente se atrevió a mirar a Jackson a los ojos. Ya no lucía severo o enojado, sino preocupado, simplemente preocupado.

-Jackson, yo...

-No, Mark, ahora no.

-¿Aun vas a seguir sin dejarme hablar?- suspiró, frustrado.- No tienes que ser así. Solo quiero disculparme.

Jackson estiró su mano y acarició suavemente el cabello de Mark, una sonrisa muy pequeña, casi imperceptible se formó en sus labios.

-Después... después te dejaré decirme lo que quieras... ahora solo descansa.- se levantó y se inclinó sobre él, depositando un suave beso sobre su frente.- Primero necesitas recuperarte.- alejó su mano del cabello de Mark y se dio la vuelta, tomando el suero vacío y unas jeringuillas usadas que también había allí. Salió de la habitación dejando a Mark solo y confuso, con un calor que subía por todo su pecho hasta sus mejillas y que no parecía tener relación alguna con su fiebre.

Jackson subió a la sala y buscó en su casillero una bata limpia. Se la puso por encima de la ropa que traía y se dispuso a adelantar parte del trabajo que le correspondía realizar. Eran poco más de las tres de la mañana pero, si quería tomarse eldía, lo mejor era que adelantara lo que pudiera.

Se sentó en el cuarto médico a pasar las indicaciones del día. Las enfermeras de guardia lo vieron allí y se extrañaron, pero no le dijeron nada. Para cuando dieron las cinco de la mañana, ya Jackson había pasado las indicaciones de todos los pacientes de la sala y había ordenado todos los exámenes complementarios necesarios. Recogió todas las cosas y se dirigió a la recepción de la sala.

-Aquí está todo lo de hoy, si hace falta algo más díganle a Sehun o a Jaebum.- le pidió a la enfermera que estaba allí, anotando la evolución de su turno en las historias clínicas. La chica lo miró y frunció el ceño.

-¿Pasa algo?- Jackson se estaba quitando su bata y doblándola sobre su antebrazo.

-No voy a poder venir a trabajar hoy. Si puedes, dile al doctor Kim que yo lo llamaré más tarde.

-¿Sucedió algo? - Jackson ya se había dado la vuelta rumbo a su taquilla.

-Solo un problema personal. No es necesario que se preocupen por mí.

Jackson volvió a bajar al cuerpo de guardia donde Mark seguía dormitando, aun en la misma habitación. Entró sigilosamente, tratando de no despertar al chico y dejarlo descansar. Notó que le habían puesto un nuevo suero.

-Hey...- sintió que susurraban a sus espaldas. Era Jungkook.

-Hola.- Jackson le devolvió el saludo.- ¿Estás de guardia?

-Estaba en el salón de operaciones por la ayudantía. Bajé un segundo y vi el nombre de Mark en la lista de ingresos. ¿Qué pasó?- Jungkook se acercó a él y se paró a su lado con los brazos cruzados, contemplando también el rostro durmiente y pálido de Mark.

-Tiene una bronconeumonía, probablemente por algún germen intrahospitalario.

-Ya veo...- Jungkook ladeó la cabeza con una mueca triste.- El síndrome del estudiante de tercero desprevenido.

-Pero además, estaba inmunodeprimido y malnutrido. Por eso cuando le dio fiebre, unido a que no tomó ningún antipirético, estuvo a punto de caer en shock.

-¿Qué le pusieron?- Jungkook se acercó a revisar el suero.

-Aparte de un camión de dipirona, hidratación y vitaminas, mandé a que le dieran la primera dosis de piperacilina con tazobactán para la bronconeumonía.

Jungkook constató lo dicho por Jackson al ver el suero.

-De acuerdo.- se retiró unos pasos, volviendo a su lugar junto a Jackson.- ¿Lo van a ingresar en la sala?

Jackson sacudió su cabeza de un lado a otro, negando.

-¿Por qué no? ¿No es lo lógico?- Jungkook se extrañó.

-Lo voy a llevar para mi casa.

Jungkook abrió un poco los ojos y se giró a mirarlo, sorprendido.

-¿Y esa locura?

-No quiero que esté expuesto a ninguna otra infección. De todos modos esta bronconeumonía no requiere mayores cuidados hospitalarios que la medicina endovenosa y el control de la fiebre y la disnea si aparece, todas son cosas de las cuales yo me puedo encargar. Además, Mark es joven, no se va a complicar por estar fuera del hospital, en cambio, dentro, puede sobreinfestarse con otra cosa.

-Hablas como si el hospital fuera una discoteca de microbios.

-Es más o menos así, por mucho que lo intentemos evitar.

-¿No será que solo quieres llevar a Mark a tu casa?- Jungkook le dio un codazo.

-Me lo quiero llevar pero no para lo que tú crees, simplemente me preocupa, quiero ser yo quien lo cuide.

-Pues, tú sabrás.- Jungkook finalmente se encogió de hombros.- Te dejo, debo continuar...- le dio una amigable palmada en la espalda a Jackson.- Avísame si sucede algo o necesitas ayuda.

-Está bien. Gracias.- Jackson se giró y lo despidió con una sonrisa, adelantándose para cerrar la puerta detrás de él.

-¿De qué se trata todo eso?- escuchó la voz de Mark a sus espaldas, haciéndolo volver casi de un brinco sobre sus pasos y acercarse a la camilla.

-¿Te despertamos? ¿Estás bien?- Markyacía sobre la cama con los ojos abiertos, su rostro lucía cansado, pero estaba un poco mejor que la primera vez que despertó.

-Sí, estoy bien. Pero... ¿Por qué me vas a llevar a tu casa?

-Yo te trataré allí, no quiero que te quedes aquí. Ya mandé a hacer un antibiograma, sé que se va a demorar pero lo más seguro es que tengas un germen del hospital.

-Pero... tu casa...

-¿Quieres quedarte solo en la tuya? Ni siquiera tenías comida allí. Además, estas con piperacilina y tazobactán, dime ¿te vas a poner eso tú solo?

-No, pero... podrías dejarme aquí.

Jackson se arrodilló, bajando a la altura del rostro deMark.

-Simplemente no quiero, deja de ser tan tonto y permíteme cuidarte ¿sí?- le sonrió, haciendo que Mark se sonrojara un poco, cosa que fue más obvia debido a la palidez de su cara.

-De acuerdo.- murmuró.- ¿Hasta cuándo me quedaré aquí entonces?

-Hasta que se acabe esto.- Jackson señaló la bolsa del suero que ya iba por la mitad.- Si te sientes bien, entonces te llevaré a casa, aunque tienes que seguir con la vena canalizada y todo eso, a menos que quieras que te la quite y después tenga que estar pinchándote de nuevo para darte la medicina.

Mark apretó sus labios. Haciendo que Jackson volviera a sonreír.

-Solo espera un poco ¿Sí?

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Estoy actualizando desde la escuela, asi que disculpen si se ve mal y que no tenga el titulo en kanji. Lo arreglaré cuando me conecte con el movil. disculpen la demora y gracias por el apoyo a esta historia. son las mejores!!

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